No fue una cita
Félix entrecerró los ojos hacía Minho quien lo veía un poco asustado debido a la manera en la que lo analizaba.
¿Es que acaso había cometido algún error o algo así? No le gustaba sentirse en esa posición.
—Entonces, ¿le pediste a Chan mi número para hablar conmigo sobre Jisung porque te dio pena preguntarle a Jisung?
—Pedírselo a Chan fue más sencillo—se encogió de hombros, tratando de lucir indiferente.
—Ajá—no le dijo nada más, supo de inmediato que no quería que Jisung pensara algo más con pedir su número de teléfono—¿De qué quieres hablar?—se sentó en una de las sillas del comedor, indicándole a Minho que hiciera lo mismo.
—Quiero saber qué cosas le gustan a él… Algo así como sus actividades favoritas—le dijo directamente sin rodeos.
—¿Por qué quieres saberlo?—enarcó una ceja mientras sonreía con picardía—¿Te gusta Sunggie?
—No—respondió de inmediato, acomodándose mejor sobre la silla. Aclaró su garganta y apartó la mirada—Solo quiero saberlo porque no soy muy bueno acercándome a las personas y Jisung me agrada… Pero no sé cómo acercarme más—decidió mentir a medias. Es cierto que quería acercarse, pero ayudarlo a mejorar era también parte de eso. No quería decirle a Félix que esa era su razón principal—Soy tímido y no puedo preguntarle directamente.
Félix se sorprendió antes su confesión, no habría creído que Minho fuera así, es decir, no parecía serlo porque tenía esa típica imagen de alguien social, en especial porque era un chico atractivo y probablemente muchas personas se le acercaban. Aunque de igual forma, no lo conocía así que era bastante probable que fuera alguien tímido.
—Está bien—asintió comprensivo.
—Entonces… ¿Qué le gusta?
—A decir verdad, Jisung es bastante fácil de sorprender—dijo pensativo, buscando algo en específico, pero en verdad, Jisung estaba feliz con cualquier cosa—Le gustan las películas, los helados, las cafeterías, salir de viaje, le gusta estar en casa, estar con su familia, los animales… Supongo que son cosas normales, nada especial.
—Tienes razón—asintió pensativo—No parece ser tan complicado.
—Realmente no lo es—estuvo de acuerdo—Eso sí, odia mucho los lugares calurosos y le teme a las alturas—agregó—También es muy llorón.
Minho sonrió levemente mientras veía sus manos sobre la mesa. Escuchar sobre Jisung viniendo de otra persona le resultaba ciertamente tierno, es decir, Jisung era alguien bastante expresivo hasta donde lo conocía, alguien muy sonriente, hablador y directo, por lo cual no le sorprendería que todos tuvieran una imagen detallada de él.
—Entiendo—dijo en voz baja, guardando silencio durante unos segundos antes de atreverse a preguntar algo que estuvo en su mente durante varios días—¿Qué pasó con Hyunjin?—preguntó de repente, cambiando el tema por completo.
Sentía curiosidad por la manera en la que Jisung sufría tanto por alguien así. ¿Por qué Hyunjin era tan especial? Lo vio un par de veces y no veía nada bueno en él.
—Ah… Hyunjin—Félix suspiró, sobando sus sienes—Estuvieron juntos bastante tiempo, parecían muy enamorados a decir verdad. Hyunjin era muy detallista, atento y cariñoso, no dudo en que realmente lo quiso en algún momento de su relación. Me cayó muy bien en ese entonces porque hacía muy feliz a Jisung
—Pero lo engañó—interrumpió, confundido con lo que estaba escuchando porque no tenía sentido entonces lo que le hizo a Jisung si era tan maravilloso como decía—Lo engañó cuando se supone que estaban enamorados.
—Lo sé, me enteré hace poco que por eso Hyunjin lo terminó—rió sin gracia, sintiéndose un poco molesto—No le creí cuando me lo dijo, pero algo dentro de mi ya lo sabía, solo que no quería decírselo a Jisung porque estaba muy ilusionado y la ruptura lo hundió muchísimo, no quería darle esas ideas porque habría sido mucho peor. Hyunjin fue si primer amor, su primer novio... Ya sabes como funciona eso.
No realmente.
—Y ahora está enfermo—susurró para sí mismo, sin embargo, Félix alcanzó a escucharlo.
