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𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗

𝟏𝟎. 𝐀𝐥 𝐛𝐨𝐫𝐝𝐞 𝐝𝐞𝐥 𝐞𝐜𝐥𝐢𝐩𝐬𝐞.

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El amor te vuelve débil; hace que te vuelvas emocional, estúpido y que tus decisiones sean egoístas. Killua siempre escuchó las palabras de su padre como un mantra, intentó por todos los medios seguir sus pasos y hacerlos sentir orgullosos, porque eso era lo único que conocía.

Dejó que su madre le llenará la cabeza de ideas nefastas sobre el amor, se separó de sus hermanos y ocultaba el enorme cariño que le tenía a Alluka porque "la familia también es un distractor", Killua atendió cada capricho de su familia, soportó la tortura física y mental de su entrenamiento, dejó que con cada contrato, cada firma, cada vida en sus manos su alma se condenara a una oscuridad de la que pensó que no tenía derecho a salir.

Creyó por muchos años que la manada que estaba formando ni siquiera tenían porque seguirlo, al inicio no entendía porque Kurapika lo trataba como si fuera un hermano del cual debía cuidar, o porque Leorio se molestaba tanto en recordarle cosas básicas como comer. Muchas veces pensó que... tal vez, lo mejor, era haber muerto en esa maldita explosión.

Con el tiempo entendió que por algo seguía vivo, no sabe si fue valiente o cobarde al no terminar con su vida, pero, desde entonces prefirió vivir por aquellos que parecía que los necesitaban.

No es un santo, jamás lo será, tiene mucho de lo que arrepentirse, tiene demasiados errores en su vida, demasiada sangre en sus manos de los que ni siquiera recuerda sus rostros o nombres.

Jamás fue y ni será una buena persona. Porque a pesar de que ya no asesina a sangre fría; la realidad es que lo haría de nuevo sin pensarlo. Lo haría sin titubear por ellos.

Porque ver a Gon abrazar a Ori como si este fuera a esfumarse de sus brazos, como si fuera lo único que aún lo mantiene cuerdo. Porque ver como toda su manada se han encariñado los unos a los otros, ver que todos confían... en él para que esto siga así de unido...

Tal vez no lo merezca, tal vez es algo que jamás merecera. Y tal vez aquellos que asesinó se estén revolcando en sus tumbas porque aquel que les cortó la vida parece que empieza a tener suerte en su vida... Está aquí con un omega dulce, poderoso y cariñoso... con un niño...

Tal vez es egoísta. Un maldito hipócrita, pero esto... su familia, la ahora única razón por la que sigue de pie... nadie, absolutamente nadie se lo arrebataría. Quemaría los cimientos del mismo universo si eso sucediera.

Sale de la habitación, un poco abrumado por esa sensación asesina tan conocida para él. Sale de la casa al patio, donde la fría brisa de la noche lo enrolla en sus brazos. Pasa sus manos por sus cabellos, frustrado consigo mismo. Unos minutos después, escucha la puerta abrir... era Alluka.

—¿Todo bien?— la chica pregunta con voz lenta cubriéndose con ese enorme y ridículo suéter cubriendo su delgado cuerpo—. ¿Hermano?

—Estoy bien— dice luego de segundos en silencio, voltea para mirarla pero sabe desde ya que ella no le cree. Alluka tan elegante como siempre baja las escaleras y se posa delante de él—. ¿No estas feliz?

—Por supuesto que si— dice de inmediato casi sin pensarlo—. Sabes lo mucho que Ori ha curado a la manada.

—Lo sé— le da una sonrisa maternal—. Pero algo te pasa, Killua.

Killua evita su mirada, se muerde el labio con frustración:—Es solo... a veces creo que esto es irreal— su voz suena vulnerable, tensa, su cuerpo tiembla también—. Que Gon y Ori son irreales, a veces, creo que ni siquiera merezco ser el destinado de alguien como Gon.

—¿De alguien como Gon?— Alluka alza una ceja—. ¿De un ser humano? ¿Cómo tú?, que comete errores. Killua... él no es un ser perfecto.

—Eso lo sé— el alfa casi gruñe—. Es humano, se equivoca, es terco como el diablo, a veces es demasiado ingenuo o demasiado estúpido... pero no es una mala persona Alluka— su voz esta cargada de emociones intensas—. Yo lo fui, ¿no lo entiendes? Además ¿qué le diremos a Ori cuando este más grande? ¿Por qué debería moverse de un lugar a otro? ¿Por qué debería quitarle la... posibilidad de llevar una vida normal?

Alluka abre los ojos sorprendida, el suéter cae de sus hombros al momento en que la chica decide abrazarlo, sus delgadas manos sostienen la parte trasera de su cabeza. Killua se aferra a su espalda, y por primera vez en mucho tiempo parece un niño aterrado. Uno que no sabe que hacer o como seguir.

—Killua...— la pelinegra susurra con la voz temblorosa y llena de emociones—. Cometiste errores, asesinaste es un hecho... jamás podrás justificarlo... sin embargo, no olvides... quienes te convirtieron en eso.

