Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

9






Yoongi entra a la parte trasera del bocho viejo de Namjoon aún con Yeonsoo en brazos, que lo único que ha hecho es mantenerse en silencio y ocultando su rostro en el pecho de Yoongi, como si de pronto se volviesen mejores amigos. Taehyung sube en asiento del copiloto y Namjoon tras el volante. Jimin, Hoseok y SeokJin se encuentran detrás del bocho en el auto de Hoseok esperando las instrucciones para saber qué hacer exactamente.

—Yeonsoo —Namjoon habla por completo incómodo—. ¿Dónde vives?

Yeonsoo tiembla ante la pregunta, claramente no es que no tenga un lugar donde dormir y comer a diario, solo que no puede ir en la condición que se encuentra, con sangre en su entrepierna y el vestido medio rasgado.

—Vamos a mi casa, luego pensamos lo demás —dice Taehyung mirando al frente, parece perdido en sus pensamientos. El ver a Yeonsoo de esa manera, en total sumisión a manos de ese tipo, ha despertado algo en él que creyó jamás tener.

Yoongi es alguien violento de una manera impulsiva, el jamás piensa con claridad, hasta después de haber cometido algo; Taehyung a diferencia, es calculador, jamás hará nada que no quiere o no haya planeado. Ninguno de los dos tiene límite, y ahora se encuentran con la mente nublada por odio y desprecio hacia Hyun.

Namjoon asiente y le hace una señal con la mano a Hoseok para que los siga, y arranca.
El camino es aún más tortuoso, mientras unos piensan como vengarse de Hyun, Yeonsoo está en completo consumida por la humillación. No por el hecho de que Hyun se haya atrevido a tocarla de esa manera violenta y descuidada. Si no, porque es la primera vez que alguien más, aparte de ellos dos, es testigo de lo abusivo y perverso que puede llegar a ser Hyun con ella.

Claro que no es la primera vez, y Yeonsoo está segura que no será la última, pero ahora es diferente. La imagen que ella construyó delante de los ojos de estos seis chicos se esfumó en solo minutos. Y lo sabe, lo sabe por la forma en la que Yoongi la abraza y con su pulgar da pequeñas caricias en forma de círculo sobre su espalda. Lo sabe por la forma en la que Namjoon se remueve incómodo en su asiento; por la forma en la que Taehyung respira. Y no quiere convertirse en una excusa de venganza de nadie. Porque se vengará de cada abuso que Hyun cometió sobre su persona, y lo hará sola, porque nadie más debe estar involucrado, porque es algo personal.

Al llegar a la casa de Taehyung, Yoongi, aún sin dejar de abrazarla, entra al departamento seguido de cinco chicos que la miran sin poder creer lo que presenciaron. Tal vez su impresión es por el mismo motivo de Yeonsoo, el haberla visto de esa manera, o tal vez, en realidad ver a Yoongi tan fuera de sí, amenazando a alguien con matarlo.

—Puedes ponerte esto —dice Taehyung saliendo de la habitación con ropa de él bien doblada y planchada.

Yeonsoo, sin dirigirle la mirada asiente y se va directo a la habitación para poder cambiarse.
Jimin corre a la nevera y saca una cerveza, se para cerca del ventanal para poder tener una vista de la cuidad en su máximo esplendor. Hoseok y SeokJin imitan a Jimin, pero se sientan en el sofá. Yoongi ha sacado su cajetilla de cigarrillos y ha dado una enorme calada, llenando a no más poder sus pulmones de humo. Mientras que Namjoon solo se mantiene en un banquillo del desayunador con los codos sobre la mesa y el rostro entre sus manos. Taehyung se ha mantenido apoyado contra la pared al lado de la puerta donde entró Yeonsoo, como custodiando que nadie entre sin su consentimiento.

—Yo… —Hoseok intenta hablar, pero las palabras se pierden en el aire. Realmente nada de lo que diga va a poder describir la situación que acaban de vivir—. Yeonsoo… —susurra incrédulo.

—Ese hijo de puta las pagará —dice Yoongi, pero en comparación a lo de antes, no está alterado ni enojado. Está tranquilo, por lo que sus palabras aterrorizan más.

—¿Cuánto tiempo? —Taehyung pregunta con los brazos cruzados sobre su pecho mirando el suelo.

—¿De qué hablas? —dice SeokJin.

—¿Cuánto tiempo lleva haciéndole esto? —Levanta la mirada a Yoongi que se encuentra en el otro extremo del ventanal fumando. Estos se miran por un largo tiempo.

—No lo sé, desde que tengo memoria ella ha sido su novia, incluso desde antes de eso.