—¿Ya lo sabes?—le preguntó, frunciendo el ceño levemente porque Jisung pocas veces hablaba de sus preocupaciones, en especial algo como eso que para él era bastante delicado.
—Me di cuenta por accidente—explicó cortamente, recordando ese día en el que Jisung estaba llorando por Hyunjin mientras estaba borracho—Sé que ha estado enfermo estos días por eso también, ambos sabemos que no sólo fue un resfriado.
Claro que Félix sabía de la condición de su mejor amigo, sabía que cada vez era peor.
—No quiero perderlo por algo así, pero a él se le hace muy difícil soltarlo—dijo Félix en voz baja, agachado la mirada.
Minho entendió por completo ese sentimiento, podía fácilmente ponerse en su lugar y sentir ese horrible miedo de perder a alguien por una enfermedad así.
Todo por no recibir el mismo amor.
—No vas a perderlo—le aseguró, decidido—De una u otra manera, Jisung tiene que olvidar ese amor que tiene por Hyunjin, no es para siempre.
—¿Qué harás? ¿Conquistarlo?—otra vez, Félix elevó una de sus cejas, esbozando una sonrisa cómplice.
—No… No pienso hacer eso—negó, cruzándose de brazos—Solo trataré de hacerme cargo.
—Como sea, me suena a que quieres conquistarlo—se burló, obteniendo una severa mirada de su parte, haciéndolo borrar su sonrisa—Está bien, solo fue una broma, no es para conquistarlo.
Félix en sus adentros sentía que no era sólo hacerse cargo de la situación, Minho estaba interesado en Jisung, pero no quería admitirlo. Aún así, no diría nada al respecto, no quería correr con la suerte de ver a Minho enojado, así que prefirió guardar silencio.
—Bien—dijo, levantándose de la silla del comedor—Gracias por dejarme hablar contigo, tendré en cuenta todo lo que dijiste.
Félix sonrió y lo acompañó hacía la puerta, deteniéndose en el umbral cuando Minho salió del departamento.
—Por cierto, olvidé decirte algo más, es importante que lo sepas—Félix lo detuvo y Minho se giró a verlo, expectante.
—¿Qué cosa?
—¡A Jisung le gustan los besos en la frente y que lo abracen por las noches!—dijo con rapidez—¡Nos vemos otro día!—agitó su mano para despedirse y cerró la puerta antes de que Minho respondiera.
Minho sintió sus mejillas calentarse con solo el pensamiento de él haciendo algo como eso, especialmente con Jisung. Ya habían dormido juntos una vez y Jisung parecía demasiado cómodo rodeando su brazo para dormir, pero ahora, con lo que dijo Félix podía deducir que simplemente, a Jisung le gustaba la compañía y el contacto.
Dos cosas con las que Minho no estaba familiarizado.
De todas formas, no es como que tenga que hacer algo como eso, ¿cierto?
[🌷]
Esa misma tarde, Minho se dirigió a la Universidad en busca de Jisung, sabía que ese día saldría un poco más tarde de clases.
Sin querer, se aprendió su horario.
Subió las escaleras de su facultad hasta el cuarto piso y se detuvo frente al salón, se recostó sobre la pared del frente y se dispuso a esperarlo mientras revisaba cualquier cosa en su celular, pensando en qué podría hacer ese día para distraer a Jisung.
Se mantuvo pensativo durante unos minutos hasta que la puerta del salón se abrió, dejando ver a algunos alumnos salir. Se recompuso y se paró recto, metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta y esperó pacientemente. En cuestión de segundos, Jisung salió junto a una chica, ambos hablando animadamente.
No pudo evitar admirarlo desde su lugar, definitivamente se veía mucho mejor que hace un par de días atrás, su piel no estaba pálida y su sonrisa estaba brillante otra vez, como si no estuviera en el medio de un conflicto amoroso consigo mismo. Jisung era muy bueno escondiéndolo, y en definitiva, ese pensamiento era muy triste.
—¿Minho?
El pelinaranja salió de sus pensamientos en ese mismo instante, reaccionando al escuchar su voz tan cerca. Aclaró su garganta y se obligó a sí mismo a ignorar ese molesto cosquilleo en su estómago.
—Jisung, hola—lo saludó, esbozando una corta sonrisa, fingiendo que no estuvo todo ese tiempo admirándolo.
—Mira, ella es Choi Yena, mi compañera de clases—presentó a la chica con la que lo vio platicar.
