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¿Minho y Jisung, novios?

Unos días habían pasado desde que Mingi se mudó a su departamento y gracias a eso, su rutina se vio increíblemente afectada. Chan trató de ser amable y de llevarse bien con el nuevo inquilino, al contrario de Minho, quien apenas le dirigía la palabra y la mirada.

No podía evitarlo, había notado el gran interés que su primo tenía por Jisung porque Mingi ni siquiera se molestaba en ser disimulado, ni siquiera frente a él que se supone que era su novio.

De manera inconsistente, cerró su mano en un puño sobre la mesa, viendo de vez en cuando hacia el exterior de la heladería que estaba al otro lado de la calle de su edificio de departamentos, a la espera de ver a Mingi o a Jisung llegar.

No debía importarle mucho, sin embargo, el sentimiento estaba ahí.

—Minho.

Enfocó su mirada hacia Jeongin cuando escuchó su nombre, prestándole atención.

—¿Si?—comió una cucharada de su helado casi derretido.

—¿Por qué estás tan distraído? Estoy hablando contigo y parece que no estás escuchándome.

—Yo... Si estoy escuchándote.

Jeongin suspiró desanimado, otra vez sintiéndose a un lado, como si Minho no quisiera estar ahí. Era extraño, hace unas semanas atrás, Minho se veía bastante interesado en él, en salir y todo lo demás, pero ahora parecía distante. Puso su mano sobre la de Minho, llamando otra vez su atención.

Minho lo vio directamente.

—¿Es por tu primo?—siguió indagando—Dijiste que no se llevan muy bien, ¿es eso?

—Él no importa lo suficiente—suspiró, diciéndose a sí mismo que no tenía que estar pendiente de nada más que no sea el lindo chico frente a él.

¿Por qué le estaba costando tanto?

Jeongin asintió no muy convencido, tratando de retomar el tema de conversación y sus ánimos subieron al notar que esta vez, Minho si estaba prestándole atención.

El tiempo transcurrió bastante rápido, estuvieron ahí durante un rato más, conversando sobre cosas no tan importantes hasta que la puerta de entrada se abrió y una fuerte risa se escuchó sobre las voces dentro del local.

Minho sintió su estómago contraerse en una sensación para nada agradable cuando lo reconoció. Jeongin se giró sobre su hombro para ver en la misma dirección, apretando la mandíbula.

—Me alegra que hayas aceptado venir conmigo—Mingi le sonrió ampliamente a Jisung sin alejarse mucho mientras caminaban hacia el mostrador.

—¡No es nada! Esta heladería es muy buena, ya verás—sonrió también.

Minho hizo una mueca, otra vez luciendo serio sin dejar de verlos. ¿Qué pretendía Mingi? ¿Es que acaso no recordaba que Jisung y él estaban juntos? 

No de verdad, pero eso habían dicho.

—Jisung, mira—Mingi tiró de su camisa para llamar su atención, señalando hacia la mesa de Minho sin ser discreto—Parece que Minho también está aquí, y no está solo.

Jisung sintió su cuerpo tensarse y ver a Jeongin ahí no lo hizo sentir más tranquilo, trató de huir de los ojos de Minho, sentirlos sobre él solo lo hacían sentir nervioso y el hecho de no poder descifrar su expresión era aún peor.

Mingi caminó hacia la mesa sin decir nada más, solo manteniendo su expresión arrogante y burlona que Minho tanto odiaba.

—Que linda sorpresa—Mingi analizó un poco a Jeongin y luego a su primo. Jaló una silla vacía y tomó asiento con ellos sin pedir permiso—Jisung, ven aquí—lo llamó, haciéndole una seña con la mano para que se acercara.

Con una sonrisa forzada, Jisung se acercó, pero no tenía planes de quedarse con ellos en la misma mesa, así que simplemente los saludó en voz baja y puso su atención en Mingi.

—No seas grosero, déjalos tranquilos—tocó su hombro para que se levantara—Están ocupados.

—Jisung, necesito hablar contigo—Minho se puso de pie de repente y tomó la mano del castaño sin dejarlo responder a su petición, llevándolo hacia el exterior del local bajo la mirada sorprendida de Jeongin y la sonrisa burlona de Mingi.

