La primera vez que entro en celo en presencia de alguien más que su familia fue durante un partido de práctica del campamento. Frente a muchas otras escuelas.

Fue un accidente en su totalidad, de hecho, se adelantó, pues su celo debía llegar mínimo una semana después del campamento de entrenamiento. Sin embargo, no fue así, y tuvo la desgracia de suceder en un partido contra el nekoma.

El profesor ukai dijo que no era su culpa en absoluto (algo increíblemente lógico, pero que sin embargo hacía sentir culpable a un hinata hirviendo en fiebre) que era totalmente lógico que sucediera sí se encontraba algo cerca de su celo, y más al estar en un lugar cerrado y con tantas personas con tantos aromas distintos.

Sumado al hecho de que estas personas eran en su mayoría adolescentes hormonales que se encontraban haciendo ejercicio, corriendo, brincando y en general transpirando.

Era raro que los celos llegarán de improvisto en plena práctica, sin embargo, todos sabían que hacer y el único problema en ese momento fue el tener a un hinata cayendo lentamente luego de tratar de rematar el balón.

Sucedió muy rápido. Tanaka salvando el balón, asahi y daichi pasándolo a kageyama para que lo colocará y hinata corriendo de punta a punta para golpearlo. Sin embargo, al momento de brincar lo más alto que pudo sintió un tirón en la parte baja de su estomago que lo hizo tocar el balón sin fuerza alguna con la yema de sus dedos para posteriormente perder todas las energías y caer de bruces contra el frío y resbaloso piso del gimnasio.

Al principio del casi golpe todos se sorprendieron de que no lo golpeará como se debía, pero cuando se dieron cuenta de que no era por estar distraídamente emocionado, todos (incluso los chicos del nekoma, entre ellos kenma que se encontraba justo frente a shoyo) trataron de atraparlo fallando miserablemente.

Todos en el gimnasio guardaron silencio aun en estado de shock hasta que daichi corrió a ayudar a su pequeño cuervo junto al armador del nekoma. Claro que hubiera sido más rápido de no ser porque el polluelo naranja se encontraba abrazándose a sí mismo y soltando un particular aroma a naranja y clavo.

Si antes estaban todos en shock cuando cayó, ahora estaban en shock porque eso solo significaba que había entrado en celo.

Lo siguiente que paso fue que absolutamente todo karasuno cubrió a su amigo para que nadie se acercará. Los alfas de los otros equipos rápidamente corrieron a fuera del gimnasio tapándose su nariz y viendo desde la distancia.

Kenma y sugawara sujetaron a un exaltado shoyo que sudaba a mares.

-tiene mucha fiebre - dijo kenma preocupado- ¡Kuroo, Lev, traigan agua fría y toallas. Yaku, supresores. ¡RÁPIDO! - kenma gritando era obviamente algo urgente.

Los tres alfas salieron corriendo en direcciones distintas para poder traer lo pedido por el omega de su equipo. Mientras tanto yamaguchi sacaba algo de fruta de su lonchera y un juego para extendérselo a su pequeño amigo.

-trata de comer o mínimo tomar algo, deshidratarte ahora puede ser fatal. - como pudo le ayudo a tomar unos cuantos sorbos del jugo.

Nishinoya y tanaka se encontraban viendo seriamente a los chicos fuera del gimnasio en advertencia. Asahi y daichi le soplaban aire a hinata para tratar de enfriarlo y tsukki recogía prendas de todo el equipo para que se sintiera seguro... No sabía sí funcionaría ya que su nulo conocimiento era por yamaguchi él cual recurría a él en su época de celo para recibir mimos y pay de queso.

Mientras tanto kageyama se encontraba en shock viendo todo a unos metros de distancia. Se encontraba sudando, no dejaba de mirar al que probablemente era su mejor amigo y las manos no dejaban de picarle. Sentía necesidad de algo, pero no sabía que. Tenía miedo de acercarse y ser rechazado y tampoco lo entendía.

Dejo de pensar en eso cuando escucho a kuroo y lev llegando con el agua y toallas que pudio. Lo extraño fue ver a yaku seguido de bokuto y akaashi.