—Hola, soy Minho—hizo una corta reverencia en forma de saludo, sintiéndose un poco extraño.
—Es mi amigo—agregó Jisung, viendo a la chica—Está en tercer año.
—Oh, ¿qué haces siendo amigo de un niño de primer año?—bromeó Yena con la intención de hacer plática, un poco desconcertada por la seriedad en el mayor ante su pregunta.
—Somos vecinos—dijo a secas. Conocer a personas nuevas siempre era un reto para él porque desde el principio, debía establecer límites.
—Ya veo—dijo ella con una sonrisa apenada—Los dejo, entonces. Tengo que llegar temprano a casa—hizo una corta reverencia hacia Minho para despedirse y luego se giró hacia Jisung, dándole un corto abrazo con una enorme sonrisa—¡Nos vemos, Jisung!—se despidió también.
Jisung se despidió de la misma manera y la vio bajar las escaleras hasta que desapareció, luego su vista se dirigió a Minho.
—Oye, ella es muy buena persona—dijo Jisung segundos después—Incluso puede ser amiga tuya también.
—No lo creo—se negó de inmediato, fijando su vista en él—Pero, ¿son tan cercanos?—preguntó un poco tímido.
—Bueno… Nos hicimos amigos hace muy poco, lo que pasa es que ella es muy directa—rió, pensando en la confianza que la chica demostró desde el principio.
—Lo noté, incluso te abraza—asintió, balanceándose sobre sus pies, tratando de sonar desinteresado.
—Es muy linda, pero olvida eso, mejor dime qué haces aquí, tus clases terminaron temprano hoy.
—Vine a buscarte—soltó, aclarando su garganta—Sé que hoy sales a esta hora y vine por ti—apartó la mirada, cerrando sus manos en el interior del bolsillo de su chaqueta con mucha vergüenza.
¿Por qué se estaba sintiéndome así? No le gustaba esa sensación.
—Me conmueves—sonrió Jisung, acomodando mejor su mochila sobre su hombro.
—¿Quieres ir por algo de comer? En el parque abrieron un nuevo puesto de comida y pensé en que tal vez querrías ir a probarlo conmigo—haberlo dicho todo fue un logro, en un momento creyó que se arrepentiría.
—¡Claro que si!—aceptó sin dudarlo, ir al parque sonaba como un buen plan—Vamos, muero de hambre, de hecho.
Minho sonrió al ver sus ánimos. Asintió y caminó junto a él para salir de la facultad. Mientras Jisung iba contándole sobre sus clases, Minho pudo notar las miradas curiosas de algunos de sus compañeros, murmurando entre sí sin ser demasiado disimulados. Trató de no prestarles tanta atención, por lo que volvió su atención a Jisung, escuchándolo hablar como siempre hacía.
—Dios, caminar hasta aquí no parecía ser tan cansado—comentó Jisung cuando por fin llegaron—Creí que estábamos más cerca—rió, estirando su cuerpo con cansancio.
—Dame tu mochila, la llevaré yo esta vez—dijo Minho, agarrando una de las correas para quitársela.
Un poco sorprendido, Jisung se la quitó y se la dio, viendo como se la acomodaba sin problemas.
—Gracias—sonrió Jisung, sintiéndose más relajado ahora—Puedes dármela cuando te canses, ¿está bien?
—Está bien—asintió Minho, pero no creía devolvérsela hasta llegar a su departamento.
—Vamos por esa comida—con ánimos tomó la muñeca de Minho y lo hizo caminar alrededor del parque sin soltarlo hasta que dieron con el nuevo puesto que Minho mencionó antes, solo hasta entonces lo soltó—Supongo que es este.
—Es este—confirmó el mayor, sacando su billetera para acercarse a la ventanilla—Puedes pedir lo que quieras.
—¿Tú invitas?—enarcó una ceja hacia él hasta verlo asentir, y luego sonrió—¡Genial!
Jisung se acercó a paso rápido hacia la ventanilla y ordenó lo que quería comer, tras él, Minho hizo lo mismo y pagó por todo, viendo a Jisung muy sonriente sentado en una mesa vacía del parque, esperándolo.
—Estás demasiado sonriente hoy—comentó Minho cuando dejó su bandeja sobre la mesa.
