Te gusta mucho
"No sentí absolutamente nada, eso no significó nada."
Jisung seguía pensando en eso, en lo que Minho le dijo tan friamente después de besarlo, manteniendo la mirada fija en algún punto del comedor mientras los demás hablaban de cosas que no entendía. No estaba prestando atención, el dolor en su pecho lo distraía constantemente de su entorno, manteniéndose al margen de la familia Lee.
Estaban reunidos en la mesa, el almuerzo estaba servido y Jisung apenas comió. A su lado, Minho tocó su mano bajo la mesa de manera disimulada, llamando su atención.
—¿Qué pasa? ¿Por qué no comes?—preguntó en voz baja.
Jisung se giró un poco para verlo y su estómago cosquilleó de nuevo.
—No tengo mucha hambre, perdón—susurró en respuesta, apartando la mirada de él.
Minho le gustaba, eso era indiscutible, pero, ¿por qué ahora se sentía diferente. Se lo preguntó varias veces en ese momento, concluyendo en que quizás se debía al beso.
Porque Minho no sintió nada, pero Jisung si.
—No te fuerces a comer—le dijo Minho, empujando un poco el plato de comida—Te puede doler el estómago más tarde.
Jisung lo vio una vez más y asintió agradecido, sonriendo un poco ante su preocupación que a lo mejor, podría ser solo parte de su farsa, sin embargo, lo agradecía.
—Espero que les haya gustado el almuerzo—la voz del señor Lee atrajo la atención de todos, guardando silencio de inmediato—Sé que es inusual tener a Minho con nosotros, pero hay algo de lo que quiero hablar.
—Pudieron enviarle una carta, no era necesario que viniera—bromeó Mingi, obteniendo la mirada de su madre en señal de que guardada silencio.
—Por primera vez estamos de acuerdo—sonrió Minho, borrando la expresión divertida en el rostro del más alto—¿Qué es eso tan importante que quieren decirme que tuvieron que pedirme venir? Una llamada era suficiente—se encogió de hombros, viéndolos a ambos.
—Deja de actuar de esa manera, Minho—regañó su madre, apenada por las visitas—Es algo serio.
—Adelante, los escucho.
El señor Lee vio a su esposa y suspiró.
—Tu madre y yo vamos a separarnos—dijo por fin el señor Lee, notando como la expresión en el rostro de su hijo cambiaba—Tú tío está aquí porque él se está encargando del papeleo.
—¿Hablas de divorciarse?—preguntó sorprendido y con un raro sentimiento en su pecho.
—Así mismo—asintió la señora Lee—Verás, hijo, las cosas no funcionan más entre nosotros y estaba pensando en que te mudes conmigo... Esta casa se pondrá en venta.
—No... No puedo mudarme contigo.
—Es una buena opción considerando que-
—No, no es una buena opción. Si van a separarse, háganlo, pero a mi no me metan.
—Bueno, entonces olvídate de tu dinero de la universidad y de la renta de tu departamento—habló el señor Lee, viendo la actitud negativa y poco cooperante de su hijo.
—Como sea—dijo en voz baja, poniéndose de pie—Hace mucho dejaron de ser unos padres para mi, su dinero no me interesa, quédenselo.
Bajo la mirada de todos los presentes, Minho salió del comedor, dejándolos con la palabra en la boca y en un abrumante silencio.
—Hablaré con él—dijo Jisung, poniéndose de pie también para seguirlo.
—Déjalo, es solo un capricho que hace siempre—la señora Lee sobó sus sienes. Jisung se detuvo a verla—Ahora no lo entiende, pero cuando necesite de nosotros va a regresar, siempre es así—dijo indiferente.
—Perdón, pero no creo que sea un capricho—habló Jisung con seguridad a pesar de lo intimidado que se sentía—Tal vez los que no entienden son ustedes. No se trata de ser su banco, sino sus padres. El dinero puede conseguirlo en cualquier parte y de cualquier manera, pero el amor de una familia no. ¿Han pensando mejor en eso?
—¿Tú qué sabes, niño insolente?—la señora Lee se puso de pie con enojo, dándole un golpe a la mesa—¡Vete de aquí antes de que mande a que te saquen de esta casa!
—Estaba por irme de todas formas—hizo una corta reverencia con total calma—Gracias por el almuerzo.
Jisung se dio la vuelta y con el poco valor que le quedaba se fue, sintiendo como el aire por fin llegaba a sus pulmones cuando salió del comedor. Sus manos sudaban y se sintió un poco mareado.
—Hey, ¿estás bien?—Mingi se acercó al menor, viéndolo un poco indispuesto.
