
𝚌𝚑𝚊𝚙𝚝𝚎𝚛 𝟷𝟹
SunSun <3 creó el grupo “Futbolistas y Porristas”
SunSun <3 te añadió
SunSun <3 añadió a Kim Taehyung
SunSun <3 añadió a JungKook-ssi
Kim Taehyung
Que nombre tan poco original, cariño.
—Cariño y todo. Vaya— MyeonHee rio sentándose en el sofá.
SunSun <3
Al menos yo pensé en crear el grupo para comunicarnos todos
Desde cuándo soy yo porrista?
SunSun <3
Desde ahora
Y Taehyung, ¿tú no deberías estar entrenando?
Kim Taehyung
Estamos en el entrenamiento. Pero ahora tomamos un descanso.
Menos JungKook.
No hay quien lo haga tomar agua siquiera.
Está muy enfocado.
SunSun <3
A lo mejor trata de impresionar a alguien.
Kim Taehyung
Vendrás al partido, MyeonHee?
—Dios, lo tenían tan planeado— la chica negó suspirando.
No creo que pueda. Tengo que estar en la emisora.
Pero les doy ánimo desde lejos <3
SunSun <3
Seguro que si hablas con Anhi te deja ir. Te podría servir para el tema de la semana en su programa.
Si ves el partido por tí misma será mucho mejor hablar sobre eso.
A mí Taehyung me dará una entrevista para mi nota informativa de la clase. ¿Verdad que sí?
Kim Taehyung
... Sí?
SunSun <3
-_-
Kim Taehyung
Digo, ¡sí!
Veré que puedo hacer
Pero no prometo nada
JungKook-ssi
¿Qué es esto?
Sunhye creó un grupo
JungKook-ssi
Ya veo
Vendrás al partido?
No lo sé. Es muy difícil que pueda ir
JungKook-ssi
Entiendo
Taehyung, sal del baño y vuelve a entrenar.
Ese fue el último mensaje en el grupo en aquel momento. MyeonHee se quedó con ganas de desearle suerte en el partido. En otro momento le daría igual un jueguito de fútbol. Ahora no. Aunque no lo hubiese expresado, realmente deseaba que Jungkook ganara ese partido.
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Ese día había terminado temprano en la emisora, por lo cual MyeonHee ya estaba por irse a casa. Despidiéndose de algunas amigas se dispuso a ir hacia el elevador, pero antes se encontró de camino a Jimin.
—Oh, MyeonHee, ¿ya te vas? — preguntó mirando su reloj de pulsera, algo extrañado de la hora.
—Ya hemos acabado. Anhi me dijo que ha sido todo por hoy— por el tono en el que lo decía ella también se sorprendía de que Anhi le dijera eso.
—¿Qué trama ese diablo ahora?
—¿Hablan de mí por alguna casualidad?
Jimin la observó de arriba abajo cuando llegó. MyeonHee también quedó atónita al darse cuenta de algo. Choi Anhi se había cambiado de ropa y ahora vestía con la camiseta del equipo de Busan. Ella y Jimin se miraron como si el otro pudiera ofrecer una respuesta, cuando era claro que estaban igual de perdidos.
—Anhi, solo por curiosidad, ¿por qué…?
—Vamos a ir al partido, por supuesto.
—¿Vamos? — Jimin encarnó una ceja.
—Iremos juntos— anunció felizmente— Tú también MyeonHee.
—¿Yo?
—Que lentos andan hoy. Tomen, a cambiarse los dos— dejó en los hombros de ambos unas camisetas iguales que traía en mano— Yo estoy usando la de Jong In, porque me sigue en Instagram, tan lindo. Tú tienes una de Kim Taehyung— le dijo a Jimin primero— Porque su nombre y el tuyo ligados sería Taemin.
—Serás maldita… — murmuró el chico mirándola cuando ella mencionó a Taemin. Anhi jugaba sucio a veces.
