
𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐈𝐈𝐈
𝟑: 𝐘𝐚𝐦𝐚𝐭𝐚𝐢.
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Las pesadillas lo despertaron por completo, tenía sudor por su rostro y la presión en el pecho lo levantó con rapidez, tallando su rostro miro a los demás con preocupación; seguían durmiendo decidió hacer un poco de guardia por lo que poniéndose su capa y viendo que el cielo poco a poco se iluminaba se levantó. Realmente el lugar de día no era tan escalofriante como lo era de noche además el clima había mejorado bastante, se sentó en una piedra mirando los bosques que estaban algo alejados.
—¿Todo bien?— la voz de Kurapika se escuchó detrás de él, lo miro asintiendo cosa que no convenció al rubio más no dijo nada sentándose a su lado.
—Sabes, hay algo en este lugar que no me gusta— contestó sin mirarlo—. Llámame loco, pero, hay algo que me tiene intranquilo.
—Yo también lo siento— asintió el rubio, sonaba a una completa locura pero no podía dejar de pensar que este lugar guardaba algo. Incluso ayer mirando los pueblos vecinos, era tan extraño ver qué Yamatai la capital de uno de los reinos potencia no tuviera tanta tecnología como había creído. Incluso pensaba que era más rural.
Místico incluso podría decir. Las casas eran de colores rojos y cafés, le parecían preciosas con esas formas rectangulares y esas curvas que las hacían ver elegantes e imponentes. Había notado que muchas de las puertas tenían estampados de flores o animales.
Diferentes a los edificios de Casiopea, que eran grandes hechos de cementos y dónde las grandes ciudades estaban enriquecidas de tecnología.
—Estaremos bien, Killua— sonrió—. Lograremos la misión.
—Realmente espero eso.
—Volvamos con los demás— el omega le dió un golpe amistoso a su brazo levantándose de la piedra—. Debemos organizarnos.
Con un asentimiento se levantó caminando alado del rubio, al llegar al campamento vieron que Alluka y Bisky intentaban hacer un desayuno rápido, Leorio seguía acostado leyendo un libro mientras que Canary junto a Zushi hablaban viendo unos mapas.
—He decidido como nos moveremos— dijo Killua acercándose al grupo teniendo la atención de sus compañeros—. Les diré y si les parece empezaremos con lo demás.
Su plan era sencillo. Zushi, Alluka irían al monte dragón, según Basilius el lugar era alto muy alto y estaba a varios kilómetros del palacio allí podrían tener vista de todo el lugar pudiendo avisar de cualquier anomalía a los demás, también al ser un lugar alto podrían poner su antena de radio e igual podrían usar el telégrafo sin preocupaciones.
El alcance sería perfecto para que Leorio lo escuchará y pudiera avisarles a los demás. Killua, Bisky, Kurapika y Canary se encargarían de estudiar el entorno, de conseguir información con los alias que Basilius les había conseguido para encontrar la mejor oportunidad. Una vez explicado el plan Canary sonrió.
—Me parece bien— Kurapika dijo asintiendo.
—Cuando todo termine, todos nos encontraremos aquí— Killua los vio a todos con seriedad—. Si las cosas llegan a salir mal este será nuestro punto de encuentro, tendrán una hora y media para poder regresar una vez que los objetos sean nuestros.
—¿Cómo sabremos que todo salió bien?— preguntó Alluka.
—Leorio hará sonar una canción, "London bridge falling down"— el albino explicó sacando una mini grabadora con la que empezó a reproducir la canción infantil—. No hablaremos literal, siempre será con un código esperamos que nuestra red no sea escuchada pero, por si las dudas somos una familia de una cadena de panaderías.
—¿Panaderías?— preguntó Bisky con una sonrisa burlona—. ¿Te llamaras biscocho 69?
Al escuchar el chiste Alluka quiso reírse guardando el impulso con una mano sobre su boca y los labios apretados.
—Ja, ja, ja— fingió Killua reírse—. Basilius dijo que no era extraño que muchas familias con comercios se comunicaran a larga distancia de esta forma— de una de sus bolsas saco una llave, mostrándola a todos—. De hecho nos prestó la llave de uno de sus negocios.
