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Estoy celoso

Cuando Jisung despertó se dio cuenta rápidamente de que Minho ya no estaba a su lado. Estiró sus extremidades para relajarse y esperó unos minutos creyendo que a lo mejor, Minho estaba en el baño y regresaría pronto para dormir al menos un poco más debido a que era muy temprano todavía, pero cuando pasaron un poco más de diez minutos, decidió ir a buscarlo.

Lavó su rostro para despertar por completo, cepilló sus dientes y se dirigió hacia la cocina en donde se escuchaban voces y algunas risas, identificando fácilmente la de Minho.

—¡Solo debías poner un poco de aceite!—rio Minho, arreglando el desastre que segundos atrás, Minji había ocasionado.

—¡Solo fue un pequeño error!—rio ella también, empujando con diversión al mayor—No está todo perdido, si lo limpiamos un poco todavía es comestible.

—Eres un desastre en la cocina—negó con la cabeza mientras suspiraba.

—Te lo dije—lo señaló—No te hagas el sorprendiendo ahora—hizo un puchero, haciendo reír otra vez a Minho.

Jisung carraspeó un poco para llamar la atención de ambos, causando que se giraran sobre sus pies para verlo.

—Oh, buenos días, Jisung—saludó cortamente Minho—Casi terminamos con el desayuno, puedes sentarte en la mesa si quieres.

—Hola—saludó de regreso, dándole una pequeña sonrisa a su prima en forma de saludo—Puedo ayudarlos también—sugirió, acercándose hacia la cocina, pero Minji lo detuvo.

—¡No te preocupes! Estamos por terminar, puedes esperar afuera con los demás—le indicó, señalando el exterior en donde ya estaban los demás platicando animadamente en la mesa.

Jisung miró a Minho, esperando que le dijera que se quedara a ayudar, pero frunció levemente el ceño ante su respuesta:

—Si, puedes hacer eso—asintió Minho sin mirarlo—Nos haremos cargo—le sonrió y luego siguió en lo suyo.

No conforme con su respuesta, asintió lentamente y salió de la cocina sin insistir, un poco herido, yendo directamente hacia la mesa del exterior en total silencio.

—¡Tío Sunggie, ven aquí!—Sunoo lo llamó, palmeando animadamente el asiento a su lado.

—Buenos días, mocoso—revolvió su cabello, haciendo que se quejara.

—¡Deja mi cabello!—se quejó y frunció el ceño hacia el mayor—La abuela lo había peinado por mi—lo peinó con sus dedos, pero terminó viéndose igual.

Jisung rio brevemente y tomó asiento.

—¿Pueden decirme por qué Minji está en la cocina?—Jongho preguntó, tomando asiento también en la mesa.

—Se ofreció a ayudar—se encogió de hombros la señora Han—Y no pudimos persuadirla para que saliera de ahí.

—Creo que le gusta Minho—soltó el señor Han, llamando la atención de Jisung—No ha querido separarse de él desde que se acercó a la cocina.

—¿En serio?—preguntó Jisung.

—Es obvio—suspiró Jongho—Solo mírala, ¿por qué otra cosa estaría intentando cocinar?

—Mi hija es muy talentosa—interrumpió el tío Kibum—Solo necesita práctica y si está motivada, es mejor darle la oportunidad.

Todos rieron en voz baja, uniéndose a las risas él también.

Jisung se mantuvo en silencio ante la conversación, escuchando atentamente cada palabra sobre Minji y su nuevo flechazo por Minho. Jugueteó nerviosamente con sus dedos sin opinar al respecto, sintiéndose un poco extraño con el tema.

Momentos más tarde, Minho apareció junto a su prima y no pudo evitar ver la manera en la que ella lo veía, confirmando lo atraída que se sentía por él y a decir verdad, no se sentía muy bien esa sensación.

Estaba celoso, pero no lo admitiría.

—Antes de que digan algo, Minho hizo la mayoría y yo solo fui su ayudante—avisó Minji cuando empezó a servir el desayuno.

—Más te vale—se quejó Yuna—Confiamos en que tú solo hiciste acto de presencia.

—No es tan mala—intervino Minho, defendiéndola—Aprende rápido y es muy atenta.

—¿Lo ven? Mi princesa solo necesita confianza—sonrió Kibum, viendo la comida sobre su plato.

Minji rio nerviosamente y se sentó en su silla cuando terminaron de servir, justo a un lado de Minho.

Jisung intentó comportarse, dejando todos esos extraños sentimientos atrás y viendo el lado bueno de todo; Minho parecía mucho más cómodo y menos avergonzado que el día anterior.

Le gustaba ver a Minho fuera de su zona, verlo hablar con otras personas y conviviendo era una imagen diferente a la que siempre veía de él en la Universidad porque ahí era totalmente diferente. Sintió un poco de alivio al darse cuenta de lo mucho que había avanzado y que se sienta así de bien con su familia, era algo lindo de ver.