—No... Es decir, si. No lo sé—rio un poco, dándose aire con las manos—Toda esta familia me pone nervioso, perdón.
—No te preocupes, siempre pasa—se encogió de hombros, sonriendo hacia él—Eres valiente, mis tíos son muy orgullosos y creo que no les gustó para nada que alguien mucho menor les hablara así.
—No quise ser maleducado.
—No lo fuiste—lo tranquilizó—Pero ya sabes, los padres nunca quieren aceptar lo que hacen mal.
—Totalmente—rio un poco más relajado.
—Te gusta mucho, ¿no es así? Hablo de Minho—preguntó directamente—Te gusta lo suficiente como para defenderlo así.
—Si—asintió sin dudar.
—Bueno, si un día ese idiota deja de gustarte o te hace algo, puedes buscarme—le guiñó el ojo de manera descarada y coqueta. Jisung solo rió—Estoy disponible siempre.
—No creo que eso suceda, pero gracias—palmeó su hombro un par de veces de manera amistosa—Iré por Minho. Adiós—se despidió. Mingi sonrió y se despidió con la mano, viéndolo caminar escaleras arriba.
[🌷]
Minho escondió su rostro entre sus manos, procesando todo lo que sus padres le dijeron. Por un momento creyó que lo que pasara con ellos no le importaba porque de todas formas, de alguna manera seguían siendo una familia, pero un divorcio de por medio significaba que su familia estaría verdaderamente rota en su totalidad.
La puerta de la habitación se abrió, causando que levantara la cabeza hacia Jisung quien acababa de entrar. Aclaró su garganta y pestañeó varias veces para alejar cualquier indicio de lágrimas en sus ojos, pretendiendo que estaba bien y de esa manera, evitar cualquier pregunta que no iba a responder.
—No quiero escucharte decir que debo hablar con ellos o que debo entenderlos.
—De hecho, iba a decirte que nos fuéramos de aquí—Jisung se sentó frente a él en el suelo—Tu mamá dijo que iban a sacarme—rió divertido.
—Escuché lo que dijiste... No debiste discutir con ellos.
—Perdón—agachó la mirada, distrayéndose con sus propias manos—Es sólo que no me gustó que dijeran que estabas siendo caprichoso.
—Gracias... Por no quedarte callado—susurró, apartando la mirada también.
Jisung levantó la mirada y sonrió, viendo en Minho una pequeña sonrisa también.
Era la primera vez que le sonreía después de tanto tiempo.
—Entonces, ¿nos vamos?—Jisung le sugirió.
—Uhm... ¿No prefieres quedarnos a cenar? De seguro mis padres van a salir, así que no vamos a lidiar con ellos por hoy.
—Por mi no hay problema mientras no me echen—bromeó, haciendo reír a Minho.
Jisung sintió como la tensión entre ambos había disminuido, Minho estaba un poco menos a la defensiva y más comunicativo, lo cual lo hacía preguntarse si se debía al beso del que por cierto, ninguno había dicho nada.
No iba a arruinarlo, se mantendría de esa manera hasta que Minho decidiera regresar a su misma actitud de siempre porque después de todo, no podía dar por hecho que algo entre los dos había mejorado.
[🌷]
Hyunjin se mordió el interior de su mejilla como una manera de controlar el nerviosismo y la ansiedad, viendo directamente hacia la puerta de la casa de su ex novio. Metió las manos en sus bolsillos y se balanceó inquieto sobre sus pies. Ya había pasado al menos diez minutos desde que le escribió a Jeongin diciéndole que estaba esperándolo afuera, pero no entendía porqué, todavía no salía.
Sacó el celular de su bolsillo y revisó el mensaje que estaba marcado como leído, ¿por qué no le respondía? Al menos que le dijera que no iba a salir, pero no quería irse sin obtener una respuesta.
Un par de minutos después, la puerta por fin se abrió, dejando ver al menor con una expresión tranquila en su rostro y con el cabello levemente despeinado. Hyunjin sonrió, más no recibió el mismo gesto en respuesta.
—Innie, hola—saludó el mayor, acercándose tímidamente—Creí que no saldrías—rió un poco.
—No pensaba hacerlo—respondió, desviando un poco la mirada—¿Por qué estás aquí?—preguntó directo.
—Bueno... Quería saber si aceptas ir por algo de tomar conmigo.
—No—se negó de inmediato—Estoy ocupado ahora mismo.
Hyunjin sintió una molestia en el pecho ante su negativa, odiando la frialdad en su mirada y la dureza en su voz.