—¡Maldición! —espeta Taehyung furioso.
Por otro lado, Yeonsoo no se ha movido de su lugar, se mantiene pegada a la puerta escuchando con atención todo lo que ellos dicen. Cuando Tae grita ella da un brinco en su lugar; aún sigue asustada. Respira profundo y tira su cabeza hacia atrás contra la puerta. Ahora todo se fue al demonio, que se joda Hyun y lo que acaba de hacer. Ella toma su cabello con fuerza y lo tira hacia atrás exasperada. Sacude su cabeza ignorando todo sus pensamientos tortuosos y se dirige al baño de la habitación para poder limpiarse y cambiarse.

—Hay que hacer algo. —Se anima a decir Jimin.

—No se hará nada —advierte Namjoon, suena más frustrado que ellos en ese momento.

—¿Qué dices? —Jimin se incorpora—. El tipo estaba por… —Baja su voz para que Yeonsoo no escuche—. Estaba violándola y ¿no haremos nada?

—He dicho que no, joder. —Namjoon golpea la mesa sorprendiendo a todos—. El tipo es un enfermo, sí. Todos estamos de acuerdo con eso, pero si en algún momento lo atacamos y le hacemos algo, ¿crees que todo terminará? —Ríe irónico hacia el cielo—. Por supuesto que no, vendrán por ti y todos nosotros. Incluso por la hermana de Hoseok. —Lo señala sin verlo—. Mientras nosotros estamos aquí, Hyun debe estar cagándose. De seguro ya dejó dicho a sus matones que si algo le sucede nos hagan desaparecer. ¿Adivina por quién empezará?

Las palabras de Namjoon golpean a todos con brutalidad, en realidad no eran conscientes en lo que se estaban metiendo; es un mundo donde estas cosas pasan y solo hay que callarlas.

—Namjoon tiene razón. —Yoongi da otra calada mirando hacia afuera, sintiendo la mirada de todos sobre él—. Hyun tiene poder, tiene mucho poder, pero es cobarde. Ahora estará dando órdenes específicas.

—¿Entonces qué? ¿Solo dejamos que la dañe de esa manera cuando se le plazca? —Jimin parece más indignado que nunca.

—No, intentaré buscarla e ir a dejarla a su casa después de cada entrenamiento y pelea —dice cansado.

—¿Seremos alguna clase de niñeras? —dice SeokJin angustiado. No por la idea de ser niñeros, si no, por el hecho que pasaron de solo apostar y ver entrenar a sus amigos, a cuidarse las espaldas de un psicópata con armas.

—¿Tienes una mejor idea? —Taehyung lo mira amenazante.

Jin niega con la cabeza y vuelve a tomar de su cerveza.

—No lo harán todos, puedo organizarme.
—Te ayudaré —dice Namjoon parándose de su asiento para tomar una cerveza de la nevera—.  No te hagas responsable de todo —dice antes de que Yoongi replique—, aún trabajas doble turno y cuando tienes tiempo libre entrenas al menos una hora de lo cansado que estás. ¿Crees que así la cuidarás? Ni siquiera sabes lo que hace ella, siempre viene y va. Desaparece y aparece cuando quiere. Ninguno de los presentes sabe exactamente lo que hace.

—Podemos turnarnos —dice Hoseok—. En realidad todos tenemos vidas fuera de esto, incluyéndola. Así al menos vamos a poder protegerla. No al cien por ciento, pero sí algo.

—Estoy libre los lunes —dice Jimin—. Comencé un trabajo, pero solo es de martes a sábados, así que también estoy disponible los domingos.

—Puedo encargarme de ella los viernes. —Jin se encoge de hombros.

—De acuerdo —dice Yoongi tirando la colilla del cigarrillo por la ventana. Sería en vano pelear con ello, aunque no quiera admitirlo, todos están involucrados hasta la médula. Sería tonto pelear con ellos porque no se metan—. Los miércoles son míos.

—Yo quiero jueves. —Hoseok levanta la mano.

—Me quedan los martes entonces… —dice Taehyung.

—Los sábados puedo hacerlos yo. Y los domingos podemos turnarnos Jimin —dice Namjoon.

Una lágrima se desliza por la mejilla de Yeonsoo al escuchar como seis chicos extraños para ella se ponen de acuerdo para poder cuidarla, incluso sin saber quién es realmente, qué busca y quiere de ellos. Sabiendo a la perfección que entre ellos y su pellejo los sacrificaría con tal de salir librada. Esos chicos que la miran de manera extraña cada vez que entra a un lugar, aquellos que murmuran por lo bajo cuando se insinúa descaradamente a Yoongi. Los seis chicos que ella misma se encargó de arrastrarlos al mundo del que intentan salir solo por salvarse.