—Cosas buenas pasaron hoy—dijo con más calma, dándole un sorbo a su bebida antes de seguir hablando—Mis clases estuvieron muy bien, a pesar de que falté unos días logré al fin ponerme al corriente con todo, soy increíble, ¿no lo crees?—Minho asintió, causando que Jisung sonriera de nuevo—Además, obtuve buenas calificaciones en mis tareas así que tengo un buen promedio.
—Eres muy inteligente—halagó Minho, todavía atento.
—Solo un poco—rió—Y por último, apareciste tú y me trajiste aquí—lo miró, cosa que puso a Minho muy nervioso—La comida gratis me gusta—agregó, dándole un mordisco a su hamburguesa.
—Me alegra que haya sido un buen día para ti—dijo Minho con sinceridad. Ser parte de lo que para Jisung era un buen día, simplemente causaba muchas cosas en su interior, solo que no sabía cómo explicarlo—La comida gratis es muy buena—estuvo de acuerdo, sonriendo a medias.
—A la próxima te invito yo.
—¿La próxima?
—Claro—asintió con obviedad—¿Es que acaso no planeas salir a comer conmigo nunca más?—fingió estar herido, viéndolo con un puchero.
—Si… Si planeo salir contigo de nuevo.
Jisung volvió a sonreír.
—Muy bien, entonces.
Comieron tranquilamente en medio de un silencio cómodo. Sorprendentemente, Jisung decidió dejar de hablar por un momento para disfrutar su comida y el clima del lugar junto a Minho quien parecía también estar muy concentrado en su pizza.
—Está oscureciendo—comentó Jisung, viendo el cielo con ilusión—El clima es increíble, ¿no lo crees? Me gusta salir cuando el clima es lindo, aunque la lluvia no me molesta.
Minho vio hacia la misma dirección, topándose con la bonita imagen del cielo casi oscuro, todavía habían rastros del sol que estaba casi oculto. A decir verdad, nunca se había detenido del todo a apreciarlo porque eso lo hacía sentir triste y ahora, podía ver que era realmente hermoso.
—Cada vez que veo el cielo recuerdo a mi hermano—comentó Jisung de repente.
—¿Por qué?
—Falleció hace un tiempo… Ver el cielo me hace sentir como si realmente estuviera ahí—respondió con tranquilidad.
Minho dirigió la mirada hacia Jisung, un poco sorprendido por esa información, no tenía idea de que algo así había pasado en su vida.
—Lo siento mucho—dijo en voz baja—Lamento que hayas que tenido que pasar por algo así.
—Gracias—apartó la vista del cielo y lo vio también—Todavía se siente extraño, como si no hubiera pasado, a veces creo que sigue aquí.
—Sé a lo que te refieres, perdí a alguien también—asintió, agachando la mirada con nostalgia—De hecho, por eso muchas veces evité observar demasiado el cielo, creí que me pondría a llorar y no quiero hacer eso—rió con amargura.
—¿Y cómo se sintió ver el cielo de nuevo?
—Se sintió muy bien—elevó la mirada hacia él, sintiendo su corazón latir con más fuerza—Ahora sé que no es tan malo como pensé... Es lindo.
Con mucho atrevimiento, Jisung tomó las manos de Minho sobre la mesa y las cubrió con las suyas, tratando de demostrarle un poco de apoyo. No sabía a quién habían perdido, pero estaba seguro de que era alguien importante, sino, Minho no luciría tan afectado en ese momento.
—Sabes, Minho, llorar porque extrañas a alguien no está mal—dijo en voz baja.
—Ya pasó mucho tiempo, tuve que haberlo superado a estas alturas—susurró apenado, sintiendo un fuerte nudo en su garganta.
—¿Según quién? No importa cuánto tiempo haya pasado, podemos extrañar a esa persona todos los días.
Jisung sintió su pecho doler cuando notó una lágrima deslizarse en la mejilla de Minho quien seguía con la mirada agachada. Se sintió mal por él, habían notado durante todo el tiempo que tenía de conocerlo que le costaba expresarse, suponía que se debía a que era muy callado; verlo triste fue algo nuevo, porque si bien tampoco demostraba estar feliz todo el tiempo, no parecía que estuviera triste tampoco.
Sin decir más, soltó sus manos y se sentó a su lado, rodeó su cuerpo con ambos brazos y acarició su espalda, dejando que llorara en silencio.
Minho se sentía muy fuera de lugar, sentir el cuerpo de Jisung tan cerca mientras lloraba se sentía vergonzoso, pero al mismo tiempo, bastante reconfortante. No recordaba cuando fue la última vez que alguien lo abrazó de esa manera, ni siquiera Chan tenía permitido hacerlo.
