CAPÍTULO 15
Jennie y Chaeyoung seguían en el tejado de la universidad, habían pasado todo el día allí, hablando de todo pero a la vez de nada o simplemente habían estado en silencio, disfrutando la compañía de la otra, después de todo, ya había pasado demasiado tiempo desde que no habían hecho aquello.
El lugar estaba en completo silencio, al menos hasta que el estomágo de Jennie rugió, dando a entender que tenía hambre. Chaeyoung soltó una risita entre dientes y se levantó para luego ayudar a Jennie a levantarse.
-Vamos, te llevo a comer lo que quieras, yo pago. - dijo la menor con una gran sonrisa en el rostro.
-Si tanto insistes. - bromeo Jennie y ambas comenzaron a bajar por las escaleras entre risas y bromas.
Definitivamente habían extrañado todo aquello, se habían extrañado entre ellas y estaban dispuestas a demostrarlo.
La universidad se encontraba casi vacia a esa hora, solo había uno que otro estudiante o profesor debido a las clases extras.
-¿Cómo harás con tus clases de hoy? - preguntó la mayor, sintiéndose algo culpable por hacer que, de cierta manera, Chaeyoung hubiera faltado a clases. La menor simplemente se encogió de hombros, restándole importancia al asunto.
-Le diré a Lisa que me explique luego, o algo así. - respondió, tomando la mano de Jennie para salir de la institución. - Vamos, también tengo algo de hambre.
Habían terminado en una heladeria en algún centro comercial de la ciudad, Jennie reía al ver la nariz llena de chocolate, que ella misma se había encargado de embarrar, de Chaeyoung. La menor solo tenía un adorable puchero en su cara, haciendose la ofendida aunque también le causara gracia el asunto. Amaba ver a Jennie feliz, después de todo.
Si ella es feliz yo también lo soy.
Pensó, viendo como la sonrisa de gominola de Jennie aparecía. Miles de ganas de hacer que la sonrisa incrementara a punto de besos la invadieron, pero sabía que no podía hacerlo.
Aún no es el momento.
Ignoro por completo aquel último pensamiento y se dedico a limpiarse la cara con las servilletas que se encontraban en la mesa.
-Me vengaré. - susurró, mirando de reojo a Jennie.
-Sí, claro, lo que tú digas, Chae. - volvió a reír Jennie.
-¿Y ahora a dónde vamos? - preguntó Chaeyoung mientras se levantaba para ir a pagar lo que habían consumido. Jennie estaba a su lado con una sonrisa de oreja a oreja.
-A dónde tú quieras. - respondió Jennie, encogiendose de hombros. - Pero yo pago esta vez. - espeto, ignorando las próximas quejas de la menor.
Al final, ambas terminaron en el cine, viendo una película que ambas querían ver desde hace ya bastante tiempo. La sala estaba llena de niños, ambas se esperaban eso, después de todo era Toy Story 4.
-¡AH! - gritó Jennie, abrazando a Chaeyoung con fuerza y ocultando su cara en el cuello de la menor, cuando a media película, aquellos muñecos diabolicos de la tienda de antiguedades salieron de la nada para perseguir a Forky y a Woody. - Demonios. - murmuró cuando se le paso el susto, pero Chaeyoung se seguía riendo con la mano en la boca para no hacer tanto ruido. - ¡No te burles! - regaño a la menor para luego dar un golpe en el brazo de la chica.
-Lo siento. - dijo Chaeyoung en un susurro en el oído de la mayor, causando que una corriente eléctrica recorriera su cuerpo.
Pasaron la mayoría de la película en silencio, a veces riendo a carcajadas cuando pasaba algo gracioso. Y cuando Woody se estaba despidiendo de Buzz para irse con Betty, Jennie volteo a ver a la menor, para darse cuenta de que estaba llorando silenciosamente.
-¿De verdad estás llorando? - preguntó con una sonrisa burlona mientras la menor se limpiaba las mejillad para eliminar cualquier rastro de lágrimas en estas.
-Cállate y ve la película. - respondió, ignorando las burlas de su mejor amiga.
Jennie negó con una sonrisa mientras seguía burlándose de la menor.
