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𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗

Nota: Antes de comenzar les recomiendo escuchar dos canciones durante el capítulo.

La primera es para el inicio del capítulo: Till Deaht Do Us Part de Rosenfeld. 🔥😳

Y para el resto del capítulo: No. 1 Party Anthem de Arctic Monkeys. ✨💕

𝟏𝟎. 𝐀𝐥 𝐛𝐨𝐫𝐝𝐞 𝐝𝐞𝐥 𝐞𝐜𝐥𝐢𝐩𝐬𝐞.

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Killua estaba algo inquieto, sus manos sudaban, el cuerpo le picaba como si hormigas caminaran por sus piernas y a su paso mordieran.

Dando un gruñido, arroja la sábana que lo cubre y se levanta de la cama con agresividad, se quita la playera de algodón que esta totalmente empapada de sudor, y que le pica por completo todo el cuerpo.

Sus músculos se tensan al sentir el frío que se cuela por la ventana, Killua suelta un gruñido más fuerte que el anterior. Mierda, Retz nunca dijo que esto se sentiría fatal, maldita sea. Camina por la habitación con la respiración agitada como si hubiera estado entrenando por horas seguidas sin parar, su estómago le da vueltas y no puede tocar su piel porque la siente demasiado sensible.

Incluso siente que si algo le rozara levemente los pezones estos se sentiría como sal en una herida abierta.

Se sienta en la cama con lo cabeza entre sus manos, esta literalmente solo en ropa interior y se siente tan malditamente caliente, una sensación incluso peor que cuando está en celo. Esta pensando seriamente en quitarse también esa estúpida prenda que le esta apretando todo allá abajo. Intenta hacer ejercicios de respiración como los que solía hacer cuando era un adolescente y tenía que controlar sus instintos con un omega a su lado en el apogeo de su celo.

Eso ayuda, porque lentamente su respiración disminuye y poco a poco comienza a ayudar. Sin embargo, el recuerdo de cierto omega de cabellos tan oscuros como el carbón y de piel morena preciosa llega a su mente tal cuchillas ardiendo en llamas.

Su cuerpo se tensa de nuevo, sus músculos duelen un poco por la necesidad de correr a la habitación de Gon y hacerlo suyo. Al darse cuenta de su horrible pensamiento, suspira pesadamente. No debería pensar así de Gon, intenta quitar los pensamientos del omega de su mente.

Pero su mente está llena de él, los recuerdos que crecen y crecen hasta convertirse en un incendio que quema cada pensamiento racional y las cenizas que renacen son solo imágenes pecaminosas de Gon. De su dulce aroma, de la forma en que el omega huele, de las veces que lo ha visto entrenar junto a Kurapika y aunque no ha hecho mucho porque no puede, muchas veces lo ha visto corregir al rubio.

Con el cabello sujetado en un moño que deja a la vista su cuello virgen, libre de marca...

Se pasa la lengua por sus colmillos que palpitan y pican, el rostro de Gon esta tatuado en su mente de forma tan dolorosa que le está costando realmente demasiado controlarse en algo más que en esos ojos como el caramelo fundido brillosos que reflejan la luz de formas intensas, de la forma en que sus mejillas se vuelven color granate cuando hace algún esfuerzo, en como su respiración se agita después de correr detrás de Ori.

De repente la imagen de su Gon agitado, sonrojado y lloroso le produce un jadeo animal, su cuerpo se enciende de inmediato como a una fogata a la que le echan combustible. Se muerde el labio con fuerza hasta romper la delicada piel; imagina como se sentiría su piel suave entre sus dedos, como sería su sabor en su lengua, los ruidos que haría mientras lo toma.

Algo en lo más profundo de su ser lo hace despertar de esas dulces fantasías y la culpabilidad lo golpea de inmediato. ¿Cómo puede estar pensando así de Gon?, se pasa la mano por el rostro frustrado y decepcionado consigo mismo.

Para luego mirar hacia abajo y ver el gran problema entre sus piernas. Killua gruñe, echa el cuerpo hacia atrás recargado en sus brazos tensos, las gotas de sudor recorren su piel pálida pero un poco sonrojada por el calor. Abre un poco sus piernas, para intentar estar más cómodo pero sinceramente no ayuda. Pasa los últimos cinco minutos recitando las reglas del Ryodan y el instructivo de ese robot que construyó con Basilius y Ori.

No ayuda. En serio no ayuda, sigue tan duro que duele. Piensa en meterse a bañar con agua helada, pero... moverse hasta allá, mira la puerta de madera y su lobo gruñe. No quiere moverse, lo único que quiere es tener a Gon aquí en sus brazos, sentado en su regazo y dándole besos en el rostro porque su omega lo merece.

Suelta un suspiro triste y totalmente abatido. Necesita a su omega. Quiere besarlo, y abrazarlo, perfumarlo para que nadie piense que no tiene un alfa.

