Chris había recibido una llamada que lo dejó muy consternado pues al parecer le han llamado del trabajo para avisarle que se presentó un ligero problema, sin embargo, no fue especifico cuando me avisó que debería volver al trabajo para arreglar ese problemita. No puedo negar el hecho de que me pareció muy extraño, pero lo dejé pasar puesto que yo no he tenido el valor para contarle sobre mi verdadero trabajo, así que, no tengo derecho de preguntarle sobre ello y quizá lo haga más adelante.

De mala gana salí del lujoso restaurante y sonreí como estúpido cuando recordé las palabras de despedida por parte de Chris, «Nos veremos después, bebé». No puedo negar que me siento sumamente feliz al escuchar la palabra «bebé» saliendo de su atractiva boca.

A pesar de que no compartí demasiado tiempo con él durante esta noche, me siento satisfecho puesto que tuve la oportunidad de hablar más con el extranjero sin tener la presencia del sexo de por medio; no cabe duda de que poco a poco me voy convenciendo de que voy por el camino correcto.

—Señor, ¿se encuentra bien? — la pregunta de Kim me ha regresado a la realidad; rápidamente eliminé los restos amor que se encuentran por toda mi cara y llamé a la seriedad que me define cuando me encuentro en horas de trabajo.

—Estoy demasiado bien— admití. —Por cierto, ¿no me ha llamado Hwang?

—No, señor. Al parecer se encuentra en una cita con su novio.

—Ah... lo había olvidado— oculté con la palma de mi mano una sonrisita de vergüenza. Últimamente he dejado de lado a mi amor eterno, sin embargo, tengo a una persona que también ha ido poco a poco introduciéndose en mi vida y estoy seguro de que me costará demasiado trabajo olvidarla cuando sea necesario.

—¿Hay algo pendiente en el trabajo?

—No, señor.

—Vamos a casa.

—Como ordene.

El chofer abrió la puerta para mí así que entré al auto y me puse cómodo en el asiento trasero; la noche ha caído por completo y me siento extremadamente cansado. Kim subió al auto después de darle las indicaciones al chofer y nos pusimos en marcha.

—Kim.

—¿Sí?

Nuestras miradas se encontraron por el retrovisor. —¿No has sabido nada de Kai?

—Ahora que lo menciona... Kai me ha dado unos legajos en donde se muestran las posibles identidades del bastardo que se encuentra detrás de usted, señor— me informó.

Sonreí abiertamente. —Al menos ha hecho algo bueno ese pedazo de mierda— murmuré. El bastardo que me había rogado por su vida se está tomando en serio el trabajo que le he dado. Es la única oportunidad que tiene para que continúe con vida de lo contrario lo asesinaré con mis propias manos. —¿Tienes la carpeta aquí?

—No, señor. La he dejado en su oficina hace unos días atrás... ¿No la vio?

—No— negué con la cabeza para dar más énfasis a mi respuesta. —¿Estás seguro que la dejaste ahí?

—Así es. Quizá se traspapeló puesto que tenía más documentos pendientes.

—Quizás...— dije no muy convencido. —Llegando la buscaré.

—Si no la llega a encontrar me informa para buscar a Kai y pedirle otra.

Me parece muy extraño que la carpeta se haya desaparecido puesto que soy sumamente ordenado con papeles de suma importancia; estoy seguro que Hwang no la tomó puesto que no suele entrar a mi despacho cuando no estoy presente, además mi hermano ni siquiera va a ese lugar porque no quiero que se adentre en este mundo. No hay nadie más que pudo haberla tomado, ¿o sí?

Desconfiar de Kim o de mi chofer sería una completa estupidez ya que ellos están todo el tiempo conmigo; el resto de los chicos no suelen entrar a mi despacho y no podrían hacerlo ya que tengo las llaves conmigo.

—Mañana buscaré la carpeta porque no creo que haya sido tomada por alguien.

—Nadie entra a su despacho sin su permiso, señor— habló Kim —¿Quiere que mire los CCTV...?

