𝒖𝒏𝒐
El comienzo del grupo Kairos había nacido de la mano de Evangelina y Silas en el año 2017 al principio solo era un grupo formado por batería y guitarrista en busaca de un bajista y una vocalista, sin éxito cabe decir. Diana Valchos, la hermana adoptiva de Silas, había encontrado tras mucho tiempo en su nueva familia un tipo de terapia, que la hacía poder expresar todo lo que había reprimido durante años, la música. Sus padres adoptivos James y Maia le habían regalado aconsejados por su terapeuta un ukelele y unas clases para aprender lo básico por que como habían podido comprobar ella era autodidacta. Pronto el ukelele se convirtió en el objeto transicional de Diana. Y poco tiempo después el bajo entró en su vida así como el componer canciones, ambas una vía de expresión pura y dura.
En 2018, cuando Silas y Evangelina veían un poco oscura su búsqueda oyeron a la chica tocar desde el salón, ambos embelesados no solo por su maestría con el bajo sino también porque la oía cantar en un tono más bajo una preciosa canción.
—Deberías tocar nosotros —fue lo que sugirió su hermano al oírla.
—Yo solo... ¿Estás seguro?
—Dios claro que sí —Exclamó la novia de su hermano con alegría— esa talento tuyo... es una mina de oro y nos ayudaría mucho tu creatividad lo único que ha conseguido tu hermano escribir es...
"eres como el verano, me gustas,
como no tener que levantarme temprano"
—Rima, y tiene razón, amo dormir
—Si... es horrible Silas... —Estalló en carcajadas su hermana.
—Lo que tu digas
Aquel fue el primer día de Diana en la banda, a partir de ahí 7 meses después de arduo trabajo y de letras que no tenían que ver con dormir, no solo tenían bajista sino que le daban la bienvenida a Leto a la banda como vocalista de Kairos, gracias a un anuncio de Facebook.
Leto había pasado por mucho antes de llegar a Kairos, pero en aquel grupo se encontró a si misma y encontró una familia que la quería a pesar de su pasado. Encontró un poco de paz en el caos en el que se había convertido su vida los últimos 3 años.
Teniendo vocalista, podían comenzar su pequeña carrera como banda de pop rock. Quien les iba a decir que su banda llegaría a participar en uno de los mayores acontecimientos musicales de Europa, Eurovisión.
***
Año 2020
Cuando se anunció que posiblemente estábamos a las puertas de una pandemia mundial, el grupo había decidido que se iban a ir con Leto a su casa por que era la más grande. Los padres de Leto eran bastante reconocidos en Grecia, su padre Juez y su madre era una abogada de prestigio, por lo que el dinero no solía faltar en su casa.
Cuando en Marzo todo el mundo se encerró en sus casas, ellos aprovecharon la cuarentena para poder ensayar y hablar de nuevos proyectos. Para matar el tiempo cuando ya no sabían que hacer y se habían tragado la mitad de netflix, solían hacer Lives en Instagram para que los poquitos fans que tenían pudieran ver que seguían trabajando duro.
La cuarentena se pasó bastante rápido pues cada uno encontró hobbies, Silas y Evangelina se la pasaban haciendo ejercicio, a veces acompañados de Diana y Leto. Leto se encontró con que tenía una mano especial para la cocina y para los postres, además de la famosa app Tik tok que se volvió un pasatiempo para ella y para Diana.
Diana se dedicaba a componer y por las noches cuando Leto y ella solían sufrir de insomnio, se veían series o hablaban de su pasado , ya no como algo doloroso, si no como algo que las había llevado su verdadero destino, ambas eran muy unidas.
Diana había ayudado a Leto a salir del armario, pero sobre todo la había ayudado a darse cuenta de que estaba dentro de este, algo que Leto había agradecido muchísimo por que por fin se estaba encontrando así misma y era gracias a sus amigos.
Kairos era una banda abiertamente Bisexual por lo que con la llegada de junio y el mes del orgullo, cada semana hacían algo especial, los lives siempre estaban tematizados. En uno de aquellos lives, todos los miembros de la banda se habían vestido con faldas, Silas incluido y tras tocar algunas canciones solían interactuar con sus fans, muchas de las chicas alababan lo contentas que estaban al ver que Silas rompía estereotipos.
Otra cosa que les gustaba hacer durante la cuarentena era beber y jugar a juegos de mesa mientras estaban un poco ebrios.
—Enserio vamos a jugar al monopolio.. lo odio —comentaba la vocalista mientras bebía de su copa.
—Y por eso jugamos, Leto, porque lo odias —Silas comentaba divertido.
Estaban a mitad de la partida cuando se escuchó a la chica quejarse y a Silas reírse de su desgracia, a Leto ya no le quedaba dinero y había caído en uno de los hoteles de Silas, que además de dársele muy bien las mates era muy competitivo.
—Tienes que pagarme... Ah no que no puedes JAH
—Tramposo... te odio
—No lo haces —la risa tonta de la bajista se escuchó mientras veía como la guitarrista intentaba robar dinero de la banca sin que nadie lo notará— ¡Eh ladrona esas manos donde las vea!
—Sobre tu... —le guiño un ojo picara.
—Oh no... se puso horny la chica, que sola estoy... y caliente ahora que lo pienso
—Yo puedo arreglar eso —Guiñó Diana un ojo, solía ponerse en modo coqueta cuando bebía, pero cuando se le pasaba se volvía como un gatito tímido.
