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Hoy actualizo por abschu ya que es su cumpleaños y traté de tener listo este cap ahora justo por eso♡ díganle feliz cumpleaños porfis🥺♡
Minho sintió que las cosas en su familia estaban peor que antes desde que su padre regresó de su supuesto viaje de trabajo, cuando llegó, ni siquiera saludó a Soobin que era su hijo favorito, simplemente pasó de largo y se encerró en su habitación. Quería pensar que esas actitudes no le interesaban, pero de cierta manera, le parecía extraño. En los horarios de comida, ya nadie decía nada, solo comían en silencio, cada quién muy enfocado en lo suyo, incluso su madre se notaba un tanto diferente y tenía mucha curiosidad al respecto, pero le asustaba preguntar y meterse en problemas por eso.
Era jueves por la noche y se encontraba terminando sus tareas, como siempre. Desde el lunes en la mañana, no había visto a Jisung, ambos se encontraban ocupados con sus propios deberes ya que las vacaciones estaban cerca, por lo que debían concentrarse en eso si no querían pasar ocupados con la escuela en sus días libres, así que se mantuvieron comunicados únicamente por medio de mensajes para saber que estaban bien.
Minho soltó un sonoro suspiro de cansancio cuando por fin terminó su tediosa tarea de matemáticas, cerró su cuaderno y miró la hora, aún eran las nueve de la noche. Apagó las luces y cerró la puerta de su habitación para que nadie llegara a molestarlo con lo de la hora límite, fingir estar dormido era una buena escapatoria de los regaños de sus padres. Se recostó en la cama, pensando en si debería hacerle una pequeña visita sorpresa al peliazul de la casa de enfrente. Hizo un repaso de los riesgos de tal decisión, las luces en el exterior de su habitación aún estaban encendidas, lo que significaba que sus padres seguían despiertos. Se acercó a su ventana y notó que las luces de la habitación de Jisung seguían encendidas también, así que prefirió esperar un rato más hasta que sus padres por fin fueran a dormir.
Jisung, por su parte, se encontraba demasiado inmerso en esos aburridos ejercicios de física al que no le encontraba sentido alguno; resopló con cansancio, decidido a rendirse porque por más que le diera vueltas, seguía sin entenderlo. Cerró los cuadernos sobre su cama, tirándolos de manera despreocupada casi a la orilla. Revisó su celular con la intención de encontrarse con algún mensaje de Minho, pero la conversación seguía en donde la habían dejado hace unas horas atrás.
Miró el liso techo de su habitación, repasando cada situación que lo llevó a estar justo ahí. Parecía irreal, todo a su alrededor parecía demasiado bueno para ser cierto, quizás porque estaba acostumbrado a tener esa dolorosa espina en su corazón, pero ahora que no estaba, había una extraña sensación. Frunció el ceño ante sus propios pensamientos, apartando cualquier hecho desafortunado, solo debía tener cabeza para las cosas buenas que le habían estado sucediendo últimamente, no tenía por qué buscarle el lado malo a nada, porque no existía algo como eso.
Todavía.
Un inesperado sonido se escuchó al exterior de su habitación, en su balcón, específicamente. Salió de la cama un tanto extrañado, no había quedado en verse con Minho en esos días, y eso lo hizo ponerse un poco alerta, aunque no estaba tan asustado, a lo mejor era algún gato, últimamente habían estado rondando algunos por su casa. Abrió la puerta corrediza de su balcón, encontrándose con Minho demasiado concentrado en el reflejo del vidrio, arreglando su cabello.
Rió suavemente ante tal imagen, llamando la atención del castaño que rápidamente dejó de tocarse el cabello, un poco apenado al ser descubierto.
ㅡ¿A dónde piensas ir tan guapo y peinado?ㅡbromeó, Jisung, cruzándose de brazos con una sonrisa divertida.
ㅡVine a verteㅡrespondió, sus mejillas pintadas de un suave color rojo.
Jisung sintió su corazón latir demasiado emocionado. Tomó su mano y lo hizo entrar a su habitación, en silencio, no quería llamar la atención de sus padres que seguían despiertos en la planta baja.
