No me digas que te gusta
Jisung no creyó que el cambio de la escuela a la Universidad fuera así de drástico. No ignoraba el hecho de que sería un gran cambio, pero estaba enormemente sorprendido.
Durante todos sus años de escuela, nunca un profesor le había gritado tanto, menos frente a otros estudiantes para humillarlo, y con esa experiencia con el profesor Choi, supo que ese tipo de cosas si pasaban y que tal vez, no sería la última vez.
Debía vivir con ello, vivir con el hecho de que todos los días vería al mismo profesor. Era ciertamente vergonzoso, pero no iba a dejar que eso lo intimidara porque después de todo, no tenía otra opción.
Mientras veía a Minho alejarse, no pudo evitar no sentirse conmovido por la manera en la que lo defendió, habían muchas personas a su alrededor y ninguna dijo nada, ni siquiera él mismo supo como defenderse, sin embargo, que Minho haya intervenido lo hizo sentir aliviado.
Intentó ser amable y agradecerle por su acción invitándolo a comer, pero al ver su actitud, supo también que no serían amigos. Fue decepcionante, a decir verdad, porque al ser su primer día de Universidad creyó que podría fácilmente hacer amigos, y Minho parecía ser una buena opción, quitando el hecho de que prácticamente lo tiró en la mañana.
Vio sus manos y todavía estaban un poco rojas debido a eso, más no parecía ser grave, en el transcurso del día posiblemente iría desapareciendo.
Definitivamente, la Universidad no iba a ser sencilla.
[🌷]
Luego de un largo día, Minho por fin llegó a su departamento, dejó su mochila a un lado de la puerta y se recostó sobre el sofá, totalmente cansado y con hambre. Tuvo la idea de levantarse y cocinar algo para cenar, pero su pereza era mucho más grande, así que decidió mantenerse en esa posición hasta que realmente se sintiera hambriento.
Cerró los ojos por un momento, y cuando creyó que por fin podría descansar tranquilamente, escuchó molestos ruidos afuera de su departamento, voces y risas que sonaban demasiado fuerte. Se quejó mientras cerraba con fuerza los ojos en un intento de por lo menos obtener una siesta, pero los fuertes sonidos en el pasillo seguían distrayéndolo.
Suspiró molesto y se dirigió hacia la puerta, dispuesto a decirles que guardaran silencio, o que por lo menos hicieran ruido en otro lado que no fuera frente a su puerta. Más no esperaba encontrarse con un chico cargando cajas hacia el interior del departamento de enfrente, siendo esa la clara razón del escándalo.
—¡Hola! Somos nuevos con mi mejor amigo, ¿estamos haciendo mucho ruido?
—Bueno... Si, mucho—asintió Minho desde la puerta.
—¡Lo siento! Trataremos de ser silenciosos—dijo en voz baja, dándole una amplia sonrisa.
Minho iba a responder,pero fue interrumpido cuando escuchó la voz de su compañero de piso saliendo del departamento de enfrente. ¿Qué hacía Chan ahí?
—¿Qué haces ahí parado, Minho? Sé amable y ayudemos a nuestros nuevos vecinos—señaló en tono de regaño, más no era en serio.
—¿Tú qué haces ahí dentro?
Chan se encogió de hombros evitando dar una respuesta y levantó otras de las cajas que estaban apiladas afuera, acomodándolas junto a las demás que ya había metido.
—¿Se conocen?
—Es mi compañero de piso—suspiró, recargándose en el marco de la puerta mientras negaba con la cabeza, casi seguro de que esa amabilidad era porque quería impresionar al chico—En todo caso, creo que con Chan es suficiente ayuda, así que regresaré adentro y espero que esta vez me dejen descansar—sonrió cortamente con falsa amabilidad, se dio la vuelta y regresó al interior de su departamento, pero antes de cerrado hubo algo que llamó su atención, haciéndolo quedarse.