—Ah sí... —la chica se acercó peligrosamente tirando el tablero en el proceso— ¡Ooh no que pena! Juguemos al UNO
—Será... —La vieron correr por la casa mientras tropezaba torpemente con sus pies y luego la oyeron gritar al ver a su gato— ¡Solo era Apolo!
—Lo vemos desde aquí tonta —el uno era divertido ya de por si, pero en el caso de las reglas de la noche de beber se hacía aún más interesante, por que la chica lo hacía más divertido haciendo que cuando una persona pasaba tenía que beber un chupito.
Mientras jugaban a Evangelina se le ocurrió hacer al día siguiente una cena temática, cada uno escogía una película y se debían disfrazar de eso.
—esa idea es... ¡Fantástica! Y podemos hacer una maratón de Disney —Comentó una ebria Leto que se había cansado de jugar y estaba tirada en la alfombra con apolo en su espalda mientras seguía bebiendo de una construcción de pajitas larga.
La cuarentena paso lenta, para el grupo, Leto estaba ya cansada de estar encerrada. No solo por la ansiedad que le generaba en si el encierro, sino porque además le recordaba al tiempo que estuvo en rehabilitación sola durante 8 meses en Italia. Aunque intentaba ocultarlo se le notaba en lo irritada que estaba con sus amigos o incluso con sus padres, desde hacía dos años que no sentía tan mal.
Cuando llegó el verano y por fin se levantó el confinamiento, la muchacha se recuperó poco a poco de la ansiedad siempre acompañada de sus amigos y en su ambiente terapéutico. Para ella ese ambiente terapéutico era la playa, siempre se había sentido unida a ella y eso la puso de buen humor rápido, habían pasado días y días en la playa, reconectando con su yo interior y con sus amigos.
Con el paso de los meses, el mundo parecía mejorar poco a poco. Era un proceso de recuperación lento, todo lo lento que se pudo imaginar, teniendo en cuenta de que los contagios seguían ocurriendo día a día. Y es por eso que nadie se esperó que uno de los miembros de Kairos acabara contagiándose.
Leto se había empezado a encontrar mal por lo que ella misma se aisló para prevenir contagiar a sus padres y a su banda. Ella era consciente de que esto no era un simple constipado y que siendo su madre asmática no podía jugársela. Así que ante los primeros síntomas, se encerró en su cuarto y si necesitaba salir llevaba consigo la mascarilla para no contagiarlos.
Cuando le hicieron la prueba a ella y a sus padres ella resultó ser la única positiva por lo que se encerró en una habitación con baño y la comida le iba llegando a la puerta.
Aquellos 20 días para ella fueron una tortura, estaba sola, no quería coger el teléfono, no quería tocar su guitarra y comía como un pajarito. Ella tuvo una pequeña crisis depresiva durante ese tiempo, nada de lo que hacía realmente la llenaba, intentaba leer y se aburría, la música sonaba a todas horas manteniéndola cuerda, volvió a empezar Friends y en menos de una semana se la había acabado, siguió con Supernatural y para cuando por fin la soltaron la había acabado.
Habló un poco con su banda, y eso la alivió por unos instantes antes de recordar que solo habían pasado 6 días y que aún no los podría ver.
Cuando por fin salió de aquella habitación, su familia la esperaba para poder abrazarla, haciendo que ella se largará a llorar en brazos de su madre, los había echado de menos, no era lo mismo hablar por una puerta que verla y abrazarla. Los siguientes en achucharla fueron los integrantes de Kairos, cuando se vio envuelta en tanto cariño, sintió como poco a poco se le pasaba la angustia.
Pronto la banda estaba volviendo a hacer música, listos para que los poquitos fans que tenían volvieran a disfrutar de sus temas, tanto de los nuevos creados por ellos como de los cover que hacían. Con el paso del tiempo, llegó el invierno y con ello la festividad favorita del grupo navidad, Diana la había empezado a disfrutar con su familia adoptiva y Leto la disfrutaba desde niña.
En Grecia con el final del año quisieron realizar una de las tradiciones griegas más conocidas para ahuyentar los malos espíritus de ese año y atraer la prosperidad a sus vidas. Compraron unos platos de porcelana blancos y con un permanente escribieron lo malo que había pasado aquel año y lo rompieron delante de las puertas de sus casas.
Luego de cenar, la nana de Leto había preparado la famosa vasilopita, postre que siempre se comían en año nuevo y dándose sus regalos de ese año, Leto había hecho unos collares con unas púas de guitarra hechas de resina y con el nombre de la banda para cada uno, como un amuleto de la buena suerte.
Diana le había regalado a la chica un precioso vestido rojo que resaltaba las curvas que tenía y de las que estaba más que orgullosa. Y los novios habían optado por regarle la saga completa de los Dollangager de V. C. Andrews ya que la chica se los había leído en el centro de rehabilitación en Milan y los quería para su colección.
Las fiestas los habían vuelto a reunir aunque nunca estaban demasiado separados, las fiestas siempre eran un momento de reunión, para las tres familias. Los Sideris que habían ayudado a los padres de Silas y Diana con su adopción y la madre de Evangelina que era amiga de la madre de Leto desde la universidad. Eran una gran familia griega, como se solía decir, y con la llegada de las fiestas la familia griega aumentaba con la llegada de las familia extensa de todos, haciendo de la llegada del año una fiesta genial.
¿Qué les deparaba a Kairos el 2021? ¿Prosperidad? ¿Amor? ¿Desamor? Solo esperaban que el año empezará conbuen pie y que los ayudará a crecer profesionalmente.
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