Tan pronto estuvieron dentro, Minho tomó entre sus manos el rostro del peliazul y besó sus labios con suavidad y gentileza, sintiendo los brazos del contrario rodear su cuerpo en un abrazo demasiado significativo e íntimo. Jisung jadeó por la sorpresa que le causó la inesperada mordida en su labio inferior, dejando que Minho explorara su boca y sus labios a su antojo, llegando a la absoluta conclusión de que nunca tendría suficiente de eso.
ㅡAlguien me extrañóㅡmurmuró Jisung sobre los labios de Minho, dejando cortos besos sobre éstos.
ㅡTal vez...ㅡvolvió a besarlo, ambos riendo en el medio.
Minho sentía un enorme revoltijo en su estómago, pero no de una desagradable manera, sino que una sensación que deseaba sentir por muchísimo tiempo más, y supo en ese momento, que nunca en su vida sería más feliz que en ese preciso instante, acariciando las suaves mejillas de Jisung, besándolo con cariño, sintiéndolo tan cómodo, pero lo más importante: sin miedo a algún tipo de rechazo, confiado en que sus besos serían correspondidos y que sus sentimientos estarían muy bien cuidados, porque confiaba en Jisung más que en sí mismo, y estaba seguro de que nunca le haría daño, no después de tantos años en los que le demostró ser mucho mejor que cualquier otra persona.
Jisung le dio un último beso antes de separarse por completo, sintiendo su pecho vibrar con miles de sensaciones.
ㅡ¿Tus padres siguen despiertos?ㅡpreguntó el pelinegro, tomando asiento en la cama.
ㅡSip, a veces les da por desvelarseㅡse encogió de hombros, sentándose a su lado.
Minho miró los libros esparcidos en la cama y se dispuso a revisarlos, riendo por el desorden en todas las páginas, ¿cómo si quiera Jisung lograba entender ese montón de letras y números? Parecían garabatos hechos al azar. Desde siempre fue así, hubo un tiempo en el que intentó aconsejarlo para que fuera más organizado, pero nunca le hizo caso, quedándose siempre con esa forma tan peculiar de escribir.
ㅡTus cuadernos siempre me dan dolor de cabeza.
ㅡLo siento, señor perfecto, pero algunos no tenemos tiempo para ponerle etiquetas a los títulos o para cambiar el color de lapicero mientras escribimosㅡrespondió, pegando las rodillas a su pecho, abrazando sus piernasㅡNo me uniré a tu secta de cuadernos perfectamente decorados, lo siento.
ㅡLo sé, señor desordenㅡrió, acomodándose mejor entre el montón de almohadasㅡ¿Estabas estudiando?
ㅡHacía una tarea, pero no la entiendoㅡhizo un puchero. Luego, como si una bombilla se encendiera sobre su cabeza, tuvo una idea que terminaría con su tormentoㅡ¡Haz mi tarea, tú sabes más que yo!ㅡsonrió, mirándolo con ojos brillantes y suplicantes.
ㅡ¿Y si mejor te explico?
ㅡNoㅡfrunció el ceño de inmediato, odiaba cuando le daba esa solución porque al final terminaba estresándose másㅡNo me gusta así, sabes que no sale nada bueno de eso, termino enojado y con mi tarea a medias.
ㅡSunggie, así no aprendes nada.
ㅡ¡Es física! No me interesa saber sobre físicaㅡlo miró mal.
Minho suspiró derrotado, asintiendo hacia la petición. Revisó los ejercicios y no evitó pensar en que no era nada del otro mundo, se miraban muy sencillos, pero Jisung nunca fue bueno con los números, así que entendía su evidente molestia.
ㅡNo hagas ruido entonces, mantente quieto, debo concentrarmeㅡbuscó un lápiz y se dispuso a resolver los ejercicios en total silencio. No había planeado pasar así parte de su noche, haciendo más tarea, pero no podía negarse, menos cuando lo miraba con esos ojos de cachorro que lo convencían todo el tiempo.
