𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐈𝐈
𝟐: 𝐎𝐫𝐢.
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—¿Cuál es la regla número uno del palacio? —la anciana pregunto en voz alta, quiso rodar los ojos al saber que esa mujer quería que contestara él.
Una de sus compañeras, de piel tan blanca como la nieve y cabellos rubios preciosos alzó la mano, a lo que la sacerdotisa acepto que hablara:—Que previamente avisemos cuando será nuestro celo— la chica dejo ambas manos juntas frente a ella en la mesa con una sonrisa. Gon aceptaba que era una de las mujeres más preciosas del palacio, pero, era una presumida que le caía tan mal. Sakura le dió una última mirada a la anciana que comenzó a hablar.
—Exacto, chicos estas reglas se hicieron por algo— con su bastón golpeó levemente su escritorio dándole una mirada llena de reproche—. Y ese algo es ayudarlos. Por eso deben seguirlas al pie de la letra.
—Oh vamos, Gon siempre ha hecho las cosas bien— una de las mejores amistades que pudo conseguir en este lugar hablo, cabello verde, ojos rojos y piel blanca—. Solo fue un pequeño fallo.
—Que casi le cuesta la vida Idril— la anciana la miro ahora con seriedad—Si no fuera porque tú entraste a su habitación incluso después del toque de queda— su amiga rodó los ojos suspirando—. Él hubiera sufrido demasiado.
—No volverá a pasar— contestó con una mueca, enojado aunque su rostro no dejo que esa emoción se viera.
—Pues no, espero que no— la anciana dió un suspiro largo mirando a todos en el salón—. Los omegas dominantes son diferentes en gran medida a los omegas, su celo es el doble de doloroso y si su bendición es inestable su cuerpo lo será aún más en un momento de debilidad— ya no lo miraba solo a él, aunque sabía que todo esté sermón se lo estaba dando a él indirectamente—. Cuídense chicos, chicas. Pueden seguir con su rutina.
La mayoría de omegas que estaban en la habitación eran de un rango de edad parecido. 18 a 20 años, rodó los ojos al saber que se tenía que quedar para recibir su castigo. Sakura, la omega linda paso por su banca con una expresión llena de fastidio a su lado caminaba uno de sus amigos; con toda la intención la muchacha hablo en voz alta:—Que perdida de tiempo venir por los estúpidos errores de otros.
Gon no hizo nada, dejo que lo dijera no entendía porque Sakura lo odiaba y tampoco es que hiciera mucho para entenderlo. Era una hipócrita siempre creyéndose la mejor aún cuando se la pasaba maldiciendo. Idril a su lado la miro con una expresión furiosa lista para defenderlo.
—Cálmate Idril, no vale la pena— la chica a regañadientes se sentó, no sabía si Sakura lo había escuchado. Esa chica peleaba solita, porque él nunca le ha dado indicios de una, lo deja pasar porque le va y le viene.
—Gon, pasa— la voz ronca y vieja de la mujer lo hizo voltear, con un movimiento de mano hizo que su amiga lo esperara afuera del salón. Entro a la habitación, la mujer estaba sentada en un precioso escritorio de madera con tallado en relieves de flores—. No quise regañarte tanto por tu condición— sus emociones se volvieron violentas al escuchar tal afirmación tonta, ¿por qué todos pretendían conocer cómo se sentía?—. Pero, no puedo hacer vista gorda y dejarte así como así— asintió sin hablar—. Tendrás dos días de castigo, pensarás en lo que hiciste y ayudarás con las decoraciones del enlace. ¿Entendido?
—Entendido— contestó con voz monótona—. ¿Puedo irme ya?
—Puedes hacerlo— la mujer le sonrió dejando ver las arrugas en las comisuras de sus labios y unos pequeños agujeros en sus mejillas, su mirada paso a la joya azul que tenía la anciana en su frente, sin decir nadamás salió de ahí.
Al salir del salón se encontró con Idril tallando una madera con un cuchillo al verlo sonrió guardando ambos objetos en una pequeña bolsa de tela amarrada a su cintura:—¿A detención?
—Sip— comenzó a caminar, hombro a hombro. La chica dió una risita divertida.