—Y para ti, MyeonHee, creo que ya lo sabes— se limitó a guiñar un ojo en su dirección— Ahora, vayan a cambiarse— volvió su mirada a Jimin de nuevo— ¿Quieres que te vista yo? No tengo problema con eso.
—Bueno, jaja, me voy a cambiar— MyeonHee habló mientras caminaba hacia atrás antes de dejarlos solos e ir al baño.
Aunque no lo fuera a comentar con nadie, sí le emocionaba poder ir al partido. Además, iba con una camiseta suya. Empezaba a creer que ese sentimiento no era tan malo, aunque no supiera bien lo que sentía. Solo esperaba que aquello que estaba sintiendo no terminara haciéndole daño.
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El juego estaba por comenzar. Los equipos aún no salían, estaban en sus últimos minutos previos al partido. JungKook no mostraba nervio alguno, pero eso no significaba que no tuviera. Taehyung sabía eso muy bien. Por eso se le acercó y rodeó sus hombros con un brazo.
—Tienes cara de querer matar a alguien.
—A ti si no me sueltas.
—Aguanta las garras para Seúl, fiera— dijo riéndose, antes de percatarse de algo que JungKook aún no veía— Mira, creo que ahora mejorará tu ánimo.
JungKook miró hacia donde su amigo, notando entrar a Daejin sujetando la mano de su hija. Vio como la niña lo buscaba en silencio con los ojos hasta que lo encontró. Soltó la mano de la chica para correr hacia él, quien aún estaba atónito por aquella sorpresa, pero igual la recibió de brazos abiertos.
—¡Papá! — ella literalmente saltó sobre él— Vine a desearte suerte.
—Eres la mejor, mi cachorrito.
JungKook no se aguantó en llenar las mejillas de su hija de besos, mientras la mayoría miraba la escena con sonrisas. La mayoría, porque Vernon solo rodó los ojos y siguió calentando un poco. Además, Yoongi estaba más centrado en besar a su futura esposa.
—¿Solo vienes a animar a tu papá, AhMi? — Taehyung hizo un puchero— Me pones triste.
—No. Vine a animar a todos. Equipo de Busan, ¡fighting!
Los chicos del equipo rieron y sonrieron encantados con la pequeña. AhMi es una niña fácil de querer. Yoongi y Daejin no podían dejar de pensar desde su esquina en el parecido entre esa sonrisita y la de Ji Eun. Pronto cada quien volvió a lo suyo, JungKook prestándole toda la atención del mundo a su pequeña. Taehyung en cambio, sonreía al teléfono.
—Sunhye viene para acá— anunció con emoción— Y dice que se encontró con una sorpresa en la entrada del estadio— dijo con cierto tono sugerente.
Fue cuestión de segundos para ver a la novia de Taehyung entrar también al sitio. Lo que JungKook jamás esperó fue verla llegar sujetando la muñeca de MyeonHee, quien lucía un poco cohibida en comparación con su amiga. Pero eso no era todo, la chica llevaba una camiseta suya.
—¡Unnie!
Claro que AhMi quiso bajarse al instante de los brazos de su padre para correr hacia la muchacha, que la recibió con la misma alegría cuando la menor abrazó sus piernas. Yoongi y Daejin solo compartieron miradas, Taehyung y Sunhye, besos, el resto del equipo pedía contexto con la mirada.
—¿Viniste a ver a mi papá?
Aquella pregunta resultó ser crucial. MyeonHee podía responder con simpleza que sencillamente venía a ver el partido y librarse de cualquiera otra suposición. Pero no fue eso lo que respondió.
—Sí— levantó su mirada hacia JungKook y le sonrió levemente, él imitó su pequeña sonrisa.
—Vaya, toda una familia feliz— comentó Vernon, cayendo pesado para todos los presentes.
—Vernon, solo cállate— le dijo Chanyeol, JungKook prefirió ignorarlo para ir hacia MyeonHee.
—Pensé que no vendrías. Como habías dicho que…
—Sí, lo sé. Pero eso no es lo que importa ahora, ¿no? — JungKook demoró en responder, solo la miró en silencio para luego volver a dedicarle esa sonrisa apenas notable.
