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8




La noche cayó, y con ellas el acumulamiento de nervios y ansiedad se hace presente. Tal vez, la razón por la que ahora están tan asustados, es por el hecho que el chico que va a pelear con Yoongi es el doble de alto y fuerte.

Claro que él no ha dejado de entrenar, Yeonsoo puede no tener la fuerza que Yoongi tiene, pero eso no le ha sido de obstáculo para voltearlo al menos cinco veces desde que comenzaron a entrenar juntos. Al principio el ego de Yoongi se sentía herido, pero después de la tercera caída, empezó a aprender de ella. Y aunque ninguno de los dos pueda admitirlo, se rieron en un par de ocasiones.

Yoongi comienza a saltar de un lado a otro calentando sus músculos, tirando puños al aire. Su respiración es entrecortada, tiene la mirada perdida en su oponente invisible. Pero se nota a distancia lo asustado que se encuentra. No solo por la pelea, sino, por el hecho de que no puede perder, no puede darse el lujo de detenerse en ningún momento. Es una carrera sin fin que no está dispuesto a correr, pero aún así debe hacerlo. Por Jimin, por los miembros, por él y por... Yeonsoo.

Ella se encuentra en una de las esquinas del lugar con la mirada fija en él, toma una calada más de su cigarrillo e inclina la cabeza para observarlo mejor. Yoongi se encuentra con una remera ajustada negra de manga corta, unos shorts deportivos y unos tenis. Su flequillo negro se pega a su frente ligeramente mojada, gracias al sudor que provoca su calentamiento.

-No estés asustado, Isilo -dice Yeonsoo acercándose a él.

-No estoy asustado. -Yoongi para y la mira fijamente a los ojos.

Sacude su cabello y pequeñas gotas de sudor salen disparadas por doquier.

-Yoongi -dice ella y lo toma de los hombros-. Es normal estar asustado, es tu primera pelea de verdad en un año. Si no estuvieras asustado serías un puto animal -dice ella y cala de su cigarrillo-. Toma. -Le acerca el cigarrillo y este sin dudarlo inhala llenando sus pulmones de tabaco.

Su mirada neutra se clava en los oscuros ojos de la menuda chica. Hay un brillo en ellos, algo que no se había tomado el tiempo de ver, y tal vez es porque siempre quiere tomar distancia de ella, o lo ha pasado por alto, pero ahora, al estar los dos completamente solos, él puede apreciar la pequeña galaxia que se esconde detrás de aquella fría mirada penetrante.

-Gracias.

Yeonsoo y Yoongi se quedan en esa posición mirándose fijo. Como si quisieran ver más allá de lo que sus ojos les permiten. Yeonsoo, no puede evitar preguntarse qué secretos guardan aquellos ojos negros, sonríe inquieta y mandando a la mierda todo, se abalanza sobre Yoongi y lo abraza colocando su cabeza de costado en el pecho de Yoongi, justo sobre su agitado corazón. Pero este no reacciona, solo se queda ahí, tenso, sin saber bien qué hacer, o decir. Sus manos corren con suavidad por los brazos de Yeonsoo hasta llegar a sus hombros, y con suma delicadeza la aparta de él, mirándola con la frente arrugada.

-Solo intentaba ser más humana -dice Yeonsoo humillada ante el acto de Yoongi-. Eso querías -murmura haciendo un mohín y sale de la habitación.

En su vida la han humillado de mil maneras, por supuesto que luego de que se fuera de la vida de Hyun, se prometió no volver a humillarse, y esta no es la excepción. Una gran parte de ella si quiere volver a ser aquella chica sensible, de sentimientos nobles, que no dejaría que nadie pelee por ella o para ella. Esa que lo único que quería era el amor y aceptación de alguien. Esa chica que tuvo que enterrar el día que Hyun casi acaba con su vida a golpes, solo y únicamente, porque le pidió comprarse un vestido un poco más provocativo de los que ella normalmente usaba. Ese día la salvó el mismo Hyun, si no hubiese parado, estaría bajo tierra, sin tener a nadie que la llore.