—Me lo imaginaba, la sacerdotisa no me castigo más porque fui quién te salvo— hizo comillas con su dedos—. Pero ajá, te acompañaré con tu castigo— la chica explico con una sonrisa, el moreno retuvo el fantasma de una sonrisa—. Eso hacen los amigos.
—No hace falta, ya tienes tus propios castigos Idril.
—Sera más divertido verte a ti decorando que hacer el vestido de novia con la hueca de Sakura— rodó los ojos y con voz chillona comenzó a hablar—. "No así no lo hagas, ¿no te enseñaron a hacer un bordado tan sencillo?, ¡Oh! Lo olvide eres así de estúpida"— quiso reír ante la imitación pero al escuchar la última oración se enojo un poco—. Que nuestra Diosa me perdone, pero como la odio.
—¿De verdad te dijo eso?— le miro con seriedad.
—No te preocupes, le dejé bien en claro que conmigo no se debe meter— alzó su brazo mostrando sus músculos con una sonrisa satisfactoria—. Podré no ser la más lista, pero soy mucho más fuerte que ella.
—Hazla comer polvo— dijo con una risita divertida.
—No me lo tienes que decir dos veces amigo— caminaron juntos por los estanques de neufares, este era uno de sus lugares favoritos dentro de la escuela—. Oye, sé que no te gusta hablar del tema... Pero, ¿todo bien con tu...?
—Estoy bien— le sonrió para tranquilizarla, algo que amaba de Idril es que sabía leer entre líneas jamás preguntaría si lo veía triste o enojado, callaría y en el mejor momento indagaría. Ha sido la única que entiende el tema de su "bendición" no lo juzga, no lo apresura—. Sinceramente espero que no vuelva— se agachó en uno de los riachuelos y metió sus dedos jugando con el agua de lado a lado. Varios peces Koi¹ nadaron alejándose de sus dedos otros más curiosos se animaban a nada alrededor de ellos.
—Lo que esperes de ellos es lo mejor Gon— la chica de preciosos ojos rubí le dió una sonrisa cariñosa—. Nadie mejor que tú conoce tu bendición y si es así entonces es lo mejor.
Ahí, ambos hincados alrededor del agua y de los preciosos neufares Gon se dió el lujo de dejar de mostrar su faceta neutra, abrazo a su amiga con tanto cariño que hizo que la chica le abrazara de vuelta.
—Oh mi pequeño Gon— la chica sonrió al ver el rostro de su amigo lleno de felicidad—. Sonreír más no te haría un mal, he.
Negó con la cabeza levantándose y ayudando a su amiga a hacerlo:—Vamos, no quiero ser castigado de nuevo.
Ambos chicos llegaron a detención, el salón tenía una fachada común japonesa, del techo salía un camino de humo. Los dos entraron viendo a una chica hornear pastelillos occidentales. La mirada del moreno se suavizo de inmediato al verla tan alegre.
—¡Oh, Gon! Me dijeron que me ayudarías— la chica de cabellos azulados lo vio con una sonrisa emocionada—. También me dijeron que tú no deberías estar aquí Idril y que fueras a tu sección.
—Esa anciana— gruño su amiga—. Me tendré que ir, nos vemos al rato Gon. ¡Adiós Neon!— a esta última le guiño el ojo agitando su mano izquierda.
—¿En qué te ayudo?— preguntó el moreno entrando en la habitación viendo varias linternas de papel algunas con dibujos, otras sin ellos y un par más con dibujos incompletos, papel de colores tirados por todo el suelo y cuencos llenos de pintura.
—A pintar— sonrió la chica decorando los pastelillos—. He visto tus nuevos murales son preciosos.
—No es para tanto— dijo sin darle importancia a su talento, camino hasta las lámparas; algunas tenían árboles de Sakura pintados, otras un delgado hilo rojo y otras más un conejo abrazando una media luna. Eran buenos dibujos—. Mi tía dibujaba mejor.
—¿Así?— la muchacha indagó interesada. En sus años de amistad muy pocas veces le había hablado a Neon sobre su tía, la única que supo bastante de ella fue Ara.
—En nuestro pueblo ella hacía los más hermosos murales— respondió tomando un pincel para luego llenarlo de pintura negra y comenzar a hacer líneas precisas sobre el papel—. Ella me enseñó lo que sé.
—Suena a qué es una mujer maravillosa.
