¿Conquistarlo?
Jisung soltó un fuerte suspiro cuando se detuvo frente al bar en el que Hyunjin le dijo que estaba. Sobó sus sienes y caminó hacia la entrada, diciéndose una y otra vez que estaba cometiendo un grave error.
Desde la entrada lo buscó con la mirada y gracias a que todavía era temprano, no había demasiadas personas, por lo que encontrar a Hyunjin no fue difícil. Al localizarlo en la barra se dirigió directamente hacia él con paso rápido, quería salir de ahí lo más rápido posible.
—Hyunjin—lo llamó, tocando su hombro.
Hyunjin se giró rápidamente en su asiento, dejó la bebida sobre la barra y le sonrió ampliamente, feliz de verlo ahí, justo como esperaba.
—¡Si viniste!
—Creí que estabas en mal estado—le dijo, notando que no se veía tan mal como le había dicho hace rato cuando le llamó—Te veo perfectamente bien, Hyunjin. ¿Por qué me llamaste?—preguntó con seriedad, cruzándose de brazos con cierta molestia por haberle mentido.
—No estoy bien—negó rápidamente—Me siento un poco mareado y no creo poder llegar a casa así y yo solo—se excusó, tomando su muñeca.
—Déjame avisarle a Jeongin, entonces, de seguro lo entenderá y vendrá por ti—insistió de nuevo, buscando huir de esa situación en la que él mismo se metió.
—¡No!—se puso de pie—No quiero causarle problemas, él no sabe que estoy aquí, odia estos lugares.
Jisung apartó la mirada, no podía seguir viendo los ojos suplicantes de su ex novio porque al final, siempre accedía a lo que le pedía con tal de complacerlo.
—Te llevaré a tu casa—murmuró, soltándose de su agarre sin ser demasiado brusco—Pero debemos irnos ya, se nos hace tarde.
—No te llamé para que me lleves a casa tan rápido—frunció el ceño, agarrando el trago que había dejado anteriormente, dándole un sorbo—Te llamé para que me acompañes un rato antes de irnos.
—No voy a quedarme aquí. Vamos ahora o te juro que me voy.
—Bien, no te molestes—accedió Hyunjin, sacando su billetera para pagar lo que había consumido—Llévame a casa, entonces.
Jisung asintió y después de que Hyunjin pagó, lo tomó de la muñeca para ayudarlo a salir de ahí. Estando afuera, Jisung pudo notar que el día se estaba terminando, así que debía apresurarse antes de que se le hiciera demasiado tarde. Pidió un taxi y ayudó a Hyunjin a subir, sentándose a su lado en total silencio, dejando que fuera él quien le indicara al conductor hacia donde debían ir.
Luego de un rato, por fin llegaron al edificio de departamentos de Hyunjin. Un pequeño destello de nostalgia invadió a Jisung, recordando todas las veces que estuvo en ese lugar cuando estaban juntos. Se obligó a apartar esos pensamientos y lo acompañó al elevador, cerciorándose de que no fuera a caerse en algún momento, aunque a decir verdad, no parecía que estuviera tan ebrio.
Hyunjin, por su parte, no se sentía tan indispuesto como le había mencionado a Jisung, tal vez le había mentido solo un poco en cuanto a su estado real porque sabía que Jisung se negaría a ayudarlo si le decía que no estaba tan ebrio. Estaba actuando muy mal, pero cuando cedió a su impulso de llamarle a su ex novio, no pudo evitar mentirle para verlo y fue un gran alivio que haya funcionado. Conocía a Jisung perfectamente bien.
Buscó torpemente las llaves en el bolsillo de su chaqueta hasta que las encontró, fingió dificultad para abrir la puerta y luego de un rato, por fin logró entrar.
—Pasa—le indicó al menor quien se miraba un poco dudoso sobre si hacerle caso o solo irse.
Jisung estaba dentro de un conflicto interno sobre si darse la vuelta e irse o quedarse un rato más con la excusa de ayudarlo.
Pero Jisung quería quedarse un poco más a pesar de que estaba consciente de que eso no era lo correcto.