Tal vez luego de los mimos tenerlo en la cama y hacerlo llorar de placer... abre los ojos de nuevo sabiendo que su lobo traicionero lo llevara por pensamientos que no quiere tener. Mira hacia abajo... da un largo suspiro ¿en serio lo va a hacer? Se siente como un adolescente hormonal y estúpido.

Da otros cuantos suspiros y decide hacerlo, sus dedos tocan la ropa que lo cubre se siente ya húmedo, con solo pensar y ya esta así de... excitado.

La vergüenza lo inunda porque tiene años que no se ha tocado, es solo que en sus celos nunca tuvo a alguien en su mente que lo hiciera sentirse caliente, solo dolor y más dolor, tocarse solo aumentaba su incomodidad, así que optó por no hacerlo. Pero, ahora... esa parte de su cuerpo y tal vez un poco de él mismo lo está pidiendo a gritos.

Lentamente y con inseguridad adentra su mano en la ropa interior. Puede sentir el calor que irradia su dureza sin siquiera tocar aún la piel, pero cuando sus dedos recorren la longitud suelta un suave gemido su cabeza se echa hacia atrás y se arquea un poco. La sensación es demasiado placentera para volverlo abrumador, así que decide soltar una par de respiraciones antes de tomar con su mano completa la piel caliente y dura.

Empieza a bombear poco a poco, a un ritmo que le agrada, su aroma comienza a llenar la habitación y Killua gruñe porque aquí falta el aroma de la vainilla y los cítricos de su omega, de repente la idea de que sea la mano de Gon quien toque allá abajo es más que electrizante.

Eso parece motivar su sentir porque comienza a subir y bajar su mano con rapidez, suelta gemidos graves y uno que otro gruñido. Su mente está llena de fantasías, mismas que lo encadenan y lo hacen sudar haciendo que sus músculos brillen un poco bajo la poca luz de la luna que se filtra por la ventana.

Se muerde el labio de nuevo, imaginando a Gon de rodillas, es como si pudiera sentir los cabellos sedosos del omega entre sus dedos.

—Mierda— murmura, su voz es un eco grave y necesitado, totalmente ronco. El sonido de su respiración agitada y sus gemidos suaves llenan la habitación como su aroma que se aferra a esas cuatro paredes.

Necesita tanto a Gon que siente morirse por no poder tocarlo y hacerlo suyo de todas las formas posibles. Siente la humedad saliendo de la punta hinchada y su vientre tienes espasmos. Esta por llegar.

Un par de toques más y suelta un gruñido profundo cuando por fin lograr correrse en la palma de su mano. Su pecho sube y baja con rapidez. El calor disminuye considerablemente, su cuerpo ya no esta tan tenso como al inicio, la piel le deja de picar y su cerebro se siente adormilado.

Mira debajo y da un largo suspiro entre satisfecho y avergonzado. No sabe como sentirse, quiere sentir culpa por haber imaginado a Gon de formas poco inocentes, pero, tampoco es que pueda hacerlo. El omega es su regalo más grande, lo atesora y lo respeta; ciertamente esos mismos sentimientos son los que hacen que arda en deseo por él.

No puede ser hipócrita y decir que no le gustó imaginarlo en cuanta posición quiso, sabe que debería estar mal, pero, ahora con la mente descansada y el cuerpo más tranquilo... No le interesa pensar mucho en el bien y el mal. El Killua del futuro deberá encargarse de ello.

Con un mejor humor, va al baño de la habitación y decide bañarse con agua fría, e ignorar que esta noche sucedió. Aunque no le desagradó las sensaciones eso no quiere decir que como un tonto hormonal lo seguirá haciendo, solo fue una medida impaciente para una situación desesperada.

Cuando Gon llega a la mesa con cansancio y ojeras. Ha pasado los últimos siete días pensando en la situación de su pequeño Ori junto a Retz, y teoría tras teoría se desvanece ante sus ojos porque ninguna tiene sentido.

Hoy es un día anormal, el comedor está parcialmente solitario, ya que el Sr. Devi ha estado ocupado con estas nuevas reuniones no solo con su hija sino con su prometido y con algunas personas cercanas del mismo, por lo tanto la mayor parte de la manada ha estado en la mansión principal además de ayudando con trabajos pagados que el alcalde les entrega.

Por lo tanto, hay veces en las que la mansión se encuentra solitaria solo con Ori, Gon y Alluka.

Por lo que cuando se sienta para comer ve que también Leorio esta comiendo una tostada con mermelada y leche; no pasa mucho cuando Killua aparece también con ojeras pero con una sonrisa animada.

Gon alza la ceja porque últimamente Killua había estado bastante serio y un poco arisco. Era como. Un gato al que tocabas te bufaba y luego de apartaba para limpiar ese lugar donde tocaste.

