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CAPÍTULO 3

Jennie se incorporó aún con la respiración entrecortada y gateando se posicionó entre las piernas de Chaeyoung, quién se movió un poco más lejos de la orilla de la cama para evitar accidentes. Jennie le bajó el cierre con tortuosa lentitud, sonriendo traviesa al ver el ceño arrugado de la menor.

- ¡No empieces con tus juegos!

Jennie ríe entre dientes ante la frustración de la menor y su mal humor por eso mismo.

-No seas impaciente, cariño.

Jennie llevó sus manos al orillo de su pantalón y se lo bajó con ayuda de Chaeyoung, quien alzó un poco sus caderas mientras miraba a la mayor fijamente con mejillas sonrojadas y labios brillantes y rosados de tanto lamerlos al sentirlos secos a cada segundo.

Al terminar de quitarle el jean, Jennie paseó sus pequeñas manos con gentileza por las piernas de la menor, apretando la parte superior de sus muslos y logrando sacarle un suspiro a Chaeyoung en el acto. Sus dedos rozaron la tela que evitaba ver la zona íntima. Estaba húmeda, dios, tan húmeda, Jennie solo podía imaginarse lo desesperada que estaba en ese momento por un poco de atención, atención que Jennie no dudaba en dársela.

Jennie se inclinó hacia adelante y sin esperar un segundo más, llevó su boca a la intimidad de Chaeyoung aún cubierta por su braga. Jennie sacó su lengua y delineó su vagina sobre la tela, haciendo que la menor gimiese en voz baja, cerrara los ojos y bajara una mano a su cabello para enredar sus dedos allí.

-Ra-Rápido, Jen...

El agarre en su cabello aumentó al sentir como Jennie movía un poco su lengua de un lado a otro, para luego suspirar aquel olor almizcle que tanto le fascinaba de la menor, sus labios frunciéndose por un segundo para dejar un beso en aquel lugar y separarse un poco para por fin quitarle la braga.

Chaeyoung suspiró aliviada al sentir por fin la tela que se interponía entre los deliciosos belfos de la mayor y su lengua experta bajar por sus piernas, para luego maldecir entre dientes al sentir nuevamente las manos de castaña en sus piernas, apretándolas con fuerza. Abrió sus ojos un poco y se mordió el labio inferior al ver a la mayor ver su vagina con intensidad, sin hacer nada más que comerla con su oscura mirada. La estaba volviendo loca y el solo ver sus naturalmente rojos labios siendo lamidos por su pequeña lengua solo hizo que echara su cabeza hacia atrás.

-Jennie, date prisa...

Jennie la miró a la cara por un segundo, deleitándose con la morbosa imagen completa de Chaeyoung con las piernas abiertas, con una mano sujetándose fuerte de la sabana y otra en la cabeza de la castaña, y con la cabeza hacia atrás en su almohada. Ni siquiera habían pasado ni 10 minutos de haberse corrido y Jennie ya podía sentir como su vagina nuevamente palpitaba y se humedecía por atención.

Así que sin esperar más, Jennie se inclinó nuevamente hacia adelante. Esta vez llevando uno de sus pechos hacia la vagina de la menor mientras su otra mano abría sus labiales para darle paso a su pezón erecto y restregarlo en un suave vaivén contra su clitorís, lo que hizo que Chaeyoung arqueara la espalda y gimiera el nombre de la mayor, quién siguió moviendo de arriba hacia abajo su pezón contra el clitorís de la menor.

Los ojos de Jennie estaban fijos en el rostro distorsionado de la menor en una mueca de placer, se veía tan deseable, tan etérea, tan deliciosa. Pero a pesar de que Chaeyoung lo estaba disfrutando, solo quería sentir por fin los preciosos labios de Jennie en su intimidad.

-De-Deja- ahh... de jugar.

Jennie tuvo compasión de la menor y se inclinó hacia su abdomen, su lengua trazando sus abdominales definidos bajando hasta su ombligo, su lengua rodeando juguetonamente el agujero, para luego bajar esparciendo besos húmedos por su camino hasta su pelvis.

Al llegar a su vagina, Jennie nuevamente pasó la punta de su lengua por toda su extensión desde abajo hacia arriba. Para luego presionar sus labios entre sus labiales y besar la zona como si de los labios de la menor se tratase, ganando así unos cuantos gruñidos bajos y un apretón en su cabello, haciendo que Jennie levantara la cabeza un poco para mirarla con una sonrisa ladina y ojos oscuros.

-Cariño, me dejarás calva si sigues así.

