¿Algún día dejarás de amar a Hyunjin?
Minho evitó a Jisung durante un tiempo. Después de dormir juntos, Minho no fue capaz de acercarse nuevamente sin pensar en lo que pudo haber sucedido, a veces incluso tenía ganas de preguntarle, pero a decir verdad, no quería sentirse humillado.
Era difícil simplemente no cruzarse con él, se veían seguido en la universidad y cuando Jisung lo saludaba a lo lejos, solo apartaba la mirada y fingía no haberlo visto, dejándolo prácticamente ignorado.
Estaba actuando como un tonto, eso lo tenía claro, su comportamiento inmaduro también lo hacía sentir avergonzado, pero se negaba a hablar con Jisung al respecto, algo le decía que de igual manera, querría hablar sobre el tema.
¿Por qué no sólo podía olvidar el tema? ¿Por qué era tan importante?
De solo pensarlo se sentía frustrado, ese comportamiento en él mismo era demasiado fuera de lugar. Aun así, no podía solo detener el sentimiento.
—Jisung pregunta si quieres salir con nosotros—dijo Chan de repente cuando entró al departamento y lo encontró haciendo tareas en la mesa del comedor.
Minho elevó la mirada ante la mención del castaño, dejando sus cosas a un lado para prestarle atención.
—¿Justo ahora?
—Justo ahora—Chan asintió, tomando asiento frente a él—Dime, ¿discutieron o algo así? Félix me dijo que Jisung se quejó porque lo has estado ignorando.
—¿En serio?—murmuró un poco culpable.
—Por eso me preguntaba si habían discutido.
—No ha pasado nada—dijo, regresando la vista hacia sus libros sobre la mesa, moviendo los lápices de manera nerviosa.
—Entonces habla con él y dile que solo estás siendo tú—bromeó Chan, aunque estuviera diciendo la verdad—Ya sabes, porque ignoras a todos y solo te alejas. Al menos dile que no te hizo nada.
Minho asintió en silencio al comentario que ciertamente, tenía razón. No quería que Jisung pensara eso de él, pero, ¿cómo iba a explicarle que se sentía tímido por haber dormido juntos y no recordaba lo que había pasado? Lo peor es que quizás estaba exagerando.
—¿A dónde quieren ir?—preguntó después de un corto silencio, cambiando el tema.
—Dijeron que quieren ir al parque de diversiones.
Minho hizo una mueca, el parque de diversiones siempre estaba muy lleno de gente y de mucho ruido, además, las atracciones eran demasiado altas y él odiaba las alturas. Habiendo muchos lugares, ¿por qué querrían ir ahí?
—¿Y tú quieres ir al parque de diversiones?—cuestionó al mayor.
—Me da igual—se encogió de hombros, revisando su celular—A Félix le gusta, así que supongo que está bien.
—Ah, entiendo, Félix lo propuso y dijiste que si—rio Minho.
—Es difícil decirle que no—suspiró con una sonrisa—No lo entenderías.
—Claro que no lo entiendo, suena a que haces lo que él quiere sin poder opinar—soltó, haciendo una mueca de disgusto.
—No es así—negó de inmediato, luciendo ofendido—Es que en serio me gusta, por eso quiero que esté feliz. No es que no pueda opinar, pero se veía muy emocionado y pues qué más da si es lo que él quiere.
—Suena a que estás enamorado de él—comentó en voz baja, viéndolo.
—No lo creo, al menos no por ahora—aseguró—Podrías entenderlo si tan sólo te dieras la oportunidad de sentir al menos un poco de atracción por alguien.
—No siento que me esté perdiendo de mucho—se encogió de hombros, sintiéndose indiferente, aunque muy en el fondo, si le importaba—Estoy bien así—le sonrió, volviendo a su expresión seria en segundos.
—Si tú lo dices... En todo caso, ¿vas a ir o no?
—Si—respondió Minho sin pensarlo tanto, cerrando sus libros y guardando sus lápices.
Chan rio mientras se dirigía a su habitación, dejando a Minho en su propio mundo. No creía en lo absoluto que no le interesara el tema sobre sentir algo por alguien, podía darse cuenta de que los acercamientos con Jisung le asustaban y quizás por eso, había decidido evitarlo. A veces le gustaría hacerlo entender que no siempre era tan malo darse la oportunidad y Jisung parecía ser un chico bastante bueno, además de que no iba a ignorar la manera en la que Minho cambiaba totalmente a su alrededor; tampoco iba a decírselo, eso solo causaría que terminara alejándose por su propio miedo.