Killua escucha sus palabras con atención aunque quiere replicar, Alluka no lo deja y sigue:—No digo que con eso tus pecados se esfumen, pero no todo es tu culpa Killua, tal vez si hubiéramos nacido en otra familia jamás habríamos hecho estas cosas— Alluka mueve su mano de abajo a arriba con ternura—. Sin embargo, si la vida te esta dando esto... sería una estupidez alejarlo, tal vez, el karma nos llegue en su momento... pero por ahora disfruta lo que tienes antes de que sea demasiado tarde.

Killua sabe que Alluka tiene razón.

Pero, aunque quiera... Y aunque es muy consiente de que su lobo quiere... perfumar a ambos para que todo el mundo sepa que son suyos... es difícil. No quiere parecer un alfa obsesivo con Gon, el omega es poderoso, fuerte, tan autónomo.... libre, que no quiere ser él quien le corte eso.

Lo quiere tanto, y adora esa libertad en él que no quiere arrebatarsela. No quiere ser como su padre.

—Ahora, ve con ellos— Alluka le sonríe su voz es ronca como si estuviera reprimiendo las ganas de llorar, sus ojos están llenos de lágrimas—. Se meloso con tu cachorro y omega.

Killua se sonroja y su alfa aúlla orgulloso ante la tontería que acaba de decir Alluka. Aun así hace eso mismo, entra de nuevo a la casa, sube las escaleras y  con cada paso la voz de Gon llena el pasillo oscuro y frío. Esta cantando una canción en un idioma que no conoce, el omega no lo sabe pero cuando lo escucha hablar en ese idioma le fascina.

¿Debería decirle que le enseñe? Su corazón se enternece cuando la voz más tranquila y rota de Ori se une a la canción. Es ahí cuando entra a la recamara y ve al niño dibujando mientras Gon corta su cabello.

—¡Killua!— el niño grita con una sonrisa enorme para luego caer en varias toses—. Estaba dibujando— dice después de parar, alza la hoja de papel, es un gran bosque verde con algunas montañas que parecen cubrir una especie de mural. Para ser de un niño es bastante bueno el dibujo.

—Te quedo increíble— Killua felicita, acercándose—. ¿Dónde es?

—No lo sé, lo veía en mis sueños— se alza de hombros y sigue coloreando hasta que se voltea y se lo muestra a Gon, el omega ve por unos momentos el dibujo arrugando la frente.

—Debería comprarte más colores, estas empezando a mejorar— Gon dice con una sonrisa aunque su voz es lenta mientras sigue mirando el dibujo no pasa mucho cuando continua recortando el cabello de Ori hasta dejarlo a la altura de sus hombros—. ¿Así o te corto más el cabello?

—Así— sonríe y luego vuelve a hablar en ese raro idioma, lo que hace que Killua se sienta bastante encantado.

—Deberían enseñarme...— tiene el nombre en la punta de la lengua pero Gon, tan lindo termina por él.

—Elestial— termina el omega.

—¿Quieres aprender?— a Ori le brillan los ojos y... La diosa sabe cuanto había esperado por ver de nuevo esos ojitos.

—Claro, ¿por qué no?— pregunta con una sonrisa.

—Yo te enseñaré— dice el niño como si esa fuera su nueva misión.

—Después de dormir— Killua dice mientras ve que Gon se levanta con los cabellos del niño—. Debes descansar.

Pero Ori rueda los ojos, aunque sus movimientos son... lentos como si su cuerpo le doliera:—Ya dormí mucho tiempo— el niño se queja.

Gon los mira desde el otro de la habitación y luce tan... cansado, pero sus ojos brillan, es una sensación extraña. Intenta oler sutilmente para ver si el omega deja un poco de su aroma, y cuando lo hace... casi se levanta para enterrar su cabeza en el cuello del omega y respirar desde ahí.

Huele a felicidad, huele a cariño. Todo cálido y amoroso.

—Debes dormir— le dice apretando ligeramente la pequeña nariz de botón que Ori tiene—. Gon esta cansado, y debes de descansar ese cuerpo débil que tienes.

El niño suspira frustrado pero termina haciendo caso, con cuidado Killua lo ayuda a recostarse; Ori tiene ojeras, su piel morena es pálida y lleva las marcas oscuras como si fueran ramas en el rostro que bajan por el cuello. Cicatrices que no se eliminaron por completo desde esa noche.

—Descansa Ori— Killua acaricia sus cabellos con un cariño, mira a Gon que sigue mirando el dibujo de Ori con atención. Cuando el omega se da cuenta que lo estaba viendo, le regala una sonrisa corta dejando la hoja en la mesa cercana y camina hacia la cama hasta subirse en ella.

—Descansa Killua— dice Ori en la cama con una sonrisa, el niño lo ve por varios segundos, sus ojitos parecen querer pedir algo mientras sus labios se aprietan en una fina linea.

—¿Qué ocurre?— susurra curioso viendo a Ori, incluso Gon lo ve curioso.

—¿Recuerdas... cuando fuimos a esa fiesta rara y tú tuviste que poner tu aroma en mi?— Killua abre los ojos, pero asiente por supuesto recuerda esos momentos... lo bien que sintió... perfumar tanto a Gon como a Ori, su alfa se siente abrumado por la necesidad de hacerlo otra vez. Estaban aquí los dos, no debería ser complicado. Pero guarda la compostura—. ¿Puedes hacerlo de nuevo?— murmura bajando la mirada y viendo las sábanas, Killua se queda sorprendido incluso Gon parece un poco impresionado—. Si no quieres esta bien— pero el niño ya esta haciendo pucheros.

