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𝙸𝙸. 𝙼𝚊𝚍𝚛𝚒𝚐𝚞𝚎𝚛𝚊𝚜 𝚢 𝚌𝚊𝚕𝚕𝚎𝚓𝚘𝚗𝚎𝚜

-Tampoco hay nada aquí, Iza, creo que nunca encontraremos nada. - Harry cerró el libro con un suspiro y se apoyo en la silla cerrando sus ojos esmeraldas. Izaro, que no parecía haber escuchado lo que acababa de decir su amigo, siguió leyendo el contenido de un libro, en especifico leía un complicado árbol genealógico. Pero nada de eso era desconocido o importante, ella veía las fotos de generaciones atrás colgadas en la biblioteca familiar desde que se había mudado. Conocía a todos los familiares que no habían sido borrados por traición u otras razones estúpidas de los White. Pero, ella siguió observando el rostro de una pequeña niña de nombre Megan, aunque era algo difícil de hacerlo, ya que su foto había sido tachada descuidadamente. Megan, saludaba a la cámara y guiñaba el ojo, no parecía tener más de 15 años. Iza cerró el libro con frustración y miró a Harry, algo enojada.

- Llevo semanas buscando algún indicio de ese maldito código y no aparece por ningún lado. ¡Ni si quiera se quien es el dueño de esa caja fuerte!

Izaro se cruzó de brazos, mientras que Harry la miraba aburrido.

- ¿Es tan importante?

- Me ocultan algo Harry, estoy segura. Mi tía sabe algo que yo no, y aunque he intentado todo, no consigo sacarle la verdad.

- Hermione me habló hace mucho de una opción... ¿Veritaserum? ¿Por qué no pruebas con esa?

- Estoy segura que el año pasado no la vimos en clase Harry. Es más, Harry si no lo recuerdo mal veremos esa poción hasta séptimo año.

Harry frunció los labios y no dijo nada más.

-Solo necesito, dos cifras, una letra y una figura. - Izaro se levantó, y atravesó la biblioteca, se escondió entre los pequeños pasillos y cuando regreso con Harry, tenia en brazos a la ya mencionada caja fuerte, que era pequeña, pero no lo suficiente como para ser fácil de cargar. En el cerrojo, se encontraban cuatro espacios, dos para colocar números, uno para colocar letras y el ultimo para poner alguna figura. Iza dejo caer la caja fuerte sobre la mesa, y el ruido metálico sobresalto a el pequeño Potter.

- Estoy segura de que la letra es W, es casi una broma, es la letra inicial. Pero no tengo ni idea de lo demás ¡Hay una cantidad infinita de números que podían coincidir! ¿Y esa figura? Estoy segura que cualquiera podría ser la de la clave.

Iza resopló, enojada y miro con mucho odio a la caja fuerte. En ese momento, Harry le daba una hojeada al libro que leía Izaro.

- ¿Qué significan esos números de ahí?

Izaro miró los números que se encontraban al lado de cada nueva generación de Whites.

-Supongo que es que numero de generación es. - Izaro miró más de cerca el árbol y frunció el ceño. - Pero debe ser erróneo, el primer integrante tiene el número tres.

- Puede que hayan arrancado la parte de abajo del árbol, parece raro el filo de la hoja. - Izaro observo que tenia razón, pero eso fue lo menos importante, tenia curiosidad sobre por que la generación siete estaba circulada en rojo.

- ¿Dominik White? ¿Por qué estará marcado con rojo? - Iza se alejó de la mesa para buscar entre la gran pared de fotos de familia. Miró con atención lo que decían los marcos hasta que llego a una con ese nombre, extrañamente, esa era la única foto que no tenia a los demás integrantes de la familia. Solo estaba el.

- ¿Por qué nunca me di cuenta de esta foto? - Iza miró la cara del joven de cabello blanco y ojos azules, no sonreía, más bien, su gesto era arrogante. Levantaba levemente su cabeza y fruncía los labios como si viera mierda, digo, excremento. - Debe de ser especial en la familia, tiene su foto solo y además que su nombre este en rojo, significa algo.

Harry observó al chico de cabello largo con una mueca.

-No se ve amigable.