Se prometió nunca más dejar que alguien pusiera un dedo encima de ella sin su consentimiento, ese día prometió luchar hasta conseguir su libertad, lejos del mundo donde nació. Y eso está haciendo, caiga quien caiga.


Yeonsoo tira el cigarrillo al suelo y lo pisa, llevando todos esos pensamientos que comienzan a torturarla lo más lejos posible. Necesitaba concentrarse en la pelea.

-¿Estás bien? -la voz de Taehyung se hace presente.

-Deja de preguntarme si estoy bien, ¿de acuerdo? -Yeonsoo, por primera vez desde que los conoce, habla furiosa-. No soy una puta damisela en apuros.

-Lo sé. -Taehyung se encoge de hombros y la mira-. Namjoon está esperándonos. Los demás ya van en camino.

Yeonsoo asiente y sale disparada del lugar. Directo al estacionamiento. Sin mirar a Taehyung, sin ver a Yoongi.


⭒❀⭒


La noche es tranquila, no hace demasiado frío, pero en definitiva no hace ni de cerca calor. Jungkook se encuentra mirando fijamente a esa chica de la que no puede despegarse ni por dos segundos, y hay tantas cosas que ha pasado durante este año, su amor por Haneul ha crecido tanto que su corazón se estruje. Pero no siempre fue así, tal vez comenzó a verle diferente desde una noche en la que la castaña tomó por primera vez un vaso de vodka puro y no tardó en embriagarse; aquella noche Jungkook fue por ella para que se espabile antes de llevarla a casa, y ella le susurró al oído que lo amaba en secreto para más tarde besarlo. Su cabeza dio vuelta, y por un momento su corazón cambió en la forma que veía a Haneul. Y aunque el amor comenzó a crecer, nunca se habló de aquello, y eso lo ha torturado desde entonces. Le hubiese gustado contarle aquello a Chan, que le de consejos de cómo declararse. Es increíble como un momento estaba regañándolo por jugar videojuegos en vez de estudiar y al siguiente lo esté enterrando.

Chan era un ser maravilloso, incluso más allá de lo que en su vida ha conocido. No se metía en problemas, solía ayudar a la gente, trabajaba para pagarle los estudios a su hermano pequeño, y en su tiempo libre hacia voluntariados. Como es posible que personas tan buenas y puras terminen así. Muertas, de una forma violenta.

A pesar de que la policía nunca pudo decirle bien qué fue lo que pasó y alguien actualmente está en la cárcel por eso, los sucesos no le quedan claros a Jungkook. Le descubrieron droga en su sistema, Chan jamás se hubiese drogado, él ayudaba a la gente a salir de eso. O tal vez, una parte de él quiere pensar que aquella imagen pura de su hermano mayor no era tan pura como creía, sin embargo, se niega a esa posibilidad. Conocía a Chan mejor que a él mismo.

Jungkook comienza a recordar todos esos sucesos, esa noche en la que dos policías llamaron a su puerta para decirle que su hermano estaba muerto, a causa de una pelea en una fiesta. Algo no cuadra, Chan no era de fiestas, ni peleas, mucho menos de drogarse. Después de eso aparecen seis chicos que comienzan a hacerse cargo de él como si le debieran algo. Al principio Jungkook comenzó a sospechar que ellos estaban involucrados, pero al paso del tiempo, escucho la historia de cómo cada uno de ellos conoció a Chan, y en realidad ellos se sentían obligados a cuidarlo solo porque Chan los convirtió en mejores personas.

Desde entonces los ve como hermanos mayores, siempre están para él cuando los necesita, como estaría Chan.

-Jungkook. -Haneul balancea su mano frente a sus ojos.

-Lo siento -espabila él.

-¿En qué pensabas? -Se sienta frente a él con dos tazas de café y le entrega una.

