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𝟷𝟷💖

A medida que la cena avanza, la conversación fluye con tanta facilidad que Sunghoon siente que cada minuto que pasa a su lado se hace más corto. Jake es encantador, más de lo que habría imaginado, y cada palabra suya, cada risa compartida, hace que el patinador sienta una necesidad creciente de prolongar ese momento.

No quiere que la noche termine tan pronto, pero no sabe cómo decirlo sin parecer desesperado.

Cuando ambos terminan el postre y la cuenta ya está pagada, Sunghoon siente un nudo en la garganta. Sabe que deben despedirse, pero su mente ya está buscando alguna excusa para volver a verlo. Tal vez puede sugerir un desayuno o invitarlo a uno de sus entrenamientos para que lo viera en acción. Cualquier cosa con tal de evitar que esa fuera su única noche juntos.

—Entonces, ¿te gustaría... —Comienza Sunghoon, vacilando un poco mientras trata de formular la frase—. No sé, podríamos volver a encontrarnos pronto. Podría llevarte a ver la pista de patinaje o... tal vez podrías hacerme otro latte —Bromea, pero su tono delata su verdadera intención.

Jake lo observa con una sonrisa traviesa en los labios, como si pudiera leerlo a la perfección. Sus ojos brillan con esa calma que siempre lograba que Sunghoon baje la guardia.

—Sunghoon —Dice Jake, inclinándose ligeramente hacia adelante—. No necesitas buscar una excusa para verme.

Sunghoon lo mira, algo sorprendido por su comentario, pero antes de que pueda responder, Jake continúa.

—Si quieres verme, solo tienes que pedírmelo. —Jake lo dice con una seguridad tan tranquila y sincera que Sunghoon no puede evitar reír nervioso.

Es como si Jake hubiera desmontado cada uno de sus pensamientos con esa simple frase. La necesidad de ocultar sus intenciones o de buscar pretextos no tenía sentido frente a alguien como él.

—¿Tan obvio fui? —Pregunta Sunghoon, riendo suavemente mientras se pasa una mano por el cabello, un gesto que hacía cuando estaba nervioso.

Jake deja escapar una pequeña risa y niega con la cabeza.

—No es eso. Solo que... me caes bien, Sunghoon. Y si tú también quieres pasar más tiempo conmigo, no veo por qué complicarlo.

Las palabras de Jake lo dejan momentáneamente sin habla. No estaba acostumbrado a que las cosas fueran tan directas y simples. En su mundo, todo siempre tenía una agenda, un propósito, o alguna meta que alcanzar, pero Jake... Jake hace que todo sea tan sencillo que casi parece irreal.

—Bueno, en ese caso... —Dice Sunghoon, finalmente tomando aire—. ¿Qué te parece si este fin de semana vamos a la pista de patinaje? No es tan impresionante como tu negocio, pero creo que te podría gustar.

Jake sonríe ampliamente, asintiendo con entusiasmo.

—Me encantaría. Siempre he querido ver de cerca cómo se prepara un patinador profesional. Y, quién sabe, tal vez hasta me enseñes algunos trucos.

Sunghoon ríe.

—Podría enseñarte algunos pasos básicos, pero tendrías que prometer no burlarte de mí si me caigo.

—Trato hecho. —Jake alza una ceja juguetona—. Aunque no sé si podré cumplir esa promesa si la caída es muy graciosa.

Ambos ríen, y el ambiente entre ellos vuelve a ser ligero y cómodo, tal como había sido desde el principio. Mientras se levantan para salir del restaurante, Sunghoon siente que algo ha cambiado en él. La noche había sido perfecta, pero lo mejor de todo es saber que no tiene que esperar un motivo especial para volver a verlo.

Caminando juntos hacia la salida, el aire fresco de la noche los envuelve, y Sunghoon no puede evitar sentir que algo especial se está formando entre ellos.

Cuando llegan al punto donde deben despedirse, Jake lo mira con esa misma sonrisa tranquila y genuina que parece iluminar cualquier lugar donde estuviera.

—Nos vemos el fin de semana entonces —Dice Jake, inclinando la cabeza levemente—. Pero si en algún momento quieres charlar o simplemente tomar un café, ya sabes dónde encontrarme.

—Lo tendré en cuenta —Responde Sunghoon, con una sonrisa sincera.

Jake se despide con un pequeño gesto de la mano antes de darse vuelta para irse, y Sunghoon lo observa caminar por la acera, perdiéndose poco a poco en la distancia.

Una vez que está solo, el patinador deja escapar un suspiro, sintiendo una extraña mezcla de emoción y calma.

Sabe que este no es el último encuentro, y por primera vez en mucho tiempo, no siente la presión de tener todo bajo control. Con Jake, todo parece simplemente fluir, como si la vida fuera tan sencilla como pedir una cena o un café.

"Solo pídemelo", recuerda Sunghoon, sonriendo para sí mismo mientras se dirige hacia su auto.

Y sí, tal vez no necesitaba ninguna excusa para volver a verlo, porque en el fondo sabe que ese fin de semana será solo el comienzo.

💖

Esa noche, mientras Jake se acomoda en su cama después de un largo día, revisa su teléfono por última vez antes de dormir. No espera mucho: tal vez un par de mensajes de amigos o recordatorios de trabajo para el día siguiente. Pero cuando ve el nombre de Sunghoon en la pantalla, su corazón da un pequeño vuelco.

El mensaje no es extenso ni elaborado, pero es el mensaje más tierno que Jake ha recibido en mucho tiempo:

"«Espero que hayas llegado bien a casa. Gracias por esta noche, fue increíble... No puedo dejar de pensar en ti. Que descanses, Jake. Buenas noches 💫»

Jake sonríe, sintiendo que su corazón se acelera al leer esas palabras. Hay algo en la sencillez y sinceridad de Sunghoon que lo hace sentir especial, como si el patinador no solo estuviera tratando de ser encantador, sino que realmente está diciendo lo que siente.

Se queda mirando la pantalla durante unos momentos, disfrutando de la calidez que el mensaje le había dejado. Sabe que Sunghoon es una persona reservada, pero recibir algo tan dulce de él significa más de lo que podría expresar en palabras.

Con una sonrisa que no puede borrar de su rostro, Jake responde rápidamente:

«Gracias a ti. Fue una noche increíble, también. Dulces sueños, Sunghoon. Nos vemos pronto.»

Mientras apaga la luz, Jake se acomoda entre las sábanas, aún con el corazón alborotado. No puede esperar a que llegue el fin de semana y si tiene suerte, quizás Sunghoon lo sorprenda antes de ese plan.


Gracias por leer la historia 💖

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