[🌷]

Jisung estaba terminando de arreglar las cosas dentro de su pequeña maleta, casi listo para regresar. Soltó un sonoro suspiro cuando vio las cosas de Minho todavía sin arreglar, preguntándose en donde estaba.

Un poco aburrido y cansado, se recostó sobre su cama ya hecha y cerró los ojos por un momento, aprovechando el poco tiempo que le quedaba ahí. Realmente no supo cuánto tiempo más pasó, pero abrió los ojos tan pronto escuchó ruido en el pasillo afuera de la habitación. Se levantó sobre sus codos y frunció el ceño, creyendo que era Sunoo jugando, pero en su lugar, pudo darse cuenta de que era Minho en el exterior.

Cortos minutos después, Minho entró a la habitación con una evidente sonrisa en el rostro, llenándolo de curiosidad.

—Jisung—lo miró todavía sonriente—¿Estabas dormido? Perdón si te desperté.

—No... No estaba durmiendo—se recompuso sobre la cama y se sentó, viéndolo moverse de un lado a otro recogiendo sus cosas—¿Saliste?

Asintió—Minji y Yuna me llevaron de nuevo al río—le respondió, esta vez prestando atención a su maleta sin hacer—Solo para pasar el rato antes de irnos.

—Parece que te llevas muy bien con Minji—comentó, desviando la mirada.

—Es bastante agradable—volvió a asentir—Es increíble como todos en tu familia tienen algo de qué hablar—rio cortamente—A veces me pierdo con todo lo que dicen.

—Ya sabes, es de familia—rio también, guardando silencio momentos después—Pudiste decirme si querías ir al río—dijo casi en voz baja.

—No quería molestarte ni incomodarte—lo vio, notándolo un poco raro.

—Pasaste más tiempo con Minji que conmigo—hizo un puchero sin atreverse a verlo, recordando que durante esos tres días en su casa, su prima no lo dejó en paz, siguiéndolo y quedándose hasta tarde hablando con él.

—También pasamos tiempo tú y yo.

Jisung se limitó a guardar silencio, negándose a sí mismo a actuar como alguien celoso. ¿Por qué esa sensación tan molesta estaba ahí?

No le gustaba nada sentirse así, es decir, es cierto que hablaron sobre ellos dos y sobre que Minho se daría la oportunidad de enamorarse, pero, ¿tan rápido dejó de gustar de él? Ahora parecía estar interesado en su prima y con mucha razón, Minji era muy bonita y divertida.

—Si, tienes razón—fingió una sonrisa, buscando cambiar el tema—De todas formas, es un alivio que no haya sido aburrido para ti.

Minho logró darse cuenta de que algo no estaba bien, podía notarlo en la expresión en su rostro y en su voz que no sonaba totalmente honesta. Bajó la maleta de la cama y se sentó frente a Jisung, dispuesto a hablar.

—¿Te pasa algo?—le preguntó directamente.

Nervioso, Jisung elevó la mirada hacia él y por un momento, se sintió acorralado.

—No—intentó lucir seguro, pero Minho no podía creerle.

—¿Es por algo que hice?—insistió—Puedes decirme, creo que somos lo suficientemente cercanos para ser honestos.

—No hiciste nada—negó rápidamente.

Minho entrecerró los ojos y lo vio con sospecha, tratando de deducir lo que estaba sucediendo, llegando a su propia conclusión después de pensar un poco en cuanto a lo que habían hablado hace un rato.

—Es porque no pasamos mucho tiempo juntos, ¿no es así?

Jisung no supo qué responder de inmediato, siendo esta una clara respuesta para Minho, confirmando que realmente, eso era lo que le estaba afectando.

—Pensé que querrías tu espacio, no me gustaría que las cosas entre nosotros se pongan más incómodas. Pero puedo compensarlo si te hice sentir mal—le dijo—Mañana saldremos e iremos donde tú quieras.

—No debes hacerlo—rio apenado—No es para tanto. Además, no me haces sentir incómodo.

Minho suspiró y rebuscó en el bolsillo de su chaqueta, sacando unas pequeñas flores de color morado y se las mostró. Jisung frunció el ceño, confundido por esa acción tan repentina.

—Son para ti—dijo, viendo que algunas tenían los pétalos un poco estrujados, pero seguían viéndose bonitas desde su percepción—Las vi cerca del río y creí que podrían gustarte... Quizás no sea mucho y estén un poco maltratadas porque las traía en el bolsillo. Lo siento por eso.

—Son muy lindas, de verdad lo son—sonrió Jisung, tomando una a una hasta tenerlas en la palma de su mano—Gracias por pensar en mi—lo vio esta vez, sonriente.