- No, recuerda que mi familia es sangre pura conservadora. Aunque me da curiosidad, ¿Qué tiene de especial el sobre los demás White?

En ese momento, la tía de Izaro, Emily, entró a la biblioteca con una sonrisa.

-Izaro, tienen que irse a la madriguera, los invitados llegan en una hora.

La tía Emily le sonrió a su sobrina, pero miro de manera extraña al pequeño Potter.

-Esta bien tía, Harry, ve por tus cosas, nos vemos en la sala.

Los niños salieron del cuarto para ir por sus cosas, cuando Izaro llego a su habitación, tomo su baúl con fuerza y empezó a tirar. Levanto la mirada, comprobando que no faltará nada, y se encontró con uno de los dos cuadernos de Draco en su escritorio, el viejo que tenia un recuerdo en él. Iza lo miró indecisa, "Podría llevárselo a Draco para que su papá lo inspeccione, el colecciona cosas de este tipo" pensó Izaro, y sin más tomo el diario y camino con su baúl hacia la sala donde ya la esperaban Harry y su tía.

-Bien, ya están todos. Harry, ¿has viajado en la Red Flu? - Harry miró a Emily confundido. - Tomaré eso como un no, bien, lo que tienes que hacer, es tomar un poco del polvo que esta en ese recipiente. - señalo un pequeño plato hondo de plata. - Y entrar a la chimenea, adentro, avientas los polvos hacia tus pies y dices en voz alta tu dirección. ¿Bien? Dirás "La Madriguera, afueras de Ottery St. Catchpole" Y listo, estarás en la chimenea de los Weasley.

Harry asintió, nervioso y miró a Izaro con duda.

-Lo harás bien, ve, yo te sigo. - Harry asintió, tomo su baúl con él, y con su mano desocupada, tomó un poco de los polvos. Entro a la chimenea, y después de pronunciar la dirección, desapareció en llamas verdes.

- Adiós tía. - Izaro se dirigió hacia la chimenea, pero una mano en su brazo la retuvo.

- Intentaré llegar para Navidad. Si al final no puedo, te mandaré un búho. De verdad, te prometo que lo intentaré

Y eso bastó para que a Izaro se le fuera cualquier enojo.

-Te veo en vacaciones, tía. - le mando un beso con su mano izquierda, para después tomar el polvo con esa misma mano y desaparecer de la mansión White.

Al llegar, la señora Weasley la esperaba con los brazos abiertos. Izaro sonrió como hace mucho no lo hacia y corrió hacia Molly.

- ¡MA! - Iza se encontró con el reconfortante apretón habitual de la señora Molly, que le recordó a esos viejos tiempos cuando Molly y Bill la cuidaban mientras Emily White estaba en Hogwarts.

- Oh pequeña, ¡estás demasiado flaca! No has engordado nada desde tu cumpleaños. Te prepararé un buen desayuno. Mientras, ya sabes donde estarán tus cosas. - La señora Weasley sacó su varita y con un simple "Wingardium Leviosa" el baúl se soltó de las manos de Izaro y empezó a volar escaleras arriba.

- Gracias ma... ¿y Harry?

- Se fue a buscar a Ron. Debe de estar arriba. - Iza asintió y subió con rapidez por las tantas escaleras hacia el cuarto de la menor de los Weasley. Cuando llegó, la puerta estaba abierta, y su baúl, en la segunda cama improvisada que Ginny e Izaro habían hecho a los 7 años. En su cama, se encontraba Ginny, con sus grandes ojos cafés mirando a Izaro. Una gran sonrisa salió de su rostro.

- ¡Hermana Mayor!

- ¡Hermana Menor!

Se abrazaron, dando brinquitos y gritos agudos.

- ¿Te quedarás aquí? - pregunto la menor cuando ya se encontraban acostadas en su cama, esperando al llamado de la Señora Weasley para desayunar.

- Lo que restan de las vacaciones.

- ¡Entonces jugarás conmigo Quidditch! ¿verdad?

- Claro. Creo que este año podría postularme para un puesto de mi equipo...

- ¡Oh Iza! ¿En que casa quedaste? Intente que Fred y George me dijeran, pero no me dijeron nada en forma de broma y después se me olvido. ¿Quedaste en Gryffindor?