Solo esperaba que después de tanto, por fin, Jisung sea el indicado.
[🌷]
Jisung hizo un puchero mientras veía a su alrededor el montón de personas que habían en la feria en lo que esperaba a Félix. El día empezó a oscurecer para darle paso a la noche, pintando el cielo de un leve color naranja que le daba tranquilidad en ese momento en el que sus ánimos estaban por el suelo.
Movió sus pies con cierta impaciencia, tenía muchas ganas de distraerse y subirse a las atracciones para olvidarse al menos un momento de todo aquello que lo hacía sentir tan desanimado. Odiaba que el tema de Hyunjin siguiera siendo tan significativo, eso lo hacía preguntarse cuándo iba a sentirse realmente feliz.
Por ahora sólo debía seguir adelante.
—¡Jisung!—Chan lo llamó cuando lo vio sentado en una banca a lo lejos.
El menor levantó la mirada rápidamente y levantó la mano para saludarlo, pero su nerviosismo se hizo presente cuando vio a Minho caminando tras él, acercándose también.
—Hola, Jisung—saludó Chan con una sonrisa—¿En dónde está Félix?—vio a su alrededor en busca del peligris, pero no pudo encontrarlo.
—Hola—saludó también—Uhm, dijo que iría por algo de tomar en lo que ustedes venían.
—Está bien, vamos a esperarlo entonces—asintió el mayor de los tres, tomando asiento a su lado.
Ciertamente, que Minho no lo haya saludado fue extraño, en especial porque no sabía qué estaba pasando. ¿Tal vez dijo algo que no debía? Estaba consciente de que hablaba más de lo que debería, pero no recordaba haber dicho algo que fuera a molestarlo u ofenderlo.
¿O quizás si?
Hizo un repaso de todo lo que pasó la última vez que estuvo con él, yendo en cada detalle, y a parte de haber dormido juntos, no recordaba algo más que lo haya hecho ignorarlo.
Cierto, dormimos juntos.
Su mente se conectó en ese momento, concluyendo en que ese era el verdadero motivo, haciéndolo sentir ahora muy avergonzado.
—¡Jisung!—Félix lo llamó por tercera vez con más fuerza, por fin llamando su atención.
—Lo siento—respondió, reaccionando.
—¿Por qué estás tan distraído?—cuestionó el menor, entregándole el algodón de azúcar que había comprado para él.
—Uhm, es por una tarea—mintió—Lo siento, trataré de no preocuparme tanto—sonrió cortamente en un intento de convencerlo.
—¡Vamos entonces!—exclamó emocionado, dejando el tema a un lado—Quiero ir a la casa embrujada—le dijo a Chan, a lo que éste simplemente asintió de inmediato.
Minho se mantuvo en silencio, viendo ese tipo de interacción, ¿es así como funcionaba? Ahora podía verlo directamente.
Tal vez un día lo entendería también.
Después de unos minutos caminando, se detuvieron a comprar los boletos e hicieron fila para entrar. El ambiente estaba un poco incómodo y tenso porque Félix y Chan no paraban de hablar, pero por otro lado, Jisung y Minho fingían estar entretenidos en sus celulares sin siquiera mirarse.
—Es nuestro turno—avisó Chan con una gran sonrisa, tomando la mano de Félix.
—No te vayas a perder, Sung, sé que eres muy miedoso—le susurró, caminando a paso lento hacia la entrada.
Jisung sintió un escalofrío recorrer su cuerpo entero cuando entró a la atracción, dejándose envolver por la casi completa oscuridad. Podía escuchar algunos susurros a su alrededor, pero su visión era casi nula así que no sabía qué estaba pasando a su alrededor o de donde provenían tales sonidos.
Por otro lado, Minho no estaba mejor. La oscuridad le daba miedo, caminar sin saber hacia donde solo lo ponía nervioso y los sonidos repentinos solo causaban que su corazón latiera con más velocidad. Podría morir de un paro cardíaco en ese momento.
—Félix—Jisung susurró, guiándose con las paredes del lugar—Félix, ¿en dónde estás?—preguntó en voz baja, ahora preocupado porque estaba solo.
No obtuvo respuesta de su mejor amigo, ¿tan rápido se perdió?
Siguió caminando a pesar de los gritos que escuchaba a la lejanía. Tratando de ser valiente siguió su camino hasta que llegó a un pasillo de luces rojas intermitentes. Sintió un poco de alivio porque en esa parte no estaba tan oscuro, pero aún así, no dejaba de ser aterrador.