—No. Lo importante es que estás aquí.
MyeonHee devolvió la sonrisa, solo que la suya era más amplia que la del chico. Pero ninguna de esas superaba la de AhMi que los miraba desde abajo.
—Bueno muchachos, es hora de salir— dijo Yoongi dando palmadas y reuniendo al equipo.
—¿Te veré luego del juego? — preguntó JungKook, tratando de sonar lo más natural posible.
—Yo… — la chica no supo bien qué responder, pero terminó asintiendo— Por supuesto.
JungKook solamente asintió para luego despedirse de su hija. La niña se sentaría junto con Daejin en un sitio bastante cercano a donde estaría Yoongi y el resto del equipo. MyeonHee y Sunhye estaban junto con Anhi y Jimin. Aquellos tres no se imaginaron la molestia que significaría tener a MyeonHee al lado durante el partido. La chica no dejaba de hacer preguntas sobre las jugadas, quién tenía la ventaja y cosas por el estilo. Lo peor vino cuando Seúl anotó su primer gol contra Busan.
—Ay no, ay no— MyeonHee miró a su amiga— ¿Y ahora?
—Muy mala jugada— opinó Jimin, que al final terminó bastante centrado en el partido— Aquel tenía a JungKook cerca y libre, tratar de pasarle el balón a otro jugador que estaba rodeado del equipo contrario sencillamente es una estupidez. Claro que le iban a robar el balón.
—Y por eso anotó Seúl— concluyó Anhi.
—Fue Vernon— dijo Sunhye mirando a MyeonHee— Taehyung me ha contado sobre él, dice que siempre tiene un problema distinto con JungKook. No se soportan.
A MyeonHee ese nombre le sonó. Hizo memoria y cayó rápidamente en la noche del bar cuando el equipo de Busan fue a celebrar la victoria de la semifinal. Ellos habían tenido una discusión que, de no ser por la intervención de Yoongi, pudo acabar bastante mal. En ese momento se le pasó por la cabeza que allí abajo JungKook debía estar estresado e irritado. Suspiró y esperó que pudieran remontar, aún quedaba tiempo.
En el campo, JungKook sí se sentía bastante molesto y no lo iba a dejar pasar. Vernon tampoco le caía bien, pero no dejaba que esa inmadurez interfiriera en el juego. Ni siquiera sabía qué es lo que tenía el chico contra él, aunque a veces resultara obvia su envidia. Su paciencia se vio esfumada cuando Vernon ahora empujaba con todas las intenciones a uno del equipo contrario tratando de robarle el balón. El árbitro no tuvo compasión al anunciar la falta.
—¿Se puede saber qué estás haciendo? — JungKook se le había acercado a Vernon, pero por suerte Taehyung también pues conocía el temperamento de su mejor amigo.
—¿Qué? ¿Estás al pendiente de lo que hago? — definitivamente no se tomaba nada en serio.
—Déjalo, JungKook. El juego sigue.
Seúl levantaba más su marcador al anotar otro gol cobrando aquella falta cometida por Vernon. La cara de JungKook reflejaba su estrés y molestia, todo Busan estaba siendo testigo de aquello cada vez que lo enfocaban. Más le molestaba no poder dirigir sus reclamos al otro equipo, al árbitro o a quien sea, sino que el causante de su mal humor era alguien de su propio equipo. Por suerte para todos habían acabado los primeros cuarenta y cinco minutos y los equipos abandonaron el campo. MyeonHee miró a su amiga, pidiéndole con la mirada que fueran a verlos en aquellos quince minutos de descanso. Sunhye asintió y fue con ella. Justo se encontraron cuando el equipo venía entrando. Lo primero que ocurrió fue que JungKook pegó su mano abierta al pecho de Vernon para detenerlo mientras este pasaba caminando. Acto seguido cerró el puño alrededor de la camiseta del chico y lo haló hacia él.
—Me estás cansando Vernon.
—Vamos JungKook. No hagas esto— Taehyung lucía demasiado serio, nada propio de él.