Jisung se soltó sin ser demasiado brusco y frunció el ceño ante la actitud de Minho que lo tomó por sorpresa.

—¿Qué fue eso?

—¿Qué haces tú aquí con Mingi?—Minho preguntó, viéndolo directamente.

—Solo vinimos por un helado—respondió tranquilo—Fue a recogerme después de clases y dijo que quería un helado, así que lo traje aquí.

—Espera, espera—lo detuvo—¿Fue por ti a la Universidad? Es decir, ¿te esperó?

—Eso acabo de decir, sí—asintió con obviedad.

—Debiste negarte.

—¿Por qué, exactamente?—Jisung se cruzó de brazos esta vez, buscando alguna respuesta lógica.

—Le gustas a Mingi, el otro día me lo dijiste en mi casa... Además, se supone que tú y yo somos pareja, ¿lo olvidaste?—estaba justificándose, tenía esa absurda necesidad de justificar las razones del porqué no quería a su primo cerca de Jisung.

Jisung enarcó una ceja y rió levemente, soltando un corto suspiro.

—Bueno, pues no parece que tú estés actuando como si fuéramos pareja tampoco, no estás actuando como tal—echó un vistazo hacia el interior, viendo como Jeongin ignoraba por completo a Mingi quien parecía estar hablando con él—No tenía idea de que estabas en una cita con Jeongin justo ahora porque sino, créeme, no estaríamos aquí.

—No estoy en una cita—negó de inmediato—Solo íbamos pasando y nos detuvimos aquí.

—Claro—volvió a suspirar e hizo una corta pausa para hablar con más calma—En algún momento se dará cuenta de que no hay nada entre nosotros porque tú ya tienes a alguien aquí.

—Aún así...

—¿Aún así qué, Minho?

—Aún así no debe acercarse mucho a ti—finalizó, apartando la mirada—Te lo dije la otra vez.

—Si, que alguien como yo no podría gustarle a Mingi—asintió sin sonar como un ataque, sino como un recordatorio.

—Ya hablamos de eso, Jisung—no quería hablarlo de nuevo, ya había admitido que se había equivocado al decirle eso.

—Lo sé—lo empujó de manera divertida, soltando una corta risa—No pasa nada—mintió, evadiendo el tema.

Minho sonrió apenas—Te ves lindo hoy—soltó sin más en el medio del silencio que se creó entre ambos—¿Los amigos podemos decirnos eso, cierto?

—Eso creo—asintió lentamente, nervioso y con un cosquilleo en el estómago—Gracias—sonrió también.

Mingi los observó desde su asiento con mucha curiosidad, preguntándose de qué hablaban.

—¿Crees que Minho se haya enojado porque salí a comer un helado con su novio?—preguntó el más alto sin dejar de verlos—No lo culparía, soy demasiado guapo como para hacerlo sentir inseguro, pero no tengo planes de robarle a su novio, solo quiero hacerlo enojar.

—¿Novio?—Jeongin le respondió por primera vez durante todo ese rato.

—Eso mismo.

—¿Minho y Jisung, novios?—preguntó una vez más para estar seguro, casi riéndose por lo que estaba escuchando—Minho apenas le habla, ni siquiera son cercanos.

Mingi frunció el ceño y se acercó al menor, prestándole atención.

—Bueno, Minho lo presentó en casa como su novio.

—¿Qué?—Jeongin no podía creerlo, su pecho dolió un poco y su mirada se dirigió hacia el par que seguía hablando en el exterior del local—Eso... Eso no puede ser, lo que te digo en cierto, Minho apenas habla con Jisung y siempre hace de todo para mantenerlo lejos.

—Entonces nos mintió a todos, no son amigos y no están saliendo—sonrió satisfecho, esta vez viendo a Jeongin—Gracias por aclararlo—se cruzó de brazos y se recostó en la silla.

Jeongin recién se dio cuenta de lo que había hecho y algo en él supo muy bien que había cometido un error, sin embargo, la idea de que Minho y Jisung estuvieran juntos no era algo que lo hiciera sentir bien, haciéndolo reaccionar de esa manera.

Minho iba a enojarse muchísimo por haberlo delatado, lo sabía muy bien.

