¿Ese era Jisung?
Minho ahora era una persona totalmente diferente, el chico que se alejaba de las personas y que no era muy platicador había desaparecido en su mayoría, parecía ser alguien más.
Especialmente con Jisung.
El regreso a clases fue más pronto de lo que les habría gustado, Jisung odió la idea de regresar a la misma rutina, sin embargo, una parte de él sabía que las clases, las tareas y actividades lo ayudarían a mantenerse ocupado y alejado de todos esos pensamientos sobre Minho que tanto le dolían.
Desde que Minho regresó del hospital después de su cirugía hace casi un mes, evitó todo tipo de contacto con Jisung; si se encontraban en el pasillo, Minho bajaba por las escaleras para no tomar el elevador juntos; si se encontraban en su facultad, Minho ignoraba completamente su presencia; si habían reuniones con Chan y Félix, prefería no ir si sabía que Jisung también iría.
Simplemente no quería relacionarse de nuevo con él. Recibió algunos regaños por parte de Chan en el que le reprochaba su falta de amabilidad y tacto, pero no le importó, su indiferencia por Jisung era mucho más grande.
Jisung podía cada vez menos con el rechazo, porque ahora, Minho ni siquiera quería ser su amigo y eso dejó un enorme vacío que difícilmente podría llenar, en especial si debían verse tan seguido. Ya no lo buscaba al finalizar las clases, ya no lo acompañaba a comer, ya no lo ayudaba a estudiar. Todo dejó de ser como era.
Con un fuerte dolor en el pecho y un molesto nudo en la garganta, Jisung le dio un bocado a su helado sin disfrutarlo mucho, soltando otro suspiro mientras su mirada estaba fija en la ventana del local, viendo el exterior, otra vez pensando en eso; intentaba no prestarle mucha atención, pero a veces simplemente no podía evitar extrañar esos momentos que disfrutó. Esa mañana vio a Minho en el receso entre clases, hablando cómodamente con algunos compañeros de su clase y por un momento tuvo el impulso de acercarse a saludar, pero en su lugar, se dio la vuelta y decidió irse porque no podría soportar una humillación frente a sus compañeros de años mayores.
Al menos ahora se relaciona con más personas, eso es bueno, pensó, tratando de encontrar algo bueno de todo lo que estaba sucediendo.
Salió de sus pensamientos cuando la campana de la puerta de entrada de la heladería sonó y escuchó algunas voces conocidas, haciéndolo tensarse en su asiento.
—Ven, Jeongin, siéntate aquí.
Jisung vio sobre su hombro sin ser demasiado obvio, viendo como Jeongin tomaba asiento en la silla que Minho acababa de ofrecerle; también Seungmin y Changbin estaban ahí. Su corazón empezó a latir con fuerza, quería irse y encerrarse en su habitación, pero ahora debía esperar a que se fueran para poder huir de ahí porque no quería que lo vieran, no quería que Minho se diera cuenta de que estaba ahí. Se puso la gorra de su sudadera y su mejor opción fue esconderse en el baño.
Cuando entró se recargó en el lavabo, apenado por encontrarse en esa situación solo por evitar la dura mirada de Minho, pero realmente no estaba de ánimos para que los demás vieran la manera en la que Minho ahora lo trataba, eso solo generaría preguntas que no iba a responder.
Se vio a sí mismo en el espejo y se percató de que sus ojos estaban rojos, a punto de llorar. Dio un leve respingo cuando la puerta del baño se abrió de golpe, limpió rápidamente sus ojos y se quedó quieto cuando reconoció a Minho.
—Ho-Hola—saludó Jisung en voz baja para romper el corto silencio que se había formado.
Minho suspiró sonoramente en respuesta, dirigiéndose al lavabo para lavar sus manos, evitando cualquier tipo de contacto con Jisung.
—Sabes, estaría bien si solo dijeras hola—habló Jisung, sintiéndose pequeño ante la frialdad en su mirada.
—Hola, Jisung—respondió, sacudiendo sus manos para quitar el exceso de agua—¿Eso te hace feliz?
Jisung agachó la mirada, sintiéndose acorralado.
—¿Cómo estás?
—Mejor que nunca—sonrió, pero no era una sonrisa amable, Jisung podía asegurarlo—¿Algo más?