—No... claro que quiero— dice con rapidez pero mira a Gon, sería un poco grosero que dejara su aroma en la habitación del omega sobre todo cuando huele mucho a Gon y al niño—. ¿Puedo?— mira al moreno que ya se está acostando al lado de Ori.

—Por supuesto— Gon dice poniendo una mano en el estómago del niño esperando a que Killua perfume a Ori.

Killua se acuesta ligeramente, con la cabeza recargada en una de sus mano y deja salir su aroma. Mismo que comienza a adherirse al niño, los frutos rojos y el sándalo actúan con rapidez aferrandose a Ori como si fuera su cachorro, incluso tentativamente deja que su aroma roce a Gon, se sorprende cuando el omega se acurruca más con el niño como si quisiera que el aroma tambor lo tocara a él.

En respuesta el aroma más dulce de Gon a canela y vainilla sale para perfumar al niño y por consiguiente lo roza también a él. Ori sonríe y sus ojos comienzan a cerrarse, ambos se miran con ternura cuando el niño deja salir un ronroneo silencioso y tranquilo. Killua olfatea el aire, sus aromas mezclados... Así oleria Gon si estuvieran enlazados...

Asi tendría que oler su destinado...

—Me tengo que ir, para dejarlos descansar— Killua dice de repente—. Descansa Gon.

Gon abre los ojos y lo mira, su rostro parece gritar algo pero después de segundos... no dice nada y asiente.

—Descansa Killua.

El alfa sale de la habitación con el corazón latiendo tan rápido que siente que corrió un maratón. Sus manos tiemblan, y sus caninos hormiguean, su lobo se agita en su interior exigiendo que entre ahí y se quede con su omega y su niño. Es una sensación tan extraña y que lo deja tan desubicado. Al final cuando regresa a su habitación solitaria, y se recuesta en el colchón el aroma de ambos aun juguetea en su nariz con cariño y como una tentación.

Sus aromas mezclados con el ligero toque puro de la leche de un cachorro de la edad del niño. Da un suspiro amargo.

Gon y Ori serán su muerte.

A la mañana siguiente Gon despierta con Ori en sus brazos, ambos durmieron bastante bien después de que Killua los perfumara... tal vez no tanto a él pero aún así al dormir con Ori el aroma se colo a él también. Y es divino en todos los sentidos, recuerda las palabras que tuvo con esa omega y piensa en Killua.

Su corazón se agita y tiene que reprimir la sonrisa medio tonta que amenaza con posarse en sus labios, se levanta de la cama al escuchar ruido afuera de la casa, va a una de las ventanas y ve a Leorio y Bisky juguetear con Killua parecen estar burlándose de él,  Killua parece ya irritado. Lo mira tomar una hacha para luego cortar a la mitad la madera. Gon se queda mirando un poco, el alfa es musculoso por supuesto, pero es delgado también.

Tiene los brazos tonificados pero no se ven en exceso enormes, además su cintura es delgada y sus hombros son anchos... su altura hace que se vea más intimidante aunque sinceramente cuando él está con el alfa no se siente así. Claro es más alto que él, pero aún así Killua es tan delicado con ellos...

Mira a Ori durmiendo, y luego vuelve su mirada a la ventana. Su omega le grita que deberían dejar estas tonterías y dejar que sus instintos dominen. Escucha el toque de la puerta haciendo que Gon se aparte de la ventana y deja entrar a Basilius acompañado de Jingū qué traen comida para ambos.

—No debieron traer nada— dice Gon con una sonrisa—. Yo iba a bajar.

Pero Basilius ya esta negando con la cabeza, se acerca al niño que todavía duerme y acaricia los cabellos del niño mientras mira a Gon:—Parece que las cosas con Killua van bien— dice el hombre mayor con una sonrisa pícara mientras acaricia los cabellos de Ori.

Gon se sonroja por el tono de las palabras de este hombre y por literalmente la cara que le está poniendo, la alfa solo se ríe sentándose en una de las sillas.

—Si... ya sabes— dice comenzando a comer la fruta que le trajeron—. Somos amigos.

—Un amigo no te perfuma así Gon— el alfa dice con una nota divertida en la voz que hace que Gon retire la mirada y se concentre en su tazón lleno de fruta. No necesita esto de Basilius, mierda.

—Ori se lo pidió. No me perfumó a mi— Gon dice refunfuñando metiéndose la fruta a la boca, sus cabellos son un desastre y la bata le baja por el hombro mientras sus piernas se cruzan en la silla.

—Pero si hueles a un omega perfumado Gon— esta vez es Jingū quien se burla de buena gana—. No es malo aceptarlo, después de todo es tu...

Pero Basilius parece golpear su espinilla a lo que la chica da un ligero grito de dolor pero sella la boca.

—¿Es mi que?— Gon pregunta con una ceja alzada mientras deja el tenedor con comida ahí—. Ahora tienen que decirlo.

—Nada— Basilius niega con la cabeza y es ahí cuando Ori comienza a levantarse, el alfa lo ayuda a incorporarse para que no se lastime, el niño comienza a hablar con su abuelo mientras Gon mira a Jingū con los ojos llenos de sospecha. Aún así decide estar tranquilo, y preguntar luego.