Preocupado por su error, Jeongin se levantó de inmediato y se fue a paso rápido para evitar cualquier otra pregunta, dejando a Mingi solo en la mesa.

—Debo irme, ¿me acompañas a casa?—interrumpió al par estando afuera, viendo directamente hacia Minho y dejando de lado a Jisung—¿Podrías llevarme a casa?—preguntó de nuevo, nervioso.

Ambos lo miraron y Jisung retrocedió un par de pasos para no , sabiendo muy bien que Minho iría con Jeongin porque al fin y al cabo, parecía que estaban en algo.

—Hoy no puedo—se negó Minho, quedándose en su lugar.

—Bien—asintió un poco afectado por el desinterés—Nos vemos—se despidió solo de él y se dio la vuelta en dirección a su hogar, haciendo su mayor esfuerzo por no dejarse llevar por lo dolido que se sentía en ese momento.

Jisung lo vio alejarse por la calle y luego vio a Minho, sorprendido por haberlo dejado ir solo.

—Es de mala educación no acompañar a tu cita, debiste ir con él—Jisung quiso bromear, pero Minho puso su semblante serio.

—No es mi cita, no estábamos en una cita—aclaró otra vez.

—Bueno, yo estaba a punto de comer un helado con Mingi, así que nos vemos luego, supongo—se despidió con la mano y se adentró al local sin dejarlo responder, sentándose en la mesa en la que Mingi estaba esperándolo.

Minho se quedó unos segundos viéndolos antes de caminar enfurecido hacia su departamento.

—¿Se molestó porque su lindo novio está conmigo?—preguntó de manera coqueta Mingi cuando Jisung tomó asiento.

—Para nada—suspiró—No tiene problemas con que esté aquí.

—Genial, me alegra saber que no es un idiota celoso y posesivo.

—Hablo en serio, no le importa—rió para mantener un buen ambiente, habiendo demasiada verdad en sus palabras hasta el punto de doler.

Mingi asintió y decidió guardarse para sí mismo lo que Jeongin le había dicho, sabiendo que en algún momento, esa información sería muy útil.

[🌷]

Minho cerró la puerta de su departamento con un portazo, entró en silencio e ignoró por completo la presencia de Chan y Félix en el sofá, pasando de largo hacia la cocina en busca de algo de tomar que lo hiciera sentir más tranquilo.

—Pareces de mal humor—habló Chan en voz alta, acomodándose mejor sobre su asiento.

—¿Minho de mal humor? ¡Eso es tan raro!—dijo con sarcasmo Félix, riéndose en voz baja de la severa mirada que recibió de su parte.

—No necesito que me digan cómo está mi humor—respondió para ambos, sirviéndose un poco de jugo de naranja—Ustedes sigan en lo suyo.

Chan suspiró sonoramente y se puso de pie, apoyándose contra un mueble de la cocina con los brazos cruzados.

—¿Qué es esta vez?

—Lo mismo—respondió tras un largo trago de su bebida—Mingi y su estúpida cara.

—Ah, tu primo—asintió Chan—No entiendo porqué te molestas tanto, ha estado tranquilo durante estos días y es bastante sociable.

—¡Es porque no lo conoces!—dejó el vaso con fuerza sobre la mesa y caminó hacia la sala, tomando asiento en un pequeño sillón—Hace de todo para molestarme y odio que sea tan fácil para él lograrlo.

—¿Y qué te hizo ahora, exactamente?—cuestionó Félix, un poco curioso con el tema.

—Fue por Jisung después de clases y aparecieron juntos como si nada en la heladería—empezó a hablar sin verlos, inmerso en su enojo—Tenía esa asquerosa expresión engreída en su cara, como si hubiera ganado algo... Jisung dijo que Mingi estaba interesado en él, ¿pueden creerlo?—rió cortamente—Ese tonto no sabe nada de Jisung, ¿por qué querría algo más con él?

—Porque Jisung es atractivo, interesante y un gran chico—respondió de inmediato Félix con expresión seria—No es raro que alguien guste de él, ¿si lo sabes, verdad? Hasta tú estabas enamorado.

