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𝒐𝒄𝒉𝒐

𝓣𝓦:el siguiente capítulo contiene escenas de carácter sexual, por lo que si no te sientes cómodo a la hora de leer el contenido, puedes esperar al siguiente capítulo. Si eres menor léelo bajo tu responsabilidad.

Aquella noche Diana supo que debía ser el momento. Sus padres no estaban, Silas estaba en casa de Evangelina celebrando el baby shower de la mejor amiga de Evie, y luego dormiría con ella. Diana se había puesto un bonito vestido veraniego azul y habían ido a merendar a la ciudad y ahora estaban viendo los vengadores.

—Os voy a echar de menos... —susurro Diana que estaba acurrucada entre los dos.

—y nosotros a ti, Dea...

—Pero nos vemos muy pronto, ya sabes que hemos programado un viaje para que conozcas a nuestras familias

—En dos semanas... Empiezo a odiar el dos —Rio la chica y se incorporó un poco más mirando a los dos.

—Te llamaremos todos los días, además vas a empezar con la grabación del vídeo Mad at Disney, se te va a pasar el tiempo rápido.

La canción sería lanzada mañana, y eso tenía a Kairos emocionado. Además habían pedido vestidos para el vídeo, y Leto lo había conseguido iba a ser una princesa. El móvil de Diana emitió un pequeño sonido que indicaba que había una notificación. Leto había subido una story a su cuenta. Diana tenía todas las notificaciones activadas por si era algo en relación a la banda. Era una foto de ella frente al espejo de su habitación con el outfit de su cita con Thomas.

—Leto y Thomas van al autocine —sonrio Diana y le enseño la foto de Leto a Vic.

—Ella se ve tan linda

—Como tú —Diana la besó lentamente.

Vic sonrió y acarició su mejilla, Damiano y ella habían hablado y dejaron que fuera ella la que iniciará realmente. Respetarían si ella quería esperar a mantener relaciones. Vic se separó y Diana mordió su labio suavemente. Damiano sonrió y las observó, ellas tenían una química inegable. Se debía quizás a que las dos eran chicas y se comprendían la una a la otra, en según qué aspectos. Diana entonces capturó los labios de Damiano con voracidad, se sentó en su muslo, sorprendiendo al chico. 

Vic miró a Damiano, y ambos parecían pensar lo mismo. Diana les estaba dando señales de que estaba bien, que aquella noche iba a ser la noche que iban a compartir los tres juntos. Damiano atrajo a Victoria a su otro muslo y acarició su abdomen mientras besaba a Diana con lentitud. Victoria sonrió y besó con suavidad el cuello de Damiano, haciendo que el chico gruñera sobre los labios de la chica.

Diana sonrió levemente y se separó para acompañar a Victoria y besar cada hueco del cuerpo de Damiano que le fuera posible. Hubo un momento, donde ambas se encontraron y se besaron lentamente mientras Damiano desabrochaba su camisa.

—¿Estás segura de esto?

—Diana...

—Si, lo estoy —La chica la besó lentamente y se relajó cuando las manos de damiano fueron a su cintura y la atrajeron más a su cuerpo.

Damiano sonrió y fue cuando decidió que no iba a ser en un sofá su primera vez, la alzó y cogió la mano de Victoria y ambos subieron a la habitación de Diana. Entraron y Damiano dejo a Diana sentada en la cama mientras se quitaba su camisa y la dejaba sobre el colchón que era su cama. Victoria se colocó de rodillas junto a Diana y la besó lentamente, juntaba sus labios y la apegaba a su cuerpo antes de que las dos cayeran tumbadas sobre la cama. Diana sonrió y se colocó sobre Victoria sorprendiendo a la chica.

—Esta vista me gusta... Pero prefiero compartir —Diana atrajo a Damiano a sus labios.

Ella necesitaba soltarse y ese era el mejor modo dejarse llevar por su yo interior. Los besos, se transformaron en jugueteos y en provocaciones por parte de los tres. Damiano era el más perjudicado, su pecho estaba lleno de pintalabios y de pequeñas uñas. Victoria estaba con su sujetador y sus pantalones cortos, Diana estaba con su camiseta larga y sin los pantalones. Aunque poco le duró aquello, cuando Damiano quito la camiseta y la besó con suavidad.

—Eres tan linda —susurro victoria a su espalda y apretó una de sus nalgas haciendo que Diana gimoteara sobre los labios de Damiano.

—¿Hoy nos vamos a centrar en ti si?

—Pero...

—Sh, deja que te mimemos —Diana asintió levemente.

Victoria fue la primera en tomar partido y desabrochó el sujetador de la chica, dejando que la gravedad hiciera su función y dejará caer las copas. Damiano sonrió y llevo sus labios a su pezón haciendo que la chica gimiera.

