-Vas a ahogar al bebé entre tanto semen- Gritó Arthur entre jadeos y gemidos pidiendo por más a su marido. Que no hizo más que ignorarlo. -Me vengo- Junto antes de que hablará mi marido agarró mi miembro entre una de sus manos y comenzó a masturbarse con ganas mientras no le daba tregua a su entrada, salía y entraba, salía y entraba.

Su miembro fue estrangulado en la apretada entrada de Arthur. De repente sentía el semen húmedo de mi marido recorriendo mi vientre como si buscara uno de mis óvulos para embarazarse. Ethan seguía dentro mío aún con su pene flácido ocupando lo que le pertenecía. Se acercó a mi oído.

-Otra rondó mi amor- Me dijo al oído para después morder el óvulo de la oreja y comenzar a dar besos húmedos por mi cuello bajando a mi pecho. Lo único que pude hacer fue rogarle por que bajara más abajo donde dolía. No podía creer que ya estaba duro de nuevo ya era nuestra quinta rondó del día. Ethan bajo a uno de mis pezones, mi pecho estaba muy hinchado por la leche materna para nuestro hijo.

Mis brazos rodearon el cuello de mi marido mientras sus brazos ayudaban a mantener todo el peso, su boca no daba un solo momento de tranquilidad a mis pezones, la leche comenzó a salir a chorros mientras se juntaba con el sudor y mis lágrimas de placer.

De repente mi espalda se arqueo sintiendo como Ethan comenzaba a moverse de repente dentro mío con gran fuerza y rapidez. Su boca dejo mis pezones y fue directamente a mi boca donde buscó unir nuestros labios en un beso hambriento y salvaje. Sus embestidas eran duras y se sentían con fuerza como los dieciocho cm de mi marido golpeaban mi próstata sin darme descanso, como salía completamente y volvía a entrar de una sola estacada haciéndome gritar por más. Y más. Y más. De repente me vine sin ser tocado sobre Ethan que comenzó a dar varias estocadas cortas y veloces, lo ví sonreír con superioridad y volver a atacar mis labios ya hinchados y muy rojos. Después de unos pocos segundos sentí como mi marido se venía por sexta vez en mi esa mañana. Di un largo y suena suspiro.

-Mi amor ya sal- No podía creer que siguiera dentro mío -Charlie se debe estar ahogando entre tanto semen, ni siquiera me has dejado sacar algo de adentro- Le dije con gran frustración logrando una risa de mi marido.

-Ya salgo Arthur- Me dijo, pude sentir cómo se vaciaba mi interior, gemí por la pérdida del miembro de mi marido y deje que se saliera de arriba mío y le levanté los brazos, Ethan me agarró como princesa y me llevó al baño.

La bañera era bastante angosta apenas entrábamos los dos juntitos y apretaditos, lo único que tenía de bueno en ese momento era que el lugar lo alcanzaba para tener sexo no entrábamos y por lo mucho que me dolía mi entrada y la energía que me quedaba era algo bueno. Apenas me apoyo contra el agua sentí como mis músculos se relataban y de mi entrada empezaba a correr el semen de Ethan mientras mis brazos descansaban de un modo protector sobre mi vientre. Y mi marido me acomodaba sobre su regazo.

Ahora me presento soy Arthur Septimus Weasley Black mis padres son Septimus Weasley y Cedrella Weasley de soltera Black y fui repudiado por mi familia hace unos meses cuando se enteraron de mi embarazo. A mis padres no les hubiera importado si estuviera casado y el embarazado fuera mi esposo o esposa. Tal vez sea porque me embaracé con tan solo doce años.

La verdad no lo sé. Yo les quiero contar mi propia historia de vida que no es mucha, la mía y la de mi marido con nuestro futuro hijo William Nott Weasley que aún discutimos el segundo nombre. Cosa que voy a ganar.

Que esta historia comience..

Continuará...