40
Yoongi le tiende el refresco de uva que tanto quería Yeonsoo, llevan casi dos horas caminando por todo el centro comercial, comprando algo de ropa y haciendo cosas de parejas que en lo personal, Yeonsoo ama.
—¿Por qué Haneul estaba tan temprano en casa? —cuestiona Yoongi.
—¿De qué hablas? —murmura ella tomando un largo sorbo de su refresco.
—Llegó cerca de las ocho de la mañana un sábado... —hace una breve pausa—. No es que no me guste su presencia pero tan temprano, no lo sé, algo se traman ustedes.
—Me ayuda a estudiar para el examen de ingreso para la universidad. —Yeonsoo se encoge de hombros, como si fuera de lo más común.
—¡Espera! ¿Qué? —Yoongi para en seco y pestañea rápido, incrédulo—. ¿Tú y Haneul juntas? ¿Estudiando? ¿Juntas?
—Te equivocas, Haneul, Hunter y yo —corrige la pelinegra sigue sin girar mientras ve por la vitrina de una tienda. Una gran chaqueta de cuero con decorado de tachas se asoman por los hombros.
—¿Conoces a Hunter? —menciona Yoongi, con una ceja levantada.
—¿Tu sí? —responde de la misma manera.
Yoongi hace un mohín para restarle importancia.
—Jimin me habló de ella.
—Hanuel me la presentó —formula Yeonsoo, sin quitarle la vista a la hermosa chaqueta. Yoongi sigue con el ceño fruncido como si no pudiera entender lo que sucede—. ¡Dios, Min! —Yeonsoo se gira y lo encara tomándolo del brazo para continuar su camino—. No hagas escándalo donde no hay.
—Solo explícame cómo llegaron a estudiar las tres juntas. Por lo que supe, Hanuel no es muy amiga de Hunter. —Yoongi la toma de la mano y le saca el refresco.
—No hay mucho que explicar, quiero entrar a la universidad. Ya sabes tener una vida normal... —Hace un mohín para restarle importancia—. Le dije eso a Hane y me dijo que me ayudaría a estudiar, casualmente estábamos dónde trabaja Hunter y se metió a la conversación. —Ella frunce los labios y luego ríe—. También quiere entrar, estamos solo estudiando. No creas que nos hacemos trenzas y hablamos como amigas porque no es así.
—¿Te sientes cómoda con ellas?
—Haneul es una mojigata... —Se encoge de hombros—. Y Hunter tiene talento para las ironías y sarcasmos, diría que ella es el balance perfecto entre Haneul y yo.
—¡Vaya! No me lo hubiese imaginado ni en mil años. —Yoongi ríe por lo bajo.
—Yo nunca me hubiese imaginado estar contigo... —Ella ríe alto. Yoongi frunce el ceño y la besa—. Ya debemos irnos. Tengo que estudiar, Haneul se tomó muy en serio el papel de profesora particular y quiere hacer un simulador de exámen. —Pone los ojos en blanco.
—¿Estudiaste?
—¿Qué? —Ríe fuerte—. Me voy a ver con Hunter para ver cómo hacemos trampa.
Yoongi ríe por lo bajo y niega con la cabeza, en definitiva van a hacer enojar a Haneul en algún punto del día. Tal vez cuando se de cuenta o ella le termine por decir la verdad, sólo y únicamente para poner en duda su capacidad de corregir y enseñar.
La pareja se van directo a la casa de Haneul, afuera de esta se encuentra la rubia de ojos zafiros con enormes ojeras, maquillaje corrido y un gran café en una mano. Yeonsoo sonríe de lado y baja del auto después de despedir a Yoongi con un beso.
—¿Larga noche? —musita la pelinegra y ríe ante la demacrada y desalineada Hunter frente a ella.
—¿Bromeas? —Ella toma un largo sorbo y saluda a Yoongi con la mano quién le devuelve de la misma manera, pero más divertido—. ¿Es tu novio?
—Tranquila, amiga. Es mi chico —le advierte.
—Es lindo, sin duda alguna —confiesa ella y vuelve a mirar al pelinegro que no saca la vista de ellas—. Pero en definitiva me gustan más grandes.