-En Chan... -dice con una sonrisa nostálgica y toma el café.

-¿Aún crees que ese chico que está en la cárcel no lo hizo?

-¡Oh, no! Sé que fue él -dice negando con la cabeza-. Solo que no estoy seguro que él lo haya drogado, tampoco sé qué hacía Chan en una fiesta, o porqué tuvo que pelear con ese tipo. -Se encoge de hombros y mira a la castaña que lo mira preocupada.

-Jungkook...

-No lo digas -la interrumpe tirando sus hombros cansado-. Son preguntas de las cuales nunca tendré respuesta, pero no dejan de ser preguntas.

-De acuerdo... -Toma un sorbo de su café-. Cuéntame, ¿vas a formalizar con Junae?

-Terminamos. -Jungkook frunce los labios y la mira como niño pequeño.

-¡Por dios! Es la tercera novia en dos meses -dice Haneul rendida-. No te pongas de novio si no quieres estar con ellas.

-No es que no quiera. Pero no es a quien quiero -dice en un murmuro, fija su mirada en Haneul que parece no entender a qué se refiere. Se cuestiona si sería bueno declararse ahí, pero luego de unos minutos decide que no-. Además son muy intensas estas coreanas. -Ríe ante la mirada amenazante de Haneul-. Quieren estar todo el tiempo conmigo, que les presente a mi familia y...

-¡Qué intensas! -Haneul frunce el ceño haciendo reír a Jungkook.

-¿Por qué volviste con Jungwoo? -suelta sin filtro y recuerda la plática con Jimin.

Cuando Haneul le confesó que estaba de novia, aún no iba a la misteriosa fiesta que terminaría con la estabilidad emocional de él, aunque un mes después rompieron y fue entonces que ella asistió a una reunión con amigas donde estaba aquél glorioso vodka. Haneul confesó no recordar mucho, y por eso lo mantuvo en secreto durante todo este tiempo. Aunque una noche ella apareció en su departamento en busca de asilo, pues Jungwoo había abusado de su fuerza y le había dejado un gran moretón. Ni siquiera tuvo que pensarlo, simplemente tomó las llaves de su motocicleta y fue en busca del delgaducho que decía ser el mejor de todo el campus. Lo golpeo tanto que ni siquiera recuerda en qué momento volvió junto a su amiga para curarle las heridas. Le hizo prometerle que no volvería a estar con él, pero es claro que no le hizo caso.

Haneul se ahoga con su café y tiene que toser un par de veces para poder respirar mejor.

-¿Cómo lo...? -Calla-. Jimin, ¿verdad?

-¿En serio vas a desviar la conversación de esa manera patética? -Toda amabilidad de Jungkook desaparece.

-No, y a ti no te importa qué haga con mi vida -dice Haneul tomando un poco de agua.

-¿Acaso eres estúpida? -Jungkook baja un poco la voz cuando ve a un par de personas viéndolos, la verdad es que fue mala idea sacar ese tema en una cafetería por completo llena-. ¿Quieres terminar de nuevo en el hospital y mentirle a tu familia diciendo que te caíste haciendo patinaje? -susurra furioso tirándose sobre la mesa.

-No te metas en mi vida, Jungkook -dice ella de igual manera, intentando mantener lejos a la gente chismosa-. Lo que yo haga con Jungwoo o no, es mi maldito problema. No te incumbe.

-Me incumbe porque te lastima, y si te lastima, me lastima -dice tomando café-. No me gusta estar lastimado.

-Ególatra.

-Masoquista.

-Narcisista.

-Sádica. ¿Terminaste? -dice Jungkook.

-Sí, ¿y tú?

-También, ya no se me ocurre otra palabra. -Ambos ríen ante lo que Jungkook dice y de esa manera queda finalizado el tema de Jungwoo, claro que Jungkook no lo dejaría por la paz, pero de momento no se volvería a hablar-. ¿Te gusta Jimin?

