Desanimado, Jisung se encogió en un rincón de su cama con un puchero en sus labios y con una expresión triste. Hace unas cuantas semanas había empezado a sentirse así debido a su relación con Minho.

Hace dos años atrás, Minho lo había marcado y desde entonces, todo siguió perfecto, justo como cuando lo estaba cortejando, pero de repente, todo cambió hace un par de meses y no podía simplemente ignorar esas actitudes en su alfa.

El sonido del timbre lo sacó completamente de sus pensamientos, suspiró y salió de su cama, dirigiéndose hacia la puerta de entrada.

—Te ves terrible.

Jisung iba a cerrar la puerta de nuevo sin mostrar expresión alguna, pero su mejor amigo lo detuvo.

—¡Eso es muy grosero!

—¡Tú me dijiste que me veo terrible!

—¿Qué clase de mejor amigo sería si te miento?—rodó los ojos y se cruzó de brazos.

Jisung suspiró rendido, no podía negar que estaba muy descuidado, además, estaba usando su ropa de dormir y de seguro su cabello se veía muy mal. Su mejor amigo no estaba mintiendo.

—Solo pasa.

Sunoo sonrió triunfante y se hizo paso dentro de la casa. Ambos se encaminaron directamente hacia la habitación en silencio hasta que se acomodaron sobre el desorden de la cama de Jisung.

—¿Otra vez te sientes mal?

—La verdad no sé cómo sentirme—se recostó nuevamente, envolviéndose con sus sábanas—Minho cada vez parece más desinteresado en querer tocarme y se ha vuelto un alfa tonto y celoso.

—¿Tienes alguna idea del porqué?

Jisung negó, agachando la mirada.

—Y si... ¿Y si tiene a otro omega? Tal vez es celoso porque no quiere que le haga lo mismo.

—Estás sobre pensando las cosas, Sung—se acomodó junto al omega, cubriéndose también con las sábanas de su amigo—Minho te adora.

—¿Entonces por qué ya no quiere estar conmigo en sus celos? Si intento provocarlo, me dice que no deberíamos iniciar nada y creo que por ese rechazo mi celo tampoco aparece.

—Tal vez le da miedo lastimarte, aunque realmente no creo que pase algo malo si tienen sexo.

—¿Por qué lo haría? Desde que estamos juntos hemos sabido ponernos límites en cuánto a eso y todo ha ido muy bien.

Sunoo frunció el ceño y se levantó, sentándose sobre el colchón sin dejar de ver a su mejor amigo.

—Sung, no me refiero a eso.

—¿De qué hablas entonces? De verdad no entiendo—tapó su rostro con ambas manos, sintiéndose ciertamente sensible en cuanto al tema.

—Dios... ¿En serio no te has dado cuenta?

—¡Habla y dime!

—Solo piénsalo—se acomodó mejor, viendo a Jisung hacer lo mismo frente a él—Dijiste que has estado enfermo y que vomitas seguido, tus celos desaparecieron, Minho te cuida más de lo debido hasta el punto de ser celoso o posesivo con otros alfas, has estado más sensible de lo normal y tu olor es un poquito diferente.

Jisung frunció el ceño, analizando cada una de las cosas que su mejor amigo le decía. Para ser honesto, no había notado el cambio de su olor, y el tema de las náuseas y vómitos lo relacionó con que estaba enfermo.

Ahora estaba empezando a entender, dejándolo sin palabras.

—¿Entiendes lo que quiero decir?—preguntó, esperando una respuesta, pero Jisung seguía demasiado pensativo—¡Estás en cinta!—exclamó, obteniendo la mirada sorprendida del otro omega.

—Pero... No... No puedo estar en cinta—negó con la cabeza repetidas veces, ahora con temor—Todavía es muy pronto.

Sunoo tomó las manos de Jisung al verlo tan asustado para tranquilizarlo. Tener un cachorro era una etapa muy diferente y difícil para alguien que no estaba listo, y comprendía que Jisung se sintiera asustado por su futuro.

—Minho estará muy feliz.

—¿Y si no?—mordió su labio inferior, al borde de las lágrimas—Estamos empezando la Universidad y con esto tendremos que pausar muchas cosas—apartó la mirada, limpiando sus propias lágrimas—Él está muy emocionado con los estudios y-

—Jisung—le llamó, interrumpiéndolo—No sólo se trata de él, es algo de los dos. ¿Tú estás dispuesto a tenerlo?

Luego de pensarlo unos segundos, asintió. Aún estaba muy dudoso, sin embargo, la idea de tener cachorros con Minho le causaba demasiada emoción a él y su lobo, ¿cómo negarse a esa oportunidad? Tal vez estaban muy jóvenes, apenas tenían veinte años, pero no podían solo hacerse los desentendidos, ya estaba hecho.

—Hablaré con él... Pero no hoy, debo hacerme una prueba para estar seguro y debo pensar en cómo decírselo.

—Hazlo cuando te sientas listo, si no es que se dio cuenta ya.

Jisung no creyó mucho en esa posibilidad, sin embargo, no podía dejar pasar tanto tiempo, debía ser antes de que empezara a notarse.

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Cuando Minho terminó sus clases ese viernes por la tarde, regresó de una sola vez a su casa, estaba emocionado por pasar el tiempo con su omega así que se negó a salir con sus amigos. Últimamente deseaba pasar pegado a él, mucho más de lo normal.

Se detuvo frente a una cafetería y compró el postre favorito del omega para sorprenderlo. Con una sonrisa salió de ahí y siguió su camino hacia casa, teniendo en mente algunos planes para ese día. Tras unos cuantos minutos más, llegó, tocó la puerta un par de veces, y fue atendido rápidamente por Jisung.