—Siempre lo hago—le confesó con cierta amargura, pero aliviado por su genuina sonrisa.

Jisung sonrió satisfecho y sintió su corazón latir emocionado, dejando atrás por completo las razones de su desánimo; Minho sabía cómo llegar hasta él con algo tan simple.

Minho sonrió también, acercándose valientemente para besar su frente antes de ponerse de pie, dejándolo sorprendido y con las mejillas levemente rojas.

—Es hora de irnos—le recordó, agarrando ambas maletas, yendo hacia la salida de la habitación.

Al salir de su corto trance, Jisung se puso de pie rápidamente, se puso los zapatos y corrió hacia Minho de manera juguetona, acercándose también para besar su mejilla, haciéndolo detenerse de golpe.

—Gracias por las flores, Min, las guardaré por siempre.

Minho lo vio bajar las escaleras mientras reía hasta que desapareció en el primer piso de la casa, dejándolo con un revoltijo en el estómago que lo hizo correr al baño a vomitar. Con desagrado vio el inodoro y al montón de pétalos de colores que salieron de su boca, ahora con más sangre que la última vez.

Su cuerpo dolió, sintiendo cada vez más como su interior se llenaba de heridas por las raíces que habían empezado a crecer, avisándole que debía tomar una decisión pronto.

[🌷]

El camino de regreso a casa fue silencioso y tranquilo, Minho estuvo todo el tiempo concentrado en el camino sin darle paso a sus pensamientos más profundos, permitiéndose aprovechar un poco más ese tiempo antes de regresar a su realidad de la que quería escapar.

En especial ahora que había decidido por fin intentar superar a Jisung. No sabía si eso era posible, posiblemente no, pero haría el esfuerzo; o al menos quería convencerse de que sería capaz de hacerlo, distrayendose con otras personas con tal de que sus pensamientos no fueran siempre alrededor de Jisung.

—Llegamos a casa—avisó Minho cuando se detuvo frente a la entrada principal del edificio

—Por fin, muero por algo de comer—se quejó, acomodándose mejor en su asiento—¿Vamos por algo de comer?

—Ahora no puedo—se negó, viéndolo fruncir el ceño—Quedé de verme con Jeongin.

La expresión de Jisung cambió a confusión.

—¿Son amigos?—le preguntó, recordando que días atrás los vio juntos saliendo de la tienda de conveniencias.

—Uhm, no lo sé—respondió pensativo—De todas formas, está esperándome así que debo irme.

—Parece que si... Supongo que está bien—bajó la voz, desabrochando el cinturón de seguridad para salir.

Minho hizo lo mismo y bajó del auto para ayudarle a sacar su maleta, ambos en completo silencio.

—Nos vemos más tarde—se despidió cortamente Minho, tomando lugar dentro del auto de nuevo sin esperar una respuesta por parte del castaño.

Jisung se sintió un poco fuera de lugar, extrañado por lo cortante que Minho se comportó de repente. ¿Era todo debido a los sentimientos que habían de por medio? Pensar en que se trataba de eso lo hacía sentir triste porque eso significaba que muchas cosas realmente habían cambiado.

Cuando se encontró solo, agarró su pequeña maleta y subió hacia su departamento, intentando no pensar demasiado en las razones por las que Minho se estaba viendo con Jeongin.

Abrió la puerta de su departamento y tras soltar un fuerte suspiro, dejó la maleta de manera despreocupada en el suelo, dirigiéndose directamente hacia el sofá con una molesta sensación en el pecho.

—¡Hola! Creí que vendrías más tarde.

Jisung se dio cuenta de la presencia de Félix y no respondió, quedándose todavía en su posición. Félix frunció el ceño y se acercó, parándose frente a él.

—¿No vas a saludar?

—Hola, Félix—respondió con aburrimiento, apartando la mirada.

—A ti te pasa algo—dedujo Félix fácilmente, entrecerrando los ojos hacia él—¿Ya comiste?

—No tengo hambre.

—Uhm, ¿pasó algo en tu casa?

—No, todo está bien, igual que siempre.

—Bueno, entonces definitivamente pasó algo con Minho—concluyó al fin.

—No pasa nada con Minho—bufó, cruzándose de brazos y desviando la mirada—La pasamos bien, mi familia lo adora, ¿qué podría pasar?

—Vamos, Sung, no me mientas, sabes que te conozco y que sé cuando mientes.

Jisung hizo un puchero y lo vio con desánimo, ahora expuesto a la curiosidad de su mejor amigo quien supo deducir sin mucho esfuerzo que algo estaba pasando, específicamente con Minho.

—Minho no quiso acompañarme a comer.

—¿Te hace sentir mal que no te acompañe a comer?—enarcó una ceja sin creer que eso fuera todo.