Gon va a saludar pero el aroma que rodea al alfa es... diferente, no sabe que es pero definitivamente huele más dulce que de costumbre parece que han abierto una mermelada de frutos rojos. Leorio alza la mirada de su desayuno frunce el ceño y sinceramente parece como si a su tostada le hubieran echado comino porque arruga tanto la cara que es gracioso.

—Se vale bañarse después de ser un cerdo— Leorio dice con la boca llena de comida mientras rueda los ojos—. Hay narices frágiles aquí.

—Lo único frágil aquí es tu estúpida cabeza. Cállate ¿Quieres?— Killua gruñe... es decir gruñe. Ambos lo miran como si estuvieran viendo un dragón de tres cabezas.

—Alguien amaneció de malas— Leorio dice mientras rueda los ojos—. ¿La mano no te ayudo?

Gon decide suspirar y tomar la taza de su café con una mueca mientras bebía intentando ignorar la charla de dos alfas que parecían habían amanecido de mal humor y que ahora se estaban gruñendo y mirando mal.

—¿No podría solo tomar una tostada y comer?— Gon dice despues de soportar dos minutos exactos de dos alfas viéndose mal mientras se gruñen. Cuando ambos escuchan su petición Killua es el primero en atenderla sentándose en la silla más cercana mientras Leorio toma otra tostada y se la mete a la boca.

Alfas, piensa mientras se sirve fruta en el cereal que se acaba de servir. En algún momento nota de nuevo ese aroma dulce qué proviene de Killua, se muerde el labio porque huele muy bien, no es el aroma cítrico y ácido que suele tener es más como si hubiera salido de una especie de panadería y el aroma se hubiera quedado prendado a su cuerpo.

Pero... Leorio frunce más el ceño:—Vamos, Killua, cierra tu aroma.

—No lo controlo, ¿si?— Killua toma una tostada y aunque lo dice con agresividad se ve un poquito... avergonzado—. Estoy así desde ayer y Retz no quiere que tome medicinas.

—Pues como tu médico te sugiero que te encierres y no vuelvas a salir— dice rodando comiendo de forma más agresiva.

—No huele mal— Gon dice como una forma de apoyar a Killua porque realmente aunque su aroma es... diferente no es malo o grotesco, supone que Leorio no debe estar acostumbrado a que Killua tenga reparaciones en liberar su aroma de esa forma, lo cierto es que Gon se está acostumbrando porque Killua ha estado perfumando a Ori así que...

Sin embargo, cuando dice esas palabras Leorio casi escupe su tostada y lo mira con los ojos abiertos, mientras Killua se sonroja y ahora lo ve con una intensidad que pocas veces ha visto.

—¿De verdad? ¿Te gusta?— Killua pregunta como si fuera un niño a punto de recibir una estrellita de buen comportamiento.

—No puedo con esto— Leorio dice con una mueca harta—. No puedo con ustedes dos, de verdad, solo consigan un maldita habitación.

Y así Leorio sale con otras tres tostadas en un plato y un vaso de leche mientras sale del comedor refunfuñando. Gon se sonroja, ¿pues qué dijo?

—No le hagas caso— Killua dice con un tono burlón—. Leorio se quemó el cerebro de trabajar con los de la tribu.

Gon mira a Killua, sus ojos chocan y por un momento esos hermosos orbes azules se oscurecen pero luego hay algo parecido a... la culpa. El alfa baja la mirada todo sonrojado, su aroma se cierra de inmediato y si tuviera orejas estas estarían hacia abajo.

—¿Killua estas bien?— Gon pregunta un poco preocupado por el repentino y abrupto cambio de actitud.

Killua no levanta la mirada, ni siquiera lo ve a los ojos:—¡Si! Estoy bien— su voz se rompe un poco, se levanta con rapidez—. Ya termine, recordé que iba a ayudar con otras cosas, desayuna bien.

—Killua...— Gon se levanta intentando detener al alfa porque definitivamente algo sucede pero antes de que pues hacerlo el alfa ya esta afuera con pasos veloces. El omega mira la fruta apenas tocada y da un suspiro—. No comió nada.

Las siguiente horas Killua esta demasiado raro, cuando se topan por el pasillo sale huyendo y se sonroja hasta las orejas, en algún momento le llevo un vaso de agua porque lo vio trabajar afuera, sus manos se tocaron por segundos y Killua casi lanzó el vaso al suelo, dio una risa nerviosa y se alejo casi tres metros de él.

El aroma de Killua ya no se percibía y Gon estaba frustrado porque el alfa hablaba con todo el mundo de forma normal y con él simplemente daba la vuelta y corría como un cobarde. Ni siquiera parecía enfadado, solo se veía demasiado asustado y avergonzado para hablar con él.

