ㅡMinho...ㅡbalbuceó dormido, Jisung, buscando con sus brazos el cuerpo del mayor a su ladoㅡMinho, acércate, hace frío...ㅡfrunció el ceño al momento en el que sus manos tocaron el cabello del otro, dándose cuenta de que era demasiado largo para ser el del castañoㅡTú no eres Minhoㅡabrió los ojos, encontrándose con Hyunjin profundamente dormidoㅡ¿¡Qué haces aquí!?ㅡexclamó, empujando a su amigo fuera de su cama, despertándolo al instante.

ㅡ¡Fue el gato, lo juro!ㅡgritó asustado, aturdido por la manera tan brusca en la que despertó.

ㅡ¿En donde está Minho?ㅡlloriqueó, sonando como un berrinche. Estaba tan acostumbrado a despertar a su lado que no sentirlo le daba miedo, como si en algún momento, Minho decidiera solo ya no estar con él. Exagerado, quizás sí, pero habían miedos en él que simplemente aparecían, haciéndolo sentir inseguro.

ㅡTranquiloㅡbostezó sonoramente mientras estiraba sus brazos con perezaㅡEs que te dormiste muy rápido y pues no te diste cuenta cuando me vine aquí.

ㅡEso no responde mi preguntaㅡse cruzó de brazos con un puchero.

Hyunjin suspiró sonoramente ante la actitud del menor y se dispuso a explicarle.

ㅡSimple, Jeongin, Seungmin y yo no podíamos quedarnos en una sola habitación, lo sabesㅡlo miró con obviedadㅡComo no hay más habitaciones extras, Minho dijo que podía quedarse con ellos y que yo viniera aquí contigoㅡsonrió con diversiónㅡYa sabes, por la confianza y esas cosas.

ㅡ¿Entonces él durmió con ellos para que no se sintieran incómodos?

Hyunjin asintió en afirmación.

ㅡ¿Eso quiere decir que toda la noche te abracé a ti?

ㅡAsí es. No recordaba lo molesto que eres al dormirㅡnegó con la cabeza.

Jisung frunció el ceño y le tiró una almohada, molesto porque no le dijeron nada y porque estuvo toda la noche abrazando a Hyunjin y no a su novio. Momentos después, la molestia se fue disipando hasta que simplemente comprendió la situación, y tuvo que haberlo pensado también cuando decidieron todos quedarse en su casa, había sido una muy mala idea juntarlos a ellos tres en una sola habitación, por lo tanto, era comprensible que Minho decidiera ayudarlos; de todas formas, los menores eran sus amigos cercanos, y al menos con él, se sentirían menos incómodos.

Toques en su puerta interrumpieron sus vagos pensamientos. Se bajó de la cama y la abrió, encontrándose con su madre recién levantada, mirándolo un tanto confundida cuando notó a Hyunjin tras él.

ㅡ¿Por qué hay chicos que no conozco con Minho en la habitación de invitados?ㅡpreguntó, arreglando su cabello en un desordenado moño.

ㅡSon amigos míos, se irán en otro momentoㅡrespondió con tono aburrido, dejándola entrarㅡHyunjin durmió conmigoㅡseñaló al peligris que seguía arreglando su cabello en el espejo.

ㅡBuenos días, señora Han, se ve muy radiante hoyㅡsonrió, parándose a un lado del peliazul.

ㅡAcabo de levantarme, no puedo verme radiante, pero gracias Jinnie, que dulceㅡle sonrió también.

ㅡLo dice porque quiere que lo sigas mimandoㅡrodó los ojos el menor, dirigiéndose al baño.

ㅡCállateㅡfrunció el ceño el más alto, haciendo reír a la mujer.

ㅡEn fin, ¿van a quedarse todos a desayunar?

ㅡCreo que sí, excepto Minhoㅡrespondió desde el baño, JisungㅡA todo esto, ¿qué hora es?

ㅡLas...ㅡHyunjin revisó su celular, dándose cuenta de que no era tan temprano como creyóㅡNueve y-

ㅡ¡Ya son las nueve y treinta!ㅡapareció Minho casi corriendo en la habitación, asustado y nervioso. Se detuvo de golpe al encontrarse con la madre de Jisung, mirándolo con curiosidad ante su reacciónㅡL-Lo sientoㅡse disculpó apenadoㅡYo, uhm, debo irme ahora.

