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07

Los labios de Jisung se movían al compás de los de Minho, terriblemente nervioso y emocionado de nuevo, no pudo evitar cerrar sus ojos, tratando de relajarse mientras Minho sobaba sus mejillas con sus pulgares. Otra vez estaba ilusionándose, pero ¿cómo no hacerlo? Que Minho lo besara de esa manera debería ser ilegal, no podía besarlo así y luego hacer como si nada, como si no hubiera pasado mientras él se quedaba en una enorme nube de ilusiones.

ㅡJisung, de verdad lo sientoㅡlo miró directamente a los ojos al separarse, aún demasiado cerca, creyendo que se estaba sobrepasando.

Minho volvió a besarlo, pero con más fuerza. Evitó pensar en las consecuencias, dejándose llevar por ese momento que se sentía tan bien y en calma. El peliazul por fin reaccionó y pasó sus brazos alrededor de su cuello, jugueteando con los mechones de cabello que caían en la parte trasera de su cabeza, acercándolo a su cuerpo, soltando leves suspiros y jadeos casi inaudibles. Su corazón latía con fuerza contra su pecho, no quería que lo soltara, quería permanecer de esa manera siempre, y Minho, muy en el fondo, también lo deseaba.

Segundos después, ambos rompieron el beso, aún con sus ojos cerrados, tratando de asimilar qué eran todas esas sensaciones que los hacía sentir tan nerviosos y apenados, pero al mismo tiempo, tan cómodos.

ㅡ¿Qué fue eso?ㅡpreguntó en un susurro el menor, abriendo sus ojos lentamente para encontrarse con el rostro sonrojado de su mejor amigo.

ㅡM-Me gustóㅡconfesó, sintiendo su respiración cortarse a cada instante.

La habitación se sumergió en otro abrumador silencio, los dos sin decir algo más. Minho agachó la mirada, poniendo atención a las manos de su mejor amigo que jugueteaban entre sí en su regazo. Sus mejillas volvieron a sonrojarse al ver el pantalón de su amigo, notando perfectamente su erección; quiso apartar la mirada, pero no pudo. Jisung se dio cuenta inmediatamente, tapándose con ambas manos, sorprendido por la poca vergüenza del mayor. Cuando Minho levantó la mirada y se encontró con la de Jisung, se sintió acorralado, no sabía ni cómo explicar todo lo que estaba sucediendo en él en ese momento.

ㅡPerdónㅡbalbuceó, apartando la mirada, sonrojándose aún más, sintiéndose demasiado expuesto ante su no tan disimulada mirada.

No sabía como manejar esa situación, ni siquiera sabía cómo es que su erección seguía ahí, doliendo por no ser atendida.

Jisung estaba deseoso, deseoso de muchas cosas con su mejor amigo al verlo así. Se debatió unos segundos sobre qué tan prudente sería saciar las ganas de ambos, ni siquiera quería pensar en lo que pasaría después, sabiendo que podría terminar por arruinar su larga y bonita amistad.

Al diablo las consecuencias, se decidió, sintiéndose egoísta al respecto, pero Minho estaba igual de necesitado que él y no podía ignorarlo, no cuando podía hacer algo al respecto. Huir ya no estaba en sus opciones.

Sin previo aviso, tomó el rostro de Minho y empezó a besarlo con urgencia, bajando sus manos hacia sus brazos con timidez, metiendo sus dedos bajo las mangas de su camiseta. Escuchó un leve jadeo cuando mordió suavemente su labio inferior, dándole paso a su lengua sin aviso alguno, se encontró realmente sorprendido al ser correspondido con la misma pasión.

ㅡJisungㅡsusurró en un suave gemido al sentir la mano del menor bajando hasta su entrepierna, presionando con sutileza sobre la tela de su pantalón, su piel erizándose ante la suavidad del toque, soltando un jadeo involuntario.