—¿Tal vez más tarde?—insistió, relamiendo sus labios sin dejar el revoltijo nervioso en su estómago.
Jeongin suspiró, viéndose incómodo con la situación.
—No, Hyunjin... Quisiera no tener que seguir conviviendo contigo.
—¿Por qué no?—su voz salió un poco más baja, sintiéndose herido—Creí que estábamos en buenos términos.
—Es así, no te odio, Hyunjin... Pero dejé en claro que no podemos seguir juntos—le dolía, ver la tristeza en su rostro, pero no podía aceptarlo—Sigues sin responder mis preguntas en cuanto a Jisung.
—No quiero nada con él, no me gusta, ya no siento nada—aseguró, sonando desesperado—Me equivoqué al buscarlo, lo sé muy bien, no debí hacerlo sabiendo que podría lastimarte... Jisung no significa nada para mi.
—Sigue sin ser suficiente.
—¿Al menos puedo intentarlo una vez más?—preguntó en voz baja, rindiéndose—Déjame demostrarte una vez más que solo te amo a ti.
Jeongin agachó la mirada, debatiendo consigo mismo sobre lo que debía responder. Extrañaba a Hyunjin, claro que lo hacía, el amor que sentía por él sería difícil de superar, pero también sabía que estaba en el medio de una lucha constante con sus propios sentimientos, porque aunque quisiera que no fuera así, admitía que tenía sentimientos por Minho y no podía regresar con Hyunjin cuando estaba pensando en otro.
—Creo que me gusta alguien más—Jeongin fue sincero y se arrepintió por un momento al notar la expresión en el rostro del más alto—Yo... Necesito aclarar cosas conmigo mismo porque me siento perdido. No puedo darte una respuesta ahora.
—Dijiste que no era por Minho...—dijo sin mirarlo y concluyendo que se trataba de él, evitando que notara lo afectado que estaba—Dijiste que no se trataba de Minho—lo miró esta vez.
Jeongin quiso mentir para no empeorarlo, pero no pudo seguir hablando cuando se sintió tan expuesto y acorralado.
—Perdón.
Hyunjin habría preferido escuchar otra respuesta, incluso una mentira habría sido menos dolorosa, porque aunque no se lo confirmó, su respuesta solo le daba la razón. ¿En qué momento perdió a su novio? Se odiaba a sí mismo por su propio descuido, por haberse confiado tanto creyendo que Jeongin jamás lo dejaría.
Ahora, Jeongin tenía a alguien más.
[🌷]
Minho terminó de acomodar sus cosas dentro de su mochila, asegurándose de no dejar nada para no tener que regresar. A su lado y en silencio, Jisung hacía lo mismo mientras tarareaba una canción en voz baja, concentrado en sus cosas sin prestar demasiada atención al hecho de que Minho no le quitaba la mirada de encima.
Era extraño, la manera en que se encontraba tan inmerso en cada movimiento del castaño era extraño. Antes no se esforzaba por esconderlo, se tomaba el tiempo necesario para apreciarlo, para admirarlo y amarlo, pero ahora el sentimiento solo era extraño porque estaba consciente de que no debía prestar atención a cosas tan insignificantes.
—Tengo todo listo—dijo Jisung, levantando la mirada hacia el mayor, sintiéndose intimidado al instante por su mirada fija en él—¿Pasa algo?
Minho reaccionó rápidamente y aclaró su garganta, apartando la mirada hacia otro lado sin lucir demasiado obvio.
—Es hora de irnos—avisó cortamente y salió de la habitación, nervioso y confundido.
Jisung se quedó quieto en su posición durante unos segundos, tratando de saber el porqué de su reacción. Agarró sus cosas y salió también, encontrándolo en la sala principal junto a sus padres.
—¿No tomarás en cuenta nada de lo que dijimos?—preguntó el señor Lee, viéndolo a través de sus anteojos con seriedad.
—Creo que fui claro—respondió Minho—Pueden dejar de ayudarme o lo que sea, pero no seré parte de sus problemas.
—Como quieras—dijo la señora Lee con indiferencia—Luego no nos busques.
Minho sonrió de lado con cierta arrogancia y tras agarrar sus cosas, salió de ahí con Jisung caminando detrás de él, tratando de alcanzarlo.
—Al fin—suspiró Minho cuando salieron de la casa, respirando profundamente.
—Parecían bastante molestos, ¿realmente crees que dejen de ayudarte?
