Capítulo 7
NamJoon se encontraba en medio de la estación de trenes esperando a su novio, quien estaba ahora en la taquilla comprando los boletos.
"Bien, ya podemos irnos". escuchó la voz del castaño detrás a la vez que este lo rodeaba con sus brazos.
"¿No me vas a decir hacia dónde vamos?" preguntó el moreno encaminándose hacia el tren junto a su pareja.
"Me dijiste que podías escoger el lugar que yo quisiera". respondió con una sonrisa ladina
"Así es..."
"Pues no preguntes y disfruta por primera vez no saber lo que ocurrirá". sonrió tímidamente al sentir los labios del contrario sobre su frente.
"Entonces vamos".
[🎙]
Ya ambos se encontraban sentados en sus respectivas sillas, uno frente al otro mientras admiraban el paisaje que recorría tras la ventana.
"Un momento, este lugar es..." habló el moreno al reconocer el panorama que permanecía detrás de la ventana.
"¿Te agrada? Si no quieres que paremos aquí no lo haremos, podemos seguir adelante".
"¿Cómo sabías que este es mi pueblo?"
"Tú me dijiste donde naciste. Y no conozco a tu familia, así qué...".
"Ellos... están ocupados".
"Quiero saber dónde te criaste, ver donde el pequeño Kim fue a la escuela y jugó baloncesto. Quiero ver en donde te convertiste en el hombre que amo". finalizó admirando los pequeños hoyuelos que se asomaban en las mejillas del contrario y esos ojos que lo miraban con tanta ternura.
"Si tienes algo que ocultar no debiste decir que vamos donde yo quiera". prosiguió hablando SeokJin en tono bromista. Pensó que había dicho algo mal al no recibir respuestas del más alto, pero sintió calma y una sonrisa asomarse en sus labios al sentir las manos de NamJoon tomando las suyas a lo que posteriormente depositaba un pequeño beso en ellas.
Después de unas cuantas horas en tren, llegaron al famoso pueblo de NamJoon. Y ahora aquella pareja se encontraba ya subiendo por varios minutos una colina algo rocosa, y ligeramente empinada. Por lo cual se podían escuchar quejas por parte del mayor de ambos a cada paso que daban.
"¿Escuchaste ese trueno? estoy seguro de que va a llover". aseguró observando el cielo nublado. "¿Sabes que aquí en tu pueblo llueve mucho?"
"Ahora intentas librarte de esto, pero ya no tienes opción. Sigue caminando". bromeó mientras ayudaba a Jin a subir la colina.
"Tendré que asumir la consecuencia de mis actos. Me declaro culpable".
"Siento que esta pendiente era más difícil de escalar cuando era niño. Seguro pasaron una aplanadora por aquí".
"Tal vez ahora tienes mejor estado físico". comentó dejando escapar una pequeña risa.
"¿Yo? Sí claro..."
"Oye Namie, ¿y si vamos a esa cabaña?" señaló una pequeña casa a unos metros de ellos.
"No, hay que subir hasta la cima. Tú sigue andando".
"Sí, jefe... ¿y qué hay en la cima de la montaña mágica NamJoon?" agregó con diversión.
"En realidad no hay nada, tan sólo soledad. Subía a leer y a pensar, me sentía seguro y en paz".
"Oh, va a caer un diluvio". mencionó el castaño mirando otra vez al cielo luego de escuchar nuevamente un trueno.
Justo al terminar esa frase una fuerte tormenta se desató en aquél lugar, haciendo que ambos empezaran a correr colina arriba hacia la pequeña cabaña que había indicado SeokJin unos minutos atrás.
Después de entrar en aquél lugar en medio de risas y completamente empapados, NamJoon se dirigió a encender la chimenea que se encontraba en la sala.
"Tu casa era grande". habló el de tez blanca observando el interior de la cabaña. ¿Por qué nunca me hablaste de tu familia? Quiero decir siempre hablo de la mía y mis amigos, pero tú nunca me hablas de la tuya.
"Olvidémonos de eso ahora. Yo solo quiero está aquí... contigo". respondió el menor intentando encender la chimenea mientras su novio se sentaba en una de las mesas.
Luego de que el moreno logró avivar el fuego de la chimenea, la pequeña caja de fósforos que tenía cayó al suelo, y al intentar tomarla golpeó su brazo sin querer contra una de las esquinas de la chimenea. Con algo de temor NamJoon se quedó observando su brazo y levantó con delicadeza la manga de su camisa para comprobar el estado de su reloj. Sus ojos empezaron a picar y a inundarse de lágrimas al ver su reloj de mano roto... «Pero todo está ocurriendo igual, solo que en un orden ligeramente distinto», un nudo se formó en su garganta al recordar sus palabras anteriormente dichas.
Giró sobre sus pies y observó como su pareja se encontraba sentado en una de las sillas cercanas a la mesa, mientras sujetaba una caja de fósforos en sus manos. Permanecía con una expresión serena en su rostro mientras intentaba encender las pequeñas velas del centro. El tiempo se detuvo para el menor, quien permanecía observando cada facción del chico sentado frente a él, mirando como aquellas finas cejas permanecían fruncidas en sinónimo de concentración, sus abultados y rosados labios formaban un ligero puchero casi imperceptible, sus delicadas mejillas estaban adornadas de un tenue color carmesí al igual que la punta de su pequeña nariz debido al frío, su cabello color avellana que se hallaba algo desordenado caía sobre su rostro mientras ligeras gotas de agua caían a su costado. Cuando SeokJin... su SeokJin levantó ligeramente su mirada, se encontró con unos amplios orbes marrones, cargados de ternura y de ese brillo tan único que logró enamorar al joven de tez morena quien se negaba a apartar su mirada. Al conectarse ambas miradas una leve sonrisa se implantó en el rostro del más alto, y aunque esa sonrisa lucía un poco nostálgica, el castaño no dudo en corresponderle igualmente con una cálida sonrisa.