Minho lo fulminó con la mirada y cerró la boca cuando estuvo a punto de decir algo, pero en su lugar, se esforzó por relajarse y seguir hablando:

—Lo sé, pero Mingi no sabe lo que es el compromiso y Jisung no puede estar con alguien así, solo va a ilusionarlo y luego lo va a desechar—finalizó, cruzándose de brazos y frunciendo el ceño, viendo hacia el suelo.

Chan y Félix se dieron una rápida mirada entre ellos antes de dar su opinión al respecto, ambos llegando a la misma conclusión.

—Dale una oportunidad—Chan se acercó, sentándose frente a él—A lo mejor, Mingi si quiera algo serio esta vez.

—¡Eso no es posible!—levantó la mirada hacia su amigo—Lo hace porque quiere molestarme.

—¿Y por qué eso debería molestarte? Jisung no significa nada para ti, según sé—Félix estrechó los ojos, esperando una respuesta.

Minho suavizó su expresión por un momento, desviando la mirada en busca de una respuesta que no tenía a esa pregunta porque Félix estaba en lo cierto, ¿por qué eso habría de molestarlo?

—Bueno...—rascó la parte trasera de su cabeza, balbuceando un poco—Le dije a mi familia que Jisung y yo estamos saliendo, Mingi hace todo esto porque quiere meterse en la relación.

—Pero es falsa—Félix se encogió de hombros—Finge una ruptura y listo, tú puedes seguir siendo un idiota y Jisung será libre de hacer lo que quiera con tu apuesto primo.

Minho volvió a fulminarlo con la mirada, pareciéndole una terrible idea.

Félix rió por lo bajo, viendo que, obviamente, Minho estaba celoso, pero era tan estúpido y orgulloso como para admitirlo, así que molestarlo al respeto sería divertido.

—De todas formas, ¿no estabas tú con Jeongin?—recordó Chan.

—Se fue—dijo Minho con cierta indiferencia, todavía pensando en el hecho de que Jisung estaba en esa heladería—Jisung creyó que estábamos en una cita, pero le aclaré que no es así.

—Para no importarte, le explicas muchas cosas a Jisung, ¿no lo crees?

—Félix—regañó Chan, negando con la cabeza hacia él para hacerle saber que debía guardar silencio.

Suspiró—Como sea, hazme caso y termina esa relación falsa, porque si eso es lo que te molesta, entonces esa es la solución—el menor sonrió con inocencia, satisfecho por hacerlo enojar más.

—Saldré un rato, no me llamen—dijo finalmente después de un corto silencio, poniéndose de pie para salir del departamento, cerrando la puerta con un portazo otra vez.

Al salir del edificio, Minho evitó mirar hacia la heladería del otro lado de la calle, sabiendo que de seguro, Jisung seguiría ahí. Caminó a paso rápido hacia la tienda de conveniencia más cercana y compró algunas bebidas, yéndose directo hacia el cementerio.

Estaba confundido y muy asustado, lo que estaba sintiendo no se sentía como algo bueno y odiaba totalmente no tener el control de ello. Definitivamente, pensar en Jisung lo hacía sentir molesto y al mismo tiempo, perdido.

A veces creía que alejarse de Jisung era la solución, pero cuando intentó hacerlo, solo logró lastimarlo y a decir verdad, no quería volver a hacerlo.

Soltó el aire de sus pulmones con total libertad cuando se encontró frente a la lápida de su mejor amigo, vio a su alrededor y la soledad lo envolvió junto al silencio y la tranquilidad del lugar, haciéndolo sentir un poco de paz momentánea en su interior.

Se sentó frente a la lápida y sacó la primera cerveza, dando un profundo trago, sintiendo la amargura en su paladar y garganta. Hizo una mueca y dio el segundo trago, manteniéndose en ese orden hasta que terminó las primeras cuatro latas. Se sentía un poco más liviano, pero todavía era capaz de pensar demasiado.

Necesitaba tomar más.