—Vamos Félix, no le dejes todo el trabajo, mueve algunas cosas tú también.
Minho conocía esa voz.
—Estás celoso porque se ofreció a ayudarme.
—No me digas que te gusta.
—¿Eso sería algo malo? Me gusta solo para besarlo, es muy guapo—sonrió con picardía, pendiente de que Chan no estuviera cerca, escuchándolos—Sentir atracción no es algo malo.
—No, claro que no—estuvo de acuerdo—Pero ya sabes lo delicado que se pone todo cuando hay atracción de por medio porque-
—Si, Jisung, lo sé—suspiró Félix—Porque después de la atracción, puede venir el amor y cuando hay amor, puede haber una decepción y después ya no hay vuelta atrás—terminó la oración, viendo a su mejor amigo asentir.
Jisung.
Minho se mantuvo quieto en su lugar, espiando desde el espacio que quedaba de la puerta sin cerrar totalmente. Estaba escuchando conversaciones ajenas, lo sabía, pero no pudo evitar quedarse al escuchar de nuevo a Jisung, y la curiosidad de verlo fue algo que no pudo evitar, casi como si necesitara confirmar que era él.
Y si, era el mismo Jisung que conoció en la mañana.
—Solo llévalo con calma, ¿está bien?—aconsejó Jisung.
—Está bien—respondió Félix con un puchero—Silencio, ahí viene—lo empujó levemente, dándole a entender que se moviera.
Jisung asintió y fingió ordenar algunas cosas, levantando después las últimas cajas que debían ir dentro del departamento mientras Chan y Félix hablaban nerviosamente en voz baja. Minho cerró la puerta suavemente cuando ya no lo vio en el pasillo, sintiéndose ligeramente extraño, y definitivamente odiaba esa sensación que no podía manejar, principalmente porque no sabía exactamente qué era lo que estaba sintiendo.
Ignoró completamente cualquier cosa que lo hiciera dudar y regresó al sofá, suspiró sonoramente y tapó su rostro con su antebrazo, otra vez dispuesto a tomar una siesta que sería de mucha ayuda para sus dudas y su cansancio, solo necesitaba descansar un momento, al despertar se sentiría mejor y Jisung pasaría a ser un tema totalmente olvidado.
Pero de nuevo, fue interrumpido.
Lloriqueó, se quejó en voz baja y se levantó molesto, de seguro era Chan esta vez. Abrió la puerta bruscamente, dispuesto a regañar a su compañero de piso por no utilizar sus llaves para entrar, pero se detuvo en seco cuando vio a la persona al otro lado.
No era Chan.
—¡Minho!—Jisung sonrió ampliamente con evidente alegría cuando vio al pelinaranja en el interior del departamento—¿Vives aquí? Chan no me dijo que tú eras su compañero. Aunque claro, no tendría motivos para hacerlo porque no sabe que ya nos vimos en la mañana—entrecerró los ojos, hablando para sí mismo.
Minho simplemente asintió en silencio, viéndolo, todavía sin saber cómo hacer una acción tan sencilla como lo era el saludar. Estaba en blanco.
Reacciona, idiota.
—¡Eso es genial! Somos vecinos ahora, ¿no es mucha casualidad?
—Supongo...—era raro, lo conoció esa misma mañana y ahora eran vecinos, ¿cuáles eran las posibilidades?—¿Necesitas ayuda con algunas cajas o algo así?
—No realmente—negó con la cabeza—Chan me dijo que te avisara que estará en nuestro departamento un rato, pero en realidad creo que solo quería que me fuera para dejarlos solos con mi mejor amigo—rió un poco apenado—Creo que fue algo así como atracción a primera vista.
—Entiendo—asintió, desviando la mirada hacia todos lados para disimular el hecho de que no podía estar todo el rato viéndolo sin parar.
—Entonces... ¿Puedo hacerte compañía un rato?—preguntó tímido ante su corta respuesta, balanceándose levemente debido a la vergüenza que empezó a sentir—Ya sabes, mientras tanto.