—Como sea, ¿qué sucede contigo? —cuestiona interponiéndose entre la rubia y Yoongi quien no sale del carro.
—Tengo una resaca del infierno, el jodido tipo no quería irse. Claro que no me queje hasta que recordé lo del estúpido examen.
—¡Vaya vocabulario! —Yeonsoo ríe al verla así de cruda—. Extraño estar ebria todo el día y follar con todos. —Hace un puchero involuntario.
Yeonsoo gira con una ceja alzada al ver que Yoongi aún no se va. Él hace una señal con la mano apuntando a la puerta donde un Hoseok sale apurado, abotonado su chaqueta.
—Hola hermosa —saluda a Yeonsoo con un beso en la mejilla.
—Hola, cariño —responde de la misma manera—. Mi cuerpo te extraña.
Lo mira de pie a cabeza y él retrocede mirando el rostro de su amigo que lo ve desde el carro. Hoseok gira a ver a la rubia y hace una pequeña reverencia. Desde que comenzaron a frecuentar la casa de Hane, Hoseok mantuvo distancia aunque no tardó mucho en preguntar sobre quién era la extranjera que las acompañaba, y Yeonsoo terminó por contarle a ambos sobre quien era ella. Aunque debe admitir que solo repitió las palabras que Yoongi dijo. En algún punto comenzó a parecer un teléfono descompuesto.
—¿Haneul? —pregunta la rubia, cerrando los ojos con fuerza.
—Se prepara para torturarlas —musita con fingida maldad.
Yeonsoo larga una carcajada al aire y mira a a Hunter quien solo sonríe cansada.
—Ya me voy —menciona Hoseok y vuelve a besar la mejilla de la pelinegra para entrar al carro y pasar junto a Yoongi y los demás una agradable tarde de chicos, fútbol y cerveza.
Las dos chicas caminan hasta la puerta y tocan dos veces antes de que una Haneul risueña y llena de energía abra la puerta.
—Diganme que están emocionadas igual que yo. —Se hace a un lado para que el par entre.
—Si, claro ¡Estoy muy emocionada!—Yeonsoo imita su chillón tono de voz y salta burlona. Haneul enseria ofendida—. No estudié tanto como quería, Yoongi acaba de enterarse.
—No hay problema, ¿Y tú?
—Mi problema era más... —Hace un mohín buscando la palabra correcta—, médico.
—¿Estás bien? —La preocupación en el tono de voz hace sonreír a Yeonsoo.
No importa que tan mal la trate o se burle de ella, siempre aparecerá esa Haneul que se preocupa por todos y es amable. Por eso no puede simplemente sacarla de su vida. Hane demuestra que sin importar cuan podrida sean las demás personas, puede seguir conservando su aura y su dulzura.
—Si, ohm... —Hunter busca ayuda en Yeonsoo pero ésta solo sonríe maliciosa esperando que hable—. Es más...
—¿Resaca y follar? —Yeonsoo alza una ceja, Haneul la mira sorprendida.
—Gracias, Yeonsoo —dice sarcástica la rubia mirando a la castaña de brazos cruzados frente a ella—. Lo olvidé.
—No importa cuánto estudiemos aquí, o cuánto yo las ayude. —Suspira cansada y camina seguida de ambas a la habitación de ella—. Si ustedes no ponen de su parte no pasarán el examen.
—Lo sé, lo siento. —Hunter asiente realmente arrepentida mientras Yeonsoo solo frunce el ceño incómoda.
—Piensa en lo que hiciste, si es bueno para tu futuro. —Hanuel se cruza de brazos, Hunter asiente pero no responde—. ¡Por dios! Sueno a mi mamá.
—No la conozco pero ya odio a tu mamá. —Yeonsoo tira la mochila dónde trae un par de libros y su libreta—. Deja de hacer drama, empecemos porque me olvido.
—De acuerdo. —Haneul corre el escritorio un poco al centro para que las tres puedan rodearlo—. Tomen, tienen una hora. —Les entrega el examen.
—¡¿Bromeas?! —Yeonsoo toma los papeles—. ¿Cinco hojas en una hora?
