ㅡAl final, Seungmin aceptó que han estado saliendo desde hace un mes.

ㅡ¿Un mes?ㅡJisung asintióㅡ¿Cómo no lo notamos?

ㅡUstedes no, yo siㅡsonrió divertido, abrazándose más al torso de su novio, sintiendo las suaves caricias que éste proporcionaba en su cabelloㅡComprendo que haya esperado tanto para decirnos, de seguro, Seungmin estuvo inseguro.

ㅡAsí como yo lo estuve, y Changbin, y Jeongin...ㅡrió cortamente, escuchando la suave risa del menor también.

A Minho jamás se le cruzó por la cabeza que en algún momento terminaría enamorándose de su mejor amigo, mucho menos creyó que sus amigos descubrieran que podían enamorarse de un chico también, el ambiente en el que crecieron, la educación en el colegio, incluso las influencias de las personas a su alrededor, fueron factores para reprimir toda oportunidad de experimentar y de descubrir libremente sus verdaderos gustos. Tener otro tipo de influencias logró que, poco a poco, se permitieran a sí mismos tener otro tipo de visión en cuanto a cómo se sentían al respecto. Jisung y sus amigos nunca fueron una mala influencia, jamás los obligaron a nada, tampoco hablaban mal de su religión, simplemente los dejaron ser libres, algo que nunca habían intentado por miedo a ser juzgados, y fue un gran alivio para ellos encontrar personas que los aceptaran tal y como eran, y no específicamente hablando de sus preferencias sexuales, sino que también respetaron su forma de vida, incluyendo a sus familias que siempre tenían algo malo para decir en cuanto a esos temas.

Y estaban agradecidos porque nunca los forzaron a olvidarse de sus propias creencias, porque sea como sea, eso también era parte de ellos.

ㅡPor cierto, ¿hablaste con tu madre?

Minho suspiró pesadamente e hizo un sonido de afirmación, preguntándose si había hecho bien con las decisiones que tomó al respecto.

ㅡFue extraño. Creo que solo habló conmigo porque Soobin le dijo que lo hicieraㅡsonó desinteresado, como si realmente ese hecho no le doliera, pero la realidad era que si le afectaba hasta cierto puntoㅡAún así, creo que las cosas quedaron claras.

ㅡAl menos tuvo la intenciónㅡlo miró, notándolo un tanto desanimado, y no era para menos, sabía lo mucho que el tema le afectaba.

ㅡTal vezㅡdudóㅡDe todas formas, ahora sabe lo nuestro y sabe que no aceptaré sus amenazas o manipulaciones.

ㅡ¿Hablas en serio?ㅡse sorprendió, elevando sus cejas ante esoㅡ¿Qué dijo?

ㅡFue sincera, dijo que no estaba de acuerdo, que tardaría en procesarlo y que le tuviera paciencia, así que supongo que no va a interponerse.

ㅡEso es... Sorprendente. De todas formas, me sigue dando miedo ir a tu casa con ella ahí.

ㅡLo sé, aunque creo que lo ideal es que fueras de vez en cuando, ya sabes, para que se acostumbre a verte ahí- sugirió con normalidad.

Jisung asintió dudoso, para nada convencido. Las cosas estaban pasando demasiado rápido, la idea de recibir miradas acusadoras por parte de la señora Lee, era algo que no deseaba, estaba seguro de que se sentiría como un intruso, muy diferente a cuando entraba a escondidas, sabía que Minho lo recibiría siempre, en cambio, la señora Lee no haría más que fingir, porque su repudio hacia su sexualidad no cambiaría de un día para otro, ni en unas semanas, tampoco en meses, eso llevaría tiempo, y por el momento, prefería no entrar, le bastaba con que Minho no tuviera que decir mentiras en cuanto a sus salidas y relación.

ㅡEn todo caso, me sentiría más cómodo si vinieras aquí en lugar de yo ir a tu casaㅡdijo sincero, ir a casa de Minho volvió a sentirse incorrecto.

ㅡEstá bienㅡaceptó. Agarró las sábanas y se cubrió a ambos luego de apagar la luz- Ahora vamos a dormir, ha sido un día muy emocional y quiero descansarㅡdijo en voz baja, aferrándose más al cuerpo del peliazul, escondiéndose en su cuello.