Se detuvo unos instantes para relajarse, pero le duró muy poco puesto que escuchó fuertes pasos que iban directo hacia él junto a los gritos de alguien, probablemente otra persona que decidió entrar y sufrir en ese lugar.
Tuvo la idea de quedarse ahí con el pensamiento de que no lo alcanzarían, pero logró ver un par de sombras que lo pusieron de los nervios.
—¡Jisung, corre!
Tan pronto identificó a Minho, Jisung empezó a correr hacia la misma dirección sin saber exactamente hacia donde ir o de qué estaban huyendo. Minho logró alcanzarlo rápidamente, tomó su muñeca para guiarlo y sin mirar atrás, dio vuelta al final del pasillo, logrando meterse en un espacio angosto en el que seguramente, no serían vistos. Segundos después, la persona que los estaba persiguiendo pasó de largo sin percatarse de su escondite hasta que lo perdieron de vista.
—¿Ya se fue?—susurró Jisung, todavía con los ojos cerrados y con su cuerpo pegado al de Minho, buscando esconderse.
—Si, creo que si—respondió Minho en un susurro también, sintiendo su corazón demasiado acelerado.
Jisung abrió lentamente los ojos y se encontró de frente con Minho, demasiado cerca y con los brazos rodeándolo de manera sutil, luciendo incluso como algo inconsciente con la intención de cuidarlo. Minho pudo verlo a los ojos gracias a la leve luz que los rodeaba, todavía era difícil ver con claridad, pero gracias a la cercanía, podía apreciarlos muy bien.
—Este lugar es muy aterrador—comentó Jisung sin dejar de verlo, sin intenciones de apartarse porque a decir verdad, ni siquiera se sentía como algo incómodo.
—A mi también me da miedo—confesó, sonriendo de lado al escucharse a sí mismo decirlo en voz alta—Creo que debimos quedarnos afuera.
—Estoy de acuerdo—rio Jisung por lo bajo.
Al escuchar más ruidos lejanos, Minho se dio cuenta de la posición en la que estaban, por lo que carraspeó un poco y se alejó de él, dándole su espacio para salir de ese angosto lugar. Jisung sintió sus mejillas calentarse y agradeció en silencio que estuviera lo suficientemente oscuro como para que Minho pudiera notarlo.
—Salgamos de aquí—dijo Minho para romper el silencio.
—Pero no te alejes mucho—pidió con súplica, acercándose hasta estar a su lado—Félix me dejó solo allá atrás y me perdí.
Minho pensó cuidadosamente lo que diría a continuación, siendo un deseo que estaba guardado en sí mismo del que ahora tenía la oportunidad de hacerlo. Alejó cualquier indicio de negatividad y se permitió tomar el riesgo.
—Dame la mano—pidió sin mirarlo, en ese momento no podía hacerlo—No voy a soltarte mientras buscamos como salir de aquí.
Sin detenerse a pensar en si existían otras intenciones, Jisung juntó su mano con la de Minho, entrelazando sus dedos, sintiéndose de esa manera un poco más valiente.
El camino hacia la salida no fue tranquilo, diferentes cosas llegaron a sobresaltarlos al punto de hacerlos gritar, pero al final, una risa divertida podía escucharse por parte de ambos; luego de un rato lograron por fin salir mientras huían de lo que parecía ser un fantasma con la cara deformada, lo suficientemente aterrador para asustarlos. Al estar afuera, trataron de normalizar sus respiraciones debido al cansancio. Ambos se vieron una vez más y empezaron a reír con fuerza.
—¡Al fin salieron!—Félix se acercó junto a Chan, viéndolos con diversión—Les tomó una eternidad.
Tan pronto vio a su mejor amigo, Jisung soltó la mano de Minho de manera despreocupada y se acercó a él para darle un leve empujón.
Minho sintió su mano cosquillear de nuevo.
—¡Te dije que no me dejaras solo!—frunció el ceño, fingiendo estar molesto—Sabes que soy muy asustadizo y lo primero que hiciste fue dejarme atrás—se cruzó de brazos.
—Lo siento, Sung—rió el menor—Es que también me perdí, no sabes lo horrible que la pasé.
—Si claro, tú la pasaste horrible—murmuró con sarcasmo.
—No seas gruñón—Félix hizo un puchero, volviendo a sonreír cuando vio a Jisung hacer lo mismo.