Con un poco de duda entró al departamento, encontrándose con que la mayoría estaba igual que la última vez que estuvo ahí, a excepción de algunos cuadros que reemplazó y con razón, sus fotos juntos ya no tenían nada que hacer ahí, sin embargo, le dio curiosidad sobre en donde las había guardado o si en realidad las había tirado.
—¿Quieres algo de tomar?—ofreció Hyunjin para romper el silencio, buscando algo en su refrigerador.
—No... Estoy bien, yo debo irme pronto—se negó, viéndolo caminar sin mucha dificultad—Ve a darte una ducha e intenta dormir, estarás mejor cuando despiertes.
—Quédate un rato más—pidió, acercándose—Veamos una película, a ti te encanta hacer eso.
—Hyunjin, de verdad no creo que sea correcto quedarme tanto tiempo contigo a solas en tu departamento.
—¿Por qué no? No veo lo malo—sonrió de lado, caminando un poco más hacia él—Pasabas mucho tiempo aquí conmigo antes, ¿no lo recuerdas?
—¿Puedes dejar de hablar sobre nuestra relación? De verdad no sé qué es lo que te pasa—levantó un poco la voz, cansado de sentirse así de confundido en cuanto a sus acciones y palabras.
—Pasa que sigues apareciendo en mi cabeza, Jisung—confesó, abatido por sus propios sentimientos mezclados—Todavía sigues ahí, aunque quisiera que no fuera así porque amo a Jeongin.
No estaba enamorado de Jisung, pero tampoco creía poder dejarlo ir del todo ahora que sus caminos se habían cruzado de nuevo.
Por su parte, Jisung sintió que era capaz de llorar frente a Hyunjin en ese momento, ¿cómo se le ocurría decirle algo así directamente? Definitivamente, el dolor en su pecho no se iría pronto.
Toques en la puerta llamaron la atención de ambos. Hyunjin caminó hacia la entrada un poco confundido porque no esperaba visitas y al abrir la puerta sintió su cuerpo entero tensarse, desapareciendo cualquier rastro de ebriedad que pudo haber tenido.
—Jeongin... Yo no... No te esperaba aquí hoy—dijo con nerviosismo sin dejarlo pasar todavía—Creí que vendrías mañana.
—¡Sorpresa!—le sonrió ampliamente, mostrándole una bolsa llena de comestibles—Iba de camino a casa y creí que sería buena idea pasar la noche aquí, así que vine directamente después de comprar todo esto.
—¿Tus padres saben que estás aquí?
—Si, les dije cuando venía de camino—le confirmó—¿No me dejarás entrar o qué? Me tienes aquí en el pasillo—bromeó, acercándose para pasar al departamento.
Sin nada más que hacer, Hyunjin se hizo a un lado y lo dejó pasar, rogando no haberse metido en problemas aunque a decir verdad, si Jeongin se enojaba, estaría en todo su derecho de hacerlo.
Jisung sintió las palmas de sus manos sudar de los nervios cuando escuchó la voz de Jeongin, no quería que lo encontrara ahí porque no sabría qué decirle, pero poco podía hacer ahora que no había manera de escapar de esa situación.
—¿Jisung?—la sonrisa en su rostro se borró tan pronto notó la presencia del castaño en el departamento de su novio—Hyunjin no me dijo que estabas aquí... Ni siquiera sabía que eran tan cercanos para que estés aquí.
—De hecho, Jisung ya se iba—dijo Hyunjin cuando llegó a la sala con los menores—¿Verdad, Jisung?
Lo miró, indicándole con la mirada que se fuera.
—Uhm, si—respondió casi en voz baja, sintiéndose increíblemente estúpido—Yo... Si, ya me iba.
—¿Pero qué haces aquí?—cuestionó muy confundido. Vio a Hyunjin a su lado a la espera de una respuesta cuando no la obtuvo por parte de Jisung.
—Te explicaré luego—se apresuró a decir Hyunjin, poniéndose frente a él—Te explicaré cuando estemos solos, ¿si?