ㅡ¿En serio quieres dormir?

ㅡMjmㅡasintió con los ojos cerradosㅡTus padres están en casa, así que no intentes nada, soy un hombre decente y no lo haré con tus padres aquí.

Jisung rió bajito, besó la frente descubierta del mayor y se acomodó mejor para poder dormir. Se sentía aliviado porque Minho logró hablar con su madre sobre su relación de una vez por todas, eso lo hacía sentir más seguro y más cómodo, comprendía que Minho tuviera que esconderlo, pero tener el valor de decírselo era admirable. Se sentía importante, se sentía querido.

No dudaba que estaba en el lugar correcto.

☆.。．†：＊・゜☆．。†．：＊・゜☆．

La temporada navideña se estaba acercando más rápido de lo esperado, el clima, los adornos y la música eran la mayor evidencia.

Para Changbin, Minho y Seungmin, el colegio se había vuelto un tanto tedioso; las bromas hacia Changbin se detuvieron en su mayoría, más no en su totalidad, pero le prometió a su madre que no volvería a meterse en problemas por algo así, por lo que intentó que ese tipo de cosas no le afectaran. Sus compañeros no tenían idea sobre Minho y Seungmin, pero de cierta forma, lo deducían, y no porque sus acciones los delataran o porque los hubieran visto haciendo algo, sino que creían que por el simple hecho de juntarse con Changbin, eran igual a él, lo cual les parecía totalmente cómico, preguntándose cómo es que ellos llegaron a creer que la homosexualidad se trataba de una 'enfermedad' que podía transmitirse de alguna forma; no los culpaba, todo seguía siendo culpa de las enseñanzas erráticas de sus profesores.

No iban a negar que en algún momento quisieron expresarse libremente, pero eso traía consecuencias consigo, ser de mente abierta en un colegio como ese, era peligroso, además, dudaban que alguien quisiera escucharlos. Era triste ver como sus compañeros se llenaban de tantas ideas equivocadas, y es que las pláticas en cuanto a la sexualidad empezaron a ser más pronunciadas desde que todos comentaban sobre Changbin, muchos profesores hacían comentarios fuera de lugar con fines 'académicos', y eso estaba muy mal. Pero poco podían hacer ya, el año estaba a punto de terminar, irían a la universidad y no tendrían más razones para ver a esas personas, siendo ese un gran alivio.

Por otro lado, Jisung, Félix y Chan llevaban con normalidad sus días en la escuela, a veces sus parejas llegaban a traerlos a la salida, y en otras ocasiones solo decidían reunirse en la casa de alguien, comúnmente la de Jisung que era en donde siempre había comida, eso era lo que más les interesaba. Hyunjin, por su parte, seguía en un estado neutral, no estaba tan triste como cuando Jeongin terminó con él, pero no se veía alegre como solía serlo; había mejorado en esos tres meses que habían pasado, y cada vez el nombre de Jeongin se iba olvidando dentro de las conversaciones, porque a pesar de la insistencia de todos, el menor nunca respondió de regreso, sin embargo, sabían que se encontraba bien debido a lo que veían ocasionalmente en redes sociales, publicando fotos cada cierto tiempo con algunas personas, deduciendo que eran sus nuevos amigos, y agradecían por lo menos saber que había avanzado también a pesar de que los dejó de lado.

Un viernes por la tarde, Jisung y Minho se encontraban sentados en la sala principal tomando chocolate caliente en la sala principal junto a Soobin, los tres hablando sobre cosas superficiales mientras la señora Lee se encontraba ocupada con cualquier cosa para evitar la incomodidad con la pareja de su hijo; todavía no lo asimilaba del todo y le seguía pareciendo extraño verlo de vez en cuando en su casa. Minho apenas le hablaba, cruzaban palabras únicamente cuando era necesario hacerlo, y no porque la odiara, él se estaba esforzando en que las cosas funcionaran, pero no podía solo ignorar como se estaba sintiendo; es cierto que él deseaba que su familia volviera a unirse, solo que estaba siendo más difícil de lo que creyó, no quería ser rencoroso, pero por alguna razón, olvidar las humillaciones, el maltrato emocional y físico, le resultaba complicado, y estaba trabajando en ello poco a poco, a su ritmo, a su tiempo. Sanar le tomaría un tiempo, y a pesar de todo, agradecía que por lo menos dejara entrar de nuevo a Jisung a su casa.