—No… Yo solo quería saber cómo est-
—Adiós, entonces—lo interrumpió, saliendo del baño sin darle oportunidad de seguir hablando.
Jisung guardó silencio de inmediato, todavía quedándose en su posición sin saber cómo controlar las lágrimas que habían empezado a nublar su vista. Fue como un fuerte golpe, la actitud de Minho con él era dolorosa, pero se dijo a sí mismo que se lo merecía, que el dolor que estaba sintiendo no se comparaba con el dolor que sufrió Minho por amarlo, el dolor que sufrió Minho por tomar la decisión de ya no hacerlo.
Enjuagó su rostro con abundante agua hasta eliminar cualquier rastro de lágrimas y salió del baño, dándole igual sí alguno de los amigos de Minho lo veían porque después de todo, ya no tenía que seguir escondiéndose.
Con pasos rápidos pasó a un lado de la mesa de Minho, agachó la mirada y no se atrevió a verlo de nuevo, pero la sensación de las miradas de los demás sobre él fue horrible, tanto que deseó poder desaparecer en ese instante. Cuando estuvo afuera pudo respirar un poco mejor, dirigiéndose directamente a su edificio al otro lado de la calle.
—¿Ese era Jisung?—preguntó Jeongin, viéndolo a través de la ventana.
—Si, pero qué importa—dijo Minho, viéndolo también sin mucho interés.
—Oh, ¿el chico del otro día, cierto?—Seungmin preguntó—El de mi baño—rio, dándole un sorbo a su refresco.
—Es él—asintió, jugueteando con el helado en su vaso—¿Podemos olvidar ese tema?
—¿No dijiste que te gustaba? Ese día-…—se detuvo cuando sintió a Changbin golpear suavemente su pierna bajo la mesa, siendo una señal para que no siguiera hablando.
—Dijo que olvidemos el tema—repitió Changbin, viendo la incomodidad en el rostro de Jeongin y la seriedad en Minho.
—Tienes razón, tema olvidado—sonrió apenado—Lo lamento.
Minho suspiró, viendo una vez más por la ventana hacia donde Jisung se había ido, guardándose todo aquello que quería decir, pero que al final, no valía la pena hacerlo, pensando una vez más en si era buena idea comportarse de esa manera con Jisung.
Alguien que solía ser un amigo a pesar de todo.
[🌷]
—Vamos, Minho, no puedes quedarte en casa un viernes en la noche—Chan insistió, tratando de convencerlo de salir—Hace casi un mes te dieron de alta, el doctor dijo que dos semanas eran suficientes para que retomaras tus actividades.
—¿Jisung está invitado?
—Sabes que si—suspiró, viéndolo de mala gana—Félix de seguro lo convencerá de ir.
—Entonces me quedo.
Chan rodó los ojos, todavía creyendo que Minho estaba siendo demasiado cruel.
—No seas infantil.
—¿Infantil?—frunció el ceño—Solo no quiero relacionarme con él, ¿tanto les cuesta entenderlo?
—Claro—se cruzó de brazos—No es necesario que le hables si no quieres, pero no puedes huir de él cada vez que está cerca.
—No huyo, solo lo evito—desvío la mirada, cruzándose de brazos también.
—Míralo como una oportunidad para distraerte, para conocer más personas. Tú no quieres ir por Jisung… No le hables y ya.
Minho suspiró frustrado, sabía que si no aceptaba, Chan no dejaría de insistir.
—Bien, pero no quiero escuchar reproches ni regaños si lo ignoro, ¿está bien?
Chan asintió y se dirigió a su habitación para empezar a vestirse. Minutos después, Minho hizo lo mismo, tomándose él tiempo necesario para verse bien, sintiéndose extraño ir a una fiesta otra vez con la intención de conocer a otras personas, porque las veces que había ido, solo quería estar con Jisung.
Ciertamente, todavía era un poco tímido en cuanto a relacionarse con los demás, pero ahora se sentía un poco más valiente que antes, es por eso que, en la Universidad pudo conseguir nuevos compañeros con los cuales mantener conversaciones y pasar el rato.
Se sentía bien, como si fuera alguien más.
Al cabo de un rato hizo sus últimos retoques y salió, esperando pacientemente en el sofá a que Chan saliera.
Ya en el auto, el ambiente era tenso, Félix y Chan podían notar la incomodidad en sus amigos, ambos en los asientos traseros sentados a los extremos, haciendo el esfuerzo de no mirarse, ni siquiera de reojo.