—¿Estuviste bebiendo? Apestas a alcohol—Jeongin se sentía cada vez más confundido y sin saber qué pensar al respecto, no quería sacar conclusiones, pero nadie le estaba dando las respuestas que quería—También a cigarro, Hyunjin, dijiste que no ibas a salir hoy.
Jisung se despidió en voz baja y salió casi corriendo de ahí para evitar escuchar su inevitable discusión, sintiendo todavía un fuerte dolor en el pecho. Caminó a paso rápido hasta la recepción del edificio y por fin pudo respirar con normalidad. Se detuvo en la acera de la calle, sintiéndose enormemente culpable por lo que acababa de pasar con Jeongin.
¿Por qué Hyunjin hacía eso con él? Le pidió que se quedara, pero tan pronto apareció Jeongin, lo echó sin dudarlo. Pero, ¿qué más estaba esperando? Hyunjin tenía novio ahora y él ya no significaba nada a pesar de que últimamente, Hyunjin había estado muy insistente con verlo.
Se había ilusionado con una tontería.
Aún así, no iba a meterse en su relación, Jeongin parecía ser un buen chico y no quería que saliera lastimado por más que quisiera a Hyunjin, solo debía aprender de una buena vez que Hyunjin no volvería a amarlo y que nada sería como antes, que solo estaba confundido porque Hyunjin amaba a Jeongin ahora y definitivamente, él no iba interponerse.
Con un nudo en la garganta y con una humillante sensación, se dirigió a casa, pensando una vez más en lo idiota que era por seguir creyendo en Hwang Hyunjin.
[🌷]
Al siguiente día, Minho decidió no ir a la universidad, su estado de ánimo no se le permitió, además de que se mantuvo despierto durante la madrugada sin poder dormir correctamente debido al montón de pensamientos que inundaban su cabeza sin poder evitarlo.
Vio el reloj y se dio cuenta de que ya era muy tarde tarde, las dos de la tarde, y dedujo que Chan ya se habría ido a sus clases, dándole un poco de tiempo a solas para pensar en lo que iba a decirle cuando tocara el tema.
Decir la verdad era vergonzoso, admitir que tenía sentimientos por alguien más era vergonzoso, incluso para él mismo.
Con mucha pereza se levantó de la cama en dirección al baño, pero grande fue su sorpresa al encontrarse con Chan sentado en el sofá viendo alguna película en la televisión.
—¿Por qué no fuiste a clases hoy?—fue lo primero que Minho preguntó, llamando su atención.
—Buenas tardes para ti también—sonrió Chan, viéndolo desde su asiento—Solo fui por la mañana, así que tengo tiempo para que hablemos.
Minho soltó un corto suspiro y entró al baño, concluyendo que en efecto, no iba a salvarse de tener esa conversación con Chan.
—¿Qué más necesitas saber al respecto?—preguntó un poco incómodo—No es difícil deducirlo.
—Quiero saber qué piensas hacer al respecto—lo vio con semblante serio, haciéndole saber que también era importante para él—¿Vas a conquistarlo o intentarás dejar de amarlo?
—¿Conquistarlo?—bufó, soltando una risa sarcástica—Eso no servirá de nada, él ya tiene a alguien a quien amar—sintió cierta amargura al decirlo, causando que su expresión decayera.
—Déjalo conocerte, sé más amable, compórtate como un chico enamorado de verdad—le aconsejó, sonriendo ante la idea de un Minho totalmente diferente al que estaba acostumbrado a ver.
Minho suspiró, convencido de que eso no sería suficiente. Cada vez que estaba cerca de Jisung, lograba ser esa clase de chico que no era frente a los demás, era atento, amable y de alguna forma, detallista, pero ni siquiera de esa manera había logrado que se fijara en él.
¿Qué más necesitaba para que Han Jisung lo mirara de otra forma?
—Tal vez... Tal vez deba alejarme hasta que estos sentimientos se vayan—dijo en voz baja con inseguridad, esa opción quizás era la más inteligente.
—No se van a ir solo porque te alejes, Minho.
—Bueno, Chan, eso no me hace sentir mejor.
—Solo digo que lo enfrentes, debes intentarlo y si no funciona, puedes rendirte y tratar de superarlo.