—Son más en el examen oficial, y en menos tiempo —masculla—. Les hago un favor.
—No quiero saber cuándo nos odies. —Hunter habla por lo bajo. A pesar de que Hane la escuchó, no dice nada, por otro lado, Yeonsoo sonríe confidente de la rubia.
⭒❀⭒
Yoongi saca de la nevera las últimas cervezas que tiene, sin tocar el pack de cerveza que normalmente toma Yeonsoo. Además de no ser una de sus favoritas, no quiere tocar algo que no le pertenece. Aunque debió luchar un poco contra Hoseok quien decía querer solo una, y aunque tal vez fue un poco extremista, prefirió que las cosas de su enamorada, quedaran intactas.
En el living se puede escuchar las risas escandalosas de Hoseok, Namjoon y Seokjin. Cómo Yeonsoo no va a estar en todo el día, decidieron que sería bueno una tarde de fútbol, además, hace mucho tiempo que no están a solas los chicos como solían hacerlo.
Hay cosas que cambiaron en su pequeño grupo de amigos, pero en definitiva siguen siendo ellos.
La puerta de entrada se abre y entra Taehyung con Jungkook, y más cervezas.
—Creí que no ibas a venir. —Yoongi abraza a Jungkook.
No lo vio mucho este último tiempo, y las veces que cruzaban palabra era incómodo y Yoongi quería golpearlo; ahora sin embargo, Jungkook tiene la misma mirada que antes, risueño y divertido. Como si todo su ser fuera alegría y amabilidad, cosas que parecía carecer cuando lo vio la última vez.
—Supe que Jimin estaba en el trabajo y no podrá venir. —Se encoge de hombros riendo.
—Jimin...—Se razca la nuca incómodo Yoongi
—Lo sé. —Ríe y golpea con suavidad el hombro de Yoongi—. No los hago elegir, pero él y yo ya no somos amigos.
—¡El partido está empezando! —Seokjin chilla desde un sofá individual.
Los chicos asienten y emocionados se acomodan, dejando a Jungkook sentarse sobre un cojín en el suelo por petición de él.
Hay comida chatarra en la mesa de centro, cervezas en las manos de todos y el volúmen alto en la televisión.
La tarde transcurre de manera divertida, los gritos de los chicos hacia los jugadores, como si ellos fueran capaz de escucharlo, no falta. Tampoco, las risas de parte de Tae y Jungkook por lo estresado que se ve Yoongi al ver que su equipo va perdiendo al menos por dos goles.
En el primer tiempo, deciden turnarse para ir al baño y comprar más cerveza. Finalmente termina perdiendo Hoseok y Nam en piedra, papel o tijera; corren hasta la tienda más cercana y compran más comida chatarra, dulces y cerveza. Al volver faltaba apenas unos minutos para que empiece el segundo tiempo por lo que se acomodaron de nuevo.
Al final, el partido termina con un empate, que según Yoongi, es injusto. Hay penales que no se cobraron y faltas que hasta un ciego podría verlas. Jungkook se burla de él diciendo que su equipo es una verdadera tragedia para el fútbol, solo provocando que todos rían y comience una divertida pelea sobre cuál de los dos equipo es el mejor y por qué.
La hora pasa rápido, tanto que el dolor de panza por exceso de risa se hace presente en todos. Jungkook finalmente se despide de los chicos, hay cosas que debe hacer y sin dar demasiadas explicaciones se va dejando a todos confundidos. Últimamente suele irse sin hablar mucho, y no es que ellos exijan que hable, pero en algún punto Jungkook cambió. Al principio él sólo sonreía y terminaba por irse de manera educada, diciendo alguna mentira; sin embargo, ahora ni siquiera se molesta en mentir, solo se va y ya. Cómo si algo detrás de él lo presionara al punto de no poder ni siquiera mentir.
Yoongi mira el reloj de pared, marca las diez de la noche.
—¿Y si vamos a una fiesta? —suelta Jin llenando su boca con papas.
—¿Qué? —Namjoon habla confundido.
—A una discoteca, ya sabes. Bailar, comer, mover el trasero, seguir bebiendo —dice obvio.