Jisung estaba muy nervioso, estar en el entorno de Minho ahora resultaba difícil, sin embargo, hizo su mayor esfuerzo por no mostrarse dolido o afectado porque si Minho iba a ignorarlo, él haría lo mismo.
Quería creer que era capaz de hacerlo.
—Llegamos—avisó Chan, estacionando el auto.
Todos bajaron y entraron al lugar. Las luces y el sonido fuerte de la música fue lo primero en recibirlos, al adentrarse más pudieron sentir el humo de los cigarrillos y el olor a alcohol de algunas personas. Era un poco incómodo, pero no desagradable.
—Iré a la barra—gritó Jisung sobre la música, haciéndoles señas para indicarles en donde estaría.
—Nos veremos aquí más tarde—dijo Félix cerca de su oído—Chan no va a tomar, así que puedes embriagarte todo lo que quieras—ambos rieron—Cualquier cosa llámale a él, por favor hazlo y no te vayas solo.
Jisung asintió con una sonrisa, diciéndole que no debía preocuparse. Félix le sonrió también y tomó la mano de Chan para amaños ir por algo de beber y después a la pista de baile.
Minho por su parte, analizó el lugar cuando se quedó solo, preguntándose qué debía hacer ahora que no tenía con quien estar. Mientras pensaba en qué hacer, alguien puso una cerveza cerca de su rostro, ofreciéndole la bebida. Minho vio al chico que lo miraba también con una amplia y sugerente sonrisa.
—Parece que no te estás divirtiendo—le dijo, muy cerca de su oído.
—Acabo de venir—respondió con simplicidad sin verse demasiado serio—Gracias por la cerveza—la agarró, dándole un largo trago sin pensarlo.
—Ya que aceptaste mi cerveza, creeré que puedo invitarte a bailar—le sonrió coqueto.
Minho vio al chico y podía aceptar que era lindo, tal vez no era su tipo, pero eso no importaba si solo iban a bailar. Sonrió y asintió, tomándolo de la cintura para llevarlo a la pista de baile que estaba llena de personas.
Desde su lugar, Jisung apartó la mirada de ellos dos y la fijó en su vaso frente a él, dándole el último trago antes de pedir otro. Era realmente patético, quedarse en la barra tomando alcohol sin ningún otro plan, era triste para alguien como él; no tenía nada más que hacer.
La noche transcurrió con bastante lentitud, al menos para Jisung. No tenía idea de cuánto había bebido ya, pero no era mucho. A unos metros lejos de él, logró ver que Minho se acercó al otro extremo de la barra sin soltar la mano de un chico quien por cierto, era diferente con el que lo vio hace rato. Pudo darse cuenta de que pidió una bebida y se la entregó al chico, viéndolo con diversión mientras bebía de la botella, yéndose de nuevo minutos después.
—Dame algo más fuerte—Jisung le pidió, llamando la atención del bartender.
—¿Algo que tengas en mente?—le preguntó con tono amable, acercándose.
—No lo sé, ¿qué me recomiendas?
—Depende.
—¿De qué?—lo miró confundido—¿Es que acaso tienen niveles?
—Algo así—respondió, riendo ante su evidente expresión—Veamos, depende de si estás pasando por un momento familiar muy duro, si estás desempleado, tienes problemas económicos o la más común…—agarró un pequeño vaso y lo puso frente a Jisung, llenándolo de alcohol—Una ruptura amorosa—lo vio directamente a los ojos, notando la tristeza en ellos. Había acertado—Para eso te ofrezco tequila—le señaló el pequeño vaso, animándolo a tomar.
—Parece que eres un experto en el tema—rio cortamente, viendo el vaso entre sus dedos. Suspiró—No es una ruptura como tal... Pero se siente como si lo fuera y me duele mucho.
—Entiendo—asintió, apoyándose en la barra para acercarse un poco sin invadir su espacio personal—Eres un chico lindo, podrás conocer a alguien más, solo mira este lugar, hay muchas posibilidades.
Jisung rio avergonzado—Yo lo quiero a él, no sólo algo de una sola noche—agachó la mirada otra vez—Yo debería de estar con él en este momento, bailando o quizás besándolo, pero en su lugar, de seguro está con otros chicos ahora.