Jisung salió alarmado del baño al saber la hora. Miró a Minho también muy preocupado, tomó su muñeca y lo jaló hasta el primer piso, indicándole que podía salir por la puerta principal, de todas formas, su madre ya lo había visto y sería estúpido hacerlo salir por la ventana.

ㅡMi mamá va a matarme, de seguro ya se dio cuenta de que no estoy.

ㅡTranquilo, de seguro no ha entrado a tu habitaciónㅡtrató de tranquilizarlo, esforzándose para no verse igual de nervioso y preocupadoㅡSi algo pasa, solo ven aquí, ¿está bien?

Minho asintió dudoso, buscando una manera para dejar de sentirse tan ansioso al respecto, pero era inútil, si su madre se había dado cuenta de que no estaba, de seguro lo castigaría o le diría a su padre, además de que no podía darle alguna explicación lógica del por qué no estaba en casa, su madre no se detendría siquiera a escucharlo.

Subió con sigilo hasta el balcón de su habitación, limpió sus manos en la tela de su pijama y se adentró, notando que todo parecía estar en orden y en silencio, lo cual le resultaba demasiado extraño teniendo en cuenta de que siempre llegaban a despertarlo a las ocho de la mañana, aunque su alarma sonara. Era muy molesto, lo odiaba, pero no podía simplemente decirle a su madre que dejara de ser así, podría ganarse un gran regaño solo por contradecirla.

Suspiró un poco aliviado al no tener que enfrentar a sus padres, pero su felicidad duró poco cuando su puerta se abrió de golpe, escuchándose más fuerte de lo que quisiera. Minho vio a su madre con nerviosismo, esperando ansioso a que le dijera algo.

ㅡ¿En dónde estabas?ㅡse cruzó de brazos, esperando una respuesta que estaba tardando en llegar por parte de su hijoㅡ¿Vas a quedarte mirándome con esa cara? ¡Dime en dónde estabas!

Minho se encogió en su lugar al escuchar el grito de su madre. Su mirada viajó hacia cualquier punto de su habitación, menos hacia ella. Sintió su estómago revolverse del miedo, sin embargo, no iba a ceder, no iba a dejar que ese temor lo consumiera porque si no, rompería a llorar en ese momento, y lo que menos quería es que su madre lo siguiera viendo con superioridad, él quería mostrarse fuerte y decidido, pero le estaba costando mucho más de lo que creyó.

ㅡF-Fui con mis amigosㅡsu voz salió un poco quebrada, pero logró estabilizarse.

ㅡ¿Con el permiso de quién? Porque a mi no me has pedido permiso de nada.

ㅡLo siento, sabía que me dirías que no, pero no lo haré de nuevoㅡse rindió, no buscaba una discusión sin sentido, su madre no lo entendería nunca.

ㅡTú nunca aprendes, ¿cierto?

ㅡ¡No hice nada malo!ㅡse desesperó, lágrimas de impotencia se asomaron en sus ojos, cansado de toda su vida, ¿cuándo se supone que lo dejarían vivir?ㅡSolo me vi con unos amigos.

ㅡ¿Amigos?ㅡrió incrédula, sintiéndose aún más molesta porque estaba segura de que su hijo le estaba mintiendoㅡ¿O con Jisung en específico?

Minho guardó silencio, ¿lo vio salir de la casa de los Han? Porque si así fue, no tenía más escapatoria. Su silencio pareció ser respuesta suficiente para la señora Lee.

ㅡSabes, Minho... Esto nunca va a terminar mientras nadie ponga en su lugar a ese niño, no entiendo cómo es que no ves el daño que te hace, gracias a sus malas influencias, aprendiste a escaparte, ¿crees que eso es bueno?

ㅡ¡No es cierto!

ㅡClaro que es ciertoㅡsonrió, cosa que puso a Minho más de los nervios porque de repente, su tono de voz se volvió más tranquiloㅡMe aseguraré que no vuelva a molestarte, verás cómo todo cambiará para mejor.