—¿Basilius es panadero?— la pregunta por parte de Leorio tenía un tinte de completa estupefacción y burla—. Porqué sinceramente ese hombre no da unos aires a un panadero bonachón.
—Según lo que me dijo él no lo es— alzó los hombros sin interes—. La panadería era de alguien importante, que la dejo a su nombre.
—Entonces ¿seremos panaderos?— preguntó Kurapika algo divertido con la situación.
—En realidad yo y Canary seremos una pareja de panaderos— le aventó a la morena una identificación falsa—. Bisky estará de cargadera para el palacio y Kurapika— el chico le vió algo preocupado—. Estarás dentro del palacio.
—¿Qué?— Leorio fue el primero en preocuparse viendo a Kurapika sorprendido.
—Serás nuestros ojos y oídos dentro del palacio, trabajarás en la parte más externa del palacio como empleado de limpieza— el albino le entrego una credencial—. Basilius dijo que fue la más difícil de conseguir y editar.
—¿Cómo es que ese hombre consiguió estás identificaciones?— preguntó Bisky realmente interesada y sorprendida.
—Me contó que esto entraba en el contrato que hizo con Hisoka— suspiró al pensar que este golpe ya lo tenían planeado por bastante tiempo—. Por lo que sé Basilius también es contrabandista.
—¿De verdad?— Alluka se veía realmente sorprendida.
—Si, dijo que hay muchas cosas que el reino no deja que se vendan así que se las queda y las vende de forma ilegal.
—Este lugar da escalofríos— exclamó Leorio abrazándose así mismo.
—Lo es— Alluka contestó pensativa—. Jingū me advirtió que tuvieramos mucho cuidado con absolutamente todos. Dice que las personas a la mínima sospecha que tengan sobre ti te delatan.
—Si, lo mismo me dijo Basilius— concordó con su hermana—. Por eso tienen que aprender sus roles, no equivocarse con las palabras, ser inteligentes.
—Nos hemos hecho pasar por muchas personas— dijo Kurapika sonriendo—. Esto será sencillo.
—Me apena decirte que eres nuestra llave para conocer el palacio— su mirada azul paso a Bisky—. Y tu tienes que reportar todo lo que veas de las afueras del reino, entradas, todo.
—Lo sé— dijo la rubia leyendo las hojas—. No te preocupes haré mi trabajo.
—Partiran esta misma mañana, tienen que informar todo por la noche— el albino suspiro—. Recuerden somos familia y amigos, no salgan de ese rol. Leorio será quien nos comunique todo.
—Bien— el de anteojos sonrió—. Es pan comido, jefe.
Ignorando por completo el apodo les sonrió:—Prepárense. Es hora.
Su mente aún repasaba las horas que estuvo de madrugada por el bosque, al inicio creyó que eran protectores pero luego de verlos bien eran simples personas.
Si no fuera porqué hablaban como si desconocieran el ritual del eclipse.
¿Eran espías?
No había un ataque desde lo de Ara, era imposible que ahora hubiera otro. No serían tan estúpidos si fueran los mismos que atacaron las vez pasada.
A veces se preguntaba por qué teniendo el poder de acabar con ese territorio no hacían nada. Siempre le pareció curioso y sospechoso que incluso cuando se preguntaba a las maiko o a la madre superior los único que contestaban era "problemas políticos que no tienen porqué saber". Xanadú era un misterio, no solo para los omegas si no también para todo el territorio de Slunce. Eran casi un tabú, el gobierno lo único que explicaba de ellos era tan reduccionista. Ellos solo eran terroristas y aunque si lo eran, tampoco ayudaban a qué la gente no se asustara por tener a esos terroristas literalmente alado.
Aventó una pelota al techo que rebotó y cayó en su mano, se mordió su labio con impaciencia. Algo iba mal...
Dió un brinco en su cama cuando la puerta fue tocada, rodando los ojos se levantó para abrirla. Afuera estaba Idril con una sonrisa incómoda.
—¿Pasa algo?— preguntó curioso.
—La sacerdotisa quiere que seas un bailarín principal para el festival del eclipse— dijo con rapidez trabandose en algunas palabras, el rostro de Gon paso de serio a perplejo.
