30/03/2023 ~ 02/04/2023

'Dicen que las sonrisas de las personas con el corazón roto son las más bonitas, porque sonreír desde la tristeza, siempre cuesta el doble.'

Logan se va dejándola sola, más sola que nunca. Es cuándo se percata que en el lugar dónde momentos antes estaba él, ahora hay una bruma azul.

Pasa la mano alrededor para comprobar qué no son imaginaciones suyas y contempla asombrada que a través se vislumbra una habitación.

Llena de curiosidad decide intentar pasar.

<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<
Tenía una extraña sensación en el pecho, pero no sabía qué era.

Su cuerpo entero estaba completamente entumecido, cómo si se hubiese dado un golpe después de una fuerte caída.

Abre los ojos despacio y se queda mirando las paredes blancas en silencio, ¿Dónde está?

El lugar parece una habitación, toda pintada de blanco y con una pequeña ventana en un lado.

Su mirada se posa en la cama que hay al final de la habitación, en la que un chico yace tumbado. Lo contempla pensativa, su cara le suena de algo y se niega a admitirlo pero no puedo negar la verdad, es Logan. Sin lugar a dudas.

Está tan pálido como de costumbre pero más tarde repara en que no se mueve, al principio había pensado que estaba dormido. Pero era bastante obvio que no lo estaba.

De golpe, una figura se levanta y se acerca a ella.  Es como una sombra, y pese a la poca luz que hay en la habitación, ella lo reconoce al momento.

- ¿Qué haces aquí? - Su voz profunda denota el dolor que siente, no quiere que lo vea así. Por eso no se lo había dicho. Ahora lo comprende.

- Tú me llevaste aquí.

- Te aseguro que no. Vete. Márchate.

Se gira y le da la espalda, aun así ella sabe que está llorando. Se acerca y le rodea con los brazos, le mece lentamente hasta que él se sienta de nuevo en el suelo.

Se sientan juntos. Ella comienza a acariciarle la cabeza para tranquilizarlo. Después lo contempla en silencio.

- No puedo despertar. Tengo miedo, demasiado miedo... - Ella lo observa en silencio compasiva. No sabe qué decir, pero luego lo ve todo claro.

- Ariadne

- ¿Qué? - La confusión es casi adorable y a ella le hubiese gustado besarle si no fuese por la situación en la que se encontraban

- Mi nombre. Nunca me preguntaste pero me llamo así, Ariadne.

- Es un nombre tan hermoso como la persona que lo lleva. - Él esboza una sonrisa triste que no le llega a los ojos.

- Gracias.  Logan...

- ¿Sí?

- ¿Sabes qué cuentas conmigo?

- Lo sé Ariadne - La forma en al que pronunció su nombre, de una manera tan íntima hizo que las mariposas de su estómago se agitasen enloquecidas.

- Logan tampoco es mi nombre real

- Lo sé. No es necesario qué me lo digas, yo he compartido el mí contigo porque quería. Nada más.

- Gracias. Te quiero. Te lo diré, pero en persona si algún día....

- Yo también. No te preocupes y recuerda que siempre estaré aquí, para sacarte de ese pozo sin fondo en el que se ha convertido tu mente. Para apoyarte en las decisiones que tomes, siempre contigo. Aunque te canses de mí o me digas que me vaya.

- Jamás haría eso, eres la mejor. Si te he pedido antes que te vayas es porque no quiero que me veas así... derrotado, débil.

- Tú no eres débil, eres la persona más fuerte que conozco. No te preocupes, despertarás confía en mí como yo lo hago en ti.

- ¿Pero y si no lo consigo?

- Lo harás, y yo estaré aquí esperándote. Te quiero muchísimo no lo olvides.

- No, no te vayas - Suplica él y a ella se le rompe el corazón - No te vayas, no me dejes solo....Hay mucha oscuridad y tengo miedo. ¡Ariadne!

- No te preocupes sigo aquí, tranquilo. - Ella le acaricia la cara e intenta que abra los ojos - No me iré tranquilo. Túmbate.

Y así, tumbado en su regazo se duerme. Ella lo contempla pensativa, le alegra haber descubierto todo esto ahora todo tiene sentido.

Sus comentarios, todo lo que decía....Que tonta había sido de no haberlo interpretado bien. Podría haberlo ayudado desde el principio pero claro, estaba demasiada ocupada centrada en sus propios problemas.

No sabía cómo pero debía ayudarlo, debía despertarse. Ariadne  levanta la mirada hacia la cama con temor de lo que iba a encontrarse.

Logan está tumbado en ella, su hermoso rostro no reflejaba ninguna expresión, sus manos quietas en su regazo cerca de las flores que habían colocada cerca de un gigante ramo. Como si en cualquier momento fuese a cogerlas.  Su pecho se alza para tomar una bocanada de aire mientras ella continúa observándolo.
Con cuidado se levanta y se acerca, le acaricia la cara con las manos y le besa la nariz y la frente  - llena de heridas y sangre seca - con cariño.

A continuación posa la mirada en las flores de la mesilla.

Una simple carta de algún familiar que no sería relevante si en ella no llevase impresa el lugar dónde Logan se encontraba.

Iba a buscarlo y ayudarlo se prometió ella, luego se volvió a tumbar e intentó dormir. Cosa que se le hizo imposible teniendo en cuenta que a pocos metros la vida de una de las personas que más quería si iba a cada instante que pasaba....