La señora Lee salió de la habitación de Minho a paso rápido, dirigiéndose a la puerta principal. Minho reaccionó rápidamente y fue tras ella en un intento de detenerla para sea lo que sea que estuviera pensado, porque estaba seguro de que lo único que haría sería meterse en problemas haciendo una innecesaria escena debido a sus estúpidos prejuicios, y tenía miedo que realmente hiciera algo que lo hiciera sentir culpable, porque no se perdonaría si llegara a hacerle algo a su novio, no cuando todo estaba tan bien entre ambos.

La señora Han frunció el ceño ante los insistentes golpes en la puerta de su casa. Hyunjin, Seungmin, Jeongin y Jisung se miraron entre sí, confundidos. Pausaron su desayuno para saber qué estaba pasando sin levantarse de sus asientos. Jisung siguió a su madre hasta la puerta, quedando totalmente sorprendidos al encontrarse con su vecina y con Minho tras ella con expresión preocupada y avergonzada.

ㅡHola, Hayoon, ¿se te ofrece algo?ㅡla madre de Jisung mantuvo la calma, tratando de ser amable con la otra mujer que no parecía haber llegado con buenas intenciones.

ㅡHan Eunyoungㅡsaludó cortamente con voz fría, escuchando a lo lejos las peticiones de su hijo para irse, pero claro que no haría casoㅡVengo a pedirte de favor que alejes a tu hijo de Minho.

La señora Han lució sorprendida ante tal petición, y luego de unos segundos, empezó a reír, notando el pronunciado ceño fruncido de la señora Lee.

ㅡ¿Otra vez con eso?ㅡsuspiró, tratando de lucir seria. Miró a Jisung sobre su hombro, luciendo igual de sorprendido y asustado, como si hubiera hecho algo realmente maloㅡSeñora, créame, no quiero pasar de nuevo por esa discusión.

ㅡ¡Su hijo no hace más que molestar al mío!

ㅡPara empezar, deje de gritarme que está en mi casaㅡEunyoung endureció su expresión, totalmente molesta por la actitud de su vecina, ¿quién se creía para ir y hablarle así en su propia casa?ㅡSegundo, ¿a qué se refiere con 'molestar'?

ㅡMinho siempre ha sido un chico muy tranquilo, pero cada vez que se junta con su hijo, no hace más que desobedecerme.

ㅡ¿Y yo qué tengo que ver con la crianza de su hijo?

ㅡExijo que aleje a su hijo del mío, no volveré a pedirlo.

ㅡ¿O sino qué?ㅡenarcó una ceja, retándola. Sabía que Lee Hayoon no hacía nada más que amenazas vacías. Le parecía muy increíble el valor que tenía para hacer ese escandalo de nuevo, la primera vez fue lo suficientemente vergonzoso como para querer hacer lo mismo, otra vezㅡMire, mi hijo no tiene nada que ver con los comportamientos del suyo, ¿entiende eso? Además, solo son chicos.

ㅡMamá, vámonosㅡMinho volvió a tirar de la camisa de su madre en un intento de llamar su atención, tenía mucha vergüenza y ganas de llorar. Se sintió aún peor estando bajo la curiosa mirada de sus amigos en el interior de la casa de los Hanㅡ¡Vámonos!ㅡexclamó molesto, al borde de las lágrimasㅡDeja de hacer esto y solo vámonos.

ㅡHágale caso a su hijo, ¿si? Evitemos más problemasㅡvolvió a sonar con más calma la señora Han.

ㅡSu hijo está enfermo, su homosexualidad va a terminar destruyéndolo, espero que logre curarlo antes de que sea demasiado tarde. No quiero que a mi hijo se le peguen las cosas que su hijo hace, es asqueroso y antinatural, ¿es que no lo sabe?

El comentario los sorprendió a todos, incluyendo a Minho, ¿cómo podía decirle eso a la madre de Jisung? Realmente estaba loca y cegada por sus creencias al siquiera creer que podía simplemente llegar a la casa de alguien más a juzgar en base a su religión. Se sintió asqueado, apenado, y muy enojado, notando perfectamente como las cejas de la señora Han se elevaban en clara señal de asombro, y no era para menos, le acababan de decir enfermo a su hijo por su orientación sexual. Eunyoung no sabía ni siquiera cómo responder por la sorpresa, es decir, no hace mucho su esposo encontró a Minho en la habitación de su hijo haciendo cosas no muy heterosexuales. Sintió pena por el castaño, debía ser muy difícil para él vivir con una mujer como ella que no hacía más que juzgar y reprimir sus sentimientos.