—¿No aguantas un par de goles, Jeon?
—Déjense de estupideces y vengan todos aquí. Decidiremos qué hacer en el segundo tiempo.
Yoongi le había dicho a Daejin que mejor se quedara con la niña en las gradas pues la situación en el descanso no iba a ser muy agradable de presenciar, menos para la hija de JungKook. MyeonHee y Sunhye no hallaban muy oportuno interceder, ni habían notado su presencia.
—Si perdemos por tu culpa…
—¿Me vas a golpear? No creo que ese sea un buen ejemplo como padre, capitán. ¿Por qué no mejor te ocupas de buscarle una madre a tu hij…?
JungKook no lo dejó siquiera terminar. Lo empujó contra la pared haciéndolo golpear su espalda antes de estrellar su puño en su rostro, borrando su sonrisa cínica. Vernon realmente había colmado su paciencia y cruzado la línea al meterse con algo intocable. Iba a seguir con lo que empezó, pero el resto del equipo lo impidió rápidamente.
—¡Basta ya! — Yoongi quedó en el medio— Vernon, estarás sentado lo que resta de partido. Tú…— miró a JungKook y aunque quisiera darle la razón prefirió mantenerse igual de serio para que luego no se crearan malentendidos por ser casi familia— tranquilízate antes de seguir el juego. Se calman todos. No me irriten y hagan que me ponga peor.
El chico se soltó del agarre de los demás, viendo como Vernon se marchaba al lugar que ocuparía por lo que quedaba de partido. MyeonHee creyó que era el momento para acercarse a JungKook. Sintió escalofríos cuando la mirada sombría del chico se posó sobre ella. Pero tan pronto él la reconoció suavizó su expresión.
—¿Tú viste…?
—No debes disculparte por lo que yo haya visto. Está mal decir esto, pero… llevó menos de lo que se merecía.
Recibir ese comentario entre todos los que podía recibir de parte de la chica fue lo único que logró que el chico riera un poco. Por un momento olvidó su molestia.
—¿No deberías decirme que la violencia no es la solución?
—Oye, yo vine a animarte. Si tú decides repartir puños…
Nuevamente el chico rio, un poco más alto y expresivo que la vez anterior. Terminó negando con la cabeza.
—Eres increíble.
—Quizás, pero este es tu momento, el momento de Busan. Olvida a ese idiota y ve allí afuera, demuestra porqué eres el capitán y el mejor jugador que ha dado Busan. Ganen ese partido como sea. Sé que pueden. Que tú puedes.
JungKook suspiró y pasó sus manos por su cabello. Lucía frustrado y MyeonHee pensó que era puramente la presión de tener que salir de nuevo y tratar de remontar. Pero no se trataba de eso. JungKook se sentía contrariado por las palabras de la chica, la calidad que le transmitían, la manera en que lo confortaban. La confusión que esos buenos sentimientos provocaban. La miró buscando aclararse, entender si era él el que imaginaba cosas que no eran. Pero no encontró falsedad alguna en sus ojos. La mirada viva de la chica solo contenía sinceridad y transparencia. Por un momento quiso que no fuera cierto, para evitar sentir todo aquello, pero en el fondo se sentía a gusto de recibir ese ánimo de ella precisamente. MyeonHee no tenía necesidad de quedarse allí, de decirle eso, no ganaba nada. Sin embargo, ahí estaba, animando al chico.
—Voy a ganar— dijo serio, haciendo temblar a la chica por la intensidad de sus ojos— Así que más te vale venir a felicitarme— aquello último la hizo reír.
—Solo si ganas. Si no lo haces, no vendré.
—Vas a venir— le aseguró de nuevo.
Aquella promesa quedó entre ellos. Yoongi no quiso interrumpir el momento, pero tuvo que hacerlo, lo mismo para Taehyung y Sunhye, que parecían siameses. Las chicas aprovecharon la reunión de equipo para irse hacia donde estaban antes de que empezara el segundo tiempo. Un momento antes de que MyeonHee atravesara la puerta, volteó su mirada hacia atrás para ver a JungKook en el preciso instante que él levantaba la vista del suelo hacia ella. Hubo una sonrisa de cada uno antes de tener que seguir en lo suyo.
