Había dormido tantas horas que ni se dio cuenta, alguien le sacudía suavemente, hizo un pequeño puchero en sus labios, no quería despertar, se aferró a una almohada.

—Taehyun~ bebé...— Dijo una voz dulce y suave, Taehyun comenzó a abrir los ojitos en par en par, viendo a Soobin, sonrió tan bobamente, estaba alucinando, sacudió una vez su cabeza, se equivocó, era Yeonjun.

—Oh... Yeonjun...— Dijo el menor con una voz audible, mirando a otro lado, sonrío de manera forzada, porque tenía que pensar en Soobin que en Yeonjun, mordió su labio inferior apenado.

—¿Pasa algo, pequeño...?— Dijo el contrario preocupado, y el menor negó con la cabeza, sonriendo nuevamente.

—Pequeño, ya preparé la cena, vamos a comer...— Protestó el mayor con una sonrisa dulce, a lo que el pelirrojo asintió, su estómago comenzó a rugir, pues tenía mucha hambre.

Pasaron comiendo mientras hablaban de cosas dulces, a veces, aburridas, y otros chistes, hablaban de la escuela, ya era demasiado tarde. Era hora de dormir.

[•あたまはさらはさ . . .]

Taehyun se encontraba dormido junto con su mayor, Yeonjun, el chico que le quiere llenar el corazón y sacarle una sonrisa, eso le gustaba de Yeonjun.

Los rayos del sol, comenzaban a molestar el rostro pequeño del menor, y sintió como alguien le abrazaba de su cintura, volteó para ver a Yeonjun, vio su sonrisa.

— ¡Buenos días, Tae...! — Dijo el mayor gritando alegremente, eso le hizo reír un poco al menor, por inercia tomó sus mejillas para acariciarlas.

Le dedico una sonrisa de buenos días, sabia que hoy era un lindo y Bonita mañana, nadie lo detendría, ahora quería pasar más tiempo con el chico de cabellos rubios, pero tenía miedo de toparse con Soobin, no quería que arruinen su día, o volvería su depresión al toparse con él.

Tampoco podía dejar de pensar en Soobin, cada maldito segundo pensaba y pensaba en él y no otra cosa, trataba de pensar en Yeonjun, pero era inútil, su corazón era tan cruel y muy cobarde, las cosas no funcionaban como el menor quería.

Era una Bonita tarde. Taehyun estaba en parque de atracciones disfrutando con su mayor, en la montaña rusa, hoy era un clima templado y claro el menor estaba de buen humor, gracias al chico de cabellos rubios.

Mientras que estaban en la montaña, gritaban de felicidad, pero Yeonjun a veces gritaba miedoso, cerraba los ojitos con fuerza, todo lo hacía por el menor.

Luego de disfrutar, decidieron bajar, habían terminado. Pues el mayor estaba un poco mareado, que el menor decidió comprar una botella de agua.

Comenzaba a caminar, y buscar donde había para comprar agua, buscaba con la mirada, que se chocó hombro a hombro, con un chico alto, de cabellos azules.

—Lo siento... no fue mi intención— Dijo el chico de cabellos cerezos, con una reverencia de disculpa y con la mirada baja.

—¿Taehyun...?— Dijo el contrario, y el menor levantó la mirada desconcertado y timorato.

El menor no respondía nada, simplemente se quedaba callado, sabía que en algún momento se encontraría con Soobin, y eso le dolía aún más.

— Por favor Taehyun... déjame hablar contigo... solo una vez... — Dijo el mayor, trato de acercarse nuevamente y darle un ademán, que por un momento Taehyun, se dejo llevar.

Soobin le estaba abrazando, y que Taehyun se quedaba estático, sin reaccionar, solo sus ojitos estaban cerrados, una pequeña lágrima logró deslizarse, apenas podía oler el aroma que tenía su ex.

—Taehyun... vuelve conmigo... fui tonto de no poder salvar nuestra relación, deseo volver, se que... — El mayor no termino la frase, y que Taehyun logro reaccionar.

— Sueltáme... — Dijo el menor con una voz frío, su rostro era sin ninguna expresión, pero tampoco podía hacerlo, no quería dejarse llevarse por sus impulsos.

Se alejó para ir corriendo y dejar a Soobin, quería estar solo, no quería hablar con nadie, ni pedir ayuda.

Su vista poco a poco se nublaba, veía un poco borroso, quizás fue por lo que había llorado, estaba totalmente cegado, no se daba cuenta donde se iba.

Estaba en la empresa donde trabajaba Soobin, poco a poco el sol se iba y las nubes comenzaban a oscurecer, ya se estaba haciendo de noche.

Muchas personas, los colegas de su ex, le miraban con lástima y otros algo confundidos, pues no entendían nada, sentía las miradas de aquellos, que tomó el elevador para ir a donde a la azotea.

Mientras tanto soobin buscaba al menor, desesperadamente y que tenía que ir a su empresa por el carro, y las llaves lo había dejado en su oficina.

Tomo un taxi, y se dirigió rápidamente, al llegar, entró al instante, pero una voz le interrumpió.

— Señor Choi, vi a su novio subir por la azotea.... — Dijo la chica de cabellos oscuros, ojos de color verde, soobin pensó en que Taehyun... ¿Es que acaso quiere morir...?

Choi tomó el elevador, apretó el último botón donde estaba la azotea, había tardado más minutos y más segundos, al llegar vio a Taehyun, sus pies estaban al canto y a punto de caerse.

Yeonjun, no encontraba a Taehyun, preguntaba a cada persona, si lo habíamos visto, pero la respuesta era un "No" la gente se negaba, no lo habían visto, que por una parte pensó. En donde debería estar su menor.

Taehyun sentía un ambiente tétrico, y no era nadie para las personas, no era tan especial o eso creía, miro el cielo y sonrió leve con un suspiro triste.

— Supongo que este es el fin... mi destino es morir... ¿Que puedo hacer...? — Se hablaba a sí mismo, y mordió su labio interior, realmente deseaba morir; tampoco se merecía estar con Yeonjun, el chico que le prometió olvidar de su ex, de Choi Soobin.

Pero nada funcionó, le costará olvidarse de él, agradecía a su mejor amigo, por haberlo cuidado, fue apenas unos días.

Estaba metido en sus pensamientos, pues ya no tenía más palabras que decir, escucho la voz de alguien gritar.

— No lo hagas Taehyun... por favor... ven conmigo... —