Advertencia de cambios drásticos de tiempo y escenarios.

──── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ────

[4 años antes]

"500" una cálida voz lo llama.

Tortura tras tortura ¿Que hizo para merecer aquel infierno?

—oye, Ash, Ash —lo sacuden.

—Es Asher y dime —se separa de su amigo.

—¡Vamos a comer!

Un golpe en la espalda lo hace despertar, claro, ÉL había muerto.

Maldice internamente a su hermano, bastardo de mierda que lo arrastró a este lugar y se maldice a si mismo por haberse dejado llevar.

Un líquido con sabor a hierro sale de sus labios, lo mira, el rojo vivo delata su deformado rostro, su garganta le quema como el carajo, su cuerpo duele y sus manos tiemblan.

Su cabello era blanco tal y como la nieve, pero ahora era tan oscuro como un cielo sin estrellas, un obscuro tan profundo como la habitación, sus ojos estaban cerca de la tonalidad rojiza. ¿Que habían hecho con el? Arquea la espalda al sentir una punzada en su pecho. Siente sus ojos humedecerse. Morir, eso es lo que deseaba más que nada en el mundo.

—Ash, no entremos aquí —si le hubiese hecho caso.

—Mi hermano dijo que este lugar nos iba hacer divertir, ¿No querías divertirte?

Odiaba su orgullo.

—Si pero este...

Hace una mueca ante el rostro de su amigo.

—Vamos, Sai, no seas aguafiestas, está es la primera vez que quiero entrar a un lugar así.

Parece a un dudar.

—Sai-sai, entremos —sostiene la mano del contrario.

La mirada vacilante de su amigo se esfuma al instante y asiente.

—Bien, vamos.

Sonríe alegre.

—¡Gah, gah! —los desesperados gritos de Sai resuenan en su mente.

Los ojos sin vida caen delante suyo, literalmente, los ojos de su amigo habían sido arrancados mientras estaba con vida por el shock cae al suelo mientras sostiene el cuerpo del más que pequeño.

—Gracias —su hermano habla hacia un hombre calvo.

Tiene una bolsa negra en sus manos.

—Sin rencores hermanito —hace un ademán mientras el ascensor se cierra.

Una aguja es insertada en su piel, otra aguja, otra aguja, cada día, cada noche, por 4 años.

—Ash, si duermes —el azabache de su amigo piensa—. Te compraré una paleta de chocolate.

Insiste en no dormir por dos días, se acercaban los exámenes y quería pasar con una nota alta.

—Que sean tres.

El rostro del oji-verde palidece.

—¡Por supuesto que no! Mira, mejor, una paleta y cuatro galletas de limón ¿Mejor? —siente ligeras acaricias en su cabello.

Rie alegre —. Está bien, dormiré.

Escucha un suspiro de alivio.

—Vamos po —su muñeca es jalada.

Mientras se acomoda mira como si amigo sube a la cama con un antifaz en su mano izquierda.

—¡Buenas noches! —este se acerca a él y le cubre con el antifaz.

Las manos de Sai lo empujan por los hombros para acostarlo mientras lo cubre con la manta.

—Me quedaré despierto hasta que duermas —le sonríe.

—No tengo ningún problema —dice.

Es conciente que tiene sostiene la mano de él pero le gusta, por el sentimiento de calidez que emana el azabache.

—comodo —susurra y duerme.

La semana de los exámenes pasan volando para ir a la de entrega.

—¡Mamá, mamá! Obtuve la nota más alta de la escuela —exclama feliz a la mujer.

Su madre se sorprende.

—¡Felicidades mi vida!

Sus manos lo rodean en un abrazo.

Un abrasador fuego consume su cuerpo.

"Hay que hacerte resistente las paredes hablan"

—Ashi, ashi.

Suspira profundamente.

—Sai, es Asher, A-S-H-E-R

El azabache niega y repite —. Ashi.

Se deja vencer, no podia demandarlo por decir erróneamente -aproposito- su nombre.

«Ashi»

—¡Mis niños! Mamá consiguió el permiso —salta alegremente —. Descuiden volveré en 2 semanas, pero los contactaré seguido, no, todos los días y les traeré regalos.

No le importaba eso, solo estaba alegre que su madre pudo conseguir lo que tanto anheló.

Más su hermano no parecía importarle.

—Esta bien, madre. No te preocupes por contactarnos, al final estaremos aquí siempre.

Quiero volver, odio este lugar. ¿Madre que estarás haciendo? ¿Estarás desesperada? ¿Llorando? ¿Enojada?

Su dedo es cortado, no se inmuta, el dolor ya no existía para él. Mira como el mismo se regenera.

—vaya, quinientos, eso fue rápido ¿Cuánto duró para 1894? —ya ni tenía nombre, ¿cuál era?

«Asher Biano D'Angelo, ni creas que te salvarás de esta» la voz de ¿Sai? ¿Así era su nombre? Que bello nombre. Sonaba enojado pero sonreía.

Insensato sonrie.

Un sonido de explosión suena y retumba en el suelo. Una advertencia suena al rededor de la habitación.

—¡Guarden los archivos! ¡Quinientos ven!

Su muñeca es sostenida, asqueado la jala. Accidentalmente, arrancándole la mano al científico.

—Ups.

La explosión vuelve a sonar pero está vez más cerca, mira una puerta aproximarse a él, simplemente la detiene.

—Arriba las manos.

¿Este era su salvación?

No, solo era la entrada a otro infierno.

Una azabache entra. En vez de ver a una mujer, se imagina a su amigo.