ㅡMi hijo está perfectamente bien, no es mi culpa que usted tenga una mente tan cerrada a estas alturas. Sus creencias no están haciendo nada más que destruir su relación con Minho, incluso yo puedo notar justo ahora lo avergonzado que él se siente de usted, ¿no le enseñan en la iglesia a preocuparse por su familia primero?

La señora Lee estuvo a punto de responder, atónita ante el tono tan altanero en el que Eunyoung le hablaba, soltando palabras cada vez más fuertes para ella. Miró a Minho, esperanzada en que por lo menos dijera algo para defenderla, pero nada salió de la boca de su hijo, ni siquiera quería mirarla, y en lugar de hacerla sentir triste por su indiferencia, enfureció más.

ㅡTodos ustedes son unos pecadoresㅡseñaló a la señora Han con odioㅡSon una aberración y Dios jamás va a perdonarlosㅡde alguna manera quería ganar esa discusión, sabía que no la estaban tomando en serio y eso le molestaba. Fijó la vista en los amigos de Minho, extrañada por verlos ahí tambiénㅡY ustedes, no quiero verlos nunca cerca de mi hijo de nuevo, me dan lástima.

Eunyoung empezó a reír por lo bajo, escuchando únicamente el montón de cosas que esa mujer soltaba en su cara, desesperada por que le hicieran caso, pero pudo notar rápidamente que no era una mujer con la cual se pudiera dialogar, simplemente debía ignorarla.

ㅡMinho, lo siento por todo estoㅡse disculpó la señora Han, dirigiéndose al castaño que fijó su vista en ella con las mejillas sonrojadas y los ojos cristalinos.

ㅡN-No se preocupeㅡse apresuró a negar con la cabeza, removiendo sus manos con nerviosismoㅡLamento todo esto, lamento la interrupción, no pasará de nuevoㅡsu voz salió quebrada, tanto que la señora Han sintió aún más pena por él.

A Jisung le dolió el pecho al ver a su novio en esa situación, no quería ni siquiera imaginar que se sentiría tener que pasar por eso. Se encontró brevemente con la mirada de Minho y musitó un 'te amo' en silencio que el castaño correspondió con una sonrisa a medias antes de agachar la mirada.

ㅡMamá, vámonosㅡtomó su muñeca con decisión. Tal vez recibiría un feo regaño por eso, pero ya no podía seguir ahí.

ㅡVáyase, y jamás vuelva a acercarse a mi propiedad, ¿está claro o tengo que explicárselo como a los niños?ㅡhabló con sarcasmo, recibiendo un chillido escandalizado de la señora Lee.

Minho no esperó más y jaló a su madre, llevándosela de ahí sin siquiera dejarla responder, porque eso sería volver a la misma pelea, y estaba harto, eso había sido lo último que su madre lo había hecho pasar, eso jamás se lo perdonaría, la vergüenza, el enojo y la tristeza que le hizo sentir no la olvidaría nunca. No quería ser rencoroso, había tratado con sus fuerzas no serlo, convenciéndose de que sentir rencor hacia su familia estaba mal, pero ahora entendía que incluso su propia familia podía ser su enemiga. Antes creía que por ser su madre debía aguantar todo lo que le hacía o le decía, aguantar sus golpes, sus gritos, sus castigos, porque se supone que debía respetarla y amarla por sobre todo, pero ella nunca lo respetaba, pasaba todo el tiempo recalcándole que era un mal hijo, no lo escuchaba nunca, no pasaba tiempo con él, ¿así como se supone que debían tener una buena relación? Esa buena relación que ella recalcaba que no había, y siempre era culpa de él por no hacer nada por llevarse bien. Era estúpido creer que solo era su culpa, y lo peor es que por mucho tiempo, lo creyó. Se dio cuenta de que ser un buen hijo ya no era suficiente para hacerla feliz, ella solo quería tener el control sobre su vida utilizando la religión como medio para hacerlo, siempre controlando sus amistades, sus salidas, incluso sus horas para dormir, ¡era muy excesivo! Recordaba cuando su madre era amorosa con él, cuando él se metía en su cama porque tenía miedo de dormir solo y ella lo recibía con mucho cariño, recordaba lo atenta que era cuando él llegaba del colegio a contarle como estuvo su día, pero ahora era muy diferente, su actitud indiferente y fría terminó por arruinar el vínculo madre e hijo que tenían.