Jisung sabía que estaba siendo demasiado atrevido, no conocía a Minho y tampoco sabía cómo podría tomarlo, se sentía como si estuviera invadiendo su privacidad, y entonces ya no se sentía como una buena idea. Su vergüenza aumentó cuando no obtuvo respuesta de su parte, por lo que tuvo que cambiar el plan:
—Creo que mejor iré a la heladería que está al otro lado de la calle—sonrió nervioso, el silencio de Minho decía mucho y claro que lo entendía—Uhm, nos vemos—se despidió y se dio la vuelta rápidamente, regañándose a sí mismo por su imprudencia con las personas, pero a veces no podía evitarlo, por alguna razón, Minho llamaba su atención en el sentido que le parecía alguien interesante, quería conocerlo un poco más, solo que sus métodos eran demasiado intensos, se tomaba cierta confianza que no tenía.
Cuando lo vio dar la vuelta en el pasillo, Minho pudo reaccionar. Sin saber exactamente la razón de su comportamiento, corrió hacia su habitación y se cambió de ropa, poniéndose algo un poco más cómodo y casual, terminó de poner sus zapatos y guardó su billetera en su bolsillo antes de salir del departamento.
Mientras bajaba las escaleras del edificio se detuvo de golpe y analizó lo que estaba haciendo.
¿Por qué estoy yendo?
En silencio, subió de nuevo los escalones para regresar a su departamento, pero se detuvo nuevamente.
Solo es hacerle compañía, será mi vecino de todas formas.
Con ese último pensamiento, convenciéndose de que era solamente eso, bajó nuevamente hasta llegar a la recepción de su edificio. Ignorando completamente su propia conciencia, caminó hacia el otro lado de la calle y entró a la heladería. Inspeccionó el lugar con la mirada hasta que vio la cabellera castaña de Jisung, comiéndose un helado él solo en una de las mesas, viendo hacia el exterior con demasiada concentración.
Sin pedirle permiso tomó asiento en la silla vacía que estaba frente a él. Naturalmente, Jisung se sobresaltó levemente al notar su repentina presencia, más no se quejó.
—Nunca vine a esta heladería desde que vivo aquí—dijo Minho para romper el silencio.
Jisung sonrió.
—Ahora que me mudé, creo que vendré más seguido—comentó Jisung, dándole un bocado a su helado de mandarina—¿Por qué vienes hasta hoy?
Minho se encogió de hombros sin tener una clara respuesta aunque era demasiado obvio, odiaba actuar en contra de sí mismo porque en situaciones así no sabía qué decir.
Era realmente vergonzoso para sus veintiún años.
—¿Quieres probar?—Jisung le ofreció de su helado, pero Minho negó de inmediato—Creo que estoy siendo molesto, ¿no es así?—hizo un puchero involuntario, removiendo la cuchara distraídamente—Me lo han dicho antes, a veces no sé cuándo dejar de actuar así.
—Deja de hacer eso.
—¿De qué hablas?—Jisung lo miró confundido, ladeando un poco la cabeza—¿Quieres que me quede en silencio? Puedo hacerlo, pero no puedo prometer que pueda mantenerme así—rió cortamente.
Minho negó.
—Eso que haces con tu boca.
Sin notarlo, Minho empezó a sonrojarse. ¿Por qué esa pequeña acción se veía tierna? Más importante aún, ¿por qué le estaba prestando tanta atención?
Muchas veces vio a Chan haciendo lo mismo, lo hacía seguido cuando empezaba con sus manipulaciones o cuando algo no me agradaba, pero la verdad es que nunca generó absolutamente nada en él.
Pero Jisung no era Chan.
—Lo siento—se disculpó en voz baja y siguió comiendo de su helado, volviendo a su animada actitud minutos después mientras Minho solo estaba en silencio, viendo hacia todos lados menos a él.