—Prefiero no tener que someterme a las humillaciones de alguien enamorado—hizo una mueca de disgusto, cruzándose de brazos.
Chan suspiró, Minho era demasiado terco y aunque entendía que todo estaba siendo muy nuevo para él, no podía simplemente dejar pasar sus ideas que al final, terminarían lastimándolo aún más. Tenía que convencerlo.
—¿Qué tal si Jisung te corresponde? Dejarás de estar enfermo y vivirás por primera vez lo que es estar enamorado, ¿no quieres algo como eso? ¿De verdad prefieres vivir el resto de tu vida evitando a todos como siempre haces?—lo cuestionó, viéndolo dudar.
—Si Jisung me corresponde seré feliz—respondió con sinceridad, esbozando una corta sonrisa que duró apenas unos segundos.
—Entonces búscalo y no huyas de él. A lo mejor te llevará tiempo, pero si realmente quieres intentarlo, tendrás que ser paciente.
Minho guardó silencio durante un rato y pensó en las posibilidades, concluyendo en que de una u otra forma, terminaría lastimado. Tenía miedo, eso era seguro, pero ya no había vuelta atrás, sus sentimientos por Jisung no cambiarían pronto y debía de encontrar una manera de enfrentarlos.
—Voy a conquistarlo—decidió por fin, todavía no muy convencido—Pero no pienso confesarle lo que siento.
—Hazlo cuando te sientas listo, por ahora no te presiones—aconsejó, esperando que no retrocediera con su decisión.
—Gracias—le dijo con honestidad, sintiéndose un poco menos agobiado por el tema.
Definitivamente, hablarlo le había quitado un enorme peso de encima y lo había ayudado a pensar un poco más profundo sobre eso.
Luego de esa corta conversación, Minho tomó una larga ducha que lo ayudó a relajarse y a aclara sus ideas. ¿Qué tenía que hacer para conquistar a Jisung? No tenía idea de qué debía hacer ahora, pero era bastante comprensible, nunca sintió un interés real por alguien así que su experiencia era totalmente nula.
Recordó que hace un tiempo, Félix le dijo algunas de las cosas que a Jisung le gustaba hacer, por lo que creyó que sería buena idea empezar desde ahí. Con un poco de motivación, se puso ropa cómoda y decente luego de su ducha y salió en dirección al departamento de su vecino, respiró hondo varias veces y después de unos segundos tocó la puerta.
—Minho...—Jisung abrió la puerta en cuestión de segundos, sorprendido por encontrarse con Minho frente a él.
—Hola, Sung—saludó sonriente, manteniendo toda su positividad con tal de no crear un ambiente tenso—¿Estás ocupado ahora mismo? Supuse que ya habías regresado de tus clases.
—Uhm, no—respondió, desviando la mirada—En realidad... No esperaba verte, al menos no en estos días.
La expresión de Minho cambió en un instante, luciendo avergonzado por estar ahí. ¿Qué significaba eso? ¿Que no quería verlo?
—¿Hice algo que te molestó?—preguntó en voz baja, pensando en que quizás no fue una buena idea aparecer de repente en su puerta.
—No, nada de eso—negó varias veces—De hecho, creí que tú estarías molesto, por eso me hice la idea de que no querrías hablarme—explicó, nervioso porque ahora la mirada de Minho estaba en él, solo que no sabía cómo describirla.
—No estoy molesto—se apresuró a aclarar. Estoy herido, pensó, pero no se lo diría.
Jisung suspiró y se hizo a un lado para dejarlo entrar a su departamento. Minho entendió y se hizo paso al interior, sintiéndose ahora mucho más nervioso al encontrarse nuevamente a solas.
—Deberías estar molesto—Jisung comentó, agachando la mirada.
—No hay razones para estarlo, no es como que me debas explicaciones—se forzó a sonreír, diciéndose a sí mismo que no había nada que los relacionara para molestarse por haberse ido cuando estaban juntos. Jisung tenía el derecho de hacerlo—Y como ves, estoy aquí.
