****NOTAS DE LA AUTORA****

1. De nuevo desaparecí xD, pero esta vez fue porque me puse a ver un montón de anime, series y películas para un nuevo proyecto que ando armando ¡yeah! Pronto lo verán.
2. Pero ya volví de nuevo y con un capítulo delicioso jajajaja.
3. Como ya se habrán dado cuenta, esto no sigue un orden cronológico estricto, así que espero eso no sea molestia para ustedes.
4. ¡EARNED IT ALCANZÓ 1K DE LEÍDAS! ¡Gracias por el apoyo!

5. Ya, disfruten el delicioso.

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ChanYeol considera que una de sus mayores virtudes es la paciencia, necesita mucho de eso para hacer mucho de lo que lo hace un genio visionario del mundo de los negocios, pero también para lidiar con un montón de gente sin acertar un buen par de puñetazos, estar sereno y tranquilo es una virtud de la que puede presumir, aunque hoy, con su tercer vaso de whisky hasta el tope, no puede jactarse de ella.

—Luces un poco tenso para estar en una fiesta—una mujer habla sentándose al lado de ChanYeol—Qué por cierto, es para ti.

—No creo que esté tenso, más bien me siento un poco ansioso.

—Oh, entonces ¿esperas que algo bueno llegue?

La mujer pregunta acercándose más, inclinándose lo suficiente para que sus encantos sobresalgan del escote, ChanYeol sonríe mientras se levanta de la barra abandonando su bebida y por ende, a la muy atractiva mujer, pero al fondo del salón, alguien más ha llamado su atención.

—No lo espero, ya está aquí.

Sin vacilar y sin esperar ser insultado por rechazar a una mujer, ChanYeol avanza entre las personas hasta el desorientado joven de pelo negro y traje gris que ya sostiene una copa de champaña sin entender bien de donde la sacó, Park sonríe también consiguiendo una copa de licor y finalmente cierra la distancia entre los dos.

—Llegas tarde.

—Me tomó más tiempo de lo esperado.

—¿Hacer qué?

—Ya te lo dije, es una sorpresa.

JongIn sonríe arrastrando al mayor hasta la mesa de bocadillos, está sonriendo pero no es una sonrisa tradicional ni de esas radiantes que siempre tiene, esta en especial parece esconder algo, algo que carcome las entrañas de ChanYeol y que incrementa su ansiedad.

El día de hoy están en una fiesta que la compañía de ChanYeol ha organizado por su cumpleaños, esta sucede un día antes del festejo real porque saben que a su jefe le gusta (y puede) tomarse el día libre para pasarlo como más le guste, por supuesto JongIn fue invitado y ahora tiene una charola llena de camarones enchilados en su mano.

Pero el hecho de que el moreno esté ahí no tiene a ChanYeol sintiendo burbujas en el cuerpo, es el hecho de que le dijeron que hay una sorpresa para él lo que lo tiene burbujeando como champaña, posiblemente sea un detalle comprado con su propio dinero, pero ChanYeol se siente ansioso de saber que le ha preparado JongIn, aunque quizá ni siquiera es qué hay para él sino saber quién lo preparó. Saber que JongIn se ha tomado la molestia de sorprenderlo en su cumpleaños hace que su corazón se infle.

Está completamente a merced del muchacho.

El festejo transcurre con normalidad, ahí mismo JongIn aprende que sí bien hay mucha gente rodeando a Park y con los que parece tener una relación respetuosa y hasta amigable, solo YiFan puede considerarse su amigo, ya que es el único que se atreve a bromear sobre su edad y la extrema cercanía al tercer piso de la vida, lucen muy cercanos, muy amigos, y sin querer eso hace que JongIn se plantee que lugar ocupa en la vida del mayor porque tal vez no sea uno permanente.

Sin embargo, decide empujar ese pensamiento lejos de su cabeza y concentrarse en el delicioso bufet de pasteles que han traído, luego come más de los bocadillos y licor ligero, hasta que son casi las once y está arrastrando a ChanYeol fuera de la fiesta, sus camaradas y YiFan lo despiden deseando que mañana sea un excelente día.

Durante el camino de regreso, tanto ChanYeol como JongIn están increíblemente callados, solo la música de fondo, el sonido del motor y por último la voz del chofer que los deja en el lujoso edificio de Teheranno, cuando suben al elevador directo al pent-house también permanecen en silencio, con solo la música ambiente entre ellos.

