
𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐈𝐗
𝟗. 𝐋𝐚𝐬 𝐞𝐬𝐩𝐢𝐧𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐚 𝐫𝐨𝐬𝐚 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞.
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Gon había estado llorando bajó el abrazo de Kurapika, era un sollozo interminable, su cuerpo temblaba y se aferraba al rubio como si este fuera algún tipo de ancla. Estuvieron así por unos diez minutos hasta que el omega se desmayo y tuvieron que llevarlo a la cama, Leorio curó de nuevo las heridas abiertas y lo dejaron descansar.
Kurapika también se había casi desmayado, tuvieron que llevarlo a la fuerza a una habitación para que descansara; al ser un miembro importante en la manada él lo habría acompañado a la reunión que tenía con el idiota de su hermano.
Stirling ya estaba esperando en el auto con un semblante serio y recto.
—¿Segura no quieres ir?— le preguntó a Alluka que estaba en la entrada de la puerta sosteniendo un abrigo.
—Prefiero quedarme con Gon— le sonrió—, Además no quiero ver el rostro de Milluki tan pronto.
Le sonrió divertido dándole un apretón fraternal en su brazo:—Espero que la visita no se alargue mucho— se colocó el abrigo y dio un gran suspiro, estaba tan cansado pero tenía que interpretar su papel si es que no quería que esto se le fuera de las manos—. Cuídalos...
—Tranquilo Killua— fue el turno de su hermana de darle un apretón reconfortante —. Estaremos cuidando de ambos, no te preocupes— le dio una sonrisa divertida—. ¡De los tres! Kurapika esta hecho una furia.
Le dio una sonrisa que no llegó hasta arriba pero fue genuina por lo que su hermana le sonrió aliviada. Para cuando se acercó al auto pudo ver a Canary estaba ya en el asiento de atrás junto a Basilius. Entró al auto en el asiento del copiloto el pequeño hombre encendió el motor de inmediato.
—¿Él... Está bien?— Canary preguntó después de unos segundos de silencio.
—Si, Leorio le administro analgésicos— dijo dando un suspiro cansado, de repente sorprendido por el interés de la morena. Canary había estado tranquila desde que zarparon incluso había ayudado con los sueros y el cambio de sábanas en la habitación de ambos hermanos, no había hecho más comentarios venenosos, parecía más resignada con cada día que pasaba.
—Supongo que mañana despertará— dijo filtrando la esperanza en su voz—. O eso espero.
—Bien— no sonrió, solo le asintió—. Ahora, Stirling, dinos ¿cómo se llama tu jefe? Hablanos de él.
El hombre la miró a través del retrovisor con esa mueca imperturbable.
—El señor Davi, es dueño de casi todo lo que ven aquí— el auto entro a la ciudad, las calles estaban llenas de piedras barnizadas y aunque ya era bastante noche la ciudad estaba viva por completo—. Un hombre de negocios y alcalde de la ciudad también.
—¿Un político?— Killua se tocó el puente de la nariz con estrés si algo odiaba era trabajar con políticos, odiaba meterse en temas donde la política estaba involucrada.
—Se le puede llamar así— asintió el hombre—. Esta humilde isla ha estado protegida por la familia Devi desde hace muchos años, nos especializamos en la vineria y agricultura— los tres alfas escucharon sin mucho interés—. Sin embargo, nuestro mayor comercio es la minería— le alzó una ceja abriendo la ventana del auto, se estaba asando—. El señor Devi ha tenido problemas con algunas tribus que habitan aquí.
—¿Tribus?— Basilius preguntó con un tono interesado.
—Estas tierras pertenecían a varias tribus hasta que algunas familias del oeste llegaron a colonizar la isla y sus alrededores— explicó, estrecho los ojos con esceptismo... Ya estaba empezando a tener una idea de a donde iba todo esto—. Pero, con el pasar del tiempo llegaron a un acuerdo. Vivíamos en armonía— dio un suspiro—. Hasta que una nueva riña comenzó, el señor Davi les dirá los detalles.
Miró a Canary que le dio una mirada contrariada. No era la primera vez que iban a un territorio que estaba en guerra por el lugar, no era de sus lugares favoritos para hacer misiones sobre todo porque las veces que lo llegaron a contratar él siempre hizo el trabajo sucio.
Pensó en Gon y en Kurapika, el rubio le había dicho que el hombre que había sido era cosa de su pasado; quería cambiar, quería ser mejor y no era solo por creer que no merecía que alguien como Gon sea su destinado si no porque él mismo quería cambiar, quería demostrarse que era más que una máquina de muerte, un hombre perdido. Uno del que sus padres habían estado muy orgullosos.
Por lo general estos trabajos que tienen que ver con territorios y tribus siempre terminaban mal para los más inocentes. Si fuera así no aceptaría el trabajo, lo sentía por Milluki pero si él se metió en este embrollo no tenía la intención de sacarlo y poner en peligro a toda su manada.
El auto paró en una enorme mansión digna de una familia que ha basado su riqueza en la explotación de otros. Suspiró, Stirling se apresuró a abrirles la puerta y dejarlos entrar en la enorme casa, vio a los sirvientes con esos uniformes europeos.
Rodó los ojos, pronto los dejaron entrar en una enorme sala de estar, las luces eran de un bajo color naranja que hacía que la madera oscura de los muebles se viera más lujosa, habían estanterías llenas de libros y las ventanas estaban adornadas de cortinas color vino. Había música de fondo, jazz.
—Buenas noches— una chica de cabellos dorados entró por la puerta con una mueca seria—. Mi padre no tarda en llegar, por favor tomen asiento.
Canary y Basilius hicieron caso al pedido, notaron que la chica llevaba una sirvienta personal ¿una especie de chaperon?:—Me disculpo en su nombre por la tardanza.
—¿Milluki vendrá?— preguntó sin querer sentarse aún en los lujosos sillones, por lo que simplemente cruzó los brazos detrás de su espalda.
—Lord Milluki— su voz se inyectó en repulsión, pero fingió una sonrisa amable—. Él... Estaba con mi padre, ambos llegarán pronto... Lord... — le dio una mirada qué le decía que buscaba su nombre.
—Killua— le dio una leve sonrisa—. Solo Killua.
Antes de que la omega pudiera decir cualquier otra cosa, la puerta se abrió dejando ver al imbecil de su hermano y a un alfa alto, con el cabello perfectamente peinado hacia atrás, un bigote pronunciado y una sonrisa... Que podría calificar como afable.