—Él se lo pierde—se encogió de hombros, tratando de subir sus ánimos—Baila y besa a otros chicos tú también.
—Gracias—le dijo con amabilidad—Tal vez tengas razón, necesito distraerme.
—Muy bien—le sonrió ampliamente—Seguiré en lo mío, si quieres más solo avísame.
Jisung asintió y lo vio dirigirse hacia los demás clientes. Sin pensarlo mucho, llevó el shot hacia sus labios, tratando de una sola vez el líquido sin saborearlo. Sabía que era fuerte, pero la sensación se quedó ahí durante un tiempo y quemó su garganta, sintiéndose bien.
Al final logró tomar alrededor de cinco shots, todos servidos por el amable bartender. Jisung tenía sueño, pero al mismo tiempo, todo le parecía divertido; la música sonaba más fuerte por alguna razón y las luces eran más parpadeantes, logrando marearlo más.
—¿Quieres un trago?
Jisung tardó unos segundos en reaccionar, apenas dándose cuenta de que el chico estaba muy cerca y hablándole a él.
—Ya tomé, gracias—lo rechazó, volviendo su mirada a la barra.
—Una más no te hará daño…—insistió—Hace un rato te vi y has estado solo, ¿vienes con alguien más?
—Con mis amigos—respondió con dificultad, buscando torpemente su celular en su pantalón para intentar llamar a Chan—No estoy solo.
—No te pongas a la defensiva—habló en su oído, dejando un corto beso en la zona.
Jisung sintió su cuerpo erizarse y se alejó de golpe, sorprendido por la acción.
—No quiero bailar contigo y tampoco quiero una bebida—siguió negándose, buscando alejarse lo más que pudiera de él.
El chico lo tomó de la muñeca para evitar que se fuera, esta vez llenándolo de miedo.
—Solo será un rato—lo jaló hacia él, acercándolo a su cuerpo.
A esas alturas, Jisung sentía que todo daba más vueltas que antes y no podía mantenerse de pie sin sentir que iba a caerse.
—¿Donde está Chan?
—No sé quién es Chan, pero vamos, te ayudaré a buscarlo—le dijo y Jisung solo asintió, un poco confundido.
Mientras se hacían paso entre la multitud, golpeó accidentalmente a muchas personas, su mira viajó hacia todos lados y las luces no hacían más que hacerlo sentir perdido. El agarre en su cintura lo hizo reaccionar un poco, otra vez buscando alejarse.
—No me toques así, no me gusta—quitó sus manos de manera brusca, viéndolo con el ceño fruncido—Quiero encontrar a Chan.
El chico rodó los ojos y molesto, volvió a agarrarlo, pero esta vez del brazo. Jisung se quejó por la fuerza ejercida y lo vio con enojo, tratando de zafarse.
—Deja de hacerte el difícil, maldita sea—casi gritó en su oído, asustándolo.
Jisung volvió a empujarlo sin mucha fuerza, siéndole complicado hacer algo más. Estaba asustado, quería irse, pero no encontraba a Chan por ningún lado; siguió buscándolo con la mirada hasta que lo vio muy a lo lejos.
—Ya lo vi, iré con él—quiso caminar, pero el chico no aflojó el agarre—¡Ya suéltame!—le gritó desesperado, enojado y con miedo.
¿Es que acaso quería hacerle algo? Estaba demasiado ebrio si quiera para pensarlo bien.
—¿No lo escuchaste o necesitas que te griten más fuerte, imbécil?—Minho agarró con fuerza la chaqueta del chico y lo empujó a un lado, apartándolo completamente.
—Tú métete en tus malditos asuntos—se acercó nuevamente, su mirada llena de enojo—Solo estoy tratando de bailar con él y está actuando así porque está ebrio. Además, viene conmigo—mintió, haciendo reír a Minho.
—Él es mi asunto porque lo conozco, así que vete a la mierda antes de que llame a los de seguridad para que te saquen a patadas por acosador—lo amenazó, para nada intimidado—Imbécil.
El chico rio con sarcasmo y se dio la vuelta, yéndose de ahí bajó la curiosa mirada de los que estaban más cerca.
Cuando ya no lo vio más, Minho se giró para ver a Jisung quien se encontraba apoyado en la pared, intentando mantenerse de pie. Minho negó en desaprobación y tras un corto debate mental decidió acercarse y ayudarlo a estabilizarse.