—¿A dónde vamos ahora? —preguntó Chan esta vez, pasando un brazo sobre los hombros de Minho de manera amistosa—¿Quieres ir a alguna atracción en específico, Minho?
El pelinaranja solo hizo una mueca ante el gesto, pero no se alejó, se propuso a soportarlo al menos ese día para no arruinar el momento.
—Tuve suficiente con ese horrible lugar—señaló la casa embrujada a sus espaldas—Así que paso, decidan ustedes.
—Muy bien, vamos a la montaña rusa y luego iremos a la noria—sugirió Félix, viendo la atracción alta cerca de ahí.
—Lo que tú quieras—aceptó Chan, empezando a caminar todavía sin apartarse de Minho.
Jisung sonrió para sí mismo, pareciéndole muy divertida la manera en la que Chan complacía por completo a lo que Félix decía sin siquiera oponerse y se recordaba a sí mismo con Hyunjin, yendo de un lugar a otro solo porque él así lo quería.
Estaba feliz por Félix, sin embargo, se sentía un poco solo ahora.
—Creo que me quedaré abajo—dijo Jisung cuando estuvieron frente a la atracción, incapaz de subirse a algo así.
—También me quedo—dijo esta vez Minho, apoyándose sobre el barandal que dividía la zona de la fila para entrar—Los espero aquí abajo, diviértanse.
Félix se encogió de hombros y corrió hacia la fila. Chan caminó justo detrás de él sin decir nada más, dejándolos solos.
—Vamos—habló Jisung de repente, empezando a caminar sin esperar una respuesta por parte del pelinaranja, deduciendo que lo seguiría.
Y en efecto, Minho no dudó en hacerlo.
Caminaron en silencio hasta llegar a un puesto de churros, Jisung compró dos porciones y le entregó una a Minho en total silencio, a lo que este agradeció casi en un susurro. Estaba nervioso, no sabía ni siquiera qué decirle, y aunque creyó que el momento en la casa embrujada iba a calmar la situación porque se supone que se habían divertido, parecía que no fue así porque Minho tampoco tenía las intenciones de empezar alguna conversación con él.
Y a decir verdad, ya no soportaba mantenerse de esa manera, era demasiado incómodo puesto que debían pasar el tiempo juntos.
—¿Qué es lo que te pasa?—preguntó directamente Jisung, dándose la vuelta para mirarlo con seriedad cuando estuvieron un poco alejados de las personas—Hace días que ni siquiera me saludas, ¿dije algo que te molestó?
Minho se detuvo tan pronto lo escuchó hablar, sintiéndose intimidado por su seguridad al hablarle, no creyó que fuera él quien sacara el tema, no tenía una respuesta preparada para esa situación.
—No pasa nada—apartó la mirada, avergonzado por su manera de actuar.
—¿Puedes decirme entonces, por qué dejaste de hablarme?—su expresión cambió a una herida, dándole demasiada importancia al hecho de que Minho decidiera dejar de hablarle.
Minho sintió culpa, podía notar lo afectado que Jisung se sentía al respecto y para ser honesto, no creyó que le tomara tanta importancia porque, al fin y al cabo, no eran cercanos.
O al menos así es como lo veía él.
—No hiciste nada—suspiró, agachando la mirada—Es mi culpa, lo siento.
Jisung tomó su mano de manera repentina, dándole un apretón para que lo mirara de nuevo.
—Si quieres que deje de hablarte, al menos dime por qué.
—No, no quiero que dejes de hablarme—se negó Minho, permitiéndose disfrutar de su tacto—Es solo que no sé cómo manejar ciertas cosas y me asusté, es todo.
—Habla conmigo, entonces—sonrió cálidamente, dándole un poco más de confianza—A parte de hablar mucho, también soy bueno escuchando—le aseguró, soltando su mano—Te lo prometo.
Minho tomó aire y lo dejó salir, sintiendo su estómago cosquillear, ¿cómo Jisung podía verse tan bonito sin hacer absolutamente nada?
—Sé que dormimos juntos el viernes por la noche después de la fiesta porque desperté antes que tú—soltó, sintiendo sus mejillas calentarse—Y no es que esté muy orgulloso, pero realmente no recuerdo mucho de lo que pasó o de cómo terminamos en mi cama.
—Oh... Es por eso, lo supuse—Jisung apartó la mirada y asintió—Lo siento, no debí entrar a tu habitación sin que estuvieras del todo consciente, pudo verse muy mal.