El tiempo parecía pasar un poco lento, Jisung se mantuvo en silencio, susurrando para él mismo muy entretenido en su celular, lanzando algunas maldiciones, de seguro jugando. Minho trató de poner toda su atención en lo que hacía, no quería que sus pensamientos empezaran a desviarse hacia donde no debían; definitivamente tener a Jisung a su lado, riendo en voz baja, pegándose de vez en cuando a él y estando a solas no era bueno, no cuando sus hormonas estaban tan alborotadas de repente, nunca había tenido ese montón de sensaciones en su cuerpo que lograban activarse con facilidad, nunca le pasó con Ryujin cuando estaban a solas o se besaban. Muy seguramente, Jisung no sabía el efecto que causaba en él con solo rozar su mano, y deseaba no ser tan observador, menos cuando sus ojos se detenían de vez en cuando en los bonitos labios de su mejor amigo que a veces era presionados por sus pequeños dientes, todavía muy concentrado. ¿Por qué sentía que necesitaba tener ese tipo de contacto todo el tiempo? No quería que Jisung pensara que era un adolescente terriblemente necesitado, aunque sí que lo era, no podía negárselo a sí mismo.
Jisung bloqueó la pantalla de su celular, aburrido de su vago entretenimiento, se pegó al cuerpo de Minho, enganchándose a él con fuerza y cerró sus ojos, demasiado tranquilo a comparación de Minho que era un manojo de nervios. De manera inconsciente empezó a mover sus dedos sobre el muslo izquierdo del castaño, dejando cortas y suaves caricias que le causaban cosquillas.
Piensa en física, ya casi terminas, se animó a sí mismo, tratando de ignorar el hecho de que los dedos de Jisung seguían acariciándolo cada vez más cerca de su entrepierna. ¿Estaba tratando de provocarlo? Quizás solo eran ideas suyas porque ese tipo de caricias siempre fueron un tanto normales, él estaba siendo muy promiscuo y caliente, de seguro Jisung lo estaba haciendo sin ninguna doble intención.
Unos segundos después, concentrarse fue imposible, por lo que tomó la muñeca del menor y apartó con delicadeza la mano de su pierna, soltando un suspiro de alivio al no tener más ese contacto.
ㅡ¿Qué pasa?ㅡel peliazul abrió los ojos, un poco desconcertado por la pequeña acción.
ㅡNo hagas eso, no logro concentrarmeㅡsu voz salió demasiado suave para su gusto.
ㅡ¿Por qué?ㅡenarcó una ceja, curioso.
Minho no respondió, limitándose a ver los números sin sentido en el cuaderno, ¿en qué momento se distrajo tanto que estaba escribiendo cualquier cosa? Se sobresaltó al sentir de nuevo las caricias, pero esta vez, Jisung lo miraba directamente, buscando él mismo la respuesta, y la encontró rápidamente al notar el nerviosismo en el mayor; la manera en la que sus mejillas se sonrojaron y el suave jadeo que se escapó de sus labios al subir un poco más su mano en su pierna fue suficiente para entender lo que estaba pasando.
ㅡ¿Honnie está excitado?ㅡsonrió con inocencia, fijándose en el bulto creciente del pelinegroㅡ¿Es eso?
ㅡ¿Mm?
No pudo responder correctamente, demasiado inmerso en cada sensación en su estómago, esa familiar sensación que seguía bajando hasta su vientre, causando una erección.
Jisung rió bajo, apartó los cuadernos sin cuidado y se sentó sobre Minho, mirándolo con cierto fuego en sus ojos, deseoso. Minho seguía en silencio, acomodándose mejor con su espalda pegada al respaldo de la espaciosa cama, muy sumergido en la hermosa imagen frente a él, porque Jisung era demasiado hermoso, tanto que ningún adjetivo sería suficiente para describirlo.
ㅡPrometo ayudarte si no eres ruidosoㅡhabló Jisung, demasiado cerca de sus labios, tentándolo de sobremanera.
Minho asintió con lentitud, posicionando sus manos en su delicada cintura para guiar sus movimientos sobre él. Nunca iba a cansarse, definitivamente no lo haría, no podía describir el montón de sensaciones físicas y emocionales que le causaba el simple toque de Jisung en él, era una montaña rusa que no deseaba detener nunca.