Con una vena palpitando en su frente, Gon se aventura a ir a la habitación de Retz y sin contestar la abre:—Killua esta raro— dice de inmediato—. Ha estado todo el día comportándose como si fuera a morderlo.

Retz que tenía la cabeza metida en un baúl lleno de plantas la alza mientras lo ve con ojos un tanto divertidos.

—Oh... es por su celo— dice como si fuera simple.

—Ya sé, su celo— rueda los ojos—. Y bla, bla, bla. Pero sigue actuando raro conmigo— Gon se siente en la cama de la omega mientras la rubia toma varios frascos y los deja en una mesa redonda de madera que lleva un elegante mantel blanco—. Yo lo entiendo, pero, ¿es necesario que actúe así? De verdad parece que mi sola presencia le molesta.

—No te lo tomes así Gon— la omega dice con las manos en sus caderas—. Mira... Killua solo se siente más susceptible a ciertos olores y personas.

Gon hace una mueca, ¿pero por qué se aleja así? No quiere que admitir que... su lobo se siente un poco rechazado y que él mismo está preocupado. Después de que sus sentimientos se abrieran como una caja de Pandora no puede evitar preocuparse por él. Sabe que no deberia, él tiene un omega o una omega que debería ocuparse de este asunto. Pero... su estúpido lobo le pide que lo haga por ahora.

—No hay... Algo ¿qué pueda hacer?— pregunta curioso, ¿tal vez entrenar? En su caso cuando los celos son muy intensos entrenar hasta que los musculos dolían era mejor que pasar el rato en cama. Pero Retz le da una mirada que bien podría interpretar como un "hay muchas cosas que podrías hacer."

—Dale su espacio— Retz sentencia—. Mira... puedes ayudarlo dejando que te huela cuando lo necesite o... dale una tela con tu aroma puro.

Gon se sonroja. Eso es... Lo que Ara hacía con Aziz cuando estaban en etapa de cortejo, pero luego piensa que... son naciones diferentes, tal vez lo que en Slunce signifique... cortejo aquí sea algo fraternal.

—Si puedes darle también algo de Ori, será perfecto— Retz le sonríe con inocencia.

Gon asiente, quiere ayudar a Killua... así que si eso ayuda entonces él lo hará. Pasa los siguientes días perfumando la tela blanca que encontró en la habitación, también hace que Ori perfume su propia tela azul con estrellas amarillas que dibuja con pintura acrílica.

Los siguientes días, Killua sigue igual de raro, hay días en los que el alfa esta normal, le habla sin sostener tanto la mirada pero le habla, conviven; hay otros días que el albino amanece con ojeras y esos días no le habla, se sonroja pero hay muchas veces en que los descubre mirándolo.

Así que... no entiende. Hoy por ejemplo el alfa salió a la mansión de los Devi, Gon tiene ya preparados los "regalos" que le dará a Killua, que son más como su aporte a ayudar al alfa. Cuando escucha el auto afuera, Gon toma las telas con una sensación extraña en su pecho.

El estúpido de su lobo chilla como un desquiciado, totalmente emocionado. Pero, cuando está por salir ve por la ventana que Killua trajo a... Elianna... ¿Qué hace ella aquí? El alfa la ayuda a bajar con una mano y Gon tiene que rodar los ojos, no es como si hubiera mucha altura en el auto y el suelo, la omega dice algo aparentemente divertido porque Killua ríe levemente.

Se le estruje el corazón y aunque su lobo lo insta a seguir seguro de si mismo... Gon decide voltear caminar a las escaleras encerrarse en su habitación con Ori, dejas las telas en un cajón y decir que ambos están indispuestos para bajar.

Fue así que pasaron tres semanas. Tres semanas en las que Gon había estado intentando sentir el núcleo de Ori mientras el niño dormía, pero, de la forma más lamentable había fracasado una y otra vez. Prefería mil veces pensar en su gran problema con Ori que en las telas perfumada que esperan en los cajones.

Y aunque todavía no había respuestas... Ori estaba cada vez mejor. El niño daba pasos agigantados a la hora de recuperarse, parecía que toda esa... energía que estuvo almacenando en los meses en los que estuvo en coma estuviera saliendo de la mejor forma. El niño estaba lleno de vigor.

Incluso las sirvientas más jóvenes estaban encantadas con jugar con él o con cuidarlo. Gon estaba aliviado de ver como el color moreno suave regresaba a su rostro, como la grasa de bebé llenaba de nuevo esas mejillas ahora regordetas, su cabello libre y salvaje como siempre ha sido.

Pero, aún cuando Ori estaba mejorando, cada noche cuando el niño se dormía había una sensación extraña envolviendo su cuerpo; al inicio era solo una sensación envolvente como si Ori estuviera comenzando a cubrirse con un velo, y cada vez que intentaba sentir su núcleo la sensación era como una presión en su cuerpo, y siempre cada una de las veces en que intentó forzar Ori le negaba la entrada.

