31
—¿Pensabas seguir con esta mentira hasta cuándo?
—Sé que una parte de ti desea que en realidad esté muerta, pasaste un año creyéndolo y al final ibas a seguir tu vida.
Una punzada atraviesa el pecho de Yoongi al escuchar aquello. Toma aire para replicar pero ella levanta una mano callandolo.
»Ahórrate la mentira, seamos adultos, Isilo. —Él la mira de inmediato, no había escuchado aquél sobrenombre de su boca hacía mucho tiempo—. Lo nuestro terminó en el momento que Hyun murió, lo que hiciste después con tu vida, no me corresponde. Lamento si no ayudo mucho, realmente me gustaría responsabilizarme de todo y dejarte libre. —Suspira—. Pero no es así. Si tú decidiste mantenerme viva durante todo este tiempo, fue únicamente tu problema.
—Creí que estabas muerta.
—¿Me guardaste luto un año entero para qué precisamente? ¿Y si hubiese muerto ese día? ¿Me seguirías guardando luto? ¿Esperando a que aparezca mágicamente? —Ella ríe por lo bajo y guarda su celular—. No seas imbécil, Min. Te destruyes porque así vives tú, lo hiciste con Hyun, lo hiciste con Chan y ahora me usas de excusa a mí.
Las palabras abofetean con fuerza a Yoongi, tanto que debe retroceder un par de pasos. Se siente confundido y aturdido, como esperando que todo lo que Yeonsoo dice sea mentira, aunque en realidad, nunca le dijeron algo tan verdadero.
»Lo entiendo, ¿de acuerdo? No soy de piedra, te amé tanto. —Ríe por lo bajo. Es entonces que Yoongi se permite escucharla, entendiendo que no fue el único afectado, y sinceramente, no tiene idea de las cosas por las que ella pasó, para llegar a dónde se encuentra—. Cuando desperté, solo quería correr a ti, y disculparme por la mentira. Decirte cuando lucharía por ti, pero al final solo me engañé.
—No me jodas, dices que me amabas pero te revuelcas con el imbécil de Jungkook. —Yoongi tira los brazos rendido dejando que su frustración salga.
Yeonsoo ríe por lo bajo casi con burla.
—Nunca vas a superar lo que hice, nunca me perdonarás. ¿Qué quieres de mí? ¿Qué demonios quieres de mí?
—Te quiero a ti —escupe por lo bajo.
Ella larga una carcajada al cielo cansada, como si todo fuera una broma de mal gusto. Cómo si tenerlo ahí, tan expuesto y sumiso le causara asco.
—¡Púdrete! —Tira los brazos a los costados y se gira—. Incluso cuando estábamos juntos siempre fui la que te busco, fui detrás de ti en todo momento. ¡Joder! Me hice policía por ti, y lo único que haces es llorar por mí.
—¿Que mierda? —Frunce el ceño ofendido.
—Estoy cansada de ti. —Yeonsoo se acerca a él y lo empuja—. De tu sumisión, de que sientas lastima. No eres ni la mitad del chico que conocí, del que me enamoré. Ahora no eres más que un niño atemorizado. —Está perdiendo completo control—. ¿Quieres saber porque estoy con Jungkook y no contigo? Porque él lucho por mí, incluso si lo hicieras elegir. Estaría a mi lado sin importar qué, aún si lo dejo por ti. En cambio tú, solo lloras y te revuelcas en tu propia mierda, no tienes las agallas de luchar por lo que realmente quieres. Eres un cobarde que no pudo decirme que me amaba. Ni siquiera se porqué te lloré tanto, no vales la pena. —Esas palabras abofetean con fuerza su corazón, solo quiere que se detenga—. Haber fingido mi muerte fue lo mejor que me pasó. —Las lágrimas brotan de sus ojos como cascada.
—Estás fingiendo, sé que aún me amas, lo sé. —Se siente desesperado ante la chica fuera de sí frente a él.
—No te amo, te odio tanto por dejarme ir, porque sabías que no estaba muerta y aún así no me buscaste. Déjate que me pudra en un campamento. Déjate que me destruyera por ti. Te odio tanto que incluso podría matarte en estos momentos. ¿Sabes?, no estaba enamorada de Min Yoongi, estaba perdidamente enamorada de Isilo, y él murió.
—No sabes una mierda. —Siente como su parte oscura comienza a apoderarse de sus sentidos, cierra los puños con fuerzas intentando controlar lo que tanto teme.