Logró llevarlo a una zona más silenciosa, cerca de la salida y lo ayudó a sentarse en una silla.
—Félix te dijo que llamaras a Chan, ¿es que no viste las intenciones de ese chico?—lo regañó, sacando su celular para buscar el contacto de su amigo.
—Yo no lo conozco, en serio... Yo solo quería buscar a Chan, pero no me soltaba—dijo con la cabeza agachada, sintiéndose enormemente sensible y nervioso—No me regañes... Puedo irme solo, tú regresa a la fiesta—intentó ponerse de pie, pero Minho volvió a sentarlo.
—No puedes ni mantenerte de pie, tomaste mucho.
—Bueno, solo me quedaré aquí hasta que se me pase entonces, ya vete.
Minho lo vio durante unos segundos y volvió a negar en desaprobación, viendo como poco a poco, Jisung estaba quedándose dormido.
—Solo debiste llamar a Chan para no ser yo quien tenga que acercarme a ti—dijo en voz baja, todavía con tono de regaño, aunque sabía que Jisung ya no estaba escuchándolo—Siempre tienes que ser tú.
—Perdón—balbuceó en respuesta sin entenderlo muy bien, pero su cabeza solo podía procesar el enojo en su tono de voz—Ya no quiero molestarte porque no me gusta que me hables feo.
—Te llevaré a casa—dijo decidido al no recibir respuestas de Chan, ignorando lo que dijo para tomarlo entre sus brazos con mucho cuidado.
Jisung no sabía con exactitud qué estaba pasando, sus párpados se sentían cada vez más pesados y su cuerpo más liviano. Minho se regañó a sí mismo también por encontrarse en esa situación, cargando a un Jisung dormido hacia un taxi. No podía arrepentirse ahora, ya se encontraba dentro del auto en los asientos traseros, dejando que Jisung recostara su cabeza en su hombro, aferrándose a él mientras dormía.
Estaba irritado, tener que detener su noche de diversión por Jisung no estaba en sus planes, pero realmente no pudo evitar molestarse al ver cómo ese chico no soltaba a Jisung. No quiso darle vueltas a sus acciones, era obvio que reaccionaría así, lo haría por cualquiera.
Pagó el viaje cuando llegaron y con cuidado cargó nuevamente a Jisung al salir del taxi, caminó hacia el elevador y agradeció no haber tomado tanto para estar consciente de lo que estaba haciendo. Salieron cuando estuvieron en su piso y decidió entrar a su departamento con sus llaves debido a que no sabía en donde estaban las de Jisung.
Lo llevó hacia su habitación y lo recostó sobre su cama, cubriéndolo con sus sábanas sin cambiarle la ropa. Suspiró frustrado y se dirigió a la sala, dejándose caer sobre su sofá. Alejó toda clase de pensamientos de lo que pasó, evitando de esa manera molestarse otra vez y se relajó, dejándose vencer por el sueño minutos después.
No sabía qué iba a decirle a Jisung, pero esperaba ya no encontrarlo ahí cuando despertara.
[🌷]
Jisung sonrió sin despertar del todo, cubriéndose más con aquellas sábanas que tenían el perfume de Minho. La sensación era satisfactoria, haciéndolo sentir como si realmente, Minho estaba ahí con él.
Lentamente abrió los ojos y pudo sentir el olor mucho más fuerte, dio un largo bostezo y cuando estuvo despierto en su totalidad, se dio cuenta de que no estaba en su habitación y de que en realidad, el olor de Minho estaba bastante impregnado porque estaba en su cama.
Sorprendido, se bajó de la cama y vio su entorno, preguntándose cómo es que había llegado ahí. Revolvió su cabello y buscó en su cabeza hasta que logró recordar. Sus mejillas se calentaron y por alguna razón, sintió que estaba en problemas.
—Tonto, tonto…—se dijo a sí mismo en un regaño mientras tendía la cama.
Vio la hora en su celular y eran apenas las ocho de la mañana. Esperanzado en que todos seguían durmiendo, decidió que era una buena idea salir de ahí lo más pronto posible antes de tener que encontrarse con Minho, que por cierto, no sabía en donde se encontraba.
Abrió la puerta de la habitación y se detuvo en seco al encontrarse de frente con el pelinaranja, a punto de entrar.