Cuando habló de esto con Retz ella pareció demasiado confundida, dijo que buscaría respuestas en libros y en el tarot, ambos sabían que esto no era normal y aunque estuvieran buscando y buscando la realidad es que lo único que se les ocurría es que el mismo Ori estuviera bloqueando de forma inconsciente cualquier forma en la que su cuerpo ocupará la bendición como una forma de autocuidado.

¿Era malo? No necesariamente, Gon estaba más tranquilo sabiendo que el niño dejara de usar sus poderes, que su cuerpo mismo no lo permitiera.

Habló también con Killua después de días de incomodidad, y después de haberlo visto con Elianna después de que se peleó consigo mismo y su estúpido berrinche decidió que era el momento de hablar con él y tal como lo pensó con el alfa no fue un 'ayúdame con esto' fue más un 'necesito que me escuches' porque Killua no sabía de la bendición, no sabía de todo esto de lo que con Retz podía hablar con más naturalidad; pero en realidad... no quería que Killua entendiera a la bendición solo necesitaba que lo escuchara a él.

No necesitaba una respuesta lógica del alfa solo quería que lo escucharán, y Killua hizo su trabajo a la perfección.

El alfa lo escuchó, lo apoyó y luego hizo que se sintiera mejor. Fue una platica que se llenó de miedos, un momento en el que pudo dejar de ser fuerte y pudo mostrar un poco de vulnerabilidad. No estaba cómodo con la idea al inicio, pero, luego fue liberador.

Hasta ahora ha repetido esa platica en su mente varias veces. Sonríe cuando ve a Ori haciendo coronas de flores a un metro de distancia, mira la pradera donde las flores amarillas y azules adornan el lugar como enredaderas, sus colores intensos brillan ante el toque cálido del sol y el olor fresco de la naturaleza hace que la vista sea aún más perfecta.

En medio del todo se asomaba esa cabecita de cabellos chocolate que cantaba una canción de cuna que la abuela solía cantar.

Aunque estaba aliviado había algo que seguía molestando a su terco corazón, era una sensación horrible de que algo raro sucedía con la bendición de Ori y sinceramente ya no quería sentir nada de ello. Casi de inmediato supo que Killua estaba ahí cuando los vellos de su nuca se erizaron, la energía de Killua era parecía al agua.

Tranquila, como un lago estático que solo se mueve cuando hay lluvia o una pequeña lancha navegando ahí. Pero, casi siempre estaba ahí llena de calma y casi acogedora.

Cuando el alfa se sento a su lado, Gon le sonrio con rapidez justo cuando el albino le entrega una canasta con fruta.

—¿Cómo está?— pregunta con una sonrisa, relajando su cuerpo a su lado. Hoy es de esos día en los que Killua parece normal y puede hablarle con seguridad y sin ese sonrojo persistente en su mente.

—Bien, tranquilo— Gon responde con una sonrisa tomando una manzana de la canasta —. Ha estado jugando la mayoría del tiempo, sus piernas ya no son débiles.

—¿Y la bendición?— pregunta curioso con un dejo de preocupación también.

—Sigue igual, pero esta bien que no la utilice para nada— le sonríe, para luego dar un suspiro—. Por mi que no la ocupe, nunca.

Killua asiente poniendo una mano en su rodilla y dando palmaditas ahí, es una acción simple pero Gon retiene la respiración ante el toque fraternal.

—Ves, todo está mejorando. Tal como te lo dije— Killua suena tan seguro que Gon sonríe agradecido, coloca una mano sobre la del albino mientras ambos se miran.

—Y... ¿los preparativos de la boda? ¿Cómo van?— pregunta curioso, un poco emocionado. La última boda a la que asistió fue la de Ara y Aziz, una boda preciosa llena de simbolismos, rituales, trajes, una fiesta, comida y cosas que sinceramente hicieron a su lobo interno llorar de la emoción imaginando que algún día le tocaría a él.

Ahora, con la idea de una nueva... boda, de presenciar como dos almas que se aman se unan en matrimonio bajo las reglas de dos mundos completamente diferentes es demasiado romántico. Sonríe con nostalgia al recordar a Neon, su amiga estaría hablando del tema todo el tiempo e Idril estaría simplemente rodando los ojos pero su aroma se haría dulce con la idea de lo mismo.

—Bastante bien, el Señor Devi ha estado muy emocionado luego de que su hija haya aceptado ir a la mansión para presentar a su prometido— Killua dice con una sonrisa que es hasta contagiosa—. Debiste verlos, a él y a Elianna, ellos en serio estaban felices.

A Gon se le amargo un poco el humor al recordar que Killua es bastante amigo de esa omega. Ya que Gon no ha ido tanto a la mansión por quedarse con Ori, Killua ha estado bastante tiempo allá, ayudando con los preparativos de la boda, con las pláticas y siendo el guardaespaldas de la familia.