Izaro hizo una mueca acida.

-No... quedé en Hufflepuff. - Ginny frunció el ceño, y su mirada se dirigió al suelo.

- Oh... entonces no podremos hacer pijamadas como planeábamos antes, ni jugar en el mismo equipo... tampoco...

- Ey Ey. Un par de reglas rotas y lograremos hacer pijamadas. Y enfrentarnos a veces no es malo, será divertido Ginny. Ahora, bajemos a ayudar a mamá.

Ginny volvió a sonreír y juntas se levantaron y caminaron escaleras abajo. En el comedor, estaba Fred y George, al parecer, peleando con la Señora Molly.

- ¡Pero si el año pasado casi no te mandaron quejas sobre nosotros ma!

- No es una salvación Fred, cuando no me llegué ni una queja del director o la maestra McGonagall sobre ustedes, ese día les dejaré jugar Quidditch.

- ¡Pero el deporte es sano!

- Pero los desconcentra de los estudios, George.

- En realidad, creo que son las bromas, ma, no el Quidditch. - dijo Izaro acercándose a ella. - Buenos días Fred, igual a ti George.

- ¡Blanquirucha! - dijeron los dos al mismo tiempo.

- Mamá no nos quiere dejar jugar Quidditch...- dijo Fred

- Si no nos empezamos a comportar- continuo George

- Pero tenemos una reputación, blanquita.

- Somos los mejores golpeadores, tenemos que jugar.

- Ma, ellos viven de las bromas y el Quidditch... te prometo que yo cuido de que no se metan en problemas graves. - para lograr un mayor efecto, Iza beso la mejilla de Molly, ella sonrió.

- Solo por que Izaro los vigilará. Agradézcanle.

- GRACIAS IZARO GRAN SALVADORA. - Se levantaron para hacer reverencias exageradas que hicieron reír a Ginny y a Izaro.

- No es nada, ahora, ma ¿en qué te ayudo?

Los días pasaron y pronto llegó la hora de ir al Callejón Diagon a comprar el material escolar. Fueron por Red Flu (por cierto, Harry se perdió) y se dirigieron hacia la tienda "Flourish & Blotts" a comprar los libros para su segundo año de Hogwarts. Por el camino, se encontraron a Hermione y a sus padres, y ella emocionada se la paso contándole sobre sus vacaciones a Izaro y a Ginny. Al llegar, vieron una cantidad enorme de mujeres de edad adultas alrededor de un rubio de sonrisa deslumbrante.

- ¿Y ese quién es? - preguntó Izaro haciendo una mueca.

- Oh, es Gilderoy Lockhart. Escritor, tiene miles de libros de sus aventuras, mamá lo idolatra. - comentó Ginny, rodando los ojos.

- ¡Por Merlín, Ginny! No lo idolatro, simplemente admiro sus aventuras... - masculló la Señora Weasley, aunque se encontraba levemente sonrojada.

Hermione había desaparecido, al parecer con Harry y Ron, pero en ese momento, Izaro pudo distinguir otra melena rubia, pero más clara. Que bajaba de las escaleras que conducían al segundo piso de la tienda.

-Espera aquí Ginny, no tardo. - Izaro avanzó hacia esa cabellera, y sin pensarlo sostuvo el brazo de el dueño de esta, y lo condujo fuera de la tienda.

El chico de ojos grises sonreía.

-Draco... hola. - Izaro también sonrió y se acercó a el para darle un breve abrazo, algo incómodo.

- ¿Cómo han ido tus vacaciones, Iza? - pregunto este, mientras caminaban juntos hacia la heladería del callejón, "Florean Fortescue's Ice Cream Parlor"

- No tan bien, descubrí una caja fuerte en mi casa... todo eso por un recuerdo de mi familia.

- ¿Recordaste a tus padres?

- No... yo... - ella no sabia como explicar la situación, así que saco de su pequeña bolsa, el diario de Tom Riddle.

- Este es uno de los cuadernos que me diste... al parecer tiene magia oscura en el

Draco puso una mueca.

- ¿Cómo?

- No lo sé, simplemente al escribir desaparece lo que escribes y bam, te contesta el recuerdo de un tal Tom Riddle. ¿Podemos llevar el diario con tu papá?