—Hice lo que tenía que hacer—dijo en voz alta sin dejar de ver el nombre de su mejor amigo—Tuve que hacerlo para sobrevivir—aclaró—Pero no entiendo, ¿por qué no soy feliz, entonces?—suspiró, sintiendo sus ojos cristalizarse, haciendo su mejor esfuerzo por no llorar. Ya no quería seguir llorando—Se supone que iba a superarlo, que Jisung ya no iba a significar nada y que tendría una vida normal—sonó a un reclamo, un reclamo hacia sí mismo—Que me iba a enamorar de otras personas, que iba a ser capaz de seguir adelante. Pero sigo retrocediendo, como si estuviera yendo al inicio de todo lo que me dañó... ¿Por qué?—su voz se quebró, pateando con fuerza una lata vacía, dejándose manejar por la frustración.

Es como si esperara una respuesta, como si quisiera que alguien más le ayudara a aclarar todas sus preguntas y dudas para hacerlo sentir mejor, para no sentirse como alguien que fracasó. Sollozó, escondiendo su rostro entre sus manos con tristeza, desahogándose de todo lo que estuvo dentro de él.

—No quiero pasar por lo mismo otra vez—dijo en voz baja sin dejar de llorar—¿Qué debo hacer?—limpió sus ojos con el dorso de su mano y mantuvo una expresión seria, respirando con lentitud hasta calmarse—Tú qué sabes, de todas formas—dijo en voz baja—Tú moriste por amor y no te importó nada más—tiró otra lata vacía hacia la piedra, sintiéndose levemente mareado—Debo estar loco—susurró para sí mismo, recostándose finalmente sobre el césped, quedándose dormido poco tiempo después.

No debió pasar mucho tiempo, para cuando Minho despertó, el cielo estaba más oscuro y con algunas estrellas. Abrió los ojos lentamente y vio a Jisung, parpadeó varias veces para asegurarse de que estaba viendo bien y en efecto, Jisung estaba ahí, viéndolo con mucha curiosidad y atención.

Por un momento creyó que estaba alucinando, producto del alcohol que anteriormente consumió, pero al extender la mano y alcanzar su mejilla, se dio cuenta de que no estaba alucinando, sino que en realidad, Jisung estaba sentado a su lado, viéndolo en silencio.

—¿Cómo supiste que estaba aquí?—preguntó Minho desde su posición sobre el césped.

—Te vi pasar hace ratos afuera de la heladería con una bolsa llena de latas—se encogió de hombros, dirigiendo la vista hacia las latas de cerveza vacía—Te gusta beber aquí.

—Aquí nadie me molesta.

Jisung asintió, agarrando la bolsa de plástico para guardar la basura en total silencio y con la mirada de Minho sobre él.

—Deberías de avisarle a Chan antes de solo irte... Dijo que no respondes sus llamadas.

—Le dije que no me llamara—dijo, sentándose frente a Jisung—Estoy bien.

—¿Estás ebrio?

—No lo creo—negó con la cabeza, aunque a decir verdad, tampoco se sentía del todo sobrio.

—Mingi dijo que le gusto—soltó sin más, desviando la mirada—Tal vez no sea el lugar o el momento para hablarlo, pero me lo confesó esta tarde. Tenía las sospechas porque es bastante obvio, pero al fin lo dijo.

Minho apretó los labios en una línea recta, teniendo tantas cosas que decir al respecto.

—¿Entonces?

—Bueno... Quizás debamos decirle que nuestra relación es falsa—dijo con timidez, jugueteando distraídamente con el césped bajo sus dedos.

—Si eso es lo que quieres, está bien—accedió, tratando de no sonar molesto—Haz lo que quieras con Mingi, en realidad no me importa nada que tenga que ver con ustedes dos—apartó la mirada, frunciendo un poco el ceño.

Jisung sintió su pecho doler y agachó la mirada, odiando de nuevo escuchar ese tono de voz tan frío e indiferente en él, pero, ¿Qué estaba esperando? Estaba claro que a Minho no le iba a importar en lo absoluto.

—Vamos a casa, no quisiera que te fueras solo—Jisung le pidió, esta vez viéndolo.

—No quiero, puedo irme por mi propia cuenta.

—Lo sé, pero quiero acompañarte—insistió, hablando con suavidad.

Minho se rindió, dejando su enojo atrás y asintiendo lentamente. Jisung se puso de pie y limpió sus manos antes de extendérsela a Minho para ayudarlo a levantarse, pero en su lugar, Minho ignoró su gesto por completo y se puso de pie por sí mismo.