Como sí de un resorte se tratará, tanaka y noya saltaron frente a ellos y les bloquearon el paso gruñéndoles. No dejarían que se acercarán a su pequeño amigo en ese estado.

Para desgracia del par de amigos que ya querían ver sangre correr, kenma y suga les llamaron para que se acercarán.

No sabían cómo reaccionaría hinata al tener a todos esos alfas reunidos su alrededor. Alfas extraños con los que no convivía casi nunca.

Sin embargo, kenma tomo las pastillas que yaku le tenida y se las dio a tomar con un trago del jugo, y remojo una toalla en el agua fría antes de ponérsela en la frente.

Al parecer hinata no había notado tan rápido la presencia de akaashi y bokuto ya que cuando los vio más cerca abrió mucho los ojos y salto a los brazos del armador del fukurodani, el cual no dudo en abrazarlo y dejarse caer de rodillas en el suelo para acurrucarlo en sus brazos.

Luego se unió bokuto a su lado acariciando sus rebeldes cabellos.

Al no ver amenaza alguna la gente a su alrededor se calmó. Los entrenadores suspendieron la práctica y decidieron dejar a hinata en manos de su equipo y prácticamente segunda familia.

Hinata aun en brazos de akaashi buscaba desesperadamente su olor y el de bokuto. Unos entrenamientos bastaron y unas cuantas pláticas con esos chicos para sentirse recibido por ellos.

En ese momento daichi supo que como con ellos, hinata ahora mismo los asociaba también como parte de su "manada". Por eso buscaba sus olores.

Kageyama seguía sin poder moverse y tsukki al verlo decidió intervenir... A su manera.

-deja de verte tan patético y mejor ayúdanos a buscar prendas

-¿prendas?

-¿nunca has convivido con un omega? -El silencio fue suficiente para entenderlo- los omegas se sienten más seguros con un nido. Ellos lo hacen, pero en este momento vendría bien improvisarle uno nosotros ya que no se encuentra en casa. Las prendas del equipo tienen nuestros olores y le será cómodo

-ahora mismo debe descansar- hablo bajo koutaro. Cosa que casi nunca pasaba- ¿pueden llevarlo a las habitaciones a dormir bien? Ya cayó en brazos de akaashi.

Y no mentía. Shoyo se encontraba en sus brazos roncando levemente y con su nariz escondida en el cuello de su nuevo amigo alfa.
Lentamente y con ayuda de bokuto y kuroo, levantaron a hinata y lo acomodaron en brazos de akaashi para llevarlo a las habitaciones.

-kageyama kun, acompáñanos por favor y trae las cosas de hinata. Bokuto san, ¿puedes buscar algo de comida por favor?

-¡Si!

-voy con él - así asahi y bokuto salieron del gimnasio rumbo a los comedores y kageyama reunió todas las pertenecías junto a tsukki para ir tras de los dos alfas y los dos omegas.

[...]

Al llegar a las habitaciones, yachi y noya ya se encontraban acomodando un futón para su amigo. Ahora mismo necesitaba mucho reposo pues no solo cargaba con la energía drenada por el celo sino también por el partido. Junto a un desgaste emocional muy probable.

Acomodaron al chico de cabello naranja en el futón y lo taparon, sin embargo, este entre abrió los ojos y estiró sus manos fuera de las sabanas. Su cara se encontraba altamente roja y sus ojos se encontraban brillosos.

Kageyama no sabe cómo lo supo, pero rápidamente tomo su propia chaqueta del equipo y se la tendió, con miedo a un rechazo. Afortunadamente no fue así y fue aceptada gustosamente por el chico, el cual la tomo entre sus manos y la llevo a sus rostros para usarla como segunda almohada siempre oliéndola.

Sus cansados ojos buscaron los de kageyama. Y en esos cortos segundos de silencio ocurrió una explosión de sentimientos en el chico de cabello negro. Una felicidad indescriptible y una aún más grande necesidad de hacer algo.

No fue hasta que llegaron con la comida que supo cómo drenar sus fuertes emociones y se ofreció a darle la comida a hinata.