Minho se encogió de hombros y caminó con pasos lentos, disfrutando un poco más del agradable y fresco clima, enfocándose en no seguir pensando en que quizás, había terminado de romper los lazos con su propia familia. Podía sentir en su interior un poco de tristeza, más no se dejó llevar, manteniéndose firme ante sus decisiones, así como sus padres también decidieron alejarlo.
El camino de regreso a casa fue más silencio de lo que a Minho le habría gustado, estuvo viendo de reojo a Jisung durante un tiempo, esperando que hablara sobre algo que lo mantuviera entretenido, pero en su lugar, Jisung se mantuvo silencioso. Una sensación de culpa llegó a su pecho, pensando en quizás se debía a lo que había dicho sobre él; no quería que Jisung cambiara, pero tampoco sabía cómo hacérselo saber.
Resopló aburrido y se rindió, girando la cabeza hacia el menor quien tenía la mirada fija hacia el frente, como si él no existiera.
—Entonces...
—¿Mhm?—se giró a ver a Minho.
—Di algo.
—¿Sobre qué?—preguntó confundido, ladeando la cabeza un poco.
—No lo sé, cualquier cosa—animó—¿No tienes nada qué decir?
—No realmente—negó la cabeza, haciendo un pequeño puchero, todavía sin entender muy bien su petición—¿Quieres hablar de algo?
—Olvídalo...—dejó de mirarlo, tratando de entender qué fue eso.
—Bueno—dijo Jisung en voz baja, dirigiendo de nuevo la mirada hacia el frente.
Minho suspiró, apoyándose contra la ventana con la intención de tomar una siesta para no soportar todo el camino de regreso en ese abrumante silencio, haciéndolo cuestionarse una vez más porqué tenía esa necesidad de escucharlo hablar.
Mucho tiempo después, Jisung tocó suavemente su brazo, tratando de despertarlo porque estaban cerca su estación, pero parecía que Minho no quería despertar. Jisung sonrió un poco al verlo tan tranquilo mientras dormía, pero volvió a moverlo con suavidad; iba a hablar, pero enmudeció cuando entre balbuceos, Minho se dio la vuelta hacia él y se abrazó a su brazo, dejando descansar su cabeza en su hombro.
La cercanía era mucha, Jisung ya no podía tener esos acercamientos a menos que Minho se lo permitiera, por lo tanto, la corriente que recorrió su cuerpo se detuvo en su corazón, haciéndolo sentir emocionado.
—Solo un poco más—murmuró entre sueños Minho, acercándose más.
Jisung acarició su cabello con mucha timidez y con miedo de despertarlo, permitiéndose ese tipo de acciones que hace mucho no hacía.
—Minho—llamó en voz baja—Debes despertar.
Con un gruñido inconforme, Minho abrió los ojos lentamente, dándose cuenta de su posición varios segundos después.
Sus mejillas se calentaron y se apartó como si su tacto quemara, haciendo sentir mal a Jisung.
—Debiste apartarme—dijo con la voz ronca, acomodando su despeinado cabello.
—Lo sé.
Jisung se puso de pie con sus cosas y se acercó a las puertas del metro. Minho hizo lo mismo, pagándose detrás de él sin intenciones de entablar otro tipo de conversación, volviendo las cosas tensas entre los dos.
Otra vez como desconocidos.
[🌷]
—Gracias por acompañarme—Minho se detuvo frente a la puerta del departamento de Jisung.
—¡Cuando quieras!—Jisung le sonrió.
—Si hay algo que necesites que haga por ti, avísame... Ya sabes, por el favor—se apresuró a explicar, dejando en claro que no era más que eso.
—Se me ocurre algo.
—¿Tan rápido?
Jisung asintió varias veces—Ven a mi fiesta de cumpleaños—pidió—Sé que a lo mejor Chan iba a decírtelo, pero quería pedírtelo personalmente.
—¿Y si no quiero ir?
—Bueno... No puedes negarte, me debes ese favor—se encogió de hombros, todavía sonriente—No seas así—hizo un puchero, logrando descolocar un poco a Minho con esa acción—Será divertido, además, es por mi cumpleaños.
—No quiero ir—se negó rotundamente, borrando la sonrisa en el rostro de Jisung—Piensa en algo más.
—Está bien—dijo finalmente sin insistir más, sintiéndose increíblemente estúpido—Pensaré en otra cosa.
Minho no dijo nada más, se despidió cortamente con la mano y entró a su departamento, dejándolo solo en el pasillo.
Jisung sintió un horroroso nudo en la garganta, repitiéndose a sí mismo muchas veces no llorar porque a ese paso, se quedaría sin lágrimas en algún punto, pero al entrar a su departamento, la soledad y el silencio lo envolvieron, causando que sus lágrimas salieran sin poder retenerlas más.
