¿Por qué le haces esto a Jeongin?
Jisung sintió una gran carga abandonar su cuerpo cuando entregó el último examen de la semana, emocionado porque finalmente todo ese estrés iba a desaparecer.
Al salir de su salón de clases, se encontró con Minho esperándolo recostado en la pared, revisando su celular así como solía hacer cuando estaba aburrido. Una sonrisa automática se dibujó en sus labios, sintiéndose como una bonita rutina.
—¡Minho!—lo llamó con alegría, acomodando su mochila para dirigirse hacia él.
Minho guardó rápidamente su celular y le sonrió, guardándose para sí mismo las ganas que tenía en ese momento de abrazarlo con fuerzas y besarlo. Últimamente se había convertido en una necesidad hacerle saber a los demás que había algo entre ellos dos a pesar de que no era algo importante, al menos no para Jisung.
—¿Cómo te fue?—preguntó.
—¿Cómo crees?—respondió con otra pregunta, balanceándose ansioso sobre sus pies debido a la emoción.
—Mmm...—fingió dudar, recibiendo un leve golpe en su hombro por parte del menor. Rio—De seguro te fue muy bien, igual que con los demás exámenes.
—Claro que me fue muy bien—le aseguró.
—Considerando que fui tu tutor durante estos días, es un hecho que obtendrás buenas calificaciones—le dijo con egocentrismo.
—¿Sugieres que tú tienes todo el crédito?—preguntó con falsa indignación.
—No, Jisung, tú eres lo suficientemente inteligente—tocó la punta de su nariz de manera juguetona, haciéndolo arrugarla—Yo solo ayudé un poco.
—Gracias por ayudarme a estudiar, debo compensarte por eso.
—¿Ah, si? ¿Cómo, si se puede saber?—enarcó una ceja de manera sugerente.
Jisung comprendió el doble sentido de su pregunta, mostrándose sorprendido.
—¡No es nada de lo que estás pensando!
—Quisiera saber lo que crees que estoy pensando—dijo de manera divertida, soltando una corta risa al ver sus mejillas sonrojadas.
Por alguna razón, Jisung tenía muchas cosas en mente que no podía decir en voz alta, menos a Minho quien se mostraba bastante curioso y juguetón al respecto. No le daría razones para que lo siguiera molestando, por lo que alejó esos repentinos pensamientos y aclaró su garganta antes de hablar:
—Solo cállate, Lee—apartó la mirada, evitando sus ojos.
Minho sonrió enternecido, despeinó un poco su cabello para llamar su atención y luego sacó de su mochila una pequeña bolsa de papel, extendiéndola hacia él.
—Felicidades por terminar tu primera ronda de exámenes—le dijo—Sé que estas semanas han sido muy cansadas y aunque no es mucho, espero que te guste.
Conmovido, Jisung tomó la bolsa de papel y revisó su contenido. Una corta sonrisa se formó en sus labios al darse cuenta de lo que era, sin saber cómo debía tomar ese detalle tan bonito de su parte.
—Realmente me prestas atención—le dijo sin dejar de sonreír, sacando una pequeña caja transparente con galletas en su interior—¿En donde las conseguiste? Las galletas de cheesecake de frambuesa no son tan fáciles de encontrar, lo sé porque las he buscado.
—Por ahí—respondió sin darle demasiadas explicaciones, no iba a decirle que había ido a diferentes pastelerías hasta encontrarlas.
Hace unos días atrás, mientras estudiaban durante la noche, Jisung había mencionado su obsesión por las galletas, en especial por las de cheesecake de frambuesa mientras se quejaba de lo hambriento que se encontraba en ese momento. Minho creyó que no serían tan difíciles de conseguir hasta que tuvo la intención de comprarlas, dándose cuenta de que no eran muy comunes y de que si quería sorprenderlo, debía esforzarse. Fue un alivio cuando por fin encontró una cafetería muy poco reconocida en la que estaban a la venta y no dudó en comprar algunas para Jisung.
