Sunghoon se concentra, más decidido que nunca a completar el entrenamiento.

Su cuerpo se mueve con precisión mientras ejecuta cada salto, giro y combinación con una fluidez impecable.

El entrenador, aunque aún escéptico después de su retraso, no puede evitar mostrar una leve sonrisa de satisfacción al ver la perfección en cada una de las secuencias de Sunghoon. Incluso Jay, que lo observa desde la banca, asiente en silencio, reconociendo que, a pesar de todo, Sunghoon sigue siendo el mejor.

Cuando finalmente termina la última parte de la rutina, Sunghoon se desliza suavemente hasta el borde de la pista, respirando profundamente mientras el sudor corre por su frente. El entrenador se le acerca y le da una palmada en el hombro, sin decir nada, pero con una mirada que lo dice todo: "Buen trabajo". Jay lo sigue de cerca, con una mezcla de alivio y aprobación.

—Te has redimido un poco —Bromea Jay, aunque su tono está cargado de genuina admiración—. Pero no lo vuelvas a hacer, ¿vale?

Sunghoon esboza una sonrisa, aún ligeramente agitado, pero satisfecho. No responde, simplemente se dirige a los vestuarios, donde finalmente puede respirar con más calma.

Y entonces, mientras se quita los patines y comienza a guardar sus cosas, su mente regresa a lo que realmente lo ha mantenido motivado durante todo el entrenamiento, el mensaje de Jake.

Sin pensarlo dos veces, saca su teléfono y abre el chat. La sonrisa que cruza su rostro es automática al releer el mensaje de Jake sobre el restaurante.

Sus dedos vuelan sobre la pantalla mientras responde, su corazón latiendo un poco más rápido de lo normal.

«Hola, Jake. Me parece perfecto, lo que importa es el ambiente y la compañía. No tengo preferencias, lo que tú elijas está bien. Nos vemos esta noche. ¡Estoy deseando que llegue!»

Sunghoon envía el mensaje sin dudar. Se queda mirando la pantalla durante unos segundos, esperando, aunque sabe que Jake podría tardar un poco en responder. No importa. La emoción de lo que le espera esa noche es suficiente para mantener su energía en alto.

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Se cambia rápidamente, sabiendo que el resto del día es solo una cuenta regresiva hasta la cena. Mientras sale del vestuario, su teléfono vibra con una nueva notificación.

«¡Genial! Nos vemos a las 7. Estoy seguro de que te gustará. Que tengas una buena tarde hasta entonces.»

Sunghoon sonríe para sí mismo, sintiendo una especie de calma emocionada apoderarse de él. Mientras camina hacia la salida del complejo, Jay lo alcanza.

—¿Todo bien? —Pregunta su amigo, notando la ligera sonrisa que Sunghoon intenta ocultar.

—Todo bien —Responde Sunghoon con un tono más relajado de lo habitual—. Solo... planes para esta noche.

Jay lo mira con curiosidad.

—¿Planes? —Repite, alzando una ceja—. ¿Desde cuándo tienes planes que no sean entrenar o descansar?

Sunghoon se encoge de hombros, tratando de parecer despreocupado.

—Digamos que es algo diferente —Contesta, sin querer dar demasiados detalles. Aún no está seguro de cómo explicar lo que siente al respecto.

Jay lo observa por un momento más, pero decide no presionar. Algo ha cambiado en Sunghoon, y aunque aún no lo entiende del todo, puede ver que hay algo positivo en ello.

—Bueno, sea lo que sea, espero que lo disfrutes. Pero no olvides que mañana tienes que estar igual de enfocado, ¿de acuerdo? —Dice Jay con una sonrisa de complicidad.

—Lo sé, no te preocupes. Mañana estaré al cien por ciento. —Sunghoon le da una palmada en la espalda y se despide mientras se dirige a su auto.

Mientras conduce de vuelta a casa, no puede evitar pensar en lo que está por venir.

Jake, con su energía ligera y su manera de ver el mundo, había logrado lo que nadie más había conseguido en mucho tiempo: hacer que Sunghoon se sintiera emocionado por algo fuera del patinaje.

La cena de esta noche no es solo una disculpa formal; es una oportunidad para conocer más a alguien que, sin querer, ha entrado en su vida como una brisa suave, casi sin hacer ruido, pero dejando una marca profunda.

Sunghoon sonríe al pensar en lo que vendrá. Esta noche será especial, lo sabe. Y, por primera vez en mucho tiempo, no siente la necesidad de tener el control de todo.

Con Jake, quizás, solo quizás, las cosas fluirán de la manera en que deben.

Ya quiero que llegue su primera cita 😭