—Veo que mi hija mayor ya se estaba presentando— dijo colocándose alado de la chica que les daba una mirada seria—. Lord... Killua— y el título le hizo tener un tic en el ojo que obviamente su hermano vio—. Le presento a mi adorada hija Eliana Devi— la chica le hizo una reverencia bajando la cabeza, su vestido de holanes rosas y listones blancos se movió con gracia—. Y por supuesto, yo el sr. Oliver Devi.
—El gusto es mío— dijo con el tono que sus padres le enseñaron usar con gente así—. Mi hermano no habló mucho de usted en sus cartas, debo decirle.
—Me imagino— le dio una mirada a Milluki su hermano le regaló una sonrisa educada al alfa—. Me disculpo por haberlos traído tan rápido y no dejarlos descansar de tan largo viaje.
—Estamos acostumbrados— le sonrió—. Permítame presentarle a parte de mi manada— dijo señalando a los alfas que estaban detrás de él, Oliver sonrió encantado estrechando la mano de los dos con entusiasmo.
—Su hermano mencionó que eran una manada grande— dijo sentándose en un sofá y con una ademán de mano hizo que todos los demás lo acompañarán—. ¿Todos se acomodaron en la mansión que les di? ¿O necesitan una más grande?— cruzó las piernas y dejó caer sus manos en sus rodillas.
—Fue mucho más de lo que esperabamos— le sonrió—. Gracias, sin embargo ambos sabemos porque estoy aquí, debe perdonarme que vaya directo al grano pero...
—Lo sé, lo sé— el hombre alzó las manos con esa sonrisa eterna—. Es directo me gusta eso en un hombre, habla de su determinación— con una señal de mano hizo que una sirvienta se acercara le dijo algo al oído y la beta salió casi corriendo de la habitación—. Verán, yo intento hacer todo porque esta isla y sus alrededores trabajen en armonía— la música jazz no paró en ningún momento y la omega los seguía viendo con esos ojos como cuchillas—. Aunque parezca difícil creerlo, nosotros y las tribus originarias nos llevabamos bien, trabajábamos juntos— su voz llevaba ese tono que todos los políticos de su tipo usaban para maravillarte—. Uno no funcionaba sin el otro.
—Una bonita comunidad— dijo sonando un poco más irónico de lo que pretendía.
—Sé lo que piensa— le dio un suspiro—. Pero al menos unas cuantas generaciones antes de mi ya no querían gobernar con miedo— la beta que salió hace unos segundos volvió con un carrito lleno de postres y café—. Odio la violencia.
—¿Pero..?— porque en estos casos siempre había un pero, había una razón que hacía que toda la sangre derramada se justificara.
—Mi hija menor fue secuestrada por la tribu dominante de esta isla— dijo de repente serio, le dio una mirada rápida a Canary que evaluaba al hombre con ojos del alcón, luego presto atención a la omega que llevaba un ligero ceño fruncido así como la negación que dio con su cabeza.
Esa reacción era extraña, había algo raro. Aquí había gato encerrado.
—No utilizaría la fuerza, y no lo he hecho— dijo tomando una taza con café humeante—. Pero es mi hija, usted es un hombre de manada debe entenderme.
—¿Quiere que vaya ahí y la rescate?— le alzó una ceja.
—Si eso hubieramos querido, yo ya lo hubiera hecho hermano— Milluki tomó otra taza y le sonrió—. Queremos un trato con ellos, pero no queremos llevar soldados u oficiales eso los pondría... Agresivos— su hermano explicó como si fuera un niño de cinco años—. Ustedes serán guardaespaldas del sr. Devi y su hija.
—¿Y ya?— le alzó una ceja sin creerlo.
—Lord Killua— la joven omega se movió en su asiento con una tensa sonrisa—. Solo queremos a mi hermana de vuelta, además queremos poder tener una oportunidad de parar esta absurda riña.
—Ajá... — Basilius negó con la cabeza sin creerles—. Si tomamos el trabajo no quiero secretos— les dio una mirada seria a los tres, viendo con más intensidad a la chica. Si podía ponerla nerviosa sólita iba a hablar. Tal como lo pensó la chica bajó la mirada y agarró con fuerza su vestido—. Quiero conocer cada detalle de la tribu y de la familia— esta vez miró al hombre que le sonrió.
—Lógicamente— dio una leve sonrisa—. No podrían desempeñar su trabajo de la mejor forma si no es así.
—Entonces...— le dio una muy rápida mirada a la chica, está desvío la mirada—. Voy a suponer que la tribu ha mandado alguna tregua para el rescate de la señorita...
—Kira— respondió el alfa con una sonrisa imperturbable pero pudo ver el ligero sudor que comenzaba a aparecer en la esquina de su cabeza.
—Kira— repitió, mirando por un segundo a la chica que seguía apretando su vestido—. ¿Han mandado señales de que sigue viva?— el hombre abrió la boca pero lo interrumpió—. ¿Los han atacado? Me gustaría saber si ustedes ya tuvieron una pelea de frente con ellos, no podremos cuidarlos si no sabemos el nivel de agresividad de esas personas— la chica frunció el ceño como si estuviera a punto de hablar.
Ahí estaba.
—Killua...— Milluki le reprendió con una sonrisa amable pero podría ver el fuego en los ojos de su hermano.
—¿Qué?— se hizo el loco, inclinándose en el sillón—. Solo estoy informándome, entonces sr. Devi, ¿Su hija esta en un peligro inminente?
El hombre parecía querer considerar todas las palabras que seguramente ya había estudiado, estrecho los ojos para luego mirar a la omega que lo veía con el ceño fruncido y con esa determinación que le decía que ya había ganado.
—Mi hermana escapó de la casa— dijo y Oliver frunció el ceño por unos segundos.
Quisó sonreírle con burla al idiota de su hermano que ahora lo miraba con enojo:—Entonces no fue un secuestro— Canary dijo alzando ambas cejas esperando una explicación.
—Verán mi hija... Se enamoró del hijo mayor del líder de la tribu más importante— Oliver comenzó a explicar—. Y si, escapó.
—Queremos hablar con ella, pero, las tribus se pusieron agresivas cuando mi padre arresto a un hombre importante de la tribu— dijo la chica con voz enfadada.
—¿Por qué lo arrestó?— le alzó una ceja curioso.
—Lord Devi creyó al inicio que si se trataba de un secuestro— Milluki habló llevándose un pastel a la boca—. Lógicamente puso el grito en el cielo y bueno todo estalló, ahora los líderes de la tribu no dejan que la pequeña Kira vea a su familia.
—Estoy desesperado— el hombre lo miró con evidente desesperación—. Solo quiero saber si esta bien, yo tomé decisiones incorrectas... Pero...