Aunque la tranquilidad y el silencio que mantenían se va al carajo cuando la puerta del ático se cierra a sus espaldas y desesperadamente buscan la cercanía de sus cuerpos, el beso es desordenado, JongIn termina empotrado contra la pared admitiendo que tal vez los dos están un poco ebrios, pero al menos él está lo suficientemente despierto para recordar lo que tiene en la habitación, así que sin querer realmente, aleja al platinado de su cuerpo.

—Espera, espera, yo preparé un regalo.

—Aún no es 27.

—Entonces tendrás que esperarme en el sofá.

JongIn solo deja un sonoro beso en la mejilla del mayor y huye por el pasillo solo él sabe a dónde, ChanYeol bufa mirando el reloj, faltan 28 minutos para que sea su cumpleaños de manera oficial, suspira yendo a la cocina y obtener algo de café o lo que sea que lo mantenga despierto hasta medianoche y acompañado en el sofá.

Finalmente el reloj marca la medianoche, oficialmente es su cumpleaños pero sigue sin regalos; espera, espera pacientemente sentado en el sofá frente al ventanal tomando café, se ha quitado el saco y remangó su camisa, la corbata también está fuera de su cuello ahora, la iluminación es tenue, débiles tonos de luz blanca empapan la habitación, la ventana está abierta y el viento mece las cortinas, el balcón se ve bien, algunas luces nocturnas se cuelan a la vista, un paisaje nocturno espectacular.

De pronto la iluminación cae, los débiles tonos se hacen más tenues hasta dejar la habitación en penumbras, ChanYeol sonríe y se acomoda mejor sobre su asiento, la alfombra amortigua los pasos de JongIn pero aún así lo escucha, además, una lenta y sensual melodía acompaña su camino hasta que está frente al platinado y puede presumir su precioso atuendo que consiste en una larga bata de satín color rosa palo que llega hasta el suelo, los colores claros hacen un contraste bellísimo en su hermosa piel morena.

Y se vuelve mejor.

JongIn se para justo en medio de la sala, a una distancia considerable del mayor y dándole la espalda, su estilizada silueta resalta en las penumbras, su alta figura es majestuosa moviéndose entre las sombras hasta quedar suavemente iluminado por las luces nocturnas; ChanYeol lo mira completamente anonadado, cada movimiento lo hipnotiza aun más y el menor no hace mucho, solo se balancea lentamente de lado a lado al compás de la música, aunque eso es suficiente para tenerlo clavando las uñas en el reposabrazos del sofá.

ChanYeol contiene el aliento cuando el moreno desliza la tela por sus hombros, apenas un diminuto descubrimiento de piel, empieza a emocionarse y su corazón se acelera cuando la bata termina por completo en el suelo dejando el cuerpo de JongIn al descubierto, luego el menor lo mira por encima del hombro y se voltea luciendo completamente delicioso.

—Dios—ChanYeol jadea aferrándose con más fuerza al sofá—Santo cielo, pequeño encanto esto es... Joder.

—¿Te gusta? —JongIn pregunta con apenas un hilo de voz, tiene la cabeza gacha y se balancea sobre sus pies.

—Ven—ChanYeol pide, su voz gruesa y varonil arrebata un jadeo en el moreno—Por favor ven aquí.

JongIn asiente y se acerca hasta que está frente a ChanYeol, no sabe que hacer con sus manos así que simplemente las deja caer al costado de su cuerpo y de pronto toda la seguridad que había adquirido en la habitación se desvanece, la penetrante mirada del mayor quema sobre su piel y ni siquiera lo ve con claridad, aún así siente como esos ojos se deslizan de arriba abajo sobre su cuerpo con lujuria y deseo.

Y mientras el menor se deshace en nervios y demás, ChanYeol se siente completamente agradecido de estar vivo, no sabe a que entidad debería agradecerle la existencia de Kim JongIn o más bien, a la deliciosa imagen de Kim JongIn metido en un sensual y ajustado body de encaje turquesa, tan ceñido a su cuerpo, cubriendo los puntos necesarios y con las benditas transparencias en los lugares adecuados, a lo largo de los costados exponiendo esa deliciosa línea "V" del abdomen, el escote alto con una cinta y moño de encaje rodeando su cuello, un hermoso patrón floral en el encaje que contrasta de maravilla con la acaramelada piel del chico y ¡oh por dios! ese tímido sonrojo en sus mejillas, una apariencia tan inocente como sí no se hubiera metido en un conjunto de lencería por cuenta propia.

—Date la vuelta.