—Claro que lo sé, lo sé porque te conozco. Lo reprimes, no lo dejas salir porque eres un cobarde.
—¡Cállate! —Yoongi sentencia cerrando los ojos con fuerza.
—Eres tan miserable que no puedes ni siquiera luchar por la chica que amas.
—Cierra la boca, Yeonsoo.
—Ni siquiera te importa que Jungkook me folle tan fuerte que provoca gritos en mi.
Es lo único que debe decir para desestabilizarlo. Los celos apagan sus sentidos tan rápido que teme cometer una locura.
—Cállate, malditas sea.
—No sabes cómo me penetra, como me besa. —Ríe con burla—. Besa todo eso que unas vez fue tuyo y ni siquiera te importa. Jungkook provocas en mi lo que tú jamás podrás.
—¡CIERRA LA PUTA BOCA! —Manda al demonio su autocontrol.
La idea de Yeonsoo y Jungkook juntos lo tortura, lo asquea y lo enfurece. Sus celos superan sus cinco sentidos nublado su autocontrol. Y ya no hay marcha atrás.
Yoongi se acerca a ella a paso decidido, fuera de sí. Yeonsoo lo sabe, acaba de despertar a la bestia. Retrocede tanto como puede, hasta estrellar su espalda contra las pared. Yoongi la toma del cuello sin presionar demasiado, pero lo suficiente para dejar una marca. Lo mira fijo a los ojos, no hay atisbo de Yoongi, de aquel que chico de mirada dulce, que sonríe y se sonroja con cosas idiotas. Ahora, sin embargo, es Isilo quién tiene el control. Su miradas se a oscurecido varios tonos, y penetra hasta el hueso provocando escalofríos en su piel.
—No importa con cuántas personas te acuestes. —Estrella su cuerpo con el de ella provocando que jadee, sin quitar la mano de su cuello—. Escúchame bien... —Se acerca a su oído—. Siempre... serás... mía.
Un jadeo involuntario se escapa de los labios de ella. Y con él, le da permiso a Yoongi, que haga con ella lo que quiera.
Yoongi sonríe malicioso y se separa lo suficiente para verlas a los ojos. La gira con brutalidad, la toma de las muñecas y levanta sus brazos por encima de su cabeza. Presiona ambas manos con una de él, se vuelve a pegar al menudo cuerpo de ella respirando sobre su oreja y desliza su mano libre desde sus pechos hasta quedar justo debajo de su sexo. Yoongi respira profundo aquel olor inconfundible de Yeonsoo, ese que embriaga todos sus sentidos y lo hace prisionero de su piel. La escucha jadear y removerse, pidiendo que no retire el toque.
Sin embargo, Yoongi tiene otros planes. Quiere marcarla, hacerle saber que siempre será de él y no puede contradecirlo.
La obliga a separar sus piernas y se restriega contra ella, provocando excitación en ambas partes. Decide que es tiempo de hacerla sufrir un poco mas, por lo que sin previo aviso y de un movimiento ágil, desprende su pantalón y mete su mano hasta su sexo ingresando un dedo en su vagina. La escucha jadear con fuerza. Se ha sorprendido por completo. Yoongi no lo mueve, necesita la aprobación, después de todo, aún fuera de control Isilo sabe que no puede tocarla más allá sin que ella lo apruebe. Entonces la recibe, en el momento exacto en que Yeonsoo comienza a moverse, necesitando más caricias que él se niega a darle.
Yoongi saca su mano de su entrepiernas y la vuelve a girar con brutalidad provocando que golpeé su cabeza contra la pared. La toma del cuello y la besa, con necesidad, brutalidad y deseo animal. Sabe que probablemente sus actos dejen marcas visibles por la mañana, sin embargo no le importa en lo absoluto. Ella despertó una furia y deseo que nunca antes había sentido. Algo que jamás dejó que Isilo soltara y ahora le dio paso libre.
Yeonsoo le corresponde tomándolo de la cintura para atraerlo mas. Yoongi junta aún mas sus cuerpos tomándole de la espalda baja. Como si aún sintieran que están demasiados separados.
Él sin previo aviso, ingresa su mano de nuevo en la entrepiernas de ella provocando que gima con fuerza contra sus labios. Yoongi puede sentir su miembro latir con fuerza debajo de su pantalón, necesita quitar cualquier prenda que se interponga entre ellos.
