Después del fin de semana, cada uno estuvo en su casa pasando un poco de tiempo con la familia, Leto estaba nerviosa por llegar a la casa de Thomas. Debido a que conocería a los padres de él, sus suegros, esa palabra le asustaba.

—¿Estás seguro de esto?

—Sí amore —ambos estaban aparcando el coche de Thomas en la puerta, primero habían dejado a Damiano, Vic y Diana en su casa. Ethan había llevado a Silas y Evangelina que iban a aprovechar a ir a visitar algunos sitios turísticos, ellos eran como una pareja casada que prefería crear memorias. Al bajar del coche, Thomas bajó sus maletas y cogió su mano.

Leto se quedó un poco parada y negó rápidamente, Thomas se giró a mirarla confuso. El pánico había invadido a la chica que miraba la puerta como si aquello fuera el infierno mismo.

—No puedo... —susurró y dio un paso atrás.

—Leto amore, no va a pasar nada, ellos te adoraran... —Leto cogió su mano con fuerza y lo miró con un puchero— estoy contigo ¿sí?

—Vale —susurra, ambos entraron en la casa donde se respiraba tranquilidad, Leto pudo observar de nuevo algunas fotos, la casa se encontraba en silencio, haciendo que Thomas se asomara a la cocina y al salón.

—Aun no han llegado —Leto soltó un suspiro aliviada y ambos subieron a la habitación. Leto miró la habitación y sonrió, había una cama doble su guitarra a un lado y había fotos con los chicos y sorpresivamente pudo ver una foto de ellos dos.

—Somos nosotros... —le sonrió y lo besó con suavidad.

Estuvieron un rato hablando en la habitación y Leto le contó la idea de la nueva canción que Diana y ella habían empezado a escribir.

—¿Entonces no crees que sea tu príncipe azul?

—No, tu eres mi Roger Taylor amore —Thomas rió y la abrazó con suavidad, ambos estaban recostados mientras esperaban a que llegarán los padres Thomas. Leto estaba más relajada pero al oír la puerta de un coche los nervios la invadieron.

—Ehm... ¿Puedo ir al baño? —El panico la invadio, sumandose a los nervios, necesitaba escapar. Thomas asintió un tanto confuso señalándole el baño al salir de la habitación.

Leto corrió a encerrarse en el baño y con rapidez sacó su móvil y llamo a Diana, mientras revisaba su ropa y revisaba su maquillaje.

—Ciao Leto

—¿Damiano? Esta Diana ahí

—Esta en el baño... ¿Has conocido ya a Giulia?

—No, aún no... Damiano ¿Va a tardar? Realmente necesito hablar con ella y estoy poniendome de los nervios

—No... ¿Cómo estás?

—Damiano ahora mismo necesito a Diana, dile que se dé prisa, es una emergencía —exclamó un poco molesta Leto mordiéndose el labio.

—Aquí esta... Hola Boo —la voz de Diana sonaba cantarina.

—Tengo miedo —susurra la chica al escuchar a Diana.

—¿De qué? ¿Estás bien?

—No... me encerré en el baño de Thomas

—¿Es un ataque de ira?

—No... pánico quizás —susurra la chica.

—¿Pero porque?

—Y si... no le gusto a los padres de Thomas —suspira la chica.

—¿Por qué no les ibas a gustar?

—Yo no soy tan linda como Evangelina o como tú —susurra insegura

—¡Y eso que tiene que ver ahora! A Thomas le gustas tú como eres y por lo que eres... Leto, no te preocupes por eso... Ellos te van a amar eres talentosa, linda y nos cuidas a todos, ahora sal del baño y ve a presentarte con tus suegros —Leto respiró profundamente— Tu puedes Leto —la animó. Las conversaciones con Diana la hacían sentirse como una persona nueva y lo agradecía.

—Gracias —sonrió a su reflejo y colgó mientras se retocaba el pintalabios. Thomas tocó a la puerta y Leto salió con cuidado, mirando al chico que le sonreía intentando quitarle los nervios.

—Ven mama tiene ganas de conocerte —le sonríe el chico mientras coge su mano y entrelaza sus dedos.

Bajaron hasta la cocina donde una mujer rubia estaba colocando cosas en la alacena, y a su lado un hombre castaño que iba sacando cosas de las bolsas y pasandoselas a su mujer. (la siguiente conversación se desarrolla en Italiano)

—¡Oh Thomas, habeís llegado ya! —le sonrió la mujer mientras se lavaba las manos antes de acercarse a ellos.