El primer gemido salió de la garganta de Jisung al sentir la presión que Minho hacia contra su trasero, lo miró con deseo y no tardó en besarlo con urgencia, amortiguando los jadeos de Minho en el proceso. Rompió el beso segundos después, dirigiendo sus labios ahora a su cuello, sintiéndolo temblar bajo ese toque en la zona. Nunca se sintió tan necesitado de alguien hasta ese momento, no había nada que quisiera más que Minho lo pusiera contra la cama y lo hiciera suyo de todas las maneras posibles, soñó con eso muchas veces, viéndolo demasiado lejano incluso hace una semana atrás, pero ahora se sentía más cerca que nunca de cumplirlo, solo necesitaba que Minho estuviera listo y él estaría a su total disposición.
Minho hizo a un lado la cabeza, dándole acceso para que siguiera con esa placentera sesión de besos en su cuello. Sin darse cuenta, metió sus manos bajo la camisa del peliazul, subiéndolas cada vez más hasta llegar a cierto punto en el que Jisung no pudo contenerse de gemir. Sonrió ante la reacción, rozando apenas con la yema de sus dedos los pezones del contrario. De cierta manera deseaba pasar de esa etapa, ir más allá, pero tenía temor de ser un total torpe en el tema, además, dejarse llevar de esa manera cuando los Han estaban en el primer piso aún despiertos no era muy correcto, aunque si un poco excitante; la adrenalina, lo prohibido.
ㅡMin...ㅡllamó el menor, regresando a sus labios para morderlos de manera sutilㅡQuiero estar contigo, quiero-
ㅡJisung, tu madre y yoㅡse detuvo el señor Han, paralizado ante la escandalosa escena frente a él.
ㅡ¡Sal de aquí!ㅡexclamó el menor, viéndolo demasiado alarmado mientras cubría sin éxito el rostro de Minho con una almohada con la intención de que su padre no se diera cuenta de que era él.
ㅡSolo... Solo baja a la sala, estaremos esperándote... Y a Minho tambiénㅡy salió rápidamente, cerrando de golpe la puerta tras él.
ㅡ¡Quita la almohada!ㅡexclamó, Minho, su voz escuchándose demasiado lejana para Jisung. Cayó en cuenta hasta que el pelinegro se removió y lo hizo a un lado, bajándolo de sus piernasㅡ¿Me vio?
ㅡ¿No lo escuchaste? Quiere que ambos bajemos, claro que te vio.
Minho sintió otra sensación en su estómago, pero no era la que le gustaba. Claro que estaba asustado, es más, estaba aterrado, ¿qué tal si iban donde sus padres y les contaba? No, no quería eso, debía convencerlos de que no lo delataran. Sentía mucha vergüenza, estaban de una manera muy comprometedora, demasiado específico.
ㅡLe van a decir a mis padres, Sungㅡhabló, notándose demasiado el miedo en su rostroㅡVan a decirle y van a castigarme.
ㅡHey, tranquiloㅡtomó su manoㅡNo van a decirle a nadie, te lo aseguro.
ㅡPero nos vieron, nos vieron así, Sung.
ㅡLo sé, sé que es demasiado vergonzoso, tanto que quiero llorar justo ahoraㅡrió nervioso, rascando su nuca.
ㅡNo lloresㅡlo miró preocupadoㅡNo llores, cuando lloras no me gusta.
ㅡNo lo haréㅡle sonrió de manera tranquilizadoraㅡVamos, debemos explicarles.
ㅡ¿Crees que te regañen?
ㅡNo lo sé, de seguro sí, son mis padresㅡlo miróㅡNunca me ha pasado algo como esto, parece que no tengo miedo, pero estoy jodidamente asustadoㅡvolvió a reír, negándose a mostrarse afligido, porque si hacía eso, Minho se pondría peor.
Luego de unos minutos, salieron de la habitación y se dirigieron hacia la sala, encontrándose con los Han sentados en el sofá, murmurando cosas inaudibles hasta que los vieron aparecer.
Jisung sentía su corazón a mil, no dejaba de sonrojarse, y no era para menos, ¡su padre lo había visto sobre otro chico! Y no cualquier chico, sino que justo el vecino de familia complicada. Tomaron asiento en los sillones individuales frente al sofá, Minho demasiado cohibido, apenado y asustado, solo quería huir y esconderse para siempre bajo sus sábanas en donde nadie más pudiera verlo de nuevo.