JongIn obedece y el corazón de Park sufre otro ataque, la parte delantera es encantadora, sublime y romántica, sin embargo, la parte trasera es absolutamente lo contrario, espalda descubierta, corte bajo, bajísimo, la tela apenas cubre por encima del trasero del moreno y no alcanza a cubrir sus nalgas dejando un poco de carne estrujada entre el elástico y ChanYeol ya esta babeando porque la transparencia del encaje está por todos lados, no deja nada a la imaginación, está sobre la piel canela pero no cubre nada ¿de donde demonios sacó esta idea JongIn?

—Entonces ¿te gusta?

El menor vuelve a preguntar, sigue de espaldas al mayor, sintiendo la textura de su conjunto mientras intenta controlar el calor en su rostro, no le responden y está a punto de voltearse cuando su cintura es atrapada por un par de manos firmen que tiran de su cuerpo hacia atrás haciendo que su trasero choque con algo duro, jadea llevando sus propias manos a las que lo sostienen y se recarga completamente sobre el pecho del mayor, frotándose sin descaro contra la erección en su trasero.

—Cariño, me encanta, tú me encantas.

—Feliz cumpleaños—JongIn suspira inclinándose por un beso—Vamos a la habitación.

ChanYeol obedece guiándolos hasta su alcoba entre besos y caricias tentadoras, cuando llegan ahí recuesta a JongIn suavemente sobre la cama, este se estira por completo en el colchón, la luz está encendida y se acomoda luciendo gloriosamente el atuendo mientras el mayor se deshace de sus ropas hasta quedar tan desnudo como el día en que nació, es entonces que se inclina sobre su amante para besarlo lento y con calma, saboreando cada movimiento y cada suspiro, acaricia el cuerpo bajo él con la misma parsimonia, deleitándose con la textura entre sus dedos que se mezcla con la calidez tan propia del joven.

—Eres perfecto, Kim JongIn, me fascinas.

—Bésame, por favor.

—Ni siquiera tienes que pedirlo.

Los amantes comparten otro beso mientras se acarician y ruedan por la cama hasta que ChanYeol está sobre su espalda y con JongIn en su regazo, la vista es tan gloriosa, tan increíble, como el mejor de los sueños eróticos, incluso mejor.

—Hoy estás a cargo ¿eh?

—Es tu cumpleaños, solo quédate quieto y disfrútalo.

El platinado asiente colocando sus manos en la cintura ajena, JongIn se balancea un poco rozando su erección con su trasero y luego simplemente le entrega a ChanYeol un placer no antes visto, levanta un poco la tela que cubre su entrepierna y con un movimiento algo desordenado introduce el pene del mayor a esa húmeda prisión de encaje, se encarga de frotar sus miembros entre sí mientras la textura del encaje hace lo suyo acariciando también la erección del mayor, este jadea encajando con fuerza sus dedos al mismo tiempo que levanta las caderas en busca de más fricción.

JongIn continua con ese leve vaivén hasta que tiene a ChanYeol gimoteando desesperado por tener más, es aquí donde se detiene dándose la vuelta para que la parte trasera del body sea lo que ahora ocupe la vista del platinado; ChanYeol se muerde el labio buscando contener el gemido que amenaza con salir y en otro intento de contenerse, amasa en sus manos el redondeado trasero del menor, suspirando y agradeciendo por la gloriosa vista ante él.

Ver a ChanYeol tan ansioso y desesperado le devuelve a JongIn la confianza que tenía mientras se ponía la lencería, vuelve a balancearse sobre el regazo del mayor asegurándose de rozar con su pene más que erecto y goteando líquido seminal, luego se inclina dejando su trasero al aire y lleva una de sus manos a la prenda hasta hacerla ligeramente a un lado, ChanYeol contiene otra serie de gruñidos mientras ve como se desliza un colorido plug rosa fuera de la entrada del menor.

—Dios.

—Te lo dije, solo quédate ahí y disfruta ¿bien?

El mayor asiente como cachorro amaestrado, se apoya en sus antebrazos para ver mejor lo que su nada tímido amante está haciendo, JongIn juguetea en su interior con el plug por unos momentos que se sienten eternos, ChanYeol quiere tocarlo pero solo mirar le produce un cosquilleo indescriptible y desconocido en el abdomen; su pene gotea, su glande está rojo y empieza a doler de lo duro y desatendido que está.

—JongIn, bebé, por favor yo...

—¿Qué? —el moreno pregunta mirándolo por encima del hombro—¿Qué quieres que haga?

—Oh joder, necesito estar dentro de ti, por favor.