—¿Por qué iba a querer ir a una fiesta? —Tae niega con la cabeza divertido.
—¿Por qué no? Un poco de normalidad no estaría mal. —Se encoge de hombros—. ¿Saben? Si no quieren ir está bien, llamaré a alguien que no me dirá que no. Qué es amistad de verdad.
—¿En serio? ¿A quién? —se burla Hoseok cruzado de brazos.
—Yeonsoo. —Se levanta superior. Yoongi sonríe con dientes porque sabe que ella dirá que sí.
Hace tiempo no van a una fiesta como las de antes, han estado demasiados ocupados intentando que Hyun no los mate, así que prácticamente el querer ir a una fiesta suena lo más normal que pueden hacer ahora mismo. Yoongi toma su móvil con la intención de llamar a su chica y preguntarle si los quiere acompañar, pero al final decide que lo mejor sería solo salir con sus amigos y disfrutar de su compañía un poco.
—De acuerdo, me baño y vamos. —Yoongi acepta tirando los brazos al aire.
—Corrección, nos bañamos y nos vamos. —Jin le guiña un ojo.
—¿Te pondrás la misma ropa?
—Obvio no, tú me prestarás.
—¿Crees que mí ropa va a quedarte? —Yoongi levanta una ceja burlón.
—Claro, si a ti te queda suelta a mí me quedara de infarto. —Sonríe juguetón.
—Bien, saquen lo que van a usar —masculla divertido y se mete al baño.
Hacía tiempo que no compartían tiempo así, y se prestaban cosas como lo hacían cuando se conocieron.
Algunas cosas, nunca cambian.
⭒❀⭒
—¡Por favor, Haneul! —suplica Yeonsoo juntando las manos.
—No podemos, debemos seguir —murmura ella aguantando un bostezo.
—Llevamos más de cuatro horas sentadas estudiando. —Hunter se masajea la sien—. Si sigo así mi cerebro va a explotar.
—Chicas...
—¿Sabes qué? —Yeonsoo se levanta y toma su mochila—. Al diablo, me largo.
—Yeonsoo...
—Es sábado por la noche, solo quiero una cerveza fría, a mi chico y tal vez coger toda la noche. —Hecha sus cuadernos en la mochila—. Es suficiente.
—De acuerdo. Vete. —Haneul se cruza de brazos—. Pero no vuelvas
—Haneul... —Hunter quiere hablar pero no sabe cómo hacerlo. En realidad no es amiga de las dos, solo se metió de alguna forma entre ellas para poder estudiar, está cansada de hacer el examen de ingreso y no entrar.
—¿Acaso no te diviertes? —Yeonsoo entre cierra los ojos—. ¿Sólo te dedicas a Jimin?
—¿Disculpa?
—Desde que comenzaron a salir siempre estás con Jimin, nunca te diviertes —masculla entre dientes—. El imbécil te tiene escondida porque cree en su diminuto y estúpido cerebro que Hyun no se dará cuenta y no te lastimará, y tu bien tonta le crees.
—Si me divierto —murmura Hane, ignorando todo lo que dijo después porque sabe que tiene razón.
—¿En serio? —Se cruza de brazos Yeonsoo.
—Por supuesto.
—Demuéstralo, salgamos las tres a una discoteca.
—¿Y yo por qué? —Hunter frunce el ceño.
—¿No quieres? —Yeonsoo cuestiona sintiendo el enojo crecer.
—¡Sí, al diablo! Me apunto. —Se levanta divertida Hunter guardando sus cosas.
—No tengo que demostrarte nada. —Haneul se rehúsa a dar brazo a torcer.
—Por supuesto que no, no debes demostrarme nada. —Yeonsoo ríe maliciosa—. Pero si nos vamos sin tí, quiere decir que nunca vas a poder avanzar y al final terminaste siendo la mojigata aguafiestas que siempre creí. Besuqueándote a escondidas con Jimin.
Yeonsoo se cuelga la mochila en el hombro y sale, Hunter la mira y se despide con una sonrisa amable.
No puede dejarla ganar, no cuando se trata de demostrar que en realidad Jimin no maneja su vida como en realidad lo hace..