—Solo quiero saber si no habrá violencia, vera vengo de un mundo lleno de esta— le miro con seriedad—. Si realmente usted dice que esta isla estaba absuelta del terror y la sangre entonces no veo porque quiera traerla ahora— miró a ambos dejando de lado a su hermano—. Solo tomen en cuenta que nosotros no haremos ningún trabajo sucio. Si es protección será solo eso.
—¡Claro!— el hombre asintió con vehemencia—. Eso es justo lo que quería escuchar— le dio un sorbo a su café—. Esto será perfecto— el hombre se levantó con la taza en las manos, dando una sonrisa emocionada—. Mañana les daré todos los detalles, será un día excelente.
—Me imagino— le sonrió—. Si nos disculpa, queremos descansar.
—¡Por supuesto!— el hombre les miró casi agradecido.
—No nos agradezca ahora— Canary habló con voz grave—. Hágalo cuando logre ver a su hija.
—Como ordene, mi lady— le respondió el alfa con respeto.
—Que tengan una linda noche— le dio una sonrisa educada al hombre y un asentimiento a la chica que lo veía con una mueca extraña, salieron de la puerta con una sirvienta llevándolos por los pasillos.
Cuando ya estaba afuera con el auto esperando, Milluki salió de la gran mansión.
—Fue un golpe algo rastrero intimidar a una pobre omega— le dijo con las manos en los bolsillos de su pantalón blanco.
—¿Intimidar? Solo hice mi trabajo— le sonrió con suficiencia—. Fue una corta mirada, ¿quieres ver que intimide de verdad? Puedo hacerlo— se acercó con una aura peligrosa, su hermano dio un paso hacia atrás pero sin mostrar miedo.
—Preferiría que dejes en paz a la chica— le sonrió—. Lo pudiste haber hecho con su padre.
—Hubiera tardado mucho más tiempo— se alzó de hombros—. Además la niña parecía que quería hablar desde antes que ustedes llegaran solo le di un... Empujón.
—Limítate a hacer tu trabajo, te conozco.
—Tú limítate a no meterte en mis asuntos— se acercó de nuevo con el ceño fruncido—. Trabajaré como se me de la gana, no quiero tu horrible nariz metida en mi trabajo, ¿entendiste?
—Como ordenes, hermanito— alzó la mirada viendo a la chica de cabellos rubios en una de las ventanas, cerró la cortina de inmediato al haber sido atrapada.
—Descansa— dijo, entrando al auto, Stirling prendió el auto y los llevó a la gran casa, por las calles vio varias construcciones y pinturas.
—¿Habrá algún carnaval?— preguntó curioso.
—Así es, todos los años hacemos una feria por los vinos que exportamos. Vienen empresarios de varios reinos y países— explicó Stirling—. Pero ahora estamos un poco preocupados porque bueno la familia Devi y la tribu Venyika están peleados y necesitamos de ambos para la apertura del carnaval.
—Un gran problema— dijo, viendo por la ventana, el carro pasó por una juguetería de colores rojos y verdes; detrás del aparador había un pequeño robot a control remoto: era un niño en un globo aerostático.
Pensó en Ori, antes de toda esta mierda el niño había estado un poco obsesionado con los robots a tal punto de que le pidió una revista que hablara de ellos. Consiguió algunos folletos y se los llevó, no pasó mucho para que el niño les dijera como funcionaban y los tipos que existían en la cena o en el desayuno.
El recuerdo le hizo soltar una sonrisa que pronto se convirtió en una mueca triste. Aunque Gon estaba despierto, Ori no lo estaba... El estrés lo volvió a golpear se sentía tan cansado.
Bajó del auto despidiéndose de Canary, mientras que acompañado de Basilius fueron a la habitación del omega. Al entrar lo vio ahí con los ojos cerrados, por un momento pensó que lo de hace unas horas había sido una especie de alucinación.
—Gracias— el alfa mayor dijo, acariciando los cabellos negros de Gon—. Por todo lo que has estado haciendo por ambos.
—No es nada— dijo con una mueca algo incómoda.
—¿Hablaras con Gon? Sobre ese detallito— le alzó una ceja, hasta ahora el tema de los destinados no lo había tocado con nadie más que con Kurapika, Retz y Alluka, hacerlo ahora con Basilius era rarísimo. El hombre era literalmente la figura paterna de Gon.
—¿Aún no?— preguntó sentándose en un sillón que estaba frente a la cama del omega, lo vio y su corazón se aceleró.
—No quiero meterme pero... — le dijo con voz tranquila—. Gon es complicado, es terco como el diablo, se mete en problemas innecesarios, es torpe y definitivamente no tiene idea alguna de los sentimientos— dijo con un cariño inconfundible en su voz—. Pero es mi niño, yo lo vi crecer ¿me entiendes?
—Lo entiendo— asintió con la cabeza, nunca en su vida se había sentido tan pequeño bajo la mirada de un alfa, ni siquiera se llegó a sentir así con su propio padre.
—No sé cuales serán sus decisiones— dijo señalando a ambos—. Me caes bien, eres un buen hombre Killua— le dio ahora una mirada seria—. Pero, si sigues sobrepensando las cosas y sintiendo que no mereces las cosas buenas que la vida te esta dando vas a perderlas y cuando te des cuenta será muy tarde— sus palabras se plantaron en su mente y por un momento creyó ver el dolor en la mirada del hombre como si supiera exactamente de que hablaba—. Si ustedes llegan a más— y la sola idea lo hizo sonrojarse—. Creeme que yo seré el primero en aceptarlo.
—Gracias— dijo sin saber que más decir, ¿le estaba dando alguna especie de bendición?
Basilius dio una última caricia al omega y dio una risa divertida alejándose:—Suerte— le dio unas palmaditas a su hombro saliendo de la habitación.
Soltó un suspiro pesado, parecía que la manada se estaba acostumbrando más a esta extraña situación que él. Miró al omega que comenzó a moverse en la cama, se sorprendió acercándose para ver si despertaba. Pero el chico seguía teniendo los ojos cerrados.
—¿Killua? ¿Estas aquí?— la voz fue un mero susurro, los nervios golpearon su cuerpo al acercarse.
—Aquí estoy— dijo inclinándose para ver al omega—. ¿Te sientes mal? ¿Llamo a Retz o a Leorio?
Negó con la cabeza, abriendo lentamente los ojos, se sintió perdido al poder ver esos ojos dorados que no había visto en mucho tiempo, el omega parecía igual de perdido en él. Por un momento retuvo la respiración sin saber que hacer, Gon parecía tener una lucha interna parecida.