Eso habla de la conexión más fuerte que Killua esta teniendo con esa muchacha, a Gon no le importaría si la chica no fuera tan descarada dejando su aroma dulce en la ropa de Killua.

No quiere verse celoso porque para empezar el alfa no es suyo, son amigos... buenos amigos. Y además ya tuvo esa conversación consigo mismo.

"Amigos que crían juntos un cachorro. Que gran amigo es"

Gon queda pasmado con ese pensamiento que viene directamente del metiche de su lobo, el omega se aparta un poco de Killua porque se incomoda de sus propios pensamientos y sobre todo porque de alguna forma ya se enojó al saber que Killua no hace nada al respecto con el aroma de Elianna.

—¡Oye!— Killua cae un poco hacia al lado como si no esperara que Gon se moviera de menera tan repentina.

—Hace calor, y sudo mucho. Hazte para allá— dice con un ademan de su mano y con una mueca que espera no se vea tan infantil.

—¿Calor? Gon esta nublado— Killua dice con obviedad mirando al cielo como si estuviera esperando realmente ver el sol, Gon que ya se estaba acomodando a unos centímetros del alfa siente el repentino agarre del alfa en su brazo tirando con fuerza haciendo que caiga de lado en la tierra.

—¡Killua!— dice entre enojado y sorprendido por el giro de acontecimientos, alza su mirada, su ceño fruncido y sus manos llenas de tierra seca.

—Tú empezaste, ¿por qué te alejas?— dice como un niño berrinchudo, de alguna forma Killua logra sentarlo a su lado de nuevo, Gon lo empuja como un gato queriendo salir de sus brazos lo que hace que el albino le gruña.

Gon se queda pasmado porque nunca antes Killua le había gruñido, no es amenazador como cuando lo ha hecho a sus enemigos pero definitivamente es uno lleno de berrinche.

—¿Me acabas de gruñir?— pregunta pasmado peleando más con Killua, para su sorpresa el alfa no lo suelta y es una pelea absurda porque Gon tiene más fuerza que Killua, bien podría usar un poco de la bendición y alejarlo por completo pero en vez de eso siguen en esta absurda riña.

Hay gruñidos por ambas partes hasta que se convierten en risas, Killua de pronto estaba arriba de él sosteniendo sus muñecas arriba de su cabeza, y con la otra intenta bajar sus piernas qué siguen pateando.

De repente piensa que Killua tiene una mano demasiado grande para que con ella inmovilice ambas manos en el pasto.

—Eso es trampa— Gon se queja con la respiración agitada, Killua se sube un poco, sus caderas sobre las suyas con las rodillas bien clavadas en el suelo.

—No, acepta te gane— Killua dice con voz arrogante, Gon rueda los ojos pero estando debajo del albino no hay mucho que pueda hacer.

—No me ganaste— enfatiza intentando mover sus manos, pero Killua las entierra más en la tierra de la colina.

Killua lo ve desde arriba y aunque al inicio su mirada es llena de alegría y diversión de repente sus ojos pasan del brillo a la oscuridad repentina. Como un espejo cuando por el agua caliente se empaña, su lobo demasiado consciente se pone en alerta, esperando a que el alfa haga algo.

Su corazón se vuelve loco en su pecho y sus manos sudan un poco, traga saliva:—¿Killua?— pregunta con una ceja alzada intentando levantarse pero el alfa le gruñe de nuevo.

—Deja de moverte— y su voz suena tan ronca que su cuerpo se paraliza.

—¿Qué?— se le sale decir, viendo con los ojos abiertos como el alfa se inclina sobre él, comenzando a inhalar el aire entre ellos, hasta que encuentra su cuello.

Gon retiene la respiración, mira a Killua y ve como este inhala de su cuello, con fuerza como si quisiera recordar cada flor de su aroma, cada especie y cada gota de sudor. Gon debería mandarlo a la mierda, porque es demasiado íntimo... demasiado, un alfa no debería estar así sobre él.

Si esto sucediera en Slunce, definitivamente el alfa ya estaría cumpliendo una multa con azotes por el atrevimiento.

Pero... no estaban en Slunce y ciertamente a Gon no le molesta del todo.

Cuando Killua se aleja sus ojos están dilatados, quiere decir algo, hablar con Killua porque esto no es normal de dos amigos, porque el alfa tiene un destinado... pero en vez de eso se queda callado lo suficientemente egoísta para que ese omega no le importe en lo más mínimo ahora mismo.

Dejándose guiar por su lobo y al tener al alfa tan cerca, el mismo se inclina para olerlo mientras cierra los ojos, Killua hace un sonido sorprendido, como si esa pequeña acción le generará algo que no puede controlar.