Tan pronto lo vio, no pudo evitar acercarse a besarlo en forma de saludo. Sorprendido, Jisung respondió el beso segundos después, rodeando el cuerpo del alfa con ambos brazos, haciéndolo sentir cálido y en paz. Su corazón latía con fuerza mientras pensaba en como decirle sobre el embarazo, había decidido que ya era el momento, pero el miedo a una respuesta negativa era muy latente, aunque su lobo no estaba tan asustado como él, lo cual lo hizo sentir un poco extrañado, como si su lobo supiera ya la respuesta del alfa.

—¿Por qué estás tan sonrojado?—le preguntó Minho cuando se alejó un poco para mirarlo.

—Me tomaste por sorpresa, es todo—sonrió, dejando un corto beso sobre sus labios.

Jisung estaba confundido, las actitudes de Minho variaban, y ahora, se estaba comportando demasiado cariñoso. No se quejaba en lo absoluto, pero se estaba sintiendo como un estúpido al creer que Minho sería capaz de traicionarlo en algún momento.

—Traje tu postre favorito, te he visto un poco decaído y quiero que animarte—hizo un puchero hacia el omega, viéndolo sonreír nuevamente.

—Estoy bien, sabrías si algo pasa, no te preocupes—besó su mejilla y tomó la bolsa de la cafetería, feliz por el detalle—Vamos, hay algo que quiero hablar contigo antes de cenar.

Minho asintió un poco nervioso, la expresión en Jisung había cambiado y temía que fueran malas noticias. Sin hacer preguntas, siguió al omega hasta la habitación que ambos compartían, tomó asiento en la orilla de la cama y se mantuvo en silencio, esperando a que Jisung hablara.

—Minho...—otra vez, su corazón empezó a latir con fuerza mientras jugueteaba con sus dedos debido al nerviosismo—Últimamente... Últimamente me he sentido un poco diferente, ya sabes, un poco enfermo.

Minho asintió de acuerdo porque lo había notado; siguió prestando atención.

—Bueno... No me había dado cuenta hasta hace unas semanas de que no estoy enfermo, sino que es algo más—por fin lo miró, mordiendo su labio inferior con fuerza—Y bueno... al parecer...—se detuvo, tomando una respiración profunda para relajarse por lo menos un poco—Al parecer seremos padres, Minho—dijo finalmente, apartando las lágrimas que amenazaban con salir—Me hice unas pruebas para estar seguro y... Salió positivo.

Minho se perdió en sus propios pensamientos al escuchar que serían padres, luego de eso todo se sintió muy ajeno a lo demás. No despegó la mirada del omega frente a él que tenía los ojos cristalinos, al borde del llanto.

—Entonces... ¿Voy a ser papá?

Jisung asintió, preocupado por la reacción que el alfa fuera a tener.

No tenía excusas, habían sido irresponsables y en el último celo de Minho, recordó que no se cuidó como debía. Al principio creyó que lo mejor sería esconderlo por un tiempo, pero claramente, su olor lo delató, y los síntomas eran cada vez más difíciles de ocultar. Minho no estaba muy seguro del porqué, su omega olía diferente, pero su lobo se había vuelto demasiado protector y delicado a tal punto de gruñirle a cualquiera que estuviera cerca, lo cual lo llevó a deducir finalmente que se trataba de un embarazo.

—Tuve que decirte antes, lo sé—agachó la cabeza, un poco triste—Pero tengo miedo, dijimos que no tendríamos cachorros hasta dentro de muchos años más, pero-

—Jisung... Vamos a ser padres—dijo en voz baja, todavía sin creerlo.

—¿Estás molesto?—preguntó preocupado.

Minho lo miró directamente, pasando por su cabeza un montón de cosas que debía de hacer ahora por su omega. Debía cuidarlo mucho más, debía mimarlo más de la cuenta, debía ser más atento, más protector, todo para hacerlo sentir bien a él y a su futuro cachorro.

Tendría una familia.

Quería gritar de la emoción, pero estaba haciendo su mayor esfuerzo por contenerse para no asustar al omega.

—¿Cómo... Cómo podría estar molesto? Es la mejor noticia del mundo.

Y entonces, Jisung lloró de felicidad

Minho se puso de pie y rápidamente atrajo al omega en un abrazo, dejando cortos besos sobre su cabeza para aliviar sus preocupaciones, quería dejarle en claro que a pesar de las circunstancias, iba a quedarse a su lado para cuidar de su nueva familia. Estaba consciente de que eso significaba tener que buscar un trabajo, no podía permitir que sus padres y los de Jisung siguiera dándoles dinero cuando un cachorro era una responsabilidad más grande, y aunque también debía dejar sus estudios por un tiempo, no se quejaba, podría retomarlos en otro momento cuando las cosas estuvieran en su lugar.

—Eres el mejor alfa... Te amo tanto, Minho—dijo Jisung, recostándose en su pecho sin intenciones de separarse de ese abrazo tan reconfortante.

—Y yo te amo a ti—respondió, sonriendo por la emoción de su lobo—Hay muchas cosas que debemos hacer para cuidarte, vas a ponerte muy demandante, lo presiento—se apartó un poco para mirarlo sin deshacer el abrazo, sonriéndole—Tenemos que pensar en un nombre, pero primero, debemos saber si será un niño guapo como yo, o una niña hermosa, así como yo también.

Jisung lo empujó divertido, dejando escapar una suave risa entre lágrimas mientras pensaba en lo mucho que su vida iba a cambiar a partir de ese momento, sin embargo, ya no estaba asustado, todo ese sentimiento desapareció tan pronto los cálidos brazos del alfa lo rodearon, asegurándole que todo estaría bien.

Una familia... Ahora seremos una familia.

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Ya el próximo es el último☘