Y fue totalmente su culpa, no la de él.

El escándalo en la casa de los Han fue suficiente para hacerle entender que ella jamás volvería a ser como era antes, ya no se preocupaba por su bienestar, solo le importaba la imagen que él debía dar frente a las personas de la iglesia, solo le importaba mantener feliz a su padre, solo le importaba la aprobación de los demás y no la de él que era su hijo. Ese pensamiento terminó de quebrarlo, causando que rompiera en llanto tan pronto cerró la puerta principal de su casa en un sonoro puertazo.

ㅡ¿Por qué hiciste eso?ㅡpreguntó el castaño, limpiando con fuerza las lágrimas en sus mejillasㅡ¿Cuál era la necesidad de ir y decirles eso?

ㅡ¿¡Cómo te atreves a tomarme del brazo así!?ㅡexclamó, mirándolo con sorpresaㅡEres un niño irrespetuoso, me avergüenza que seas así.

ㅡ¿Yo te doy vergüenza?ㅡrió, tratando de tomar aire y tranquilizarse, pero la opresión en su pecho era muy difícil de sobrellevarㅡ¡No hiciste más que hacer el ridículo!

La señora Lee enfureció tanto por sus palabras que no pudo evitar soltarle una bofetada, manteniendo la dureza en su expresión.

ㅡEstoy muy cansada de ti, de tu irrespeto, de tu desobediencia.

ㅡTambién estoy cansado de tiㅡsobó su mejilla, sintiendo más lágrimas salir de sus ojos, lleno de impotenciaㅡEstoy cansado de ti y de papá.

ㅡ¿Ves? De seguro el gay ese te hizo pensar de esa manera, no respeta a sus padres y ahora tú haces lo mismo, ¿es que no lo entiendes, Minho?

Minho guardó silencio por unos segundos, sintiendo el ardor en su mejilla, pensando en que la situación había sobrepasado sus propios límites. Había soportado lo suficiente, y si no fuera porque no tenía a donde ir, se hubiera mudado hace mucho, hubiera huido de esa miserable familia que no hacía más que atormentarlo. Era muy gracioso como sus padres lo querían obligar a creer que la familia era lo más importante, lo obligaban a creer que si él sentía otra cosa que no fuera amor por ellos, Dios iba a castigarlo por desobedecer. Y no, había por fin comprendido que su verdadera familia no eran ellos, su única familia eran Soobin y Jisung, las únicas personas que lo hacían sentir querido, las únicas personas que lo hacían sentir bien.

Solo los tenía a ellos.

ㅡTe odioㅡsusurró el castaño, levantando la mirada hacia la mujer frente a él.

ㅡ¿Qué?

ㅡ¡Te odio!ㅡrepitió más fuerteㅡ¡Te odio a ti y a papá! ¡Los odio!

La señora Lee levantó su mano con la intención de abofetearlo de nuevo, pero Minho la detuvo con fuerza, tirando su brazo a un lado, su madre no volvería a golpearlo. La miró una vez más y corrió escaleras arriba, cerrando la puerta con fuerza, importándole poco su tonta regla de puertas cerradas, incluso le puso seguro porque no quería ser molestado, no quería escuchar más gritos ni reproches, y aunque su madre estuvo un par de minutos golpeando su puerta, no hizo caso, se limitó a mirar el techo como si fuera interesante, dejando en segundo plano los regaños al otro lado, hasta que dejó escuchar la molesta voz de su madre.

Suspiró con tristeza, creyendo que el sentimiento de rencor y odio a sus padres se iría tan pronto se calmara, pero no, ese sentimiento seguía ahí, demasiado fuerte en su pecho. Tomó una larga ducha, pensando en cómo haría con todo eso, porque no podía pasar todo el día encerrado en su habitación, o quizás sí, pero debía bajar a almorzar, y estaba seguro que su padre estaría realmente furioso cuando regresara el lunes de su viaje de trabajo.

Esa fue, de seguro, la mañana más agitada y horrible de su vida.

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Jisung sollozó con su rostro escondido en sus manos, atrayendo la mirada de su madre y de los presentes en la casa. Hyunjin se sentó a su lado y pasó el brazo sobre sus hombros, atrayéndolo hacia su cuerpo para abrazarlo.