—Es una broma.
—No no lo es— nego con la cabeza varias veces.
—No voy a aceptar eso, se supone que tengo el día libre— salió del cuarto cerrando con fuerza y empezando a caminar con urgencia a la oficina de la mujer Idril iba detrás de él hablando cosas que sinceramente no escuchaba.
—Espera Gon— al estar casi por entrar la chica lo tomó de la muñeca—. No creo que sea buena idea que te niegues.
—¿Estas bromeando cierto? ¡Esos dos días eran míos!— el enojo circulaba por todo su cuerpo—. Que se joda.
—¡Gon!— la chica lo miro sorprendida—. Maldecir es malo.
—Espérame aquí— dijo el omega entrando a la oficina donde la anciana se encontraba sentada viendo algunos papeles—. Madre superior.
—Oh, Gon— la mujer lo vio por un segundo para luego bajar su mirada de nuevo a los papeles—. Precisamente iba a pedir que te buscaran— levantando la mirada con una sonrisa preguntó—. ¿Qué tal las lecciones?
—No puedo estar en el baile— sin rodeos lo dijo—. Usted dijo que tendría dos días de descanso.
—Yo dije que podrías o no tenerlos. Jamás fue una afirmación.
—Eso es una mentira, usted dijo que los tenía— no podía perder ese día, no ese.
—Gon, haz trabajado muy duro durante este año— sonrió—. Dos días más no te harán mal.
—No puedo hacerlo.
—¿Así?— la mujer sonrió desconcertada—. ¿Por qué no?
—Porqué...
—Te recuerdo que una de tus sentencias fue trabajar más horas para el palacio— Gon frunció el ceño apretando los labios—. Mira Gon, has decepcionado no solo a nuestra Diosa si no a todo el reino, lo menos que puedes hacer es esto— señaló con una de sus manos. La furia comenzó a brotar por cada poro del cuerpo de Gon, sentía que su sangre hervía por cada vena.
—¿Yo los decepcioné?— Gon sonrió con sorna—. No fui yo quien me obligó a asesinar a una persona.
—Un criminal Gon— la mujer frunció el ceño y mirándolo con frialdad fue levantándose de la silla—. Asesinaste a un criminal.
—¡No era un criminal!— gritó con enojo, sorprendiendo a la mujer quien lo vio con advertencia.
—Mira como te lavo el cerebro— la anciana lo vio con lástima—. Pudiste ser una muy buena opción para rey— nego con la cabeza dando un suspiro triste—. Pero mira, humillado y sin bendición es una verdadera pena.
Gon dió una risita burlona:—No podría importarme menos.
—Cuida tus palabras niño— la mujer le advirtió con los puños cerrados en furia.
—¿Por qué debería? ¿Para darle el gusto a un reino que no ha hecho nada por mi?— cuando olió el olor de la furia pura invadiendo toda la habitación sonrió por dentro, era justo lo que quería.
Las especias de la mujer lo señalaban con violencia, sin embargo no podía importarle menos. Él era un omega dominante las feromonas violentas de otros omegas no le generaban nada.
—Será mejor que te calles.
—No quiero— le sonrió—. Ya no más, ya no me callaré ante su hipocresía e injusticia.
Los ojos de la anciana se abrieron ofendidos y llenos de odio, la mujer camino con rapidez hacía él cuando lo alcanzó le dió una cachetada con la mano repleta de energía dorada, su boca se llenó de inmediato del sabor a hierro. Con la cabeza volteada sonrió.
—No ya no participaras en la danza— su voz temblaba del coraje—. Vas a pasar dos semanas en los calabozos a ver si así aprendes.
—Como quiera, madre superior.
Al ver su altenería la anciana se enojo aún más, salió de la oficina gritando que se lo llevarán a los calabozos Idril lo miro espantada sus ojos llenos de pánico ante la idea de que de nuevo vea a si amigo sufrir.
Esa misma noche, el joven Mao Zhang había entrado a trabajar.
El matrimonio Wu se encontraba en la panadería, arreglando los panes que habían llegado la semana pasada. Listos para cuidar la panadería en lo que los verdaderos encargados llegaban.
—El pan huele bien— dijo Canary.