—Sun, el labial— le dijo MyeonHee a su amiga, señalando su boca.
—Ups. Es que, bueno, si supieras lo que es que te bese un futbolista— respondió empezando a reír.
—¡Sunhye! — su amiga chilló, pero terminó riendo también.
—Mira, aquella también debe arreglar su labial.
Se quedaron de pie mirando como Jimin y Anhi se besaban como si no estuvieran en un estadio repleto de gente donde muy probablemente les estuviesen sacando fotos. Sunhye carraspeó alto y ellos se alejaron al instante, evadiendo sus miradas. Pero las chicas no hicieron comentario alguno, solamente se sentaron en silencio.
Los nervios de MyeonHee volvieron a invadirla, esta vez más fuertes que antes, como si ella misma estuviera en el campo jugando. Jamás le había interesado tanto el deporte, ni fue seguidora del equipo con anterioridad. Pero no podía negar que estar ahí transmitía muchísima emoción. Ver el partido en vivo aún sin entenderlo y sentir la emoción de toda la gente alrededor era toda una experiencia. No podía ni imaginarse cómo se sentían los mismos jugadores.
Hubo un momento de tensión cuando Taehyung se robó el balón muy cerca de la portería de Seúl. Sunhye apretaba su mano y había hasta dejado de respirar. Sus ojos estaban muy abiertos siguiendo la trayectoria de su novio. Finalmente, Taehyung anotó un gol para Busan que hizo levantar a todos en las gradas. Los gritos de Sunhye le hacían competencia a cualquiera. Aunque MyeonHee no se quedaba detrás. Hasta Anhi y Jimin se pusieron de pie a saltar y gritar de emoción.
—¿Por qué esto emociona tanto? — preguntó MyeonHee mirando a Sunhye.
—No sé a ti. A mí me emociona ver a mi novio hacer lo que le gusta y estar feliz por hacerlo bien.
MyeonHee sonrió negando con la cabeza, aunque feliz y enternecida porque su mejor amiga estuviera así de contenta por esos motivos. Realmente esperaba que durara mucho con Taehyung.
El partido no acababa ahí, aún quedaba mucho por delante. A esas alturas MyeonHee dominaba un poco más el juego y entendía lo que pasaba o estaban haciendo, así como saber cuál era JungKook solamente por su posición, de tanto tener que preguntar dónde estaba. El próximo gol no se hizo esperar, esta vez de parte del capitán de Busan. Sunhye, Jimin y Anhi no se acababan de enterar cuando MyeonHee ya estaba de pie dando gritos de emoción. Este gol le había provocado más satisfacción que el anterior y no recordaba la última vez que algo la puso tan eufórica. Estaba feliz de una manera que no sabría explicar. Ahora el partido iba en empate. Hicieron algunos cambios de jugadores que a MyeonHee no le interesaron mucho. Al fin y al cabo, JungKook seguía jugando.
—¿Qué pasa si se termina el tiempo? Van empatados.
—Es la final. Este partido no puede terminar en empate— le dijo Sunhye.
—Primero tendrían que ir a tiempo extra— respondió Anhi.
El resto del partido estuvo muy reñido. Los equipos se estaban esmerando muchísimo. Cada uno estuvo a punto de anotar muchísimas veces, pero el otro lo impedía. Eso sin hablar del trabajo de los porteros, que estaban batiendo récords. Los noventa minutos se habían acabado y se fueron a tiempo extra. MyeonHee empezaba a preocuparse de que Seúl anotara otro gol y ganaran.
—Relájate Myeon. No pensé que te importara tanto el partido— dijo Sunhye, casi burlándose de ella.
—Cállate Sunhye.
—Uy. Esto es serio. Realmente te está gustando ese chi…
—¿Me dejas ver el partido?