Dentro de la habitación solo se encontraban suga, kenma y la pareja de alfas búhos. El resto hacía guardia afuera ya que la cantidad de olor que desprendía hinata podría ponerlo en peligro.

Volviendo a dentro, kageyama se acercó lentamente y bajo la atenta mirada del resto de chicos, a hinata. El cual desde que le dio su chaqueta no le quitaba la vista de encima.

Tobio todo con los palillos un pedazo de carne y arroz y con su mano libre evito que se derramara algo. Acerco con algo de miedo los palillos a hinata, esperando algo. El chico en cuestión solo saco un poco su cabeza de la chaqueta y abrió la boca para aceptar la carne y ponerse a masticar muy lentamente con la mirada perdida.

Increíblemente fue como quitarle un peso encima a todos. Todos soltaron el aire que no sabían estaban reteniendo.
Luego de darle unos cuantos bocados de comida el resto de chicos decidió que kageyama sería quien cuidaría de su hiperactivo amigo.

Aunque kageyama sintió pánico cuando al salir el capitán del fukurodani lo amenazaba con la mirada. Akaashi tuvo que llevárselo a rastras antes de que empezara una incómoda charla.

Suga dijo que lo cuidará muy bien y que en un rato volvería para ver como seguía todo. Tobio asintió tranquilamente.

Sentía que era su absoluto deber cuidar de hinata y extrañamente, también sentía la necesidad de abrazarlo y apapacharlo para que se sintiera seguro y feliz.

[...]

Luego de una hora, cuando hinata ya había comido e hidratado lo suficiente y decidido dormitar un poco, kageyama decidió hacer caso a lo que kei dijo antes, así que se dispuso a tomar todas las prendas de sus amigos y la de kenma y los búhos y ponerlas al rededor, dobladas, de su naranja amigo.

Estaba tan ocupado doblando las chaquetas a espaldas de hinata que no noto cuando este se levantó.

De hecho, se espantó al sentir su peso en la espalda y dio un ligero respingo. Quería reclamarle e incluso decirle idiota pero su lengua se sentía pesada y el corazón les iba a mil. Shoyo en cambio se encontraba sumido en un silencio nada normal, y cuando reunió el valor suficiente para preguntar que sucedía, su amigo se adelantó y lentamente recorrió con sus manos los hombros de kageyama hasta llegar a su pecho, donde se abrazó y termino de dejar caer todo su peso.

El pelinegro no sabía ni como respirar. El aire se sentía denso y más, ya que se encontraba saturado de las feromonas a naranja y clavo de hinata. Ya no sentía el corazón y las manos le picaban por hacer algo.

Y hubiera podido recuperar un poco la compostura-con esfuerzo- de no ser porque sintió la respiración de su amigo justo en la oreja, disparando todas sus alarmas, dejándolo totalmente en blanco. No fue hasta que escucho su ronca voz que regreso a la realidad, aunque tampoco ayudaba mucho la invitación que le hizo

-¿qué? - logro formular débilmente el pelinegro

-abrázame -demando el omega- quiero un abrazo...

-ya me estas abrazando - no pudo evitar contestar eso con clara obviedad.

-no bakeyama! -regaño- abrázame tu.

Decidió que era buen momento para esconder su rostro en el cuello de kageyama y aspirar la mayor cantidad de su singular aroma a menta y moras. Totalmente refrescante a vista de hinata.

-de acuerdo -contestó al fin- ven acá - se movió un poco para atraer a hinata. Más no conto con que su amigo se sentaría en sus piernas, rodeando su cintura con las propias y lo abrazaría cual koala, volviendo a esconder su rostro en su cuello aspirando su refrescante aroma.

El cerebro del pelinegro hizo corto circuito por un momento para proceder a abrazarlo.

Era bastante surrealista toda esta situación.

Era bien sabido por todo el equipo que ambos chicos tenían una gran química juntos, también que como imán y metal se atraían mutuamente y siempre buscaban mínimo la presencia del otro. Era tan obvio menos para los implicados y en este momento lejos de ser peligroso. Todos acordaron que era bueno dejar a la mandarina a manos del rey de la cancha ya que sabían que este lo cuidaría con su vida sí era necesario.

[editado 22;02;22]