Victoria quitó su propio sujetador y besó su cuello con lentitud.Diana estaba inmersa en el placer que le daban ambos.

Al cabo de unos minutos el trío estaba cómo habían venido al mundo, no había tensión de ningún tipo, y Diana se sentía tranquila. Damiano la recostó, Victoria estaba apoyada en el cabecero y sobre ella estaba Diana, de modo que la chica estaba piel con piel con ella. Damiano sonrió cuando al pasar sus dedos entre los delicados labios de la chica, un pequeño gemido escapó de sus labios y se aferró a la mano de Vic.

—Tranquila... —victoria besó su mejilla con suavidad y capturó sus labios con suavidad.

Damiano besó su cadera al son que metía uno de sus largos dedos en su sexo, Diana se retorció y gimió sobre los labios de Victoria mientras arrastraba sus dedos por el pelo de Damiano, que dejó un pequeño beso en su botón de nervios.

—Estas empapada amor —Diana se sonrojó— estás lista para nosotros...

Victoria desde su posición, sonrió lasciva y pronunció unas palabras que hicieron que Damiano sonriera.

—Yo quiero probarla —Damiano sonrió y bajo sus labios al sexo de Diana, Diana gimió con fuerza y mordió un poco el muslo de Victoria, dejando un pequeño chupetón. Damiano se separó y junto sus labios con los de Victoria haciendo que ella gimiera— Uhm... Deliciosa...

Diana estaba roja, no sabía si de vergüenza o del placer, Damiano se estiró a su mochila y sacó un preservativo. Diana supo en aquel momento que era real, pero no sé sentía mal, se sentía correcto. Victoria aprovechó que Damiano se colocaba el preservativo y fue ella quién le dio atención a Diana. Victoria sabía dónde tocar, ella era mujer, sabía que era lo que la volvía loca.

Diana era en aquel momento un manojo de gemidos, provocados por los dedos y por los labios de la italiana.

—Ah! —el nudo que se había formado en su estómago se deshizo, causando que la chica llegará a su primer orgasmo. Damiano sonrió cuando victoria se giró a mirarlo y junto sus labios para que probará.

Damiano se colocó entre sus piernas y Victoria cogió su mano y entrelazó sus dedos. Damiano iba entrando delicadamente, a Diana se le llenaron los ojos de lágrimas. La italiana besó su mejilla y le dijo palabras de amor mientras Damiano entrelazaba su mano y pegaba su nariz a su mejilla.

—Perdoname... Mi niña —Damiano se quedó quieto y dejó que fuera ella la que se moviera.

—Puedes moverte... —Diana movió sus caderas y Damiano pudo moverse con libertad.

Victoria sonrió y pronto noto como Damiano tocaba suavemente su sexo, se trataba de Diana pero no la iba a olvidar a ella.

Victoria gimió con suavidad cuando Damiano comenzó a tocarla, movía sus dedos con rapidez y frotaba su clítoris haciendo que ella se deshiciera sobre sus dedos con rapidez. La habitación estaba llena de gemidos, Damiano estaba acostado está vez en la cama y Victoria estaba guiando los movimientos de Diana.

Damiano estaba preso entre las dos mujeres y estaba sumergido en su placer. Diana gimoteaba apoyada en el hombro de Victoria, casi llegando a su éxtasis. Damiano gruñó también cerca.

—Vic ayudala y que sea a  la vez —Victoria sonrió y se agachó desde su posición en el pecho de Damiano y besó sus labios inferiores, lamió la línea que llevaba a su botón de nervios. Lamiendo un poco de la base del miembro de Damiano, haciendo que el también gimiera. Diana estaba cerca lo podía notar, al igual que Damiano— Ya casi...

Diana estalló en un gran gemido y se dejó caer sobre Victoria que la besó con suavidad mientras Damiano llegaba a su propio orgasmo siguiendo a la chica.

—Eso... Estuvo...

—Maravilloso —Damiano la besó y la ayudó a tumbarse en la cama.

Victoria sonrió y acarició las mejillas de Diana y la besó, la pobre estaba cayendo en los brazos de Morfeo.

—Te quiero —susurro la chica griega y luego miro a Damiano que volvía del baño— Te quiero

—Nosotros a ti Dea, y nosotros a ti —Damiano besó su mejilla y se acurrucó con ella y con Victoria— a ti también te quiero

—y yo a ti Dami —Victoria le sonrió y besó su mano.

Tal y como había dicho Leto, Diana se sintió todo el rato cómoda. Ellos no eran su padrastro, ellos no iban a hacerle daño. Ellos eran la persona correcta para Diana.

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