—Sai-sai —su voz es ronca e intenta aproximarse a ella —. Estás vivo.

Cuatro años, cuatro años sin verlo.

—¿Cómo has estado?

Perdido en su mundo, y sin poder hacer algo, hierro se clava en su piel y solo se da cuenta, cuando un shock eléctrico hace que su piel se erize y caiga al suelo, ya era tarde. Siente sus párpados pesados.

¿Morirá? No lo esperaba pero lo agradecía.

—Sai-Sai.

Llama antes de caer desmayado.

[4 años después]

+-+

Ray siente una lijera brisa helada, se remueve en su sitio. Su cuerpo ya no se siente tan cansado mientras abre los ojos, advierte que las luces están apagadas.

—¿Ya se fueron a dormir? —piensa.

Revisa que tenga el cuello tapado, suspira al sentirlo. Un ardor en su antebrazo lo hace estremecer.

—A ver, dice que puede cáncer —escucho.

¿Cáncer?

Siente su antebrazo palpitar. Todo está oscuro por ende no puede ver la razón.

¿Tome mi pastillas?

Se levanta y sin hacer ruido, camina dónde están las voces. El grupo está delante de una laptop.

Se acerca a la cabellera blanca, y mira por encima de su hombro.

[ ¿Que pasa si salen líneas negras en los brazos? ]

Se congela en su lugar luego de unos segundos se apresura a ver sus brazos.

Justo como el buscador, líneas finas de color negro puro cortan su piel de forma desordenada.

—¿Les? —Norman había olfateado un aroma familiar.

Se tapa con la sábana que aún yacia en sus hombros.

—¿Que hacen despiertos a esta hora? —finge demencia.

Emma lo mira espectante —¿Te duele algo? —pregunta muy cerca de él.

Norman la aleja —Concuerdo con la pregunta de Emma ¿Te sientes bien, Les? ¿No sientes dolor en algún lugar? —cuestiona acariciando su rostro.

—Estoy bien, ahora respondan la mía, yo la hice primero —demanda.

Los cuatros chicos presenten se miran entre si.

—Leslie estás mintiendo, ocultas algo —Anna habla luego de unos largos segundos.

"En tres años se acabará" "toma esto y ya no sufrirás" ¡Patrañas! ¿Ahora quien está metido en esta mierda?

Suspira internamente, intentado buscar lo más rápido que puedas una excusa razonable, dónde no hay, para decirles.

—Ya es suficiente —Don se acerca a él y lo jala por la manta —. ¿Qué es lo que tienes en la piel, y que nos ocultas, Leslie?

‡‡‡—‡‡‡

[Tres años antes]

Dos, tres, cuatro. Quinientos cuenta con calma mientras se mira por el reflejo del agua.

—¿Quién es 1894? En el laboratorio siempre me comparaban con él.

"1894 lo haría más rápido" "Ohh, superaste a 1894" "eres casi similar a 1894" "Si buscas a un culpable es 1894, él se fue, ahora es tu turno"

—No es «1,894» en realidad sería «81,194» —La de ojos amatista le sonríe, era tan similar a Sai —. El laboratorio lo apodo así, al querer "tapar" su error, no podían tener más de cinco mil errores en cuanto se trataba en esto, al final, el gobierno es quien los patrocinaban.

¿El gobierno? Sonríe estúpidamente, entonces madre nunca lo hubiese encontrado.

—Quinientos, ¿Quieres ver a tu madre? —Isabella acaricia la cabeza del menor.

Fomentar odio sería lo mejor, fue directamente al laboratorio de quinientos al escuchar que este iba hacer la "nueva arma" mucho mejor que 1894. Eso era imposible.

──── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ────

Sus pasos se detienen y cae al suelo. Quinientos siente una tristeza acumularse en su corazón, la tumba de su madre y hermano están delante de él.

  —No, no —esa simple palabra se repite una y otra vez en su cabeza.

No podían estar muertos. No lo creía.  No, mamá debería estar viviendo una vida pacífica y cómoda ante su trabajo y su bastardo hermano en el primer puesto de su secundaria.

—Pequeño quinientos, ¿Acaso crees poder contra 1894?

¿Qué era mejor que criar un cerdo para ir a su matadero?

¿Qué era mejor que ocultar la verdad a una alma desesperada y verla ahogarse en su propio abismo? Bueno, eso era lo que pensaba Isabella.

════ ∘◦❁◦∘ ════

¡Buenos días, tardes, noches o madrugadas!

Pensé que actualice en octubre, y me acabo de dar cuenta que no es así.
Lo pensé porque ví que actualice en las otra dos. (Dos meses después en una y cuatro en otra, tremenda mierda)

¿Especiales para el día de hallowee? Pfft eso es del pasado, mejor ¡Desaparecer por un mes -en este fanfic- otra vez!

Ahora seriamente:

Respecto a mi situación actual, del juicio, si soy sincera, no tengo ni idea de lo que pasó, mi progenitora se encargó de eso. Solo se que tengo que ir al psicólogo y ya me sacaron cita.

Mis crisis de identidad no ayudan mucho que digamos, senti que me identificaba como identidad fluida, luego lo pensé y pensé, y me identifique con demi-girl, nuevamente lo pensé y lo sigo haciendo y la escuela, tampoco ayuda. Pero he podido sobrellevar esto, de alguna manera, igualmente...

¡Agradezco mucho su paciencia!

¡Gracias por las estrellitas y comentarios!

Otra vez sin imágenes. La imagen de arriba lo saqué de pinterest.

Atte: La escritora.

(Corregirme si hay fallas ortográficas)