El peliazul quitó la mano, arrepintiéndose por el atrevimiento. Pero sus ojos se abrieron con gran sorpresa cuando Minho tomó su mano y la puso de nuevo en su entrepierna, dándole permiso para seguir tocándolo.

ㅡSigueㅡlo miró con ojos brillantes, presionando la mano de Jisung en su erección, sintiendo su piel erizarse de nuevo ante el tacto de alguien más que no fuera él mismoㅡSigue haciendo eso, Hannie.

Jisung asintió lentamente y se acercó a besarlo de nuevo, sintiendo una oleada de excitación ante la sensación de tocar a Minho de esa manera tan íntima, sintiéndose todo tan personal entre ambos bajo la tenue luz de la habitación. Sin darse cuenta, la espalda de Minho tocó el colchón de su cama con Jisung sobre él, besándolo con fuerza, mordiendo sus labios y chupando su lengua de vez en cuando.

Otro gemido se escapó de los labios del mayor cuando Jisung se sentó sobre su erección, moviendo sus caderas en círculos con la intención de hacer fricción con su trasero.

ㅡEsto... Esto me gusta muchoㅡpuso sus manos en la cintura de Jisung y guio sus movimientos sobre él mientras cerraba los ojos con fuerza y se dejaba llevar.

ㅡ¿Quieres que te ayude a terminar?ㅡpreguntó sobre sus hinchados labios, dejando pequeñas lamidas sobre estos de manera juguetona y pícara. Sonrió al ver un asentimiento de su parte, demasiado ansiosoㅡEstá bien, Honnie, haré que te sientas muy bien.

Minho buscaba la manera de ser participativo, sin embargo, no sabía en donde poner sus manos, ni qué hacer o si solo debía quedarse a ver cómo se supone que llegaría a su orgasmo con la ayuda de Jisung, pero sus pensamientos al respecto fueron interrumpidos al sentir la húmeda lengua del menor juguetear en su cuello, dejando húmedos besos y sutiles mordidas; una corriente de placer recorrió su cuerpo, algo realmente nuevo, sin saber qué tan sensible podría ser en ese punto en específico, llegando a la conclusión de que le gustaba cómo se sentía esa estimulación ahí. En ese momento, se estaba deshaciendo en suaves gemidos con cada tacto en su piel, con cada roce.

ㅡSunggie...

Las manos de Jisung viajaron hasta la orilla de su pantalón de dormir, bajándolo por completo hasta dejarlo en ropa interior. Jisung relamió sus labios al ver la apretada erección bajo ese bóxer; muchas veces imaginó cómo sería el miembro de su mejor amigo, fantaseando con algo así por mucho tiempo, y por fin podría verlo como tanto quiso. Quizás sonaba un poco enfermizo y pervertido de su parte, pero no podía evitarlo, le gustaba tanto que no podía simplemente ignorarlo cuando se complacía a sí mismo en la soledad de su habitación.

Besó la erección sobre la tela del bóxer, humedeciéndolo más de lo que ya estaba, dejando pequeñas lamidas que causaban que la piel de Minho se erizara.

ㅡOh... si, Hannieㅡbalbuceó con sus ojos cerrados, entregándose completamente al placerㅡ¿Qué haces?ㅡse elevó sobre sus codos al sentir el contacto directo de la mano de Jisung sobre su dura erección, haciendo movimientos de arriba hacia abajo, masturbándolo tan bien que no pudo evitar gemir un poco alto sin darse cuenta.

ㅡSilencio, Min, van a escucharteㅡdijo divertido, besando la punta de su miembro, causando otro gemido que Minho logró amortiguar con su labio inferiorㅡ¿Te gusta así?

Minho asintió frenéticamente, suplicando con la mirada que no se detuviera. La sensación era muy diferente a como cuando él lo había hecho anteriormente, se sentía mucho mejor. Ni siquiera notó en qué momento su ropa interior ya no estaba, quiso esconderse y taparse por pura inercia, pero Jisung no se lo permitió, él quería admirarlo, guardar muy bien esa imagen en su cabeza para no olvidarla nunca.