Jisung suspiró, creyendo que tal vez lo había hecho enojar con algo o con el simple hecho de buscarlo. No quería entrometerse, sabía lo doloroso que era cuando Minho se comportaba de esa manera tan fría y cruel con él, pero tampoco quería dejarlo solo en algo que al parecer, lo tenía muy mal.

El camino de regreso fue bastante silencio, Jisung estaba sentado a un extremo de los asientos traseros del taxi y Minho en el otro lado, metido en su propio mundo sin siquiera mirarlo. Jisung no intentó hablarle tampoco, quedándose en silencio hasta que llegaron a su destino.

—Minho, ¿qué es lo que te pasa?—preguntó finalmente el castaño cuando se detuvieron frente a las puertas cerradas del elevador—Esta tarde estabas muy bien y ahora... Ahora pareces triste.

—No lo entenderías, Jisung—soltó un sonoro suspiro, metiendo las manos en los bolsillos de su sudadera—No puedes ayudarme, así que mantente fuera de esto y deja de preguntar—usó un tono de voz tranquilo, evitando hacerlo sentir mal con su propia frustración.

Jisung mordió su labio inferior y se mantuvo en silencio mientras subían hacia su piso, volviéndose todo muy incómodo otra vez. Algunos segundos después, las puertas del elevador se abrieron; Jisung fue el primero en salir, teniendo muy en claro que Minho no lo necesitaba y que tampoco quería tenerlo cerca, al menos no por ahora.

—Lamento seguir siendo una molestia—Jisung dijo en voz baja, dándole la espalda—Es solo que me preocupas—agachó la mirada hacia sus pies—Quisiera poder ayudarte, pero siento que no termino de conocer esta nueva versión tuya... Simplemente no me dejas, nunca dejas que sea yo el que haga algo por ti.

Minho se detuvo en el pasillo, cerca de su puerta al escucharlo hablar. Cerró los ojos con fuerza y al abrirlos de nuevo, se acercó a Jisung, alcanzándolo fácilmente hasta agarrar su muñeca para hacerlo girar sobre sus pies, obteniendo por fin su mirada llena de sorpresa. Su corazón latió con fuerza contra su pecho otra vez com hace mucho tiempo atrás, yendo en contra de sus pensamientos a los que no quería escuchar ahora.

—Sigues siendo tú—murmuró Minho en respuesta, dejando que el poco alcohol en su sistema tomara las riendas de la situación como una justificación de sus actos a pesar de que eran sus decisiones—¿Por qué tienes que gustarle a Mingi?—se acercó un poco más sin soltarlo, haciéndolo retroceder—¿A ti te gusta?

Jisung le sostuvo la mirada, teniendo la respuesta a su pregunta, pero no salió, atorándose en su garganta.

—Dime, Jisung, ¿él te gusta?—preguntó de nuevo con insistencia, acorralándolo contra la pared del silencioso pasillo.

—No—respondió suave, pero seguro sin dejar de verlo.

—¿No?

—No, no me gusta—repitió, dándose cuenta apenas de lo cerca que Minho estaba, sosteniendo su muñeca y casi presionándolo contra la pared sin dejar que se moviera—Me gustas tú, Minho, ¿no te has dado cuenta?—confesó finalmente, notando el cambio en su expresión a una más confundida, pero atenta—No sientes lo mismo por mí, pero no importa—su voz se quebró un poco, elevando su mano libre para acariciar su mejilla con suavidad—Puedo aceptar que solo parezco atractivo para ti... Puedo aceptar eso si así vas a notarme.

Todo se escapó de sus manos, Minho sintió tristeza y mucha pena cuando vio las lágrimas acumuladas y sin caer de los ojos de Jisung, dándose cuenta del gran esfuerzo que estaba haciendo por no llorar.

Inmerso en sus sentimientos, Minho recargó su frente contra la de Jisung y se mantuvo en silencio, culpándose por todo lo que estaba pasando mientras lo escuchaba sollozar en lo bajo.

No debió acceder a la cirugía, no debió tratarlo mal, no debió confundirlo ni ilusionarlo con su constantes dudas en cuanto a sus sentimientos.

Simplemente no debió dejar de amarlo.

[🌷]

Espero que les guste<3

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