—Si son lo suficientemente buenas me tendrás detrás de ti todo el tiempo para que me consigas más. Es un aviso, Lee Minho—lo señaló con tono de advertencia.
—No tengo problemas con eso—respondió, encogiéndose de hombros.
Mientras más tiempo quisiera pasar con él, mejor.
Momentos después, ambos caminaron hacia la salida de su facultad en dirección a su departamento, de acuerdo con que necesitaban una siesta para reponer las horas de sueño que perdieron durante esos días, pero mientras atravesaban el campus de la Universidad, se encontraron con Félix y Chan que iban hacia la misma dirección, deteniéndose frente a ellos.
—¿También van a casa?—preguntó Félix. Jisung asintió—¿No quieren salir y celebrar que terminamos exámenes?
—Yo no—dijo Minho de inmediato, descartando la idea porque en ese momento sólo quería tener un poco de descanso.
—¿A dónde vamos? Yo si quiero—respondió Jisung con una sonrisa, olvidándose momentáneamente del cansancio que tenía.
Y entonces, Minho también quería ir.
—Si, ¿tienes un lugar en mente?—preguntó Minho, obteniendo la mirada de Chan.
—Creí que no querías—se burló Chan.
—Tú cállate—le dijo casi en voz baja.
—Bueno, Seungmin y Changbin están organizando una fiesta esta noche y dijeron que podíamos ir—explicó Félix.
—¡Me parece genial!—estuvo de acuerdo el castaño, viendo los asentir.
—Vamos a casa, entonces, todavía es temprano y de seguro, Minho se pondrá gruñón si no toma su siesta de la tarde—dijo Chan con diversión, ahora todos dirigiéndose hacia el estacionamiento de la Universidad en dónde estaba estacionado su auto.
Minho evitó darle una respuesta sarcástica a su comentario porque de todas maneras, tenía razón, no tenía como defenderse.
Se quejó en su interior, su oportunidad de dormir con Jisung se esfumó por completo con la presencia de Chan y Félix quienes de seguro, estarían molestando si los vieran en esa situación aunque no estuvieran haciendo nada más que dormir.
Suspiró, esperaría pacientemente por la siguiente oportunidad.
Los cuatro subieron al auto, quedándose Jisung y Minho en los asientos traseros, ajenos a la conversación de Félix y Chan en los asientos delanteros.
—¿Seguro que quieres ir?—preguntó Jisung, moviéndose un poco para estar más cerca y poder hablar.
—Seguro—asintió, tratando de lucir convencido—Es viernes, salir está bien.
—Esta vez estaremos juntos en la fiesta—le comentó en voz baja, escuchándose al fondo la radio encendida y las voces de sus amigos—La última vez te embriagaste porque te dejé solo.
—No voy a tomar esta vez—giró la cabeza un poco para verlo—Estaré consciente de todas mis acciones.
—Mmm... Tendrás que cuidar de mi, entonces—le avisó, viendo hacia el frente—Últimamente estoy pensando en muchas cosas que no quiero y un poco de diversión creo que me haría sentir mejor.
Minho sabía a qué se refería y le dolía saber que Hyunjin seguía siendo la causa de su tristeza, teniendo la pequeña esperanza de que por lo menos, él lo hiciera sentir bien y con más ánimos.
—Voy a cuidar de ti, no te preocupes—respondió en voz baja.
—Lo sé—suspiró, recostándose repentinamente sobre su hombro.
Minho sintió su estómago cosquillear ante tal acción, sus manos apenas se rozaron por la cercanía entre los dos y realmente se odiaba por sentirse tan tímido con algo así. Vio de reojo hacia su hombro y pudo notar que Jisung había cerrado los ojos por un momento, luciendo cómodo y tranquilo en esa posición, por lo que hizo su mayor esfuerzo por no moverse para no hacer que se alejara.