—Dejémosla que disfrute esa etapa bonita— habló Anhi— Mientras no se enganche de uno que la vaya a ilusionar en vano.
Las dos chicas más jóvenes se miraron en silencio, antes de escuchar el resoplido de Jimin, quien se puso de pie.
—Iré al baño.
Lo observaron irse, así como observaron la mirada de frustración con un ápice de arrepentimiento de Anhi. Ella también se puso de pie repentinamente.
—No me miren así. Sí, sí lo voy a buscar. Sí, sí vamos a discutir y sí, sí vamos a besarnos porque es lo que mejor hacemos Jimin y yo: pelear y liarnos.
Esas fueron sus últimas palabras antes de marcharse de allí. Al final las dos amigas rieron, coincidiendo que ambos estaban locos el uno por el otro y que estaban curiosas por saber qué había pasado ahí. Pero el partido seguía y eso era lo que importaba.
—Van a anotarles.
—MyeonHee, cálmate ya, me tienes nerviosa.
—Es que están sobre la portería— la preocupación tenía fundamento. El equipo de Seúl tenía el balón bajo su dominio y estaban demasiados próximos a la portería de Busan. Un gol se veía venir. Pero no llegó a suceder porque JungKook logró robarlo— ¡Sí! ¡Sí! ¡Vamos!
Ver lo que hizo JungKook resultaba adictivo hasta para quien no siguiera el deporte. MyeonHee quedó sin habla al ver la velocidad que agarró en un pestañeo corriendo hacia el lado contrario. Se bastó solo para esquivar a los del otro equipo. La chica llegó a pensar que aquello era una coreografía preparada por la manera en la dominaba el balón. Cada vez que alguno se le acercaba tratando de quitárselo, las maniobras que hacía, como lo movía de un lado al otro, ilusionando al otro jugador para luego despistarlo y seguir de largo hacia la portería. MyeonHee aguantó la respiración inconscientemente cuando JungKook pateó el balón, haciéndolo elevarse. Le preocupó porque estaba muy lejos de la portería aún. Esos segundos donde el balón estuvo en el aire se le hicieron eternos. Pero al final, su destino fue acabar contra la red de la portería. Los gritos no se hicieron esperar. MyeonHee abrazó a su amiga sin saber cómo canalizar toda esa emoción.
—¡Estamos tres a dos! ¡Tres a dos! ¡Vamos a ganar!
Aunque como ya decían, el juego no acaba hasta que se acaba. El tiempo extra no se había acabado y cualquier cosa podía pasar. Busan realmente se estaba luciendo, pero eso no impidió que Seúl volviera a empatar el juego. MyeonHee volvió a preocuparse pues el tiempo extra ahora sí había expirado y notaba mucho movimiento y reclamaciones de Busan hacia el árbitro. No entendía nada.
—Sun, ¿qué sucede?
—Van a revisar el gol de Seúl. Parece que fue en posición adelantada. No sé. Si se lo aceptan tendrán que darles más tiempo.
—¿Y si lo anulan?
—Entonces gana Busan.
Esos minutos fueron más largos y tortuosos. La tensión podía cortarse con un cuchillo. La ansiedad era el aire del ambiente en todo el estadio. La mitad que esperaba la situación de ir a otro tiempo, la otra que quería que eso acabara allí. Finalmente, el árbitro salió, luego de que hubiesen revisado. El veredicto era claro.
El gol de Seúl fue anulado.
Busan había ganado.
—¡Ganamos! — chilló MyeonHee— ¡Busan! ¡Busan! ¡Busan! — se puso a corear con todos.
Sentía mucha alegría de ver como el equipo celebraba. Quería grabar a fuego en su memoria como alzaban a JungKook, quien cargaba con el trofeo de aquella temporada. No entendía su alegría al verlo así de feliz y solo pudo recordar las palabras de su amiga al referirse a Taehyung, cuando dijo que la alegraba verlo hacer lo que le gusta y verlo feliz por hacerlo bien. Algo similar experimentaba con el chico.