—¿Puedes... quedarte?— fue un torpe susurró—. Por favor.
La necesidad de complacer todo lo que pidiera el omega lo golpeó, por lo que asintió tomando una silla y sentándose a su lado.
—Te... escuchaba, a ti y a Alluka— dijo después de unos segundos con una voz cansada—. Estoy seguro que Ori también nos escucha.
—Es... Bueno saberlo— le dijo con calma viendo al omega dar suspiros cansados—. ¿Te duele algo?
—No— negó con la cabeza—. Bueno, las heridas de mi espalda arden pero estoy acostumbrado— se sintió preocupado al escucharlo, quería hacer mil preguntas pero sabía que este no era el mejor momento—. Me siento más cansado que adolorido.
—Pero ya dormiste mucho— dijo con un tono divertido.
—Algo así— dio una sonido que parecía un poco a una risa—. Mi cuerpo se curó de las heridas de esa noche... es más el cansancio mental.
—Entiendo— quisó acercar sus dedos a los cabellos contrarios pero lo resistió—. Ori...
—Aún no puedo... — dio un suspiro tembloroso—. Si lo despertará ahora no sé que podría pasar.
—Tranquilo encontraremos la manera— le sonrió con cariño intentando no preocupar a Gon con sus propios sentimientos.
—Lo sé— el omega extendió su mano para tocar la suya, se tenso un poco al ver el movimiento—. Esa... Noche no me disculpe...
—Olvida eso— puso su otra mano sobre la de Gon, el chico dio un salto en la cama alzando la mirada—. Tenemos muchas cosas que hablar y aclarar, pero era verdad todo lo que dije, quiero que te quedes. Quiero ayudarte, quiero que Ori logre vivir una vida tranquila como un niño común— acarició el dorso de su mano, Gon lo vio con lágrimas comenzando a crecer en las esquinas de sus bonitos ojos—. Me alegro de que ya estés despierto.
—Me alegra haber despertado— dijo con voz temblorosa, sus ojos pasaron a la cama contigua donde Ori estaba acostado—. Gracias.
Negó con la cabeza:—¿Por qué no duermes? — pero luego hizo una mueca divertida—. ¿O intentas relajarte?
—Creo que voy a dormir— dijo sin soltar su mano—. Mañana... Hablemos, ¿si?
—Claro— pero no se movió, no quería irse. No quería dejarlo solo, que esto sea solo un espejismo de su anhelo... Que al irse Gon duerma de nuevo para no despertar.
—¿Puedes... Quedarte?— pero luego el omega vio la habitación—. Olvídalo, ve y descansa.
—Hay un sillón— dijo señalando el horrible sofá—. Puedo quedarme ahí.
—Se ve incómodo— respondió el omega viéndolo con cierta repulsión.
—He dormido en lugares peores— le sonrió—. No te preocupes y descansa.
Se alejó del agarre del omega que lo veía con una mueca, el moreno parecía seguir todos sus movimientos como si esperara que este simplemente desapareciera. Dio un vistazo a Ori y dando un largo suspiro cerró los ojos.
Se acostó como pudo en el sofá y aunque quería seguir despierto por si a Gon se le ofrecía algo el cansancio por el viaje y el estrés lo hizo cerrar los ojos casi de inmediato.
Rara vez soñaba algo tranquilo, la mayoría de sus sueños eran pesadillas. Recuerdos de su vida como mercenario, veía los rostros de las personas que había asesinado, los gritos de las mujeres y niños cuando sucedió esa explosión, los sueños hacían que recordara la sensación que le dejaba tener sangre de alguien más pintando sus dedos.
Creía que era un castigo menor por todos los pecados que había cometido, se volvió tan normal tener pesadilla tras pesadilla que incluso la sensación de tener un sueño normal era extraño para su cuerpo y mente.
Este empezaba con una casa pequeña, dos pisos tal vez. Se podía ver a lo lejos un granero y el cielo brillaba con un color azul bastante lindo.
De pronto se escucharon risas, dos risas de lo que parecían niños. Cuando se movió para poder recorrer el lugar se dio cuenta que no podía entrar a la casa así que miro por la ventana. En lo que parecía la sala estaba Ori sabía que era él por el cabello largo color chocolate y los ojos verdes, pero ahora estaba más alto su rostro infantil había sido reemplazado por uno más maduro y... Sobre sus hombros había otro niño.
Más pequeño, de cabellos tan blancos como los suyos. No vio su rostro, pero instintivamente sabía que era suyo o que tenía que ver con él.
"¿Van a recoger eso?"
Esa era la voz inconfundible de Gon, su cuerpo tembló al darse cuenta del tipo de sueño que estaba teniendo. Esto era peor que una pesadilla.
No pudo concentrarse en nada más porque sus ojos se abrieron y se levantó casi corriendo del sillón. Vio a Gon que dormía en la cama acostado en su lado derecho para que pudiera ver al niño que seguía igual que ayer.
—Mierda— dijo pasando una de sus manos por su rostro—. Estúpido lobo.
Porque claro, ese sueño no pudo haber sido obra de nadie más que de su lobo, el mismo que ha estado suspirando tanto por el omega que era ridículo. Ayer cuando Basilius hablaba, el estúpido animal parecía tan contento consigo mismo.
Vio a Gon soltar suspiros temblorosos entre sueños y apartó la mirada, necesitaba urgentemente un baño o comida, o algo que le hiciera quitar esas ridículas imágenes de su cabeza.
Salió de la habitación justo cuando Leorio pasaba por ahí con la mano en su boca dando un bostezo y su otra mano rascando su espalda.
—Leorio, que bueno que estas aquí— le dijo acercándose con una sonrisa, el alfa le frunció el ceño tapándose la nariz—. ¿Qué?
—Apestas— le dijo Leorio con el entrecejo arrugado—. ¿Estas enfermo o algo?
Se dio cuenta que en realidad su aroma no está escondido, siempre ha tenido un control escepcional con su aroma incluso durmiendo. Se dio cuenta que mientras dormía su cuerpo se relajo a tal punto de que soltó su aroma sin límites.
—No idiota— le gruñó rodando los ojos—. Es mi aroma normal.
—Oh— le dio una mirada sorprendida—. Bueno... Eres un alfa dominante— dijo el alto para sí mismo viéndolo como si fuera alguna especie de rata de laboratorio—. Nunca había olido tu aroma tan así.
—Olvidate de eso— le gruñó de nuevo—. Gon despertará en cualquier momento, no quiero que lo haga solo, ve.