—Lo es— sonrió con nostalgia—. ¿Por qué estás en detención?— quiso decir "de nuevo" pero tampoco quería verse muy intrusivo después de años de no hablarse y solo mirarse entre las clases con sonrisas incómodas.
Gon conocía a esta chica de personalidad extravagante y un poco caprichosa. Siempre con vestidos infantiles y peinados que a las madres superiores les molestaba, la verdad jamás era una sorpresa verla en detención ya que desde que la conoce la chica fue un torbellino. Tanto en la escuela como en su vida, fue complicada su amistad después de que él despertó la bendición.
—Bueno... — dió una risita divertida—. Dije que era injusta la forma en la que se escogía a una reina o rey.
—Oh— en serio se sorprendía por la estupidez o valentía de esta chica. Si críticas el sistema de estudio de "La casa de las flores" es como si criticaras a la misma Hanako peor aún a Měsíc.
—Lo sé, debiste ver la cara de la sacerdotisa madre cuando la Sra. Lux le dijo— tenía una sonrisa satisfecha en su rostro—. Aunque dije la verdad, jamás pueden hacer que me retracte de algo que ya dije.
—¿Por qué piensas tener la razón?
—Por lógica— la chica se sentó en el suelo y lo miro como en los viejos tiempos—. Los omegas que han sido reyes o reinas siempre han sido solis² eso ya genera una selectividad dentro de la monarquía que se supone "no hay"— hizo comillas con las manos—. Ahora piensa, ¿quienes son los postulados a rey o reina?
—Solis
—Exacto, ¿a quienes entrenan para ser un rey o una reina?
—Solis
—¡Exacto! Se supone que "todo aquel con la bendición de ser un buen líder, un guerrero sabio y poseer un corazón noble puede gobernar" la misma frase de Hanako jamás ordena que debe ser un solis de a fuerzas, pero, la reina Nagisa y las madres superiores son tan necias que no entienden mi punto que, como ya dije tiene lógica— la chica dió un suspiro largo, se cruzó de brazos y puso un puchero bastante tierno.
—¿Quieres ser reina?— le preguntó curioso, la chica nego pero Gon pudo ver sus ojos brillar en ilusión. Además no olvidaba todas las noches en las que de niños Neon hablaba de como sería una reina una vez que su bendición se hiciera presente.
—No lo sé. La gente cree que ser monarca es fácil, pero, no lo es. Estás cargando en tu espalda el peso de mantener o subir una economía, de tratos con otros reinos, de respetar tu cultura y religión, cuidar a tu pueblo y en el caso de nuestro reino guardar el secreto de nuestros solis— con sus dedos pálidos fue enumerando cada una de sus razones—. Solo quiero que el reino sea más justo, no creo que un leuks³ tenga la posibilidad de ser un monarca al menos de aquí en unos años.
—Definitivamente tienes una idea para que eso ocurra— dijo Gon bastante encantado con la conversación.
—Si podemos hacer que tan siquiera un leuks sea entrenado y postulado como monarca— sonrió con ilusión demasiada de hecho—. Solo es cuestión de tiempo para que un leuks gobierne.
—Es una idea visionaria.
—¡Es una de las mejores ideas que tengo para el reino!—grito extasiada, llevó sus manos a sus labios tapando su boca—Oh, lo siento— dió una risa nerviosa—. Por lo general no puedo decir lo que pienso si no quiero que me vean como una loca y hereje.
—Solo tienen la mente muy cerrada.
—Y se excusan diciendo que es la palabra de Měsíc y Himiko— rodó los ojos—. No es que no crea en la palabra de nuestra Diosa si no que estoy segura que si ella mando a nuestra madre Himiko para que los omegas sean escuchados, ¿por qué entre nosotros tenemos que silenciarnos?
—Me gusta como piensas— le sonrió tomando otro pincel con un color rosa. Siempre le habían gustado sus ideas "locas".
—Y no es lo único—la chica le sonrió, tomo unas banderas y con resistol comenzó a decorarlas—. Pienso que tanto omegas y alfas deben tener un contacto más extenso.
—¿Cómo es eso?—preguntó Gon curioso, porque aunque tenga bastante contacto con un alfa –que no es su hermano, padre o pareja– si que tendría algo de rechazo por estar con la casta.
