𝒐𝒏𝒄𝒆
𝓣𝓦:el siguiente capítulo contiene escenas de carácter sexual explicito, por lo que si eres menor o sensible a este tipo de contenido por favor espera a la siguiente actualización. Espero que os guste mucho este capitulo
Llevaban una semana inmersos en la grabación de Mad at Disney. Todos participaban de una manera u otra. Leto había amado las escenas donde huía del castillo con la rosa. Seguida de la bestia, que hacía de guardian de la línea del tiempo. Diana había amado el vivir el cuento de Aurora y la escena donde Leto y ella huyen juntas del castillo. Silas había podido montar a caballo con Evie detrás huyendo de la princesa que se quedaba en su castillo reinando sola.
El momento que más había disfrutado Grace era sin duda el final donde Diana y Leto rompían con la historia. Leto llegaba antes que el príncipe azul y salvaba a Diana de su letargo eterno.
***
Diana estaba en aquel momento en el aeropuerto, ya había llegado la hora de viajar a Italia y conocer a los padres de Damiano y al padre de Vic.
—Pasalo bien y nos vemos pronto —Leto la abrazó con fuerza.
—Ten cuidado... Es tu primer viaje sola, llámanos cuando llegues a la terminal ¿vale?
—Si tranquilo, Damiano viene a buscarme...
—Si algo va mal... Patada en el abdomen y corre —Evangelina la abrazó y los tres la despidieron.
Diana estaba en Italia, nerviosa y caminando recordando por donde se había movido la última vez. Damiano estaba justo en la puerta de salidas esperándola mientras fumaba. Victoria a su lado con Chili en sus brazos miraba su móvil en caso de que Diana la llamará.
—¡Hola! —Diana sonrió y abrió los brazos. Damiano la alzó y besó su mejilla con fuerza, antes de besarla con suavidad.
—¡Dea! Te extrañamos... —Victoria la abrazó con fuerza, sin aplastar a Chili que ladraba contenta de ver a Diana.
—¡Hola Chili! Te traje algo... Se lo quité a Apolo... —Diana sonrió y sacó de su bolso una pequeña pelota azul.
Damiano abrió la puerta de su casa donde estaba su madre, hermano y padre con el padre de Victoria.
—¡Hemos llegado! —Jacopo fue el primero en salir del salón y sonreir a la invitada.
—El es Jacopo ¿te acuerdas de él?
—Si, es un placer volverte a ver —Diana le sonrió y se sorprendió cuando la abrazó.
—Eres tan chiquitina
—Bueno no todos medimos lo que un árbol Jacopo —rió la italiana que estaba siendo abrazada por los hombros por un hombre— Diana este es mi padre, Giancarlo de Angelis —Diana le sonrió al hombre y estrechó su mano.
—Oh es un placer conocerlo Vic habla muy bien de usted
—Oh cariño, puedes tutearme, Victoria habla muy bien de ti y de vuestros amigos...
Dice que eres muy especial para ella
—Oh gracias —Victoria le sonrió ampliamente.
Diana entonces fue abrazada por una mujer con el pelo un poco rizado.
—Diana mi madre, Eleonora —Eleonora le sonrió y besó su mejilla.
—¡Hola cariño! Eres tan linda como me lo había descrito Damiano, este es mi marido Luca —Diana les sonrió— Teníamos muchas ganas de conocerte, seguro que debes estar hambrienta
Jacopo le sonrió y cogió su maleta, dejándola en un ladito. Damiano cogió su mano y entraron en la sala.
—¿qué tal el vuelo?
—¡Bien! Tranquilo, he dormido la mayoría del trayecto
—Eso es lo mejor —rio Jacopo.
—Sí... —De las escaleras se oyeron pasos y luego un maullido.
—Bidet precioso —Diana lo cogió y lo acarició.
Antes de comer Diana estaba sentada cerca de Victoria y Damiano.
—¿qué edad tienes Diana?
—18, en febrero 19
—Eres del 2003, vaya me siento viejo —comentó Jacopo.
—Lo eres —bromeo Damiano.
—Este viejo puede patearte el culo —Damiano se levantó divertido con Jacopo y se empezaron a molestar.
—¡Niños! Portaros bien —Eleonora los miró con el ceño fruncido.
—Damiano nos ha dicho que tienes una notas magníficas... —Diana se sonrojó pero asintió— ¿qué estudias?
—Psicología —Sonrió la chica.
—Oh eso es precioso Diana...