Se acomoda la bata y decide bajar por una taza de café mientras Basilius ayuda a Ori a desayunar. Baja por las escaleras, aún no se acostumbra del todo a la mansión, entra a la cocina y ve algunas sirvientas preparando el desayuno, Gon habla un momento con ellas, con las manos alrededor de una taza humeante de café; poco después Killua entra con un costal lleno de pedazos de madera, su frente está un poco sudada y la playera se ajusta a su cuerpo de forma... muy... intensa.

Incluso una que otra muchacha joven ve demasiado a lo que Gon le hace un poco de gracia, cuando Killua lo ve le sonríe, su rostro más tranquilo cambia a uno alegre:—Gon... Buenos días— le dice acercándose a su lado para tomar un vaso de agua y beberlo.

—Buenos días— dice con una sonrisa divertida—. ¿Trabajabas?

—Pidieron madera como no tenía nada que hacer...— Killua dice con una sonrisa, mirando al omega que aún sostiene su taza—. ¿Cómo despertó Ori?

—Bastante bien— Gon le sonríe—. Supongo que un poco de reposo y comida harán que se sienta mejor.

Killua asiente, se coloca a su lado, Gon mira de soslayo sintiendo el calor corporal del alfa tan cerca de su cuerpo. Comienza a ponerse nervioso, mira el cielo nublado y ve a Killua:—Deberías usar un suéter.

—¿Un suéter?— Killua se mira a si mismo y niega con la cabeza—. No creo...

—Hace frío— Gon lo interrumpe, sin poderlo evitar toca los brazos de Killua que están fríos y bajo su toque se tensan. Eso hace que Gon sonría un poco—. Estas muy frío, hazme caso.

Killua lo ve sorprendido, el azul brilloso que tenían sus ojos ahora se vuelve en uno oscuro, Gon no sabe porque retiene la respiración al verlo, sin saber que hacer deja la taza en la encimera y con ambas manos frota los brazos de Killua como si quisiera calentarlos. El alfa lo mira, sin quitar la vista en su rostro, a Gon le gusta.

Una pequeña sonrisa florece en sus labios al saber que la mirada de este alfa se posa en él, es un poco... narcisista y tal vez no entienda por completo porque se siente así con Killua pero le agrada... a su lobo le gusta también tener la atención de un alfa como Killua. Cuando decide que es suficiente, retira las manos tardándose un poco más de lo necesario.

—Creo que ya esta— alza la cabeza sus ojos ámbar se encuentran con el cielo oscuro de Killua, y su respiración se atasca. Sin pensarlo mucho toma también sus manos que también están heladas—. Por Měsíc— exclama frotando sus palmas con las manos más grandes—. Estas helado, ¿no deberías usar guantes?

—Supongo que debería— Killua contesta pero es más un murmullo, como si le estuviera contando un secreto, Gon le sonríe, acerca sus manos a sus labios y sopla el aire caliente para luego seguir frotando hasta que las manos pálidas de Killua se sientan cálidas.

—Supones bien— le sonríe mientras sigue sosteniéndolo para luego soltarlas levemente, Killua lo ve con intensidad, sus grandes manos parecen querer tomar las suyas y devolverles el favor cuando. Mira que algunas sirvientas siguen en los suyo dándoles la espalda como si les dieran privacidad.

No es que estén haciendo nada inapropiado, solo se toman de la mano, sin embargo cuando Gon decide encoger su brazo, Killua no lo deja toma una de sus muñecas con firmeza y tira de ella hacia su nariz. Se sorprende un poco cuando ve al alfa oliendo la parte interna de su muñeca donde están sus pequeñas glándulas aromáticas.

Su respiración se vuelve rapida, esto definitivamente es un toque íntimo. Nunca nadie había hecho en su vida, aunque suele usar pulseras o telas que ocultan su marca también las usa precisamente para no dejar expuestas las pequeñas glándulas de ese lugar. Pero, que Killua este oliendo de forma seria esa parte suya...

—L-lo siento— Killua dice soltando de forma repentina su mano, como si quemara, lo mira con el rostro rojo lo que hace que Gon se siente enternecido—. No debí hacer eso... Gon.

—No hay problema— dice con naturalidad, no le desagrado en ningún sentido...—. No me molesta.

Killua abre los ojos sorprendido, su boca también permanece abierta como si quisiera decir algo, pero parece más un pez fuera del agua:—¿Estas seguro?— el albino pregunta con una ceja alzada, sus ojos aunque están llenos de sospecha tienen esa opacidad de hace unos momentos—. Fue grosero...

—No. No lo fue— dice con sinceridad porque no se siente así... es decir claro no son... tan cercanos para hacerlo pero...—. Eres tú, así que esta bien.

Esas palabras dejan de nuevo a Killua perplejo:—¿Yo?— le dice con duda en la voz—. Si hubiera sido cualquier otra persona, ¿te habrías enojado, entonces?

—Lógicamente— Gon responde con facilidad—. No me molestó, tampoco me incomodó... Killua.

Killua parece aceptarlo poco a poco porque su aroma incluso se hace más satisfecho, orgulloso. El omega mira de nuevo sus manos pero pone las propias detrás de su espalda como si de esta forma las pudiera mantener alejadas del alfa.

—¿Hablaste con el señor Devi?— pregunta curioso ladeando la cabeza, Killua lo mira pensativo por unos segundos para luego crauzar los brazos.

—Si...— asiente con la cabeza varias veces—. Se supone que se verán en una horas.