Una pelea interna comienza al darse cuenta cuán equivocada estaba respecto a todo, lo mal que los ha juzgado y lo pésima persona que es al seguir involucrándolos. Pero no puede parar ahora. Pudo por fin meterse a las peleas, solo unas más, solo unas cuantas peleas más. Necesita reunir a todos los peces gordos. Y todo terminará.

En ese momento Yeonsoo se hace la promesa de no dejar que nada ni nadie vuelva a arruinar la vida de estos chicos, no mientras ella esté viva. Los cuidará de la misma manera que ahora cuidarán de ella.

—Debo irme. —SeokJin se levanta de su asiento—. ¿Puedes llevarme, Hoseok?

—Claro, solo quiero ver que Yeonsoo esté bien. —Hoseok se levanta y se va directo a la puerta de la habitación, da dos toques—. ¿Yeonsoo? ¿Estás bien?

La puerta se abre con rapidez y los chicos la miran alarmados. La Yeonsoo que conocen sale, con una sonrisa de oreja a oreja, sin maquillaje, ni rastro de la chica desgarrada que habían visto minutos antes.

—¡Por supuesto! —chilla y sonríe descaradamente. Mira a Taehyung que se ha despegado de la pared—. Hola cielo, tu ropa me queda fabulosa —dice coqueta y se dirige a la nevera para sacar una cerveza—. ¿Por qué esas caras?

Los seis chicos la miran sorprendidos a más no poder. Esta chica no se asemeja, pero ni de broma a la que entró por esa puerta. Esta es la misma chica que todos conocen, esa que juguetea, bromea, y se insinúa a todo hombre que le pase por el frente.

—¿Tú…? —Jimin comienza a hablar confundido.

—¿Tienes hambre? —lo interrumpe Yoongi desinteresado mirando hacia la ventana. Todos giran a ver su actitud. Ambos actúan como si lo anterior no hubiese pasado.

—¡Dios, sí! —Yeonsoo se toca la barriga y suplica—. ¡Dime qué puedo comer!

—Hay sobras de hace una semana. —Yoongi la mira ahora directo a los ojos de la misma forma que solía mirarla—. Es lo más reciente. Que lo disfrutes.

—Siempre tratándome como una reina, Isilo —dice sarcástica.

En los ojos de ella se refleja un enorme «gracias», por no interrogarla ni tratarla diferente. Y en la mirada de Yoongi se refleja un enorme entendimiento hacia su actitud, claramente los chicos aún no entienden lo que pasa.

—De acuerdo… —dice Namjoon sacudiendo su cabeza sin entender todo—. Debo irme, pero te veo mañana. —Le sonríe cálidamente a Yeonsoo y se despide con la mano de los demás.

—Nosotros también nos vamos. —Hoseok y Jin se van directo a la puerta—. ¿Los llevamos? —Mira a Jimin y Yoongi.

—Sí, tengo que trabajar mañana —dice Jimin dejando la cerveza en la mesa.

—Yo me quedo —Yoongi toma la cerveza a medio tomar de Jimin y toma un sorbo.
Los chicos se despiden de forma rápida y se van. Pero antes miran como Yeonsoo hurga entre las sobras de Taehyung en la nevera, como si lo que vivieron fue solo y únicamente un sueño en conjunto.

El apremiante sonido de una llamada entrante interrumpe el incómodo silencio que comenzaba a inundar la estancia. Yoongi mira su celular y entra a la habitación para hablar.
Taehyung se mantiene en su antigua posición, contra la pared, los brazos cruzados y mirando el suelo. Parece perdido en sus pensamientos. Yeonsoo quiere hablarle, decirle que en realidad no siempre Hyun era así, quiere acercarse a él y tomarlo entre sus brazos para poder apaciguar el odio que comienza a crecer en él, porque una vez que el odio de hacia Hyun comienza a ser el motor de todos los días, no hay vuelta atrás y lo consumirá lentamente, quiere salvarlo de aquello; quiere, pero no puede. No pude seguir mostrándose débil ante ellos. Al menos aún no.

—Debo irme, mi madre… —masculla entre dientes y hace un mohín para restarle importancia. Yoongi mira a Yeonsoo que aún sostiene una cerveza en su mano, y a Taehyung que no se ha inmutado ni un poco—. Vendré mañana.

Sin recibir repuesta de ninguno se acerca a Yeonsoo dispuesto a abrazarla, pero cuando se da cuenta de lo que realmente quiere hacer, para en seco frente a ella y la mira.