Chaeyoung suavizó su agarre y se disculpó en voz baja entre gemidos mientras llevaba su otra mano a uno de sus pechos, para sacarlo de la copa de su brazier y pellizcar con algo de fuerza su pezón ahora erecto.

Mientras que Jennie siguió con su tarea y comenzó a mover su lengua experta en la vagina de la menor mientras apretaba su agarre en uno de sus muslos a la vez que la otra mano la llevaba a la entrada de la menor, haciendo que esta última agarrara su cabello con fuerza y alzara la cabeza de Jennie para que esta la mirase, arrancándole un jadeo de sorpresa a la mayor que la miraba confundida.

-Me quiero correr solo con tu lengua, nada de dedos.

Jennie no tuvo tiempo de replicarle cuando Chaeyoung la empujó nuevamente a su vagina para que siguiera comiéndosela con aquella agilidad y diligencia. A lo que Jennie solo pudo gemir ante el fuerte agarre en su cabeza empujándola contra la intimidad de la menor, haciendo que rozara su nariz en el pequeño triángulo de vello púbico que yacía en la parte superior de su vagina.

Lo que solo logró que Jennie se excitara aún más ante la fuerza implicada en su persona, dios, amaba cuando Chaeyoung tomaba el control de la situación o cuando era agresiva con ella. Uno de sus tantos secretos era que en realidad ella era un poco demasiado masoquista.

Jennie llevó su diestra a su propia intimidad y movió sus dedos contra su clitorís a la vez que comenzaba a mover nuevamente su lengua en la menor, haciendo pequeños remolinos, movía su lengua de un lado a otro, para luego aplastarla en ella y deslizarla lentamente hacia arriba, y entonces bajar su lengua a su entrada y deslizarla dentro de la húmeda cavidad. Sus dedos aumentando la velocidad en su propia intimidad en un intento de llegar al climax por segunda vez.

Chaeyoung enterró su cabeza en la almohada, sus dedos retorciéndose y su agarre en la sabana y en el cabello de Jennie intensificandose al dejar salir pequeños gemidos. Dios, era como estar en el infierno esperando llegar al cielo. Sus caderas se movían sin poderlo evitar, enterrando la cabeza de Jennie aún más en su intimidad.

-Ahh... Sí... Lo haces tan bien, tan... Ahh ¡Nghh!

Jennie hizo un particular movimiento con su lengua que llevó a Chaeyoung al anhelado climax. La menor enterró aún más su cabeza en la almohada mientras abría la boca para dejar salir un fuerte gemido y enroscar los dedos de sus pies al sentir como el orgasmo abrazaba su cuerpo con intensidad, su cuerpo temblando por varios segundos por ello, corriéndose en la boca de la mayor sin aviso alguno. A lo que se iba a disculpar rápidamente pero Jennie le había ganado con un sonido de degustación mientras se relamía sus labios y daba pequeñas lamidas a su vagina para eliminar todo rastro de su jugo, haciendo que la menor se estremeciera ante esto.

Jennie se separó de la menor, quedando con las rodillas algo extendidas entre las piernas aún abiertas de Chaeyoung. Con los dedos de su diestra aún moviéndose con fervor contra su clitorís mientras su otra mano iba a uno de sus pechos y lo estrujaba en sus pequeños dedos, dándole un pequeño espectáculo a la menor aún temblando ante su orgasmo.

Al sentir la intensa mirada de la menor en su persona, Jennie sintió que su cuerpo se estremeció. Una mezcla de vergüenza y excitación revolviéndose en la parte baja de su vientre. Jennie echó la cabeza hacia atrás mientras soltaba gemidos con el nombre de Chaeyoung mientras esta última solo la miraba con su labio inferior prensado en sus dientes y su pecho aún moviéndose rápidamente ante su respiración aun errática.

-Ahh... Chaeyoung ngh... Ya casi...

Chaeyoung se sentó, quedando a escasos centímetros de la mayor. Sus delicadas manos subieron desde sus muslos hasta sus glúteos, -apretándolos en el proceso-, para luego posarlas en sus caderas y levantar la cabeza para poder ver el rostro de la mayor, quién bajó la suya para encontrarse con los ojos de la menor.

-Vente para mí, bebé.

Y entonces Jennie se dejó hacer por el orgasmo que la golpeó con fuerza al escuchar las palabras de Chaeyoung. Frunció el ceño, cerró sus ojos y abrió sus labios aún más para soltar altos gemidos, sin importarle quién la escuchara. Llevó su mano izquierda a un hombro de la menor para sostenerse ya que sus piernas habían perdido fuerzas mientras cabalgaba en su orgasmo contra sus dedos aún en su intimidad. Mientras que Chaeyoung depositó un pequeño beso en un muslo de la mayor, para luego ayudarla a recostarse al lado de ella en la cama.