Leorio asintió comenzando a caminar a la habitación deteniéndose en la puerta para luego mirarlo:—¿Puedo entrar?— la pregunta lo desconcerto, cuando estaba a punto de decir que si cuando su alfa ese estúpido animal gruñó como si la idea lo ofendiera.
Ahora entendía todo, quiso estrellar su cabeza en la pared más cercana. Su lobo estaba actuando en consecuencia a la evidente emoción que tenía de tener a su destinado tan cerca. Al inicio cuando la revelación estaba ahí se sorprendió un poco de que su lobo no estuviera tan inquieto, el instinto era muy bajo, ahora que Gon estaba despierto parecía que esos instintos que creyó estaban encerrados bajo llave solo aumentaron un mil por ciento.
—Dios mio— susurró, Leorio lo seguía viendo, esperando una respuesta aunque se veía que estaba a punto de correr y no volverle a hablar con él por al menos unas cuantas horas—. Necesito un café— se tocó la cien estresado—. Y si Leorio entra, abre la ventanas para que el aroma salga.
—Aunque haga eso... Seguirá oliendo así de fuerte— dijo después de unos segundos.
—No sé, llama a alguna sirvienta y diles que hagan que deje de oler— su alfa ahora estaba por completo enojado—. Y hazlo rápido.
Se alejó sin ver la mirada de Leorio, casi corriendo por alejarse porque sabía que su estúpido animal se pondría todo loco y quería evitarse problemas. Entró a la habitación continua a la de Alluka que estaba en la ala este, entró al baño y se desvistio. Ayer se había dado una ducha muy rápida, pero ahora quería tomarse el tiempo.
Se miró en el espejo una vez que se quito la camisa blanca con la que durmió, miró las cicatrices que adornaban su cuerpo. Desde aquellas que iban de su espalda, hasta aquella que estaba en su abdomen donde en alguna ocasión lo apuñalaron, sus dedos tocaron la que tenía alado del ombligo; la misma que Gon ayudó a curar cuando estaban en Slunce.
Se metió en la regadera dejando que el agua tibia se filtrara por todo su cuerpo, últimamente se sentía muy cansado y era normal en él vivía al día, las misiones, los planes, el liderazgo era complicado claro pero nunca como ahora.
Sentía sus músculos pesados, su cabeza le dolía con mucha más frecuencia y el estúpido de su animal estaba mucho más inquieto de lo que normalmente esta, esa cosa de soltar su aroma en la habitación donde estaba Gon y Ori era algo que cuerdo jamás hubiera hecho.
Salió de la regadera con una toalla al rededor de su cuello, y unos pantalones qué eran más como un tipo de pijama. Al salir encontró a Retz caminando al rededor de la habitación diciendo cosas que sola ella entendía, hizo un sonido de garganta haciendo que la chica lo viera.
—¡Gon esta mucho mejor de lo que creía!— fue lo primero que mencionó, se sintió más ligero al escuchar eso, Retz lo miró y aunque no se sonrojo si desvío la mirada—. Ponte ropa, baja, todos están esperando tus indicaciones.
—No es como si no hubieras visto nada de esto— dijo alzando los brazos sin interés acercándose a la cama donde las sirvientas ya había puesto ropa limpia ahí—. ¿Solo veniste a eso?
—¡No!— la chica lo miró al escuchar el sonido de la ropa—. Venía porque Leorio me dijo de tu ¿problema?
—¿Problema? No tengo ningún maldito problema— le alzó una ceja irritado.
La rubia olio descaradamente la habitación porque así era ella, las reglas de etiqueta no eran para ella:—¿Cuándo fue tu último celo?
—No sé, ¿importa?— se sentó para ponerse las botas viejas que había usado desde que zarparon, tal vez debería ir a la ciudad y familiarizarse con ella.
—Por supuesto que si— la rubia le lanzó un cojín del sillón que estaba frente a la gran cama—. Killua, no puedes ser irresponsable con un tema tan importante— la chica frunció el ceño—. Hueles justo como un alfa a punto de tener uno.
—Pero no me siento mal— sus celos eran muy dolorosos, y siempre que estaba a punto de tener uno los síntomas lo alertaban para que se metiera en una habitación y de ahí no saliera en al menos cinco días. Jamás quiso pasar esos días con nadie, la sola idea de que lo vieran en un momento de tanta debilidad era lo suficientemente horrible como para que jamás se le pasara la idea por la cabeza. Tampoco es que hubiera conocido alguien que despertará algún tipo de deseo. Incluso su lobo que era tan animal como debía serlo se rehusaba a la idea.
"Ahora lo hay"
El solo pensamiento dado por ese estúpido animal lo hizo tensarse por completo, mierda.
—¿Todo bien?— Retz le alzó una ceja.
—S-si— trago saliva, queriendo regresar a la regadera y no salir de ahí en almenos un par de horas—. Estoy bien y como te dije no tengo síntomas.
—Eso es porque no has tenido un celo como es debido— suspiró la chica con impaciencia—. No puedes estar retrasando los celos Killua, un alfa normal si que lo puede hacer las consecuencias no serán graves pero un dominante con tú; no.
—No me pasara nada— dijo un poco irritado—. Tomaré supresores.
—No Killua— la chica negó con la cabeza—. ¿Cuándo fue la última vez que tuviste un celo?
Sabiendo que la chica no lo dejaría en paz, pensó. La última vez fue antes de su partida a Slunce... Mierda.
—Antes de ir a Slunce— respondió con cuidado.
—¡Killua!— la rubia le reprendio roja por el coraje—. Dios mio, son más de ocho meses, ¿y nada? ¿Ni uno corto?
—No...
—Killua si sigues así vas a explotar— le dijo con preocupación—. Eres un idiota, tendrás el peor de tus celos.
—¿Y qué hago? ¿Lo fuerzo?— negó con la cabeza ante la idea—. No puedo tener un celo ahora mismo Retz, estamos trabajando.
—Esa es la peor idea que se te ha ocurrido— Retz dio un suspiro enorme negando con la cabeza y pareciendo que en serio quería aventarle una lámpara a la cabeza—. Si haces eso... No quiero ni imaginarme el dolor que vas a sufrir— se acarició la cien cerrando los ojos en una mueca pensativa—. Escucha, lo que podemos hacer es esperar a que tu cuerpo estalle sólito, haré algunos tés para acelerar el proceso pero— y le alzó un dedo sobre su rostro advirtiendo—. Nada de medicamentos, ¿escuchaste?
Con un asentimiento la chica salió hecha una furia de la habitación, por su parte intentó que su lobo no se metiera entre sus pensamientos.