—¡Bien! —Tira los brazos al aire rendida—. Tú ganas.
—¡Qué bueno! —Hunter vuelve a la habitación emocionada y se tira a la cama—. Será una gran noche.
—¿No tienes amigas? —Yeonsoo tira la mochila al suelo y abre el placar de Haneul.
—¡Vaya! —Hunter abre los ojos incrédula.
—No lo tomes personal —musita Yeonsoo rebuscando entre las prendas de Haneul.
—No, no tengo. Acostarse con muchos chicos no se ve muy bien en una sociedad machista. —Hunter se levanta—. Pero no voy a mendigar amistad de ustedes.
—Hunter, al principio te odié por estar con Jimin. —Haneul habla sin dejar que se vaya—. Pero no creo que seas mala persona, eres amable y a la vez tiene una afilada lengua. No mendigues amistad si es con Yeonsoo, pero yo quiero ofrecerte la mía.
—Eres un ángel. —La rubia sonríe y la abraza.
—¿Qué? ¿Ahora yo soy la mala? —Yeonsoo arquea una ceja y las mira incrédula.
—También tengo amor para ti. —Haneul afina la voz.
Yeonsoo se aleja con una mueca de asco y vuelve a su tarea de sacar alguna prenda que Haneul pueda usar ésta noche.
—¡Por dios! —Yeonsoo sigue hurgando—. Parece closet de abuela.
—No puede estar tan mal. —Hunter se acerca y ayuda a Yeonsoo—. Ni siquiera mi mamá tiene este estilo.
—¿Tan mal está? —musita tímida Haneul.
—No sé si Jimin sale con una chica hermosa y joven, o con una anciana aburrida y aguafiesta —masculla Yeonsoo.
—Vamos a mi departamento. —Hunter vuelve a colgarse la mochila en el hombro y toma a Yeonsoo y Haneul por los brazos en forma de candado—. Te prestaré ropa. Vamos a ponernos perrísimas.
—¿Perrísimas? ¿Cuántos años tienes? ¿Diez?—Yeonsoo se suelta del agarre y la mira incrédula.
—¡Debes cagar todo siempre! —Hunter tira los brazos al aire—. Vamos a ponernos putas, que parezcamos prostitutas de burdel barato. Da igual, son sinónimos.
—De acuerdo, ahora sí. —murmura y ríe por lo bajo.
—Vamos en mi auto. —Haneul toma las llaves antes de salir.
—Obvio que sí, ¿Qué crees? ¿Qué te llevamos por simple placer?
—Algún día, me dirás algo lindo y prometo contestarte una idiotez como tú. —Haneul bufa y la pasa por al lado.
A pesar de no poder controlar su lengua, sabe que Haneul en algún lado de su corazón entiende que sus comentarios son inofensivos. En realidad pasa bien el rato al lado de las dos chicas.
No hubiese pensado ni en mil años encontrar a dos chicas así. Haneul es amiga de ella, de alguna rara manera, en cambio Hunter, apenas se está ganando el lugar de conocida. Sabe que en algún momento podrá considerarla como una, pero aún no.
Al llegar al departamento de Hunter, ambas quedan satisfechas con sus expectativas. Saben que Hunter es hija de personas adineradas pero de acuerdo a su carácter y forma de ver las cosas, no pensaban que podría tener un departamento lujoso y demás. Y es así, un gran mono-ambiente se presenta frente a ellas, con enormes ventanales, no hay pintura en la pared ya que la decora una pared de madera barnizada. Un desayunador y una mesa pequeña decoran lo que debería ser la cocina, más adelante se encuentra una cama de dos plazas llena de almohadones peludos de colores negro, blanco, gris y a rayas.
No hay mucho que apreciar, sin embargo, es bastante acogedor.
Yeonsoo tira su mochila al suelo, mientras Haneul cuelga su abrigo en una silla.
—Debería avisarle que voy a salir —musita Haneul tomando el móvil entre sus dedos. Yeonsoo de un movimiento ágil y calculado logra arrebatarle el aparato y mirarla casi horrorizada—. ¿Qué crees que haces?