—Aunque estoy de acuerdo con que tenemos que cuidarnos de los alfas yo creo que hay muchos allá afuera que no son malos— puso lentejuelas doradas alrededor—. Seguimos siendo un reino, y como tal debemos unirlos también. No quitarle a sus hijos a los 12 años y decirles que se olviden de ellos.
—Estoy totalmente de acuerdo con eso.
—Además— miro al rededor incluso se salió del salón para ver si habían personas al rededor del mismo—. Las leyes que siguen rigiendo están generando pequeños revuelos en algunos pueblos.
—¿De verdad?— lo miro sorprendido, ¿cómo sabía ella?—. Espera, ¿cómo sabes?
—Tal vez estuve escuchando una conversación entre la reina Nagisa y el protector Ame.
—¿En serio?— le miro con los ojos abiertos—. Estás loca.
—No fue porque quisiera tonto— la chica bajo aún más la voz haciendo que el moreno se acercará a ella—. Hubo una noche en que tuve que dejar varios libros a la biblioteca del palacio, entre sin mucho cuidado pero luego de caminar un poco los escuché hablar— hizo una pausa—. Dijeron que en las islas del sur habían varios disturbios por los alfas, fue un intento de rebelión.
—Eso es malo— el moreno pensó en todas las posibilidades, cuando el pueblo esta furioso puede cometer muchas estupideces pero también pueden hacer lo que sea para cumplir su objetivo—. Mucho de hecho.
—Lo sé, peor fue cuando me enteré que para detenerlos asesinaron a aquellos que comenzaron esa pequeña rebelión.
—Mierda.
—Sinceramente era cuestión de tiempo, quitarles a sus hijos para nunca verlos— su mirada fue triste, la chica delineo la marca que había en su mano derecha—. Asesinar a quienes solo quieren pasar más tiempo con sus hijos, es... Para cansarse y la gente lo está haciendo.
—¿Crees que si logran tener una rebelión más grande puedan...?
—No, lo que ellos no saben es que en verdad existen los hijos del sol, los protectores y los guardianes— dió un suspiro—. Por mucho que tengan buenos guerreros y estrategas, una guerra civil no pintaría bien para ellos.
Una guerra civil.
Por un momento su mente se prendió, la imagen de su niño cruzo por su mente y buscando respuestas pregunto.
—Neon eres la mujer más inteligente que conozco— dijo, sintiendo aquellas palabras la verdad más grande que podría salir de sus labios. La muchacha sonrió con suficiencia, Gon sonrió—. Hay un tema que tengo en mi mente pero que si lo expresó en voz alta la sacerdotisa me castigará con otra cosa.
—Oh— sonrió pícara—. Me interesa suelta la sopa.
—¿Crees que hayan alfas con la bendición?—preguntó viendo la expresión de la chica. Una que pasó de interés a neutralidad.
—No lo sé, yo también me lo he preguntado... Pero, luego pienso que la bendición se supone que fue para que los omegas se liberarán de la opresión de los alfas— la chica puso un dedo en su mentón mirando al techo del salón.
—Pero sin pensar en la religión, o bueno en ella— dijo el chico, porque esa fue la idea que ayer se le vino a la mente. Y en las seis días en que estuvo encerrado pasando su celo fue el tema que al que más recurría.
—Puede ser, digo hay un 50%. No creo que sea imposible— analizo la chica para luego hablar de nuevo—. Pero, no han habido casos, puede ocurrir y debemos estar preparados para ello también.
—¿De que hablas?— el moreno la vio confundido haciendo que la chica bufara.
—Solo piensa, si un alfa tuviera la bendición y cayera en manos equivocadas una revolución ahora sí sería más que posible— la chica dijo con un suspiro—. Ves porque te digo que nuestras normas y leyes de ahora son tontas. Si ningún otro reino nos puede bajar del trono nuestro propio pueblo lo hará.
—¿De qué hablan?— la voz chillona de Sakura se hizo sonar en la habitación a su lado iba Ken comiendo un dango.
—Temas que tú pequeña nuez que tienes por cerebro no entendería— Neon dijo a la defensiva levantándose sacudiendo el polvo de su hermoso vestido de colores pasteles.