-¡Oh, por favor! -Haneul tira los brazos al aire rendida-. ¿Ahora será Jimin?

-¿Qué? -Jungkook levanta las manos rindiéndose y ríe-. Te conozco lo suficiente para saber que te gusta.

Un sabor amargo se instala en su boca ante la simple idea de eso. No podría competir contra Jimin, se rehúsa a verlo como un rival cuando se trata de Haneul.

-No es que me guste, pero tampoco me disgusta. -Haneul hace una mueca graciosa y ríe-. Dime por favor que en tu empresa hay nuevos vacantes para pasantes.

-¿Así cambias de tema?

-Por supuesto.


⭒❀⭒



El amontonamiento de personas es ridículo. El sótano de lo que antes fue algún tipo de edificio glamour, ahora está repleto de gente gritando por doquier, olor a cigarrillo, sudor y cerveza, sin mencionar otro tipo de sustancias.

Yoongi se encuentra en una de las esquinas junto a Yeonsoo, Namjoon y Taehyung, por supuesto que no se hacía tanto alboroto solo por una pelea, Al menos cuatro personas peleaban antes de la última y más importante pelea de la noche. Mientras que SeokJin, Hoseok y Jimin se encuentran cerca del círculo donde pelean.

El lugar no es para nada parecido a un ring de boxeo profesional, más bien, es un círculo hecho por las personas que están en el lugar. Hay otras, las que están un poco lejos del círculo que se paran en viejas cajas de madera para poder alcanzar a ver algo. Las apuestas son un desastre en realidad, ya que nadie las organiza, solo las hacen con quien tienen al lado y así sucesivamente.

Se ha estado rumorando que el famoso Isilo había vuelto a las peleas. Por lo que hoy el lugar está inusualmente más lleno de lo normal. Yoongi en su momento sí fue temido, pero lo era más por las cosas que inventaban en las calles que por lo que realmente hizo, aunque no hay que menospreciar que todo empezó por alguna razón; la cual aun Yoongi no puede admitir, ni siquiera pensar.

-¡Sigues tú, Isilo! -dice Yeonsoo gritando por encima del ruido de la muchedumbre.

Yoongi barre el lugar con la mirada, todas estas personas son tan familiares que su estómago se revuelve, jamás pensó que los volvería a ver, ni en mil años. Pero ahí está, calentando en su lugar para pelear con alguien solo para entretenerlos.

Namjoon se gira hacia Yoongi y le susurra al oído que estará en primera fila. Yoongi asiente y sigue al «presentador», quien para su mala suerte es alguien que conoce a la perfección, ya que era uno de sus amigos cuando él estaba metido en ese mundo.

No es un mal tipo, solo que nunca quiso ni quiere salir de esa vida, de las drogas, de la violencia. Tal vez realmente necesita el dinero, o solo no puede salir.

-Ha pasado tiempo desde que te vi, Isilo -dice el hombre mientras espera a la siguiente persona.

-Es un amargo placer verte de nuevo -responde con pesadez. El hombre le dedica una media sonrisa. Entiende a lo que se refiere su antiguo amigo.



-Tengo miedo por Yoongi -dice Namjoon hecho un manojo de nervios.

-Debes temer por el otro -dice Yeonsoo siguiendo a Nam, quien se ubica al lado de Jimin, como lo prometieron están en primera fila. Con Hyun justo frente a ellos-. El Isilo que conozco voltearía a ese idiota en dos puñetazos.

-Ese ya no existe. Por eso tengo miedo -dice Namjoon mirando a Hyun con la cabeza en alto. De cualquier forma, estará en su lista negra. Si tan solo Chan los viera ahora, los golpearía por imbéciles.

Yeonsoo no dice nada, solo se mantiene ahí mirando fijamente a Hyun quien tampoco le ha sacado la mirada. A pesar de estar aterrada ante él, no puede demostrarlo, ni a él ni a nadie.

