Era un sábado soleado. Un día perfecto para salir. Mientras, un omega aroma a chocolate caminaba por la calle para ir a visitar a su alfa. Park Seonghwa.
Lo esperaba en su casa, era muy cariñoso y bueno con él.

Se habían conocido en el hospital, una vez que el menor se lesionó, Seonghwa se hallaba allí, así que lo cuidó. Y desde ahí le tomo cariño al menor y el menor a él, creando al tiempo una bonita relación. Empezando viéndose en sus hogares, saliendo a caminar y viendo películas juntos, cómo lo harían hoy mismo.

Se había arreglado con un bonito buzo rosado, unos pantalones vaqueros y el collar que él le regaló en su aniversario de un año.

Ese día lo había recibido una invitación a su hogar en forma
de mensaje.

"Jung Wooyoung, está invitado a una cita en mi hogar el día de hoy

Con cariño; Hwa."

Cuando llegó abrió la puerta y no estaba, en cambio siguió un camino de pétalos que lo llevó a una cajita en el suelo. Apareció por la puerta y le dejo unas palabras que quedarían grabadas en su corazón. Nunca las olvidaría.

"Si es por ti, te acompañaría hasta marte, júpiter, cualquier lugar, eso sería solo un poco del amor que siento hacia ti, te amo, de enserio en serio te amo mucho y espero nunca separarme de tí, Wooyoung, hombre por quien estoy loco y lo estaré para siempre."

Conmovido, fue directamente a repartir besos a sus labios y cara, para luego entregarle un regalo también, una pulsera con un corazoncito como dije.

"Seonghwa, yo también te amo, de la luna ida y vuelta, por eso te quisiera dar esto, se que es un regalo simple, pero te lo compensaré con mi amor, feliz primer aniversario juntos, por eso y por más."

Estuvo frente a la gran puerta marrón, esa fue la señal para detener su caminar. Tocó el timbre y automáticamente mayor se asomó por la puerta. Lo recibió con un gran abrazo por parte de esos cálidos brazos y lo dejo pasar. Luego de unos mimos y besitos se sentaron en el sofa para ver la televisión un buen rato.

—Wooyoung—.Lo llamó.

—¿Sí?—Escuchaba atento.

—¿Qué película quieres ver hoy?—Preguntó mentras pasaba las opciones.

—Mh ¡Esa! La de las niñas—.
Señalo una película en la que dichas estaban tomadas de las manos.

—¿S-seguro?—Preguntó con un poco de miedo en su ser.

—Sí... Quieres verla desde hace rato.—Dijo tranquilo y confiando.

Lo que el omega no sabía, es que esa película era una de terror, y él odiaba las películas de ese tipo. Bueno, en realidad odiaba toda película que tenga algo de terror. Y a él, todo le daba miedo.

Una vez lo llevó al cine a ver una película en 3D y se asustó tan solo por un gatito qué salto fuera de la pantalla, lanzó todos las palomitas de su tarro y tuvieron que comprar otro nuevo.

Sí, ya habían comprado uno antes. Luego estuvo escondido por toda la película detrás de su espalda por qué tenía miedo de que aparezca de nuevo ese gato al cual había llamado"monstruo".

Al contrario de él, a Seonghwa le encantaban las películas de terror, le hacían sentir una adrenalina indescriptible, hasta a veces reía en medio de estas, lo veían como a un verdadero psicópata, pero eso es por qué se imaginaba los detrás de escenas y como grabaron esa parte, peor si era de payasos, se reía aún más, le causaban mucha gracia. Su niño era tan miedoso que tenía ganas de pasar todo el tiempo junto a él, poder cuidarlo y cumplir cada uno de sus caprichos de pequeño. Quería ver esos labios abultados al hacerlos y sus mofletes inflados cada vez que hacía berrinches para siempre. Esos ojitos grandes al pedir cosas y ese lunarcito bajo su ojo que lo hacía parecen aún más tierno de lo que ya era. Lo amaba muchísimo.

—¿Por qué l-las gemelas se están a-acercando tan aquí?—Preguntó asustado—¿Las luces están parpad... ¡A-AH!—Se escondió detrás de su hombro.

—Woonie...

Sacó su cara llorosa de detrás suyo fue envuelto en un abrazo de parte del más grande—¿Y-Ya se fué?

—¿Y si mejor hacemos otra cosa?—Tomó el control y pausó la película.

—L-lo siento, nunca puedes ver tus películas f-favoritas por mí.

—Oh... No te preocupes por eso, las veré en el momento que tú estés listo, ahora lo que importa es que tú te sientas bien.—Comenzó a besarlo tiernamente mientras soltaba feromonas para tranquilizarlo. Pero unos toques bastaron para que comenzarán los besos salvajes, mordiscos y sin ignorar la peleas de lenguas que se veían acompañadas de vaivenes de cabezas. Cuando creía que el menor estaba listo, saco los colmillos de sus encías y se acercó hacia su cuello.

—Lo siento Seong, y-yo, no puedo...

—T-te esperaré, tranquilo.—Se alejó con cuidado.

Ese era un problema. Cuándo él alfa quería marcar al omega no podía por qué el otro tenía miedo a ser lastimado, se negaba a eso, ya lo había intentado varias veces, pero el resultado siempre era el mismo, y a Seonghwa le hacía creer que no lo quería, su lobo se sentía triste y rechazado.

—Y-ya puedes, marcarme...—Se puso cerca y cuando el mayor hizo lo pedido el se alejo rápido y se fue a encerrar a su habitación.

—Wooyoung, cariño...—Le hablaba desde el otro lado de la puerta.

—L-lo siento, de enserio, enserio lo siento...

—No te disculpes, yo te puedo esperar, si no quieres está bien, tranquilo, podemos hacerlo en otro momento.

—¡P-pero, siempre lo arruino todo!—Puso su cara entre sus piernas y bajo la cabeza para seguir con su llanto—.N-no puedes hacer las cosas que te g-gustan a mi lado...

—No, siempre alegras mi día Wooyoung, de no haberte conocido no podría vivir. Eres mi razón para seguir de pie, solo habrá que esperar al momento en el que tú estés dispuesto, No te quiero obligar a hacer algo que no quieres... Por algo te amo, eso es amor. Esperar a alguien no importa cuánto tiempo sea. Por eso, te esperaría años hasta que estés listo.

—P-pero no hay tiempo...

—Solo ignoremos eso, no importa...

En ese momento, la habitación quedó en silencio, sólo las miradas recurrían cada unos mínimos segundos.

—Tranquilo, todo estará bien—. Le sonríe dulcemente mientras sostiene su mano—¿Quieres ir a dormir? Se está haciendo tarde.

—Ya me comenzaba a dar sueño ¿Cómo supiste?

—Lo sé todo—Exagerando. Ríe entre dientes

Fueron hacia el sofa, Seonghwa acariciaba los cabellos de el menor mientras esté soltaba pequeños sonidos de satisfacción, cayó profundamente dormido.

Cuando dormía abultaba los labios, parecía estar pidiendo besitos, los que obviamente le entregaba gustoso en contrario. Lo amaba tanto que quería estar para siempre a su lado.