—Demasiado bien— concordó el albino dando una sonrisa a la morena que casi la sonrojaba—. Mañana tendrás que tener los ojos bien abiertos, debemos saber todo los preparativos para el día del eclipse.
La chica le sonrió:— Tranquilo Killua, haré mi mejor trabajo.
En el monte dragón, Zushi y Alluka ya habían instalado los radios y las ondas, habían intentado encontrar la línea en la que se comunicaba el palacio o la policía. Cualquiera de las dos funcionaba.
No fue hasta de madrugada que una de las radios empezó a sonar, Alluka se levantó con rapidez despertando al moreno que con torpeza se ponía sus lentes.
—Palm estará muy decepcionada— era una voz de un hombre—. Gon se salió de control.
—Pudo haber sido un grandioso líder, lástima que el traidor lo llevo por el mal camino— otra mujer contestó, Alluka miro a Zushi desconcertada un traidor—. La reina está muy triste.
—Bueno, después de todo creyó que Aziz era un buen alfa. No la culpo.
—¡No digas su nombre idiota!
—Nadie nos está escuchando, tranquila— el hombre dijo con un tono divertido—. ¿Ves algo?
—Nada, la reina está un poco paranoica.
—Un poco— un silenció—. No salgas de la frecuencia, daré anuncio. Aquí torre alfa 1 y 2 en el frente no hay movimiento, todo está tranquilo.
Alluka tomo un plumón y rodeo un par de lugares del boceto del palacio que Basilius les había dado.
—Entendido alfa, reportense dentro de 30 minutos— fue una voz de una mujer—. Tengan cuidado.
—Lo tendremos, salimos de la frecuencia— se escuchó un suspiro—. ¿Estás lista para el eclipse?
—Pasare la tarde con mi esposo e hijos— dijo la mujer—. ¿Tu?
—Me tocó cuidar el palacio— se escuchaba irritado—. Tuviste suerte.
—¿Escuchaste que Yanli se lastimó en el entrenamiento con los protectores?
—Que idiota.
Alluka y Zushi dejaron de prestar atención cuando los dos guardias comenzaron a hablar de cosas triviales.
—¿Qué hora es?— preguntó Zushi.
—Las tres de la madrugada— dijo la chica tallando sus ojos.
—Deben hacer dos turnos— el moreno tomo un papel y escribió algunas cosas—. Estemos atentos.
—Okey— sonrió la pelinegra—. ¿Deberíamos avisarles?
—No, cuando tengamos información más importante nos comunicamos.
Para el día siguiente Canary había salido al mercado para comprar algunos ingredientes que faltaban en la panadería, la ciudad era preciosa. Notó que habían varios pequeños templos con bastantes ofrendas incluso esculturas preciosas de su Diosa o la ahora conocida reina Himiko.
Igualmente había escuchado a algunas personas hablar en otro dialecto. Los kimonos y hanfus eran lo que más habitual junto a la ropa menos llamativa, al menos aquí veía que las mujeres podían decidir llevar pantalón sin ser mal vistas. En su país, seguía siendo bastante tabú ver a una mujer sin vestido o falda había una pequeña distinción al ser alfa aún así odiaba ver cómo criticaban a aquellas betas u omegas que decidían usar un pantalón.
Observando los carteles, notó que la gran mayoría de ellos tenían el idoma elastial como principal y otro que suponía era el idioma madre de este reino. Buscando con la mirada encontró el local que buscaba, una mujer de ojos rasgados y piel morena le vio con una sonrisa.
—Buenos días— sonrió, la mujer le regreso el gesto—. ¿Me podría dar estos ingredientes?
—Por supuesto linda— la anciana comenzó a guardar los ramos y pequeños sobres de las especies en una canasta—. No eres de por aquí, ¿verdad?
—Vengo de las islas del sur— contestó con naturalidad.
—Ya decía yo— dió una risita—. Tu rostro no me era familiar— guardo algunas más y pesando la canasta en la báscula siguió—. ¿Vienes de visita?
—Cuido la panadería de mis cuñados— muchas veces fingió ser alguien que no era por las misiones, pero siempre en la que fingía ser una mujer normal con una familia se le hacía tan raro. Era una vida que aunque quisiera tener sabía no tendría.