Ese año el premio era de ellos y JungKook debía reconocer que sentía más satisfacción que otras veces que también han ganado. Debía ser por el ánimo adicional que recibía o por la promesa que hizo antes de salir al segundo tiempo. Promesa que lo hizo llegar a los vestidores con el corazón en la boca. MyeonHee ya estaba esperando. Las sonrisas que se dedicaron no tenían precio. Poco les importó el resto de los presentes cuando se terminaron de acercar, casi corriendo, para acabar por encontrarse en un abrazo emotivo. Ni siquiera se dieron cuenta de que se estaban abrazando así, con tanta naturalidad y confianza como si llevaran toda la vida haciéndolo.
—¡Te dije que ganaría! — dijo con emoción, alzándola un poco del suelo.
—¡Sabía que lo harías!
El silencio del resto fue el que los hizo darse cuenta de su situación. Era claro que todos los estaban mirando. Se apartaron de repente nerviosos. Los demás fingieron haber estado hablando y haciendo otras cosas todo ese tiempo en lo que ellos lidiaban ahora con la vergüenza.
—Pues… enhorabuena.
—Sí, gracias.
MyeonHee sentía una inexplicable necesidad de repetir ese abrazo. Se había sentido muy bien con eso. Pero entendía que era mejor guardar distancia. No exactamente porque estuvieran rodeados. Sería igual que estuvieran solos. Se trataba de no provocar más confusiones.
Aunque el foco de atención de JungKook cambió en el preciso instante que AhMi entró corriendo hacia él. Su padre la cargó para recibir el abrazo más inocente y puro que le podían hablar.
—¡Eres el mejor, papi! — ella estaba genuinamente feliz— MyeonHee unnie y yo te dimos buena suerte, ¿a que sí?
El chico miró a MyeonHee, quien estaba de brazos cruzados con una sonrisa ladina mirándolos. Asintió incluso antes de responder con palabras.
—Así es, cachorrito.
La niña miró a MyeonHee aún desde los brazos de su papá.
—Gracias por venir, unnie. Te lo digo yo por si papá no te lo dice.
Eso hizo reír incluso al propio JungKook. Al final decidieron ir a casa del capitán del equipo para celebrar. El único que no estaba presente era Vernon. MyeonHee no tuvo problema en ir después de ser invitada, de todas maneras, Anhi y Jimin habían desaparecido. Era obvio que la chica se iría junto con JungKook y AhMi en el auto de este, así como Sunhye se fue con Taehyung. El resto del equipo se repartió en diferentes autos.
El ambiente en casa de JungKook rebosaba de felicidad. Estaban tranquilos y satisfechos por la victoria. AhMi estaba feliz de tener tanta gente en su casa y pasó rato enseñándole sus juguetes a los compañeros de equipo de su padre, quienes morían con ella. Taehyung alegó sentir celos por eso. Yoongi y Daejin permanecían en una esquina del sofá tranquilos. Esta última había rechazado el alcohol cuando JungKook abrió una botella de whisky para todos, se contentó con tomar refresco como la niña.
—¿Tú quieres whisky? — le preguntó ahora a MyeonHee.
—Prefiero refresco.
—¿No te gusta el alcohol? – preguntó sirviéndole la bebida que quería.
—Claro que me gusta. Pero es que también hay refresco y en ese sentido soy una niña.
—Vale. Para MyeonHee primero refresco y luego el alcohol. Anotado— dijo sonriendo, aunque no tuviera idea de para qué quisiera anotar ese dato.
—Sunie, no te excedas con el alcohol cariño. La última vez que te vi borracha…
—Taehyung, no— advirtió la chica— Ni se te ocurra ir por ahí.
—Pero si nuestra historia es súper romántica. MyeonHee, ¿a ti no te parece que Sun y yo tuvimos un comienzo genial?
—¡Pero no le preguntes a ella!
—Yo solo sé que debo agradecerte. Si no llegas a aparecer habríamos tenido que cargar con ella borracha no sé ni cómo.
—¡MyeonHee!