ㅡDeja de verme así, me siento extrañoㅡpidió el mayor, moviéndose incómodo.

La oscura y deseosa mirada de Jisung hizo que guardara silencio y volviera a recostarse, de alguna manera atendiendo a la indirecta de que dejara de hablar, de cierta forma era intimidante, pero le gustaba mucho. Sintió los suaves labios del menor besando sus piernas, pasando su lengua de manera descarada en el interior de sus muslos, haciéndolo sentir tan necesitado.

Jisung se estaba encargando de su propia erección al ver como Minho mordía sus labios y ocasionalmente el dorso de su mano para silenciar sus gemidos. Sin esperar mucho más, rodeó el miembro del mayor con su boca, metiéndolo hasta donde podía, causándole placenteras arcadas. Minho no paraba de gemir y balbucear cualquier cosa, sus ojos cerrados y su cuerpo ansioso, estaba a punto de correrse.

ㅡEmpuja mi cabeza y muévete hacia arribaㅡpidió el menor cuando dejó de hacerle el oral, dándole permiso para que literalmente, Minho embistiera su boca.

El castaño asintió apenas poniendo atención, estaba seguro de que no aguantaría mucho más.

Jisung volvió en lo que estaba, y Minho hizo lo que éste le pidió, enredó sus dedos en el cabello del menor y empezó un lento movimiento de caderas, logrando que su miembro tocara el fondo de la garganta de su amigo, escuchando sus amortiguados gemidos. Y eso fue suficiente para que segundos después, llegara por fin a su orgasmo sin siquiera avisarle, estaba tan cegado en el placer que no pudo contenerse más. Jisung recibió la esencia de Minho con mucho gusto, sintiendo como una de sus fantasías se había cumplido.

Siguió masturbándose antes de por fin llegar a su propio orgasmo, sintiendo sus piernas débiles y sus ojos lagrimear. No importaba que Minho no lo haya tocado en lo absoluto, pero todo eso era más que suficiente para sentirse satisfecho.

ㅡEspera, no vayas a levantarte, buscaré algo para limpiarnos.

Minho asintió con mucha timidez, impaciente por cubrir su cuerpo, porque de repente se sentía demasiado expuesto y avergonzado ante su desnudez.

Jisung apareció con un par de toallas que encontró en el baño de la habitación, limpió su semen del cuerpo de su amigo, y se limpió a él mismo de algunos residuos. Terminó de ponerse su ropa, siendo seguido por el mayor, ambos en un agobiante y sofocante silencio.

ㅡMinho...ㅡhabló el menor luego de un corto e incómodo silencio, ¿qué se supone que debía decirle? No quería que empezara a llorar de nuevoㅡ¿C-Cómo te sientes?ㅡse sintió inseguro al preguntar, pero necesitaba saber si su amistad estaba intacta o debía alejarse.

ㅡYo... mmm... no lo séㅡdivagó un poco sin mirarlo, su corazón latiendo nervioso y sus mejillas muy sonrojadas de nuevoㅡDe verdad no lo sé... Yo solo...ㅡrascó su nuca con timidez, buscando algo coherente, algo que no lo hiciera sentir tan cohibido.

Minho luchaba consigo mismo, la culpa apareció de nuevo, pero no como la primera vez. No pudo ver a su mejor amigo a los ojos, ¿cómo iba a explicar lo que acababa de suceder? ¿qué significaba todo eso realmente?

ㅡ¿Quieres que me vaya?ㅡpreguntó en voz baja, su pecho doliendo ante la obvia respuesta. De cierta manera, sabía las consecuencias y aún así accedió, lo incitó a llegar a más; entendería si Minho no quisiera verlo de nuevo. El amargo pensamiento lo hizo agachar la mirada, avergonzado y desanimado.