Vuelve a sacar su mano de ella y la toma por las piernas para levantarla por los aires. Yeonsoo rodea la cintura de él al mismo tiempo que la estrella contra la pared una vez más. Sin paciencia, rompe su camisa provocando que botones salgan volando por doquier. Y luego desabrocha su sostén sin dificultad. Antes de que ella logré pronunciar palabra alguna, Yoongi atrapa uno de sus pezones, succionando y dando pequeñas mordidas en él. La escucha gemir dificultosa, como si su placer fuera doloroso y necesitado al mismo tiempo. Eso provoca que su miembro palpite con más fuerza.
Yeonsoo lo separa con brutalidad, provocando que pierda el equilibrio y ella caiga de pies al suelo. Necesita estar completamente segura de lo que hará a continuación, porque después de esta noche, nada volverá a ser lo mismo.
Ambos están agitados y completamente excitados. Yoongi la ve directo a los ojos, creyendo que acaba de lastimarla, sin embargo, en su mirada hay mucho más que eso. Hay deseo, de aquel que casi puedes tocar. Entonces, ella corre hasta él y se trepa devorando sus labios con necesidad. Succionando su labio inferior y mordiéndolo sin cuidado, provocando que sangre.
Yoongi no puede estar más excitado. La recuesta dónde antes acomodaron la manta, se separa de ella para deshacerse de su pantalón y el de ella. Su miembro late con tanta fuerza que parece estallar en este mismo momento. Antes de volver a sus labios, deposita un suave beso sobre su húmeda entrepiernas provocando que arqueé su espalda. Sus labios se arquean en una sonrisa victoriosa.
Lo sabe, no importa cuánto presuma su relación con Jungkook, por la forma en que acaba de reaccionar sabe que es el único que aún conoce sus puntos débiles. La obliga a separar más sus piernas, y comienza a juguetear con su clítoris, provocando jadeos y gemidos. Yeonsoo toma el cabello de él con fuerza, no quiere sacarlo, pero necesita hacerle saber que la hace sufrir con sus movimientos lentos. Yoongi deja de juguetear con su lengua en el clítoris y baja hasta su entrada. Mete y saca su lengua con lentitud, succionando y tragando aquel exquisito sabor que tanto extrañaba. Comienza a bombear sobre su entrada, puede sentirla temblar debajo de él, está seguro que no falta mucho para que llegue a su orgasmo, y necesita liberarse antes de que su pene explote.
Entonces se separa de ella y la toma de las piernas para atraerla más a sí mismo, chocando su sexo con su miembro ya latente. Ella gime esperando a que la penetre, sin embargo no lo hace.
Yoongi se detiene a observar el desnudo cuerpo de Yeonsoo retorcerse de placer. No puede seguir mintiéndose, incluso si esta es la última vez que la tendrá, no puede fingir que desea a otra persona.
Yeonsoo lo mira, y un escalofrío le recorre su necesitado cuerpo. Él solo se mantiene de rodillas, entre sus piernas, mirando como un depredador miraría a su presa. Lo sabe, Yoongi está luchando consigo mismo y aunque le gustaría hacer lo correcto lo necesita.
—Di que eres mía. —Su voz sale más terrorífica de lo que pretende. Está serio y no hay atisbo de diversión en sus palabras. Quiere que ella se declare oficialmente de él, pero no puede. Se muerde el labio y decide que es suficiente, entonces intenta sentarse.
Pero Yoongi está decidido, la toma de las piernas y antes de que siquiera lo piense la embiste con fuerza provocando que grite. Se apodera de sus labios, una vez más y vuelve a embestirla con fuerzas.
—Dilo —ordena y vuelve a penetrarla con tanta fuerza que pareciese que va a romperla en dos. Ella se muerde el labio con fuerza, provocando más determinación en él.
Vuelve a penetrarla con fuerza provocando que sus intentos de acallar sus desesperados gemidos fallen y grite de placer. El sudor recorre el cuerpo de ambos, los gemidos inunda toda la estancia, tanto que si no fuera porque el cielo se cae a pedazos afuera, se podrían escuchar a leguas los gritos de ella.
—Soy... tuya... —gime tan despacio que es casi inaudible.
—¡Grítalo! —Yoongi está perdiendo el control sobre sus propias embestidas, teme lastimarla.
