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Capitulo 27: choque.

Las calles iluminadas, los coches de distintos colores con personas indiferentes a la situación tensa dentro del ambiente que estábamos. La envidia me invade por querer aquella ignorancia. Una vida más pacífica.

Me mantengo atento al camino, cargo de balas cada arma que tengo mientras trazo un plan en mi cabeza, mi imaginación me lleva a escenarios; posibles muertes, posibles golpes, posibles suicidios. Todo con sumo cuidado.

El único y definitivo final que tengo en mente, es asesinar a Peter Ratri y Isabella Field.

Ya no es mi madre, ya no la reconocere como una, no, ella es mi enemigo. Uno de los más grande que tengo.

-Tenemos que conseguir una peluca para usted -Acomodo mí mascarilla y abro la puerta del auto en movimiento.

-¿Y para ustedes? -pregunta.

-Veré -me tiró y cierro la puerta.

Las bocinas desesperadas ante el nuevo intruso en la carretera y las personas insultando solo me irritan más de lo que quiero.

¿y si los mato a todos?

Un pensamiento intrusivo me golpea.

-Desperdiciaria balas -susurró para calmarme.

Me topo con las miradas atónitas y semblantes de horror de los pobres transeúntes que siguen despiertos a estas horas de madrugada. Me hacen paso mientras camino.

Paso minutos caminando hasta que encuentro una tienda abierta.

"24 horas a tu servicio"

Al entrar suena una campana, me detengo, a lo que veo un hombre salir de una habitación para acomodarse en la caja, sonríe abiertamente mientras me da la bienvenida.

-Hola joven ¿En qué puedo ayudarte? -amplia sus brazos.

-Quiero la peluca de ese maniquí -señaló la blanca cabeza sin rostro.

-Claro, T...

-De ese mismo color, gracias -Miró fijamente la cámara en el techo.

-Serían quince dólares, joven.

No parece satisfecho de mi interrupción, a regañietes lo acomoda en una bolsa roja y me la entrega. Le doy el dinero, la mitad de lo que tengo, y me retiro de la tienda. Escuchando la campanita. Me detengo y suspiró.

Camino a otra tienda, uno de vestidos y elijo la más barata.

-Gracias por su compra y que tenga un lindo día -habla la sonrojada cajera.

-Gracias, igualmente.

Eligi un largo vestido de flores y compré una peluca turquesa, un conjunto que jamás usaría mi señora. Lo único que encuentro positivo sería la sobra de dinero, en total cuatro dólares.

-Una empanada y soda -repite el pequeño hombre.

Me entrega la orden y agradece. Camino encontrandome con el auto negro.

-Demoraste quince minutos -Me avisa Vicent.

-Me tome el tiempo -Entro al auto y bajo la ventanilla -. Mi señora, le pediré que se ponga esto.

Ella toma el bolso, mira lo que hay en su interior y frunce el ceño.

-prefiero morir -dice acariciandose el entrecejo.

-Lamento decirle que eso no es una opción -Sonríe Vicent.

Ella sólo emite un quejido. Levantó nuevamente la ventanilla negra al avisar que se quitaba la ropa.

-¿Tenemos algún plan? -Me pregunta Vicent.

-Todos señalan a suicidio ¿Y tú?

Niega.

-Nunca pensé que había posibilidad de terminar así -habla.

-Yo tampoco -reposo en la ventana del auto -. Quiero dormir.

-Respecto a lo de Isabella... y Bárbara ¿Lo sabías, verdad?

-De Isabella sí pero Bárbara no, eso me tomó desprevenido -Me toco el cuello estremeciendome ante mí propio tacto -. De todos, hasta de ti me lo esperaba pero nunca de Bárbara.

Musito, unos golpes de la ventanilla me hacen exaltar, el sueño esta cobrando las facturas de tantas noches de insomnio.

-Listo -Ella se acomoda mejor la corta peluca turquesa -. Me veo horrible, lo sé.

Su rostro se vuelve peor al verse en el reflejo del espejo retrovisor.

-Ojalá se quede calvo -murmurra entre dientes.

-Mi señora, aquí tiene -le entregó la empanada -. Tiene que comer.

Acepta y se sienta, no subo la ventanilla. La dejo bajada mientras el silencio gobierna el ambiente.

-¿Terminó?

Nuevamente emite un sonido y se limpia con la servilleta sus labios.

-Mi señora, sostengase de algo.

No vacila y se aferra a su puesto. Muevo mi brazo y golpeó a Vicent, quien con ojos abiertos cae encima del volante. El auto pierde el control y choca contra una vereda, que nos lleva a un bosque.

Sólo observó como todo se voltea pero no hay gritos dentro del auto, ni de sorpresa ni de terror.