Minho estaba lastimándolo, estaba acabando poco a poco con sus ánimos hasta el punto de no querer intentarlo más, pero se decía una y otra vez que debía seguir soportándolo porque no iba a darse por vencido con él, no cuando le debía mucho más por haberlo hecho pasar por tanto.
Estaba en punto en el que todo estaba mezclándose, no sabía si era porque quería compensarlo o porque en realidad, era capaz de sobrellevarlo por sus sentimientos, pero quería saber qué tan lejos podía llegar por el corazón del chico que le gustaba.
Era su culpa después de todo, que Minho haya tomado una decisión tan drástica era su culpa.
Por otro lado, Minho dejó sus cosas con fuerza sobre el sofá, revolviendo su cabello con frustración ante el cúmulo de sensaciones y pensamientos que no podían abandonar su cabeza debido a Jisung.
¿Por qué lo besó en casa de sus padres? Seguía sin explicárselo, echándole la culpa a la tensión del momento y al hecho de que Jisung estaba viéndolo con esa expresión confundida que odiaba tanto por parecerle lindo. Se sintió como un completo idiota, él mismo estaba involucrando cosas que no debía con Jisung, un chico al que sabía que le gustaba, a un chico al que le estaba rompiendo el corazón a propósito.
Toques en la puerta llamaron su atención, siendo un alivio temporal para sus pensamientos. Se dirigió a ella y la abrió, creyendo por un momento que se trataba de Jisung, como si estuviera esperando que fuera a buscarlo otra vez, pero en su lugar, se encontró con Jeongin.
Inevitablemente, se sintió un poco decepcionado.
—Hola—lo saludó un poco confundido por su visita—No te esperaba aquí.
—Perdón por venir sin avisar—se disculpó rápidamente, sintiendo su corazón latir contra su pecho.
Minho no tenía problemas con que Jeongin estuviera ahí, pero no supo qué hacer ante la inesperada cercanía del menor, no supo como apartarse cuando se vio a sí mismo entre sus brazos, demasiado cerca.
Su respuesta fue automática, llevó ambas manos hacia su cintura y sin darse cuenta, Jeongin ya había alcanzado sus labios sin darle tiempo u oportunidad de preguntar el porqué. Por alguna razón, su cuerpo reaccionó de manera instantánea, respondiendo el beso con fuerza y sin intenciones de apartarse, dejando que Jeongin saboreara también sus labios a su gusto. En un rápido movimiento, puso su mano en la espalda baja del menor y lo atrajo hacia su cuerpo, metiéndolo dentro de su departamento para luego cerrar la puerta con seguro.
Jisung se quedó de pie bajo el umbral de la puerta, sintiendo sus manos sudar junto a una opresión en el pecho que se sintió como un corazón roto. Entró de nuevo a su departamento, ido y mareado. Caminó hacia el baño y se lavó la cara, tratando de borrar cualquier rastro de lágrimas en sus ojos y mejillas, manteniendo la compostura ante la situación.
Inhaló profundamente y exhaló, incapaz de verse así mismo en el espejo, evitando verse a sí mismo para no sentirse avergonzado de sí mismo. Secó sus manos y se dirigió hacia la puerta, pero se detuvo de golpe al sentir náuseas. Pensó en que fue algo que comió o que se trataba de la impresión de ver a Minho y Jeongin entrando al departamento sin dejar de besarse; de igual manera, se acercó al inodoro y vomitó. Sus ojos se cristalizaron y su rostro enrojeció por el esfuerzo, dejándolo con una sensación de vacío que se sintió extraña, pero muy familiar.
Se limpió los labios con el dorso de la mano y antes de tirar la cadena, se dio cuenta de lo que era, sintiendo su cuerpo tensarse por completo.
—Mierda, no otra vez...—susurró con la voz quebrada, molesto y decepcionado de sí mismo y su estúpido corazón.
No era algo nuevo, sabía lo que venía, sabía lo que iba a pasar y temió, temió porque no estaba seguro de sí sería capaz de enfrentarlo una vez mas cuando antes había sido un amargo e insoportable tormento en el que creyó que podría morir.
Estaba enamorado, estaba ridículamente enamorado de Minho, y eso era grave, porque si Minho no podía amarlo de nuevo, ¿qué esperanzas de vivir tenía ahora?
[🌷]
Hola~ feliz Navidad atrasada y feliz año nuevo adelantado❤ espero que les guste y que pasen bonitas fiestas.
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