—No te disculpes—lo detuvo de inmediato—Es solo que nunca me había pasado antes, no suelo tomar mucho. Realmente no lo hago—quería convencerlo, quería que le creyera.
—Está bien, no hay problema—trató de tranquilizarlo al verlo tan desesperado al respecto, aunque a decir verdad, todavía no entendía muy bien el porqué, no es como si hicieron algo más que solo dormir. A no ser...—Espera, ¿crees que algo pasó entre nosotros?
Minho guardó silencio un momento y sin poder decir algo, asintió lentamente, otra vez viéndolo.
Jisung rio.
—No pasó nada, solo dormimos juntos y ya, no hay nada de lo que debas preocuparte.
—¿En serio?—por alguna razón, sonó un poco desilusionado.
—Te quedaste dormido muy rápido. Además, no sería capaz de hacerte algo—bromeó.
—Es un alivio—suspiró, un poco más tranquilo ahora—Es un alivio saber que me comporté aún así.
—No puedo creer que me ignoraste todo este tiempo por eso—lo empujó levemente de manera juguetona—Pensé que había dicho algo que te hizo enojar.
—Lo sé, soy un idiota por no preguntar.
—No lo eres—negó, volviendo a sonreír—Pero me alegra que todo haya sido aclarado ahora, me gustas como amigo, así que no dejes de hablarme de nuevo o te las verás conmigo—lo señaló de manera amenazante, dejando escapar una corta risa segundos después.
Me gustas como amigo, repitió Minho en su cabeza, otra vez con ese asqueroso cosquilleo en su cuerpo que lo hizo querer sonreír, pero claro que no lo haría frente a él.
Gustar como amigo no sonaba bien, no le parecía suficiente a pesar de que no habían motivos por los cuales, Jisung debía verlo como algo más que eso, ¿verdad?, ¿por qué querría que Jisung se fijara en él de otra manera? No habían razones ni oportunidades.
Porque claro, Jisung seguía amando al inútil de su ex novio.
—¿Algún día dejarás de amar a Hyunjin?—preguntó, apenas dándose cuenta de que lo dijo en voz alta cuando esa pregunta debió quedarse en su cabeza.
Se arrepintió en ese mismo instante al ver su reacción.
Jisung borró la sonrisa de su rostro, sintiendo su pecho doler de repente.
—¿Eso qué tiene que ver?—no quería hablar sobre eso, odiaba que siquiera mencionaran su nombre—No estamos hablando de eso—susurró apenado.
—Nada, perdón, no debí preguntar—carraspeó un poco antes de seguir hablando—Busquemos a los chicos, de seguro ya bajaron de la montaña rusa—cambió de tema, esperando que Jisung le dejara pasar ese error.
Jisung asintió en silencio y caminó a su lado, de regreso con sus amigos, pensativo por la pregunta de hace unos momentos. Era vergonzoso, le daba vergüenza que Minho supiera cómo se estaba sintiendo por alguien que lo engañó.
Era simplemente patético.
Deseaba con muchas fuerzas poder olvidarlo, pero, ¿cómo dejaba de sentir? Hyunjin fue su primer novio, la primera persona por la cual sintió amor, y ahora, la primera persona en destruirlo.
Más tarde, cuando llegó a su habitación, Minho pensó en los eventos de ese día, sonriendo sutilmente en la soledad de su habitación ante el recuerdo de Jisung tomando su mano, ante el recuerdo de Jisung muy cerca de él junto al recuerdo de su adorable risa, haciéndolo suspirar de manera inconsciente al momento en el que se recostó sobre su cama, dejando que esos nuevos sentimientos fluyeran por primera vez mientras nadie más era capaz de verlo, siendo él mismo en la oscuridad de su habitación.
Por otro lado, Jisung se inclinó y empezó a vomitar de nuevo muy tarde en la noche, dejando a la vista un montón de pétalos esparcidos dentro del inodoro. Sus ojos se llenaron de lágrimas cuando se dio cuenta de algo a lo que temió desde hace un tiempo.
—Sangre—susurró con temor sin dejar de ver las manchas rojas sobre los pétalos—¿Por qué hay sangre?—se preguntó a sí mismo de manera irónica, negándose a la verdad de la que estaba consciente.
Agotado, se encogió en su lugar, abrazando sus piernas mientras lloraba en silencio.
No puedo dejar de amarte y eso me está matando.
[🌷]
Recuerden que Jisung no puede olvidar a Hyunjin todavía así que claramente muchos de sus pensamientos irán a su alrededor.
Espero que sea de su agrado✨
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