—De todas formas, lo siento—lo miró, sintiendo sus ojos cristalizarse.
Minho se preocupó al notar que estaba a punto de llorar.
—No es para tanto... Por favor, no llores—se acercó y acunó su rostro entre sus manos, limpiando sus lágrimas.
—Hyunjin es un idiota—susurró con la voz quebrada, recordando lo que había pasado el día anterior—También soy un idiota por hacerle caso.
Ciertamente, Minho no sabía qué había pasado después de que Jisung decidió correr hacia Hyunjin, pero al parecer, sea lo que sea que había pasado, lo había afectado significativamente.
—Hyunjin es idiota, tú no—le habló suave, dejando escapar un corto suspiro—No hablemos de él, ¿si? Olvídate de lo que pasó y hagamos otra cosa, ¿hay algún lugar en especial al que quisieras ir o algo que quieras hacer?
Jisung sollozó y negó con la cabeza, sintiendo un fuerte dolor en el pecho. Era vergonzoso, que Minho lo viera llorar siempre de esa manera y por la misma razón era vergonzoso, pero no podía retener sus sentimientos frente a él, era como si pudiera ser él mismo a pesar de que terminaba humillándose debido a su amor por Hyunjin y estaba consciente de que algún día, Minho iba a aburrirse también de su comportamiento. Mientras tanto, aprovecharía su compañía y apoyo.
—Me niego a dejarte aquí así, así que iremos al centro comercial a jugar vídeo juegos—dijo sin soltarlo todavía, apreciando sus ojos todavía llorosos.
—Pero dijiste que no fue tan divertido.
—Cambié de opinión.
Jisung asintió segundos después, de acuerdo con el plan, sintiéndose más en calma. Minho sonrió al notar que ya no salían más lágrimas y se tomó el atrevimiento de besar suavemente su frente antes de rodearlo con sus brazos en un abrazo, dejando que se recostara en su pecho.
—Gracias por estar aquí, Minho—susurró Jisung, rodeándolo también con sus brazos, todavía con el cosquilleo del beso en su frente.
Minho se conformaba con eso por ahora, se conformaba con poder hacerlo sentir mejor, con tenerlo cerca aunque sea de esa forma, Minho se conformaba con ser la persona que secaría sus lágrimas con tal de verlo sonreír como siempre solía hacerlo.
Era su amigo después de todo, aunque ahora odiaba inmensamente ese término.
Jisung se apresuró a arreglarse para salir esa tarde con Minho, llenándose la cabeza de pensamientos en cuanto a las actitudes de Minho con él. Desde hace un tiempo, Minho había dejado de ser completamente serio y reservado con él, se notaba mucho más amable y atento, cosa que cambiaba totalmente cuando Félix o Chan se relacionaban con él. ¿Por qué actuaba tan diferente? Estaba consciente de que a veces podía ser demasiado molesto hasta el punto de invadir el espacio personal de las personas, pero a Minho no parecía importarle.
Sabía hacia donde lo estaban llevando esos pensamientos, haciéndolo sentir asustado de siquiera llegar a una conclusión así porque de ninguna manera, Minho debía estar sintiéndose atraído hacia él. Así que hizo su mayor esfuerzo por olvidarse de eso y siguió en su labor de arreglarse lo más rápido posible para no hacerlo esperar.
—Estoy listo, vámonos—apareció Jisung de nuevo en la sala.
Minho sonrió ampliamente al verlo con un poco más de ánimo y asintió, saliendo del departamento minutos después.
—Chan me prestó su auto, así que no usaremos el autobús esta vez—le avisó, ambos entrando al elevador.
—En ese caso, ¿puedo elegir otro lugar?
—Tú dime donde y te llevo—aceptó rápidamente, escuchándolo atentamente.
—Hay una cafetería que me gusta mucho y está saliendo de la ciudad, ¿podemos ir ahí?—preguntó con un poco apenado, no sabía si Minho iba a querer conducir hasta ahí.
—Si podemos—asintió, sonriéndole—Iremos donde tú quieras si eso te hace sentir mejor.