Al salir de la sala, ambas hablaron sobre la película y Chaeyoung se ofreció a acompañar a Jennie a su casa, ya había oscurecido y aunque ambas podían tomar un taxi cada una, la menor insistió hasta que la mayor aceptó.
-Sabes que no es necesario, Park. - dijo Jennie mientras miraba a Chaeyoung llamar un taxi. - No quiero que tengas problemas con tu madre.
-Pero quiero hacerlo, Kim - respondió Chaeyoung, abriendo la puerta del taxi y le daba las indicaciones al conductor. - Además, mi madre es lo que menos me importa en este momento, si te soy sincera. - miró a su mejor amiga a su lado con una sonrisa. - Por cierto, ¿desde cuando nos llamamos por nuestros apellidos?
-Desde ahora, ¿algún problema con eso?
-Para nada. - alzó ambas manos, mostrando inocencia y sonrió.
Durante el resto del camino, ambas se quedaron completamente en silencio, mirando por las ventanas, los coches que pasaban por la calle y las personas que caminaban por las aceras.
-Ya llegamos, señoritas. - dijo el conductor mientras paraba el auto frente al edificio en el que Jennie vivía. Chaeyoung asintió y bajo del auto, dándole el dinero al hombre, Jennie bajo detrás suyo.
-Gracias. - dijo la menor y tomó la mano de Jennie para entrar al edificio.
No sabía porque estaba haciendo aquello, pero sin duda no quería dejar de hacerlo. La mano de Jennie se acoplaba tan bien con la suya, además de que era suave y pequeña.
-¿Una carrera hasta arriba? - propuso Jennie, Chaeyoung asintió entre risas. - A la cuenta de tres. - dijo mientras sonreía con burla. - 1, 2... ¡3! - y salió corriendo, dejando a Chaeyoung atrás.
-¡Eso es trampa! - se quejó mientras corría detrá de su mejor amiga.
Sin duda amaba aquella parte aniñada de Jennie, aquella que solo le había mostrado a Chaeyoung hasta ahora, y la menor solo esperaba que eso siguiera así por mucho tiempo.
Jennie tenía una reputación de rompe corazones en la universidad, pero eso era algo que simplemente estaba muy lejos de la realidad. Jennie y apenas si había salido con Irene y con otro chico, del cual Chaeyoung no recordaba el nombre pero que empezaba por K, durante todo su tiempo en la universidad. Aquellos rumores solo habían sido creados por gente que le tenía envidia. Pero a la mayor no le importaba lo que la gente decía de ella, los rumores le valían miles de hectáreas de mierda. Después de todo, solo le importaba lo que Chaeyoung pensaba de ella.
-¡Gané! - exclamó Jennie, con la respiración agitada, cuando vio a Chaeyoung aparecer por el pasillo bastante agitada.
-Eres... - respiró profundo. - Una tramposa, Jennie. - terminó de decir cuando se paró frente a la mayor.
-Sí, claro. - Jennie rodó los ojos y sonrió con burla. - Perdedora.
Chaeyoung se llevó una mano al pecho, haciendose la ofendida aunque la sonrisa en su rostro decía todo lo contrario. Una idea, algo loca, cruzó por su mente.
¿Qué tan malo podría pasar?
-¿A quién le dices perdedora, gato con rabia? - preguntó, una sonrisa victoriosa surcó su rostro cuando vio la boca de Jennie abrirse en una "o" perfecta, sorprendida.
-A ti. - respondió Jennie. - ¿Algún problema con eso, maldita jirafa insolente? - ambas comenzaron a acercarse inconscientemente, tanto que ya sus narices se rozaban suavemente.
-Ninguno. - susurró Chaeyoung, sentía el aliento mentolado de Jennie en su rostro y sus manos ya estaban cosquilleando, pidiendo que tocara alguna parte del cuerpo de Jennie.
-Yo si tengo un problema.
-¿Cuál es?
-El que te estes tardando en besarme, creo que tengo que hacerlo yo misma.
Y sin más, Jennie se lanzó a los labios de la menor, dando inicio a un suave y dulce beso, tan solo un pequeño toque de labios, sin lenguas ni nada.
O al menos eso era lo que Jennie quería hasta que sintió la lengua de Chaeyoung tocar suavemente sus labios, pidiendo permiso para entrar en la cavidad bucal de la mayor.