Draco asintió severamente.

-El sabrá que hacer, me esta esperando con mi madre en la heladería, dame ese cuaderno, es peligroso.

Izaro se lo entregó sin dudarlo, el lo abrió, buscando en las hojas alguna letra o frase.

-Te digo que desaparece, al parecer el recuerdo conoció a unos familiares míos, me mostró... me mostro el destierro de una de mis familiares. - Draco la miró, parecía preocupado.

- ¿Quién era?

- Mi tátara tía abuela, si no lo recuerdo mal. No tenia el pelo blanco, fue acusada de robar la magia White, su hermano Finneas, la maltrato... fue horrible.

- ¿Y eso te llevo a investigar sobre tu familia?

- Exacto, encontré una caja fuerte en la biblioteca, pero no he encontrado el código, es muy difícil.

- Te ayudaré a buscarlo.

- Gracias Draco. - Izaro le sonrió, mostrando su agradecimiento. Llegaron a la heladería, donde la conocida señora Malfoy estaba sentada en una de las mesas exteriores, y adentro, el señor Malfoy pedía los helados para su esposa y su hijo.

- Hola Señora Malfoy... un gusto verla. - Narcissa Malfoy observo a los recién llegados y sonrió

- ¡Izaro! Que sorpresa, ¿gustas un helado?

- Si no es mucha molestia...

- Oh no querida, no lo es. ¡Lucius! Cariño, pide otro helado para Izaro... pídelo sabor...

- Choco Chili, por favor. - dijo Izaro, Draco se sorprendió levemente.

- ¿No te pica?

- Un poco, pero es una delicia. - contesto la Blanquirucha. Narcissa la miraba con atención, le agradaba.

- Aquí dos helados de cerveza de mantequilla y uno de choco chili... Buenas Izaro, una verdadera sorpresa verte. - el señor Malfoy, le otorgó su helado, para después sentarse junto a su esposa.

- Gracias Señor Malfoy, es un gusto verlos.

- Papá, necesitamos consultarte algo.

- Draco, no puedes tener novia tan rápido, cariño... pero con gusto se pueden comprometer y casarse después.

- ¡MAMÁ! N-NO NO ES ESO. - Izaro se sonrojo hasta las orejas, pero por el nerviosismo, se empezó a reír descontroladamente, causando que su nariz se ensuciará con su helado. Draco, sonrojado, le paso una servilleta. - Papá, en el cumpleaños de Iza, le regale un cuaderno, pero creo que debí confundirlo con uno de los tuyos, por que Izaro dice que habla.

- ¿Habla? - preguntó Lucius con curiosidad.

- Si, bueno, escribe por si solo. Es un tal Tom Riddle, dice ser un recuerdo. - Los señores Malfoy se miraron el uno hacia el otro por unos instantes. - Sospecho que es magia oscura, pero quería asegurarme con usted, Señor Malfoy... ¿Podría checarlo?

- Claro, señorita White. Pásamelo Draco. - Su hijo le dio el diario, y el señor Malfoy lo metió en su túnica. - ¿Te causo problemas, Izaro? Podemos comprarte otro cuaderno.

- Oh no se preocupe señor, tengo otro que me dio Draco. Muchas gracias.

- Bien, si nos disculpas, Izaro, iremos a comprar los libros de Draco. Ustedes paseen un rato por el Callejón.

- Un gusto verlos. - contestó Izaro al ver partir a la señora y señor Malfoy, con la lista de Draco para comprar sus cosas.

- ¿Y bien? ¿Qué quieres hacer? - preguntó Draco, mirando a Izaro.

- Necesito comprar una escoba nueva, planeo presentarme en las pruebas de Hufflepuff este año...

- ¡Es fantástico Izaro! Pero, no me gustaría jugar contra ti...

- No te preocupes, no soy buena buscando, soy mejor cazadora.

- ¿Cómo quiera apoyarás mis partidos?

- Ya hablamos de eso Draco, un partido te apoyo a ti y otro a Harry, pero mientras no juegues contra Hufflepuff, si, te apoyo.

- Esta bien... me conformo. - Draco sonrió e Izaro también, pero eso provoco que se volviera a ensuciar de helado.