Ella niega con la cabeza. Entonces Yoongi deja salir la bestia por completo, y la penetra con tanta fuerza que puede ver una lágrima deslizarse por la mejilla de Yeonsoo.
—¡Soy tuya! —ella grita entre jadeos. Yoongi puede sentir el temblor descontrolado de Yeonsoo, entonces la embiste con más fuerzas—. Siempre fui tuya.
Dice al mismo tiempo que llega a su orgasmo, sus piernas se contraen y arquea su espalda liberando los espasmos. Yoongi la penetra un par de veces más y finalmente se libera dentro de ella, dejando caer su cuerpo con pesadez sobre la sudorosa piel de Yeonsoo.
Se quedan en esa posición al menos unos diez minutos, hasta que sus respiraciones de normalizan y sus corazones agitados se serenan. Yoongi no quiere levantarse, porque sabe que Yeonsoo escapará de él, y aunque sería lo correcto, no puede dejarla ir. No está noche.
Una parte de él se siente culpable, cree que la acorraló hasta el punto de gritar algo que tal vez ni siquiera siente; aunque quiere creer que en realidad lo dijo consciente y no por efecto de un orgasmo en su máximo esplendor.
Yeonsoo se remueve y logra escapar del agarre de Yoongi, es entonces que puede verla completamente desnuda y de espalda. Su respiración se atora al ver la escandalosa cicatriz de quemaduras que se extiende por la mitad de su espalda. Su corazón se retuerce ante la sensación de no haber estado para ella en ese momento. De solo pensar cuánto dolió, lo tortura lo suficiente para no perdonarse. Camina hasta ella y detiene los intentos de vestirse.
Yeonsoo se paraliza, desde que volvió a su vida, Yoongi nunca vio su peor marca. Tiene miedo de que le provoque asco y quiera huir de ella. Sin embargo, desliza sus dedos por la cicatriz delineándola. Un escalofrío recorre su cuerpo y quiere huir, pero Yoongi la detiene y besa su cicatriz.
—Lamento no haber estado ahí para ti, pero más lamento haberte juzgado sin saber por todo lo que pasaste.
Una lágrima se desliza por su mejilla. Entonces Yoongi la abraza por detrás con fuerza diciendo que jamás la volverá a dejar, aún si ella no lo elige.
—Duele —susurra.
Yoongi no debe preguntar para saber que en realidad habla de su cicatriz, y no precisamente física. Se odia por señalarla, por ignorarla y por creer que era una mujer diferente a la que conoció; es evidente que sigue siendo la misma menuda mujer que ama. Carraspea para apaciguar el nudo que se forma en su garganta.
Isilo acaba de hacerla suya, y ahora es turno de Yoongi. Mientras que Isilo la follo duro y la hizo gritar, Yoongi le hará el amor.
La toma de la mano y vuelve a su improvisada cama. La sienta y se coloca detrás de ella para tener completo acceso a su cicatriz, comienza a besarla con delicadeza, demostrando cuánto la ama.
—Joder, lo siento tanto —susurra sin dejar de acariciar aquella marca—. Siento tanto no haberte cuidado.
—Yoongi. —Ella intenta tocar sus manos para detener el toque, pero él decide callarla con un beso sobre hombro.
—No debes decir nada, solo escúchame. —Yoongi la abraza por detrás quedando sobre su hombro—. Te amo tanto, que es ridículo. Debí decírtelo antes, siempre me arrepentí de eso, pero no cometeré el mismo error. Te diré que te amo todas las veces que pueda porque incluso en mi último suspiro, no será suficiente. —Besa con cuidado la cicatriz de su cuello—. Eres hermosa, aún con el cuerpo repleto de cicatrices. No dejes que nadie diga lo contrario.
Puede escuchar como Yeonsoo solloza, no quiere que se sienta así respecto a su marca, y aunque diga lo hermosa que es, sabe que no es suficiente. Se levanta con cuidado y le tiende la mano. Yeonsoo no protesta, solo obedecer dejando que las lágrimas caigan.
Yoongi toma una manta y la coloca en una de las sillas de la estancia para sentarse sobre ella. Yeonsoo se sienta sobre él haciendo fricción con su miembro provocando una corriente eléctrica recorrerla. Yoongi gime involuntariamente, es entonces que Yeonsoo es consciente de cuánto extrañaba ese sonido.