Lo primero que llegó a su nariz cuando comenzó a despertarse fue un fuerte aroma a uvas, y cítricos. Había una ligera pizca de algo dulce dentro de esos fuertes pero agrios olores que cualquiera podría sentir cierto rechazo pero su cuerpo incluso se relajo mucho más.
No cayó en cuenta que estaba empezando a ronronear cuando el sonido se hizo más fuerte y abrió sus ojos sorprendido.
Se tocó el pecho de donde había venido ese extraño sonido que jamás en su vida había dejado salir así como así. Los cachorros los hacen a cada rato, Ori lo solía hacer mucho y antes de que todo esto pasara lo había hecho más seguido, él mismo solía hacerlo cuando estaba en lo brazos de su tía.
Pero era aún era un cachorro cuando lo llego a hacer.
¿Ahora por qué fue? Un poco perdido, y al ver que en la habitación estaban solo él y Ori, dilato sus narices y respiro. El aroma se filtro en su cuerpo, haciendo que su cabeza diera vueltas.
¿De quién...?
Recordo lo que paso ayer, Killua se había quedado aquí. Vio el sofá donde había un saco café descansando en los lujosos sillones, dio un suspiro aliviado no había sido un sueño, otro sueño.
Su cuerpo se relajo, su espalda ardía como siempre hacía cuando esas estúpidas heridas se abrían. Miro a Ori, quito la aguja de su brazo y se acercó a la cama del niño, se acostó a su lado y lo abrazo. Su pequeño cuerpo se sentía tan frágil en sus brazos.
El aroma en el aire lo hizo sentir protegido, por lo que sabía que Ori también lo sentiría.
—Ori, espérame— le susurró dando cortos besos en sus cabellos—. Espera un poco más.
Las lágrimas se formaron en sus ojos, viendo las marcas que su rostro tenían. Eran líneas desiguales que parecían ramas de árboles, las toco con tristeza.
La puerta de repente se abrió, era Leorio:—Buenos días— dijo el alfa cargando una bandeja de metal—. ¿Cómo te sientes?
Se limpió las lágrimas en sus ojos abrazando más al niño:—Con mucha hambre— dijo con una mueca cansada—. Pero por fortuna mi cuerpo responde bastante bien.
—Lo cual es rarísimo— Leorio se sentó en la cama donde antes había estado durmiendo—. Médicamente eso sería imposible, prácticamente estabas en coma.
—Yo... — busco las palabras correctas—. Mi cuerpo solo estaba reposando, nuestra vida viene de la energía de la naturaleza... La explosión que hice me hubiera matado si no hubiera logrado llegar a ese estado en el que me sometí.
—¿Lo hiciste consciente?— lo miró sorprendido.
—Así es, hice lo mismo para Ori— miro al niño—. Si no lo hubiera detenido...— negó con movimientos de su cabeza, apretando más el cuerpo del niño—. No quiero imaginar que hubiera pasado.
—Todos estuvimos preocupados— le dio una mueca difícil de leer—. Aunque bueno, no siempre encuentras personas con poderes raros y así.
Sonrió divertido, Kurapika llego de inmediato a sus pensamientos:—¡Kurapika! ¡Él! ¡También es un solis!— dijo algo emocionado ¿Cómo no se dio cuenta?—. ¿Ustedes lo sabían?
—No— negó—. Nos enteramos después de que ustedes cayera dormidos.
—Esto es una grandiosa sorpresa— sonrió ligeramente emocionado—. Aunque se escuche raro, un solis puede recuperarse más fácilmente cuando hay más solis a su alrededor— explicó acariciando ociosamente los cabellos de Ori—. Por cierto, ¿dónde estamos?
Leorio dio una carcajada, y lo miro con un cariño que hizo que su corazón se apretara. El alfa inclino una mano alborotando sus cabellos para luego hacer lo mismo con Ori.
—Los extrañamos— sonrió—. Es bueno verte despierto.
Justo cuando quiso decir algo más la puerta se abrió, Kurapika entró con un rostro cansado.
—Justo hablábamos de ti— dijo Leorio con una sonrisa.
—Oh Kurapika tenemos mucho que hablar— dijo haciendo una mueca de dolor cuando sintió un pinchazo en su espalda.
—Y me encantaría hablar pero... Killua nos quiere abajo— señaló con una mano la puerta—. Puedes quedarte aquí para descansar Gon.
Le dio un beso en la frente al niño y nego con la cabeza:—No— se levantó con las piernas temblorosas, Leorio tendió su brazo para que pudiera recargarse—. Quiero ir.
Kurapika dio un suspiro cansado pero no dijo nada más, los dos lo ayudaron a bajar. Veía la enorme mansión sorprendido:—En serio, ¿qué estuvieron haciendo durante todo este tiempo?
Ya abajo, toda la manada estaba en lo que parecía una sala de estar, Basilius y Jingū estaban con él haciendo mil preguntas como si el aire pudiera tumbarlo. Se sintió protegido, su lobo estaba contento de tener la atención de esos dos alfas que olían a familia. Miro en retrospectiva todas las emociones anteriores, su lobo. Ya no lo sentía así desde que tenía los quince años, tan vivo, volviendo a ser esa parte de si mismo que perdió hace años.
No le desagradaba. Pero, tampoco era lo ideal.
Retz bajo después de unos segundos y a los minutos Killua lo hizo, con el pelo húmedo y vistiendo la ropa más informal que había visto. El alfa lo miro y frunció el ceño levemente ¿estaba enojado? Vio como Killua intentó moverse hacia enfrente pero luego de unos segundos se quedo ahí parado luciendo contrariado consigo mismo.
—Bueno— carraspeo un poco antes de continuar—. Ayer, pudo hablar con el hombre a cargo de toda esta isla— vio como un hombre pequeño y de bigote se pocisiono cerca del círculo que habían hecho—. Es una misión sencilla. Ellos solo quieren protección.
—¿Y ya?— Bisky alzó una ceja sin creer.
—Eso fue lo que pidieron, él y Milluki— dijo Killua asintiendo con un rostro serio.
—¿El imbecil de tu hermano?— su hermano, buscó con la mirada a Alluka que se veía igual de desconfiada que Bisky—. Suena muy sencillo, ¿no lo crees?
—Pero es todo lo que buscan y lo único en que lo que ayudaremos— continuo con seriedad—. Tienen problemas con una de sus hijas al estilo romeo y julieta— dijo un poco divertido, el hombre pequeño frunció un poco el ceño—. Nada difícil, y eso es todo.
—Por ahora— dijo Kurapika con los brazos cruzados—. Canary, Basilius ¿qué opinan?
