Wooyoung comenzaba a sentir toques en su boca.

"Que lindo despertar" Pensaba.

Los labios de Seonghwa eran muy suaves y tenían un sabor delicioso al que se había vuelto adicto.

Adicto a su sabor, a su aroma, a él.

—Wooyoung, ya es de día
¿Salimos al parque? —Preguntó, aunque ya sabía cuál sería la respuesta.

—¡Sí sí, gracias!—Se levantó rápido y se lanzó encima de él para poder abrazarlo.

Cada vez que Seonghwa veía al menor alegre, le recordaba a un perrito cuando le decían para dar un paseo, como estaba ocurriendo ahora, saltaba y se lo agradecía miles de veces.

Se vistieron y salieron tomados de las manos mientras entrelazaban sus dedos.

El simple hecho de poder tomarse de las manos así, lo hacía sentir mejor de lo que se sentía cada vez que estaba con él, ya sea un toque o un roce en ellas. Siempre pondría lo mejor de sí para ver su sonrisita cuadrada y risa que era como musica para sus oídos. Que lo hacía volverse más loco por él de lo que ya lo estaba.

Siguieron caminando. Seonghwa pudo divisar un camión en el que vendían la golosina favorita del omega, así que le hablo sin rechisar un segundo.

—Mira Woonie, algodón de azúcar ¿Quieres uno?

—Sí, pero no compres para
tí, t-te puede...—Fue interrumpido por un dedo del mayor encima de sus labios.

—No te preocupes por eso,
me lo permito de vez en cuando.

Se dirigió hacia la señora que vendía dicha golosina y compró uno para cada uno. Había de distintos colores, eligió el rosado, color favorito de ambos, otra de las cosas que tenían en común. Además de que sus nombres contenían la letra W, que habían ido a la misma escuela antes de conocerse, que el día que se vieron por primera vez ambos estaban en el mismo hospital. Y más cosas.

—Muchas gracias Hwa.

—No me lo agradezcas, me basta con tan solo con tu sonrisa para poder seguir, lindo.

Wooyoung se sonrojó. Le encantaba cuando lo trataba así. Con abrazos, besos lentos llenos de amor. Caricias, mimos y palabras bonitas.

—¿En que piensas Woonie?—
Interrumpió sus pensamientos

—S-solo estoy pensando en lo importante que eres para mí Hwa.—Se puso de puntillas, se agarró de los hombros de él y froto sus narices.

—Ven aquí cosita—Lo abrazó fuerte—Gracias por aceptarme

—Hwa, no llores, me pones mal.—Limpió sus lágrimas delicadamente.

—Lo siento, es que, eres muy bonito y mis ojos no resisten tanto brillo.—Se cubrió sus ojos a modo de broma.

—Ah... No se que pudiera hacer sin tí.

—No pienses en eso, debemos disfrutar de la vida, el presente es presente y este no se vuelve a vivir ni a repetir jamás ¿Okay?

—Como diga mi señor capitán.—Puso su mano en su cabeza y junto sus pies

—Que lindo eres Woonie—
Le dedico una sonrisa dulce.

—No lo soy.—Lo empujó un poco hacía la derecha.

—Sí lo eres.—Lo empujó hacia el otro lado.

—No.

—Sí.

—¡No!

—¡Sí!

Cualquier persona pensaría que estaban rompiendo. Pero en realidad, estaban fortaleciendo aún más su amor. Una gran relación. Como más que amigos.

Parecían estar destinados...

—Hwa mira, ¡Hay muchas aves alli!—Señaló éstas.

—Son muy grandes ¿Quieres que caze una para ti?—Bromeó.

—¡No! ¡Cómo vas a hacer eso Seong!—Lo burló.

—Entonces, se una carnada perfecta para atraer a más.

—¿Qué es?

—¡Eres tú!—Lo tomó de la cintura y lo giró un poco.

—¡M-me haces cosquillas!—
Se reía mientras hablaba. Lo soltó y lo besó.

—En cambio puedes hacer algo mucho mejor.—Corrió hacia las aves y las ahuyento, el viento parecía estar a su favor ese día. Moviendo sus cabellos y las hojas de su alrededor, creando una hermosa vista.

—Que hermoso.