El sonido del timbre sonó con insistencia, interrumpiendo la platica de los chicos en la sala. La señora Lee se aproximó rápidamente hacia la puerta con el ceño fruncido ante los repetidos timbres.

ㅡ¿Qué haces aquí?

Soobin escuchó el miedo en la voz de su madre y rápidamente se acercó a la puerta. Se tensó completamente y la horrible sensación de enojo llenó completamente su pecho.

ㅡVeteㅡespetó, Soobin haciendo el amago de cerrar la puerta, pero su padre la detuvo, abriéndose paso dentro de la casa.

ㅡEs mi casa, no voy a irmeㅡrespondió a secas, parándose frente a su esposaㅡTú y yo vamos a hablarㅡrebuscó entre sus cosas un montón de sobres y papeles rotos, poniéndolos cerca de su rostroㅡ¿Qué es esto?

La señora Lee estaba pálida, enmudecida, no esperaba que su esposo llegara de nuevo, había pasado muchísimo tiempo desde que supo de él, y verlo ahí solo le causaba temor, tristeza e inseguridad. Ella creyó que al irse tras Sowon, no volvería, pero ahí estaba, molesto con las solicitudes de divorcio que estuvo enviándole para que firmara, en su mayoría rotas.

ㅡ¿En serio creíste que firmaría estos papeles? ¡No vas a separarte de mi!ㅡexclamó, quiso acercarse, pero Soobin se puso frente a él.

ㅡ¿Qué crees que haces? Aléjateㅡlo empujó con ambas palmas, causando que se moviera solo unos pasos hacia atrás.

ㅡEstoy hablando con ella, ¿no lo ves?ㅡdijo con sarcasmoㅡNi creas que voy a divorciarmeㅡtiró los sobres hacia la mujer, haciéndola retroceder.

Minho escuchó las voces provenientes de la entrada de su casa, se acercó apresurado y se encontró con esa escena. Claro que estaba enojado, él ya no tenía nada más que hacer ahí.

ㅡAh, ¿sigues aquí?ㅡle dijo al castañoㅡCreí que te habías largado.

ㅡ¡No le hables así!ㅡexclamó, Soobin, respirando pesadamente sin perder ni un poco la valentía. No dejaría que su padre volviera a salirse con la suyaㅡNo entiendo qué más quieres de nosotros, aquí no eres bienvenido.

ㅡVengo a hablar con mi esposa, así que hazte a un lado, te lo digo por las buenas.

ㅡE-Está bien, hablemosㅡaceptó, Hayoon al darse cuenta de que no se iría, tampoco quería que empezara a ponerse violento con sus hijos.

El señor Lee sonrió con suficiencia y se dirigió a la sala principal, convencido una vez más de que podría poner todo en su lugar de nuevo, no era posible que Soobin, su mayor orgullo, le hablara de esa manera, además, ya había pasado mucho tiempo lejos, era hora de regresar.

Pero se detuvo de golpe al llegar a la sala, su expresión era de total seriedad y enfado, ¿qué hacía en su casa ese chico?

Jisung se puso muy nervioso al encontrarse con el padre de su novio, hace mucho que no lo veía de frente, y debía admitir que le causaba muchísimo miedo, agregando lo que le había hecho a su propio hijo meses atrás, claro que no dudaría en sacarlo a golpes a él también de ahí. Quería huir de esa casa.

ㅡ¿¡Qué haces aquí!?ㅡexclamó demasiado molesto, acercándose a él.

Por pura inercia, Jisung retrocedió, sintiendo un horrible nudo en su garganta.

ㅡYo...

ㅡPor tu culpa, Minho se convirtió en lo que es, por tu culpa es que tiene esas asquerosas e incorrectas inclinacionesㅡespetó con molestiaㅡVete de aquí, vete y jamás vuelvas a cercarte a nuestra familia, ¿o quieres que te muestre por las malas?

ㅡLo tocas y hago que te saquen de aquí realmente por las malasㅡMinho intervino, llegando a Jisung, posicionándose a su ladoㅡYa no existes en 'nuestra' familia, no significas nada para nosotros.