Y entonces aquella burbuja se rompe cuando Killua se tambalea un poquito, el aroma de la miel y la leche llega como una brisa dulce a ambos.

—¡Monstruo aléjate del príncipe Gon!— es Ori gritando dando golpes leves a los hombros de Killua mientras el alfa parece un poco sorprendido por todo. Lo suelta como si quemara y se levanta un poco, solo para seguir siendo atacado por un niño que se cree un caballero.

Últimamente el niño ha leído historias de castillos, princesas y dragones, proclamándose Sir Ori, caballero real de Gon.

Killua siguiéndole el juego se levanta no sin antes cargar a Ori por la cintura y dándole vueltas que hacen al niño reír antes de recordar su papel y dar gritos de batalla. Gon se levanta con el cuerpo aún hormigueando, sus muñecas se sienten calientes y su cuerpo tiembla un poco. El aroma del sándalo baila en su nariz tan fuerte que necesita todo su autocontrol para no abrazar a Killua por la espalda y oler su aroma de nuevo.

—¡Parece que el gran Sir Ori no aguanta un árbol!— escucha a Killua gritar con voz según él de villano, cuando mira a los dos, Ori esta en una rama de un árbol abrazando la misma con manos y pies.

—Por Měsíc, bajalo de ahí, Killua— Gon se levanta sacuendiendo la sociedad de su ropa viendo con el ceño fruncido al alfa que mira con orgullo al niño.

—¿Por qué?, míralo como se ríe— dice con las manos en sus caderas la cabeza un poco inclinada viendo como el niño ríe.

—Se puede caer— dice Gon plantándose frente a Killua.

—Es parte de jugar Gon— dice Killua como un niño, haciendo que de repente las memorias de aquellos registros lleguen a su mente. Killua no tuvo una infancia, él no jugó... no trepaba árboles para jugar, y verlo como ahora se esfuerza tanto para que Ori juegue...

Todo el tiempo trae nuevos juguetes, canicas con las que han jugado hasta tarde en el patio de la mansión, ositos de peluche y de alguna forma Basilius, Killua y Ori armaron un robot de demasiadas piezas.

Killua le está dando una infancia a Ori. Le está dando cariño, el alfa nunca habla de lo que pasó esa noche a menos de que Ori pregunte, es un alfa que está haciendo todo lo posible por dejar bien en claro que quiere que su niño viva como uno totalmente normal.

Y eso llena su corazón de emociones que Gon pensaba enterrar, pero viendo a Killua reír con Ori, para luego también atacarlo a él, jugando bajo las nubes que ahora son grises es... demasiado para tres corazones que han vivido tragedias. Justo cuando esas nubes son ya de un gris demasiado oscuro y hay truenos a la distancia, Killua toma a Ori y lo sube a su cuello el niño está hablando de varias cosas que Gon no pone atención porque Killua le sujeta la mano y entrelaza sus dedos con él.

Gon mira sus manos y se le corta la respiración cuando el alfa los hace caminar, subiendo la colina con Ori describiendo el último... libro que leyó. El omega mira al alfa y su respiración se tranquiliza, siente las mariposas en el estómago y aunque hay una sensación de pesadez en su pecho que le dice que no ceda.

Que el amor es su peor pesadilla, que si siguen así... bajara la guardia otra vez y no tiene el lujo de que eso suceda, pero luego Kilua voltea y le sonríe y Gon no puede con las emociones que siente.

Se siente tan abrumado que quiere correr, porque los ojos azules de Kilua lo ven brillosos, como si estuviera viendo algo demasiado hermoso, la mano que lo sostiene de forma segura y haciéndolo sentir protegido.

Como si Kilua le estuviera rogando que no lo suelte también. Y Gon aunque con el corazón temblando de incertidumbre es valiente y sostiene con más fuerza esa mano gentil y cálida.

Killua se ríe de algo que Ori ha dicho... Y antes de que pueda decir algo comienza a llover. Las gotas les mojan el cabello y Gon cubre a Ori con su propio suéter mientras corren a la casa, riendo con Ori aferrandose al cuello de Killua.

Cuando entran a la mansión con las botas llenas de lodo con Ori temblando pero riendo mientras se cubre:—Ve ponte tu bata— dice el omega con una sonrisa—. Te vas a bañar.

Y Killua esta limpiando sus cabellos blancos mojados, hay gotas que caen en su rostro y que bajan por su cuello delgado y pálido.

—Gracias Killua— dice Gon después de que Ori subiera las escaleras—. En serio, desde el día uno te preocupaste por mi y por Ori, lo agradezco...

—Oye— Killua se acerca con aire confiado alzando su mano y tocando su mejilla—. No des gracias por eso, lo haría siempre Gon. Estoy seguro que si pudiera repetir la forma en la que te conocí lo haría todo de nuevo, no cambiaría nada.