ㅡHola, Minhoㅡsaludó la señora HanㅡTengo mucho de no verte, ¿has estado bien?
ㅡS-Siㅡsu voz salió entre cortada, buscando la manera de no hacer contacto visual con la mujer frente a él que muchas veces lo vio en su casa desde pequeño.
Jisung rodó los ojos, ¿qué pretendían?
ㅡA ver, ¿qué les he dicho de entrar así a mi habitación?ㅡinterrumpió, frunciendo el ceño hacia su padreㅡ¡Debes tocar la puerta primero, papá!
ㅡ¡Sabes que tu padre siempre lo olvida!ㅡrespondió su madre, frunciendo el ceño también ante la manera en la que le hablaba, aunque en parte le daba cierta razón, su esposo invadía su privacidad de vez en cuando y para un adolescente, eso era realmente molesto.
ㅡNo creí que estuvieras haciendo tus cosas. Tu madre y yo sabemos que Minho viene de vez en cuando, pero no sabíamos que era para esoㅡse cruzó de brazos el señor HanㅡTe he dicho que respetes la casa, Jisung, ¿no lo hablamos ya?
ㅡSi, lo sé, pero es mi habitaciónㅡrespondió molesto, disipando cualquier sentimiento de vergüenza que tuvo al inicioㅡNo estábamos haciendo nada maloㅡmurmuró, apartando la mirada.
ㅡ¿Tus padres saben que estás aquí?ㅡpreguntó esta vez al pelinegro la señora Han, a lo que éste negó con la cabeza, encogiéndose cada vez más en su asiento. Suspiró, sobando sus sienes con frustraciónㅡ¿Sabes en el problema que estaríamos si se dan cuenta de que estás aquí? Ya he tenido problemas con ellos y no deseo tenerlos de nuevo.
ㅡYa, pero no sabenㅡinterrumpió el peliazul.
ㅡTú guarda silencioㅡseñaló su padre.
ㅡNo sé qué hacer con ustedesㅡse quejó por lo bajo la mujerㅡHemos sido demasiado permisivos contigo, Jisung.
ㅡ¿Qué?ㅡrió a secasㅡLo hacen porque no me ponen atención y de esa manera no tengo por qué molestarlosㅡdeseó no escucharse tan herido, expresando sutilmente sus emocionesㅡYo no me meto nunca en problemas, soy un buen estudiante, ¿por qué dudan ahora de haber sido permisivos conmigo?
ㅡ¡Estaban casi teniendo sexo, Jisung!ㅡexclamó ahora su padre, causando que ambos chicos se sonrojaran.
ㅡ¡No es cierto!ㅡse defendió.
Definitivamente, Minho estaba pasando el peor momento de su vida, ser descubiertos ya era suficiente como para incluso tener que estar en medio de una discusión familiar.
ㅡ¡Silencio, los dos!ㅡla señora Han los miró a ambosㅡYa dejen de discutir, ambos se equivocaron, ¿si? Tu padre por entrar sin tocar y tú por hacer esas cosas, ni siquiera eres mayor de edad.
ㅡ¿Y eso qué?
ㅡNo puedes mandarte solo, esta es nuestra casa, no tuyaㅡrespondió con calmaㅡNo voy a castigarte por eso, entiendo que es por la edad y esas cosas, pero al menos respeta que estamos aquíㅡhabló con decisión sin apartar la mirada.
Y entonces Jisung se calmó, su madre tenía razón, había actuado mal sabiendo que no debía hacer esas cosas, menos en presencia de ellos, porque después de todo, eran sus padres, y a ningún padre le parece bien que su hijo tenga una vida sexual activa, cualquiera podría escandalizarse al respecto.
ㅡY tú, Minho, me sorprende que estés aquí en esta situación.
ㅡSi, lo siento mucho.
ㅡEstá bienㅡsonrió la señora HanㅡA la próxima esperen al menos que no estemos en casa, no quiero de ninguna manera que esto se repita.
Minho volvió a sonrojarse, cayendo en cuenta de que ninguno de ellos había cuestionado su sexualidad, ¿Por qué todo lo relacionado con Jisung era tan diferente? Incluso sus padres eran demasiado comprensivos con él, porque si hubiera sido al revés, de seguro sus padres habrían reaccionado muy mal.