—Eso es bueno ¿no?— pregunta con una ligera sonrisa, de esta forma Leorio también regresaría a la mansión.

—Así es...— Killua le sonríe, luego con esa misma expresión mira la entrada de la cocina y los hace salir, el alfa posa una mano en su espalda baja, lo que hace que se ponga nervioso pero no se aparta del toque—. Estuve pensando en la posibilidad de  quedarnos hasta que pase la feria de la plantación...— entran a una sala pequeña, que es como una biblioteca—. Al menos hasta ese día para saber cual será nuestra siguiente parada.

Gon asiente había olvidado por completo ese detalle, ¿qué harán después? Gon esta consciente que no está ni cerca de encontrar una cura para Ori... al menos no hasta que llegó a este lugar, sin embargo si su niño deja de ocupar la bendición por completo entoces podría vivir una vida normal y tranquila. Como Kurapika.

Podrían irse todos juntos a un pequeño pueblo, empezar de cero. Otra vez.

—Suena bien— acepta con entusiasmo—. Cualquier cosa que decidamos nos irá bien si estamos juntos.

Dice y aunque habla de la manada en general siente que hay otro subtexto en sus palabras, Gon sabe que no lo está diciendo del todo por la manada sino por Killua, Ori y él. Es un hecho que ambos tienen una conexión aquí, algo que los está uniendo más que antes... no quiere separarse de esta emoción. A pesar del miedo que siente por sentirse tan vulnerable, de que sentimientos así puedan... poner en riesgo todo por lo que decidió salir de su nación en primer lugar.

Todo lo que se supone que debía odiar, todo lo que le enseñaron que se convertiría en una debilidad... estaba irónicamente frente a él.

Killua le sonrió de la forma más sincera, sonrisas que guardaba para Alluka o para momentos más específicos. Ahora mismo sentía que esta sonrisa en realidad era solo para él:—Juntos— murmura con una sonrisa, sus manos rozan sus brazos como si quisiera tocarlo—. Gon hay... algo que tienes que saber.

De inmediato las alarmas se encienden en su cabeza al escuchar esas palabras, la magia de la escena de repente se sentía sofocante y su pulso se aceleró de forma ridícula. Traga saliva y sonríe:—Dime.

Killua se ve perdido como si no supiera  como explicarlo, se pasa las manos por su cabello tirando hacia atrás mostrando su frente, Gon lo mira paciente aunque por dentro esta sufriendo muchos infartos. Su lobo incluso esta curioso, pero, de alguna forma no preocupado.

—Habla conmigo— Gon dice tomando el rostro de Killua en sus manos parándose un poco en sus puntas para verlo bien, se pierde como siempre en esos tonos azules, en la forma en que la piel pálida de Killua se torna de un color rosado—. No juzgare.

Gon cree que tal vez Killua quiera hablar de su pasado, el mismo que vio en esas horribles notas en... esos laboratorios. Quiere creer que es eso, porque otra cosa no se le ocurre. El alfa suelta un suspiro largo, con sus manos más grandes acuna las suyas hasta retirarlas poco a poco pero sin soltarlas en ningún momento.

—¿Crees en los destinados?— la pregunta lo  deja pensativo... definitivamente esto no era lo que estaba pensando—. Es decir, tú... alguna vez mencionaste que como omega dominante podrías marcar a tu alfa.

—¿Mi alfa?— da una risa un poco... irónica, si es que tuviera uno... claro que debería poder hacerlo—. Bueno si... se supone que tendría la capacidad para hacerlo... pero...— Gon hace una mueca ¿Por qué de repente preguntaba esto?—. ¿Killua hay algo que quieras decirme?

—Es que...— su voz es ronca, mientras lo mira a los ojos—. He hecho cosas malas Gon, muy malas— el tono ahora es frío lo que hace que el moreno asienta lentamente sabiendo que esto es importante para Killua—. Cosas... que nadie perdonaría, viví años así; pensando que no merecía nada bueno de lo que la vida me diera— Killua da una risa amarga—. En realidad pensé que jamás tendría nada bueno, aparte a Alluka por muchos años porque era lo único bueno que tenía... sentía que no la merecía.

A Gon se le hace un nudo en la garganta, la sensación es terrible, ¿cómo alguien como Killua pensaba así de sí mismo? Puede que no conozca toda la historia y puede que su brújula moral sea demasiado gris, pero la persona que Killua fue no tiene nada que ver con la que ahora está aquí luciendo vulnerable y a punto de romperse.

—Lo mereces— susurra viéndolo a los ojos—. Mereces pequeños rayos de sol, Killua.

El alfa lo mira, se muerde el labio inferior y suelta un suspiro tembloroso, sus manos aún no se dejan de tocar:—¿Qué pasa si no quiero solo unos cuantos rayos?— su voz es temblorosa, pero llena de un tinte determinado—. ¿Qué pasa si quiero al sol por completo?

Gon parpadea varias veces, es como... si...

—Lo mereces— dice en un susurro.

Killua sonríe pero de forma un poco sarcástica:—Hace unos meses me entere... que de todas las almas posibles— se relaja en la pared detrás de él, su cabeza en la misma dejando a la vista su manzana de adán, a Gon le gusta la vista—. Yo, Killua Zoldyck tiene destinado.