JongIn se endereza lanzando el plug en algún lugar de la habitación, se voltea para quedar frente a frente a ChanYeol y se inclina para besarlo gimiendo en el medio porque inmediatamente el mayor se ha sentado y le ha agarrado el trasero, estrujando sus nalgas y tanteando su entrada, se levanta un poco para alinear su pene sobre su agujero y sin darle un momento para procesarlo, se deja caer penetrándose en un solo movimiento que los hace gemir a los dos.

Luego todo el sensual jugueteo se va por la borda, ChanYeol levanta sus caderas impactando con fuerza dentro del menor que encuentra esos embistes empujándose hacia abajo, una mancha de humedad pinta el frente del conjunto, JongIn está alucinando por la textura del encaje rozando su erección, tira del cabello del mayor mientras lo besa en un intento de callar sus gemidos, pero fracasa en cada intento y luego su espalda está en el colchón, sus piernas en los hombros ajenos y su cuerpo siendo crudamente embestido con fuerza, el impacto produce un sonido excitante, las sabanas bajo ellos son un lío y gracias al cielo que ese es el último piso y no hay vecinos cerca porque JongIn simplemente ya no puede contener su voz, sus gemidos son altos, la cabecera golpea la pared, el placer dentro de esa habitación es absoluto.

El orgasmo los golpea como un tren de carga, ChanYeol se desploma sobre el menor jadeando y sonriendo, se recupera un poco y termina acomodándose en su lado de la cama, la sonrisa no se va y JongIn luce tan devastado, con el cabello pegado en su frente, es adorable.

—¿De dónde sacaste eso, como se te ocurrió?

—Simplemente lo vi en Internet y cuando me lo puse, no me desagradó, pensé que te iba a gustar pero no había encontrado el momento para usarlo.

—No solo me gustó, ya te lo dije, me encantó, maldición Nini me vas a matar.

—¿Oho? Ya estás hablando como un anciano.

—Bueno, este anciano quiere jugar más con su regalo.

JongIn sonríe cediendo a la siguiente ronda de sexo y luego a la siguiente hasta que el cumpleañero está exhausto y finalmente se rinde al sueño.

Al día siguiente ChanYeol se despierta solo en la cama, donde se supone debería estar JongIn está helado, así que el menor tiene rato fuera de la cama, el platinado se levanta poniéndose solo un pantalón cualquiera y caminando hasta donde una animada canción suena; encuentra a su precioso amante en la cocina, usando su camisa como sí fuera un camisón mientras usa la espátula como micrófono y una enorme pila de panqueques espera en la mesa.

—Like a virgin ¡hey! —JongIn canta y baila un poco—Touched for the very first time / Like a virgin / With your heartbeat / Next to mine

—Buenos días—ChanYeol se acerca abrazándolo por la espalda y riendo por el sobresalto—¿Qué haces?

—¡Regresa a la cama!

—¿Qué? No ¿para qué?

—¡Por qué se supone que iba a llevarte el desayuno a la cama, vuelve allí!

—¿Vas a llevarme el desayuno a la cama? —ChanYeol habla mientras es empujado con dificultad de vuelta a la habitación—Pero ¿no crees que la sorpresa está arruinada?

—¡Solo finge que estás dormido!

JongIn logra regresar a ChanYeol a la habitación y cierra la puerta, el mayor se ríe pero regresa a las sabanas haciéndose un ovillo pretendiendo dormir, una calidez abrumadora se extiende desde su corazón por todo su cuerpo, la sonrisa se niega a abandonar su cara y cuando la puerta se abre de nuevo y JongIn entra cantando feliz cumpleaños, con una charola de desayuno y un pastelito con una velita de cumpleaños, ChanYeol sonríe incluso más.

El menor se acomoda con la charola cerca del platinado, le extiende el pastelillo y cuando pasa a sus manos se las arregla para ponerle un gorrito de fiesta y soplar serpentinas. JongIn es joven, ChanYeol entiende que todavía tenga ganas de celebrar, él solo quiere despertar sin encontrar cabellos en la almohada.

—¡Listo, pide un deseo!

—Hace mucho que no hago esto, ayúdame, dame ideas.

—Pide lo que sea, menos dinero, de eso ya tienes mucho.

—Bueno, entonces deseo que el siguiente año también estés aquí—ChanYeol dice mirando fijamente al menor y adorando el bonito sonrojo de sus mejillas—Sí, eso quiero.

—Se supone que no debes decirlo en voz alta—el moreno habla para después soplar la vela.

—¡Oye, era mi velita!

JongIn sigue sonrojado y desvía la atención empezando a comer pastel y panqueques, ChanYeol lo imita y luego terminan alimentándose mutuamente, y sí, definitivamente Park quiere esto para el siguiente año y el siguiente.