»Ojalá te ahogues con las sobras de comida —dice Yoongi mordiéndose el labio un poco nervioso.

—Ojalá te choque un auto cuando salgas del departamento —Yeonsoo responde a su gesto. Ambos saben que es la única forma de poder decirse en realidad que se cuide el otro.

—Te odio. —Yoongi gira sobre sus talones y se marcha directo a la puerta.

—Algún día —Yeonsoo alza la voz para que Yoongi la escuche—, caerás rendido a mis pies.

Entonces, Yoongi sale. Dejando a Tae y Yeonsoo solos. Con un vacío en el estómago y sus pensamientos dando vueltas sin sentidos como carrusel.

—Gracias por dejarme la habitación cariño. —Ella toma un plato de comida que hay en la nevera y entra a la habitación cerrando la puerta detrás de sí. Sin esperar ni una sola respuesta de Tae.


⭒❀⭒


La casa se siente diferente, tal vez sea por el motivo que del trabajo pasa directo a entrenar, o tal vez porque duerme más en la casa de Namjoon que en la suya. Incluso parece incorrecto entrar a esa casa, donde su madre cree tener un hijo modelo, que la ayuda con las cuentas, trabaja y además cree que estudia. Yoongi debía mentirle, no podía decirle que en realidad cuando no estaba trabajando estaba entrenando para una demente quien lo obliga a él y sus dos amigos a pelear en un lugar de mala muerte para gente psicópata que lo único que espera es saciarse de violencia. Por supuesto que no podía decirle la verdad. Al menos así la única parte íntegra que tiene, su madre, la mantiene viva.

Antes de entrar a la cocina, Yoongi  se mira en el redondo espejo de la entrada. El corte en su pómulo es más notorio de lo que creía, cierra los ojos con fuerza y visualiza cualquier escenario ficticio que su madre pueda creer, entonces entra y encuentra a su madre en completo silencio mirando una pila de papeles.

—Hijo, ven, siéntate —dice sin mirar su golpeado rostro y le señala una silla delante de ella—. Estuve pensando, gracias a que pudiste terminar con la deuda con tu ahorros… —comienza la mujer, pero cuando levanta la vista para verle se sorprende de sobremanera—. ¡Por dios! ¿qué te sucedió?

Toca con sus delgadas manos el frio rostro de su hijo.

—Estuve tan ocupado leyendo que no vi una ventana —miente—. ¿Se nota mucho?
La mujer ladea la cabeza y niega luego de un rato, se levanta y toma un botiquín de primeros auxilios para curarle la pequeña herida.

—Te estaba contando que gracias a que acabaste la deuda… —Yoongi se remueve incómodo en la silla, la verdad es que sí ha pagado toda la cuenta, pero no gracias a él, si no, al préstamo que Jin le hizo—. Sabes que nada nos retiene aquí.

—Aquí trabajo y estudio —dice él ceñudo—. Claro que algo me retiene aquí.

—A lo que me refiero, Yoongi. Es que sería bueno cambiar de ambiente. ¿Qué tal Busan?
—¿Hablas de mudarnos? —Yoongi se altera ante la idea de irse. Si bien todo su cuerpo grita que sí, sería abandonar al grupo, dejar que Yeonsoo y los chicos se encarguen solos del problema.

—Sí, esta casa es de tu padre, y el maldito bastardo nos arruinó la vida. —La voz de la madre se quiebra, guarda los productos que usó y desecha las gasas ensangrentadas—. No puedo resistir vivir un solo día más aquí. —Una pícara lágrima recorre la mejilla de la madre y Yoongi siente la necesidad de darle lo que ella quiere. Le duele verla en ese estado—. Además tu tía está muy enferma, sería bueno cuidarla y empezar de nuevo ahí. Puedo hacerme cargo de su tienda y tú me ayudarías, puedes terminar tus estudios ahí.

—Yo…

—Por favor, Yoongi —suplica la madre con los dedos cruzados—. No podemos quedarnos; no puedo quedarme.

—Y yo no puedo irme —dice mordiéndose el labio.

La madre lo mira incrédulo.

—¡¿Por qué no puedes irte?! —Se levanta golpeando la mesa.

—Escúchame, mamá. —Yoongi respira profundo, se levanta de su asiento y abraza a su madre—. Mi vida está hecha aquí, en Seúl. Tengo todo, y no puedo dejarlo. Pero no te retendré si quieres irte.

—¿Podrás estar sin mí?