ㅡNo, quiero que te quedes conmigoㅡsoltó, dándole una mirada amable, negándose a echarlo como la última vez, permitiéndose seguir recibiendo la sensación de calidez que solo él podía darle, aunque muy en el fondo se sentía extraño y muy apenadoㅡ¿Quieres quedarte a pasar la noche?ㅡse atrevió a preguntar, arriesgándose a obtener una respuesta negativa que pudiera hacerlo sentir mal por el rechazo, pero sintió un inexplicable alivio al ver la expresión del menor.

Jisung levantó la mirada rápidamente, sintiéndose demasiado aliviado y feliz. Asintió con timidez y en silencio rodeó la cama en busca de su lugar habitual para dormir.

No te ilusiones más, se repitió, acomodándose en la cama del mayor como acostumbraba a hacer, viéndolo hacer lo mismo a su lado. Se estaba haciendo daño, estaba consciente de eso, pero quería aprovechar el tiempo que se le sea permitido para estar a su lado antes de que tome la decisión definitiva de alejarse de él. Todos esos besos y toqueteos parecían no significar nada más que simple curiosidad para Minho, pero estaba feliz de que fuera con él y no con alguno de sus otros amigos, aunque estuviera mal, estaba feliz por ser el ''experimento'' de su mejor amigo, porque eso era lo más cerca que estaría de tener algo íntimo con el chico del que estaba enamorado. Su corazón saldría lastimado, lo sabía.

ㅡHannie.

ㅡMh.

ㅡ¿Quieres salir de nuevo algún día conmigo? Podemos ir al cine si quieres.

Jisung se dio la vuelta hasta quedar frente al mayor, frunciendo el ceño levemente.

ㅡ¿Te dejan salir ya?ㅡMinho negó, dejando escapar una suave risita

ㅡMe voy a escapar de nuevo.

ㅡNo quiero que te metas en problemas.

ㅡTranquilo, ya lo hice una vez y nada pasó, además, tengo muchas ganas de ir al cine. Si mis padres se dan cuenta, lo enfrentaré.

Jisung no estaba muy seguro de las palabras del mayor, pero se veía un tanto emocionado, incluso la idea era demasiado tentadora para él, salir con Minho estaba en su estúpida y cursi lista de cosas por hacer en la vida, porque si, algo tan simple como ir al cine con amigos era casi imposible para el castaño, quedando ese plan como un lejano sueño que de repente, estaba más cercano que nunca.

ㅡEstá bienㅡasintióㅡTú dime cuando.

Minho sonrió satisfecho, dudando de su propio plan, pero ya estaba decidido, sus padres no podían matarlo, ¿cierto? Un castigo no sería tan malo si con eso lograba sentirse verdaderamente feliz.

☆.。.†:*・゜☆.。†.:*・゜☆.

Minho despertó como de costumbre gracias a su reloj biológico que lo hacía levantarse minutos antes de que la alarma sonara. Suspiró frustrado, tratando de moverse fuera de su cama hasta que sintió el peso de Jisung a su lado, recordando que se había quedado con él la noche anterior. Sonrió para sí mismo al verlo dormir, adentrándose en los detalles de su rostro tan pacifico mientras se encontraba dormido.

Quería muchísimo a Jisung, era lo mejor que tenía en su aburrida, religiosa y estricta vida, era como su pequeño escape de la realidad, su lugar seguro, su persona especial. Pero sabía que lo estaba arruinando todo, todas esas situaciones en las que se veían envueltos debido a su propia inseguridad y confusión lo hacía sentir que estaba llevando en picada su amistad, y no era culpa de Jisung, era de él mismo, se conocía, sabía que debido a su propia culpa iba a alejarse como siempre hacía hasta que apareciera otra oportunidad en la que volvieran a juntarse como si nada. Estaba actuando mal, pero a su alrededor estaban pasando tantas cosas que no sabía como sobrellevar sus propios problemas relacionados con el peliazul. Quiso convencerse muchas veces que para apartar esos extraños sentimientos en él debía alejarse por completo de Jisung, sin embargo, solo esa idea lo hacía sentir muy desanimado, aunque merecía que Jisung no volviera a hablarle, él no tenía la culpa de su inestabilidad y confusión.