Su amiga no pudo evitar reír. Aunque dejó la conversación cuando su celular comenzó a sonar. Se retiró hacia el patio para poder coger la llamada.
—Seo Jun.
—Te vi en la tele, ¿puedes creerlo?
—¿Qué? ¿A mí? ¿En televisión?
—De casualidad pasaba los canales y te vi dando gritos por el gol de Busan. Te enfocaron bastante. Yo me quedé viendo el partido por eso. Que, por cierto, vaya partidazo.
—Vaya que lo fue— la chica sonrió— Dios mío, debo haber salido horrible en televisión.
—Por Dios, tú no te ves horrible ni aunque lo trataras.
—¿Eso fue un halago?
—Depende. ¿Si es halago me aceptas un capuchino?
—Buena oferta, no puedo negarla.
—Pues entonces sí, eso fue un halago.
MyeonHee no había notado que JungKook había salido al patio también y se había quedado en silencio porque le daba vergüenza interrumpir. Eso y porque notó que ella hablaba por teléfono con un chico. Aquello le dejó un sabor amargo. Se quiso golpear por un sentimiento tan infantil y estúpido, pero no podía negar que era lo que había sentido.
—Ehm… MyeonHee— habló finalmente, ganando la atención de la chica.
—Debo colgar, Seo Jun. Me debes ese capuchino… nos vemos.
—No debías colgar. Solo venía a traerte esto— le enseñó una manta, no muy grande— Es que es de noche y aquí afuera hace frío— murmuró. A ella le encantó que él hubiera tenido ese detalle.
—Gracias— la chica la tomó para pasarla por sus hombros.
—Perdón por haber interrumpido tu llamada— dijo guardando sus manos en sus bolsillos.
—Oh, no te preocupes por eso.
—Yo… quería agradecerte por venir al partido. Sé que probablemente no tenías planeado hacerlo, pero realmente agradezco que hayas estado ahí. Siento que no habría sido lo mismo— habló y llevó una mano a su pecho suspirando— Wow, eso fue liberador y muy sincero— sus palabras le sacaron una sonrisa a la chica.
—Yo me alegro de no habérmelo perdido— dijo asintiendo— Y gracias a ti.
—¿A mí? ¿Por qué?
—Por ser sincero— respondió con una sonrisa ladina— Conmigo— añadió.
—Nunca tendré cómo disculparme por haber sido tan idiota contigo antes.
—Pasado pisado, JungKook. Tenemos demasiados recuerdos desagradables que nos hacen vivir en el pasado como para seguir añadiendo cosas. Así que olvida eso.
La manera en la que dijo eso, incluyéndose a ella, hizo que el chico se preguntara qué cosas habrían pasado en su vida que por momento cubrían esa alegre mirada de melancolía. MyeonHee conocía sus demonios, pero él no conocía los suyos. Por primera vez se planteaba querer conocerlos.
—Eres buena chica, MyeonHee— dijo en un tono bajo, pero no tanto pues la chica pudo oírlo.
—Y tú un buen chico.
—¿Y futbolista?
—Sobre todo eso. Wow, en serio, que jugadas tan buenas. Soy tu fan.
Nuevamente el joven largó una carcajada sincera. Ese día había reído más que cualquier otro e, increíblemente, la mayoría de las veces por causa de esa chica.
Ayajooooooooo
No sé qué victoria es mayor, si la de Busan o la mía por haber publicado. Que igual van a leerse esto en nada aún cuando me pasé el día pegada al word. Pero en fin.
Hace unos momentos FIL llegó a los 1K votos y realmente no tengo palabras para agradecer el apoyo que le están dando a la historia. Espero que esta sea una recompensa.
Ojalá les guste el capítulo. El siguiente viene picocito. SOLO DIGO.
Me voy a dormir que son las 3:47 am y necesito descanso. Las adoro.
Pd: wattpad se puso mamoncito y no me dejó insertar los banners. Pero yo tenía urgencia de publicar, así que se los pondré después.
Peace & Love <3
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