Gon abre los ojos sorprendido casi en ese mismo instante suelta las manos de Killua con el ceño fruncido, su pecho se siente extraño, como si se ahogara. Pero su estúpido lobo esta contento, ¿de qué demonios se alegra? ¿no lo escuchó?

—Oh— intenta sonreír, Killua lo mira por unos segundos, Gon se aparta unos pasos—. Eso es genial... es decir— no sabe que más podría decirle, sin que suene mezquino. Tal parece que le importa más de lo que dejaba entrever—. No muchos tienen la fortuna de un destinado Killua.

—Lo sé— murmura sin moverse—. Por eso preguntó, ¿me merezco eso? ¿un destinado?

—Si— dice muy rápido para su gusto—. Sé que no eres religioso, pero aunque en mi reino los destinados eran un problema... Hanako y Měsíc siempre hablaban bien de ellas, almas gemelas destinadas a encontrarse— sonríe con nostalgia al recordar los cuentos de su tía Mito—. Es muy romántico, y si nuestra diosa nos da el placer de tenerla entonces... ¿Por qué negarla?

Killua asiente a sus palabras y se acerca de nuevo cortando el espacio entre ellos de nuevo:—¿Te gustaría tener una?

—No lo sé— Gon dice de forma genuina—. Antes te habría dicho que no, porque son una debilidad... pero ahora— mira a Killua y corazón palpita más fuerte y su lobo chilla de alegría—. Tal vez— suelta una risita nerviosa, decide cambiar el tema por completo—. ¿Y quién es tu destinado? Porque hemos pasado mucho tiempo juntos y alguien de la manada no es.

Killua sonríe un poco:—Lo descubrirás, eventualmente— Gon frunce el ceño, quiere saberlo... Por Měsíc, en serio necesita saberlo. Porque así los sentimientos que estan creciendo por Killua se apagaran más rápido ahora que sabe que este alfa ya tiene un omega...

Los destinados son escasos, son genuinos y por lo tanto es inaceptable un tercero que quiera separarlos. Él no quiere ser ese tercero, aunque la idea le esté molestando de formas terribles la cabeza y el pecho, ¿quién era el afortunado? Es decir, Killua era un buen alfa. O al menos así lo ve él.

No es que tuviera mucho contacto con alfas... Pero, Killua era una buena persona.

—Tomaré tu palabra Gon— Killua le sonríe esta vez más relajado como si un peso se hubiera quitado de encima, alza una de sus manos y toca ligeramente su mejilla—. Quiero el sol completo, y lo voy a conseguir.

Gon se quedo pasmado ante la determinación de sus palabras, no pasa mucho cuando ambos deciden salir  de la habitación por los ruidos de afuera. El omega sentía que había estado durmiendo porque su mente no dejaba de repasar toda la conversación, debería sentirse mal... porque vamos; el primer alfa en años que le gusta, del que ha aceptado que tiene sentimientos incluso un poco más profundos de lo que pensaba tiene un destinado...

La diosa se burla de él. De verdad lo hace.

Pero, por alguna extraña razón aunque se siente raro y un poco decepcionado, su lobo está tranquilo... contento... ¿Por qué? El estúpido parece no tener problemas con que Killua tenga un destinado. Quiere gritarle y decirle: "¡Hey! ¡Ese alfa no es para nosotros, deja de sentirte así!"

La mañana completa se la pasa mirando las interacciones que tiene con absolutamente todos, pero, como lo suponía no es nadie de la manada. No es hasta que el cielo se está ocultando que deben partir de nuevo a la mansión del señor Devi.

Esta vez decide no ir, quiere quedarse con Ori contando cuentos, viéndolo dormir, crear un pequeño nido que sabe que ayuda mucho a los cachorros cuando están enfermos. No es el mejor... haciendo nidos, pero, al menos quiere que con Ori funcione.

Son las 12 de la noche cuando escucha un auto afuera de la mansión, sale corriendo al saber que es Killua y Leorio, su pobre amigo esta... de hecho bastante bien. Lo que hace que se burla un poco, Kurapika va a su lado con una sonrisa más satisfecha y alegre.

Cuando llega a su lado y lo saluda, lo primero que llega a su nariz es el aroma de otro omega. A Gon se le erizan los vellos de los brazos, voltea para ver a Killua que esta en el auto bajando una maleta. El aroma viene de él.

Es un dulce demasiado dulce: cerezas, miel y canela. Es incluso empalagoso, a su omega y a él no le gusta.

¿Por qué huele a otro omega?

De repente la platica de hace unas horas le recuerdan que el alfa dijo que tenía un destinado... ¿y si es Elianna? Por lo que Kurapika le dijo ambos se volvieron cercanos. La omega parecía confiar en Killua y por lo general hablaban bastante, él mismo los encontró hablando.

Ve a Canary también salir del auto con una mirada aburrida, la mochila en su hombro y lo ve. Debe estar haciendo una cara bastante mala para que la chica ruede los ojos y parezca francamente harta de todo esto. Gon decidí no hacer caso, hace que Leorio entre a la mansión y como estaba bastante bien sube para revisar a Ori.

—Él se ve bien— Leorio dice apagando una pequeña lámpara y alejando sus manos del rostro de Ori—. Un poco deshidratado, pero con los cuidados necesarios estará bien.

—Eso es bueno— Alluka dice con una sonrisa, Retz esta en la puerta recargada con un brillo preocupado.