Los siguientes veinte minutos transcurrieron en silencio por parte de Minho, asintiendo o negando cuando Jisung hacía alguna pregunta, su mente se alejaba por momentos cuando se detenía a sobre pensar las cosas que le estaba diciendo hasta que segundos después, volvía en sí, por lo que no entendía completamente de lo que hablaba.
¿Cómo es que podía seguir hablando si no le estaba siguiendo la conversación?
—Entonces, Félix y yo nos hicimos amigos por esa tontería—rió, terminando su helado.
Minho solo asintió.
—¿Y tú? ¿Chan es tu mejor amigo?
—No, somos compañeros de piso nada más—respondió vagamente, jugueteando con una servilleta—Solo un conocido muy cercano, ¿un amigo tal vez?
—Pero, ¿si tienes un mejor amigo, cierto?—lo miró con interés, esperando su respuesta.
—Ya no—respondió sin más.
Por su expresión, Jisung supo que no debía seguir preguntando al respecto. Sintió curiosidad, pero sabía que debía de tener límites en cuanto a la vida personal de los demás.
—¿Crees que pueda regresar a mi departamento ya?—cambió de tema. Minho levantó la mirada—No es que quiera irme, pero debo organizar mis cosas y se está haciendo un poco tarde—miró la hora en su celular.
—No lo sé, intentaré llamar a Chan.
Sin dejarlo decir algo más, Jisung vio a Minho levantarse y luego salir de la heladería para hacer la llamada. Recargó el mentón sobre su mano sin dejar de verlo, observando cada uno de sus gestos mientras estaba al teléfono. Suspiró, Minho ahora sería su vecino y con todo lo sucedido en la mañana, no podía evitar pensar en que era obra del destino que se conocieran.
Jisung siempre creyó en que la vida le daba señales con cada una de sus acciones, las experiencias que tuvo le enseñaron que no podía ignorar esas pequeñas cosas que alteraban su rutina.
Después de un tiempo, por fin algo diferente pasó otra vez.
—Chan dijo que eres libre de regresar—sonrió a medias hacia el menor, tomando asiento al finalizar la llamada.
—Es un alivio, necesito descansar.
—Tú... ¿Tuviste un buen día?—vaciló un poco antes de preguntar, pero al recordar nuevamente lo sucedido, sintió la necesidad de saber sobre cómo se sentía al respecto.
Siempre estuvo consciente de que su personalidad causaba que las personas se alejaran, incluso sus compañeros se negaban a hacer equipo de trabajo con él porque lo consideraban extraño y egocéntrico; tal vez decirles "no te enamores de mi" no era la mejor frase cuando conocía a alguien, pero Minho necesitaba poner esa clase de límites para sentirse más tranquilo.
Esa solo era su fachada, él mismo estaba consciente de que no era un monstruo egocéntrico y frío como todos creían, muy en el fondo, deseaba poder demostrar sus verdaderas emociones, pero negarse a eso era más sencillo. Simplemente no quería salir lastimado y no quería lastimar a nadie.
—Luego de lo que pasó, si—respondió Jisung—No fue el mejor primer día de clases, pero estoy emocionado por los siguientes. Creo que me irá mucho mejor mañana.
—Espero que si—lo vio sonreír. Dudoso, siguió hablando:—Si necesitas algo... Puedes buscarme, estaremos en el mismo edificio de todas formas.
—¿En serio?—su sonrisa se ensanchó con emoción.
Minho asintió, sonriendo cortamente ante la emoción del castaño. ¿Por qué se estaba emocionando de esa forma? No es como si fueran a ser amigos, solo serían compañeros, colegas de Universidad y vecinos, no eran necesarios títulos más grandes o importantes.
Sin embargo, para sus adentros, algo le decía que había cometido un error. Un error del que en algún momento, se iba a arrepentir.
O tal vez no.
[🌷]
Ojalá les guste🫶 gracias por los comentarios y votos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro