Tw: cambio de narración brusca.

-+-

-No tengo nada grave.

Intentaba buscar una excusa creíble, la búsqueda fue inútil, no encontraba algo pero tampoco podía hablar con la total verdad.

-Solo es... -vacila, solo dirá parte de la verdad mezclada con mentira - tengo una enfermedad rara, los doctores aún no saben que exactamente es pero no es nada grave ya que no me lastima.

Sostiene la muñeca de Don. -No es algo extremo con unas pastillas estaré bien, ahora suéltame.

En parte era verdad, los científicos, con algunos doctores, dijieron que no era nada grave, esto solo avisaba para restablecer su estabilidad física, más esto si lo lastima del modo que le dolía todo el brazo.

Don hace caso, y Norman se acerca.

-¿Dónde están tus pastillas? -pregunta.

Los cuatros pensaban lo mismo, aún que Leslie haya demostrado sinceridad había algo que no cuadraba en todo ello.

-Se quedaron en mi casa -eso si era verdad.

-¿Por qué no lo dijiste antes? -Emma hostiga.

Ray evita mirarla. Les resultaba, cuando era algo de él, más fácil mentirles o eso pensaba, cada día se volvía aún más difícil.

Suspira -. Por...

No le gustaba quedarse sin defensa. Lo odiaba.

-Ya no importa -Norman apacigua el ambiente -. Hecho está, ya lo sabemos con eso debe ser suficiente.

Contradictorio a sus propios pensamiento habla. Acaricia la cabeza de Ray.

-¿Eso va empeorar si no tomas tus pastillas? -pregunta Anna.

Mientras caminan devuelta hacia la sala, Ray responde.

-Si, comenzará a distribuirse por todo mi brazo.

Anna asiente teniendo otra pregunta pero Ray la responde, sin haberla dicho.

-No dolerá -Dolera como el infierno -. Pero no se que pasa después que toma todo el brazo.

La situación fue más calmada de lo que pensó, eso era bueno.

-..veo.

Ray se vuelve a sentar en el sofá, sentía su antebrazo palpitar.

-y... Si llamamos alguien para que traiga tus pastillas o podemos ir y buscarlas.

Ray piensa la propuesta, sola la primera, la segunda ni de chiste iba a pasar.

Mamá va a estar, Bárbara lo dudo, Cislo también ¿Oliver? No, debe estar con Zack, me niego que Zazie venga.

-Es mejor llamar, Norman...

Antes de pedir, Norman le entrega su teléfono.

-Gracias.

Marca el número y pone el celular en su oreja.

-¿Quien es?

-Leslie, Madre.

-¿Les- Hijo ¿Paso algo?

-En casa se quedaron mis pastillas, estooo

-¿Las pastillas? Esas que te dió el ¿doctor Barsallo? R- Leslie ¿Me estás... escucha un suspiro -Está bien, ¡Zazie!

-No, no quiero que el venga. ¿No está Bárbara ahí?

-¿Mm? Bárbara aún no llega, Zazie es el único aquí.

Una voz interfiere.

-Puedo mandar a alguien para que te las lleve.

-Mi- tía ¿Puede hacerlo?

-Claro, hablamos de tu cuidado.

-Gracias mi señora - habla mi madre.

-Sí, gracias.

- Zazie ve a buscar las pastillas de Ray y dásela a... Tu ven.

-Norman, no puedo enviar la ubicación de aquí ¿Verdad?

Norman piensa y niega

-No creo.

Ray asiente y piensa. El dolor es agonizante pero soportable al mismo tiempo.

-¿Cuál es la parada de tren más cercana?

-Esta a cuatro cuadras de aquí, lleva a la avenida ×××× -responde Gilda.

-¿Puede dejarla en estación ••••?

-Por supuesto, oye si haces algo raro...

Una amenaza es dada al hombre.

-Bien iré a buscarla -Ray le entrega el celular a Norman y se intenta levantar.

Pero es jalado por la sábana devuelta al sofá.

-¿A dónde vas? Estás mal, te vas a quedar conmigo -Norman lo abraza -. Emma y Don van a ir por las pastillas.

Emma y Don.... No.

-Me niego -reprocha Ray -. Mejor mañana lo buscamos, llamaré-

-¡No te preocupes Leslie! Iremos a buscarlo -Emma emocionada levanta a Don animandolo también.

-¡Es cierto!

-¡Me niego! ¡Además es de noche!

Todos se detienen, era cierto, el reloj marcaba casi a las tres de la madrugada.

Mientras Ray pensaba ¿Que importa el dolor? El podía soportarlo, era mejor que mandar a ese par a buscar sus pastillas y que se pierdan en medio del camino. Ninguno estaba acostumbrado.

-¿Un taxi? -opina Emma -. Podemos llamar a un taxi, por afuera de los guardias, no se sabrá dónde estamos y así podemos buscar tus pastillas. Además de ida y vuelta.

Sigue sin estar convencido, pero es interrupido por una mano en su boca.

-Si, es buena idea.

-Anna puede ir también -Emma levanta de las manos a la rubia.

¿Por qué insisten tanto? No es mejor dejar ir solo dos, Anna y Don son suficientes. No hay razón para que Emma fuera.

-Voy yo también -Gilda se levanta.

¡Si van a ir tres, que Emma no vaya! Ray suspira.

-No hay razón -quito la mano de Norman -. Solo vayan dos, si va hacer de ida y vuelta.

Los cuatros lo miran.

-No Ray, es mejor ir los cuatro -emma le sonríe.

Ray mira extrañado a Norman, quien presenta la misma expresión.

Emma saca su celular y marca.

-...¡Listo! -salta.

¡Ah! Ni siquiera saben quién es.

-¡Esperen! No será mi mamá quien vendrá será... Un ¿Tío? Si, un tío. Ninguno lo conoce. Si van-

Emma le tapa la boca.

-No, no, no. Sin preocupaciones, solo describirlo.

Mierdaaaaaa ¿Por qué no me dejan ir?

-Va a estar en traje negro y gafas también, similar a un guardia.

Unos minutos después y solo están los dos chicos.

-Pude haber ido también -se queja.

-Nop, tu no -Norman le acaricia la cabeza.

-¿Por qué fueron los cuatros? -Es guiado al regazo del rubio platino - ¿Por qué los dejaste ir?

-No sé, ellos querían ir, sabes que intentar detenerlo cuando están convencidos, es hablar con una roca -Norman levanta el brazo de Ray.

Las marcas son feas y notorias. Igual de dolorosas.

-deja mi brazo -demanda Ray.

Norman asiente dejándolo ir, y sostiene con ambas brazos la cintura de Ray. Acercándolo más.

-¿Estás seguro que no te duele?

Ray niega mintiendo. Era claro para Norman, demasiado claro pero dejaría que Leslie le mintiera dejaría que Leslie le engañara, dejaría que jugará con él. Solo lo quería a su lado con eso era suficiente.

Leslie se estremecía cada vez que lo tocaba ahí, fruncia ligeramente el ceño. Insistió en que buscará, solo Emma y Don, las pastillas para que cesará el dolor de su azabache.

Más no iba a hostigarlo más, Leslie debía tener suficiente con lo de ayer.

-Leslie -susurra cuál murmuró lo que creía ser el nombre del azabache.

Sentía tensión y ligera exitación, era raro, no sabía si le gustaba ese sentimiento. Se apoyó en el pecho del azabache levantado curioso la mirada, Leslie siempre tenía tapado su cuello.

-Norman ¿Te sientes bien? Estás rojo.

¿Cómo no estarlo? Sonríe.

Evita tocar el brazo de Leslie, hasta evita rozarle.

Deja de apoyarse en el pecho del azabache y está vez se apoya en el sofá. Mira a Leslie encima suyo.

-¿No te va a dar fiebre? Es tarde y da un poco de frío -Ray le tapa también con su manta -. Me regañaran si te enfermas.

Sus rostros están demasiado cerca.

-mierda ¿Qué hice? -piensa Ray.

No debo acercarme tanto. Tiembla cuando siente una mano pasar por su espalda.

-Norman... ¿Qué haces? -nervioso tiembla.

El dolor lo vuelve a la realidad y la culpa cae. Levanta la mano y golpea con delicadeza la cabeza de Norman.

-Es suficiente -regaña.

-¿Lo es?

Intenta bajarse del regazo de Norman pero este lo sostiene.

-Esta bien, está bien. Ya lo dejo, solo quédate así.

-Soy pesado, déjame.

Presiona los hombros de Norman.

-No lo eres -norman también lo presiona.

Claramente Ray tiene más fuerza pero se deja llevar. Estaría bien mimarlo ¿No? Sería una forma de perdón ante la mentira y media verdad que dijo. Está bien. Está bien.

-»«-

¡Buenos días, tardes, noches o madrugadas!

Cuando sea que leas esto.

No demoré tanto está vez, ya que me enfermé y me quedé en casita por eso pude actualizar.

¡Hoy termina noviembre! más cerca de terminar el tremendo año que tuve👍

Tengo pensado terminar este fic antes que toque Enero pero no sé, depende del clima. También quizás de hacer un One-shot de navidad y año nuevo.

¿Se acuerdan de la psicóloga que me iba atender? En vez de ayudarme me re bajo los ánimos de vivir para ser sincero.

Una flor 🌹 ?

¡Gracias por leer!

Atte: alguien.