Claro que odiaba ver a su amigo así, y ahora todo lo que Jisung les había dicho sobre la madre de Minho, tenía mucho más sentido, confirmando con sus propios ojos que la mujer realmente estaba loca.

ㅡY eso que no sabe que estamos saliendoㅡsusurró el peliazul sin apartar las manos de su rostroㅡNunca van a dejarlo en paz, no lo dejan ser feliz.

ㅡHijo... Te dije que tuvieran cuidadoㅡEunyoung se agachó frente a su hijo, mirándolo con cierta tristeza.

ㅡYo no quiero alejarme de él, mamáㅡla miró con sus ojos hinchados y sus mejillas mojadas por las lágrimasㅡPor favor no hagas que me aleje.

ㅡNo lo haré, tranquiloㅡsobó su mano. Es cierto que nunca tuvo un vínculo cercano con él, pero estaba tratando de hacerlo, y se sentía como una tonta al no saber qué decirle a su único hijo en ese estadoㅡTrata de hablar con él más tarde para saber cómo está, pero mientras tanto, no vayas a su casa... Y que él no venga aquí.

Jisung se sintió aún peor con esa solución, pero su madre tenía razón, ya habían sido descubiertos y todo ese escándalo se había armado, quizás debían esperar unos días para que todo se mantuviera en calma, estaba seguro de que la señora Lee estaría mucho más pendiente de lo que Minho haga, y no le sorprendería que llegara a extremos ridículos con tal de mantenerlo en su casa que más parecía ser una presión. Estaba tan triste por su novio, deseaba sacarlo de esa vida, pero no sabía cómo, no tenía nada que ofrecerle, ni siquiera estaban en edad para irse a otro lado, sus estudios no habían terminado y no tenían dinero, así que solo huir de manera desconsiderada para ellos mismos no era una opción todavía. Tal vez, unos años después, si aún seguían juntos, podrían buscar algo que hacer y mudarse, pero para eso faltaba bastante tiempo, y temía mucho por lo que ese tiempo en su casa podría hacerle, porque, en definitiva, la señora Lee no tenía límites.

Jeongin y Seungmin no entendían lo que sucedía, Minho jamás les había dado indicios de que su familia lo tratara así. Jeongin sintió un horrible escalofrío recorrerlo al recordar la expresión de Minho mientras su madre decía todo eso, ¿así pensarían sus padres también? Nunca los había escuchado decir que ser homosexual fuera enfermedad, solo decían que estaba muy mal y que era castigado por Dios. Había escuchado cosas así de sus profesores, pero no de sus padres.

Seungmin por su parte, seguía un poco en shock, el llanto de Jisung se hacía cada vez más audible para él y de cierta manera lo estaba incomodando. Se sintió mal por Minho, de todos ellos, él había sido el más fuerte y seguro de sus pensamientos, siempre contradiciéndolos a ellos, y se le hacía muy difícil creer que Minho fuera así de seguro con una madre como la señora Lee. Se atrevía a decir que su forma de pensar era más cerrada que la de su madre, porque estaba seguro de que ella jamás haría algo como eso, llegando a esos extremos.

ㅡAnímate, el lunes nos iremos de vacaciones con tu padre, ¿si?ㅡla señora Han limpió las lágrimas de su hijo con el dorso de su manoㅡAsí te distraes un rato de todo esto, y le das a Minho un tiempo para calmar las cosas en su casa.

Jisung asintió, sonriéndole débilmente a su madre mientras apoyaba la cabeza en el hombro de su amigo, sintiéndose solo un poco mejor. La idea de viajar con sus padres seguía sin emocionarlo del todo, sin embargo, notaba los esfuerzos de su madre por acercase, aunque sean muy pequeños, se notaba la diferencia ya que normalmente solía pasar por alto su existencia en la casa. Además, ya le había dicho que podía llevar a Hyunjin y Félix, y eso ya era un gran alivio.

Trató de enfocarse en eso, debía hablar con Minho para hacerle entender que él no tenía la culpa de nada y para asegurarse de que todo seguía bien entre ambos.

Aunque Minho aún tenía algo más grande que enfrentar cuando su padre llegara a casa. 

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