—Debemos hacer que salga... Necesita recuperar vitamina D— Leorio dice con una voz profesional acariciando los cabellos de Ori—. Por un par de horas, debemos hacer que el sol lo toque. También tú Gon.

Gon asiente, esta hiperconsciente de la presencia de Killua en la habitación, recargado en una de las ventanas.

—Y bueno esas marcas...— Leorio señala las líneas negras que hay en su cuello, y brazos son como ramas o como si hubieran roto un plato de porcelana—. Esas... supongo que con el tiempo se eliminarán, no soy experto en la bendición.

Ori lo ve sorprendido y luego ve a Gon como si esperara una confirmación de que pueden hablar del tema. Gon le asiente divertido y el niño se relaja.

—Siempre las ha tenido, pero con el tiempo se dejan de ver— dice Gon alzando la playera del pijama un poco abajo de su pecho y mostrar ahí las cicatrices difuminadas del niño—. Se borran con el tiempo.

—Entonces no hay nada más que decir— Leorio ve al niño con cariño—. Es bueno tener a este mocoso de vuelta— alborota sus cabellos—. Ahora si me disculpan, iré a descansar esa gente me tuvo como esclavo.

Kurapika rueda los ojos, ambos se despiden saliendo de la habitación. Alluka deja un beso en los cabellos de Ori y se despide. Killua y Retz son los últimos en la habitación, la rubia se muestra nerviosa a lo que Gon le da una mirada inquisitiva.

—¿Pasa algo Retz?— pregunta, la chica mira a Ori con una sonrisa tensa.

—¿Ya revisaste su núcleo?— cuestiona a lo que Gon niega la cabeza, no quería abrumarlo... es decir... no quiere que la bendición despierte o genere algo en su niño—. Hazlo Gon.

Killua mira el intercambio sin decir ninguna palabra, pero atento a ambos, Gon suelta un suspiro resignado. Ori lo mira con ojos brillosos como si tuviera miedo, el omega se sienta a su lado dándole una sonrisa que espera que lo tranquilice.

—Será rápido— le dice con un tono tranquilo—. Solo te sentiré, no tienes que hacer nada.

Ori asiente se relaja en la cama con las manos en su pecho y la mirada hacia el techo, Gon coloca la palma de su mano en su vientre y se concentra por completo en Ori y solo en él, sus sentidos se agudizan y la luz blanca casi amarilla sale de su palma buscando algún indicio del núcleo lastimado del niño.

Espera sentirlo débil y palpitante, pero ahí, sin embargo... no siente nada, sabe que esta ahí... pero no logra sentirlo, como si algo no dejara verlo. Frunce el ceño y sus labios se aprietan, intenta poner un poco más de energía, pero...

—No logro sentirlo— dice entre susurros sin abrir los ojos—. Se siente como... si hubiera algo que no me deja pasar.

Abre los ojos y mira a Ori preocupado:—¿Te sientes mal, te duele algo?

—No— el niño niega con su cabeza—. Me siento bien.

Retz lo mira con cierto miedo pero luego parece relajarse o al menos lo intenta.

—¿Es malo que no lo sientas?— Killua pregunta con una ceja alzada—. ¿Debemos preocuparnos?

—No...— Gon niega de inmediato buscando soluciones y explicaciones—. Tal vez... es muy pronto, él apenas despertó ayer y no tiene mucha energía— dice para autoconvencerse de que nada malo le pasa a Ori.

Si fuera así... jamás hubiera despertado.

—Si...— Retz con una sonrisa llena de inseguridades asiente—. Tal vez tienes razón. No hay nada de que preocuparse, pequeño— la rubia se acerca a la cama y aprieta la nariz de Ori—. Descansen— les dice a los tres saliendo de la habitación.

—Si dices que esta bien entonces lo está— dice viendo a Ori, mientras se acerca a él—. Eres fuerte, ¿no es así Ori?

El niño asiente con seguridad, orgulloso del cumplido, a lo que Gon sonríe con cariño. Por un momento olvida el ligero problema de Killua...

—Los dejaré descansar— Killua dice sonriendo acariciando la mejilla de Ori con cariño—. Nos vemos mañana, tenemos cosas que charlar con los demás.

Gon asiente queriendo decir algo más, sin embargo cuando a penas se da cuenta de que el alfa de nuevo marca a Ori con más seguridad que ayer de forma tan natural que golpea algo muy en el fondo de su mente. El alfa luego se acerca él y le da un apretón afectuoso en su brazo:—Descansa Gon.

El moreno lo ve salir de la habitación con una mueca mientras que Ori los ve a ambos con un brillo emocionado en los ojos, pero como el niño bueno que es no dice nada. Al menos no por ahora, sabe que Ori tendrá mucho que decir o preguntar.

Gon se queda despierto unos minutos más, rodando en la cama y viendo a Ori con preocupación. Se levanta de la cama y vuelve a intentar concentrarse en la energía del cachorro que ahora está completamente dormido. Su mano se posa en vientre conduce su energía cálida y deja que se esparza ligeramente en el lugar hasta llegar a su núcleo.

Pero casi de inmediato la energía que le está intentando dar a Ori es... expulsada.

Gon tiene que retirar la mano de inmediato, mordiendo su lengua para no gritar del dolor. Mira la palma de su mano y ve una mancha oscura en ella, como cuando se tira tinta en una superficie. Al tocarla duele bastante.