—Realmente el hombre parecía desesperado— Canary habló alzándose de hombros—. Se supone que quiere verse con su hija y evitar una riña más grande en su población.
—Así es, sinceramente el hombre no se ve como alguien violento— a su lado la voz grave de Basilius salió—. Reconozco a un hombre sediento de sangre y poder cuando lo veo— afirmó—. Y él... Él no es uno de ellos.
—Es verdad. Puede ser un poco falso— Killua dijo—. Pero no creo que sea un peligro.
—Entonces, ¿guardaespaldas?— dijo Zushi levantándose las gafas, sonrió un poco al verlo ya bien.
—Por ahora si— dijo Killua—. Pero tú Zushi, tienes un maravilloso trabajo— Killua se acercó al moreno la sonrisa de este se tambaleo un poco—. Quiero que me cuentes todo lo que esa cabecita inteligente tiene acerca de las tribus de este lugar— luego le hizo una señal a Stirling para que se acercara—. Vamos, ustedes dos hagan su trabajo juntos.
El hombre intentó hablar pero se quedo callado cuando Killua dio una palmada fuerte y miro a los demás:—Aún no he hablado con el sr. Devi de los detalles, mientras tanto rélajense y conozcan la ciudad.
Todos se miraron y comenzaron a caminar por la sala, Bisky se movió para hablar con Canary, mientras esperaban a que Zushi saliera acompañado de Stirling. Cuando por fin salieron de la habitación y vieron que el lugar no tenía más sirvientes Canary fue la primera en hablar.
—No sé si podamos confiar en Milluki, pero el hombre no se ve del todo deshonesto— dijo mirando a Killua que asentia.
—También pienso que Milluki esta aquí por sus propios intereses— estuvo de acuerdo Killua—. Por eso no podemos bajar la guardia, aunque el sr. Devi diga que gobernó el lugar con paz y armonía no sabemos si es así como esas tribus lo vean.
No estaba entendiendo nada, pero se limito a escuchar, sintiendo sus piernas temblar levemente. Se le estaban entumiendo, su espalda ardía también.
—Bien— Bisky fue la primera en responder.
—Tampoco podemos desaprovechar la oportunidad de desaparecer al menos por un tiempo antes de saber que vamos a hacer— dijo Killua con un murmullo, su mirada azul se poso en él. Retuvo la respiración.
—No pienses muy en grande Killua— Canary habló con seriedad—. Gon apenas despertó y Ori sigue en cama, aunque quisiéramos irnos de aquí no podemos viajar de nuevo con alguien en ese estado.
—Esta vez estoy de acuerdo con Canary— dijo Leorio con una mueca llena de seriedad.
Bajo la mirada un poco avergonzado, ¿qué había pasado? Necesitaba hablar con Killua ya.
—Si... Estoy de acuerdo, pero— su voz se convirtió en una desesperación que jamás había escuchado en el alfa.
—Killua ellos tienen razón— dijo buscando las palabras correctas para tranquilizarlo—. Concéntrate en lo que tienen que hacer— de mis problemas me encargo yo quiso decir pero sabía que Killua no aceptaría esa afirmación.
El alfa suspiro pero asintio:—Entonces, no era mentira cuando les dije que se relajaran...
—¡No!— se levantó tambaleante de la silla que le habían dado—. Quiero aprovechar que están todos juntos... Para disculparme.
—Gon... No es necesario— dijo Kurapika con una mueca.
—Lo es, cuando cambie las cosas no pensaba en ustedes— dijo con sinceridad—. Mi prioridad siempre fue Ori, y siempre lo será— los vio a todos, pero sus ojos se posaron un poco más en Killua—. Pero eso no es excusa por haberlos puesto en peligro.
—Las cosas están hechas— Canary rompió el silencio que se había hecho, la mirada de la chica que siempre estaba llena de furia cuando lo veía ahora solo lucía cansada—. Solo queda confiar en que no volverás a esconder nada— gruñó un poco—. Eres parte de la manada Gon, todos intentaremos ayudarte.
Queda decir que todos en la sala se quedaron pasmados ante la afirmación de la alfa, Killua veía a la chica como si esta hubiera dicho que el cielo era verde.
—Eso no me lo esperaba— como siempre Bisky hablo con un tono divertido, la pelinegra le gruñó rodando los ojos—. Pero Canary tiene razón, además estoy segurísima— vio a Killua con una sonrisa casi maníaca—. Que aunque hubieras querido irte de aquí, alguien no lo hubiera permitido.
La implicación era obvia, por lo que casi al instante sintió sus mejillas arder para sorpresa de todos en la habitación. La rubia abrió los ojos sorprendida recibiendo un golpe de Canary que era la más cercana a ella.
—Am— tragó saliva, evitando ahora la intensa mirada azul—. Solo... Espero que acepten mis disculpas— dijo un poco incómodo ser tan abierto no era lo suyo—. Y estoy abierto a responder cualquier duda que tengan acerca de mi... O de Ori— cerró los ojos como si las palabras fueran difíciles de decirlas—. De la bendición.
Por un momento su mirada busco la de Killua que le sonrió, una cariñosa sonrisa. Misma que se había repetido en sus sueños como un bucle, su corazón palpito con tanta fuerza que espero que que no se escuchara. Killua no lo veía con miedo como llegó a pensar que sería su mirada cuando despertará, no lo miró como en esos sueños horribles que solía tener.
Lo veía con otro tipo de emoción y aceptación. Una que aunque se hubiera repetido mil veces que no necesitaba hizo que se sintiera más aliviado.
¿Qué tipo de sentimiento era este que crecía en su pecho?
Había una extraña sensación en su cabeza, no podía ver nada más que oscuridad y su cuerpo no podía sentir nada más que un euforia que jamás había sentido.
Escuchaba voces que no reconocía y sentía una fuerza en lo más profundo de su pecho que le daba miedo tan siquiera tocarla. Algo estaba creciendo dentro de él, y el miedo de esa oscuridad había comenzado a romperlo.
Se sentía tan solo y con tanto miedo.
¿Donde podía depositar estas emociones? ¿Si abría los ojos quién estaría ahí?
Killua es el verdadero "Tu belleza en realidad nunca me asustó" 🙈
HOLAAA. Lo sé me tardé mucho, pero namas este capítulo no salía JAJAJAJA, lo escribí como tres veces y ni una me gustaba.
En alguna parte de esas revisiones me volví un poco loca y adelante muchas cosas JAJAJAJS a tal punto de que había una conversación así *adjuntó pruebas*
JAJAJAJAJA mientras escribía me estaba matando de la risa, pero luego pensé que no era el momento así que elimine la escena de este capitulo tal vez meta una parecida después. 😸 Y si, es Bisky la que esta molestando.