Miró a su mejor amigo que aún dormía, apartó los mechones azules que caían en su frente, notando sus labios abultados y sus expresiones muy relajadas.

El recuerdo de la noche anterior llegó sin avisar, preguntándose de nuevo cómo lidiar con eso. La sensación de querer llorar lo invadió, sabía que nada de eso estaba bien en ningún sentido, estaba tan confundido, ¿y si solo era simple curiosidad? Toda esa mezcla de sensaciones inició desde que vio a su mejor amigo tocándose en su habitación, despertando cosas en él que no sabía que estaban ahí a la espera de hacerse notar. Incluso él mismo se había atrevido a pedirle un beso, un beso que llegó demasiado lejos, un beso que pudo significar algo verdaderamente importante.

¿Qué estaba bien y qué estaba mal? ¿realmente había una clasificación para lo que estaba sintiendo? Esas ridículas etiquetas que no hacían nada más que afectarlo, un mal hijo, un pecador, un desobediente, etiquetas que para su familia, él llevaba como un enorme cartel luminoso, y todo por cosas que según ellos, eran castigadas por Dios. Ya no quería seguir esas reglas, ¿se supone que esa forma de vida debía hacerlo feliz? 

Porque si así era, no estaba seguro de querer vivirla.

Sus amigos iban a mirarlo mal, le darían la espalda, y eso lo hacía replantearse de nuevo si realmente eran sus amigos, nunca querían escucharlo, no querían tratar de entender aunque sea un poco que él no estaba siendo feliz de esa manera, no se sentía bien con nada.

ㅡ¡Minho, levántate!ㅡgritó su madre desde el otro lado de la puerta, tocando de manera brusca, causando que Jisung despertara de golpe y un poco asustadoㅡ¡No voy a repetirlo!

ㅡYa voyㅡrespondió en voz baja, sobando el cabello de Jisung que se miraba agitado por la forma tan brusca de levantarseㅡBuenos días, lo siento por esoㅡsonrió apenado.

ㅡBuenos díasㅡsintió un dolor punzante en su cabeza, un poco mareadoㅡCreo que debo irme ya antes de que tu madre entre sin avisarte y me encuentre aquíㅡmiró la hora en el reloj de Minho, riendo por lo bajo.

Minho apartó su mano de la cabellera de Jisung y asintió, sintiéndose extrañamente triste porque no sabía hasta cuándo podría verlo de nuevo, conociéndose, lo empezaría a evitar de nuevo como el idiota que era.

Jisung se despidió con la mano antes de salir por el balcón, temeroso de ser descubierto por los Lee, Minho lo vio entrar a su casa por la puerta principal como si nada, ojalá él también pudiera hacer lo mismo.

Al menos había sido una noche inolvidable para él.

Algunos días después sin volver a tener contacto con Jisungㅡjusto como supo que seríaㅡMinho hizo su rutina normal, sintiéndose realmente mal por no tener el valor de enfrentar sus propias acciones, sabía que estaba muy mal dejar de lado a su mejor amigo cada vez que se sentía confundido o algo pasaba entre ellos, era totalmente su culpa; debía arreglar las cosas antes de perderlo totalmente si es que no lo había hecho ya. Tomó una ducha y se preparó para ir a la escuela. Bajó al comedor, sabiendo lo que le esperaba, todas las mañanas era igual, nadie saludaba, solo se limitaban a hacer una oración antes de comer y nadie decía nada más.

Que gran familia.

Se dirigió a la cocina en donde su madre servía los platos de comida, ayudándola con algunas cosas sin siquiera preguntarle. La señora Lee soltó un suave suspiro de resignación, pero no dijo nada al respecto, ni siquiera agradeció, pero a Minho eso ya no le importaba, ni siquiera se dio cuenta en qué momento la situación con sus padres dejó de importarle.