—Mamá, soy adulto, puedo hacerlo. Además, puedo ir a verte todos los meses. —Yoongi la separa de él y la mira a los ojos—. No quiero que estés aquí si no quieres, pero no puedo irme.

—De acuerdo… Supongo que tengo que dejarte ser libre. —La madre se seca las lágrimas—. Cuando pensé esta idea sabía que me dirías algo así. Prométeme que te cuidarás.

—Lo prometo.

—Bien, ahora ven a ayudarme a empacar algunas cosas.

—¿Qué? ¿Ya te vas? —Yoongi la mira sorprendido.

—Por supuesto, creí que dirías que sí, por lo que saqué dos boletos de autobús a Busan para mañana en la tarde.

—¡Vaya, mamá! Tú no pierdes tiempo. —Sonríe—. Venga, vamos a ordenar tus cosas.


⭒❀⭒


Es sábado por la tarde, Namjoon se encuentra dentro de su bocho tomando un refresco y comiendo una hamburguesa. Después de pelear con Yeonsoo por aproximadamente dos días decidieron seguirla sin su consentimiento.

Yeonsoo argumentó que, en realidad, ella no necesitaba ningún tipo de niñero. Tiene su arma y puede cuidarse sola. También agregó, que si esa noche Yoongi no la hubiese obligado a dejar el arma en el auto ella podría haberse defendido. Jimin dijo que al menos reportara dónde está y que está bien. Pero solo empeoró el ánimo de la chica, ya que estalló diciendo que no les debía explicaciones y que dejaran de meterse en su vida o colocaría una bala en el trasero de todos.

Después de debatirlo muchas veces, quedaron de acuerdo con que la seguirían los días que estaban acordados; así que solo mantendrían distancia y la seguirían sin ser demasiados obvios, para mantener la seguridad de ella. Jin argumentó que no debían hacerlo. De pronto todos se encontraban cuestionándose cuándo los papeles se habían intercambiado y ahora ellos debían protegerla a ella cuando en realidad ellos se sentían seguros cuando ella los defendía.

Así que ahí se encuentra Namjoon, después de haberla seguido todo el día. Ahora se encuentra fuera de un gimnasio esperando que la chica salga para poder ver a dónde se dirige para dormir. Él es el tercero que hace el «seguimiento de Yeonsoo». Y a pesar que Hoseok y Jin no han dicho mucho de hacia dónde fue, se aseguraron que nada le pasase.

Luego de un rato de espera, Yeonsoo sale con un bolso grande y toma un autobús. Namjoon la sigue de cerca cantando canciones que la radio pasa a esa hora. La pequeña mujer se baja y comienza a caminar un par de cuadras hasta que entra a un refugio de gente sin hogar. La alarma de Namjoon se dispara al cielo y se baja con cautela para seguirla. Algo no cuadra.

Al entrar se mezcla entre gente roñosa y sucia que hace fila para comer la cena. Namjoon toma una bandeja y se coloca en la fila, cuatro personas atrás de Yeonsoo. Una vez que ve a Yeonsoo tomar asiento él hace lo mismo, pero sentándose detrás de ella, para que no pueda verlo.

—¿Te gusta? —dice un hombre de edad mayor sobresaltando a Namjoon, este hace una reverencia ante él y vuelve a mirar la espalda de Yeonsoo.

—¿La conoce?

—Todos conocen a Yeonsoo. —Ríe por lo bajo—. Ella suele traer dinero y comprar más comida de lo normal.

—¿Pero siempre cena aquí?

—Ella vive aquí —escupe el hombre tomando desprevenido a Namjoon.

Este se ahoga con un poco de comida y tiene que respirar con lentitud para poder retomar su ritmo normal.

—¿Qué?

—Bueno, no aquí. Va de un refugio a otro. No tiene hogar esa chica. —La señala con una cuchara.

—¿No puede quedarse en un solo refugio? —Namjoon lo mira confundido.

—No puedes quedarte en un solo refugio para siempre, a lo sumo solo puedes quedarte una semana. Pero luego debes irte —confiesa el hombre con tristeza.

—¡Dios! —Namjoon queda perplejo ante tal confesión.

—Disculpa, pero ¿te comerás eso? —dice el hombre señalando su bandeja.

Namjoon niega y le entrega la bandeja con comida aún mirando a Yeonsoo.

Saca su móvil del bolsillo y le marca a Yoongi, porque de alguna manera, él se ha vuelto alguna especie de líder en este extraño grupo.

—¿Sí? —contesta un adormilado Yoongi.

—Reúne a los chicos, acabo de descubrir algo de Yeonsoo —dice y corta.





Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro