𝐍/𝐀: 𝐒𝐞 𝐬𝐮𝐩𝐨𝐧𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐝𝐞𝐛𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐫 𝐛𝐨𝐫𝐫𝐚𝐜𝐡𝐨 𝐞𝐧 𝐞𝐬𝐭𝐞, 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐬𝐮𝐬 𝐩𝐚𝐥𝐚𝐛𝐫𝐚𝐬 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞𝐧 𝐧𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐞𝐜𝐞𝐫 𝐩𝐚𝐥𝐚𝐛𝐫𝐚𝐬 𝐲 𝐞𝐬𝐞 𝐞𝐬 𝐞𝐥 𝐩𝐮𝐧𝐭𝐨. 𝐈𝐦𝐚𝐠𝐢𝐧𝐚 𝐮𝐧 𝐚𝐜𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐬𝐮𝐫𝐞𝐧̃𝐨 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐬𝐨 𝐲 𝐚𝐫𝐫𝐚𝐬𝐭𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐲 𝐝𝐞𝐛𝐞𝐫𝐢́𝐚 𝐚𝐲𝐮𝐝𝐚𝐫.

—— Señor, ten piedad. —— Murmuraste entre dientes mientras arrastrabas a Elvis a través de las puertas delanteras de Graceland.

Elvis no era un gran bebedor, dijo que a menudo sentía que le estaba haciendo un flaco favor a su madre si bebía. Pero esa noche, se había metido en una especie de riña con el coronel Tom Parker. Cuando te llamaron para preguntarte si querías tomar una copa, por supuesto dijiste que sí. Pero dos horas después, estás arrastrando a un Elvis borracho a su casa.

Cuando entraste, empujaste con cautela a Elvis contra la pared, sosteniéndolo allí con tu mano. Tuviste miedo de que si quitabas la mano se caería al suelo. Entonces cerraste la puerta.

—— Bebé, bebé, bebé, bebé, bebé. —— Comenzó Elvis a cantar una de sus canciones, elevando su voz en el último bebé. Pero una mezcla fuerte de ginebra, whisky y una buena cantidad de cerveza hizo que sus notas más altas sonaran más como hipos tristes.

—— Por supuesto que intentarías cantar en un momento como este. —— Te ríes. —— Está bien, vamos chico grande.

Pasas su brazo alrededor de tu hombro para ayudar a soportar algo de su peso y luego los dos comienzan a subir lentamente las escaleras. Elvis murmuraba una variedad de letras de diferentes canciones, algunas suyas, algunas versiones y algunas carentes de sentido real.

En medio de la escalera se separó por un momento para apoyarse en la baranda y proclamar arrastrando las palabras.

—— ¡No eres más que un perro de caza!.

—— Vamos. —— Dijiste, atrayéndolo hacia ti.

—— Está llorando todo el tiempo. —— Gimió Elvis.

—— Lo sé, bebé, lo sé. Vamos a llevarte a la cama.

Los últimos pasos fueron particularmente los más peligrosos porque en el estado de ebriedad de Elvis, no tenía idea de que estaba en diferentes niveles. Trató de bailar en su estilo habitual con una de las canciones que estaba murmurando. Las escaleras alfombradas se engancharon bajo sus pies y se deslizó unos pasos pero, afortunadamente, no se lastimó. Después de lo que pareció un viaje peligroso, llevaste a Elvis a su habitación.

—— Ven, mamá, quiero jugar a la casa de las brujas, uuu. . . —— Gimió Elvis la letra como si fuera un perro, y tú pusiste los ojos en blanco ante su dramatismo.

El hombre siempre fue el animador, incluso si solo era él mismo.

Aquí venía la parte difícil:

Prepararlo para la cama.

Una parte de ti sabía que podías dejarlo en la cama completamente vestido, pero no se sentía como algo amable de hacer. Elvis debería tener un sueño reparador antes de que se despierte con una resaca infernal.

Elvis corrió a su cama al verlo como un niño, cayendo sobre su espalda y creando pequeños patrones de ángeles de nieve. Te acercaste a él, poniendo una rodilla en la cama para poder levantarlo y sentarlo.

—— Siéntate, niño grande, tienes que quitarte el abrigo.

Elvis se incorporó y te miró directamente, con los brazos en posición de T para, teóricamente, ayudar a quitarse la chaqueta del traje. Empezó a reírse para sí mismo cuando le quitaste la chaqueta. Cuando fuiste a guardarlo, preguntaste por qué.

—— ¿Eva le agradeces al Capitán Marvel que se paró en una de las poses T?. —— Su acento era muy fuerte cuando estaba borracho, y tenías que pensar en sus palabras por unos momentos antes de darte cuenta de lo que estaba diciendo.

—— ¿El superhéroe?.

—— Sí, con una de esas capas. —— Dijo, echándose hacia atrás en la cama. —— A la roca de la eternidad.

No sabías de qué estaba hablando, pero lo dejaste continuar. Elvis divagó sobre Capitán Marvel y todas las aventuras. Comentó sobre la forma en que el relámpago se veía tan genial en su pecho, a Elvis le encantan los relámpagos, ¿Sabes?.

—— Y él tiene esto - ¡Oye!. —— Elvis se levantó de un salto, tirando de sus piernas contra su cuerpo como si lo hubieras quemado.

Estabas arrodillada al borde de la cama para quitarle los zapatos por la noche.

—— Elvis, no puedes usar zapatos en la cama.

—— Soy Elvis Presley. —— Hace un puchero. —— Puedo hacer lo que quiero.

—— Y yo soy tu amiga y digo que no puedes. —— Hiciste un movimiento por los zapatos otra vez y él se lamentó.

—— ¡Deja mis zapatos de gamuza azul!.

—— ¡Elvis!.

—— Son mis bebés, mis amores. .

—— La cama no los va a proteger. —— Tú replicaste.

—— ¡Dama del diablo, aléjate!. —— Elvis puso sus dedos en posición cruzada y te siseó.

—— Estás siendo tonto.

—— Déjame vivir mi mujer de fantasía.

Se incorporó y te agarró por la cintura, haciéndote caer con él. Ambos se quedaron allí por un momento mientras Elvis los miraba. Lo que fuera que estaba pensando estaba atrapado en una neblina de borracho. Eventualmente, levantó su dedo y te empujó en la nariz.

—— Lo siento bebé, puedes tocar todo lo demás, pero deja los zapatos.

—— Bien, bien, tú ganas. —— Dijiste, empujándote fuera de la cama. —— Pero no me vengas a llorar cuando regresen raspados.

Elvis se rió y se dio la vuelta en su cama por lo que se acostó boca abajo. Con una pequeña risa y un hipo, dijo. —— El Coronel te odia.

—— ¿Qué?, ¿Tom dijo eso?. —— Esto te tomó completamente desprevenida y te giraste para mirarlo completamente.

Incluso en la cama con la cara medio presionada contra la almohada, sus deslumbrantes ojos azules miraban profundamente en tu alma.

—— Sí, señor. Es por eso que estamos peleando en primer lugar.

—— ¿Por qué peleaste con Tom por mí?.

Elvis movió los dedos para acercarte a él, como si te estuviera contando un secreto. En un tono susurrado, dijo.

—— No le gusta que quiera invitarte a una cita. Piensa que es un gran desperdicio. Está lleno de bahooey de que yo mismo lo digo. Y lo hago.

Sentiste que tu corazón se calentaba con sus palabras.

Elvis claramente no se dio cuenta de que había revelado un secreto suyo que parecía planear compartir. Había peleado con Tom Parker por ti, porque deseaba mucho salir contigo. Sonreíste.

—— Bueno, eso es una tontería. Tom tiene muchas ideas locas en la cabeza. —— Besaste la frente de Elvis. —— Duerme un poco, grandullón.

—— Me encanta cuando me llamas niño grande.

—— Lo sé.

Dejaste la puerta entreabierta para que si él decidiera ir a buscarte abajo no jugaría con el pomo de la puerta. En la silla de lectura en la esquina, llevaste las rodillas al pecho y las abrazaste. Tal vez solo estaba borracho. Tal vez las palabras en realidad no eran suyas. Pero se peleó con el coronel y parecía molesto por su posición.

Cualquiera que sea la verdad, sonreíste sabiendo que una parte de Elvis estaba interesada en ti. Incluso si ya era suficiente para luchar por ti.

𝗔 𝗹𝗮 𝗺𝗮𝗻̃𝗮𝗻𝗮 𝘀𝗶𝗴𝘂𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲, Elvis entró tambaleándose en la cocina agarrándose la cabeza y gimiendo levemente.

—— Buenos días, dormilón. —— Sonreíste, empujando un plato de tocino y huevos en su dirección.

—— Eres un regalo del cielo.

—— Eso no es lo que dijiste anoche.

El tenedor de Elvis se detuvo en el aire y te miró fijamente, repentinamente asustado de haber cometido un gran error. Él gimió. —— ¿Qué hice?.

——Oh, nada. . Solo algo parecido a que tus zapatos de gamuza azul son tus bebés. Ah, y yo soy una dama del diablo.

La cabeza de Elvis cayó entre sus manos y dejó escapar un gemido.

—— Dios, no, ahora lo recuerdo.

—— Realmente amas tus zapatos.

—— ¿No dije nada más estúpido?. —— Te miraba con ojos ligeramente suplicantes.

Sí, él quería saber pero odiaba escucharlo.

—— Me dijiste por qué tú y el coronel Parker se pelearon.

Elvis parecía un poco lento en la captación, y cuando se dio cuenta, levantó la cabeza y esos ojos azules encontraron los tuyos con una expresión de sorpresa.

—— Mierda - sobre la.     ?.

Asentiste.

—— Lo siento, T/N no quería preguntarte así.

—— Elvis.

——  .      .eres una dama muy apropiada y me gustas.        .

—— Elvis.

—— .        .nunca quiero avergonzarte.     .

Golpeaste tu taza hacia abajo.

—— Elvis. No te disculpes. —— Tragas profundamente. —— Acepto.

Sus ojos se abrieron y pareció estupefacto durante un buen minuto antes de decir en voz baja.

—— ¿Estás segura?.

Sonreíste y te acercaste a su lado.

—— Sí, Elvis.

Le diste un beso tierno y dulce.