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𝟷𝟶💖

Esa noche, mientras Sunghoon se dirige hacia el restaurante donde se encontrará con Jake, no puede negar que se siente más nervioso de lo que había esperado. Su mente está acostumbrada a los nervios previos a una competencia, pero esto es distinto.

Esta vez, no se trata de ganar o de ser perfecto en el hielo, sino de la expectativa de una simple cena, aunque para él ya se ha convertido en algo más que eso.

Al llegar al lugar, un restaurante pequeño y acogedor cerca del parque, el corazón de Sunghoon late con fuerza. Estaba ansioso por ver a Jake de nuevo, pero definitivamente, no estaba preparado para lo que encuentra.

Jake lo espera a la entrada del restaurante, y al instante, el aire parece desaparecer de los pulmones de Sunghoon.

El Jake que había visto esa mañana, relajado y con una sonrisa radiante mientras preparaba cafés, parecía haberse transformado.

Lleva una camisa de lino que le queda perfecta, ligeramente desabotonada en el cuello, y su cabello está peinado de manera despreocupada pero pulida, con un ligero toque que lo hace ver sofisticado pero accesible.

Su aura es completamente distinta; en lugar de la energía tranquila y simple del café, ahora irradia una confianza y elegancia que deja a Sunghoon sin palabras.

Jake levanta la vista al verlo acercarse y sonríe de una manera que hace que el corazón de Sunghoon palpite aún más rápido.

—Hey —Saluda Jake con ese encantador acento australiano, dando un paso hacia él—. Me alegra que hayas llegado.

Sunghoon traga saliva, intentando recuperar la compostura mientras sonríe, aunque sabe que probablemente se ve más nervioso de lo que quiere.

—Hola. —Responde finalmente, sintiendo cómo su voz tiembla ligeramente—. Te ves... diferente.

Jake ríe suavemente, inclinando un poco la cabeza.

—¿Diferente bien o diferente raro? —Bromea, aunque sus ojos destellan curiosidad.

—Diferente bien. —Sunghoon no puede evitar que las palabras salgan más rápido de lo que ha planeado.

Está siendo completamente honesto, sin intentar ocultarlo. Jake no solo se ve bien; se ve deslumbrante, y Sunghoon no puede entender cómo alguien puede cambiar tanto en cuestión de horas.

Jake lo mira con una sonrisa que indica que aprecia el cumplido, pero no hace alarde de ello. En cambio, extiende una mano, invitando a Sunghoon a entrar al restaurante.

—Vamos, reservé una mesa en la parte de atrás. Es más tranquilo allí.

Sunghoon asiente, siguiendo a Jake mientras lo guía a través del restaurante. A medida que caminan, no puede dejar de observarlo. Hay algo en la forma en que Jake se mueve, con esa tranquilidad característica que siempre lo rodea, pero esta vez hay un toque adicional de misterio y atracción que no había notado antes.

Llegan a una pequeña mesa en una esquina iluminada suavemente por una lámpara de luz cálida. Jake le hace un gesto para que se siente, y Sunghoon lo hace, tratando de calmar sus pensamientos que giran sin control.

💖

Jake, por su parte, parece relajado, pero con una sonrisa juguetona en los labios, como si supiera el efecto que está teniendo en Sunghoon. Después de todo, no es tonto; ha notado los cambios en la expresión del otro desde el momento en que se habían encontrado.

—Espero que te guste este lugar —Dice Jake mientras se acomoda en su silla—. Me gusta venir aquí porque es tranquilo, la comida es buena y el ambiente... no sé, tiene algo especial.

Sunghoon asiente, aunque apenas ha reparado en el restaurante. Está demasiado distraído por la presencia de Jake. Pero hay algo en la manera en que Jake habla, tan sencillo y honesto, que le hace sentir que todo está bien, que no hay necesidad de impresionar ni de ser alguien diferente a quien realmente es.

—El lugar es perfecto —Responde Sunghoon finalmente, permitiéndose una sonrisa más relajada—. Aunque, para ser honesto, creo que lo que más me importa es la compañía.

Jake lo mira, sorprendido por la sinceridad en la voz de Sunghoon. Sus ojos se encuentran por un momento, y el aire entre ellos parece volverse más denso, como si todo el mundo alrededor se desvaneciera, dejando solo ese instante compartido.

—Me alegra escuchar eso —Dice Jake, inclinándose un poco hacia adelante—. Porque, para ser sincero, me alegra mucho que aceptaras venir. No todos los días uno recibe una invitación así, especialmente después de lo que pasó el otro día.

Sunghoon deja escapar una pequeña risa, recordando lo ridículo que se había sentido al no querer disculparse por algo que, en retrospectiva, había sido un malentendido tonto.

—Bueno, supongo que tenía que hacerlo. Pero... también quería verte de nuevo.

Jake alzó una ceja, claramente intrigado.

—¿En serio? ¿Por qué?

Sunghoon respira hondo, sabiendo que tiene que ser honesto.

—Porque hay algo en ti que me desconcierta... pero en el buen sentido. Es como si... —Pausa, buscando las palabras adecuadas—. Como si todo fuera más sencillo contigo. Y no suelo sentirme así con mucha gente.

Jake lo mira en silencio durante unos segundos, procesando sus palabras. Luego, sonríe de esa manera que hace que todo parezca más ligero.

—Bueno, si sirve de algo, tú también me desconciertas —Admite Jake, jugueteando con la servilleta en la mesa—. Pero creo que es porque estamos acostumbrados a movernos en mundos muy diferentes. A veces es difícil imaginar que alguien que se dedica al patinaje artístico pueda tener algo en común con alguien que pasa sus días sirviendo cafés.

Sunghoon niega con la cabeza, sonriendo, ¿Jake sabe de la existencia de su carrera deportiva?

—Tal vez es eso lo que lo hace interesante.

Y, con esa sencilla afirmación, la tensión se desvanece.

Ambos ríen, y la conversación fluye de manera natural, sin esfuerzo. Jake es igual de encantador en este ambiente más íntimo, y Sunghoon, a pesar de sus nervios iniciales, se siente muy a gusto.

La noche apenas comienza, y mientras ambos se miran través de la suave luz del restaurante, Sunghoon no puede dejar de pensar en lo afortunado que es por estar allí, con Jake, y por sentir, aunque fuera por un momento, que todo está exactamente como debe estar.

Los dos son unos coquetos 🤭

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