Victoria esperaba a la chica fuera de su habitación mientras hablaba por teléfono con su madre. Diana se había cambiado de ropa por algo más formal ya que la sudadera y las mallas no le parecían apropiadas para una salida de amigas. Por lo que había escogido un top blanco fruncido con lunares y un pantalón verde acompañado de sus Converse negras.

—¡Lista! —Vic sonrió, ella había optado por una camisa camel y unos pantalones a rayas, al acabar de hablar con su madre, ambas salieron del hotel con sus mascarillas negras mientras decidían si cogían un taxi o si caminaban hasta un restaurante donde comer. Tras un rato de decidir caminaban mientras hablaban de la entrevista.

—Entiendo que el cotilleo mueva el mundo, pero es necesario, sacarlo en todos lados. A Efendi también le preguntaron por Andreas...

—Creo que lo supisteis defender muy bien —comentaba la greca mientras entraban en el restaurante y se sentaban en una mesa alejada de las ventanas.

—Si... Creo que es algo que deben decir ellos no nosotros. Además que llevaban 5 días... Deben disfrutar de su privacidad de poder hacer cosas tranquilos —Diana asintió ante las palabras de la italiana— Bueno dejemos de hablar del cotilleo y hablemos de nosotras

—¿Qué vas a pedir?

—La verdad extraño la pasta así que ya que hemos venido a un italiano creo que pediré pasta

—Uh, esa idea me gusta yo creo que se me antoja pizza —Victoria sonrió y llamó al camarero que las atendió rápidamente.

—¿Cuándo es tu cumpleaños? —Comentó Vic.

—25 de febrero

—Uh, yo soy del 27 de abril

—Oh eres tauro, me gustan los tauro —Sonrió la chica mientras daba un sorbo a su vaso de cola.

Mientras comieron hablaron de muchísimas cosas, desde que habrían hecho si no se dedicaran a la música, de que animales les gustaban y de música, el tema de la música invadió la mayoría de la conversación pero como no hacerlo si ambas se habían conocido gracias a su talento musical. Entre medias ayudaron a Leto a escoger un outfit, ya que mientras esperaban el postre las llamó en plena crisis de moda.

Cada una pidió un postre pero decidieron compartirlo, Diana había pedido tiramisú y Vic pidió cannoli cada una comía la mitad del postre de la otra, cuando salieron decidieron ir a un parque y descansar un poco mientras seguían hablando de cosas varias. Vic hablaba de Italia y de su familia, y de lo mucho que extrañaba a su madre. Diana le hablaba de Grecia y de ese maravilloso viaje que habían hecho a Santorini como teloneros de una banda.

—Te juro que jamás vi a Silas tan ebrio —rió recordando aquella noche— Rechazó a Evangelina pensando que era otra chica y le dijo literalmente "Mi novia me esta buscando, no quiero nada..." dio una vuelta sobre si mismo y de repente "Amor, una estúpida quiso robarme" Leto lo grabó todo nos reímos de él una semana entera

—Dios debo ver ese video

—Leto lo tiene, se lo pedimos ver mañana de nuevo —Estaban apoyadas en un árbol mientras hablaban una al lado de la otra.

—Creo que cuando volvamos a Italia... os vamos a echar de menos —comentó Vic.

—Nosotros igual, aunque supongo que Leto irá a visitaros más si lo suyo con Thomas va bien

—sí... pero vendrás con ella ¿no?

—Seguramente, somos como una manada donde va uno vamos todos —Rio la chica.

Llevaban un rato en silencio mientras miraban a los niños correr de un lado para otro. —¿Te gustaría tener familia? Tipo hijos...

—Tengo 18... pero no sé... —la pregunta la hizo mirarla— supongo que aún tengo tiempo para pensarlo y para encontrar al padre...

—Sí... yo pienso igual —y el silencio se volvió a hacer presente, victoria miraba el perfil de Diana que estaba con los ojos cerrados— ¿Te apetece que escuchemos música?