Su estómago cosquilleó de nuevo, pero esta vez por todo lo que estaba sintiendo al mismo tiempo. Agradeció mentalmente que no habían muchas personas alrededor, sino, eso habría sido mucho más vergonzoso de lo que ya era.
—Arruiné el momento—dijo Minho después de un rato.
Jisung se alejó lentamente y lo vio, sonriéndole amablemente antes de levantarse.
—No lo creo—negó con la cabeza—Pero sé que un helado te hará sentir mejor.
—No lo sé—dudó Minho—Lo dices porque tú quieres helado, ¿no es así?
—Mmm, tal vez—admitió con una sonrisa apenada—Vamos por helado, ¿podemos? Prometo que estarás mejor—hizo un puchero y Minho no podría negarse nunca a eso.
—Solo vamos—rió mientras negaba con la cabeza, levantándose de su asiento también.
Limpió muy bien su rostro hasta no sentir más las mejillas húmedas, tomó una respiración profunda y se relajó lo más que pudo.
Empezaron a caminar, otra vez en silencio. Minho vio a Jisung y luego le echó un vistazo al cielo, sonriendo cálidamente.
Fue bueno verte otra vez, amigo.
[🌷]
En efecto, comer helado levantó los ánimos de Minho. Bueno, fue precisamente el hecho de que Jisung hizo lo posible por hacerlo sentir mejor. A pesar de estar la mayoría del tiempo solo escuchando, Minho se sentía cómodo escuchándolo hablar porque siempre había algo que contar. A veces quisiera ser así también, poder expresarse sin temor de ser juzgado, pero hablar sobre sí mismo le resultaba difícil, por lo que mantenerse en silencio era más fácil para él.
—Hoy fue divertido—dijo Jisung cuando ambos se encontraban frente a su departamento.
—Tú lo hiciste divertido. Si por mi fuera, habríamos estado en silencio todo el tiempo.
—Es lo de menos, Minho—le sonrió—Todavía creo que es divertido salir contigo.
Minho sintió sus mejillas calentarse levemente ante ese pequeño halago.
—Ya entra—lo empujó son suavidad, no quería seguir sintiéndose avergonzado frente a él.
—Si, si, ya voy—hizo un puchero y sacó las llaves de su departamento—Sabes, no debes venir hasta aquí, puedes verme perfectamente bien desde tu departamento.
—¿Eso es malo?—cuestionó un poco confundido. Jisung tenía razón, pero le gustaba más la idea de acompañarlo hasta su puerta a pesar de que fueran vecinos.
—No lo es—se apresuró a negar—Pero no debes molestarte.
—No me molesta—respondió con sinceridad, metiendo las manos en los bolsillos de su chaqueta—Es decir… No es como si estuviéramos lejos de todas formas.
—Bueno, olvida lo que dije, entonces—rió, adentrándose a su departamento—Buenas noches, Min. Duerme bien.
—Claro, buenas noches para ti también—asintió con una corta sonrisa—Nos vemos mañana en la Universidad.
—Adiós—sonrió por última vez y cerró la puerta, dejando a Minho en el pasillo.
Cuando estuvo solo, Minho por fin pudo respirar con total normalidad, ni siquiera se había dado cuenta de que su corazón estaba así de agitado. Respiró profundamente y caminó a su departamento, sacó sus llaves y logró entrar en cuestión de segundos.
—¿Por qué tan sonrojado?—preguntó Chan cuando vio a su compañero de piso entrar.
—No estoy sonrojado—tocó su rostro con ambas manos, sintiéndose un poco nervioso todavía.
—Mjm. Y supongo que no tiene que ver con que vengas de una cita con Jisung.
—No fue una cita, déjame en paz, iré a dormir—se dirigió a paso rápido hacia su habitación, huyendo de Chan para no seguir siendo cuestionado.
Cita, esa palabra sonaba demasiado fuerte para él, demasiado personal. A su edad, jamás había ido a una cita, nunca llegó hasta ese punto y cuando alguien más lo invitaba, procuraba detener todo ahí mismo porque una cita conllevaba muchas cosas a las que no estaba dispuesto o preparado.
Su salida con Jisung solo fue eso, una salida de amigos que esperaba repetir.
Y que definitivamente, repetiría muy pronto.
[🌷]
Espero que les esté gustando<3
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