Los guardias debieron parar a Bárbara ya que esta llevaba una ametralladora en las manos, la chica decía que era para la seguridad de Carol.

―p-pero Mamá―quejo la oji-amarilla al ser alejada de su hermosa arma―¿qué pasa si atacan?

La madre suspiró―niña mía eso no sucederá―le entregó la arma a uno de los guardias.

Y nuevamente se alejaron de su hogar con el rumbo hacia el instituto y primaria.

●●●●●●●●

Se despidió de Carol y fue hacia su Instituto, entró y fue al baño.

Se quito la bufanda hacia un calor insoportable, agradecia que el lugar tuviera aire acondicionado. Se aproximó hacia el lava manos y se mojo el rostro para luego levantar cabeza mirandose al espejo.

Miro su rostro pero sus ojos se dirigieron hacia su número en el cuello, ochenta y uno mil ciento noventa y cuatro, tembló por el recuerdo sus piernas se debilitaron callendo de rodilla, su mirada se dirigio al vacío, levanto la palma de su mano hacia su cachete golpeando a esta.

Suspiro y se levantó, no debia mostrarse haci de débil a nadie ni a si mismo.

Se puso nuevamente la bufanda y se encamino hacia su salón. No sin antes saludar al conserje de aquél instituto.

○○○○○○

Nuevamente se encontraba con el albino, al ser un Ratri le guardaba un poco de rencor.

―¿Te gusta Emma?―le preguntó el azabache, ya que este no paraba de hablar de ella.

―¿he?―soltó y lo miro confundido―¡claro que no!―nego constantemente―¡¡la amo pero como mi hermana!!―exclamó hasta se levanto de su asiento.

―no tienes que gritar―tapó sus oidos.

―lo siento―y se volvio a sentar―es que siempre me dicen eso y me enoja un poco.

―entiendo.

―eres alguien que sabe escuchar―le sonrió.

―y tu eres una persona que habla mucho―.

Al comentario de este, Norman comenzo a reir.

―hola―saludó Gilda y entro al salón.

―buenos días―dijo Norman.

―mmm―levanto su mano en señal de saludo.

Una Cooper, ¿por que los amigos e amigas de Norman llevaban apellidos que el le guardaba rencor? Madre ¿Que tramas?

Después la clase nuevamente se llenó y comenzaron estas.

○○○○○○○○○○

Se alejó y se sento debajo de un árbol que había encontrado en unos de sus paseos de el instituto, comenzo a leer un libro que le habian recomendado pero las tiendas no lo compraban.

Hasta que pudo llegar a una.

Alicia en el pais de las maravillas.

Tenia dos partes: Alicia en el país de las maravillas e Alicia a través del espejo. Creados por Lewis Carrol.

Río en bajo ante las cosas pocos comunes que hacia e pensaba la protagonista.

―te gusta leer―preguntó el albino.

Sobresaltandolo y haciendo que el libro cayera de sus manos.

Fue un reflejo golpearlo, vio como se arrodilló con sus manos alrededor de su estómago.

Algunos estudiantes se alejaron por el miedo.

―y-yo lo siento―le dijo y se acercó.

―descuida―tosio―te asuste, supongo que es normal.

¡Me atacastes otra vez en mi punto debil! ¡¿Que esperabas!?

―¿leemos juntos?―dijo culpable, levantando el libro.

―¡Norman!―exclamo Emma―¿Que te sucede? ¡¿Por qué le golpeastes!?

Una profesora vino detrás de ella.

―no, Emma calma―este se puso en el medio de los dos―fue un accidente, Leslie no quiso golpearme ¿Verdad?―le miró.

―esta en lo correcto―contestó.

Aún Emma no tan convencida pero la mirada de su mejor amigo, le hizo saber que decia la verdad. Mientras Ray miraba a la profesora la cual asintió.

―Joven Grace―le dijo―por favor acompañeme a la oficina del director.

Asintió y se encaminó a seguirle.

―esperé―le jalo nuevamente el brazo―ya escuchó fue un accidente ¡lo asuste y reacciono así!―exclamó.

Extrañando a este.

Apenas me conoces, no tengo y no tendre intenciones de golpearte por tu apellido, aunque guarde rencor, pero ¿por que defenderme si apenas me conoces? No sabes mis intenciones hacia ti u si en verdad tuve la intención de lastimarte. Que Ingenuo.

―suficiente Joven Ratri―un escalofrío se hizo presenté al escuchar el apellido―no queremos que pase a mayores.

Y se fueron.

―de acuerdo Joven Field, le avisaremos, si algun profesor se encuentra al Señor Ratri―le dijo.

―Gracias―se levantó―por su cooperación.

Salio de la oficina, sintiendo algunas miradas de desaprobacion hacia él.

Se veria sospechoso que entrara a la dirección sin razón alguna, necesitaba la menor atencion posible pero por golpearle igualmente la tuve, igual si no es asunto de los demás, los jóvenes podemos ser curiosos.

Y no quiero marcharme las manos por una estupidez.

Volvio al salón y se sentó definitivamente su receso habia sido malo, no pudo terminar de leer nisiquiera la primera página.

No pensó que el albino fuera tan famoso en el Instituto.

―creo que la mejor opción es dejar de hablarte y sentarme en otro lado―pensó―enserio no quiero llamar la atención.

―¿Te castigaron?―escuchó detrás suyo.

―debes de dejar de exsaltarme de ese modo―movio su cabeza hacia el hombro y le miró.

―mis disculpas―se sentó a su lado.

―y a tu pregunta No, no me castigaron―.

Vio como el otro sonrió.

―aunque la mayoria de este instituto te aman, muchos en el camino me insultaron―le dijo.

En este lugar los chismes van más rápido que la luz.

Vio como el otro lo miraba con preocupación, haciéndole que de algún modo se sintiera culpable, de dos cosas:

Las primera por que le iba a dejar de hablarle.

La segunda por golpearle, cosa que fue la culpa del contrario.

―¿Quienes?―preguntó el albino.

―despues del 50 me perdí―respondió.

>>>>>>>>>>>>>>>>>

La clase termino se levantó, agarro su monchila, se despidió de Norman, agarró el sobre amarrillo del pupitre y salió.

Sintiendo las miradas encima de él.

Quizas le diga a madre que cancele de dejarme salir unas hora antes que sesen de clases.

Nuevamente la misma rutina.

<<<<<<<<<

Sintió que vibraba su celular, lo agarró y miró. Arqueo la ceja ante el número.

Desconocido: hola Leslie, Soy Norman.

¿Cuando te di mi número?

―Leslie―Norman lo estába sacudiendo―Leslie.

―dime―al fin respondió.

―sabes los amigos se dan el número―dijo―y tu y yo somos amigos ¿cierto?―.

Siendo sincero él no le prestó atención ni en lo más mínimo, por deducir que queria su madre de él.

―¿me puedes dar el tuyo?―le pregunto Norman.

Simplemente le dio su celular.

―va, entonces te chateare ¿Okey?―le sonrió.

―ajá.

Se golpeo con la mesa, solo habia escuchado Emma esto y Emma lo aquello, ¡Nunca pero Nunca! Habia escuchado que el le pidio su número ¡ni mucho menos que él Ray Fiel, número 81 194 le daria su número a un completo desconocido!

―¡Mierda!―grito con gran libertad―¡¡en que maldito momento me volví tan ignorante a mi alrededor!!―exclamó―¡Ahora como me liberare de él!

Matalo, quemalo, simple deja de hablarle, ignorale.

Opciones muy buenas pero todas eran de lastimarlo y no podia lastimar a un ser tan puro que parecia un puto angel.

Cabe recalcar que no tenía miedo que le escuchasen pues su habitacion tenian paredes que no dejaban escapar ruidos de el. Solo podian escucharlo si tenia la puerta abierta, y el podia escuchar todo lo de afuera.

Al final contestó.

¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤

Pasaron horas chateando, era entretenido comunicarte con alguien que no sea para darle ordenes u que sea familia.

―¡Ray, la cena esta lista!―escuchó de Isabella.

Le escribio a Norman que tenia que cenar, la cual el otro contesto que el debia terminar una tarea y así se despidieron.

Peter Ratri, el ser más despiadado que habia conocino, era el tío de alguien tan compremetido, educado, amable, amistodo e comprensible hasta dudaba que llevará genes de ese hombre.

El mismo hombre creía que habia visto a un fantasma pasar por las calles de el instituto e casas.

>♤<

¡He terminado!

¡Gracias por leer!

Atte: Izaro.