-Joder... -Jennie respiraba entrecortado mientras miraba al techo con una sonrisa perezosa. -Eso fue intenso.

Chaeyoung la miró, sonrió y sus mejillas volviendo a recuperar aquel bonito rosado brillante de solo pensarlo. Chaeyoung dejó salir un suspiro y se lamió nuevamente sus labios.

-El sexo contigo siempre es intenso, Unnie.

Jennie volvió su mirada hacia la menor y soltó una tímida risa, siendo seguida por Chaeyoung, quien pronto apagó su risa para levantarse hacia la puerta para buscar su celular en uno de los bolsillos de su chaqueta. Sus acciones siendo seguidas por la curiosa mirada de Jennie, quien en silencio admiraba el trasero desnudo de su mejor amiga mientras lamía sus labios. Chaeyoung siempre lograba darle las mejores vistas de su exquisito cuerpo.

Pero cuando Chaeyoung se volvió hacia ella, rápidamente desvió su vista hacia la pared con las mejillas rojas de la vergüenza.

«¿Me vio?»

Claro que era ridículo que se preocupara por eso cuando tan solo unos minutos atrás habían tenido sexo, pero es que cuando la lujuria dejaba su cuerpo, Jennie nuevamente volvía a ser tímida y reservada al respecto. Por eso es que Jennie sentía un poco de envidia de Chaeyoung, quien en el sexo y fuera de el seguía siendo tan relajada y algo descarada con respecto a todo, dios, lo que Jennie había creado...

Chaeyoung dejó el celular en la cama por un momento, para agarrar su braga y colocársela, para luego agarrar nuevamente el aparato y sentarse al lado de Jennie apoyada del espaldar para seguir revisando su celular.

-Unnie...

-¿Mmh?

Jennie se removió en su lugar, quedando boca abajo con las manos debajo de su almohada y su vista en el precioso rostro de la menor, quien había seguido sus movimientos con sus oscuros ojos, suspirando para calmar sus hormonas al ver el pequeño y muy bien proporcionado trasero de la mayor rebotar a la vez que esta se volteaba.

-¿Sabes sobre la fiesta que hará Haru?

Jennie la miró curiosa ante lo dicho, para luego asentir.

-Sí... ¿Por que?

-Erm... -Chaeyoung siguió embelesada con el trasero de la mayor que ahora se movía debido a los movimientos de caderas que hacia la mayor al notar que la menor no quitaba la vista de sus glúteos. -T-Tengo pensado ir...

-¿Tú? -Jennie detuvo sus movimientos y la miró con burla mientras soltaba una risa entre dientes. -Ese no es tu ambiente, Chae.

Chaeyoung resopló irritada por la burla de la mayor mientras volvía su vista a su celular.

-Bueno, he cambiado.

Jennie frunció levemente el ceño.

- ¿Por qué quieres ir? -Jennie le levantó un poco apoyándose de sus codos. - ¿Si acaso has ido a una fiesta o reunión antes?

-Porque es la oportunidad perfecta para poner en practica mis enseñanzas. Y para tu información, sí, sí he ido a fiestas y reuniones antes.

Jennie sintió como su corazón de pronto comenzó a latir dolorosamente en su pecho, de seguro había sido por el ejercicio que había echo, si, debía ser eso. Así que, en vez de prestarle atención, prefirió ignorarlo y bufar ante lo dicho por la menor.

-Si claro, cuando tenías 5 años.

-Bueno, pero ¿ves que si he ido?

Chaeyoung sonrió orgullosa y Jennie frunció el ceño mientras se reía de su mejor amiga.

-Chae, estas fiestas son algo diferentes a las que asististe.

Chaeyoug rodó los ojos y frunció el ceño después, otra vez estaba tratándola como una jodida niña de diez años. Ella sabía a la perfección como eran las fiestas.

-Ya lo sé, Jen. Es por eso que voy a ir, será más fácil acostarme con un chico que luego olvidará lo que pasó al día siguiente y así no tendré que morirme de vergüenza si lo hice mal.

Jennie frunció el ceño y la miró con reproche. No le gustaba para nada la idea de la menor, era horrible. ¿Cómo podía pensar que eso estaba bien? Su corazón se estrujó y su estómago se revolvió de solo pensarlo. Pero Jennie no podía hacer nada, pues cuando Chaeyoung tenía una idea en mente no había nadie quien pudiese quitársela.

-Bien... Yo también iré.

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