-¡Todos lo han esperado! -La voz del presentador se hace presente-. Se ha rumorado la vuelta de Isilo, han temblado, ¿verdad? -Este ríe y continua mientras la muchedumbre hace silencio-. Pues déjenme decirles que no es mentira. Isilo está detrás de mí esperando tirarle los dientes a cualquiera.

Las palabras del presentador quedan en el aire cuando Yoongi se abre paso entre la gente. Yeonsoo se asombra al ver que la muchedumbre en vez de aclamar la vuelta del famoso Isilo solo se quedan en sus lugares, petrificados, viendo a detalle al menudo chico de mirada felina. Este se quita la camisa y se la entrega a Yeonsoo quien aún está anonada ante la reacción de todos, nunca se imaginó que realmente la gente pudiera temer de alguien a este punto, ni siquiera reaccionan así cuando Hyun pelea, porque él si pelea, en muy pocas ocasiones.

La cicatriz de Yoongi en su costado izquierdo es ridículamente escandalosa, empieza desde un poco más debajo de su pezón y termina casi llegando a su espalda, sin contar las tres cicatrices de bala que tiene en el pecho. Yoongi mira la multitud de la misma manera que miró a Yeonsoo hace días, y de la misma forma que reaccionó ella, lo hace la multitud; realmente le temen. Pero ella no se detiene en eso, más bien la dualidad que maneja el chico frente a todos es increíble. Yeonsoo fija su mirada en su tensa espalda y lo sudada que está, también en su pecho y su no tan marcado abdomen. Se nota que hace ejercicios, pero no demasiados. Una ola de colonia y cigarro le invade la nariz proveniente de la camisa.

Hyun lo mira y Yoongi finalmente, cuando logra encontrarlo, le clava la mirada y retrocede hasta quedar frente a Yeonsoo para que pueda entrar el siguiente oponente y así empezar la pelea de una buena vez. La cercanía de su piel contra su rostro le estremece, en realidad no se ha dado cuenta cuan fuerte estaba respirando hasta que nota la piel de Yoongi estremecerse ante el choque de su aliento contra su espalda. Este la mira por el hombro pero no se aleja, y Yeonsoo no deja de respirar fuerte. Sabe que Hyun lo mira furioso, sabe cuán cerca se encuentra y eso le llena de gloria, porque no hay nada que quiera más, que ver a Hyun comiéndose por dentro.

Luego de que el presentador llamara al oponente de Yoongi con un nombre particularmente raro, la gente le aplaudió sin hacer tanto escándalo; aún el ver a Yoongi los ha dejado pasmados. Jagthund es el nombre de su oponente, que según escuchó, significa perro de caza en algún idioma.

Entonces la pelea empieza.

Yoongi da el primer golpe por debajo golpeando su mandíbula y lo esquiva pasando por debajo del puño que él lanza al mismo tiempo. Aturdido por el golpe, el castaño se gira y con los dos bazos acorrala a Yoongi en un abrazo, apretándolo. Yoongi chilla de dolor y en ese momento recuerda lo que Yeonsoo le enseñó. Al no haber reglas este puede usar cualquier parte del cuerpo contra su oponente. Sube su rodilla lo suficiente para poder clavarla en su entrepiernas sin hacer demasiado daño, Jagthund afloja un poco su agarre y es la oportunidad de Yoongi para subir sus brazos y comenzar a dar puñetazo tras puñetazo en el pecho de Jagthund; al punto de dejarlo arrodillado en un intento de recuperar el aire.

Yoongi comienza a pasearse por todo el círculo sin quitarle la vista al sujeto en el suelo, ni bajar sus brazos. El tipo se levanta rápido e intenta golpearlo, pero Yoongi lo esquiva justo a tiempo para darse cuenta que quien iba a recibir el golpe en su lugar es Yeonsoo, por lo que de un movimiento rápido logra empujarlo lejos de ella.

-¿Estás bien? -jadea Yoongi mirando a Yeonsoo.