—¿Yo? ¿Eres idiota? —masculla—. ¿Acaso siempre fuiste así de idiota?, no debes avisarle nada a Jimin. Él no es una clase de guardaespaldas o tu maldito padre para que le digas todo el tiempo todo lo que haces. No seas idiota, Haneul.
—Escúchame con atención porque no lo repetiré —dice Yeonsoo y la toma por los hombros—. Jimin decidió estar contigo, y a apesar de todo eso, también decidió que lo de ustedes estaría en secreto. Y déjame decirte que eso es una maldita mierda. Así que no tienes ni la obligación ni nada de decirle qué haces en el día. Ustedes, ante los ojos de todo el mundo, ni siquiera se conocen, y él decidió que fuera así. Así que compórtate como adulta y deja de actuar como niña de quince años.
Esas palabras golpean tanto a Haneul que debe retroceder para entender correctamente. Lo supo desde el momento en que Jimin le sugirió mantener todo en secreto, pero no pensaba que fuera así de grave. Tal vez él se avergüenza de ella, y eso es aún peor que el que le rechace como antes lo hizo.
—Tienes razón —musita en un hilo.
—Ven. —La toma por la muñeca y la sienta en la cama, Yeonsoo las sigue y se tira a la cama con toda la confianza del mundo—. Ayúdame Yeonsoo. Hay que transformar a Haneul.
—No creo que...
—Cierto —interrumpe a Haneul—. Hay que ponerte de infarto.
—¿Es necesario?
—Respóndeme algo, te gustaría que Jimin te vea y se derrita por ti a tal punto que quiera morirse... o que te vea como siempre. —Yeonsoo tira todo el peso en una cadera y se cruza de hombros. Le ha echado un ojo al placar de Hunter, tiene tanta ropa para cambiar por completo a Haneul.
—Bien, pero no exageren. —Hunter chilla aplaudiendo y ríe.
⭒❀⭒
—Llevo dos horas esperándolos. —Yoongi se cruza de brazo impaciente.
Al final, decidieron dividirse en dos autos. Yoongi, Hoseok y Taehyung en el bocho del pelinegro, mientras que Jin va con Namjoon y Jimin, porque Tae no pudo resistir y lo invitó, tampoco es que los demás no quisieran que el castaño vaya, simplemente no habían pensado en él.
Hoseok sale de la habitación de Taehyung vistiendo un pantalón de mezclilla negro ancho, un camisa roja carmesí y zapatos negros. Tae, por otro lado, lleva un pantalón de mezclilla apretado negro y una camisa estampada blanca y negra, con zapatillas.
Yoongi, ha elegido lo de siempre, pantalón de mezclilla negro con una cortadura en la rodilla, camisa negra con los dos primero botones desabotonados y el cabello peinado hacia atrás aunque algunos mechones vuelven a su frente rozando su pómulo. Zapatillas negras y colonia.
Él decide que mientras los espera, llamará a Yeonsoo, para saber cómo va su tarde.
—¿Si?
—¿Cómo estas, amor?
—Bien, ¿y tú?
—Bien, voy a salir a una discoteca, por si no me encuentras en casa.
—De hecho estaba por decirte lo mismo. —Ríe Yeonsoo—. Decidimos salir con Hunter y Haneul.
—La relación de ustedes se vuelve cada vez más rara —bromea Yoongi—. ¿Nos vemos en algún lado?
—No lo sé, si la noche se torna aburrida te buscaré y te daré una buena mamada —dice como si nada. Yoongi se ruboriza y ríe por lo bajo.
—De acuerdo, si pasa lo mismo de este lado iré a buscarte y...
—Yoongi —lo interrumpe—. A mí no me importa, pero solo para que sepas estás en voz alta.
—De acuerdo. —Ríe avergonzado Yoongi—. Adiós.
Cuelga y guarda el móvil, es bueno que ella salga también. Estos días han estado uno encima del otro sin dejarse respirar. Le quiere y ama su compañía, pero ni siquiera han salido de compras sin llevar al otro y comienza a ser asfixiante.
El sonido de una llamada entrante suena en el bolsillo trasero de Yoongi, este lo toma y atiende.