Gon mira a Ori, hay algo raro. Hay algo raro sucediendo con él. Baja las escaleras a la cocina y enciende la luz para tomar un vaso lleno de agua fría y mirar su mano.

A la cocina entra con el cabello escondido en un durag, Canary. La alfa entra con una mueca cansada pero al verlo ambos se quedan ahí pasmados.

—Buenas noches— Gon dice ocultando su mano con intención—. Yo...

—¿Estas bien?— la alfa se acerca a la jarra de agua y llena un vaso—. Apestas a preocupación.

—Estoy bien— Gon frunce el ceño—. No finjas que te preocupa.

—En realidad lo haces— Canary dice recargándose en la encimera con el vaso en las manos—. Eres el omega de la manada, tienes un niño a tu cargo, por supuesto que me preocupa.

Gon se queda en silencio, no sabe que decirle a Canary. Sus peleas... sus confrontaciones...

—Killua me dijo que estuviste ayudando bastante cuando estuvimos en coma— Gon dice mirándola a los ojos no queriendo deberle ningún favor—. Gracias.

—Soy buena enfermera— se alza de hombros—. Kurapika siempre era el que encargaba, pero con su entrenamiento quedaba muy cansado.

Gon asiente con una mueca, intenta cerra la mano pero esta duele así que el moreno no tiene de otra que dejar que el dolor pase.

—Gracias— vuelve a decir.

Canary se queda en silencio mirándolo, hasta que da un suspiro y rueda los ojos:—Solo... hay cosas que dije e hice que estuvieron mal, que personas con el inmenso poder que tú tienes existan... Es... irreal— la alfa dice mirando por la ventana de la cocina, las copas de los árboles se mueven intensamente—. No me disculpare de todo, solo estaba protegiendo a mi manada, pero ahora eres parte de ella.

—No fue mi intención lastimarlos— Gon dice sintiéndose pequeño por un momento, jamás quiso hacerlo—. Pero Ori siempre ha sido y siempre será mi prioridad, lo siento.

—Tienes más prioridades ahora Gon— Canary dice con seriedad—. No hablo de los demás, pero si hablo de Killua— esta vez la mirada de la mujer se hace vulnerable—. Killua te esta poniendo a ti y a Ori como su prioridad, debe ser mutuo. Además, debes dejar que te ayudemos, ya no estas solo.

Gon se queda en silencio. Pensando en esas palabras.

—Como sea, descansa— la mujer deja el vaso en el fregadero y sale de la cocina. Gon se queda ahí mirando a los árboles. Mira de nuevo su mano y ve ahí esa mancha oscura intenta tocarla pero arde, como si le hubieran puesto su palma en fuego vivo.

Tiene que hablar con Retz. Y luego con Killua.

Es verdad que el alfa tiene ya su destinado, pero realmente ya no quiere que haya secretos entre ambos. Tiene que aprender a compartir un poco su carga, y Ori aunque es su más grande fortaleza también es su mayor debilidad.

Suspira mirando por última vez su calma antes de irse a su habitación e intentar dormir.

PERDONNNNNN

Se suponía que tenía que sacar este capítulo el sábado pasado. Pero, sucedieron cosillas y ya no pude.

La uni me dejo bastante tarea 😭 y a penas estamos en segunda semana, pero, ahorita ya termine casi todo lo que tenía que hacer. Así que pare recompensar 👉🏻👈🏻 espero poder sacarles otro capítulo a más tardar el lunes.

Espero 😭

En otros asuntos, ¿les gustó? 😖

Estamos en el capítulo 10. Omgggg que emoción amigossss

Killua y Gon no pueden dejar de tocarse JAJAJAJAJAJA es que pobrecitos, merecen mucho cariño y afecto, y con un alfa a punto de explotar 😨... Necesita los mimos de su destinado 😖

Ya decidí que hacer JAJAJA con las partes hot, por decisión popular JAJAJA peroooo ya que también en Soulmates habrá momentos hot decidí que allá lo haremos a la antigua, cuerpos con reproductor masculino que tienen bebés por magia JAJAJAJAJAJ.

Así que allá será un Gon que tenga solo un aparato reproductor, esto para los que no querían o no se sentían cómodos.

Y aquí bueno Gon tiene ambos aparatos, cuando llegue el momento, pondré advertencia para que quienes no quieran leerlo se lo salten sin problema. 💞

Ori... Bueno... Nuestro niño despertó pero ¿a que costo? 😨

Ahora con el Akaren TENEMOS PORTADA JAJAAJAJAJAJ

HELPPP, no saben lo emocionada que ando por esta cosa. Y la portada no es la gran cosa JAJAJAJ pero es lo que se puede hacer xd.

No tengo ni idea de cuando lo vaya a empezar a publicar porque de hecho tengo muy poco escrito JAJAJA y quiero tener varios capítulos antes de subirlo.

Y porque ando haciendo prueba y error con La Nación del Sol con la escena hot JAJAJAJAJAJA.

Ayuda, amigos son malisima JAJAJAJA espero que en serio les guste. 😖

Sin nada más que decirrr. Nos leemos la siguiente actualización.

Los quiero muchisimo, bonito inicio de mes y díganme ¿como están?

Bye Bye 💞

-Annie ☾-

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