ㅡYa que quieres el rol de mujer en esta casa, lavarás los platos luego del desayunoㅡhabló con seriedad el señor Lee cuando Minho tomó asiento en su puesto de siempreㅡ¿Entendido?

ㅡSi, no hay problemaㅡrespondió tranquilo, pero el señor Lee estaba molesto, no le gustaba esa actitud en su hijo.

ㅡNiño insolente, nunca aprenderás- gruñó muy enojado, cerrando sus manos en puño, quedándose sin paciencia.

ㅡComo digas, no me importaㅡsusurró el castaño para él mismo, arrepintiéndose rápidamente al notar que había sido escuchado.

ㅡ¿No te importa?ㅡrió con sarcasmoㅡAl parecer tú ya no tienes respeto por nadie en esta casa y estoy cansadoㅡse levantó de su silla, rodeando la mesa hasta quedar frente al menor que también se había puesto de pieㅡHe tratado de tenerte paciencia, ¡Pero haces todo demasiado difícil!

ㅡPapá...

ㅡ¡No te metas, Soobin!ㅡseñaló al mayor de sus hijos, dirigiendo su mirada de nuevo hacia el castañoㅡMe estoy cansando de ti, antes no eras así.

ㅡYa, pero ahora soy así... Ni siquiera he hecho algo maloㅡsiguió hablando con seguridad, negándose a bajar la mirada una vez más sin importar lo asustado que estabaㅡDime, ¿está mal para Dios que quiera ayudar a mamá en la casa? ¿Es eso lo que te molesta? 

ㅡTú qué sabes.

ㅡ¡Por eso mismo te estoy preguntando!ㅡexclamó, sintiendo su labio inferior temblar por la impotencia, su pecho doliendoㅡ¡No sé a qué Dios están adorando, pero es una total mierda!

Lo dijo.

Realmente lo dijo, no se quedó en su mente como pensó que sería.

ㅡ¡Lee Minho!ㅡgritó su madre con asombro, levantándose de su silla.

El señor Lee estaba rojo de la furia, lo tomó del cuello de la camisa de uniforme sin creer del todo que su hijo soltara esas palabras, yendo en contra de todas las bases que le habían inculcado. Minho lo miró a los ojos, apartando el miedo de su sistema, porque si no, nunca tendría el valor para hacer algo al respecto.

ㅡ¿Vas a golpearme?ㅡpreguntó desafiante el menor, viéndolo con el puño alzado, sin moverse, amanezando con golpearloㅡ¿Vas a golpearme como golpeabas a mamá? ¿en serio harás eso?ㅡsoltó sin miedo alguno, sacando a flote esa etapa que se supone que todos habían olvidado en el bendito nombre de DiosㅡHazlo, no me importaㅡdesafió, negándose a verse débil.

La señora Lee no daba crédito a lo que estaba escuchando, sintiendo su pecho doler por la tristeza del recuerdo de esos sucesos del pasado. Soobin estaba quieto, pensando en una solución que no fuera solo quedarse ahí sin hacer nada.

El señor Lee dejó ir dos golpes seguidos justo en la mejilla de su hijo, tan fuertes que hicieron que su cabeza girara hacia un lado y cayera al suelo. Un silencio sepulcral se instaló en el comedor. Minho empezó a llorar con impotencia, sintiendo su mejilla arder y su cabeza doler.

De verdad su padre lo había golpeado sin dudarlo.

Soobin se levantó, tomó el brazo de su hermano y lo apartó de sus padres, sintiéndose impotente por la vida que les estaban dado, quería hacer algo, pero si se metía, su padre también iba a golpearlo, debía seguir con esa fachada absurda de hijo bueno e inocente.