Ambos se miran y hay tanta tensión entre ellos que se ha ido construyendo desde hace semanas... tal vez meses. Pero Gon se aparta con el corazón en la mano y Killua parece un poco decepcionado por ello.

—Espera, hay algo que tengo que darte— esas palabras hacen que Killua alce una ceja curioso, el omega lo toma de la muñeca y lo hace caminar a la habitación de Ori y él.

Cuando entra el niño ya esta en el baño porque se escucha el agua caer y su vocesita cantando.

—Retz me dijo que esto podría ayudarte con la intensidad de tu celo— dice mientras saca la tela azul con entrellas amarillas y se la da a Killua que se la lleva a la nariz de inmediato.

—Es de Ori— dice sorprendido, su rostro es uno lleno de calma, según sabe el aroma puro de los niños genera eso en sus... padres... o los cuidadores que tenga así como en hermanos o niños más grandes.

—Y este es mío— dice mientras en su mano coloca la tela blanca con su aroma totalmente impregnado en ella.

El alfa se sonroja, no se la lleva del todo a la nariz pero se nota que le ha encantado:—También me dijo que ayudaría que me olieras cuando quisieras... Yo lo tengo problema...

—¿Me dejarías?— Killua se acerca con una sonrisa.

—Si— responde y el alfa se acerca totalmente para enterrar su rostro en el hueco de su cuello y respirar el aroma como si fuera su oxígeno.

Gon sonríe gustoso de ayudar a Killua, pero antes de que pueda decir algo más, siente las manos en sus hombros.

—Haces que sea demasiado difícil controlarme, Gon.

Y al omega se le corta la respiración, su cuerpo tiembla contra el del alfa mientras Killua alza la mirada sus ojos están llenos de una adoración que deja a Gon sin palabras.

—Tú y tu forma de ser— hay una risita nasal—. Siempre que pienso que puedo controlar lo que siento por ti— su respiración se agita y sus manos tiemblan—. Dices o haces algo que me deja aturdido, nadie como tú me ha dejado sin palabras...— Killua acericia su mentón con una de sus manos—. Me siento fuerte cuando te tengo a mi lado y débil cuando no estás, estoy encadenado a ti Gon.

Y Gon se pone nervioso porque... Eso...

Eso suena a una confesión, el omega mira a Killua qué sigue tocando con sus dedos su mentón alzando un poco su rostro, de repente Killua baja la mirada a sus labios y...

Gon tiembla.

—No quiero acelerar nada, sé que tu prioridad es Ori y jamás haría que escogieras entre mi y tu niño— Killua dice con una aire un poco triste pero luego sonríe—. Solo, ¿permíteme seguir a tu lado? De ti y de Ori por supuesto.

Gon lo mira su lobo se siente en las nubes y no puede evitar que su personalidad impulsiva salga a la luz porque sin decir nada, toma las mejillas de Killua y lo tira hacia abajo para plantar un beso en sus labios.

Uno torpe y que es solo un roce brusco de sus labios. Pero, al final de cuentas un beso.

HOLAAAAAAA

AAAAAAAAAAH YA SÉ YA SÉ 😭🥺

POR FIN SUCEDIOOOOOOOOO OMG

Bueno, aun hay cositas. Sinceramente tenía pensados varios besos importantes pero nunca el primero JAJAJAJAJA

No sé, no tenía ni idea de como se iban a besar ni cuando ni como, en algún momento pensé que fuera ya saben en un momento épico.

Pero mientras escribía el capítulo... Como que dije BEBIÓ LA POSIMA, BESÁLA YA JAJAJAJAJS

Y también tuvieron momento hot de Killua omg 😳 AJAJAJAJAJ, oigan momento de la verdad ¿les gustó? JAJAJAJAJAJAJA es que a mi me gustó como me salió xd 😭🥺 pero quiero sus lindos comentarios porque... Pues uno mejora así, aodkwokf. 💕

De hecho este cap iba a salir el 14 de febrero 😭

NO SALIÓ 😭, y pido perdón por tardarme de verdad. Pasaron cosillas, pero al fin pude terminar este capítulo, ¿escucharon las canciones? Espero que si.

Y JUSTO hoy se supo de la fecha de la peli de kimetsu no yaiba 😭😭😭 18 de julio dios mio que emocionada estoy amigos. ✨💕

Todo por eso me voy a apurar con el bonito fanfic Akaren ✨💕

¿Cómo están? Oigan no crean que no leo sus comentarios ehhhh. Siempre los leooooo. Todos. 🤨

Igual, espero que les haya encantado este capítulo que a mi me fascinó escribir y que no se sienta... Forzado. Leí varias veces los últimos capítulos y dije "es justo y necesario que ya se besen" JAJAJAJAJAJA

Bueno sin nadamas que compartir, nos leemos la siguiente actualización. Los quiero mucho, bye bye. 💕✨

-Annie ☾-

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