Ella fija su mirada en el ensangrentado pómulo de él, su respiración jadeante se encuentra a centímetros de su rostro, y su pecho sube y baja con violencia. A pesar de estar peleando con un contrincante peligroso, se ha tomado el tiempo de verificar que la menuda mujer se encuentra entera y sin un solo rasguño.

-¡Yoongi! -grita esta advirtiéndole que detrás de él se avecina Jagthund, pero no logra moverse ya que el puñetazo le da de seco tirándolo al suelo.

Yeonsoo ahoga un grito y cuando está por meterse al círculo para auxiliarlo Namjoon la detiene por la cintura y la pega a él de espaldas.

-Van a sacarlo de Albutula si te metes -le susurra al oído sin dejarla ir.

Hyun mira como Nam se aferra al menudo cuerpo de la pelinegra provocando que la ira y los celos estallen. Pero no puede simplemente pasar por encima de todos para separarla de él y llevársela. No puede. Pero si puede dejarle en claro que siempre será de él, y lo hará.

Jagthund ve a Yoongi en el piso, lo que significa que con una patada o un puñetazo puede noquearlo y así ganar la pelea, por lo que se acerca a él dispuesto a patearlo. Yoongi aprovecha esa cercanía descuidada y se levanta golpeando con su puño su estómago, Jagthund se dobla de dolor, Yoongi toma su cabeza y de un golpe seco, estampa su rodilla contra su rostro. La sangre estalla por doquier y el chico del doble de tamaño cae al suelo lloriqueando de dolor.

La muchedumbre estalla en aplausos, silbidos y gritos. De un momento a otro la gente comienza a acercarse a Yoongi dejando a sus amigos y Yeonsoo atrás totalmente pasmados ante la rapidez y agilidad de Yoongi.

Namjoon suelta a Yeonsoo y gira para hablar con Taehyung sobre algo que le es inaudible.


Una mano toma de la muñeca de Yeonsoo y la tira sin poder zafarse. Es arrastrada fuera del sótano, y solo entonces puede ver de quién se trata. El perfil de Hyun se hace presente y el pánico la inunda por completo. Intenta tomar el arma de su chaqueta, pero recuerda que Yoongi la obligó a dejarla en el auto.

-¡Suéltame! -grita ella intentando zafarse. Lo cierto es que aprendió un montón de técnicas de autodefensa, tranquilamente podría derribarlo y salir huyendo, pero cuando se trata de Hyun, todo en ella se bloquea y el terror la consume volviéndola una sumisa.

-Nadie te va a escuchar -masculla entre dientes y la saca fuera del edificio. La empuja contra una pared y la acorrala con sus brazos-. Hoy te ves jodidamente sexy. Me excita verte así -dice Hyun insinuándose a Yeonsoo, esta intenta alejarse, pero su fuerza no es nada comparado con la de él. Por lo que solo cierra los ojos con fuerza.

-Déjame ir -suplica mirándolo a los ojos, tal vez pueda encontrar algo de humanidad en él y la deje ir.

-¿Escuchas? -dice Hyun señalando el cielo-. Ni siquiera se oye la gente que está festejando con Isilo. ¿Crees que si gritas alguien vendrá por ti?

-Por favor, Hyun -suplica al borde del llanto.

-Sabía que todo tu teatro de chica mala era solo una mentira, mírate, ya estás por llorar. -Señala el rostro horrorizado de Yeonsoo-. No eres más que la niña huérfana y sumisa que conozco.

Hyun sonríe de costado y la mira de pies a cabeza. En ese momento, Yeonsoo se lamenta haber elegido un vestido negro corto de manga larga. Si tan solo hubiese ido de vaqueros, tal vez él no se le acercaría así.

-Te necesito ahora -jadea Hyun y la gira de un solo movimiento, rodea su cintura con un brazo y la retira un poco de la pared, coloca su otra mano en la cabeza de Yeonsoo para inclinarla y así darle mejor acceso. De un movimiento tira su ropa interior para arriba, provocando que el roce de su prenda le lastime. Yeonsoo siente como la sangre corre por su pierna y lo único que le queda es suplicar porque algo en él la deje ir.