—¡¿Viste que bonitas?!—
Le dió la razón.

—Claro.—Lo miró, era hermoso, su mundo, su todo— ¿Sabes que no hablaba de las aves no?

—A-ah y entonces ¿Del paisaje?

—No.

—E-entonces ¿De las hojas?
Pues es otoño y a ti te encanta esta estación, el poder patear las hojas secas y... ¿Es eso, verdad?

—¿E-estás mirando a alguien?—
Soltó triste mientras hacía un puchero.

—¿Como podría mirar a alguien más?

—¿De que hablas entonces?

—De ti.

Wooyoung lo abrazó fuerte.

—N-no me dejes nunca, por favor, te amo.

—Por ti, haría todo lo que pidieras, yo también te amo... Y mucho.

Así volvieron hacia la casa, abrazados y hablando de cosas triviales como que comerían, que harían al otro día y citas que tendrían. En el camino se cruzaron a unos pequeños jugando con unos globos. Los niños al verlos observar tanto, pensaron que querían jugar, así que lo invitaron a este de forma amable.

—¿Señores, quieren jugar?—
Le tendieron uno de estos.

—Claro niños ¡Ven Woonie!—
Le hizo ademán con la mano para que viniera, ya que estaba un poco más lejos de el mirando las aves de todas variedades que habían allí. Éste lo vió y cedió ante sus ordenes.

—¿Ustedes están juntos?—Pregunto el menor de ellos

—Sí.—Dijo orgulloso.

—¿También se dan besitos,
de esos que juntan sus boquitas y sus cuerpecitos?

—Si, besitos con mucho amor.—Le respondió cariñosamente

—¿Y por qué las personas que se quieren mucho se llaman por apodos bonitos?

Wooyoung se agacho y comenzó a hablarle desde esa altura.

—Por que se quieren mucho y quieren hacer sentir a la otra persona bien con sus palabras.

Seonghwa sonrió, el omega parecía otro niño más, tan adorable.

—Oh entiendo, entonces
¿Yo podré conseguir a alguien que me llame bonito?—Agrando sus ojos un poco en muestra de mera curiosidad

—Claro, sí ya eres una cosita bonita, de seguro conseguirás a alguien rápido, y tú tambien.—Acarició su cabello, viendo como sonreía.

Luego de jugar un rato se despidieron y siguieron su camino hacia el hogar del mayor. Este estaba a unas cuadras del parque.

—¡Woo, carrera hacia mi hogar!—Comenzó a correr.

—¡Espera, no Hwa!—Negó e intento atraparlo a medida que avanzaba.

Llegaron y quedaron exhaustos.

Seonghwa frunció el ceño y se agarró de su hombro mientras caía poco a poco hacía el suelo.—A-Adiós...

—¡S-Seonghwa!, n-no...

—¡N-No!

Despertó agitado.

—¿Que ocurre Woonie? ¿Estás bien?—Dijo aquel alfa de olor a canela mientras se frotaba los ojos cansado.

—S-sí Sannie, s-solo... Otra vez eso

—E-estás llorando—.Soltó preocupado

—L-lo siento, es que f-fue mi primer amor y... Me marcó, y no de esa forma pero, no puedo olvidarlo...

Desde ese día, soñaba con él todas las noches, no podía sacarlo de su cabeza. Ya habían pasado cinco años desde aquel suceso, ahora vivía con un apuesto alfa, cariñoso y cuidadoso. Lo amaba, pero nunca podría olvidarlo jamás.

Se sentía raro decir las mismas palabras llenas de amor y recibir abrazos de parte de otra persona, todo se sentía tan distinto.

San lo abrazó fuerte y palmeó su espalda.

—Sabes que puedes hablar conmigo siempre que quieras, si no quieres está bien...

..."Si no quieres está bien, te esperaré, tranquilo...

...eso es amor, esperar a alguien, no importa cuánto tiempo sea, por eso, te esperaría años hasta que estés listo"

Otra de las palabras que tanto le recordaban a su anterior amor.

Quien había muerto de un paro cardíaco debido a su enfermedad en el corazón. Queriendo disfrutar de la vida, sin saber que ese día daría su último respiro.

Relato hecho especialmente para la competencia de nyx_fanfic