—Claro —Vic sacó su teléfono y abrió Spotify poniendo en suffle sus canciones con like. Unas pequeñas notas invadieron el ambiente y Diana movió su cabeza y sonrió. Dancing in the moonlight las hizo mover los pies al ritmo de la canción.

Tan rápido como se habían puesto a mover los pies se pusieron a bailar la una junto a la otra mientras reían, cada una con su estilo propio pero acompasadas por el bajo que sonaba.

—Mi madre ama esta canción, dice que le recuerda a ella y a papá cuando eran jóvenes

—Es preciosa

La siguiente canción, Wild Enough de Elina, que sonó era un poco desconocida para Diana pero era lenta y le gustaba los sentimientos que expresaba, Vic cogió sus manos y ambas se pusieron a balancearse una al lado de la otra mientras se miraban era un momento tan mágico e intimo que cualquiera que las viera no dudaría en la química que tenían.

—Yo... —Vic miró los labios de la chica y luego sus ojos. En un arranque de valentía junto sus labios con los de la griega. Aunque los primeros segundos fueron solo un contacto, Diana se atrevió a seguirle el beso haciéndolo lento cargado de amor y sentimientos. Unos sentimientos que comenzaban a mezclarse con las emociones que provocaba otra persona. Ante estos pensamientos Diana se separó lentamente y miró a Vic que se mordía el labio y la mira roja como un tomate.

—Yo...

—No hace falta que digas nada solo... tenía ganas de hacerlo y no podía aguantar más, oí que hay una feria... ¿Quieres que vayamos?

Diana asintió y ambas comenzaron a andar siguiendo las indicaciones de Google Maps. Vic sugirió que para no perderse fueran cogidas de las manos y así estarían seguras.

Al llegar a la feria, se acercaron a los puestos, algunos eran de comida, otros de juegos y entre los juegos había una cabina de fotos instantáneas.

—¿Vamos?

—¡Oh si! —Diana corrió para poder entrar y Vic la siguió mientras se sentaba en sus piernas y le daba al Start. En la primera foto estaba sonriendo, en la segunda sacaban la lengua divertidas, en la tercera ambas se miraban sorprendidas y en la última reían tal y como las había pillado la cámara en el momento.

Imprimieron la tira dos veces y caminaron por los puestos hasta que Diana vio un peluche de un pequeño león y chillo emocionada corriendo para intentar ganarlo.

Jugó varias partidas pero los pensamientos que invadían su mente la estaban desconcentrando, y ganaba premios pequeños que había regalado a unos niños que pasaban por allí, salvo un peluche y el lego de dinosaurios que le daría a Leto.

—¿Quieres que lo intente yo? —se acercó Vic pagó 5 oportunidades para poder conseguir el león, el juego consistía en tirar todas las latas de una sola tirada. No fue hasta el cuarto lanzamiento donde lo consiguió realmente y el feriante le dio el leoncito a la italiana que reía emocionada.

—Toma un recuerdo de mí —Diana le sonrió y achucho el leoncito.

—Estoy un poco cansada... crees que podríamos volver ya al hotel —Vic miró la hora y ya era casi hora de volver así que ambas emprendieron el camino de vuelta. Al llegar al hotel Diana subió a la habitación sin cenar y sin ganas de ver a nadie. Leto no estaba pero le había dejado una copia de su llave por si necesitaba coger alguna cosa o por si se olvidaba su propia llave.

***

No fue hasta muy entrada la noche sobre las 23 de la noche que la chica se presentó en su habitación con una sonrisilla boba que se le quitó al ver a su amiga enrollada en la manta y con una mirada confusa recorriendo sus ojos.

—¿Diana? ¿Estas bien?

—Yo... Leto necesito ayuda...—3 palabras que podían asustar, Leto lo sabía pero ella jamás abandonaría a su amiga.