—Leto esta es mi madre, Giulia —Leto le sonrió nerviosa y extendió su mano, antes de verse envuelta en un abrazo.

—Oh, es un placer conocerte, Thomas nos ha hablado muy bien de ti —Sonríe la mujer— Andrea mira que linda es, tal y como Thomas te describió...

—Él es mi padre, Andrea —le sonríe Thomas mientras Andrea se acerca a su hijo y pone una mano en su hombro.

—Bienvenida Leto —le sonríe el hombre y besando la mejilla de la chica— ¿Qué tal te fue el viaje?

—Oh muy bien, señor Raggi

—Puedes llamarme Andrea, cariño, Giulia estaba preparando comida para todos —le sonrió mientras iban a la cocina.

***

Damiano miraba a Diana después de que colgará Leto, la chica había sido un poco borde con él y le había extrañado, por lo que cuando la chica colgó decidió comentar aquello.

—Fue un poco borde conmigo —le dijo indignado el italiano.

—Oh discúlpela Reina del Drama —lo mira divertida— Estaba nerviosa por conocer a los padres de Thomas

—Bueno... entonces la entiendo... —Vic se asomó a la habitación con Chili detrás de ella.

—Tu padre dijo que traería a Bidé y a Legolas —Le sonrió Vic hablando de sus gatos.

—Oh genial, ¿cuándo viene?

—Viene Jacopo a dejarlos y se va con su novia

—Oh genial —Damiano miró a Diana que estaba mirándolos mientras escribía algo en la libreta de canciones— Te presentaré a mis pequeños

Después de comer, pollo con un poco de ensalada que habían preparado juntos, fue cuando sonó el timbre del piso de Victoria, Damiano le abrió a su hermano que entró con una jaulita y dentro habían dos gatos que maullaban contentos de ver a su dueño.

—Ciao Jacopo! —le sonrió Victoria que estaba escogiendo película con Diana. La recién nombrada agitó su mano saludando y siguió mirando que era lo que había en el netflix Italiano.

—Ciao Vic, Ciao signorina —le sonrió el hermano de Damiano antes de despedirse y decirle que su madre esperaba verlo pronto.

—Bien, Diana... te presentó a mis hijos —Diana se sentó en el suelo y dos gatos salieron de la jaulita, el más claro corrió hasta su padre no gatuno y le maulló, mientras que el más marroncito se acercó curioso a la chica que estaba en el suelo.

—Hola mishi... —susurró la chica y acercó su mano para que la oliera, viendo que desprendía un olor familiar se acercó con confianza para que lo acariciara— que bonito eres —lo coge en brazos mientras lo mima.

—Ese es Bidet y este es Legolas —Legolas al ver a su hermano tranquilo saltó de los brazos de Damiano y se tumbó cerca del regazo de Diana que le dio suaves caricias en la cabeza, haciendo que el animal ronroneará.

—Eres la madre perfecta para mis gatos —le sonrió Damiano que se había sentado a su lado.

Victoria había ido a preparar palomitas y a coger alguna bebida para ver Iron Man juntos. Damiano ante la imagen de ver a Diana con sus gatos se sintió aliviado y unió sus labios en su suave beso. Diana se movió un poco quedando de rodillas entre sus piernas mientras se besaban. Aquella posición calentó a Damiano que llevó su mano a la parte de la nuca de la chica y profundizó el beso. Cuando ambos se separaron para respirar, Diana tomó la iniciativa y juntó sus labios mientras se sentaba en su regazo, era un beso totalmente pasional.

Damiano llevó las manos a su cadera con un poco de temor a que la chica rechazará su toque pero aquello no paso y Diana estaba tranquila ante aquel toque más íntimo, por lo que se sintió aliviado. Diana se separó y le sonrió antes de separarse, Vic entraba en ese momento y se quedó mirando a Damiano.

—Ahm...

—Sí Vic me excite

—te envidio ahora mismo —Diana soltó una carcajada y palmeo el sofá mientras le daba play a la película de Iron Man.

Vic ocupó un sitio a su lado mientras que Damiano fue al baño, Vic aprovecho para besar suavemente a su chica antes de que el vocalista volviera y pudieran ver la película que Diana había escogido, cuando Damiano salió del baño se colocó al otro lado de Diana mientras que Chili estaba acurrucado sobre Diana, allí los tres humanos y los tres animales daban inicio a una maratón de películas.