—Buenos días—saludó Jisung—Yo ya me iba… Dejé todo ordenado.
—Justo a eso venía, a decirte que debes irte—su semblante serio no cambió.
—Perdón por molestarte—se disculpó Jisung, apenado—No pensé que ayer fuera a ponerme así.
—A la próxima piénsalo mejor para no molestar a los demás—reprochó—Si eso es todo, ya vete que quiero dormir cómodamente en mi cama—avanzó al interior de la habitación, pasando a su lado como si nada a la espera de que se fuera.
Jisung odiaba ese tono de voz tan demandante, tratándolo como si fuera la peor persona del mundo. ¿Tanto lo odiaba ahora? Apretó los labios y se giró a verlo, sintiendo un peso en el pecho indescriptible que juraría que lo haría llorar en cualquier momento.
—¿Puedes parar?
—¿Ahora de qué hablas? Solo quiero dormir.
—Hablo de tratarme de esta manera. ¿Por qué me odias tanto ahora?
Minho bufó y apartó la mirada, no estaba de humor para una tonta discusión como esa, así que sin hacerle mucho caso, siguió en lo suyo, se quitó los zapatos e ignoró su presencia.
Jisung no podía creer que en serio, Minho estaba comportándose así. Cerró ambas manos en un puño y el dolor empezó a transformarse poco a poco en enojo.
—Entiendo que hayas cambiado, pero es doloroso que solo conmigo te comportes así. Trato de contenerlo, pero es difícil quedarme callado en cada maldita ocasión en la que me tratas así frente a todos—su voz tembló por un momento, sintiendo sus manos sudar también—Si tienes un problema conmigo al menos quisiera saber cuál es… Éramos amigos Minho, tú sabes que te quiero mucho, tanto que me hiere demasiado que ahora me trates peor que a un desconocido.
Minho no esperó que Jisung fuera a hablarle de eso tan directamente, que le preguntara de esa formas las razones de su comportamiento, pero ahora que estaba escuchándolo, no sabía exactamente qué decirle. Se mantuvo en silencio, viéndolo en esa clara desesperación por obtener una respuesta a sus preguntas.
Siendo honesto consigo mismo, no le gustaba verlo de esa manera.
—Solo vete, Jisung, ¿cómo es que no entiendes que te quiero lejos de mi?—susurró, recostándose sobre su cama para darle la espalda.
Otra vez, dejando ese tenso y abrumante silencio entre los dos.
—Como quieras, Minho, pero no me pienso rendir contigo. Puedes actuar como se te de la maldita gana, pero no vas a alejarme tan fácil—dijo con seguridad, limpiando las lágrimas que mojaron su rostro—Sé que no puedes amarme de nuevo, eso no volverá a suceder y no puedo hacer nada en contra de eso—su pecho dolió con esa afirmación, haciendo una corta pausa—Pero no quiero dar por perdido lo que teníamos, tu amistad todavía es importante. Tú sigues siendo importante para mí aunque no quieras que así sea. Yo no puedo odiarte—sollozó suave.
Minho cerró los ojos y evitó darse la vuelta para verlo porque sabía que si lo veía así de vulnerable otra vez, podría ceder. Una parte de él quería dejar de lastimarlo.
No podía ceder de nuevo.
Ante su silencio, Jisung se dio la vuelta y salió de la habitación, cerrando la puerta tras él con mucho enojo. ¿Cómo podía dejar de quererlo de un momento para otro? Simplemente no podía, lo que sentía por Minho no le permitía actuar también como si nunca existió en su vida.
Pero, ¿cuánto podría soportar realmente? Esperaba tener la fuerza suficiente para aguantar cada rechazo… Estaba dispuesto a hacerlo por él.
Minho suspiró sonoramente en la soledad de su habitación, cubrió su rostro con sus manos y se odió por no poder sentirse indiferente ante los sentimientos de Jisung. Es cierto que ya no lo amaba, pero muy en el fondo extrañaba su amistad, tenerlo cerca era parte de su rutina, pero no podía pasar por alto todo lo que sufrió, así que por ahora, seguiría viendo únicamente por él mismo.
Jisung ya no importaba, en algún momento se rendiría y dejaría de molestarlo, contaba con eso.
[🌷]
Que grosero el Minho pero ya ni modo, mi niño sufrió mucho u-u
Espero que les guste<3
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