—Mira que la opinión de una hereje me va y me viene— rodó los ojos, viendo a Gon que ahora estaba terminando una lámpara, alado de las demás había un cuenco con pintura roja.
—Ni lo pienses Sakura— se levantó, al ser un omega dominante y además hombre era mucho más alto que la omega, aún así la chica lo miro con una sonrisa altanera—. Mejor habla, ¿qué quieres?
—La protectora Palm te busca— dijo caminando a la entrada del salón seguida por el omega que se limitaba a comer—. Dice que es urgente— la rubia ya iba a salir del salón pero como si se acordará de algo se volteo y con una sonrisa inocente hablo—. Ah y la sacerdotisa dijo que quiere los arreglos para mañana a primera hora.
—¿Qué?, son más de 300 y apenas llevamos 100— dijo Neon con el entrecejo fruncido—. Eres una idiota Sakura.
—Además de hereje eres una salvaje.
—Hija de...
—Espera Neon, no vale la pena—hablo viendo a la rubia sin ninguna expresión—. Sakura deja de ser tan infantil, tenemos 18 años no 12 para estar peleando por tonterías, deja de comportarte como una niña berrinchuda— con la voz más fría y unos ojos sin emoción saboreo lo que estaba apunto de decir—. Deja de causar tanta pena ajena— le sonrió con inocencia—. Y gracias por avisarme. Vámonos Neon, mañana seguimos.
—Me hubieras dejado descabellarla, de verdad— la chica hacía anemanes con las manos de como lo haría haciendo a Gon reír.
—Esa chica no vale la pena, eres mejor que eso Neon— le sonrió haciendo que la chica se sonrojara y diera una risita nerviosa—. Usa la lógica, ella solo quiere hacerte enojar y al ver que lo hace termina ganando. No le des esa satisfacción.
—Tienes razón— sonrió divertida—. Usaré la lógica. Oye...
—Dime.
—Me alegra saber que estás mejor, había querido ir a tu habitación de contrabando pero no lo hice, a veces es mejor dar espacio—la peliazul le sonrió con tristeza—. Además te estabas convirtiendo en un lobo triste y solitario— el moreno rio ante la analogía—. ¿Seguimos siendo amigos?
—Obviamente Neon, lo seguimos siendo—le sonrió haciendo que la chica diera una de las más brillantes sonrisas y con tanta emoción lo abrazo dejando que su olor a galletas y a té de manzanilla lo rodeará.
—Bien, ve con la protectora. Nos vemos después— dijo la chica agitando su mano derecha alejándose por los pasillos.
Camino por los pasillos yendo al coliseo de entrenamiento, suspiro imaginando todo lo que se venía. La presencia de Palm solo detonaba inquietud en su corazón, la hermana de Ara... Ambas mujeres eran tan parecidas, pero, a la vez tan diferentes en ocasiones se sentía mal por ocultarle a Ori.
Pero, ¿ahora? Si alguna vez pensó en plantearle a Aziz que Palm supiera de la existencia de su sobrino ahora... ¿Cómo podrían decirle? No solo que su hermana tuvo un hijo si no que ese mismo niño que parece un alfa tiene la marca. La bendición.
Solo esperaba que su estadía en el palacio del fénix sea lo más corta posible. Por lo general siempre que estaba ella de por medio las cosas se tambaleaban demasiado.
Al llegar vio la túnica negra con bordados dorados que formaban un sol y una luna. El cabello negro de la protectora estaba amarrado en un moño alto dejando algunos rulos caer por su frente.
—¡Mi niño!— gritó la mujer, con una sonrisa acercándose a el—. ¿Cómo estás? ¿Qué tal tu marca?
—¿Cómo está usted?— quiso evitar la conversación por completo, se sorprendió al ver que Luck estaba detrás de ella con una mueca entre incómoda y emocionada cuando sus ojos se conectaron Gon no evito sonreír.
—¡Luck!— se alejo de la mujer, conciente de que esto alargaría un poco más su conversación en ese tema camino al pelinegro—. ¡Cuánto tiempo! ¿Te está yendo bien?
—Gon— el chico sonrió a medias, viendo a Palm luego a el—. Bien, estoy bien.
—Vamos, ¿qué tienes?— le parecía extraña su actitud como si quisiera hablarle pero a la vez no—. ¿Te comió la lengua el ratón?