Jisung apartó la mirada, sintiendo sus mejillas calentarse levemente al mismo tiempo que su pecho se llenaba de calidez.
Hace mucho tiempo nadie se preocupaba así por él.
[🌷]
Hyunjin tocó repetidas veces la puerta de la casa de su novio, desesperado porque no atendía sus llamadas ni respondía sus mensajes después del malentendido del día anterior en la que se supone que se quedaría con él, pero después de que Hyunjin no supo explicarse, Jeongin se fue.
Todavía no sabía qué decirle, no tenía nada en mente que funcionara como una buena excusa porque decir la verdad no era una de sus opciones.
Volvió a tocar hasta que por fin abrieron la puerta, aliviado porque era Jeongin quien había atendido.
—¿Qué haces aquí?—Jeongin frunció el ceño, saliendo de su casa para luego cerrar la puerta tras él.
—No respondes mis llamadas ni mensajes.
—Por ahora no quiero hablar contigo—fue sincero, dejándole en claro su molestia.
—Te prometo que no pasó nada entre Jisung y yo—tomó su mano, pero Jeongin la apartó rápidamente.
—Sigues sin decirme qué hacía en tu departamento y porqué estabas ebrio—se cruzó de brazos.
Le pareció extraño que después de que Jisung se fuera, Hyunjin no supiera qué decirle. No quería sacar conclusiones apresuradas, siempre creyó que hablar las cosas era mucho mejor que suponerlas, pero esta vez, Hyunjin solo se quedó en silencio a pesar de que le dijo que le explicaría y hasta ahora, no obtuvo más que simples balbuceos sin sentido.
—Yo le llamé para que me fuera a buscar a un bar por la tarde—empezó a explicar—No me preguntes porqué fui, solo lo hice.
—Y no me llamaste a mi.
—No quería molestarte, en serio. Yo sabía que estabas en tus clases y también sabía que ibas a enojarte si te dabas cuenta de que estaba en ese estado—agachó la mirada, viendo sus manos con temor.
—Por eso creíste que fue una mejor idea llamarle a Jisung, ¿no es así?—reprochó—¿No confías en mi, Hyunjin? A lo mejor si me habría molestado, pero no iba a dejarte solo si estabas así, pude haberte acompañado.
—Perdón, Innie—suspiró derrotado—No sigas enojado conmigo, te aseguro que solo fue eso—mintió.
Jeongin suavizó su expresión al notar el arrepentimiento en su novio, sintiéndose un poco mal por hacerlo llegar hasta ahí gracias a esa discusión en la que tal vez, estaba exagerando.
—Está bien—le dijo, obteniendo rápidamente su mirada—Dejaremos esta discusión hasta aquí, pero, ¿prometes que estás diciéndome la verdad?
—Completamente—respondió de inmediato, sintiendo como un enorme peso desaparecía.
Jeongin sonrió satisfecho con su respuesta y se acercó a abrazarlo con fuerza, sintiéndose mejor por haber resuelto sus problemas con Hyunjin, realmente odiaba discutir o enojarse con él ya que no pasaba con frecuencia.
—Vamos adentro, solo está mi mamá y de seguro estará feliz de saludarte—tomó su mano y abrió la puerta, guiándolo hacia el interior.
Hyunjin asintió sin queja alguna, feliz con el hecho de que Jeongin iba a olvidar ese pequeño problema entre los dos. Ciertamente se sentía bastante culpable, no era capaz de decirle que él mismo había insistido varias veces en que Jisung se quedara, no era capaz de decirle que había estado buscándolo a propósito con la intención de hablar con él. De todas formas, Jeongin no necesitaba saberlo.
Tenía la esperanza de que algún día dejaría de sentirse mal al respecto, no hizo nada malo y tampoco lo había traicionado, así que en cualquier momento, la culpa se iría.
Solo esperaba no ser lo suficientemente idiota como para cometer un error porque jamás se perdonaría a sí mismo perder a Jeongin, ya tuvo suficiente con haber cometido el error de dejar ir a Jisung.
[🌷]
Perdón, pero enamorada yo también alguna vez fui como Jisung😞 Espero que les esté gustando<3
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