- Te volviste a ensuciar... acércate. - Izaro acerco su cara a Draco, y el, tomó una servilleta y limpio la cara de su amiga. Estaban cerca, pero Izaro se separó con rapidez, con un fuerte latido.

- Gracias. Ahora, ¿vamos a "Quality Quidditch Supplies"? - preguntó.

- Claro, vamos. Yo también quiero comprar algún aceite para mi escoba.

Se terminaron los helados, y se fueron del establecimiento, por suerte, al frente estaba la tienda de Quidditch. Al entrar, Izaro aspiró fuertemente.

-Huele a escoba. - sonrió bobamente y se acercó a la primera 2001. La tomo, y se acercó a Draco, que veía los aceites de las escobas en otro pasillo.

- Este es mejor, te lo digo por experiencia, la escoba queda muy bonita. - Izaro le pasó a Draco el aceite recomendado, y tomo un paquete completo para el cuidado de la escoba, que le había visto a Harry.

- Bien, creo que es todo, iré a pagar. - dijo Izaro, encaminándose con el cajero, pero Draco la detuvo con su mano en su hombro.

- Yo lo pago.

- No, yo pagaré lo mío... Es más, también lo tuyo. - tomó con rapidez el aceite de las manos de Draco y salió corriendo con el dependiente.

- Hola esto es todo, ¿Cuánto es? - después de eso, Izaro pagó todo y salió corriendo de la tienda, con Draco enfurruñado detrás de ella.

- Oh vamos Draco, tu me das los mejores regalos, este collar es hermoso y ese cuaderno es justo lo que necesitaba. - dijo Izaro mirándolo con gracia. - Mis regalos no son tan buenos, necesito recompensarlo.

- Ese kit de pociones era genial y tu pastel era delicioso.

- Cállate Malfoy y disfruta ese aceite.

- ¿Por qué compramos todo en esta tienda y no en "Bromstix"? - preguntó Draco, confundido.

- Porque me parecía una perdida de tiempo ir a dos lugares a los cuales venden lo mismo. Ahora regresemos a "Flourish & Blotts" que mamá está preocupada.

- ¿Mamá? - preguntó Draco, sorprendido. Izaro se sonrojo al instante.

- La señora Weasley... le digo así por que me cuido mucho tiempo, soy como su hija.

- ¿Tu una Weasley? Nah, no encajas.

Izaro no hizo comentario alguno, pero parecía algo irritada.

-Tengo una idea, espérame aquí.

Draco desapareció entre la gente, e Izaro lo espero pacientemente, admirando su nueva escoba. Cuando regreso, venia con una jaula, dentro de ella, venia un hermoso gato blanco.

-Para ti. - Izaro abrió los ojos con sorpresa, pero con rapidez, se agrandó su sonrisa.

- GRACIAS DRACO, ES PRECIOSO

- Preciosa.

- Preciosa. - Izaro tomo la jaula y la miró con atención, unos grandes ojos verdes la observaban.

- Es una White... - dijo en broma Izaro, embobada en su nueva amiga. - se llamará... Bianca. Suena correcto.

Draco sonrió gustoso.

-Creo que te encantó

- Draco, eres genial. Bianca también es tuya. Seremos sus padres.

- ¡¿Padres?! - Draco se sorprendió demasiado, sonrojándose al grade de parecer un tomate.

- Si, sus padres, es tan pequeña... tenemos que educarla bien. Gracias de nuevo Draco, ahora... regresaré con los Weasley, estarán preocupados por mi paradero. Te veo en la estación. - Iza le dio un beso en la mejilla de despedida a Draco, que sonrió y mientras despedía a Izaro con una mano, pensó en lo grandioso de ese día.

CHICAS REGRESE

ya se ya se, tarde un mes en este capitulo pero EN MI DEFENSA pasaron muchas cosas en un solo mes.

Mi abuelo falleció semanas atrás, por lo que tuve un bloqueo enorme, y he tenido muchos problemas con la beca que me otorga mi escuela, pero por fin pude terminar el capitulo, le eche muchas ganas chicas. Espero que lo disfruten.

Sin más que decir, travesura realizada

- xXSheWantsToReadXx

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