•☆•

Me aterra la idea de no poder escuchar nada del exterior, solo estamos mi esposa y mi hijo aquí. Soy consciente de que fueron treinta minutos encerrado pero se siente una eternidad vacía. Presiento un mal presagio.

-No entiendo, todo estaba tan bien -Escuchó el susurró de mi hijo.

Si no hubiera aceptado la oferta de Carolina, estaríamos afuera en la comisaría.

La gravedad de la verdad, el precio de esta, me carcome, me deja moribundo ante mis pensamientos. El hecho de que mi hermano menor haya cometido tal acto atroz e inhumano me hace odiarlo, mi hermano era tan desastroso de niños pero no lo llegue a ver capaz de hacer esto.

¿Cuál fue el error que cometí al criarlo? Quizás fue eso, nunca debi criarlo, quizás el afectó que nuestro padres no le otorgaban como debía, afectó su funcionamiento. Su empatía. No era suficiente conmigo, no era suficiente con su esposa.

Mamá y papá ¿Sabian que esto iba a pasar?

Todo se detiene, el aire se sale de mis pulmones ante el impacto, el temor sube desde mis entrañas, me levanto de golpe e intentó ocultar a mi familia.

La puerta se intenta abrir pero no lo logra.

-¡No se asusten! ¿Por favor?

Reconozco aquel tono de voz, es el esposo de Carolina.

-Los sacaré de ahí, solo déjenme abrir toda la puerta.

El mueble que pusimos obstruye el paso, y por ende, al hombre.

-Señor ¿Desea que le ayude? -la voz de una de las tantas víctimas de Peter me estremece.

-No, no. No queremos asustarlos recuerda -en un intento absurdo, murmura.

-Está bien, movamos la mesa.

Titubeando, Norman obedece y Scarlett deja de morderse la uñas para ayudar.

El joven Ray no tiene objetos con los que podamos defendernos, creo, o simplemente no los tiene a la vista.

-Listo, puedes abrir la puerta -Digo acomodando mi saco.

El hombre robusto entra junto al joven, Zazie si no me equivocó.

-No sabia que mi esposa iba a hacer esto, lo siento.

Quiere algo, noto también miedo.

-No sabemos donde pudo haber ido Carolina.

La pequeña chispa de esperanza parece irse totalmente de sus ojos, mira al joven Zazie. Este no lo mira devuelta, sólo se queda firme en su lugar.

-Ella es demasiado impulsiva -se queja -, también imprudente, sé que Ray no es así igual con Vicent pero -su expresión demuestra confusión junto a su tono de voz -. Temo que ya no sé de lo que son capaces.

Se sienta en la orilla de la cama mientras se frota los ojos.

¿Acaso tenían algún plan? ¿buscarán la cabeza de Peter? En el rabillo de mi ojo, noto un movimiento.

Uno ligero, es Norman.

-Querido ¿Pasa algo? -Llama mi esposa.

Mi hijo no responde pero veo, como saca un gran tablero de quien sabe donde. Otro movimiento me tensa, ya que este es agresivo.

-Deja eso ahí -Demanda con voz grave el joven Zazie.

Esta en guardia alta.

-¿Qué es? -pregunta el hombre.

-No sé mi señor, a Ray no le gusta que vean esto.

-pero tu eres el que siempre lo trae.

La bolsa en su cabeza se mueve -. Esta es otra.

-Quiero ver -ordena.

El joven duda, sus dedos toman con fuerza el pizarrón.

-Yo... no creo que sea buena idea.

-Zazie.

-Señor.

Me tensa lo agresivo del aire.

_€_

<No están, parece que escaparon>

El ligero sonido de las campanas y el aleteo constante de las mariposas rojas, calman el ambiente entre ambas.

El rojo cubre la habitación.

-Hija, descuida, Ray entrará en razón -Apaciguo el llanto de mi querida Bárbara.

Mientras calmó mi corazón y mis pensamientos ante aquella declaración y aviso del lo que ocurrido con el auto de mi hijo, lo que causó terror, ansiedad y deja vu. Acaricio el cabello castaño de Bárbara.

¿Cuándo volverás a mi lado?







{♡}

¡Buenos días, tardes, noches o madrugada! En el momento que leas.

Gracias por la paciencia y los que aún me leen.

En serio, gracias.

No soy de actualizar constante y, aún que varias veces he dicho que lo intento, no lo he logrado. Lo siento.

Por ello, agradezco su presencia en este fic que ha estado ¿Cuánto? Tres años en emisión. Espero poder acabarlo este año y poder tomar riendas más seguidas con las otras.

Well, desinstalé un teclado donde escribía ahora me tengo que acostumbrar a este que uso. Nunca pensé que sería tan difícil cambiar de teclado, nunca lo pensé.
🤦‍♀️

Avisenme si llegan a encontrar algún tipo de error ortográfico que se me haya pasado.

¡Gracias por leer y seguir conmigo!

Atte: un ser vivo.















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