—Solo está nervioso por ver a su compañero de armas, ¿no es así, Luck?— la omega le sonrió al chico que asintio incómodo. Ya le sacaría la sopa a ese tonto alfa—. Pero dime mi niño, ¿la marca, como está?
—Bien— le sonrió alegre—. Bueno, mi bendición aún no regresa— hizo una mueca triste cerrando aún más su olor y bajando la mirada—. Pero— le dió una sonrisa optimista haciendo que la mujer sonriera orgullosa—. Estoy haciendo todo lo posible porque regrese. Supongo que fue el shock.
—Fue eso mi niño— le acaricio sus cabellos—. Pero, no te preocupes pronto llegará así podrás seguir con tu entrenamiento. Yo misma me encargaré de ello.
—¡Me alegraría mucho seguir con el entrenamiento!— dijo el moreno con una sonrisa emocionada.
—Le daremos orgullo a Ara en las estrellas— dijo con nostalgia, sacando una sonrisa triste genuina. No esperaba que dijera eso, para ambos hablar de ella era... Complicado.
—Tiene un año que no he visto a Luck—se acercó a él, tomándolo de la muñeca y con una mirada infantil y emocionada siguió—. ¿Puedo quedarme un rato con Luck? Te prometo que después podremos practicar y hablar.
—Por supuesto— la pelinegra le sonrió maternalmente—. De todas formas solo venía a saludarte, hay varias cosas que tengo que hablar con las madres superiores.
—Nos vemos al rato, entonces— dijo Gon empezando a caminar junto a Luck.
—Luck cuídalo, confío en ti —la mujer le miro con advertencia, el chico asintio de inmediato.
Gon dejo descansar por completo sus mejillas, le cansaba tanto sonreír cuando Palm llegaba. Tallo sus mejillas en círculos y después de estar algo retirados de donde vieron a Palm el moreno volteo a ver a Luck quien tenía la mirada ida.
—Escúpelo— ordenó Gon con seriedad.
—¡Por Himiko! — dió un saltito el alfa, para luego rodar los ojos.
—No metas a Himiko en esto— con su dedo golpeó su pecho—. Más te vale empezar a hablar.
—Aún me sorprendo como cambias tu personalidad estando con cualquier otra persona— cambio el tema con una sonrisa falsa.
Rodó los ojos cruzando los brazos y alzando una ceja:—Les doy lo que quieren ver y escuchar. Pero, por alguna razón contigo no funciona.
—No estoy cegado de amor y orgullo como ella Gon.
—Entonces... ¿Qué tienes?— cambio el tema, antes de que Luck le recriminara su fingida personalidad ante Palm incluso culpandolo de manipulación.
—Es que...— cerro los puños y tenso su cuerpo—. Sé que admiras un poquito a Aziz.
¿Aziz?, ¿qué tenía que ver él aquí?
—¿Supongo?— se cruzó de hombros.
—Hace poco le corrieron el rumor a Palm de que Aziz tiene un hijo— su corazón se paró al escuchar eso, ¿qué? —. Lo que tiene preocupada a Palm es que se supone que ese niño existe incluso antes de que Ara falleciera.
El suelo empezó a darle vueltas, mierda, mierda. ¿Cómo se enteraron?
—Ves porque no te quería decir— el pelinegro suspiro pasando su mano derecha con frustración entre su cabello—. Ella quiere ir a hablar con el de sorpresa, mañana...
Mierda, si descubrían a Ori... No solo lo arrebatarían de su libertad, de su padre... No quería ni pensar que iban a hacer con él al saber que es un alfa con bendición.
Que es lo que harían con Aziz.
—¿Te sientes bien?— el alfa lo vio preocupado, no no estaba bien su cabeza le empezó a doler y su hombro derecho junto a la parte interna de su muñeca comenzó a arder. El chico le miro muy preocupado quiso tocarlo pero luego se arrepintió—. ¿Puedo tocarte? Te llevaré a la enfermería, ¿si?
Con la cabeza asintio, sin poder articular una palabra, aunque a los segundos su mente comenzó a gritarle qué no fuera para allá. Sintió la mano del alfa en su espalda y otra detrás de sus rodillas.