ㅡEso lo decido yo.

ㅡNoㅡsuspiró con fuerza, HayoonㅡEso lo decido yo. Siéntate, vamos a hablar.

Seunggie se giró a mirarla, ella tenía los ojos rojos debido a las lágrimas acumuladas, pero se miraba demasiado decidida, algo que no veía en ella desde hace muchos años. Le desconcertó esa actitud tan osada hacia él, sonrió con burla y olvidó en lo que estaba, dirigiéndose hacia un sillón individual.

ㅡPueden irse, yo solucionaré estoㅡle dijo en voz baja a sus hijos y a Jisung.

Soobin no quiso aceptarlo al principio, pero accedió con la condición de que, si algo pasaba, lo llamaría, lo dejaría intervenir, y llamaría a la policía si era necesario, ese hombre debía irse para siempre. Todo el esfuerzo por arreglar todo el daño causado no podía irse a la basura solo por los caprichos de su padre, y por mucho que le doliera, deseaba tenerlo lejos.

Lejos de ellos para ser feliz.

☆.。．†：＊・゜☆．。†．：＊・゜☆．

Lee Seunggie entró a esa casa con el objetivo de que todo volviera a ser a su manera, entró a esa casa con el objetivo de recuperar lo que alguna vez tuvo, más no imaginó que lo perdería todo.

Sowon jamás lo aceptó de nuevo, solo podía ver a sus hijas cada cierto tiempo, y ahora, su esposa e hijos lo habían echado bajo la amenaza de que, si no se iba, llamarían a la policía, y luego de dos horas discutiendo el tema del divorcio, no tuvo más opción que irse. Al principio le causó gracia, pero ver lo decidido que Soobin se miraba, tuvo que acceder, tener una ficha con la policía era lo último que necesitaba.

Mientras conducía hacia el hotel en el que se estaba quedando, pensó profundamente en cómo fue que todo se fue en su contra, en un corto periodo de tiempo había perdido absolutamente todo. Ahora, ¿con qué cara iba a la iglesia luego de todo lo que había pasado? Nadie lo tomaría en serio, hablarían de él y lo acabarían. Todas sus acciones fueron para mantener su lugar, hacerse respetar, pero al final de cuentas, no funcionó, no logró mantener todo por lo que luchó.

Se detuvo en un semáforo y vio los sobres arrugados en el asiento de copiloto, muy furioso apretó el timón, llegando a la conclusión de que no había nada más que hacer más que firmar la solicitud de divorcio por mucho que odiara la idea.

Se quedó sin sus hijos, sin esposa, sin pareja, sin nada, pero de ninguna manera pediría perdón, su orgullo tenía que mantenerse intacto, él no estaba para pedirle perdón a su esposa, ni a Sowon, mucho menos a sus hijos. Sin importar qué, no podría aceptar tener un hijo como Minho, prefería dejarlos a un lado que ser el padre de un homosexual. Ver a Jisung ahí solo hizo que su asco aumentara, y estaba más que seguro que había algo entre Minho y él, lo cual le parecía repugnante e inaceptable.

Por su propio bien, lo mejor sería irse del país, ya no deseaba tener nada que ver con ellos, y si Sowon no le permitía estar con ella, entonces no iba a pedírselo de nuevo, buscaría una nueva vida en la que pudiera mantener el control de la situación.

Firmaría los papeles y se olvidaría de todos ellos, seguro de que algún día se arrepentirían por dejar que él se fuera.

En casa de los Lee, Hayoon se mantenía en silencio; estaba agotada, tener que enfrentarlo de una vez por todas terminó con sus energías. Soobin estaba en la sala, hablando seriamente con Minho quien parecía estar triste ante toda la situación, mientras que Jisung se encontraba en la cocina con Hayoon, preparando un té caliente en completo silencio. Notaba como la mayor seguía con la mirada perdida y como algunos escalofríos recorrían su cuerpo, haciéndola temblar levemente. Con solo mirarla, podía incluso sentir la tristeza.

ㅡNo tienes que hacer esoㅡdijo ella sin mirarlo, escuchando como el peliazul se movía con algunas cosas en la cocina.

Jisung no respondió y se limitó a servirle el té en una pequeña taza, posicionándola frente a ella.