La comida con los padres de Damiano y el padre de Victoria fue tranquila, Diana se sintió integrada rápidamente, las dos familias habían entendido rápidamente que estaban en una relación los tres. Cuando llegó la noche estaban en la casa de Victoria.
—¿Como vais con el vídeo?
—Oh está acabado, lo están editando y se subirá la semana que viene —Diana sonrió emocionada.
—¿enserio?
—¡Sí!
Damiano sonrió y la besó con suavidad. Victoria estaba despidiendo a su padre que volvía a su casa después de traerlos al apartamento. Victoria entró en el apartamento y cerró la puerta detrás de si. Diana se estiró en el sofá, Damiano besó su cuello haciendo que la chica gimiera.
—Eso suena muy bien —Victoria besó sus labios con suavidad.
Los tres estaban inmersos en una sesión de besos cuando el ambiente se caldeo. Damiano miró a Victoria como si ellos estuvieran teniendo una conversación mental.
—¿Confías en nosotros?
—Sí
—Vamos a enseñarte...
—Oh...
Victoria sonrió y la besó mientras quitaba su top, bajo la cremallera dejando al descubierto sus pechos. La italiana sonrió y besó unos de sus pezones antes de dejarle vía libre a Damiano. Este se quito la camiseta y la sentó en su regazo. Diana lo besó con fuerza agarrando la parte trasera de su cuello.
—Diana... mueve tus caderas así cómo estás... —indicó Victoria mientras quitaba su top.
Damiano gruñó cuando sintió el movimiento en su miembro, la tela de sus boxers causo una pequeña fricción haciendo que la echara un poco para atrás y le sonriera.
—Parecias... inocente pero mirate haciendo caso como una buena chica
Diana sonrió sintiéndose excitada y lo besó con fuerza y movió su cadera una vez más. Victoria la reclamó en aquel momento.
—Es mi turno... —Diana sonrió y con cuidado se movió al muslo de Victoria— tú sabes que hacer... Déjate llevar...
Diana quiso experimentar y atrapó uno de sus pezones entre sus labios. Damiano gruñó con la imagen y se quitó los pantalones. Victoria sonrió y la vio bajar lentamente y quedarse quieta.
—Hazlo Diana, prueba ahí —Diana metió la cabeza bajo la falda de Victoria y pronto la italiana gimoteo— Suave Diana...
Damiano sonrió y bajó los leggins de Diana con suavidad. Victoria gruñó y miró a Damiano.
—He dicho suave... no voy a ir a ningún lado...
Damiano le dio un pequeño pellizco en su nalga como advertencia. Diana gimió contra los labios de Victoria haciendo que la chica gimiera con fuerza.
—No seas mala y hazle caso a Vic, Dea
Victoria llegó al orgasmo cuando Diana mordisqueó su clítoris. Damiano había tenido que masturbarse un poco con la imagen antes de colocarse un preservativo.
—Dea, ponte en tus rodillas —Diana miró a Victoria y se colocó sobre sus rodillas y sus manos.
Victoria la hizo flexionar sus brazos por lo que acabó apoyada sobre sus codos. Diana gimoteo cuando Damiano comenzó con sus estocadas y estos incrementaron cuando Victoria se coló y lamía su centro. Damiano estiró un poco de su pelo haciendo que se incorporará un poco y que Victoria tuviera más espacio. El italiano aumentó la velocidad, lo único que se oía en el apartamento eran los gemidos de Diana y el choque de piel de Damiano.
—Amo... que estés estrecha —Gruñó Damiano mientras besaba su espalda, estaba al borde de llegar.
—Ella está lista... —Diana lloriqueo cuando Damiano bajo la intensidad de sus embestidas.
—Necesito...
—No te hemos dado permiso para que lo hagas Dea, nosotros te dejaremos llegar pero tienes que esperar
Diana suplicó un poco antes de que Daniano se moviera rápido otra vez y llegará en el preservativo.
—Ahora puedes... —Diana gimoteo y llegó a su orgasmo. Diana cayó en el sofá mirando a Victoria que le sonrió y besó sus labios con suavidad.
—Buena chica piccolina —sonrió Victoria— ¿estás bien?
—Sí... —Damiano volvió y se acercó a Diana y cogió su mentón— eso ha sido fantástico
—¿Estás bien?
—Si amor, no he hecho nada que no quisiera y no me habéis hecho daño —Diana lo besó y se acurrucó contra los dos, viendo cómo Daniano ponía una película en Disney+.
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