Cuando ambos estuvieron en el baño principal de la casa, Minho no dijo nada, simplemente esperó sentado sobre la tapa de inodoro en lo que su hermano mayor buscaba cosas en el botiquín. Su mejilla seguía doliendo, pero el dolor en su pecho era más grande, más fuerte que el dolor físico. Era la primera vez que su padre lo golpeaba, normalmente su madre se encargaba de castigarlo cuando hacía algo que no le parecía bien, pero luego de eso, sabía que ninguno de los dos dudaría en hacerle daño de nuevo.

El recuerdo de su madre llorando debido a los golpes de su padre aparecieron, fue la peor etapa de su familia, nadie estaría feliz con un padre alcohólico que no podía controlar su ira, pero vaya sorpresa, Dios llegó a sus vidas y todo mágicamente se borró. A veces le causaba risa, ¿cómo pueden pretender que eso nunca pasó? Su padre incluso le fue infiel a su madre años atrás cuando él apenas tenía once, y ahora con sus diecisiete años, estaba más que seguro que nunca debieron perdonarlo ni dejarse llenar la cabeza con cosas de que su padre iba a cambiar por milagro de Dios.

ㅡNo debiste decir lo de los golpesㅡhabló Soobin con seriedad, poniéndose de cuclillas frente Minho para alcanzar su rostro y aplicarle una pomada para el dolorㅡSabes que fue difícil, era obvio que papá se pondría de esa manera.

ㅡSe me salióㅡrespondió apenado, es cierto que no debió decirlo, pero estaba tan enojado que sus pensamientos se juntaron con lo que quería decir.

ㅡSabes que enojarte así con nuestros padres es incorrecto, debemos respetarlos y amarlos, sobre todo.

ㅡNo he dicho que no los amoㅡmordió su labio inferior al sentir de nuevo ardor en la zonaㅡTrato de hacer las cosas bien, pero nunca es suficiente para ellos, no sé en qué momento dejaron de verme como un buen hijoㅡsus ojos empezaron a picar, no quería llorar, necesitaba ser fuerte hasta el final.

ㅡDe cierta forma siento que es mi culpaㅡdejó las cosas a un lado y se sentó en el suelo, levantando la mirada hasta su hermanoㅡSiguen comparándote conmigo todo el tiempo.

ㅡNo es tu culpa, te has esforzado por ser el buen hijo que eres.

Soobin rió con amargura, sabiendo en sus adentros que toda esa imagen que sus padres tenían sobre él era una gran mentira.

ㅡUn día entenderás que no es necesario ser perfecto para agradarle a Dios, no es como ellos lo plantean, créeme.

ㅡY si... ¿Y si ya no quiero agradarle a Dios?ㅡsu voz salió demasiado baja, con miedo de estar hablando de más frente a su hermanoㅡNo soy felizㅡse detuvo un momento, apartando la miradaㅡEllos no me dejan hacer nada, ni siquiera hablarle a Jisungㅡquiso llorar, recordando que hace unos días que no le dirigía la palabraㅡQuiero hablarle sin sentir que está mal hacerlo... Estar con él me hace sentir bien, es mi único amigo realㅡuna lágrima mojó su mejilla, incapaz de seguirlas reteniendo.

ㅡHeyㅡlo hizo mirarlo, regalándole una sonrisa amable que, de cierta forma, logró calmarloㅡSegún me has dicho, Jisung es un gran chico, haz siempre lo que te haga sentir bien y no pienses tanto en nuestros padres ni en la religión, prometo ayudarte si te metes en problemas, solo te pediré que seas cuidadoso, el mundo allá afuera es muy malo, hay cosas que simplemente no puedes hacer.

ㅡ¿De verdad no está mal hablarle o salir con él?ㅡSoobin sonrió y negó con la cabeza, sintiéndose mal por las preocupaciones tan banales de su hermano menor por culpa de sus padres. Él sabía que ellos se hablaban a escondidas, también sabía que Jisung llegaba a su habitación o Minho iba a la de él, los había visto un par de veces. Nunca pensó en que habían otras intenciones, sabía que Jisung era gay, sin embargo, no lo juzgaba ni creía que estuviera siendo mala influencia para Minho, además, él no era quien para juzgarlo, no era ni cerca de ser alguien digno para juzgarㅡEntonces, ¿qué cosas son realmente malas? 