ㅡVa a sentirse mejor si lo tomaㅡdijo con voz suave. Estaba muy cohibido, pero Minho seguía ocupado, además de que no podía solo dejarla ahí en ese estadoㅡEs para que se relaje y pueda dormir.

Hayoon lo miró al fin, sintiéndose un poco nostálgica por su presencia, como cuando era solo un niño que jugaba con su hijo. Analizó la taza frente a ella y la llevó a sus labios segundos después para dar un sorbo.

ㅡGraciasㅡlogró decir luego de un rato. Se sentía un poco incómoda por la situación, no se sentía muy bien con que Jisung, el chico al que juzgó por mucho tiempo, estuviera ayudándola en ese momento en el que no se sentía dispuesta para nada.

Jisung se mantuvo en silencio, inquieto, por lo menos hasta que Hayoon volvió a hablarle.

ㅡSiéntateㅡpidió en voz bajaㅡMe pone nerviosa que camines por toda la cocina.

El menor rió avergonzado y se sentó en una de las sillas del comedor, poniéndole atención a sus manos con la mera intención de ignorar la horrible tensión del ambiente.

ㅡ¿Quiere algo más? Puedo hacer la cena si deseaㅡvolvió a hablar con timidez.

Hayoon asintió débilmente, casi ignorando sus palabras. A esas alturas, no podía evitar que Minho tuviera una relación con Jisung, a veces, verlos le recordaba a cuando ambos eran unos pequeños niños que pasaban toda la tarde jugando o haciendo tareas, recordaba lo feliz que Minho era en ese entonces, y pensarlo aumentaba su culpa, porque estuvo mucho tiempo dañándolo de muchas maneras, y ahora que quería intentarlo, sentía el rechazo de su hijo, lo cual, era normal, ninguno de sus hijos estaban en la obligación de perdonar todo lo que hizo, pero tenía la esperanza de enmendar todo lo que les hizo pasar.

Se enfocó en Jisung, recordando el montón de cosas que le dijo, condenándolo y juzgándolo, y ahora, ese mismo chico era el que le hizo un té para hacerla sentir mejor, ese mismo chico era el que estaba preparando la cena en su casa, como un invitado más, como el novio de su hijo. Todavía no estaba lista para enfrentarlo del todo, pero agradecía que sus hijos estuvieran de acuerdo también en acompañarla de vez en cuando a la nueva iglesia a la que estaba asistiendo con su hermana, poco a poco enseñándole nuevas cosas que debía aprender a aceptar y comprender, estaba totalmente lista y dispuesta a abrirse a nuevas cosas por la felicidad de sus hijos.

ㅡ¿Quieres quedarte a cenar?ㅡpreguntó, causando que el menor se detuviera para mirarla.

ㅡMe encantaríaㅡsonrió cortamente, y siguió en lo que estaba.

Minutos después, Minho y Soobin entraron a la cocina, encontrándose con Jisung y su madre cocinando, ambos en silencio, inmersos en sus actividades. Minho sintió calidez en su pecho, porque a pesar de que no estuvieran hablando, agradecía el intento por parte de los dos. Conocía a Jisung, sabía que estaba haciendo un gran esfuerzo también, así que ver que estaban poniendo de su parte, hacía que la amargura que su padre dejó, empezara a disiparse.

Tal vez su familia no volvería a ser la misma, pero ahora sería mucho mejor.

☆.。．†：＊・゜☆．。†．：＊・゜☆．

Seungmin siempre trató de ser cuidadoso en cuanto a su relación con Chan, en todo ese tiempo, su único descuido fue cuando sus amigos los descubrieron hace meses atrás en el karaoke. Más allá de eso, no tuvieron ningún inconveniente.

Hasta ahora.

Realmente no sabía en que estaba pensando cuando creyó que podía meter a Chan a su casa, y es que vio la oportunidad cuando su madre le dijo que no estaría todo el día, y ese fue un gran error.