Félix sonrió disimuladamente al verlos a través del retrovisor, esperanzado con que, en algún momento, Jisung pudiera olvidarse de Hyunjin y por fin ser feliz sin esa horrible enfermedad que poco a poco empeoraba. Podía darse cuenta sin dificultad, Minho veía a Jisung de una manera diferente, sus ojos brillaban y su sonrisa era más notoria cada vez que estaba cerca de él y podría asegurar de que habían más sentimientos de por miedo, incluso sentimientos por parte de Jisung que todavía no descubría debido a lo estancado que estaba con su ex novio.
Por su parte, Minho aprovechó ese pequeño momento y se inclinó hacia él, cerró los ojos y sonrió, dejando escapar un leve suspiro con la intención de calmar a su emocionado corazón, olvidándose por completo de que no estaban solos porque en ese instante, solo eran ellos dos.
[🌷]
Minho arrugó la nariz tan pronto puso un pie en el jardín delantero de la casa, el olor a cigarro era bastante fuerte y el sonido de la música sonaba lo suficientemente alto, sin embargo, evitó hacer alguna expresión de disgusto, no quería demostrar la incomodidad que estaba sintiendo en ese momento.
Al entrar, Félix tomó la mano de Chan para hacerse paso entre las personas, que si bien no eran muchas, fácilmente podrían perderse entre ellos. Minho vio de reojo a Jisung quien se mantuvo de pie en la entrada, viéndose un poco inseguro.
—¿No quieres entrar?—le preguntó, acercándose a su oído para que pudiera escucharlo bien—No tienes porqué hacerlo si no quieres.
Jisung se giró a verlo, notando la cercanía.
—Hyunjin está aquí—dijo apenas, todavía sin saber qué hacer.
Minho se alejó y vio hacia el interior, identificando al más alto al fondo hablando con alguien y con Jeongin a su lado mientras sostenía una bebida en la mano.
—Podemos irnos—insistió Minho, haciéndolo a un lado para hablar mejor con él—Vamos donde tú quieras, yo iré contigo.
—No—se negó después de pensarlo unos segundos—No pasa nada—sonrió, escondiendo el nerviosismo en su interior—No puedo huir cada vez que tengamos que encontrarnos en el mismo lugar.
—No es huir, Jisung—lo miró con seriedad—Está bien si quieres evitarlo, no debes soportarlo solo por demostrar algún punto. Cualquier cosa es mejor con tal de que no te sientas incómodo,
Minho estaba preocupado, no quería que los ánimos de Jisung bajaran cuando había estado tan emocionado durante el día, no quería que volviera a sentirse triste solo porque Hyunjin estaba ahí, no lo merecía.
—Eres muy lindo, Minho, ¿lo sabías?—Jisung le sonrió, acariciando su mejilla con ternura. Minho no se movió, todavía procesando sus acciones y palabras—Gracias por preocuparte, pero estoy bien—mintió, alejando su mano—Quisiera aprender a enfrentarlo y huyendo cada vez que lo veo, no creo que sea la mejor forma.
Si que lo es, solo ven conmigo y te enseñaré a hacerlo. Minho pensó, dejando todo eso guardado en su cabeza sin el valor para sugerirlo de nuevo cuando estaba claro que Jisung no quería irse.
—Está bien, cómo tú quieras—asintió Minho sin oponerse más—Pero recuerda...—sin darle algún tipo de aviso, tomó a Jisung de la cintura y lo atrajo hacia su cuerpo, quedando a escasos centímetros de su rostro—Para Hyunjin, tú y yo estamos saliendo—sonrió sin dejar de verlo—Así que debes quedarte conmigo.
—Si...—respondió Jisung, sintiendo su propio corazón latir nervioso contra su pecho ante el toque y la distancia entre ambos—Pensaba hacerlo—le aseguró, hablando muy cerca de sus labios, rodeando su cuello con ambos brazos para seguirle el juego, sonriendo también al darse cuenta de que había logrado tomarlo por sorpresa.