ㅡMmm, matar genteㅡambos rieron, era algo muy obvio, pero había algo muy específico que Minho no quería escuchar en la lista de cosas realmente malasㅡLas drogas son muy malas, te destruyen, al igual que el alcohol, aunque no si es solo un pocoㅡle guiñó el ojo, haciéndolo sonreír de nuevo.

Sentir atracción por un chico no es algo malo...

ㅡEstá bien, gracias por estoㅡse sintió un poco más tranquilo, llegando a la conclusión de que debía hablar con Jisung y arreglar todo con él, ya no volvería a alejarse.

ㅡEres mi hermanitoㅡrevolvió su cabello con cariñoㅡPero nunca le digas a nuestros padres que yo te dije eso, sino, ambos estaremos en graves problemas.

Minho asintió, curioso por la vida de su hermano, ¿cómo es que tenía un pensamiento diferente si demostraba ser tan perfecto?

Desde ese día, vio a su hermano de manera diferente, sintiéndose aliviado por tener alguien en quién confiar dentro de su familia.

☆.。.†:*・゜☆.。†.:*・゜☆.

Jisung gimió contra los labios del mayor al sentir la mano de éste meterse en su pantalón de uniforme, trató de ser lo más silencioso posible porque si alguien al exterior escuchaba algo de lo que estaban haciendo, irían directo a la dirección y de seguro terminarían suspendidos. Chan bajó sus besos hasta el cuello del peliazul, mordiendo levemente sin dejar marcas, Jisung se lo había advertido antes.

ㅡDime, Jisung, ¿te gusta cómo te toco?

Jisung asintió mientras mordía su labio para silenciar sus gemidos. Al principio, quiso convencerse de que estaría esperando fiel y pacientemente a Minho porque creía que al menos algo había surgido desde la última vez en su habitación, pero ya habían pasado algunos días desde lo que pasó, y como siempre, Minho no le dirigió la palabra. Era un extraño juego en el que le hablaba cuando quería y él debía estar ahí para cuando quisiera su presencia, de lo contrario, no sabía si estaba bien acercarse.

Estaba muy cansado emocionalmente como para seguir aguantándolo.

ㅡChan, noㅡbalbuceó al sentir su ropa interior desaparecer de su cuerpo, se estaba dejando llevar tan rápido sin darse cuentaㅡNo puedes... Van a escucharnos- suspiró ante el contacto de las manos del mayor en su piel expuesta.

ㅡHyunjin y Félix nos avisarán si alguien viene, no te preocupesㅡle habló al oído antes de darle la vuelta y pegarlo a la pared con sus manos extendidas hacia arriba y fuertemente agarradas por las del mayor, dejando a la vista su trasero.

¿Por qué había accedido tan rápido? Simple, Chan de cierta forma lo volvía loco, verlo tan inocente y amable con todos le recordaba que no era ni una pizca de eso, era un chico muy caliente y directo. Volvió a pensar en Minho, seguro de que esa relación no llegaría a más que una amistad, y tal vez sus amigos tenían razón, tal vez Chan lo buscaría algún día de manera emocional, ellos se llevaban muy bien, era amable con él y pasaban tiempo juntos, entonces, ¿por qué cerrarse a esa posibilidad? Sabía que no había amor de por medio, pero podría haberlo, y si realmente eso lo ayudaría a olvidar a Minho, quizás era una buena opción.

No eres mío, Minho y nunca lo serás, pensó antes de sentir como Chan entraba en él sin previo aviso, olvidándose por completo de Lee Minho, entregándose al placer que otro hombre podía darle.

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Hola~ al fin otra actualización aquí, espero que les haya gustado❤️

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