Estaba convencido de que no haría nada más que mostrarle su hogar, Chan jamás había entrado a su casa, así que la idea de acompañarlo a para pasar el día juntos, fue más que perfecta. Al principio, todo estuvo tranquilo, hicieron algo de comer, hablaron sobre sus cosas, y de un momento a otro, ya se encontraban besándose sobre el cómodo sofá de la sala. Seungmin tuvo la intención de detenerse, pero las fuertes manos de Chan rodeando su cintura lo llevaron más allá de su propio autocontrol. No esperaba que la situación se alargara tanto, no estaba en sus planes tener sexo ahí, pero estaban tan metidos en su propio mundo que no escucharon la puerta, reaccionando hasta que la señora Kim habló con voz fuerte, causando que se separaran aturdidos y asustados.

Todo pasó tan rápido, Seungmin no sabía ni siquiera cómo explicarle lo que acababa de ver, estaba avergonzado y muy desesperado. La señora Kim vio a su hijo con ojos cristalinos, no se sentía capaz de gritarle, sin embargo, la decepción en sus ojos era suficiente para derrumbar completamente a Seungmin.

ㅡ¿Por qué, Seungmin? ¿Es esto lo que has estado haciendo todo el tiempo?ㅡsu voz se quebró tan pronto empezó a hablar, él era su único hijo, al que había criado y educado sola, y encontrarse con eso se sentía como una traición, como si hubiera fallado en algo.

ㅡSeñora Kim, déjeme explicarleㅡChan quiso intervenir sin intenciones de empeorar la situación, pero la mayor se miraba muy alterada, y dudaba mucho que quisiera escucharlo.

ㅡNi siquiera te conozco, vete de mi casaㅡpidió con calma, respirando con dificultad.

Chan miró a Seungmin y éste asintió. No quería dejarlo solo, pero poco podía hacer con su madre en ese estado. Se culpó durante todo el camino a su casa, y tan pronto entró, fue hacia su abuela en busca de consuelo, a lo que ella accedió rápidamente sin preguntarle, dándole su tiempo para llorar y para desahogarse mientras lo abrazaba con cariño.

Pero, Seungmin no corría con la misma suerte, su madre estuvo llorando y diciéndole el error que había cometido, repitiéndole las consecuencias de sus actos sin siquiera dejarlo hablar. Se mantuvo quieto con la cabeza agachada, recibiendo el regaño sin oponerse. Y otra vez, ese lado de él que había empujado muy lejos para ser feliz junto a Chan, apareció. No deseaba volver a ser el chico inseguro que dudaba de sí mismo, esa personalidad la dejó atrás para poder ser quien realmente era, y le daba miedo recaer en eso por complacer a su madre. Odiaba verla llorar, él jamás había sido la causa de alguna de sus tristezas, y ahora saber que por su culpa, ella se encontraba mal, lo hacía sentir enormemente culpable de sus acciones.

Tiempo después, la señora Kim se encerró en su habitación, ignorando por completo las disculpas de su hijo, tal vez más tarde, con más calma podrían hablarlo, pero por el momento, lo que menos deseaba en ese momento era ver a su hijo.

ㅡ¿Estás bien?ㅡfue lo primero que Chan preguntó cuando Seungmin respondió su sexta llamada de la noche ya que las demás habían sido ignoradasㅡSolo dime que estás bien y yo estaré bien.

ㅡSi... no quiere ni hablar conmigoㅡsollozó, limpiando las lágrimas con el dorso de su manoㅡLe daré un tiempo e intentaré hablar con ella.

ㅡ¿Crees que ella... Te prohíba verme?ㅡse escuchó herido, no quería ni pensar en esa posibilidad.

ㅡNo lo séㅡrespondió sincero, una parte de él le decía muy fuertemente que su madre no le haría algo como eso, pero no quitaba las posibilidadesㅡAún así, no creo que vaya a aceptarlo.

ㅡEstá bien... Todo estará bien, ¿sí? Es tu mamá, no va a pasarte nada malo.

ㅡEso esperoㅡsuspiró, sintiéndose un poco más relajado.

Hablaron por un rato más y colgaron, Seungmin no podía mantenerse quieto, caminando de un lado a otro, llorando ocasionalmente, hasta que después de mucho tiempo, su madre tocó la puerta de su habitación.

Tenía mucho temor, sabía qué tipo de cosas le diría.