—Fue a verse con Jeongin—soltó, otra vez con esa molestia en su interior—¿Desde cuándo se hicieron tan cercanos? La otra vez incluso estuvieron juntos durante mucho tiempo en la noche.

—¿Y eso te molesta?

—Es decir, ¿por qué con Jeongin?—se puso de pie, ignorando su pregunta y frunciendo el ceño—Se supone que tiene novio, ¿por qué quiere estar con Minho ahora?

—Jeongin y Hyunjin terminaron hace un tiempo—le dijo, viendo la sorpresa en su rostro—Lo sé porque Seungmin comentó algo al respecto. Se supone que se dieron un tiempo, pero ya sabes qué significa eso.

—¿Sabes por qué?—preguntó curioso.

—No—se encogió de hombros—Pero Jeongin es libre de verse con Minho y supongo que también él lo sabe.

Ciertamente era impresionante, su cabeza en un debate en el que no sabía cómo reaccionar al respecto. Una parte de él se sentía aliviada porque Hyunjin no tenía novio, pero por otra parte, odiaba totalmente la idea de que Minho estuviera de alguna manera acercándose tanto a Jeongin ahora que no estaba saliendo con alguien.

Era contradictorio, sus sentimientos se habían vuelto un caos y en su cabeza no había nada claro; odiaba sentirse tan confundido.

—Supongo que está bien si salen—dijo en voz baja.

—Solo di la verdad, acepta que estás celoso.

—No lo estoy—rio forzosamente—¿Por qué lo estaría?

—Tú dime.

Jisung regresó a su expresión triste y guardó silencio durante un momento, mordió su labio inferior con duda, rebuscando en su interior lo que realmente sentía al respecto hasta que por fin decidió hablar:

—Si, estoy celoso, muy celoso—confesó finalmente—Minho dice que le gusto, pero en casa no se despegaba de Minji y ahora resulta que es muy cercano a Jeongin, ¡justo con Jeongin!

—Pero a Minji siempre le gustan los chicos guapos—rio Félix—Si lo presentaste solo como un amigo, era obvio que intentaría llamar su atención.

—¡Aun así! No lo dejó en paz—se cruzó de brazos, caminando de un lado a otro—No pasamos mucho tiempo juntos, sabes, me dejó de lado—dejó caer sus brazos a sus costados, tomando asiento otra vez—Sé que no tengo derecho a sentirme de esta forma, es solo que me gusta estar con él y cuando me hace a un lado siento como si de un momento a otro, va a alejarse.

—Minho no te haría eso—se sentó a su lado, hablándole con calma.

—Dijo que iba a superarme, que intentaría salir con más personas porque no puedo corresponderle, ¿qué tal si está buscando algo más con Jeongin?—agachó la mirada, evidentemente triste porque temía que Jeongin tomara otra vez su lugar, así como con Hyunjin—¿Por qué él es tan especial?

—Es lo mejor para él, debe tener cuidado contigo—Félix suspiró—Tú sabes qué va a pasar si él algún día se enamora de ti y no puedas responder de la misma manera.

—No quiero eso—negó con la cabeza, preocupado de solo imaginarlo.

—Entonces deja que conozca a más personas y asimila que no puedes tener a alguien detrás de ti si no vas a corresponder esos sentimientos.

—¿Y qué tal si me gusta?—preguntó en voz baja—A lo mejor, Minho si me gusta.

—¿Dejaste de amar a Hyunjin?

Jisung guardó silencio sin tener una respuesta concreta ante esa pregunta que últimamente estaba escuchando más de lo que le gustaría.

—Puedo querer a Minho también... Ya no siento lo mismo por Hyunjin.

—No intentes tener algo con Minho si no eres capaz de amarlo—siguió hablando Félix —Arregla lo que sea que haya dentro de ti y después habla con Minho, pero mientras tanto, no intentes ilusionarlo con algo de lo que no estás seguro.

—Tienes razón—aceptó después de un momento en sielncio, consciente de que Minho merecía algo mejor que eso—Gracias—le sonrió débilmente a su mejor amigo antes de ponerse de pie—Estaré en mi habitación.

Félix simplemente asintió.

Al cerrar la puerta, Jisung soltó un fuerte suspiro y se recostó en su cama, dispuesto a esforzarse por encontrar una respuesta lo más pronto posible porque estaba seguro de que no podía perder a alguien como Minho.

Su amor por Hyunjin estaba desapareciendo, podía sentirlo y haría su mayor esfuerzo por hacer que se fuera por completo para darle paso a los sentimientos por Minho que sabía que estaban ahí, esperando por se descubiertos por completo.

Esperaba todavía tener tiempo.

[🌷]

Cap corto, lo sé. Ojalá les guste y hagan stream a LALALALA😘








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