Yoongi besa sus mejillas húmedas, sus ojos han dejado de llorar y su corazón se siente más relajado que antes. Yoongi acuna su rostro y besa sus hinchados y sensibles labios con delicadeza. Sin provocar más daño del ya hecho.
Ella le corresponde, mete sus huesudas manos dentro de las hebras de su cabello y masajea con delicadeza provocando que pequeños suspiros se escapen de sus labios.
Sin previo aviso, comienza a mover sus caderas, provocando más fricción entre su miembro y su entrada. Yoongi deja escapar más jadeos.
Decir que aquel sonido no es adictivo para ella, sería la mentira más grande del mundo. Yoongi siempre será su perdición, aún si no quiere admitirlo.
Él comienza a besar su cuello bajando lento hasta sus pechos. Sus pezones erectos solo le facilita el trabajo para darse las caricias que merecen, con suavidad y dulzura.
Yeonsoo siente como su miembro comienza a latir de nuevo debajo de ella. Por lo que sin previo aviso, lo toma entre sus manos y da un suave apretón, provocando que gruña en respuesta. Yoongi tira su cabeza hacia atrás disfrutando de aquellas caricias, dejando escapar cualquier jadeo y gemido.
Yeonsoo baja de su regazo y se arrodilla en el suelo, quiere complacerlo, como antes solía hacerlo, por eso mete su miembro en su boca y aprieta con suavidad sus labios provocando que jadee con más fuerza. Yoongi cierra los ojos y se aferra con fuerza a la silla. Comienza a subir y bajar con delicadeza, acompañada de su mano que da pequeños bombeos. Yoongi no deja de apretar la silla con cada caricia lenta de Yeonsoo, sabe que lo está haciendo sufrir, y aunque no quiera admitirlo es jodidamente exquisito.
Yeonsoo abandona su miembro y antes de que logre abrir los ojos, se monta encima y deja que su miembro completamente duro entre en ella, provocando que ambos jadeen excitados. Yeonsoo comienza a subir y bajar con lentitud, pero esta vez, toma del cuello a Yoongi y lo obliga a mirarla.
Une sus labios una vez más, ahora dejando que lo que sienten y la desesperación por no poder estar juntos invada el momento. Yoongi la levanta por los aires aún sin salir de ella y la recuesta en el suelo, besando cada parte de su cuerpo, y manteniendo el mismo tortuoso ritmo. Sus cuerpos piden ir mas rápido, pero no pueden, no quieren terminar tan rápido lo que probablemente no vuelva a ocurrir.
Yeonsoo comienza a sentir el temblor del cuerpo de Yoongi sobre ella, aún le falta por llegar pero no le interesa, escuchar a Yoongi llegar al orgasmo y liberar sus gemidos es lo único que necesita. Y así sucede, Yoongi llega antes, provocando espasmos en su cuerpo. Se libera dentro de ella con un par de embestidas más, disminuyendo la velocidad y luego sale.
Ella le indica que se recueste sobre ella, pero no lo hace, en su lugar, y sin previo aviso, mete dos dedos en su entrada provocando que gima y bombea dentro.
Yoongi no quiere que ella se quede sin llegar a su orgasmo por lo que, comienza a juguetear con su mano sobre su clítoris.
—No es... Necesario... Que... —intenta detenerlo entre gemidos. Sin embargo Yoongi saca su mano de su entrepiernas y la mete en su boca para acallarla. Baja a su entrepiernas y vuelve a repetir las acciones de antes, entrando y saliendo tanto como su lengua se lo permite, pero ahora presionando su cintura. Dejando que ella se corra en su boca, al mismo tiempo que libera espasmos y arquea su espalda. Yoongi se ocupa de succionar y tragar toda la liberación de Yeonsoo, y luego deposita un suave beso en su sexo sensible para subir y recostarse sobre su pecho.
Quiere decirle que la ama, que se monten al carro y escapen juntos. Quiere permanecer así durante toda su vida, con ella a su lado mientras acaricia su cabello y regula su respiración. Le gustaría poder mandar al diablo a Gyuri, Jungkook y al maldito hermano de Hyun. Tomar la mano de Yeonsoo y correr con ella lo más lejos que puedan.
—No importa cuánto me grites o me odies. Siempre te amaré, incluso cuando debería odiarte —confiesa Yoongi con la respiración entrecortada, dejando que Isilo y Yoongi hablen al mismo tiempo—. Y aunque no seas mía, yo siempre seré tuyo.
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