Y después de eso, sintió que todo el mundo desaparecia a su alrededor. Las manos de Chaeyoung se aferraron a su cintura, apegándola a su cuerpo lo máximo posible. Jennie entrelazo sus brazos en el cuello de la menor, haciendo el beso aún más apasionado y no dejer ningún espacio visible en sus cuerpos.
Jennie agradecía en su mente que el pasillo de la residencia se encontrara vacio a esa hora, aunque la verdad era que no le importaría en lo más mínimo que alguien la viera besarse con su mejor amiga, pero no sabía que tanto le afectaría a Chaeyoung aquello, además de que no quería exponerla de una manera en la que la menor no quería.
-Entra. - pidió con un hilo de voz cuando se separaron de aquel apasionado beso.
Ambas respiraban con dificultad, sus pechos bajaban y subían con rapidez, las mejillas de ambas estaban completamente sonrojadas y sus labios rojos e hinchados. El cabello de Chaeyoung estaba alborotado y la ropa de Jennie desordenada, cualquiera que pasara por ahí se daría cuenta de inmediato de lo que había pasado. Además de que la tensión sexual en el ambiente era latente.
-Esperaba que dijeras eso. - susurró Chaeyoung, dejando pequeños besos en los hinchados labios de Jennie.
Tan pronto como la mayor abrió la puerta, Chaeyoung la empujó hacia adentro y la beso de nuevo con intensidad, sintiendo los gemidos ahogados de Jennie hasta la médula.
De una patada, Chaeyoung cerró la puerta y comenzó a caminar hacia adentro con Jennie pegada a su cuerpo, sin siquiera dejar de besarse.
Jennie metió sus manos dentro de la camiseta de Chaeyoung, aruñando suavemente la piel del estomágo de la menor, haciendo que esta sintiera que la piel le quemaba con las caricias leves que la mayor le regalaba.
-¡Chae! - exclamó Jennie cuando sintió una pequeña mordida en su cuello y luego como la menor pasaba la lengua por el lugar afectado, haciendola gemir suavemente.
-No sabes cuanto extrañe esto. - dijo la menor, apartandose del cuerpo de Jennie para comenzar a desnudarla. - No sabes cuán ansiosa estoy por volver a probarte. - sabía que todo lo que estaba diciendo podría ser peligroso en un futuro, pero ahora mismo le valía, literalmente, mierda. - No sabes cuanto quiero hacerte mía.
-Cállate y besame. - ordenó la mayor, tratando de ignorar los latidos de su corazón, sabía que Chaeyoung decía todo aquello solo por la calentura del momento. No quería hacerse falsas ilusiones.
-A sus ordenes, señorita Kim. - respondió Chaeyoung, lanzandose a besar con fuerza, pasión y lujuria a Jennie.
Ambas ya se encontraban con el torso semidesnudo, con solo sus sujetadores crubiendo sus pechos. La piel de Jennie estaba erizada gracias a las caricias que Chaeyoung le daba. Gimio cuando la menor mordió su labio inferior y luego lo chupó, además de sentir las manos de su mejor amiga en el broche de su sujetador.
Cuando sintió sus pechos liberados, ambas cayeron en la cama, con Chaeyoung sobre el cuerpo de Jennie y besando, chupando y mordiendo a su antojo.
-Ni se te ocurra dejar marcas, ardilla rabiosa. - dijo Jennie con la respiración entrecortada y los ojo cerrados. - ¡Chaeyoung! - exclamó cuando sintió que la menor mordió su cuello con algo de fuerza.
-No me digas que hacer, enana. - dijo, bajando desde el cuello de Jennie hasta su pecho con un camino de besos. - Ahora, solo cállate.
-Oblígame. - reto Jennie.
-Si tanto insistes. - respondió la menor y sin que Jennie lo esperara, se metió un pezón de la mayor a la boca, comenzando a succionar.
Los gemidos de Jennie era como música para sus oídos. Sintió las manos de la mayor en su cabello, tratando de pegarla más a sus pechos para que siguiera dándoles atención. Jennie pensaba que con solo aquello podía llegar tranquilamente a un orgasmo.