—Es-espera— tartamudeo con prisa, sin poder abrir los ojos por el dolor punzante que tenía su cabeza—Lleváme a mi cuarto.
—Estas loco no puedo llevarte ahí, me matarán— espetó el muchacho cargandolo—. ¿Por qué no quieres ir a la enfermería?
Dió un gemido de dolor al sentir su sangre quemar:—Por favor— jadeo ocultando su rostro del sol—. Por favor.
—Mierda Gon— una vez más, su mente viajo a otro lugar. Uno donde el dolor no existían, uno al que hace años ya no viajaba. La misma pradera, el mismo árbol sauce, el cielo despejado con una bandada de aves cruzando el cielo; se despertó ahí con la calidez creyó que vería a su tía y a su padre como antes... Sin embargo a quien vio fue a una mujer de cabellos castaños claros, con ojos cafés y mirada cariñosa.
—Ara— susurró en un sollozo, ella lo veía como siempre desde que lo conoció. Con amor y lastima—. ¡Lo siento! ¡Te juro que yo...!— sus dedos temblaron y sus ojos empezaron a ver borroso por las lágrimas que se almacenaban en ellos—. Perdón, Ara... Perdón.
Cuando la miro, sus ojos estaban llenos de lastima y tristeza, su sonrisa no era la de siempre esa que le decía que con ella estaría seguro, si no una triste... Suplicante.
Cuando miro a sus manos tratando de olvidar esta imagen de Ara e implorando ver otra mirada, notó que sus venas comenzaban a ponerse blancas, el dolor empezó a surgir de nuevo y sus ojos se abrieron de golpe.
—Despertaste— la voz de Luck resonó por toda la habitación aliviada, quiso levantarse pero su cuerpo estaba pesado—. No, espera unos segundos.
—¿Dón-dónde estoy?— preguntó tocándose la cabeza sintiéndola húmeda.
—En mi habitación— dijo el chico apenado—. Dijiste que no te llevará a la enfermería, creí que se preocuparían de no verte pero tal parece que aún no se han percatado.
—¿Qué hora es?— se miro sus manos, luego vio la marca en la parte interna de su muñeca está brillaba un poco y al tocarla con la punta de sus dedos dolía.
—Las 5 de la tarde.
—Es el descanso— se apresuró a levatarse—. Tienes suerte Luck.
—Eres un idiota— se quejo el chico dejando salir un suspiro aliviado, lo miro con intriga—. ¿Es la bendición?
—No, no lo es— mintió deliberadamente sin importarle.
—Podrás hacer estúpido a medio mundo Gon, pero, no a mí— la seriedad en su voz le hizo pensar muy bien lo que iba a decir—. Por salvarte merezco un poco de información.
—Cuando me estreso mucho, mi bendición parece querer salir— dijo acariciando la marca del sol en la muñeca, luego su mano izquierda tocó su hombro derecho sobre la tela haciendo una mueca de dolor—. Cómo un mecanismo de defensa.
—¿Desde cuándo es así?— se sentó en un banco de madera con los brazos cruzados alejado de él.
—No tiene mucho— se sentó bajando los pies de la cama, en la habitación no había ningún tipo de olor incluso el olor característico de Luck se había esfumado.
—Y supongo no le dirás a Palm.
—Por ahora no— hizo círculos con sus hombros tratando de destensar su cuerpo—. Luck, muchas gracias por todo, pero, tengo que ir a mi habitación me siento muy mal.
—¿Quieres que te lleve?— el alfa pregunto aunque no muy bien convencido.
—No, no quiero buscarte más problemas— se levantó, forzando a su cuerpo para no tambalearse—. Nos vemos mañana.
Salió de la habitación apretando la quijada, tenía que ir a ver a Aziz. Ahora.
1. Peces Koi.
Primero que nada, estas dos palabras tienen un significado más grande en la historia pero que indagare en el más adelante por ahora solo les diré que significan y ya.
2. Solis: Sol (latín)
3. Leuks: Luz (latín)
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Holaaaaa, ayer se me fue y ya no lo subí JAJAJAJA.
Hoy fui al kinder de mi hermano pequeños a hacrt una actividad física, debo decir que fue bastante lindo. Aunque me cansé bastante.
¿Cómo están? Espero que bien.
Tomen agua y cuidense. Bye bye.
-Annie ☾-
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