Luego de un incómodo silencio, Jisung se atrevió a hablar de nuevo con la esperanza de que Minho no se sintiera tan abrumado por toda la situación.
ㅡ¿Por qué entraste a mi habitación?ㅡse dirigió a su padre, prestándole atención.
ㅡOh, si. Estamos pensando con tu madre en hacer un viaje familiar, ya sabes, para pasar tiempo en familia.
ㅡ¿Puedo rechazar la oferta?
ㅡNo, no puedes.
ㅡ¿Puedo al menos llevar a mis amigos?
ㅡLo pensaremosㅡrespondió su madre con una pequeña sonrisa.
Jisung asintió satisfecho, de esa manera pasaría unas vacaciones más divertidas, la idea de pasar únicamente con sus padres no era demasiado atractiva, parecía como si de manera forzada quisieran tener lazos con él después de mucho tiempo, lo cual se le hacía extremadamente extraño.
ㅡBueno, yo ya iré a dormir, debo irme muy temprano mañanaㅡse levantó el señor Han del sofá, dirigiéndose hacia las escaleras.
Minho y Jisung subieron de nuevo en silencio minutos después, prometiendo que no harían nada indebido y que no le pondrían seguro a la puerta solo para que sus padres estuvieran satisfechos.
ㅡPudo haber sido peorㅡcomentó Jisung al cerrar la puertaㅡEs decir, pensé que sería mucho peor.
ㅡJesús, eso fue horribleㅡse tiró en la cama, escondiendo su rostro entre sus manos, respirando con normalidad al finㅡFue muy vergonzoso, no quiero pasar por algo así de nuevo nunca en mi vida, nunca.
ㅡLo sé, no pasaráㅡrió por lo bajo, recostándose a su ladoㅡY eso que estábamos vestidos, ¿te imaginas si no?
Minho lo golpeó suavemente mientras reía, nunca se le cruzó por la mente ser descubierto con algo así, menos por los padres del chico que el gustaba. Ser descubierto por alguien de su edad hubiera sido mucho menos vergonzoso.
Eso me pasa por caliente.
ㅡ¿Crees que se molesten si me quedo a dormir?
ㅡNo lo creo, solo si vamos a dormirㅡlo miró con una pizca de coquetería.
ㅡEntonces me quedaré, ellos son muy genialesㅡse aferró al menor con fuerza, escondiendo su rostro en su cuelloㅡHace días que no nos vemos, no me quiero ir.
Jisung sonrió enamorado, apegándose también al pelinegro, ambos ya más tranquilos.
ㅡTengo algo que decirteㅡmurmuró segundos después, acariciando el cabello de Minho con ternura.
ㅡ¿Hiciste algo?
ㅡNo. Es sobre mañanaㅡsintió el corto asentimiento de Minho, por lo que procedió a seguir hablandoㅡMe han invitado a una fiesta y quería saber si querías ir conmigo.
ㅡNunca he ido a una fiesta.
ㅡLo sé, si no quieres ir podemos quedarnos aquí sin problemas, entiendo que no es tu ambiente y podría ser abrumante para tiㅡsuspiró, dejando cortos besos la mejilla de MinhoㅡNo me molestaría no asistir.
ㅡVamos, quiero irㅡle sonrió, cerrando los ojos ante los cariñosos besos en su rostro.
ㅡ¿Seguro?
Minho asintió, un poco emocionado al respecto. Jamás había ido a una fiesta, pero si había escuchado por bocas de otras personas que eran muy divertidas y llena de chicos de su edad, sin adultos que los molesten ni nada de eso, incluso Jisung le contó sobre algunas que se habían tornado un poco alocadas, pero eso le daba más diversión ¿cierto?. Parecía emocionante, además, estaría con Jisung y eso era suficiente para sentirse en confianza, y de todas formas, nadie lo conocía, a lo mucho los amigos del peliazul estarían ahí, pero estaba seguro que no iban a juzgarlo, por lo que no quería negarse a ir.
Era una experiencia más que deseaba vivir.
☆.。.†:*・゜☆.。†.:*・゜☆.
Espero que les haya gustado🥺
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