—Lo haré yo.

—Como usted ordene, señor.

No tengo ni la menor idea de porque tengo un mal presentimiento y es extraño porque hace unos momentos atrás me encontraba muy feliz porque había estado al lado de Chris y ahora siento como si algo malo fuera a suceder en cualquier momento.

De pronto el auto fue golpeado por una camioneta oscura que se impactó directamente del lado izquierdo lo que provocó que el chofer perdiera el control del auto y nos salimos de la oscura carretera.

—¡Señor! — gritó Kim —Lo sacaré de aquí...

Un fuerte dolor de cabeza me inundó por completo puesto que me he golpeado contra el vidrio de la ventana y se ha quebrado, de pronto la sangre ha comenzó a brotar de la herida, pero eso no me interesa en estos críticos momentos.

Miré hacia la izquierda y me quedé boquiabierto al percatarme de la presencia de dos hombres vestidos de pies a cabeza con atuendos oscuros; ambos portan una máscara para evitar que sean identificados con facilidad y traen armas largas.

Uno de ellos levantó su arma y le disparó en la cabeza a mi chofer; la sangre salió esparcida y mi rostro se cubrió del peculiar rojo carmesí. Miré hacia Kim quien se encuentra luchando con otros dos hombres y me sentí estúpidamente imbécil porque no sé qué hacer ahora mismo y lo peor es que no he traído un arma y estoy paralizado.

Limpié lo que pude de la sangre fresca de mi chofer con la manga de mi saco; intenté abrir la puerta, pero la mirada que me dirigió Kim me hizo quedarme quieto. Kim tiene la obligación de mantenerme a salvo en todo momento puesto que esas son las órdenes que le ha dado Hwang desde que lo contrató.

Son cuatro hombres contra Kim y es más que obvio quién será el ganador de esta emboscada.

—Know, sal del auto o tu patético guardaespaldas va a morir— habló uno de los hombres.

Me encontré con la mirada de Kim que me pide no cometer una completa estupidez, pero yo estoy hecho de estupideces desde mi nacimiento, así que...

No puedo dejar que me arrebaten a uno de los pocos hombres que se ha ganado toda mi confianza; lo considero como un padre puesto que me ha ayudado en tantas cosas —tanto personales, como laborales—, además me cuida y siempre pone en riesgo su vida; el hecho de que tenga un hijo pequeño esperándolo en casa no me permite dejarlo a su suerte.

—¿Qué esperas, hijo de perra?

Abrí la puerta del auto y me bajé; no puedo permitir que Kim muera porque tiene una familia verdadera que lo espera en casa y yo no tengo nada de eso.

—Era obvio que tomarías la decisión correcta— se burló el hombre —Eres extremadamente patético, Know. ¿Cómo es posible que quieras salvar a un bastardo como este? — el imbécil le propagó una patada a Kim y me sentí muy molesto.

—Déjalo libre— le ordené. —Ya me tienes a mí, ¿qué más quieres?

—El jefe quiere que te llevemos con él.

—¿Quién demonios es tu jefe?

—Lo sabrás cuando te encuentres con él en su despacho.

El hombre le apuntó con el arma a Kim y dijo—: Vete ahora mismo o te mataré.

—¡No lo dejaré solo, señor!

—Kim, ¡largo!

—Señor...

Dos de los bastardos me tomaron a la fuerza de ambos brazos y me llevaron casi a rastras hacia una de las camionetas blindadas que esperan por mí; de pronto mi cuerpo fue puesto en libertad gracias a unas detonaciones que se hicieron presentes.

Me dejé caer al suelo y miré hacia Kim y ambos nos encontramos impactados ante la situación que estamos viviendo; no cabe duda de que el bastardo encontrará la manera de asesinarme tarde o temprano.

—¡Know! — gritó una voz que no logré identificar gracias al inmenso dolor de cabeza. —¿Estás bien, Know?

Cerré mis ojos y nuevamente no logré ver a la persona que me había salvado.

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[✐━] Capítulo corregido: mayo 05, 2022.