Minho sintió sus mejillas sonrojarse ante su respuesta, tentado a besarlo hasta saciarse ahí mismo sin importar quiénes lo veían.
—Vamos adentro, entonces—sonrió con malicia y lo soltó, dejando su mano reposar en su cintura de manera posesiva.
Jisung no se opuso, al contrario, sonrió también, esta vez sintiéndose menos nervioso y con más seguridad, pensando en que por alguna razón, Minho generaba esa sensación en él.
En el interior de la casa, lo primero que hicieron fue ir en dirección a la sala principal en busca de algo de comer y beber mientras empezaban a entrar en ambiente. Minho se mantuvo alerta, dispuesto a alejar a cualquier persona que quisiera acercarse con otras intenciones, incluso, a alejar a Hyunjin si es que se atrevía si quiera a acercarse a él.
Tal y como lo esperaba, ese tipo de fiestas eran las menos favoritas de Minho, en especial porque muchas de las personas ahí dentro eran de la Universidad y odiaba completamente la manera en la que algunos de sus compañeros murmuraban descaradamente sin dejar de verlo.
—Min, ¿quieres bailar conmigo?—Jisung preguntó en su oído, sacándolo de sus pensamientos.
Bailar, Minho recordaba habar bailado con una chica la última vez que fue a un club, imaginando en el medio de su ebriedad que era Jisung con quien estaba. Ahora, el mismo Jisung estaba pidiéndoselo con esa sonrisa coqueta que tanto le gustaba. ¿Y si se equivocaba y terminaba haciendo el ridículo? Ciertamente moriría de la vergüenza y eso era algo por lo que no quería pasar.
—¿Y si buscamos a Chan y Félix?—sugirió, viendo el ceño levemente fruncido del castaño ante la evasión de su propuesta.
—Solo dime que no quieres bailar conmigo.
—¡Si quiero!—se apresuró a decir, tomando su muñeca antes de arrepentirse y de que Jisung se fuera.
Satisfecho, Jisung sonrió ampliamente. Agarró su vaso de bebida y camino justo detrás del mayor, haciéndose paso entre las personas hasta encontrar un buen lugar para estar. Las luces estaban bajas y los destellos de colores predominaban, generando un efecto diferente, dándoles cierta privacidad en el medio de los demás.
Con mucha valentía, Jisung giró sobre sus pies y se pegó a Minho, dejándose llevar por el momento sin poder negar que necesitaba ese tipo de contacto. Un poco sorprendido, Minho no dejó ir esa oportunidad, posicionando ambas manos en sus caderas para pegarlo a su cuerpo, suponiendo que eso era lo que Jisung estaba buscando.
Jisung rio en voz baja, dejando de lado cualquier indicio de sentirse apenado por lo que estaba haciendo, dándole un último trago a su bebida antes de iniciar a moverse de manera descarada al ritmo de la música. Sintió el fuerte agarre de Minho en su cuerpo, como si no quisiera dejarlo ir, sintiendo su lenta respiración en su nuca.
A lo lejos, Jisung logró identificar una pesada mirada sobre él, dándose cuenta a través de las luces de colores que era Hyunjin quién no dejaba de verlo. Al principio se sintió nervioso, pero viendo la situación en la que estaba, decidió aprovecharlo a su favor. Con egocentrismo le dio una sonrisa coqueta, girando un poco la cabeza hacia su hombro, quedando a escasos centímetros del rostro de Minho.
Siéndole difícil negarse, Minho cortó la distancia entre los dos, iniciando un beso que parecía ser demasiado desordenado y lleno de deseo. Jisung sonrió en el medio del beso, sabiendo perfectamente que Minho no iba a negarse y que Hyunjin seguía viéndolo. Al separarse, Jisung se encontró de nuevo con la mirada de su ex novio, más no podía descifrar realmente qué significaba.
Minho sintió su corazón latir con fuerza contra su pecho, que le haya insinuado besarse y que le haya correspondido fue inesperado tomando en cuenta la cantidad de personas a su alrededor.
En un rápido movimiento, Minho logró darle la vuelta a Jisung hasta tenerlo de frente, viéndolo a los ojos con cierta necesidad, casi pidiéndole permiso con la mirada para besarlo nuevamente.
—¿Quieres besarme otra vez?—Jisung preguntó con diversión al darse cuenta de lo que estaba pasando.
Con un poco de disimulo, Jisung vio sobre su hombro para asegurarse de que Hyunjin estuviera ahí, todavía viéndolo para seguir adelante con sus acciones. Minho vio hacia su misma dirección, identificando a Hyunjin también viendo directamente a Jisung, cayendo en cuenta ahora de las razones por las cuales dejó que lo besara a la vista de todos.
Una fea sensación de decepción se instaló en su pecho de manera molesta, sin embargo, no quería alejar a Jisung en ese momento, decidiendo finalmente seguirle el juego a pesar de lo dolido que se estaba sintiendo.
Con delicadeza, Minho tomó el mentón de Jisung con sus dedos y lo hizo girarse hacia él, dándole a entender que dejara de ver a Hyunjin porque él también existía y estaba justo ahí.
Se acercó a su rostro y volvió a besarlo, esta vez con más lentitud y profundidad; puso su mano en su espalda baja y la otra la dejó en su mejilla, evitando de cualquier manera que volviera a ver a su estúpido ex novio, deseando fuertemente ser el único para Jisung.
Para Jisung era imposible no perderse en los besos de Minho, siempre había algo inexplicable en la manera tan dulce y pasional en la que lo besaba, pareciendo tan inocente como también lujurioso, confundiéndolo grandemente. Por un momento olvidó por completo en donde estaba, dejando escapar un suave gemido que desapareció en los labios contrarios, otra vez, cayendo en el deseo.
—Min...—Jisung rompió el beso por la falta de aire, se mantuvo quieto sin dejar de verlo a los ojos con una chispa de complicidad a la que Minho reaccionó de inmediato.
Minho asintió y tomó su mano sin pensarlo, llevándoselo de ahí hacia el segundo piso de la casa, metiéndose a ambos en la primera habitación disponible. Al cerrar la puerta y encender la luz, se dieron cuenta de que habían llegado hasta el baño, siendo suficiente para ambos tener privacidad.
Jisung fue el primero en tener la iniciativa, rodeando el cuello de Minho con sus brazos para iniciar a besarlo, ejerciendo un poco de presión contra su cuerpo para rozar su pene semi erecto, buscando satisfacerse de cualquier manera.
Minho no supo controlarse a sí mismo cuando sus lenguas se hicieron presente en el beso, dejando atrás cualquier tipo de cuidado con tal de poder sentirse más de lo que normalmente hacían. Gimió sobre la boca de Jisung cuando sintió su traviesa mano bajar hasta su entre pierna, siendo la primera vez que se atrevía a tocarlo de esa manera, cada vez más preso de su propio placer. Al sentirse completamente duro, su pantalón empezó a ser un gran obstáculo, sintiendo sus manos picar por tocar de la misma manera al menor que seguía presionando su pene sobre la ropa.
—Jisung, ¿qué tan ebrio estás?—preguntó Minho, rompiendo el beso de manera repentina.
—No lo estoy—aseguró con la respiración agitada y los labios hinchados—Un vaso no es suficiente para ponerme ebrio—rio suavemente.
Seguro de que Jisung estaba consciente, asintió y lo cargó hacia el lavabo, haciéndolo tomar asiento en un espacio libre para estar cómodo entre sus piernas. Jisung se sorprendió al principio, más no se quejó, manteniéndose a la expectativa de lo que iba a suceder.