-Por favor -suplica una vez más-. Déjame ir, Hyun.

-Amo verte de esta manera, me excita tanto. -Hyun tira un poco más de su ropa interior lastimándola aún más, provocando que la prenda se rompa y caiga al suelo. Yeonsoo ahoga un grito cuando Hyun comienza a pasar algún elemento extraño y frío por su entrepierna lastimada. No debe mirar para saber que es el caño de su arma, solo suplicar porque no la use para penetrarla, no cuando su intimidad sangra de aquella manera producto del mal trato que acaba de recibir. Sus piernas tiemblan y solo debe cerrar los ojos para esperar por una tortura. Solo le gustaría que nadie sea testigo, y que esto quede en su caja de malos recuerdos, junto con tantos más.

-¡¿Qué mierda?! -Una voz ronca interrumpe el momento y Hyun se aleja por completo de Yeonsoo. Ella con el rostro empapado en lágrimas y la mirada horrorizada mira a quien ahora se ha convertido en su salvador-. ¡Voy a matarte hijo de puta! -Yoongi se abalanza contra Hyun tomándolo por el cuello de su camisa y sin pensarlo comienza a golpearlo con el puño cerrado.

Quiere gritar que se detenga, quiere decirle que está bien y que nada de lo que pasó importa en realidad, pero no puede; ver como Yoongi lo golpea sin piedad solo le satisface. Finalmente, cuando entiende la gravedad del asunto, ella se abalanza contra el pelinegro.

-¡Yoongi! -grita Yeonsoo, pero este no responde. El rostro de cinco chicos más se hace presente y la humillación de Yeonsoo crece aún más.

Namjoon se abalanza sobre Yoongi y lo quita de un movimiento.

-¡Vas a matarlo! -dice intentando hacerlo entrar en razón.

-¡Eso intento! -Yoongi se escapa de su agarre y ahora con la ayuda de Taehyung logran contenerlo.

Hoseok se saca su chamarra y se la coloca a Yeonsoo por los hombros. Jimin imita la acción de Hoseok, pero la coloca en sus piernas, donde se puede ver con claridad la sangre que baja de manera lenta.

-¡Hijo de puta! ¡Vas a pagarlo! -grita Yoongi por completo fuera de sí.

-Sabes que no puedes tocarme. -Hyun ríe escupiendo sangre-. Esa maldita perra no lo vale; no vale nada.

-¡Si vuelves a poner un solo dedo sobre ella! -Yoongi toma el arma que Hyun tiró al suelo-. Voy a matarte. Si la miras, voy a matarte. Si tan siquiera la piensas, juro por mi vida que te buscaré y...

-¿Me matarás? -se burla Hyun.

-Te buscaré -dice sereno pero con veneno en sus palabras. Namjoon y Taehyung sueltan su agarre al verse ha calmado un poco-.Te encontraré -se acerca apuntándole con el arma en la cabeza-, y te torturaré hasta que me supliques matarte.

Yoongi, de un movimiento rápido, desarma el arma tirando las balas al suelo y el arma lo más lejos que su fuerza le permite. Gira sobre su eje y encara a Yeonsoo, quien se encuentra humillada, avergonzada y totalmente agradecida con Yoongi.

Conectan miradas por un segundo como antes hicieron, pero esta vez, pueden ver más allá de sus ojos. Es entonces cuando Yoongi se da cuenta, de que en realidad Yeonsoo solo es una víctima más de este mundo, solo una desafortunada.

Coloca una mano sobre su espalda baja y con la mirada le pide permiso a ella lo cual acepta asintiendo. La toma por las piernas y la carga; llevándola lejos de Hyun. En sus brazos le hace saber que mientras él esté cerca de ella, jamás volverán a tocarla.











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