NamJoon soltó un leve suspiro y se acercó a una de las ventanas observando el lluvioso paisaje.
"Parece que no te gusta hablar de tu pasado". mencionó Jin levantándose de su silla.
"El pasado no importa... lo que importa es el hoy y el ahora".
"Hoy estás actuando de un modo muy extraño, sigue así cariño". dijo el mayor con una sonrisa a lo que rodeaba con sus brazos a su novio, el cual se encontraba de espaldas.
"¿Te puedo preguntar algo?" inquirió soltándose con delicadeza del agarre del mayor.
"Seguro, dime".
"S-si por alguna razón crees que no te queda mucho tiempo..." hablaba sin formar contacto visual con el contrario, pues con cada palabra que decía su pecho dolía más, su respiración se entrecortaba y sentía como las lágrimas empezaban a caer sin piedad por sus mejillas.
"¿Hablas de este momento?"
"No... me refiero, en la vida. Si te quedara un día de vida ¿Qué harías?" limpió sus lágrimas antes de conectar su mirada con la del castaño.
"Que pregunta tan extraña".
"Me gustaría saberlo". insistió intentando hacer que su voz no se quebrara.
"Muy bien, veamos... mi último día de vida. Comprar ropa, comer diez helados de chocolate, y ese chico que modela ropa interior, me gustaría conocerlo mucho mejor". bromeó, pero al ver la expresión en el rostro de su novio, supo que se trataba de una pregunta seria. "La respuesta es fácil NamJoon, no lo pensaría dos veces, pasaría mi último día de vida contigo".
"¿E-en serio?"
"Por supuesto. Que estemos juntos al igual que ahora, sin hacer nada". admitió con sinceridad.
"¿Eso es todo? No quieres... ¿nada más?" preguntó sentándose al lado del mayor.
"Intimidad, intensidad, compartir las cosas de verdad, las cosas tontas y las difíciles, es lo que más quiero para nosotros, y si tenemos eso... nada nos puede lastimar". respondió sin apartar su mirada de los profundos ojos de su chico de hoyuelos.
"Te amo". afirmó NamJoon sin titubear.
🔞
El castaño acortó la distancia y unió sus labios con los del contrario, formando ese contacto en un apasionado beso lleno de amor y deseo. Las manos de NamJoon tomaron las mejillas de su novio ayudando a profundizar aún más el beso, a lo que el contrario empezaba a desabotonar con calma la camisa del moreno. A medida de que la intensidad del beso iba subiendo sus ropas fueron desapareciendo de sus cuerpos y quedando en el suelo de algún rincón de la habitación, ambos se encontraban ahora sólo en ropa interior tumbados en la alfombra de terciopelo, siendo acompañados por la calidez que les brindaba el fuego de la chimenea.
Las manos del mayor permanecían otorgando leves caricias en la espalda del hermoso chico que se hallaba posicionado encima de él brindándole pequeños besos en su cuello, los cuales de a poco iban descendiendo hasta llegar a su vientre bajo haciendo que pequeñas mariposas revolotearan dentro del castaño. NamJoon se encargó de bajar la incómoda y última prenda que cubría el cuerpo de ambos, la cual impedía que se hicieran uno solo.
El moreno separó con suavidad las piernas de su novio, permitiendo que con estas sus caderas fueran rodeadas para provocar un mayor contacto. Jin no pudo evitar soltar un leve gemido al sentir ambas excitaciones rozándose entre si. La temperatura de aquél lugar aumentaba cada vez más, y la habitación ahora se encontraba inundada de suspiros y respiraciones entrecortadas.
Las pequeñas caricias de NamJoon en la parte baja de la espalda del castaño, hizo que este comprendiera el mensaje y desenrollara sus piernas de la cadera del contrario, permitiendo que este tuviera una posición más cómoda para lograr estimularlo. Comenzó acariciando con delicadeza la entrada del mayor quien no paraba de dejar escapar suspiros, cuando el castaño se sintió preparado empezó a mover sus caderas en un suave vaivén.
"Te amo tanto, SeokJin". mencionó el menor, dejando en su pareja un camino de besos desde la mandíbula hasta llegar las clavículas, succionando con ferocidad aquella parte de su piel, dejando la tersa piel blanquecina con una pequeña marca rojiza.
"Te amo tanto, NamJoon". correspondió con un pequeño gemido al sentir como la hombría de su novio se adentraba con suavidad dentro de él, siendo este último callado con los profundos y calientes besos que dejaba el moreno en sus ya rojizos y abultados labios.
Sólo la pequeña cabaña y los pájaros que revoloteaban cerca de la ventana fueron testigos de la entrega de cuerpo y alma de ambos jóvenes aquella tarde lluviosa.
🔞
"Ya paró de llover" "¿Aún quieres subir a la cima de la colina?". preguntó Jin, quien permanecía con su mejilla reposada en el pecho del menor, que se encargaba de dejar pequeñas caricias en su cintura.
"No, te llevaré a otro lugar".
"¿Y hay que escalar?" preguntó con un leve puchero, recibiendo una negación y una sonrisa por parte de su chico de hoyuelos.
"Ya verás". respondió dejado un corto beso en los rosados labios de su chico.
"Esperemos un rato más". cerró sus ojos acurrucándose en el cuerpo contrario.
"Me parece una buena idea".
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¿Hola?
bueno... se darán cuenta que jamás había escrito lemon, disculpen por la narración un poco torpe.
😅
PD:
Creo que me emocioné escribiendo el capítulo y salió un poco largo.
❤️
De todas maneras gracias por leer, valoro mucho su apoyo.
💜❤️💜
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