Antes de arrepentirse, Minho subió la camisa de Jisung, dejando su torso expuesto ante sus ojos. Jisung tuvo la intención de cubrirse, pero en su lugar, un jadeo escapó de su garganta al sentir la humedad de la lengua de Minho sobre su pezón izquierdo, generando un cosquilleo en todo su cuerpo que se acumuló en su vientre. Hizo su cabeza hacia atrás mientras sus dedos se enredaban en su cabello naranja, presionándolo contra su área sensible. Mordió su labio inferior sin poder soportar la estimulación en sus pezones, moviendo sus caderas de manera inconsciente en busca de atención.
Minho estaba inmerso en la suavidad de su piel, tocándolo y probándolo, encantado con la sensación que eso le generaba. Subió sus besos hacia su cuello, dejando cortos besos y suaves lamidas a las que a Jisung respondió con más gemidos suaves, dándole la señal de que lo estaba disfrutando.
Por un momento olvidaron en donde se encontraban, disfrutando de las caricias hasta que varios toques en la puerta los hizo reaccionar. Minho se apartó de Jisung y acomodó su camisa, ayudándolo a bajar del mueble; por su parte, Minho sintió como toda la excitación bajó de inmediato, peinó su cabello con sus dedos y trató de lucir como si nada.
Más toques sonaron y Jisung no podía con la vergüenza, solo quería salir de ahí sin ser visto, pero eso sería imposible porque ya estaba alguien afuera esperando por que salieran.
—Tú solo vete, yo me encargo—murmuró Minho. Jisung asintió.
Minho abrió la puerta y se encontró con un Seungmin, uno de los organizadores de la fiesta a quien había visto algunas veces en la Universidad, parado al otro lado la puerta, luciendo un poco molesto y con los brazos cruzados.
—¿Qué hacen ustedes dos en el baño?—preguntó, viéndolos.
—Uhm, yo debo irme—dijo Jisung en voz baja, saliendo rápidamente del baño para desaparecer en el pasillo antes de que Seungmin siguiera haciendo preguntas.
—Hay invitados quejándose de que quieren entrar al baño desde hace un rato—lo vio un poco molesto—Sabes, hay muchas habitaciones aquí, no esperaba que usaran el baño para eso.
—Lo siento, yo no me di cuenta hasta que estuvimos aquí adentro y ya sabes, no pude detenerme—dijo apenado, sintiendo sus mejillas calentarse al verse a sí mismo siendo regañado por alguien menor que él.
—Bueno, está bien, no me digas más—hizo una mueca—Solo sal de aquí y a la próxima asegúrate de donde estás.
Minho estuvo a punto de huir de ahí cuando sintió un horrible revoltijo en su estómago junto a un nudo en la garganta que lo hizo sentir débil en cuestión de segundos. Seungmin cerró la puerta con seguro y lo ayudó a llegar al inodoro, dándole su espacio.
La sensación fue horrible, Minho sintió el ardor en su garganta y los ojos lagrimear con cada arcada hasta vomitar, viendo con odio como varios pétalos de rosas seguían saliendo de su boca.
—Mierda—susurró el menor, evitando acercarse y ser una molestia, sin embargo, quería ayudar.
Minho limpió las lágrimas de sus ojos cuando terminó, el sentimiento de vergüenza era aún más grande y las ganas de irse eran notorias. Seungmin se quedó quieto en su lugar sin saber qué decirle o incluso hacia donde ver.
—Estoy bien—dijo sin mirarlo, tratando de recomponerse—No es nada.
—Hay sangre ahí—murmuró—No estás bien.
—Como sea—se sentó a un lado del inodoro después de tirar la cadena, pretendiendo que no estaba preocupado al respecto.
—¿Necesitas ayuda con algo?—preguntó con timidez—Tal vez necesites ir al médico.
—No es necesario—se negó, poniéndose de pie—Estaré bien.
—Sé que no me conoces, pero hace un tiempo pasé por lo mismo también con mi mejor amigo y obtener ayuda no es tan malo.
Minho elevó la mirada hacia el pelinegro, curioso por lo que estaba diciéndole tan de repente cuando ni siquiera se conocían.
—Fue doloroso, él empezó a salir con alguien más así que tuve que sacarme esas ideas de la cabeza o sino, iba a terminar muy mal—siguió hablando, recordando esa dura etapa de su vida a la que jamás quisiera regresar.
—¿Cómo lo hiciste?—preguntó en voz baja.
—Me enamoré de alguien más—dijo con una sonrisa—Fue difícil al principio, pero él se mantuvo bastante persistente.
—Entonces, ¿si es posible? Conquistar a alguien que está enamorado.
—Si lo es—asintió—Puedo decirte que toma algo de tiempo, pero es posible.
Minho lo sabía, pero poder confirmarlo era mucho más alentador, siendo una motivación para seguir adelante a pesar de que su estado estaba empeorando más rápido de lo que creyó.
—Es la primera vez que me enamoro—confesó, dejando escapar un suspiro—Quiero ser persistente, pero parece no ver las señales que le doy y me hace sentir como si todo mi esfuerzo fuera en vano.
—Es normal... ¿Es del chico con el que estabas?—Minho asintió—Bueno, parece que llevar esa relación que tienen tampoco es la mejor idea, menos cuando uno de los dos está enamorado.
—Lo sé—estuvo de acuerdo, sabía que solo terminaría por arruinar la amistad que tenían, pero se le hacía muy difícil evitarlo.
—No soy quien para decirte qué hacer, pero espero que todo vaya bien con ustedes. Solo no te rindas—le sonrió amablemente, caminando hacia la puerta del baño para poder salir—Me llamo Seungmin, por cierto.
—Y yo Minho—le sonrió cortamente.
—Vete de aquí, Minho, ya invadiste el baño suficiente tiempo—rio, saliendo finalmente, esta vez dejándolo solo.
Minho suspiró nuevamente, viéndose en el espejo con cierto desánimo. Lavó su rostro para sentirse más despierto y salió también del baño, moviéndose entre las personas en busca de Jisung para salir de esa fiesta, ahora sólo deseaba tener una noche tranquila.
[🌷]
Al salir del baño, Jisung corrió escaleras abajo con las mejillas sonrojadas y el corazón latiendo rápido. Una pequeña risa se escapó de sus labios cuando por fin logró llegar a la cocina. La música no se escuchaba tan fuerte y no había nadie cerca, siendo el lugar perfecto para relajarse y procesar todo lo que acababa de pasar entre él y Minho.
Su estómago cosquilleó con el recuerdo y no pudo evitar esbozar una corta sonrisa, apoyándose contra el mueble de la cocina.
—Pensé que ya te habías ido.
Jisung se dio la vuelta rápidamente al escuchar su voz, rodó los ojos con irritación y empezó a caminar, dispuesto a irse.
—No te vayas—alcanzó su mano, deteniéndolo.
—Suéltame—respondió de inmediato, apartándose de su agarre—¿Ahora qué quieres? La última vez terminamos en el medio de un malentendido con Jeongin y no quiero que eso pase otra vez.
—No va a pasar—bufó el mayor, manteniendo la distancia entre los dos porque ya no quería hacerlo enojar—Solo vine por algo de beber y de casualidad estás aquí.
—Bueno, sigo sin entender porqué me detuviste, entonces—se cruzó de brazos.
—¿Quieres que te sirva algo a ti?—preguntó, vertiendo un poco de alcohol dentro de un vaso.
—No.
—Antes eras más divertido, ¿es que acaso Minho te tiene así de amargado?—se burló—No me sorprendería, parece que es bastante aburrido.
—No sabes de lo que hablas—frunció el ceño, relajando su expresión segundos después al darse cuenta de que ya estaba ebrio y por esa razón, estaba diciendo estupideces.
—No creas que no me di cuenta—le dio un sorbo a su vaso antes de seguir hablando—Todo ese espectáculo tuyo lo hiciste porque sabías que estaba viéndote.