''Eso es pecado''

''Dios no lo permite''

''Van a hacerte daño si saben que te gustan los chicos''

Su madre nunca lo había tratado mal de ninguna manera, él siempre trató de no causarle problemas para no hacerle pasar malos ratos, y en esta ocasión, no dudaba que recibiría un gran castigo. Sin embargo, se mostró sorprendido cuando su madre llegó con más tranquilidad de la que esperaba.

ㅡMamá, lo siento, de verdad lo siento...

ㅡ¿Por qué?ㅡse sentó a su lado en la cama.

ㅡPorque me gusta un chicoㅡsu voz se quebró totalmente con esa confesiónㅡLo siento por hacerte sentir mal, lamento que me encontraras de esa forma cuando has confiado siempre en miㅡsollozó sin mirarla, sintiéndose incapaz de ver esa mirada de decepción otra vez.

Estuvo esperando algún tipo de regaño, que le gritara, que lo castigara tal vez, pero en lugar de todo eso, recibió un abrazo de su parte. Su corazón se aceleró ante el gesto, sorprendido, quedándose sin palabras.

ㅡDiscúlpame tú a mi por reaccionar así y decirte todo lo que te dijeㅡdijo con suavidad, sobando su espalda mientras lo escuchaba su llantoㅡSé que no es justificación, pero me sorprendí muchoㅡsuspiró sonoramente, limpiando sus lágrimas silenciosas.

ㅡNo quiero que me odies ni que me tengas ascoㅡpidió casi en una súplicaㅡNo quise decepcionarte.

ㅡTe amo, hijo, jamás te tendría ascoㅡse alejó para mirarlo, limpiando cariñosamente sus mejillasㅡEs muy nuevo para mí, nunca pensé que tendría que enfrentarme a algo así de repente, ¿comprendes?

Seungmin asintió, murmurando más disculpas casi inaudibles.

Kim Taeyon no podía odiar a su hijo sin importar las circunstancias, lo había criado ella sola desde que su novio de aquel entonces decidió abandonarla con apenas tres meses de embarazo. Ella fue joven también, sabía lo mucho que podían equivocarse a esa edad, así como ella se equivocó al confiar en un hombre que terminó traicionándola. Antes de empezar a asistir a una iglesia, tenía un comportamiento realmente malo, llegando a sentar cabeza cuando su pequeño y adorado hijo nació. Ella era muy creyente, seguía a la religión en lo que podía, pero no se consideraba una persona totalmente estricta al respecto; encontrar a su hijo de esa manera había sido un poco chocante, siempre le dijeron que eso no era correcto, pero no podía alejar a su hijo, ¿cómo podría hacerle eso? No estaba en posición de juzgarlo con el pasado que tenía, aunque eso no significaba que él haría todo lo que quisiera, siempre habían reglas que seguir, y era su deber seguir educándolo hasta donde pudiera, porque sabía muy bien que Seungmin era un chico de buenos sentimientos e intenciones, y ella estaba orgullosa de eso.

ㅡ¿No estás enojada entonces?

ㅡSolo un pocoㅡsonrió dulcementeㅡNo lo traigas sin avisarme antes, ¿está bien?

ㅡEstá bienㅡaceptóㅡNo pude decirte antes porque tenía miedo, creí que ibas a castigarme.

ㅡNo tienes que temerme, soy tu madreㅡsobó su mejilla, y seguidamente se levantóㅡTe avisaré cuando esté la cena.

El menor asintió, sintiéndose aliviado, y muy emocionado se dispuso a llamar a Chan.

Tenía muy buenas noticias.

☆.。．†：＊・゜☆．。†．：＊・゜☆．

Hola~, creo que ya el siguiente es el final, espero que les haya gustado este cap, ¿esperaban que la mamá de Seungmin reaccionara así?

Tengo en mente un par de extras, pero si tienen algunas sugerencias para los extras, pueden decirme en este apartado uwu veré las opciones (si es que las hay) y trataré de tomarlas en cuenta, solo que eso haría más larga la historia, y si están de acuerdo con eso, podría tomarme el tiempo para los extras, solo que claramente no serán muchos, máximo quiero hacer cinco, mínimo tres. Así que eso, pero recuerden que los extras no son historias aparte, tienen que tener coherencia con lo que ya ha sido escrito. Si no hay suficientes sugerencias, entonces me quedaré con los que ya tengo en mente (no me dejen en flop porfa😩🤚🏼)