Solo como comentario, de Killua y su lobo sin tener un interés real en nadie es también por mi headcanon de que Killua es bastante demisexual.
Así que ese lado cachondo solo lo podría sacar con Gon, porque pues lo ama mucho. 🙈
(si, tuve que mandarlo a mi propio chat de WhatsApp para no perderlo xd)
¿Les gustó? 🫣 Amigossss se viene JAJJAJAJ, solo puedo decir eso. Se viene.
Tengo un poco de miedo pq me he leído las reglas de wattpad acerca de las escenas eróticas un montón de veces y en ellas dicen que deben ser mayores de edad y ya JAJAJAJ. Aquí Killua y Gon ya tienen la mayoría de edad, pero incluso así he visto que luego bajan las historias.
Entonces mi duda es que tan explícito debe ser, si no tendré que hacerles un drive JAJAJAJAJAJA.
Entre otras cosas, Canary estara teniendo su desarrollo de personaje de hecho en este arco será muy importante, lo siento para a quienes les cae mal. 😋
⚠️⚠️⚠️
AHORA, pongan atención mis queridos niños y niñas porque hoy habrá clases de omegaverse (el mío). 👩🏻🏫
Quienes ya han leído algún trabajo mío con esta temática sabrá, que la mayoría de celos que me gusta usar a mi no son meramente sexuales. En esta historia en particular, la sociedad ha avanzado tanto que los supresores eliminan en su totalidad el descontrol y las acciones peligrosas en alfas y omegas. Los instintos más primarios y animales.
Por lo que cuando la gente está en celo no busca necesariamente reproducirse o tener sexo (esto solo si llevan una estricta toma de sus respectivos supresores). Sin embargo, no olvidemos que la temporada de celo es precisamente para reproducirse por lo que en esta etapa aunque los medicamentos si aplacan los instintos más alarmantes los demás siguen ahí en menor medida pero ahí están. Y los cuerpos de respectivas castas se preparan para la posibilidad de un embarazo.
En el caso de los omegas: Estarán presentes las ganas de hacer un nido, los pensamientos de un embarazo, que si tengan un libido un mucho más fuerte e intenso, obviamente vienen también los síntomas físicos como los calambres en el vientre, los dolores de que su cuerpo se está preparando para una fututa inseminación. Etc, etc. En caso de que el omega tenga un cachorro pequeño la necesidad de emberazo no será tan fuerte porque sus instintos seguirán muy apegados a ese niño y a que este sobreviva los primeros años de vida.
En los alfas es una necesidad –casi obsesiva– de pasar el tiempo con su pareja o con el omega que ya escogieron como compañero (aunque no lo sean). Hay dolores mentales, pérdida de apetito y su cuerpo también se prepara para complacer.
Los alfas, tienen este instinto de querer complacer cada palabra de su omega o cachorros en esta etapa, mucho más que cuando están fuera del celo.
Sin embargo eso es para alfas normales, en el caso de los dominantes es todo eso pero incrementado al 100% los alfas se vuelven medio loquitos JAJAJAJA y es muy doloroso, aunque ellos pudieran tener una pareja sexual (Ω) si esta persona no fuera dominante sería muy doloroso tanto para los alfas como para el pobre omega.
Ojo esto si hay una relación sexual y si el alfa en cuestión no llevara una estricta toma de sus pastillas. Si el alfa lleva una buena medicación entonces lo máximo que puede llegar a sentir es la pérdida de su omega o de sus cachorros. Buscarán estar todo el tiempo pegados a ellos y el libido bajara un poco. Su mente pasará de reproducete a protege.
Killua esta en grandes problemas porque no 1. No ha tomado su medicación 2. Su omega destinado está ahí con él, todos esos instintos van a salir a la luz.
JAJAJAJAJAJ, igual este hombre está teniendo problemas con su celo por lo que no esperen que explote pronto. Pero al estar en ese lapso de tiempo si esperen ver actitudes un poco muy alfas.
(no quiero decir que va a ver algún tipo de abuso, nada de eso. Todo será consciente y amoroso)
Ahora el tema de los aromas. En la imagen Bisky habla del aroma de Killua "como si hubiera terminado de tener sexo" y esto es 50/50. Killua olía a un alfa que acaba de estar con su omega en un estado de completa relajación, es como el aftercare solo que sin lo sexual.
Pero el aroma del alfa se vuelve tan dulce y posesivo que se puede confundir con que acaba de terminar una buena sesión de amor. Pero no, la diferencia radica en el aroma de la pasión/lujuria, el aroma de Killua en esa escena era más brillante, cariñoso si hubiera tenido sexo el aroma hubiera sido más sofocante para Bisky y hubiera tenido ese toque espeso de la lujuria.
Esa es la diferencia, pero si alguien lo hubiera olido así de la nada hubiera terminado pensado que si había tenido sexo. Es una ligera diferencia que a veces no es notable.
Lo quería aclarar porque bueno... 😋🫣🙈
AHORA USUJAAJ (con esto termino lo juro)
Vi que muchos en los comentarios pasados, cuando a Killua le decían que "Gon lo llamaba cuando estaba en celo" los veía a ustedes así como "no es el momento"
Y si, fue error mío no haber aclarado antes.
Gon no llamaba a Killua para aparearse. Al estar en un celo puro y donde su cuerpo estaba herido al punto de morir. Estaba en su momento más frágil por lo que su cuerpo no pensaba mucho en quedarse preñado si no en el sentido de protección que sabía Killua podía darle. (no olviden que el celo no viene solo con la lujuria del momento si no con la protección que te brinda tu alfa en tu momento más débil).
No dejaban que Killua se acercara por miedo de que este pudiera cometer una estupidez. Pero el lobo de Killua no lo hubiera permitido, Gon olía a tanta desesperación y dolor que su alfa no se hubiera perdonado causarle más daño.
Aunque no lo crean. Tanto Killua y su alfa tienen mucho autocontrol. Mucho más por el tipo de entretenimiento que tuvieron que vivir.
⚠️⚠️⚠️
Fin del apartado informativo, si tienen más preguntas de verdad no duden en hacerlas. ❤️
Espero tengan un excelente fin de semana, Soulmate esta a nada de regresar jijiji.
Yyyy solo como aviso, es muy probable que si suba alguna cosa Akaren. Tengo ya dos one-shot a terminar por lo que si les gusta el ship estén atentos. 🙈
Sin nada más que comentar, nos leemos la siguiente actu. Cuídense mucho y tomen agua. ❤️
Bye bye.
-Annie ☾-
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