Hoy es un día importante para mí, solo para mí... quizás no durara mucho porque tengo que cumplir un pacto de hermanos...

Un pacto conmigo mismo, un pacto de sangre, no hay vuelta atrás.

No hay nada ni nadie que me hate a este mundo, son los recuerdos lo que me lastiman, son cuchillos que me traspasan la cabeza.

Algo que no me deja vivir.

Mi historia es algo aburrida, lo de siempre...nunca conocí a mi verdadera madre, soy el producto de un amor de adolescentes de mi padre con una extranjera.

El nunca quiso tocar el tema, en la secundaria me apodaron Goofito por ser hijo de Goofy, además de la risa que tenemos en común y jamás logré que me pusieran otro apodo....

Mi padre se volvió a casar con una tal Sylvia....me agradaba pero nunca me pude llevar bien con ella.

Era dura conmigo y no con mis hermanas....bueno mis hermanastras, cualquier cosa que pasara era mi culpa.

Ella quería que fuera un abogado respetable para poder sacar de trabajar a mi padre....pero odiaba los libros y no nos alcazaba para pagarme la universidad.

Al despertar de cada borrachera en mis momentos de lucidez me preguntó...¿Será que tú destino ya está marcado o uno mismo hace su destino?.

Una pregunta a la cual no encuentro respuesta aún.....

Max iba caminando por las calles hasta que se vio a si misma en una ventana y no le agrado mucho lo que vio.

Ayer cumplí 33 años, la misma edad que Cristo por mi apariencia nadie me cree, parezco de 50 incluso aún mi padre se vería más joven a mi lado.

A mis 14 ya tenía la experiencia de uno de 30, estoy en la edad exacta, 50 años de experiencia de la vida, debo apurarme solo estaré lucido un rato más....

Aunque mis manos y piernas me empiezan a temblar....

Max siguió su camino y llegó a una de las tantas tabernas del pequeño pueblo donde cumpliría su pacto.

Al entrar podías ver a mucha gente beber sin control, algunos llevaban años ahí y otros apenas comenzaban por ese horrible camino.

Una señora de no muy avanzada edad pero tampoco tan joven era la dueña del lugar y dónde Max había decidido confiarle su pacto.

— Doña Clarabella— entra directo a hablar con ella.

La señora se sorprende de ver al joven Max en ese lugar, su padre debe estar como loco aún buscándolo.

— ¡Joven Max!— sonríe al verlo de nuevo.

—Los sueños me persiguen....n-necesito la suite presidencial— con determinación miro a la mujer.

La señora suspiro y nego con la cabeza sabía que no podía convencer a Max de tomar otra decisión.

— Max las reglas ya la sabes, son $50 por cada balde del preparado especial, $5 por el balde donde harás tus necesidades...— miro con pena al joven— otra cosa aquí no doy comida por qué después vomitan y me ensucian todo, por último $10 dólares por los camilleros, todo pago es por adelantado Max— suspira.

Max sonríe y saca un fajo de billetes— Conseguí un buen trabajo y me han pagado bien, no sé cuántos días estaré así que te entrego todo y también— le entrega una carta— por si algún día vienen a preguntar por mi—.

Clarabella vuelve a suspirar y agarra la carta con el dinero— Espérame aquí que organizó todo para que puedas subir—.

Max asiente y ve a la mujer irse, no tarda mucho para que vuelva y le entregué una botella de perfume de lavanda.

— Ese es mi regalo para ti Max— lo mira— aquí no podrás gritar por qué nadie te escuchará, ven conmigo— salen a la parte trasera de la taberna, suben al tercer  piso donde sería el lugar de Max— pasa Max, estás en tu casa—.

Max observa con curiosidad el lugar donde iba a estar, era mejor que la calle.

— Aquí tienes la cama, una cobija y por si tienes frío... periódicos, la única manera de salir de aquí es que le digas a mi Joseph cuando te venga a dejar el alcohol, di que  ya no quieres estar aquí— muy en el fondo quisiera ir avisarle a Goofy que su hijo está ahí y que lo saqué cuanto antes.

Max asiente y rápidamente ingresa Joseph para dejar el primer balde de alcohol con una taza.

Clarabella suspira y mira por última vez a Max— Hasta luego Max— y se va rápidamente de ahí.

Max asiente y los ve irse, rápidamente cierran la puerta con candado, miel a su alrededor sin poder creer que había tomado esa decisión.

Solo pudo suspirar y procede a  acomodarse en aquel pequeño cuarto, dejo su bolso en la cama para tomar el primer vaso  de alcohol.

Se acerca lentamente hacia el pequeño espejo que había y suspiro— Salud Max— y tomo el primer vaso.

El primer vaso es el más fuerte, el alcohol te quema la garganta así tengas la experiencia que yo tengo, después es una ricura...una delicia, una bendición.

Max sonríe y va por el segundo vaso que lo toma como si fuera un vaso de agua.

Esté es mi primer día en la suite presidencial, hay récords como en todo...aquí venimos los que queremos escapar de nuestros recuerdos, los que no se pueden borrar.

Cuenta la leyenda que el narizón aguanto 15 días sin comer, a puro alcohol, 4 baldes del preparado de Doña Clarabella, solo ella puede prepararlos, hay los que son con canelita, limón con mucho alcohol.

El buey 2 días y 3 baldes, hay otros que no pasaron de los dos días, algunos se corren piden que les abran la puerta.

Aunque solo le dan más agonía a su existencia.....

En la feria habitación Max cae inconsciente en la cama, sin recordar por qué está ahí.