Chaeyoung bajo con besos hasta el abdomen de la mayor, sus manos se encontraban jugando con el botón de los jeans de Jennie, y luego de unos segundos, comenzó a bajar estos, dejando a la vista las bragas rosadas de Jennie. La húmedad en la entrepierna de la mayor era bastante visible, y una punzada de orgullo la invadio al saber que era por ella.
-Dejate de juegos. - rogó la mayor cuando sintió como las manos de Chaeyoung recorrian sus piernas mientras le quitaba sus pantalones.
-Dime, Jennie. - habló Chaeyoung cuando se incorporó a la altura de la entrepierna de su amiga y comenzó a besar por encima de la tela. - ¿Qué es lo que quieres?
Las manos de Jennie apretaban con fuerza las sabanas de su cama, estaba comenzando a frustrarse gracias a que Chaeyoung no dejaba de jugar con ella. Se encontraba algo sensible por el juego previo y sin duda se moría por sentir los labios de la menor en su centro. Pero no iba a rogarle, ya lo había hecho suficiente, su orgullo no se lo permitía.
-Tú... - tragó con fuerza cuando la menor pasó su lengua por encima de la tela. - Sabes que es lo que quiero.
-Quiero que lo digas. - dijo Chaeyoung, bajando con delicadeza y lentitud las bragas de Jennie. - No haré nada hasta que me digas que es lo que quieres.
A la mierda el orgullo.
Fue lo único que pensó Jennie antes de eliminar cualquier tipo de pensamiento de su cabeza.
-Follame. - pidió con la respiración entrecortada. - Follame como solo tú sabes hacerlo.
Y como si solo hubiera sido un interruptor, Chaeyoung se lanzó al clítoris hinchado de Jennie, dándole la atención necesaria, mordiendo, chupando y besando a su antojo, sintiendo los gemidos y jadeos de Jennie hasta la médula.
-Oh, mierda. - gimió Jennie cuando Chaeyoung introdujo un par de dedos en su interior y comenzaba a moverlos con algo de fuerza, a la par de los movimientos de su lengua.
Se llevó una mano a la boca, no quería que sus gemidos y gritos se escucharan desde afuera del departamento. Chaeyoung alzó la vista para fijarla en el rostro de Jennie, gruñendo insatisfecha cuando se dio cuenta de que esta tapaba con una de sus manos su boca.
-¡Dios! - exclamó Jennie cuando sintió que los dedos de Chaeyoung se curvaban en su interior y no paraba los movimientos de su lengua. - ¡C-Chae!
Atrás había quedado el intento de intentar no ser tan ruidosa cuando un orgasmo arrazó con ella, literalmente. Chaeyoung se tragó todo lo que pudo de los fluidos de la mayor, disfrutando de aquel sabor del que, estaba segura, podría hacerse adicta.
Cuando los espamos del orgasmo dejaron a Jennie, se levantó y miró con una sonrisa victoriosa a la mayor. Su cabello se encontraba como un desastre, su piel estaba brillante gracias al sudor que la cubría, su rostro estaba completamente rojo y su boca estaba entreabierta.
Sin poder evitarlo, Chaeyoung unió sus bocas en un beso necesitado y apasionado, haciendo que Jennie probara su propio sabor.
-Dame un descanso, ¿quieres? - pidió Jennie cuando se separaron gracias a la falta de oxígeno, un pequeño hilo de saliva era lo que las unía. - Dios mío.
Chaeyoung sonrió satisfecha.
♪♪♪ Kura, kura, kura, kura, ¡TWICE! ♪♪♪
Sorry, la estaba escuchando mientras escribía esto.
En fin, decidí cortar el capítulo porque si no se hacia demasiado largo después y nah.
Y ahora sí, es mi primera vez escribiendo smut, ¿qué tal, mi gente? ¿les gustó? ¿sienten que debería mejorar en algo? ¡ILUMINENME!
Bueno, espero que este capítulo lleno de Chaennie les haya gustado. Diganme que sí porque sino, lloro.
Bueno, lo seguiré diciendo hasta no sé cuando porque lo sigo alargando de alguna u otra manera, pero... Un poco de calma antes de la tormenta no vendría mal, ¿o sí?
En fin, gracias por el apoyo mi gente y espero que comenten porque sus comentarios me hacen feliz como una lombriz.
Los tkm♥♥♥
Besitos en la cola.
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