—¡¿Dónde están?! —Namjoon se escucha del otro lado. Se siente música de fondo y el parloteo de la muchedumbre.
—Aún no terminan de arreglarse. —Yoongi pone los ojos en blanco como si pudiera verlo.
—¡Nosotros estamos fuera de la discoteca que tú mencionaste! —grita Namjoon para ser escuchado—. ¡Hay una enorme fila! No vamos a lograr entrar.
—Conozco al dueño, además es una gran discoteca. —Yoongi mira al par que aún se arreglan frente al espejo—. ¡Si no sacan el puto trasero del departamento me voy sin ustedes! —les escupe fingiendo furia.
—Eres tan insoportable a veces. —Taehyung hace una mueca de desagrado y sale del departamento seguido de Hoseok quien le dedica la misma mirada.
—Estamos yendo. No salgan de la fila —dice el pelinegro de mirada felina y cuelga.
Los tres chicos se montan al bocho y sin esperar demasiado Yoongi sale disparando. Se atreve a romper un poco las reglas -mas de lo que ya lo hace- acelerando, tiene una gran habilidad detrás del volante y es algo que nadie puede discutir. De hecho parece entrenado exclusivamente para eso.
No tarda demasiado en llegar al lugar, una enorme cola de autos estacionados en los dos lados de la acera no les deja estacionar. El sonido sordo de la música comienza a sonar unos pocos metros de donde comienza la fila para entrar.
Yoongi pasa a todos por al lado seguido de Hoseok y Taehyung, mantiene su espalda erguida y las manos dentro de los bolsillos del pantalón. Un par de miradas se clavan en él, unas curiosas y otras demasiado escrutadoras.
Más adelante logra ver a Namjoon, Jin y Jimin quienes hablan animados.
—Vengan —ordena Yoongi una vez que llega al lado de ellos.
—¿Estás seguro? Si nos movemos perdemos el lugar —musita Jimin inseguro.
—Trae tu puto trasero. —Yoongi frunce el ceño y sigue caminando.
A pesar de que duda un poco, lo sigue, acompañando a sus seis amigos.
Al llegar a la entrada, Yoongi saluda al sujeto de seguridad y entre sus dedos pasa un billete, el más grande que tiene en su cartera.
—¿Son ustedes seis? —pregunta el tipo, con la voz ronca y lenta.
—¿Ves a alguien más? —Levanta una ceja desafiante Yoongi.
—No sabes las chicas que acaban de entrar. —El sujeto de forma morbosa de lame los dedos—. Pasen, y diviértanse. —Se hace a un lado y los deja entrar.
La música suena más fuerte que antes, tanto que deben hablarse al oído para poder escucharse. Deciden tomar una mesa ya que son seis y estar en la barra sería un poco incómodo. En un principio, la idea es beber, beber, y beber, tal vez luego de eso bailar un poco y si hay suerte, los solteros -que son todos a excepción de Yoongi y Jimin-, buscarán alguna chica con quién pasar el tiempo.
—¡Por nosotros! —grita Seokjin.
—¡Salud! —gritan todos al unísono chocando las vasos.
Un grupo de chicos de casi la misma cantidad de personas que ellos se sientan en la mesa continúa, la música está alta pero no lo suficiente para que con un poco de atención puedan escuchar perfectamente la conversación de los demás.
—¡Joder creo que eyaculé! —grita un chico de la mesa continúa llamando la atención de los chicos.
Yoongi frunce el ceño asqueado, no debe ser un genio para saber que hablan de una persona en algún lado de la discoteca.
—¡Joder! Ahí están. —Señala un punto en la barra, sin poder evitarlo los seis chicos miran de manera disimulada.
Tanto escándalo por algo debe ser.
El rostro de los seis chicos empalidecen al ver lo que está sucediendo.
Hunter, Haneul y Yeonsoo, se encuentran en la barra tomando bebidas de colores, pero no es eso que llama tanto la atención, si no, la vestimenta que usan. Algo que en definitiva nunca esperó ver a ninguna de las tres.
—Joder —susurran por lo bajo, carcomidos por los celos Yoongi y Jimin.
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