—Ya veo— sonrió entregando la canasta—. Son 35 lua— entregando el dinero la señora dió una mirada al pasillo del mercado, un grupo de betas colocaban las banderas y las decoraciones para el festival—. ¿Irás al eclipse?
—Por supuesto— sonrió regresando también la mirada a la mujer.
—Verás lo bonito que será. No hay nada mejor que recibir la bendición alado de nuestra reina— sonrió la mujer.
—Me imagino— viendo el reloj en el estante de atrás de la señora hablo con un tono apresurado—. Muchas gracias, me tengo que ir.
—Disfruta tu estadía aquí, niña.
Canary asintió caminando a la panadería poniendo atención a las pláticas de las personas que pasaban por ahí, vio a dos mujeres con túnicas negras y bordado dorado, veían a los alrededores con seriedad la mayoría de la gente ni siquiera las miraba.
¿Oficiales? Sin embargo en el muelle habían varias personas con un uniforme que se parecía más al de uno.
Levantando la mirada al cielo despejado imploró para que sus amigos estuvieran bien.
Dentro del palacio Kurapika había sido llevado a unos cuartos, veía a varios adolescentes y jóvenes ir de un lado a otro con libros y lo que parecía ser instrumentos de defensa sinceramente más que un palacio ostentoso parecía un edificio de pequeñísimos departamentos como los que habían en las instituciones de Casiopea.
Analizando a los mismos chicos y chicas tomando en cuenta que los aromas eran nulos deducía que todos eran omegas. ¿Por qué habían tantos omegas dentro del palacio? Tomando su cubeta y llevándola al pozo se fijó en las entradas.
El palacio tenía varias secciones está era una de las exteriores. Suponía que la familia real y la misma reina estaban en otro lugar si su deducción era cierta el templo estaría cerca de esa parte del palacio. Que raro era este palacio, si en verdad eran omegas ¿por qué parecían vivir en el palacio?
Recordó las palabras de Basilius, los omegas no caminaban por la calles. ¿Entonces todos estaban aquí? Era imposible.
—Hey, te necesitan en los baños— la orden amable lo hizo salir de sus pensamientos, sonriendo asintió yendo a dónde la mujer de ojos rasgados y piel morena le señalaba.
—Gracias— dijo antes de irse.
Su instinto le decía que tuviera mucho cuidado, no confiaba del todo de este lugar a pesar de que se viera tan mágico y hermoso.
Tratando de controlar sus emociones se dispuso a analizar lo más que podía para así encontrar la forma perfecta en la que sus amigos y él se infiltrarían.
Holaaaaa. ¿Cómo están?
¿Tuvieron/tienen unas excelentes vacaciones?
Las mías fueron buenas, akdkskks no lo he dicho por aquí pero soy bastante fan de los videojuegos y precisamente estos días estuve jugando el remake del resident evil 4 y fuaaa que gran juego. Aún no lo termino ajajja pero ya es un 9.5/10 para mí. ¿Ustedes juegan videojuegos?
Ahora la historia, los días en el mar y sobre todo algunas situaciones que viví en un restaurante me hicieron tener una revelación ajjskssk que más adelante leerán.
De igual forma este capítulo no me gustaría llamarlo de "relleno" siento que no lo es, pero, si es uno que necesitaba escribir para que les de más contexto de este reino.
Para que se den una idea más explícita, digamos que Slunce tiene una estética total en oriente. Las casas, las personas, los hombres es algo más oriental pero claro no puedo llamarlo orientales porque en esta historia no existen esas razas por decirlo de una forma JAJAJAJ.
Igual que Casiopea es un país más occidental. Por ello el cambio, mientras que Casiopea es muy tecnológico, Slunce busco la forma de que la tecnología no comiera la forma tradicional del reino.
Ellos son tecnológicos más no se quieren ver cómo un reino tecnológico.
Aunque no olviden que aquí la mayoría de cosas son echas por el acero y hierro. Más adelante hablaré de esto también ajskajsb.
Espero entenderme. 😭
Con toda esta información ya dicha, espero que se encuentren bien. Los quiero y nos seguimos leyendo.
Bye bye. 💗
-Annie ☾-
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