—¡No es cierto!—se ofendió, nervioso porque había sido descubierto—Estoy saliendo con Minho, es obvio que íbamos a estar así.
—¿Sabes lo que no es obvio, Jisung? Que me veas con esa sonrisa egocéntrica mientras lo haces—lo expuso, luciendo tranquilo a comparación de Jisung que se veía cada vez menos seguro—¿Es que acaso quieres darme celos?
—¿Por qué querría algo así? No me importas, Hyunjin.
—Claro—rio por lo bajo—Diré que te creo.
Jisung sintió sus ojos cristalizarse, desesperado por la expresión burlona en el rostro de Hyunjin. Odiaba tanto que tuviera razón, odiaba no poder defenderse sin terminar viéndose como alguien débil.
—¿Qué haces aquí de todas formas?
—Seungmin es el mejor amigo de Jeongin, no podía perderme esta fiesta—explicó cortamente—¿O qué? ¿Piensas que estoy siguiéndote o algo así?—volvió a reír, esta vez dando unos pasos hacia él.
—Vete a la mierda, Hyunjin—escupió enojado.
—Tengo el presentimiento de que todavía me quieres—le dijo en voz alta y con el semblante serio—Estás escudándote en Minho, pero tú y yo sabemos que todavía sientes algo por mí, ¿no es así?—Jisung no supo que responder y Hyunjin sonrió ante su silencio—Por eso fuiste a ese bar cuando te pedí que lo hicieras... Por eso sigues aquí, hablando conmigo a pesar de que Minho anda por ahí, de seguro buscándote.
—¿Por qué le haces esto a Jeongin?—su voz se quebró tan pronto empezó a hablar—¿Qué es lo que buscas conmigo, entonces? ¿Solo quieres molestarme?
—Solo quiero asegurarme de que estás mejor sin mi, que no me extrañas y que todo tu mundo dejé de ser yo.
—¡Me fuiste infiel con Jeongin, Hyunjin!—soltó con enojo y tristeza—¡Si eso querías no sé por qué me sigues haciendo todo esto!
—Pero no estoy haciendo nada—se acercó un poco más hasta estar lo suficientemente cerca de él—Deja de llorar—con su pulgar limpió las lágrimas que estaban mojando sus mejillas.
Jisung apartó el rostro y no dejó que lo siguiera tocando, dando un paso más hacia atrás hasta que su espalda chocó con el borde del mueble de la cocina.
—Estás confundiéndome—susurró—Por favor, déjame en paz—le pidió, sonando como una súplica—Sigue siendo difícil para mi y odio tener que verte tan seguido, quisiera que desaparecieras de mi vida completamente, pero al mismo tiempo, no sé si podría vivir sin verte al menos una vez más.
Hyunjin sintió una opresión en el pecho al escucharlo tan triste. ¿Qué estaba haciendo?
Sintiéndose culpable, se alejó, notando con claridad la cantidad de lágrimas que estaban en las mejillas del castaño, notando con claridad sus ojos cristalizados y su nariz roja por haber llorado.
¿Qué estoy haciendo?, se dijo a sí mismo, incapaz de hacer algo que pudiera calmar su tristeza.
Ante el silencio de Hyunjin, Jisung agachó la mirada y salió a paso rápido de la cocina sin verlo otra vez, totalmente avergonzado de su comportamiento tan ridículo.
Por otro lado, Jeongin mordió una vez más con fuerza su labio inferior con tal de no hacer ningún tipo de ruido que lo delatara. Quería convencerse de que lo que había escuchado, no era cierto, quería convencerse de que Hyunjin nunca le haría algo así, sin embargo, ¿cómo haría eso si él mismo lo había escuchado?
Por primera vez, Jeongin sintió su corazón romperse.
[🌷]
Holi, perdón por la tardanza, la vida adulta me tiene ocupadita. Espero que les guste :3
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